Cecile 1

Cecile Hamilton, es la típica chica aristócrata, de risos rubios y ojos azules, orgullosa de su posición social, al ser hija de un Duque, uno muy conocido y cercano a los reyes del país, a sus 16 años debutó en la sociedad y en un año, se hizo de buenas amistades y buena reputación con las damas, incluso la reina la llamo en persona para ofrecerle ser la futura esposa del segundo príncipe, un chico de su misma edad, bastante atractivo, Cecile acepto sin dudarlo, pues en la academia ella lo había visto incontables veces y había caído enamorada de él, pronto en todo el país ella era aún más famosa porque pronto formaría parte de la realeza, pero, todo eso se le vino abajo, cuando Robert se enamoró de Iris Scott, una joven chica alegre y amable con todo el mundo.

Cecile al ver que tanto ella como el príncipe se hacían cercanos, le advirtió a Iris que el príncipe era su prometido y que se alejara de él o sufriría las consecuencias, Iris ante esta amenaza, se lo contó a Robert y el chico enseguida le fue a reclamar a Cecile, ella solo negó todo y las chicas que seguían a Cecile, abogaron por ella, ante esto, Iris quedo como mentirosa y el príncipe se alejo de ella por un tiempo, poco después empezaron a estar juntos de nuevo, la mayor parte del tiempo se la pasaban juntos en la academia, pero cuando el príncipe debía ocuparse de sus deberes en el palacio, Cecile y sus secuaces aprovechaban para hacerle maldad a Iris, pero cuando el príncipe no estaba, Rael Darkness, es quien la defendía, un chico proveniente de otro país, que pese a su edad, ya estaba por heredar el trono, pues su padre estaba muy enfermo.

El chico parecía estar también enamorado de Iris, cuando Cecile se dio cuenta de ello, cada que Rael se entrometia, ella no dudaba en decirle que si Iris dejaba al príncipe, ella sería toda suya, pero Rael trataba de no caer en sus provocaciones, aun cuando se notaba que ardía en celos cuando Iris estaba junto al príncipe. El tiempo iba pasando y justo cuando era el día de anunciar oficialmente el compromiso de Cecile y Robert, ella se llevo una muy mala sorpresa durante la fiesta, cuando el príncipe Robert, su amado prometido, llego acompañado de la linda y adorable Iris Scott, hija de un simple Barón, pero el príncipe se había enamorado de ella y en plena fiesta, él hizo saber a sus padres que ella era la chica con quien se quería casar, incluso acuso a Cecile de haberle hecho daño a Iris por celos, varías chicas de la academia también fueron testigos contra Cecile, ante esa atrocidad, la reina rompió el compromiso y la expulso de la academia, cuando el padre de Cecile de enteró de todo, se le hizo más fácil enviarla lejos, pues el hombre siempre fue indiferente con ella. Mientras estaba en reclusión, pronto supo por la sirvienta que la ayudaba, que Robert tenía muchas disputas con Rael, pues este se le había declarado a su prometida y quería llevarla a su país, incluso le dijo a Iris que la volvería su reina, siendo él ahora el Rey de dicho país, Iris lo rechazó incontables veces, hasta el punto en que Rael amenazó con acabar con el país, si ella no aceptaba, Rael estaba siendo consumido por los celos y odio hacía Robert, lo que hizo que se llevará a Iris a la fuerza, causando tensión entre ambos países, por robarse a la prometida del segundo príncipe, Rael con tal de no devolver a Iris, declaro la guerra al país, la batalla duró meses, Robert lucho valientemente hasta que logro asesinar a Rael y rescatar a Iris, así Rael fue considerado un villano y pronto fue olvidado. Mientras tanto, el padre de Cecile como parte de los tratados de paz con el nuevo Rey del país vecino, la ofreció como esposa de un Conde, pariente cercano del nuevo Rey, un hombre que le doblaba la edad y era conocido por ser un pervertido y sádico, Cecile suplico a su padre que no lo hiciera, pero este la ignoró y le obligo a casarse, en su desesperación por no querer pasar la noche de bodas con ese hombre, ella escapó de la mansión del Conde, éste por el desprecio y atrevimiento de la chica mando a sus dos mejores cazadores tras ella, cuando la tuvo de regreso, hizo que la soltaran en un bosque y el mismo la persiguió con un arco y flecha, como si fuese un juego divertido, así, en su intento desesperado de escapar, corrió descalza por todo el bosque pero, le fue imposible escapar y una flecha atravesó su corazón, causándole la muerte, así, Cecile Hamilton, la villana murió, mientras que en el palacio se celebraba la feliz boda del príncipe Robert e Iris, quienes vivirán su historia de amor, sin aquellos villanos que intentaron separarlos.

- que historia tan estúpida ¿como que provocar una guerra solo por una mujer? ¿Acaso es la guerra de troya o que?

Una joven chica de universidad, lanzó el libro a un rincón desde su cama, había perdido su valioso tiempo leyendo una novela tan absurda. Mejor apagó todo y cerró los ojos, pero, mucho más tarde un sonido la despertó repentinamente, pronto de dio cuenta que era un temblor, en su intento de salir de la habitación, corrió por los pasillos oscuros del edificio, cuando de pronto, sintió como caía al vacío inmerso en la oscuridad. Repentinamente grito mientras se levantaba bruscamente de su cama, entonces, miro que sus sábanas eran totalmente diferentes, extrañada por aquello observo a su alrededor, pero no parecía un hospital, entonces, un par de jóvenes vestidas de sirvientas entraron, una llevaba un vestido en sus manos y otra un balde de agua que dejo en una mesa. Ambas la saludan con total respeto, entonces, ella no sabia que estaba pasando.

- ¿se encuentra bien, señorita Cecile?

Ese nombre se le hizo conocido, así que se bajo de la cama y corrió hacía donde vio un espejo, quedando en total shock, de ser una estudiante universitaria común, de cabello negro y ojos marrón, ahora era una rubia de risos y ojos azules, delgada y de piel clara; en ese preciso momento, termino por desmayarse.

(Aquí ya la nueva historia y espero también les guste. Las leo en el siguiente capítulo 😊)

Había pasado una semana desde que reencarno en Cecile, le ha costado asimilar todo, incluso el tener que usar vestidos extravagantes y llenos de adornos, así que prefirió cambiar eso poco a poco, fue eligiendo vestidos más sencillos pero lindos, aunque, no ha asistido a ningún evento a los cuales ha sido invitada, pues no se siente preparada para socializar con esas chicas, es normal ya que apenas se esta adaptando a su nueva vida y debe incluso pensar en liberarse de su trágico final, para ello, debe no molestar a esa tal Iris, la protagonista por supuesto y según su memoria, fue hace poco menos de dos meses, que se comprometió con el príncipe Robert, también debe pensar como lidiar con él.

- ¿debería ofrecer romper el compromiso yo?

No, no, eso haría enojar a su padre, además de ofender a la familia real, no puede hacer algo tan torpe, quizás solo deba esperar a que la historia de amor entre Robert e Iris se desarrolle, entonces él romperá el compromiso, pero, después de eso, debe evitar que su padre la envíe como regalo para ese asqueroso hombre y la mejor manera de evitar eso es.

- evitar que Rael de enamore de Iris.

Se puso de pié, para ir al escritorio a hacer apuntes, según el libro, Rael se encuentra con Iris por primera vez, cuando ella le cura una herida hecha durante el entrenamiento con espadas, en las actividades de la academia, ya que Iris, por su magia de curación, esta en el club de enfermería y son quienes asisten a los chicos que entrenan para ser caballeros de la guardia real, con esto en mente, debe evitar esa encuentro y muchos otros más, de ese modo, si evita que Rael se enamore de Iris, evitará esa tonta guerra y además, de ese modo, evitará ser vendida a ese sucio Conde. Ahora con esas ideas en su cabeza, lo que debe evitar aun más, es molestar a Iris, según su memoria, Cecile ya conoce a Iris, pues ambas están en el mismo club de costura, pero nunca han interactuado pues ambas tienen diferentes grupos de amistades; mañana se acaban las vacaciones y deberá regresar a la academia, así que esta con su dama eligiendo un vestido para presentarse ese día.

Así, el regreso a la academia llego, Cecile bajo de su carruaje acompañada de su dama, quien lleva consigo un maletín con sus libros, ambas van camino a su salón de clases y mientras caminan por los pasillos, varías la saludan, era extraño recibir tantas muestras de respeto, pero era normal, Cecile era famosa entre las chicas jóvenes por su buena educación y su estatus elevado.

Al llegar paso a su asiento y enseguida fue rodeada por las 2 chicas que le ayudaron a molestar a Iris en la novela, una era Abby Walsh, hija de un Marques y Harper Lam, hija de un Conde, ambas de esa manera, pertenecientes a un alto estatus, pero sin sobrepasar el estatus de Cecile, ambas chicas platican entre si, hablando sobre sus vacaciones, hasta que la profesora llega; mientras transcurren las clases, ella observa a su alrededor logrando ver a la chica que supone es Iris debido a su descripción, una chica delgada, de blanca piel, que combina a la perfección con su cabello rosa y ojos castaños, si, sin duda era ella, debe admitir que es linda, aunque no más que ella, claro.

Al finalizar las clases, deben ir al jardín trasero, donde se dan las clases de costura y etiqueta, en su camino, pasa por el campo de entrenamiento de caballeros, todas siguen su camino y Cecile se detiene para observarlos, verlos usas las espadas le hizo recordar cuando en sus años de secundaria practicaba esgrima, al mirar a más detalle, puede notar que no hay chicas en esa clase, debe ser porque en esas épocas las mujeres eran nada más que amas de casa, que disfrutaban la costura y las fiestas de té.

- señorita Cecile, hay que darse prisa.

Le habla Harper, mientras la espera, aunque se le hizo raro que Cecile se detuviera en ese lugar. Al llegar a la zona donde toman sus clases, Cecile optó por quedar hasta atrás, algo que le extraño a todas las presentes pues ella siempre toma la mesa más cercana a la profesora, aun así dio inició todo y la profesora pasaba de mesa en mesa, observando sus avances, en esta ocasión les había pedido bordaran en un pañuelo el escudo de sus familias, por suerte para Cecile aquella habilidad la conserva muy bien, aunque se le hace aburrido, desde ahí puede escuchar como los chicos se divierten más; se detuvo de su costura para pensar cuando era el día en que Iris conoció a Rael, según su memoria ese encuentro se daría en un mes, pues el chico aun no llegaba a la academia. También pensó que de ser así, en este preciso momento, Iris y Robert ya se han conocido.

- entonces en una semana, descubrire que se encuentran para almorzar juntos.

- ¿disculpe señorita Hamilton? ¿Le pasa algo?

- no, no, solo pensé en voz alta. Profesora ya acabé.

Le entrega a la mujer al pañuelo y esta la felicita, como siempre, ha hecho un buen trabajo.

Se quedo pensando en la manera de acercarse a Rael para evitar el encuentro destinado de este con Iris y la única opción que encontró es unirse a la clase de caballeros, como en sus años de secundaria práctico esgrima, quizás pueda usar una espada, además de que las clases de etiqueta y bordado, son aburridas, no entiende como les gusta a las chicas de ese mundo.

- el problema será conseguir el permiso de mi padre...

Caminaba de un lado a otro en su habitación mientras la observa su dama quien ha servido el té.

- Sandy ¿mi padre está en casa? Hay algo importante que debo hablar con él.

- el señor debe estar en su estudio a esta hora, señorita.

Cecile le agradece y se sale de su alcoba, hablará con él, aunque quizás no tiene una mínima esperanza de conseguir el permiso de ese hombre, pero al menos, espera poder decirle unas cuantas verdades a ese hombre, lo detesta, en la novela no tuvo compasión al vender a su hija. Toca la puerta y al entrar, solo se queda parada frente al hombre, por su aspecto supone a de tener unos 40 años o más, pero eso no importa, lo que importa, es esa mirada de desprecio que le mostro apenas le vio entrar, pero Cecile, ya no era la misma, así que no le interesa lo que ese hombre piense de ella.

- solo desperdicio mi dinero, esa academia, no te han educado para nada.

- oh, si lo hace, pero no creo necesario saludar tan cortésmente al Duque.

El hombre, apretó el puño ante esas palabras insolentes e incluso su mirada estaba fija en los ojos de Cecile, pero ella mantuvo la vista en la misma dirección y sonrió.

- solo vengo a decirle quiero ser una caballero, quiero unirme al entrenamiento en la academia.

- ¿que? Deja de decir tonterías, sin mi permiso no puedes hacer nada, tu deber es ser una buena esposa para el segundo príncipe, no quiero que avergüences a la familia.

- ah! Claro, es lo único que le importa al Duque. Seré una caballero y si no quieres apoyarme, no me interesa, tengo todo el dinero que mi madre me heredó. Por eso, no te pido permiso, solo te aviso.

- niña insolente, debería darte una lección! Si crees que puedes sobrevivir sin mi ayuda, bien, inténtalo, pero no vengas llorando a rogar.

- él que debería rogar eres tú, ruega perdón a mi madre, por como tratas a su amada hija.

Dicho esto, salió del estudio, solo al caminar unos pasos, dejo salir un suspiro, fue horrible sentir esa mirada de desprecio, no entiende como ese hombre puede detestar tanto a su única hija, su madre, si que desperdicio su vida con una persona como el Duque. Se apresuró a llegar a su alcoba y ahí se desplomó sobre su cama, Sandy se acerca a ella y le ofrece pasar a darse un baño, quizás eso la ayude a recuperar energías. Mientras que en el estudio, el Duque había golpeado el escritorio debido al coraje que le acaba de hacer pasar su hija, como es muy caprichosa, seguramente solo es un capricho eso de querer unirse a los caballeros, cuando vea que no puede, regresara llorando, pero, mientras no se cancele el compromiso con el segundo príncipe, dejará que esa niña haga lo que quiera.

Al día siguiente en la academia, Cecile llego, pero fue directo a la oficina del director, su dama Sandy lleva consigo un maletín, al llegar a la oficina, Sandy deja el maletín sobre el escritorio y lo abrió ante el director, era una suma muy alta de dinero.

- esta es una donación, pero a cambio quiero unirme al entrenamiento de caballeros.

- ¿q-que? Señorita, ese lugar esta lleno de hombres, una dama como usted no puede estar ahí.

- entonces es una pena, no quiere el dinero.

Cecile se encoge de hombros mientras hace una expresión de tristeza, el director detiene a Sandy cuando quiso cerrar el maletín y sonríe nervioso, no sabe si el Duque esta de acuerdo con esa situación, además de que es lo suficientemente extraño que una chica se una clase exclusiva para hombres.

- hablaré con el Duque, si da su permiso lo permitiré.

- mi padre le dirá que no, por eso, le estoy dando una jugosa cantidad de donación.

El hombre, mira fijamente el dinero, pero, si deja que la chica se una a los caballeros, quizás ella se salga cuando vea lo duro que es el entrenamiento, así no le pasara nada y tendrá una suma de dinero muy buena.

- bien, pero señorita, ese lugar es una zona llena de hombres, no me hago responsable si algo le pasa.

- no se preocupe, no me pasara nada.

Sandy cerró el maletín y se lo entregó al hombre para así retirarse del lugar.