Una tarde abrumadora abraza la majestuosa ciudad de Arián, en lo que respecta a una joven de la cual debo admitir un recordatorio aludido por su encuentro, su presencia era sutil en el paisaje de una calle concurrida con delirantes gardenias y orquídeas, hablando sin la distinción adecuada de mis costumbres, aquella chica solitaria sentada a la vera de sus pensamientos contemplaba la estampa de un hombre sombrío, con encanto de misterio, donde expresaba con claridad y sin demasiadas filtraciones la belleza poseída en un mismo cuerpo, sus cabellos oscuros, sus ojos precedidos por tonalidades verdes envolviendo consigo salvajismo a su mirada, una altura mayor notablemente de los ciudadanos, traía embelesada a una dulce joven mientras esta vislumbrada dicha presencia por los suaves rayos de sol, permitiendo establecer la calidez y profundidad complementaria de su mirada melancólica, pero tal imagen no le era necesaria, ni siquiera suficiente para el reconocimiento de su producto interno, o su personalidad, para no entrar en tantos detalles, si tan fríos y tórridos eran aquellos ojos verdes, las dilaciones de sus facciones no establecían normas visibles.
Estaba un poco ensimismada por tal hombre que caminaba despreocupado, sentía como si su historia, inclusive su vida fuera un continuo vacío, el que fuera consciente en la tenencia y libre posesión de nuestras vivencias como individuos naturales, dicha presencia le era tan similar a la ausencia del silencio y la inspiración del no haber sido tocado, era considerado hasta ahora por Clío, como un pasado oculto, un presente silencioso y Un futuro valioso.
Pero Clío era más astuta a la complicidad de una mera visión, su franqueza en los subyacentes prejuicios, sólo estaban obtenidos por un ápice de su apariencia… Realmente se acostumbró a captar los simples cuerpos y la facilidad con la cual espacio y viento son acompañados por las concurridas voces de los ciudadanos manifestando las molestias de sus empobrecidos trabajos y las injusticias de sus minuciosos esfuerzos puestos en práctica, un eco atravesó sus oídos dejando en silencio tan distintas ideas, para observar a la vera del camino tal silueta del hombre, aquel que caminaba por la famosa acera de la calle viendo al cielo y simulando una búsqueda por donde acomodarse.
Sus manos frías tocaban su abundante cabello castaño, mientras se encontraba sentada en una hermosa banqueta de madera, estaba en aquel entonces sobria y serena, al mismo tiempo también consumida por el sentimiento lejano al resultado de un consuelo, ¿Podría llamarlo atracción o gusto ajeno? No lo sé, nunca ha sido muy emocional y las barreras suelen ser su fuerte, pero cuando la corriente de aire para inmediatamente y estabiliza su rebelde cabellera, extrañada voltea su rostro en el chico que se sienta al lado, es la de aquel distinto hombre, su esencia, su forma y la sutileza de sus movimientos al igual que calculados daban a entender y confirmar tal distinción.
—Lo siento —Dijo Ella, pero por dentro, se encontraba agredida de una presencia desconocida, digna de complejidad que irradiaba desconfianza. Tomó sus cosas y se dirigió a la próxima calle.
Antes de siquiera alejarse, el hombre pronunció—Descuide, Lamento ser inoportuno, no es un buen día, necesito estar aquí, pero no lo sé, tal vez pueda sorprenderse al oculto movimiento de alguien fugaz y al mismo tiempo el sentimiento que brinda un aura neutral. Aquellas al ser combinadas podrían ocasionar un poder sin igual.
Los ojos alternativos de Clío al juicio del joven pararon de observar la lejanía del presunto lugar para contestar —Su sutileza está resguardada como un disfraz de oveja; el hecho de figurar a otro como un aura neutral no lo hace conocer más de lo que sabe otro ser mortal, pero dicha mención me ha ayudado a conocer propiamente su similitud con los demás.
El hombre sorprendido de tal variable contestación, se dirigió con un tono neutral a esta —su dictamen me permite entender su rencor y darme a conocer la falsedad por su dulce pretensión, un gusto me llamo Nour.
—¿Nour? —Clío exclamó, puesto que su nombre le resultaba difícil por no decir imposible que haya escuchado en su ciudad e incluso su país.
En ese momento una sonrisa sueve y ligera es proyectada en el rostro de Nour que posteriormente es disipada por un murmullo.
—Cada alma crea un mundo, tanto capaz como mediocre, Pero es un mundo, al fin y al cabo. ¿Si Me preguntas el hablar con un extraño a las orillas de esta calle cubierta por delicadas gardenias le darías el calificativo de destino o coincidencia?
—¿Destino o coincidencia? acaso intenta burlarse de mí? no cree que su intento de cortejo es muy llamativo para alguien que desvirtúa más allá de una ocasional contestación. —Molesta replicó.
—Creo que se está haciendo tarde para corroborar tal duda, pero puedo acercarme a su usted y confirmarle que meramente somos seres pasionales, estamos desmedidos más allá de la fantasía misma y nos protegemos en algo tan dispendioso como el creer que hay algo pronosticado, lo sé porque todos hemos caído en dicho juego alguna vez.
—¿Te llamas Clío cierto? —Nour preguntó.
Sin responder a la certeza de la pregunta, Clío abandona la calle al pasar por un ligero atardecer, un estado desmedido de preocupación invadió sus adentros, sus manos temblaban y tenía presentimientos extraños a medida que llegaba a su casa.
Al abrir la puerta, la cierra inmediatamente y se sumerge en la oscuridad de su estancia.
—¡¿Qué pasa conmigo?! Siento como si fuera una mariposa a la cual le caen gotas de lluvia, ¡¿Quién era ese sujeto?! Aunque admita que me intimida su cercanía ¡Sus actos de superioridad como ególatras eran realmente molestos y se dirige a mi como si fuera yo la pretensiosa!—continuó molesta, —¡¿Acaso alguien en estos tiempos se dirige a un extraño como si le conociera de toda una vida?! ¡¿Cómo supo mi nombre?! Bueno al menos me alegra haberme marchado de ahí antes de que intentará robarme u ofrecerme objetos inútiles. Ay ya debería estar acostumbrada a la civilización, después de todo, no puedo permanecer en mi casa todo el Tiempo.
La carrera de periodismo debería ayudarme con estos problemas, iré a la universidad, esto de intentar permanecer en una calle concurrida y observar a los demás se esta convirtiendo en una perdida de tiempo.
AGRADEZCO SU ENORME APOYO
—Soy una estudiante de periodismo no un blanco fácil para que se desquiten los consternados. —Precedió después de una horas al encuentro.
En la mañana siguiente la espera a una nueva clase denominada <
—El proyecto consiste en crear una propuesta que resuelva los problemas humanos de manera práctica y empática en relación con los más afectados de las crisis que nos azotan a diario, dichas de estás desconsoladoras situaciones entrarían: el desempleo, desigualdad de género, el maltrato animal, discriminación racial, abandono al adulto mayor, el aborto, las adicciones y las estafas, disponemos de todo este semestre para desarrollar el fruto de sus ideas y exponer las experiencias que les fueron brindadas a su descubrimiento.
Una vez mencionado esto la Señorita Agnes da los temas a los 23 estudiantes en la sala, a Clío le corresponde el abandono al adulto mayor y a una de sus más queridas compañeras le disponen el maltrato animal, su amiga Oba se dirige protectora.
—Descuida aunque tenemos temas distintos, esto no nos va impedir ayudarnos mutuamente. —Mencionó sonriente
—Lo sé, pero ahora tu irás a los refugios de animales y yo me dispongo a una ruta por los ancianatos. —Contestó un tanto decepcionada Clío.
—Es una buena idea Clío, así podremos saber directamente las afectaciones que persiguen a dichas instituciones... —Oba suspira —espero que pueda ser de gran utilidad y me ofrezcan un cupo para ir prestar ayuda.
—Bien, en ese caso no tenemos elección, me iré antes que anochezca, escuche que el ancianato Raíces es uno de los mejores en toda la ciudad. —Dijo mientras observa con malicia a Oba —Conseguiré una grandiosa entrevista! ya sabes que donde pongo la vista, lanzo la bala.
—Oye chica cuando aprenderás a mencionar los dichos bien. —Oba ríe ahogadamente, al visualizar la rapidez con la cual Clío abandona la universidad.
Una vez cerca a la gran entrada del lujoso y magnifico ancianato, Clío planea ingresar a las habitaciones que en base a las estadísticas comprenden a las personas que han sido abandonas por sus parientes, corroborando con esto una teoría implacable a su investigación, pero cuando solo le falta muy poco para ingresar una enfermera con unas uñas largas y rojas le impide el paso.
—¿Nombre de la persona a quién viene a realizar la visita?
—Oh disculpe, pertenezco a la universidad Skarts y... —la enfermera con gesto amargo y molesto la interrumpió.
—En ese caso no tiene permitido el ingreso señorita, además viniendo de una universidad que come a las empresas como tiburones para su prestigio, debería estar clara mi respuesta.
—Pero... —La enfermera le negó su contrarespuesta ignorando su próximo comentario para lanzar un suspiro de disgusto.
Apuntó de irse por tal odio hacia su amada universidad, un desconocido envuelve sus hombros con su brazo derecho mencionando.
—Ella viene conmigo enfermera Laura, no hay de que preocuparse.
—Oh si claro, lo olvidaba mi compañero también viene a visitar a su... —Observa al desconocido en busca de ayuda.
—A mi abuelo.
—Exactamente. —La joven sonríe ambigua.
—Disculpe mi imprudencia joven Thomas, no tenia idea, por favor pasen. —Dijo un poco apenada la enfermera.
Clío observa con rareza al joven, cuyos ojos color cielo y cabello castaño claro le sonríe curioso, ella burlándose con un sutil tono burgués le pregunta.
—Dígame, ¿por qué el gran joven Thomas ha decidido ayudar a una extraña para ingresar a tan prestigioso ancianato?
Thomas sonríe caluroso y contesta —Debo decirle que su desesperado apuro por tratar de ingresar al ancianato capto mi atención.
—Sí es ese el caso, Creo que necesitaré de tu valiosa ayuda para lograr entrevistar a tu querido abuelo.
—Sea más franca —Mencionó disgustado —¿Se trata de un proyecto universitario? ¿O sólo eres otro ave de rapiña en busca de chismes?
—¡NO, EN LO ADSOLUTO! Sí lo desea puede ver mi carnet estudiantil, no es necesario advertirme... además siendo sincera no conozco a tu abuelo.
Thomas cambia rápidamente de humor para tomar el brazo de Clío con gesto amistoso.
—En ese caso vamos juntos, es la habitación 312, ten cuidado con su genio, puede ser muy dulce o lanzarte una almohada.
Ambos ríen cómplices, mientras Clío menciona. —Lo tendré en cuenta, sin tomarlo demasiado personal.
Un poco tímidos, aunque ambiguos caminan juntos, mientras en los parlantes una voz preocupa a todos las personas dentro del ancianato Raíces.
—INFORMAMOS A TODOS QUE EL ANCIANATO RAÍCES SE ENCUENTRA EN LLAMAS PROVENIENTES DE LA HABITACIÓN 312, POR FAVOR SALGAN DE INMEDIATO Y EN ORDEN ANTES DE QUE EL FUEGO SE PROPAGUE.
—¡¡¡¿QUÉ?!!!
Thomas corre presuroso a la habitación de su abuelo, siente el miedo que corre en todo su cuerpo, aún si los trabajadores le impiden el paso, su fuerza y rabia arrasan con el personal, Clío siente tristeza a tal declarante tragedia, No quiere que se haga daño, es sólo un chico torpe que envolvió una horrible noticia en su pecho.
—¡THOMAS ESPERA! —Grita Clío, la cual corre por la entrada exclusiva de los trabajadores, al parecer los planos le son bastante útiles cuando investiga por los beneficios de encanto a las entrevistas.
A medida que se acerca, y para su agraciada fortuna, no se encuentra con señales de humo provenientes de alguna estancia, justo en ese momento una mano brusca la empuja a una habitación oscura.
Su cuerpo tiembla, su piel se siente oprimida a su fuerza y el manejo de sus respiraciones son sentidas atrás de la altura de sus hombros.
—¿Quién eres? ¡Suéltame!
El desconocido contesta. —Silencio… Soy Thomas, yo sé que es difícil creerme pero algo muy extraño sucede a menudo en este asilo.
Suelta a Clío, para acompañar su anuncio al suspenso de sus labios por una respuesta.
Clío pregunta, —¿De qué hablas? ¡¿Cómo te atreves a tomarme de tal forma?!
—Clío lo que le ha sucedido a mi abuelo no es novedad, nadie puede explicarlo pero todos creen que es algo más allá de nuestro entendimiento.
—¿Te refieres a un suceso sobrenatural…?
—Así es, creo en base a mis estudios por los dudosos homicidios, que la falta de huellas, las habitaciones sin signos de pelea, los rostros de las víctimas, los cuellos endurecidos y rígidos, son similares a las leyenda donde las bestias succionaban la vida de las almas viejas, los cuales proceden a una clase inferior de demonios emplumados.
Es una de las variables más sostenibles, tal vez pienses que estoy loco, Perturbado y que la solución más factible a las muertes son más congruentes con la existencia de un asesino en serie, pero debes darme una oportunidad para que te explique el caso completo, ¡¿Además tu estás comprometida en tu proyecto social no es así?! Ayúdame y te aseguro que ganaremos ambas partes.
—¡Tu teoría se basa en una leyenda! ¡Juegas conmigo! —Clío dirige su mano al pecho mientras prosigue con ira —Conozco el dolor desde pequeña por los seres humanos, ¡Ellos son los entes más crueles y desmesurados al momento de embriagarse por la codicia! Sólo existe un mal tan tormentoso y ese es el hombre alimentado de la maldad.
—Clío el mayor perjuicio que comete el ser humano es cerrarse, si te hicieron daño los humanos, no son los únicos que lo hacen. ¡Todos los seres que conviven en el mundo crean diferencias por medio de la pirámide!
—¡¿La pirámide?!
—Así es, la teoría más sostenible para las manifestaciones astrales que consumen la energía humana, se devoran sus almas, rasguñan sus heridas y producen vitalidad a sus eternas vidas, el comparar nuestra estadía con su presencia en la tierra es engañosa, pues ellos necesitan volver a su lugar de origen y restablecer su cuerpo para volver atacar… yo… yo he visto a un demonio emplumado atacando a un viejo amigo de mi abuelo… yo tenía en ese entonces siete años cuando murió en el sillón de espera en compañía de mi padre.
—¿Tú los ves? —contesta algo incrédula.
—No con la misma intensidad de mi infancia, algunos son imperceptibles e invisibles, pero reconozco las esencias en los entes sobrenaturales, entre más poderosa y brillante… más temible es su aura, algunas con tonalidades rojas, negras, grises.
—Soy ignorante del mundo al que te ves inmerso, tus conclusiones son confusas y a la vez, debo reconocer que estoy interesada sobre el manejo de tus conclusiones y si las sospechas que sostienes con tales certezas, podrían ser consideradas apropiadas.
Clío ya conocía la realidad en el hablar por la teoría de la pirámide, pero sólo como un mito… ¿podría ser cierto?
En eso, un enfermero atormentado por los gritos exteriores del asilo, exclama desesperado:
—A todos los visitantes, como clientes del asilo Raíz, se les invita a que despejen las instalaciones, el incendio que inició en la planta sexta, ¡Se ha propagado hasta el tercer piso! ¡Salgan inmediatamente!
Clío menciona exaltada —¡¡¡Thomas debemos salir!!! Escucharé tu teoría, ¡Pero ahora procuremos estar a salvo o moriremos incinerados!
—¡¡No!! Mantén el silencio, es una trampa… las alarmas no están encendidas y los regadores se encuentran intactos. Alguien pretende encontrar una esencia y esta vez mucho más joven que los ancianos a los cuales están acostumbrados.
La voz retumba con exclamos de peligro.
—SALGAN TODOS, ¡LAS INSTALACIONES ESTÁN EN LLAMAS! NO ES RECOMENDABLE PERMANECER EN LAS PLANTAS, PUEDEN SUFRIR EN LA ESPERA, ¡POR LA QUE SE OCULTAN CON TANTA AVIDEZ!
Un ruido estridente, acompaña la voz violenta que somete de forma voraz las acciones de Clío y Thomas, ahora no proceden dudas. El sonido emitido por la voz engañosa no sobreviene al cuerpo humano.
—¿Thomas, esa voz es de un demonio emplumado?
—Los demonios de rango 3 no poseen voz en el mundo humano, las ondas sonoras de sus cuerpos se vuelven inaudibles al oído nuestro, estamos en presencia de un ente con un rango mayor a 7,5… sólo ellos producen tal onda.
—Demonio 7,5: SAL, ¡SAL INMEDIATAMENTE JOVENCITA HUMANA O NO DARÉ CRÉDITO DE TU CARNE O HUESOS!
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