No me quería levantar tan solo quería quedarme ahi acostada guardando todos los recuerdos de mi infancia no podía creer que ya estaba acabando la primaria, hoy era el último día de clases. Lo normal es que otros niños estuvieran felices de que se acabarán las clases pero yo no quería por que sabía que después de acabar las clases tomaría un vuelo directo a Corea me gustaba la idea pero lo que no me gustaba es que iba a dejar a Mathew solo, el fue una de la pocas personas en aceptarme como soy y me brindó su amistad pero yo por el no sentía una amistad, sentía algo más fuerte, no sé si el también.
-hija levántate ya, vamos tarde para la escuela, hoy es tu último día de clases.
- mamá no quiero irme, quiero quedarme aqui- me tape con una cobija.
-Kathe ponme esto fácil, por favor hija coopera.
-No no no y no - me quite la sábana de encima por que no podía respirar bien.
- Voy a contar hasta diez y si no sales de la cama vas a tener serios problemas.
No debe estar hablando enserio- uno...dos...tres... cuatro- enserio está contando??-seis...siete- hay madre si va enserio- y van a ser las...
-ya mamá ya me levanté ves??
Me dirigí al baño y tome una ducha, me demore bastante pues no sabía cómo despedirme de Mathew luego sali y me puse una falda negra y una camiseta azul, me puse unos tennis blancos y baje a desayunar.
-hija ¿que quieres desayunar?
-cualquier cosa está bien mama, Gracias.
-que tal unos ricos pancakes - se me quedó mirando un buen rato - ¿que pasa hija, por que estás tan triste?
- No es nada mamá - sin darme cuenta se me escapó una lágrima.
- hija no llores, todo va a salir bien, vamos a ir a Corea y vas a poder continuar con tus estudios.
- Si...si mamá.
- Bueno hija - me dió un beso en la cabeza - desayuna rápido que ya vas tarde para tu último día de clases.
No hacía falta que me lo recordarás.
De camino a la escuela iba pensando en demasiadas cosas pero más que nada en Mathew ¿como era posible que un niño se pudiera robar mi corazón y nunca le hubiera dicho? talvez por el temor a ser rechazada y salir herida. Cuando menos me di cuenta ya estábamos en la escuela y ya había sonado la campana que indicaba que las clases comenzaban, me despedí de mamá de un beso en la mejilla y salí corriendo para aprovechar el resto del día con Mathew ya que no tenía casi amigos, entre en el salón y todos estaban jugando y corriendo por todas partes, intente buscarlo pero no obtuve ningún resultado, no lo veía por ninguna parte si habrá asistido?, Me tuve que parar de puntitas pero seguía sin verlo, desanimada me senté en mi puesto y saqué mis apuntes, estuve muy cerca de pegarle a un niño, pues tiro mis cosas al suelo y por poco derrama malteada de fresa, aunque fuera un accidente no estaba de humor como para calmarme, cuando recogí mis apuntes alguien me tapo los ojos por detras, sentí su colonia y el tacto de sus manos eran suaves, quien más podría ser sino Mathew.
- ¡hey! tu quita tus manos de mis ojos.
- Mmm no - apesar de que lo hubiera dicho con un tono de voz más grave yo sabía que era el.
- Mathew sé que eres tu, no quiero ser brusca no estoy de humor.
- No soy Mathew, soy Kim Taehyung y he venido por ti - seguía fingiendo su voz.
- oh! OPPA has venido por mi pero quiero a mi Mathew de vuelta - por que dije "Mi" eso sonó muy posesivo.
- Ok..... ¡Hola soy Mathew! y vengo en son de paz.
No pude evitar soltar una carcajada, como era posible que siempre me sacara una sonrisa? - vamos Mathew muestra tu cara.
- Ok - se escondió detrás de mí pupitre y cuando me volteó me asusto - Boo.
- Vamos Mathew - tenía el corazón a mil.
Me abrazó por detrás y pude sentir su corazón latir, menos mal el no sentía el mío, luego me beso la cabeza, por un momento pensé que esa actitud era algo sospechoso de el y le iba a preguntar pero simplemente deje que el continuará, otra vez sonó el timbre y la maestra entró, a veces pienso que las maestras son brujas por que cuando entran mágicamente todos se organizan. Durante toda la clase me la pasé sentada, callada y distraída mirando por la ventana, no me importaba lo ocurría a mi alrededor, aún no conseguía sacar el dolor de mi pecho, no valia la pena prestar atención a la clase, era el último día, la mayoría de mis compañeros estaban jugando o haciendo desorden, por momentos sentía que alguien me observaba pero levantaba la vista y no veía a nadie, también tuve la tentación de mirar a Mathew pero si lo hacía posiblemente se acercaría a mí pupitre y no quería hablar con nadie, quería estar sola por un momento. Sonó la campana que indicaba que el receso ya comenzaba, todos los niños salieron corriendo emocionados pero yo seguía mirando por la ventana deseando congelar el tiempo, sentí que alguien venia por detras, pensé que era la única en el salón.
- Kathe ¿por qué no sales? ¿dónde está esa niña feliz y divertida? - Reconocí instantáneamente la voz de Mathew.
- te voy a extrañar - no evite las ganas de ponerme a llorar.
- No llores, aprovechemos el tiempo que nos queda... Es más que te parece si hoy vamos a comer helado, yo invito.
- Espera.... ¿es una cita?.
- ¡Sí! algo así - No pude evitar sonrojarme, sentía el calor subir por mis mejillas, desearía que el no lo hubiera notado.
- entonces, dime, ¿qué tienes de merienda? - Y ahí estaba el Mathew que yo conocía.
Ya habían pasado las ocho horas de clases y estaba ansiosa por nuestra "Cita" con Mathew, talvez eramos muy pequeños pero era la última vez que lo vería, apenas salí del colegio el me estaba esperando afuera y automáticamente esbocé una sonrisa, salí corriendo hacia donde el estaba y de camino a la heladería no paraba de hablar, tal vez por el hecho de que no lo volvería a ver o por que así era yo, una vez llegamos a la heladería el me pidió el helado, me conocía tan bien que ya conocía mis gustos, nos dirigimos al parque y nos sentamos en una banca.
- Kathe tengo que decirte algo.
- Yo también Mathew.
- Digámoslo al tiempo...uno....dos..tres.
- ¡Me gustas! - lo dijimos al Unison.
Me tape la boca al escuchar lo que había dicho y parpadeé varias veces.
- ¿Qué? Espera..pero..tu.
- Si hace dos años me gustas pero nunca tuve el valor de decírtelo, Kathe me gustas.
- Mathew tú también- me puse a llorar como era posible que nunca nos cofesaramos nuestros sentimientos, ahora estaba a horas de viajar a Corea y dejaría atrás al chico que me gusta.
- Mathew yo... - Antes de que terminara de hablar, me beso, no podía creer lo que estaba pasando me estaba besando, mi primer beso con el chico al que amo.
Justo en ese momento mi mamá llegó en el carro y me ví obligada a subirme, pero antes de que arrancará le grité por la ventana -te veo en el aeropuerto- no me despedí de él, tenia la esperanza de que el fuera allá.
Ya estaba en el aeropuerto y mi vuelo estaba a punto de salir, dieron los últimos llamados de mi vuelo y él no vino, como era posible, no había venido, no tuve otra opción que subir al avión con un vacío en mi corazón.
Como todos los días la alarma de mi celular suena a las 4:15 am pero lo irónico es que no me levanto a esa hora, normalmente debo estar ya despierta a las 4:45 am aunque me toca levantarme mucho más antes por qué siempre me quedo dormida, es por eso que tengo 5 alarmas, ya terminé la secundaria y la preparatoria, ahora mismo me encuentro en la universidad y no es tan fácil como aparenta ser, eso es algo que he aprendido de los Animes, últimamente me han dejado muchos trabajos y ya manejo el idioma de corea del sur aunque todavía me falta pulir una que otra cosa.
- Kathe!!! Levántate ya.
- Ya me desperté.
- Buenos días dormilona el especial de hoy son calcetines sin lavar por una semana.
- Vamos, Jack, que asco es tan fácil como meterlos a la canasta de la ropa sucia, y no hacía falta que me los pusieras en la cara.- mi hermano Jack de 8 años, se podría decir que el es de nacionalidad coreana ya que nació aqui.
- Solo te ayudaba a despertar, deberías agradecermelo.
- ok, ok gracias pero sabes no está mal de vez en cuando que me despiertes con un abrazo y un beso en la mejilla.
- ¿Que? Por que una bruja se merecería tanto?.
- oh ahora sí no te vas a escapar ven para acá.
- Noo, Mamá!!! Ayuda!!.
- Kathe deja quieto a tu hermano.
Me metí a la ducha para poder despertarme un poco más además que aquí en corea estamos en invierno y que mejor que una buena ducha caliente, salí y mi celular sonó, era yukiji mi mejor amiga o bueno la que me brindó su amistad apenas entre en la secundaria, ella hablaba español por que su papá es de Argentina.
-¿Alo?
- Buenos días, si estudiaste anoche para los exámenes?
- ni me lo recuerdes, tengo nervios, que tal que no los pasé.
- si los vas a pasar estoy muy segura de eso, además eres una de las mejores alumnas de la universidad, por que no más bien te relajas y cuando salgamos de la uni vamos a tomar un poco.
- ya te dije que yo no tomo, y tú mucho menos deberías tomar.
- Ash ya pareces mi mamá!
- jajaja ok yukiji te veo más tarde voy a desayunar.
- no olvides que el plan de ir a tomar sigue en pie.- antes de que pudiera despedirse colgué por que Jack estaba escuchando por la puerta.
Baje a desayunar y por el camino me enterré un dinosaurio diminuto de Jack, mi casa parecía un campo minado debes mirar bien por dónde andas.
Termine de desayunar y cogí mi mochila me despedí de mi familia, me puse los zapatos y salí de la casa, ese día me fui 20 minutos antes para poder llegar a repasar a la universidad, mientras repasaba lo que estudie la noche anterior mi teléfono sonó sin mirar quien era conteste.
-Yukiji ya te dije que no tomo.
- Me parece bien que no tomes pero no soy yukiji.
Me sobresalte, y me sentí avergonzada- lo siento Nathan no quería decir eso.
- No hay problema, dime cómo amaneciste hoy.
- Bien, cansada de tanto estudiar pero bien, Nathan dónde estás hoy no pasaste por mi, todo esta bien?
-si.
Sentí como alguien me agarró por la cintura y me tapo la boca, el celular callo al suelo y el sujeto me inmovilizo, empecé a sacudirme como una loca con la esperanza de zafarme cuando el sujeto se rió, espera reconozco esa risa en cualquier parte, le mordi la mano y me voltie rapidamente, como lo sospechaba.
-Nathan!!! No vuelvas a hacer eso por Dios me asustaste - con el corazón en la boca recogí el celular y me alice el uniforme.
- Perdóname - me tomo la mano y me la beso, sentí como se acaloraba mi cara- no lo vuelvo a hacer.
- déjame ver la mano que está detrás tuyo.- podría jurar que estaba cruzando los dedos detrás de él.
- ok, ok ahora sí te lo prometo.
- Está bien te parece si vamos ya para la uni?
- por que tienes tanta prisa? Vamos 15 minutos antes.
- Pues...es que quiero llegar a repasar un poco para que me valla bien en los exámenes.
- Entonces..que estamos esperando - lo dijo con una sonrisa coqueta, algo tramaba eso no era normal de el, cuando menos me di cuenta me tomo por la cintura me puso sobre su hombro y empezó a correr.
- Espera Nathan que haces.
- quieres llegar temprano no? Te voy a hechar una mano.
- pero si nos caemos.- le dije mientras agarraba con fuerza su camisa.
- no nos vamos a caer tenlo por seguro.- me guiño un ojo, no pude evitar sonrojarme.
Ya terminé de presentar los exámenes, me duele mucho la columna de tener el trasero en una superficie plana tanto tiempo. Durante las dos horas sentada pude observar la cara de preocupación de los demas, como se notaba que no habían estudiado, pero aunque estudie estaba un tanto nerviosa, por alguna extraña razón me sentía observada y no me gustaba.
- y?... Que tal te fue?
Deje de leer el libro y levanté la cabeza para encontrarme con yukiji.
- Bien supongo.
Escuché como alguien se dirigía hacia donde yo me encontraba y de repente esa persona tosió.
- ejem, buenos días señoritas - era Nathan lo supe apenas tosió, me quedé mirándolo un largo rato y me mandó un beso, que le estaba pasando? El no era así- y como les fue en los exámenes?.
- bien - dijo yukiji con una sonrisa muy amplia. Yo no dije nada pero si le regale una sonrisa.
- que les parece si hoy vamos a tomar unos cafés que me mejor que algo cálido para estos clima.
- yo no..- antes de que terminara de hablar me interrumpió.
- yo invito damas- hizo una reverencia.
- está bien.
Terminaron las clases, me puse mi abrigo y salí, una ráfaga de viento frío me abrazó, ví venir a yukiji traía unos atuendos muy extrovertidos un abrigo rosado unos pantalones azules y unas botas moradas, esbocé una sonrisa y la saludé con la mano a lo lejos, luego ví a Nathan y recordé que hoy iríamos a tomar café, de camino a la cafetería no paraba de temblar del frío, sentí como una mano se posaba en mi hombro y el brazo recorría toda mi espalda, era Nathan- tienes frío déjame darte un poco de calor- simplemente moví la cabeza de arriba a abajo indicándole que si sin decir ni una sola palabra, un recuerdo me vino a la cabeza no era muy claro.
Estaba en una heladería pero no estaba sola estaba con un muchacho, en ese entonces era pequeña, no logro recordar la cara del muchacho pero me estaba entregando un cono con mis sabores de helado favorito, pero como lo sabía? Quien era el?, Luego nos dirigimos a un parque, algo me va a decir.
Me vi interrumpida en mis pensamientos por un sonido fuerte, cuando reaccione ví a Nathan abrazándome y algo agitado.
- que pasó?.
- Kathe tienes que mirar por dónde andas ya sabes cómo es el tráfico en corea, por poco y te coge un carro, en que andabas pensando.
- yo....lo siento.- agache la cabeza y seguimos caminando.
Ya estábamos en la cafetería y yo estaba tratando de recordar la cara del niño, estaba callada y eso no era normal mío por lo general yo nunca paraba de hablar.
- Kathe estás bien?
- si por que lo preguntas Nathan- me he dado cuenta que Nathan últimamente ha estado muy pendiente mío.
- No lo se casi no hablas, y tú siempre estás hablando- solté una carcajada.
- lo siento solo estoy preocupada por el resultado de los exámenes, ya se me pasará.
- está bien, más bien tómate tu café se te va a enfriar.
De camino a casa ese recuerdo volvió a mi pero recordé lo que me dijo Nathan y lo olvidé, y ahí estaba la Kathe de siempre la que no paraba de hablar estuve tan distraída que no me di cuenta de que Nathan me hiba abrazando, solo lo dejé pasar.
Llegue a mi casa con el resultado de mis examenes a la casa tenia muchos nervios de abrirlos, tampoco me atrevi a mirar la pizarra de los puestos yukiji me dice que me fue muy bien y mas de uno de mis compañeros me felicito pero aun asi tenia nervios llegue a casa esperando que estuviera mi familia pero no habia nadie, recorde de Jack estaba en su cita con el odontologo, mama estaba con el y papa estaba trabajando, normalmete llega a la casa a las 7, queria abrir mis resultados con ellos pero no sabia a que horas iban a llegar me quite los zapatos en la entrada y me dirigi a mi cuarto me encerre y tire los resultados sobre mi escritorio, tome una ducha ya que hoy tuve deportes y no me gustaba sentirme sucia, sali de mi habitacion y me puse ropa comoda aun no me puse la pijama por que lo mas probable es que saliera mas tarde, me sente en el escritorio prendi mi computadora y abri el sobre, a primera vista era algo irreal pero era la verdad, obtuve un promedio de 9.4 era un promedio bastante alto para los examenes, estaba tan emocionada que le escribi a Nathan.
- Que crees.
- Que? ya abriste los resultados?.
-Yep.
- Aleluya pense que nunca los abririas, y que tal te fue?
- Me fue mal.
- Imposible pero si en la pizarra estas en el cuarto puesto- por que tenia que decirme en que puesto quede fue mala idea haberle mentido queria saberlo por mi misma.
-No mentiras Nathan mi promedio fue de 9.4.
- Wow eso es grandioso, oye te acuerdas de la pelicula que tanto querias ver?
- Si, aun no se donde puedo conseguirla.
- Ya voy para tu casa, la consegui en una Tienda de segunda, vamos a celebrar.
-Espera Nat....- por que todo el mundo me interrumpe cuando estoy hablando, enserio me habia colgado?, y lo mas improtante ¡viene para aca! esto es tan normal de Nathan no me sorprende para nada.
El timbre sono y baje a abrir la puerta, ya sabia quien era, abri la puerte y no se encontraba nadie hay afuera solo habia un sobre que marcaba mi nombre.
... "Si tan solo tuviera la oportunidad de decirte lo que siento, seria muy facil pero no creo que tenga oportunidad de estar con una princesa tan linda como tú, esos bellos ojos que tienes, tu sonrisa tan perfecta, todo, tu eres perfecta....
... ATT: M "...
Quien pudo haber dejado esta carta aqui y por que M hay tantas personas que sus nombres y apellido comienzan por M, Maicol, Milo, Misaki, Min, Minho, Mateo, hay tantas posibilidades, no le preste mucha atencion a la carta por que justo despues vi a Nathan venir hacia aca escondi la carta y lo salude, el paso y vi que traia pasa bocas, despues de todo una pelicula no se disfruta de la misma manera si no se tiene una meriendita o eso era lo que yo pensaba, me sente en el sofa y deje que el pusiera la pelicula, mire mi celular por un instante y cuando alce la vista el no estaba por nunguna parte, cuadnoe esuche como alguien abria la neverea de la cocina, claro debe estar preparando las crispetas, no se demoro mucho. La peilcula trataba de una chica que llegaba nueva a una cuidad y se hizo amiga de la chica "popular" pero no la trataba bien, aparecia tambien un chico era guapo pero ella no le prestaba atencion, son las típicas películas románticas que a mi me gustaban y Nathan lo sabia, el era la única persona que me conocía bien sabia que me gustaba y que odiaba nadie me conocía mejor que ni siquiera mis padres, pero el si y hacia un buen trabajo soportando me, llego a la sala con las manos ocupadas traía dos platos llenos de crispetas, dos vasos llenos de soda y dos paquetes de dulces de masmellows, me pare del sofá y le ayude con las cosas no quería que derramara nada por accidente, luego nos sentamos y acomodamos las cosas, no me di cuenta que tenía el sobre de los resultados y me dirigió una sonrisa.
- que más se podía esperar de ti?
- todo gracias a estudiar, y tu? Cuáles fueron tus resultados.
- wow está película se ve asombrosa no puedo esperar a verla.
- Nathan no me cambies el tema.
- que cuál tema?
- tus resultados.
- ah, eso, no importa o si?
- si, si importa.
- está bien fue, pero promete que no me vas a hacer nada.
- no prometo nada y más bien dime.
-4.7
- Nathan!! Te dije que estudiaras- me le lanzó encima y lo tumbe con las dos manos empecé a hacer como si lo estuviera ahorcando pero el me tumbo y se posó encima mío y me empezó a hacer cosquillas, el sabía que ese era mi punto debil, empecé a mandar patadas como una loca sin querer le pegue en una costilla y se detuvo por un momento, me le acerque y le advertí que no lo volviera a hacer.
- Nathan ya sabes que soy sensible a las cosquillas, y puedes salir herido.
- Pero vale la pena, todo sea por ver tu hermosa sonrisa - me sonroje y lo ayude a levantarse.
- y bien empezamos a ver la película ya?
- Claro para eso vine ¿No?
- muchas gracias Nathan no puedo creer que hubieras conseguido la película para mí sabías que la quería ver desde hace rato - lo abrace.
- No es por nada.
Ya eran las cinco de la tarde mi mamá y mi hermano aún no regresaban y mi papá estaba de viaje, ya habíamos acabado de ver la película y estaba un poco preocupada, llame a mi mamá pero no contesto, llame una segunda vez y hay estaba ella.
- Hija que pasó ocurre algo?
- emm si mama pues tú aún no llegas.
- no deje la nota en la nevera?
- que nota?
- no la dejé, hija hoy me voy a quedar en casa de los tus abuelos, sabes Jack tenía la cita de odontología hoy y mañana también tengo que hacer unos trabajos por acá, Te amo deje comida en el horno calientala si quieres.- y antes de que pudiera despedirme colgó.
- que ocurre?- me preguntó Nathan.
- mi mamá no viene hoy.
- y tu padre?
- está de viaje.
- Entonces hoy vas a estar sola?
- si, al parecer.
- pues no se diga más, hoy hay pijamada como los viejos tiempos.
- pero tus papás que van a....
- a eso es lo de menos me quedo y punto.
Fue difícil evitar que se quedará, era Nathan, esa noche hicimos un desastre en la casa, tratamos de hornear un pastel y fracasamos, casi quemamos la casa, hay nos dimos cuenta que era mejor mantenernos alejados de la cocina, vimos muchas películas y jugamos a peleas de almohadas, casi le quitó la cabeza, luego nos pusimos a modelar mi ropa, lo gracioso era verlo a el con mis atuendos le preste una pijama de papá dudo que le moleste. Caí en un sueño profundo, me despertó una punzada suave en mi cara y cuando abrí los ojos ví a Nathan con un lápiz en la cara, me miré al espejo lo correte por toda la casi pero nunca lo atrape, fue el quién me atrapó a mí y me empezó a hacer cosquillas, logré safarme y lo persegui otra vez
- Nathan, ven aquí ahora sí voy en serio.
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