Una explosión y todo se había esfumado, lo último que ví antes de caer rendida fueron unos intensos ojos. Hubiera deseado cambiar todo cada cosa de las que sucedió hace solo veinticuatro horas.
24 horas antes..
Suspiré, sentí la brisa llegar pero no podía respirar. Desde que me case mi esposo me había pedido que no saliera de la casa, dijo <
—Solo será un momento, Calia— le suplique a la señora que me ayuda en la casa—Estoy aburrida el no sabrá
—Señora lo siento pero el se enojará
—No, te aseguro que no pasará nada, me llevaré el auto y será solo un momento
Tarde un rato en convenserla pero finalmente aceptó, no podía negarse ante mis súplicas, yo aún tenía esos instintos de niña, pues a decir verdad era mucho más joven que mi esposo. Tenía solo veinte mientras que el tenía treinta y dos.
Doce años de diferencia que para mí no significaban nada, lo amaba y eso era lo que me importaba.
Me coloque una falda y una camisa entallada, más unos bellos tacos y salí hasta el garage.
Los hombres de mi marido insistieron en llevarme ellos mismos y prometieron no decir nada al respecto.
Decidí aceptar y pronto estaba en el primer centro comercial en tanto tiempo, el resto de la mañana me dedique a buscar todo lo que necesitara para mí.Encontre hermosos perfumes, ropas y muchos otros artículos.
Luego salimos de allí, les rogué que me dejarán dar un paseo más que solo quería ir al parque.
Bueno ellos se negaron no querían que nada me pasará.
Pero llegué a casa sana y salva nada me ocurrió.
Finjo con mi esposo cada día desde que llegamos a Australia que estoy bien, que nada me pasa pero la verdad me gustaría poder ser libre por una vez.Me siento como una princesa cautiva, cada noche mientras el se aferra a mi cuerpo, me quedo mirando al techo pensando en si mi vida podra cambiar o por siempre tendré que estar Prisionera.
🌜🌜🌜🌜
Otro día más, otra página que volteo en mi revista mientras coloco mis pies sobre el sofá.
—Necesito volver a salir
—Señora, se pondrá en riesgo no puedo permitirlo
—Ire con los guardias, estaré bien
Por más que le insisto está vez ella se niega. Pero aún así me dirijo al garaje les digo a mis guardias que tengo permiso de salir y lo hago.
Una vez más estoy afuera, les digo a mis guardias que tengo permiso de ir al parque y emprenden camino hacia allí.
Toman el camino más rápido para llegar, pero de repente un golpe llega al auto, este se ladea.
Mi cuerpo cae de un lado, me golpeó
—¡Agarresé fuerte! — me gritan, pero lo siguiente que escucho es una explosión muy cerca del auto, este se desvía y se voltea rodando por la ruta.
Estoy aturdida no oigo bien, mi mente está confundida.Escucho muy a lo lejos unos disparos y la puerta se abre.
Pero mis ojos se cansan y caigo en un sueño profundo.
Max miró una vez más su habitación.La dejaría hoy mismo, luego de varios años en las sombras volvería al trabajo, no había perdido las mañas y no sé fiaba de nadie, para él no había buenos o malos todos lo podían traicionar.
—¡Hermano!— llegó Scotty, su hermano menor era la hora de la reunión.No le interesaba una vez más como todas esas veces, pero su jefe era un hombre sin escrúpulos y desde que había llegado aquí le desagradaba más.
Cuando llegaron a la sala con la mesa grande se reunió también con Milo su otro hermano, era el más pequeño de ellos.
—¿Cuál es el trabajo?—pregunto Max mientras encendía uno de los habanos de su jefe al que le apodaban, The Master—¿Master?
Está vez Master les entrego una carpeta, en ella estaba la foto de una joven junto a un archivo—¿Es ella? —preguntó max
—Si—contesto corto y conciso su jefe de mirada fría que tomo un habano en su mano y encendió con un fósforo de su cajetilla.
—¿Supongo que una hija , niña mimada?
—Supones mal, es la esposa del hombre de la siguiente foto
—Un empresario australiano emm.. ¡Vaya!
—Kepler es un bastardo, ocúpense de la chica tráiganla , un clienta la pidió y dará mucho dinero
—¡Bien The Master a sus órdenes!— expresaron los tres y partieron.
Max y sus hermanos se dirigen hacia el destino, llevaban días vigilando la casa, pero ella no salía nunca, el empresario la cuidaba demasiado.
La primera vez que salió, max logro verla, tan femenina , ojos hermosos, desafiante se remojo los labios al verla y pensó que disfrutaría mucho tenerla cerca.
—¡Hay movimiento!—sentenció
Rápidamente avanzaron con el auto , Vigilaban cada día, pero ese no era el día.
—¡Ahora no!
—¡Pero mientras más rápido!
—¡Dije que no!
Maxwell Rivera mejor conocido como Scar, joven, ambicioso y peligroso.Todos lo respetaban, había estado en la cárcel diez veces desde que era niño, él siempre era el que iba a prisión cuidaba de sus hermanos, eran lo único que tenía.
Sus padres los abandonaron a su suerte siendo solo unos niños.
—¿Max?
—¿¡Qué pasa Scotty!?
—Ella está saliendo otra vez
—¡Es el momento!
Se prepararon colocándose capuchas y prepararon sus armas. Esperaron al que el auto avanzará hasta el lugar más desolado y entonces lo embistieron.El auto salido despedido, voló unos cuantos metros por la carretera y con un chillido estrepitoso acompañado de chispas, se detuvo poco a poco.
—¡Espero no la hayas matado!— protesto Max
Scar bajo del auto y camino hasta forzarlo.Sus hermanos liquidaron a los guardias.
Al abrir la puerta, la vió ella estaba en el piso del auto, a punto de dormirse, luego de dos segundos que lo mirara cayó rendida.
Scar la tomo y la saco fuera.
La subió al auto, ella lo había hecho alucinar, pero no podía demostrar debilidad ante una víctima.
Tomo su paquete de cigarrillos y comenzó a fumar sacando el humo por la ventana
—¡Misión cumplida!— dijo Milo
—Aun debemos llevarla le niña al comprador
—Bueno ¿Y ahora?
—Tenemos que esperar instrucciones, vamos a esconderla
Scar se acomodo más en su asiento, suspiró profundamente. Scotty quien conducia se desvío hacia una playa abandonada.
—¡Aquí es!
—¿Una playa?
—Si así es ¿Qué mejor que esto hermanos?—pregunto abrazándose a ellos—
¡Tráela!—le ordenó a Scotty
Este la cargo, habían conducido por horas y estaban cansados.
—¡Dámela a mi!—le exigió Scar, él la bajo.
La pequeña casa de playa estaba abandonada, lugar perfecto para descansar por un momento. Sobre el sofá maniatada y amordazada , Scar esperaba a que ella despierte.
Camino hasta la cocina, tomo un vaso de agua. Volvió hacia la chica y le arrojo el agua.
—¡Qué Mierda!
—¡Hola nena espero estés despierta ahora!
—¿Quién eres?—murmuro
—No vine a hacer migas contigo okay así que número uno harás solo lo que te digamos cualquiera de nosotros , número dos no somos tus amigos así que no te pases de lista, número tres en silencio
Scar le había dejado todo claro, pero ella lo miraba mal
—¡Mi esposo me salvará!—Expreso firmemente—Los meterá a todos a la cárcel
—No me hagas reír nena, nada de eso pasará
Scar empieza a revisar el cuerpo de la joven, le quita el celular y lo rompe
—¡Oye!
—Lo siento niña, pero así es esto
—Algo más que deba saber—le preguntó Scar
—¿Sobre qué?
—Tienes alguna otra cosa encima , porque si me llegó a enterar, que tienes algún botón de pánico o algo así ¡Despídete de tu cabeza!—Scar apunto directamente a la cien de Jane
—¡No tengo nada!—Expreso asustada
—¡Bien! , Scotty lleva a nuestra invitada a su suite.
La casa estaba totalmente desolada, era un desastre, Jane se paseo con su mirada por la habitación fría en la que la habían dejado.
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Pensó su cuerpo se reclinó sobre la pared. Tenía miedo, sus ojos se humedecieron.Quería ser fuerte pero no podía, jamás pensó que esto le pasará a ella, fue tan tonta.
Scar hablaba con sus hermanos, deberían repasar el plan, lo que harían no seria sencillo en cuanto el empresario supiera del rapto, todo seria una locura de prensa y policías.
Pero Scar estaba acostumbrado estos trabajos eran simples, eran lo más fácil que él pudiera hacer, una clienta fue lo que dijo The Master probablemente sería alguna red o algo así.
La noche era tremendamente oscura,cuando Milo se asomo por la puerta,Jane retrocedió asustada, el se acerco y dejo una bandeja con unas cosas para comer.
—¡Escucha, te desataré para comer! Promete que no harás nada malo
Mientras cortaba las cuerdas de su mano Milo la vigilaba.
—¡Déjame irme!
—Lo siento niña pero no, come
—No tengo hambre —nego
—Tienes que comer si no lo haces entonces vendrá Scar,el es peor linda.
Jane se quedó pensando, sin duda el tipo al que llaman Scar es aterrador.
El viento golpeaba en la ventana, Jane podía sentir la oleada insistir contra la orilla, Milo la miraba atentamente sus ojos café intensos la intimidan.Temblaba pero a él no le tenía miedo, el otro chico era peor, estaba más segura con él, a pesar de que todo el paisaje de el lugar fuera lúgubre y temiera a cada instante no volver a salír.
Milo la deja comer y se retira.
—Vuelvo en un segundo— le informa, Sale de la habitación.
Cuando él se retira desatada Jane trata de buscar por dónde alguien la pueda oír.Entonces divisa una pequeña ventana se sube a un pequeño cajón, que hay en una esquina de la habitación, desde ahí trata de que alguien la vea, mira en dirección a la playa y ve a un hombre caminando, se tambalea <
—Hola— le grita Jane, pero el hombre parece desorientado—¡Auxilio!—insiste Jane está vez comienza a golpear el vidrio, con la esperanza de que aquel hombre oiga al menos eso.
—¿Eh? ¿Es una mujer?—dice con tono de borracho
Se acerca más para oírla—No te oigo niña— grita él que ahora está más cerca—¿Eh?—pregunta tratando de hacer foco, mientras ve a Jane saltar y golpear el vidrio con fervor.
Con el hombre más cerca de la ventana, Jane empieza a golpear más duro
—¡Llama a la policía!—le grita, el hombre la sigue mirando pero no parece que haga ni un movimiento.
Ella insiste y entonces el hombre finalmente la comprende, toma su celular en la otra mano, tratando de marcar el número de emergencias.
—¡Hay alguien en la ventana!— se escucha, un golpe a la puerta y Scotty se abalanza sobre ella, Jane se espanta y cae sobre el piso, tirando así también la comida que le había dado Milo.
De repente se oye un disparo y se ve la sangre resbalar sobre el cristal de la ventana.
Un furioso Scar entra en la habitación
—¡Entonces me haces cargar con un cadáver!—le dice furioso, con el arma en la mano y repleto de sangre, en su cara y ropas—¡Todo esto es tu culpa!— dice señalando la sangre en su ropa, sobre la máscara y su remera blanca
La toma por la cara y le da un golpe que la desmaya al instante.
—¡No la vuelvas a dejar sola!— le grita a su hermano menor Milo, él está confundido creyó que la chica no haría nada.
—¡Lo lamento Scar es mi culpa!—Pide disculpas mirando en reiteradas ocasiones al piso.
Scar se quita la remera manchada por la sangre del borracho aquel que debió matar por culpa de Jane.
Scotty la amarra de nuevo a la cama de la habitación.
Los tres están realmente furiosos. Ella está representando un dolor de cabeza sobre todo para Scar, está cansado, jamás en todos los años que lleva en esto le había pasado algo semejante, que una víctima la haga doler la cabeza, cargar con un cadáver, que quien sabe quién y cuándo fueran a encontrar.
—Tiremos el cadáver al océano, pondré en marcha todo para partir lo más pronto posible, no podemos perder un segundo más
—Bien, mañana saldré y más les vale que no la dejen sola, ¡Me escucharon!—ambos asienten ante los gritos de Scar.
Jane los escucha desde la habitación, tiene cada vez mas miedo de este hombre.
Es lo que parece media noche, cuando Scar entra al cuarto donde está Jane.Aunque los tres traen el pasamontañas cada vez que entran en la habitación sabe exactamente quién es Scar, tiene un tatuaje sobre su hombro que dice I love be Free, es lindo para un criminal, tiene unos ojos verdes penetrantes y es el más alto de los tres.Su cuerpo está bien formado, claramente en todo aspecto el era el mayor.
—Iras al sótano— dice quitando la de la cama
La lleva a rastras por el pasillo hasta llegar a dónde se encuentra una puerta, baja las escaleras con él y finalmente la deja en un viejo caño atada a la pared húmeda, por el agua que escurre de este último.
—¡Aprenderás la lección por haber tratado de pasarte de lista!—los nudos están por demás fuertes y le hacen doler las manos.Aun así Jane se mantenía fuerte, sin derramar una lágrima en presencia de ellos.
Finalmente Scar, la deja allí y sube las escaleras.
Han pasado un par de días, está segura de eso, aunque no sepa bien cuando es de día o de noche bajo ese sótano iluminado por la tenue luz de un único bombillo.Siente frío porque todo está húmedo y lo deja de caer agua en ese sucio piso.
Pero lo que si sabe es que siempre le traen agua y comida a la misma hora.Y aquí va una vez más la puerta se abre y escucha los pasos sobre la madera crujiente, es Milo.
¿Cómo lo sabe?.
Es el de complexión más pequeña, está segura de que es el más chico de ellos.
Tiene el pasamontañas como siempre pero sus ojos son de un verde grisáceo, es un poco más flaco pero tiene algunos músculos.
La mira y le deja la charola luego se sienta en posición india.
—¡ Come!—Le exige
—Lo se— dice, ella afloja su mirada con él—¿Ellos realmente son tus hermanos?—pregunta tratando de sacarle conversación.
Él no le responde solo la mira fijo.
—Puedes hablarme no muerdo
—No puedo hablarte, lo tengo prohibido
—Por favor anda, ¿Son tus hermanos?— él asiente—¿Y porque te hacen hacer esto?
—Es nuestro trabajo
—¿Pero tú no quieres hacer daño?
—Si quiero
—Yo se que no, se nota que eres muy pequeño, que desearías no hacer ésto
—Tengo diecisiete
—Ya lo vez eres unos años más chico que yo, te aseguro que a mí no me gustaría hacer esto
—Pero yo quiero ayudar a mis hermanos y ahora come, si ven que tardo mucho se molestan conmigo.
Jane se apura a terminar el plato y Milo se retira.
Lo bueno es que a logrado sacarle información, al menos ahora sabe un poco más.
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