-¡No mamá yo no pienso ser una mediocre como ustedes!

-¡Beatrice ven aquí soy tu madre obedece!

-Beatrice amor por favor piénsalo mejor, no te vayas.

Una chica de tan solo diecisiete años que vivía en una barrio de clase baja junto a su madre y hermano, deseaba salir de ese lugar gracias a la oferta que se le había echo de ir a estudiar a una academia de música al extranjero, esta tenía que dar un abono de quinientos mil pesos lo cual la familia no tenía pero su novio le dio el dinero para que viajaran ambos juntos.

-Yo jamás dije que me iría contigo, tú me diste el dinero pero eso no quiere decir que nos vayamos juntos, yo quiero cumplir mis sueños sé que tengo talento y debo aprovechar esta oportunidad, algún día te devolveré el dinero pero me iré sola Oscar.

-¡Beatrice si te vas ahora no vuelvas jamás, olvídate que soy tu madre!

Dijo angustiada la madre de la muchacha pero a esta no le importo, tomando su maleta para tomar el avión en el cual abandonaría el país, el novio de la joven corrió hacia ella abrazándola por la espalda pero esta se soltó de su agarre.

-Lo siento Oscar, pero mis sueños no puedo cumplirlos aquí, tú no puedes darme la vida que quiero, espero que me perdones en el futuro y que seas feliz porque yo planeo serlo.

Dijo Beatrice antes de subir el avión, mientras su novio y su madre lloraban desconsolados por la partida de esta, Beatrice entro a la academia que siempre había deseado convirtiéndose en la mejor de esta, fue así como cambio su apariencia y su nombre a Stella, y en tan solo cinco años se convirtió en una gran cantante, desempeñándose también como modelo y actriz en estados unidos, fue entonces que un día le salió un contrato millonario para volver a su país de origen, “¿Volver a mi país? Han pasado siete años desde que me fui” pensó está mientras caminaba para una sesión fotográfica.

-Vamos Stella mira a la cámara…hermosa, siempre te ves perfecta.

-Jaja… Gracias.

Dijo Stella mientras acomodaba su vestido para las fotos mostrando una sonrisa completamente deslumbrante. Al terminar la sesión de fotos volvió al camerino como de costumbre y luego le mandaron sus fotos para que las revisara mientras su asistente Julia las observaba.

-Wow se ve hermosa señorita…

-Si…hermosa.

Respondió Stella mientras observaba cada foto delante de ella,  “cinco horas para tomar seis fotos, esa en la foto no se parece en nada a mi” pensó mientras observaba la bella imagen en las fotografías.

-Julia sale por favor, quiero estar sola.

-Pero debe cambiarse para el ensayo…

-Por favor…solo serán unos minutos Julia, así que por favor.

Dijo Stella con un tono triste por lo que la asistente asintió y salió rápidamente del camerino dejándola a solas, “Todo en esa fotografía es maquillaje, todo es falso…tengo tantos fans pero nadie me conoce, nadie sabe realmente lo que me gusta estoy…estoy sola” pensó Stella mientras subía sus piernas al sofá y se acurrucaba abrazándolas con fuerzas mientras ocultaba su rostro en estas y sus lágrimas recorrían sus mejillas, aquella chica que quería cumplir sus sueños había logrado su objetivo, se había convertido en una de las cantantes con mayor fans y más reconocida en la industria de la música, pero no era feliz, estaba sola sin nadie que le dijera que era hermosa sin maquillaje o que podía dejar de fingir ser perfecta, ya no tenía a nadie que esperara por ella o que le sonriera con amor al verla bajar del escenario.

-Debo volver, tengo que ir a ensayar lo único que me quedan son mis fans no debo decepcionarlos o todo lo que deje por este sueño no valdrá la pena.

Se dijo Stella mientras se levantaba y abría la puerta del camerino para ir a su ensayo, Julia su asistente la estaba esperando cuando de pronto apareció un hombre parado frente a ella, era el, era su manager quien la había guiado en toda su carrera para que esta pudiera lograr sus sueños.

-Julia te dije que el ensayo ya estaba por comenzar ¿Por qué Stella aún no está allí?

-Lo, lo siento don Alexander yo, yo.

-Es mi culpa, me demore al cambiarme de ropa así que no te enfades con ella Alexander.

-Es mi culpa, me demore al cambiarme de ropa así que no te enfades con ella Alexander.

Dijo Stella al ver a Julia nerviosa frente a aquel guapo y frio Manager, Alexander conoció a Stella cuando esta estudiaba en la academia de música por lo que la ayudo a salir adelante y llevaba siendo su Manager desde hace muchos años.

-Te dije que me digas señor, o simplemente Manager, no me tutees.

Dijo Alexander mientras volteaba revisando la agenda de Stella, después de una pequeña charla esta se dirigió a la sala de ensayo para volver a su país al día siguiente. A la mañana siguiente esta fue despertada a primera hora de la mañana por su Manager quien la saco arrastras de la cama para que viajaran “no quiero volver, que pasara si veo a mamá, ella debe odiarme por todo lo que hice y lo peor es que tendría razón” pensó esta mientras se vestía a duras penas por que no quería viajar, fue entonces que miro la hora “el avión parte a las 9 am y ya son las 8, supongo que Alexander no se ha dado cuenta así que solo saldré a las 8:30 y así tendremos que cancelar el vuelo, ajaja” pensó Stella siguiendo su plan al pie de la letra, esta salió del armario donde se vestía exactamente a las 8:30 tranquilamente y luego tomo su maleta con una sonrisa triunfante, fue entonces que escucho decir algo que no esperaba salir de la boca de su guapo Manager Alexander.

-Ufff temía que te demorarías más, menos mal aún tenemos tiempo para llegar al vuelo, vamos ya que estas lista aprovechemos de ir por un café antes de subir al vuelo.

-¡¿Qué?!

Grito sorprendida Stella al ver a Alexander tan tranquilo al mirar la hora, “¿Qué está pasando? estoy segura que vi que el boleto era para las 9 am” pensó esta mientras recordaba el boleto en la cartera de Julia.

-Eh…Alexand…quiero decir Manager ¿el vuelo a qué horas sale?

-A no te lo dije, sale a las 10 am, supuse que costaría levantarte así que mande a Julia antes para que preparara el Hotel donde te quedaras mientras nosotros viajamos.

Esta abrió los ojos de par en par sin poder creer lo que le decían “¿el vuelo sale a las 10 am? Debe ser una broma” se dijo con una cara afligida, fue entonces que vio a Alexander tomar su maleta y salir por la puerta del Hotel camino al aeropuerto.

-Apresúrate Stella no me gusta que me hagan esperar.

Dijo este mientras subía al coche, Stella dio un suspiro dándose por vencida y se dirigió camino al aeropuerto, al llegar allí tomo el avión y se dirigieron a su país natal, “no creí que volvería de esta forma, ¿Qué me dirá mi madre si me ve? ¿Estará orgullosa de mi?” se preguntó Stella mientras cerraba los ojos quedándose dormida, a las pocas horas llegaron y el avión aterrizo. El manager de Stella fue a dejarla al Hotel donde se quedaría por el resto que durara el contrato, fue entonces que esta abrió la puerta encontrándose con su nuevo departamento “Es bastante espacioso” pensó mientras lo revisaba.

-Ya deben ser las cinco de la tarde, y aun no eh comido nada…revisare si… ¿Qué?

Stella reviso el refrigerador del departamento encontrándose con este completamente vacío, “¡Alexander! Te dices ser mi manager y me dejas sin comer” se enojó esta mientras buscaba en su bolso de mano si tenía algo para comer.

-Un chicle ¿es enserio? Solo tengo un chicle…no esto me dará más hambre, Uf no me queda de otra tendré que salir.

Dijo está viendo justo fuera de su ventana un anuncio excesivamente grande con su rostro en el “es un anuncio de perfumes…oh por dios ¿cómo podre ir de compras así?” pensó por lo que no le quedó otra opción que salir del Hotel, se puso una gorra, un suéter y unos pantalones deportivos, con zapatillas cómodas, saliendo así del Hotel “debería haber algún local por aquí” se decía mientras caminaba, fue entonces que encontró un tienda de conveniencia la cual estaba algo cerca del Hotel “bien pasare aquí…creo que nadie me ha reconocido” se dijo mientras entraba al local observando todo lo que había, esta reviso sus bolsillos encontrándose con que había traído muy poco dinero en efectivo ya que siempre cancelaba todo con tarjetas “espero acepten tarjetas” pensó mientras caminaba por los pasillos de la tienda buscando lo que compraría “Leche, pan, barras de cereales, energéticas, agua purificada sin gas, café, azúcar, arroz, salmón y…cervezas, ajaja solo espero que Alexander no las encuentre ya que me tiene prohibido tomar cervezas por mi imagen” se dijo esta de forma divertida, fue entonces que fue a pagar las cosas que había escogido.

-Sería solo esto ¿Cuánto es?

-Son 18.990 pesos.

Dijo el atendedor estirando la mano hacia Stella para recibir su dinero, esta quedo atónita ya que solo llevaba doce mil en sus bolsillos “¿Qué hago?” se preguntó mientras miraba las cosas y decidía que iba a dejar.

-¿Acepta tarjetas?

-No señorita solo efectivo.

Respondió el atendedor mientras Stella dejaba algunas cosas atrás para poder pagar, fue entonces que vio como un hombre de traje pasaba su mano por delante de ella y tomaba lo que esta había separado, Stella molesta frunció el ceño lo cual no se notó gracias a su gorra, fue entonces que salió de la tienda con las pocas cosas que le habían alcanzado, Stella camino rápidamente hacia el Hotel cuando de la nada sintió una mano posarse en su hombro derecho, “¿Quién?” se preguntó preocupada esta ya que muchas veces le había sucedido que cuando salía sus fans podían ver tras su disfraz y la acosaban.

-Señorita se dejó esto…tome, vi que tenía problemas en la tienda así que.

Dijo un joven alto y guapo con traje elegante, fue entonces que Stella volteo observando aquel sujeto dándose cuenta de quién era, su cabello castaño, los ojos verde claro que la miraban, era el, era Oscar aquel novio que abandono y humillo hace tantos años para ir tras sus sueños “Oscar” era el pero muy diferente, sus rasgos se veían más maduros con una mirada seria pero amable y mucho más alto de lo que ella recordaba.

-Eh…gracias.

-Bueno que tenga lindo día.