Maycol, mi padre me cuido desde el primer momento que me tuvo entre sus brazos e incluso me puso mi nombre ya que mi madre no estaba; era un gran hombre, bueno y bondadoso, de carácter fuerte pero con una sonrisa sin igual.
Me educó según sus principios, aunque no estuvo solo, fue ayudado por varias personas como mi tío y mi tía, aunque principalmente fue apoyado por los sirvientes de su casa.
El ser educada por un hombre no me hizo precisamente una persona muy femenina pero me dio la libertad y las herramientas necesarias para caminar por la vida, para encontrar a grandes amigos y también para convertirme en una mujer de caracter
Durante mi infancia mi padre estuvo escasos momentos conmigo ya que era padre soltero y pasaba mucho tiempo en sus trabajos (era corredor de autos profesional y uno de los mejores arquitectos del país además era propietario de varias empresas automotrices y constructoras tanto nacional como internacionalmente), aunque no teníamos mucho tiempo juntos eramos muy unidos, solo nos teníamos el uno al otro y para alargar esos momentos comenzó a llevarme a sus conferencias y reuniones, donde aprendí diferentes estrategias de ventas entre otras cosas, también me llevaba a los circuitos de carreras, allí me enseñaba sobre mecánica y ademas lo ayudaba a arreglar su auto. Poco a poco comencé a amar todo lo que mi padre hacía y soñaba con ser igual a él.
Cuando cumpli cinco años me llevo a ver una de sus carreras, era como un niño que solo iba a divertirse, pues sus verdaderas profesiones eran empresario y arquitecto. Si ganaba una carrera me hacia subír al podio con el y me dedicaba todos sus triunfos ademas donaba el dinero que ganaba a obras de caridad o para los desafortunados.
Con el paso del tiempo nos volvimos inseparables, me enseño muchas cosas como las cinco reglas de oro que eran como se debia vivir, al cumplír catorce años mi padre me llevo el desayuno a la cama y luego tomó su Buick Lineup color blanco descapotable que guardaba en su garaje personal al cual no dejaba entrar a nadie excepto a Beatriz, mi nana, que solo entraba para asear y nunca me decía que había ahí
Ese dia se subio al auto y me pidio que hiciera lo mismo, al hacerlo lo mire como preguntando si algun dia me iba a mostrar que habia dentro y el solo me sonrio para despues decirme
- Algún día te enseñaré lo que hay dentro- me respondio
- ¿a dónde vamos?- pregunté curiosa y cambiando de tema
- Es una sorpresa- dijo con la sonrisa dibujada en el rostro- ponte el cinturón, por favor- hablo nuevamente y arranco el auto
comenzamos con nuestro viaje y estaba muy emocionada por saber que sorpresa era mientras el conducia miraba el paisaje que pasabamos y me di cuenta que nos ibamos de la ciudad, veinte minutos despues llegamos
- Esto es ...- dije confundida mirando a mi alrededor- ... es un campo ¿que... hacemos aquí?
- Veo que Beatriz te ha enseñado muy bien a hablar sin insultos- dijo el ya que desde pequeña decia muchas groserias entonces le encomendo a mi nana la tarea de enseñarme a comportarme como alguien elegante y educado- Pero como es tu cumpleaños dejemos los modales de lado, hoy te voy a enseñar a conducir
- ¿de verdad?- dije sorprendida al oirlo ya que el me lo habia prometido
- Si- dijo riendo al ver mi expresión
Comenzó a enseñarme poco a poco, con toda su paciencia me explicaba cada paso, luego de un mes ya había aprendido a conducir correctamente pero después de enseñarme lo básico me enseñó a conducir a mayor velocidad él ya había dejado de ayudarme y conducia a mi lado con otro de sus autos, era muy estimulante el verlo a mi lado, la adrenalina se apoderaba de mí, me divertía muchísimo compartiendo tiempo con mi padre, eran momentos de alegria que iba a atesorar por siempre. Ese año paso con prisa y en vísperas de Navidad me regaló un subaru impresa pero no era para conducirlo sino para arreglarlo, aquella noche cuando lo vi por primera vez, él me dijo:
- lo repararas y cuando funcione lo conducirás - me miro a los ojos - sé que puedes lograrlo
- gracias papa - sonreí
Al día siguiente me levante, desyune y cuando acabe fui directamente al garaje, examine el auto y el pobre necesitaba de mucho trabajo y amor; empecé a revisarlo para ver qué le pasaba o que le faltaba, cuando termine hice unas cuantas llamadas a diferentes tiendas de refacciones para conseguir las partes necesarias, pero al ver que no podía conseguirlas rápidamente, decidí contactar con una persona que sabía que me las podría conseguir. Marque su número y espere
Llamada
- hola- atendió una voz femenina
- Hola- dije amablemente y con una sonrisa- ¿todavía te encuentras en la ciudad? Necesito tu ayuda
- Si, mis asuntos se alargaron un poco ¿que necesitas?- dijo la voz del otro lado de la línea
- preciso partes de un auto, un modelo un poco viejo ¿podes conseguirlas?
- ¿de qué modelo estamos hablando?- preguntó interesada, ella amaba los retos
- Un subaru impreza, debo reconstruir el motor y el sistema de frenos hidráulicos, lo demás está bien
-¿el motor completo?
- Sí, también necesito un tanque de nitro y una nueva batería
- Va a ser un poco difícil de conseguirlo pero...- escuche que platico con alguien y luego volvio a hablarme- Muy bien en tres días lo tendré todo, Vladimir te lo llevará- Vladimir era un gran amigo mio de la infancia pero por culpa de una pelea con sus padres estos lo echaron y le consegui un trabajo con ella, sus asuntos no eran muy legales pero ella lo acepto con rapidez
- Está bien, gracias- colgué
fin de la llamada
Los tres días pasaron con rapidez, en la mañana del tercer día mientras desayunaba el timbre sonó y mi nana fue a abrir
- ¡Mina!- grito - ¡es una entrega para ti!
Me levanté de la silla tan rápido como pude, corrí hasta la puerta y frente a mi estaba Vladimir con unas tres o cuatro cajas a sus espaldas
- Hola, buen día Vlad- le sonreí - ¿como te ha ido en el trabajo?
- buen día Mina, traje lo que pediste- mire las cajas que tenía detrás suyo
- Muchas gracias- dije sonriente - ahora traigo el dinero, ¿podrías llevar las cajas al garage por favor?
- Sí- dijo dándose la vuelta
Entre a buscar el dinero y fui al garage, ahí estaba Vlad colocando las cajas en un espacio vacío que había. Me acerque le entregué el dinero, me dio las gracias y salió, un tanto apresurado; una vez sola me puse mi ropa de mecánico, saque las refacciones, desmonte el auto y comencé a trabajar.
Poco a poco lo reconstrui, estaba tan emocionada por tener mi propio auto que lo termine en tan solo tres días; por la tarde del 31 de diciembre se lo mostré a mi padre, él lo probó y me felicito
- bien hecho princesa, ahora ve a ducharte y vestirte para la cena de año
Entre en la casa, subí a mi habitación me duche, me puse un vestido blanco junto con inos zapatos beige y al hacerse la hora baje al comedor.
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Durante la cena estábamos todos en el gran comedor celebrando el año nuevo. Mi padre, mi nana y mis tíos tomaban vino y charlaban de diferentes temas mientras que mis primos y yo hablábamos de nosotros y que haríamos una vez que regresaramos a la escuela. Al hacerse medianoche todos nos levantamos de las sillas, brindamos y luego salimos al patio a ver los fuegos artificiales que comenzaron cuando el reloj sono la media noche, después de que terminaron mi padre se acercó a mí
- Feliz año nuevo princesa- dijo abrazandome para despues separarse
- Gracias, feliz año nuevo, papa - me dio un beso en la frente junto con una dirección y un número de teléfono, no entendí por que me lo daba pero quise saber de quién se trataba así que llame
Llamada
- Hola Maycol - dijo una voz masculina muy amigable del otro lado de la línea - ¿por que llamas siempre a esta hora? Estoy muy ocupado- dijo en tono burlón - además es año nuevo
- Hola - saludé tímidamente- ¿quien habla?
- Tú no eres Maycol - dijo confundido
- No, soy su hija. Él me dio este número pero no me dijo nada más ¿quien eres?
- Así que eres la pequeña Mina - dijo alegre y un tanto nostálgico - Maycol te dio mi número y seguramente también te dio una dirección ¿no?
- Si, así es
- Ven a esa dirección ¿puedes ahora?- parecía una persona agradable por su manera de hablar y mi padre jamás me daría el número de alguien que no sea de su absoluta confianza - es a las afueras de los suburbios
- Está bien, en unos veinte minutos estoy ahí
- Muy bien, te espero - colgué la llamada
fin de la llamada
Estaba muy nerviosa, me iba a encontrar con alguien que desconocía y no sabía cómo iba a llegar; en ese momento pensé
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Después de haber pensado eso subí a mi recamara busque en el armario y me puse a ver lo que tenía. Saque un lindo vestido color azul marino con escote en V muy sexy que llegaba a la mitad de mi muslo, me miré en el espejo y me solté el cabello dejándolo caer hasta llegar a mi cintura, el vestido me quedaba perfectamente ya que mi cuerpo no parecía el de una chica de 14 años, debido a mi busto desarrollado, tome mi maquillaje y comencé, me puse un Lapiz labial color rojo pasión y me pinte los ojos con una sombra. Volví a mirarme y era otra persona, me puse unos zapatos negros de tacón, agarre un par de Vans y salí dejando una nota para que no se preocuparan.
Subí al auto lo encendí y conduje rápidamente al lugar del encuentro, cuando llegue me sorprendí al ver a tantas personas, me estacione y un hombre se acercó a mí, y me hizo una seña para que bajara
- ¿Eres Mina?- preguntó amablemente cuando baje
- Sí - respondí al reconocer esa voz. Lo miré y era un joven de unos 27 años de cabellos castaños oscuros y ojos negros además de su tez oscura
- Ven, alejémonos de la gente para hablar más tranquilos- dijo con una sonrisa
- Está bien- respondí y me llevó hasta un pequeño café que apesar de ser año nuevo se encontraba abierto; cuando llegamos nos sentamos en una mesa al lado de la ventana
- Así que eres la pequeña Mina - sonrió - creciste mucho desde la última vez que te vi
- ¿Me conoces?- pregunté confundida
- Si, desde que eras una bebé
- ¿Ah, sí?
- Si, pero eso no viene al caso, tu padre me ha contado que quieres ser corredora - me sorprendí al oír esas palabras salir de su boca
- ¿Qué? - fruncí el ceño en señal de confusión
- Si, Maycol dijo que querías ser corredora ¿es cierto?
- Así es- sonreí
- ¿Sabes cómo empezó él? - preguntó con una sonrisa nostálgica
- No
- Bueno, él empezó aquí...- señalo hacia fuera- en las calles, como lo hacen estas personas; yo organizo cada una de las carreras y antes mi padre lo hacía, él vio a Maycol ascender
- Así que mi papá comenzó aquí- dije pensativa y mirando hacia afuera
- Si, pero es una pena... - se detuvo- ... Ya nadie corre, solo se juntan aquí a presumir sus autos y sus mujeres
- ¿Ellas no corren? - cuestione
- No, nunca vi a una mujer en el asiento del conductor
- Yo, voy a correr - dije decidida- pero solo si lo mantenemos en secreto
- ¡¿Que?! ¿Quieres correr? - exclamó sorprendido
- Si
- Esta bien, pero ¿porque quieres mantenerlo en secreto?
- Primero porque soy menor de edad y no tengo permiso de conducir, segundo porque creo que a ellos no les va a caer muy bien que les gane una mujer- dije señalando a un par de hombres muy fuertes y con cara de pocos amigos- y tercero por que te haré ganar mucho dinero ¿quieres o no?- él lo pensó por un rato
- Querida, tienes un trato - dijo dándome la mano - puedes llamarme Jack- sonrió
Luego de aquella conversación salimos del café me subí a mi auto y él organizó una carrera. Provocó a todos los corredores que estaban allí y cinco de ellos cayeron en su trampa, furiosos se subieron a sus autos y condujeron hasta la línea de salida
- ¡Muy bien en esta carrera se apostará 1000 dólares por cada uno de los corredores! ¡El que quiera hacer apuestas que lo haga ahora! - se acercó a todos nosotros y cada uno le dio el dinero- ¡la carrera consistirá en recorrer toda la quinta avenida y regresar, tendrán que pasar entre medio de todos los autos que haya y pasar por los semáforos! ¡El primero que llegue gana!. muy bien ¡están listos!, ¡enciendan sus motores! 1, 2, ¡arranquen! - exclamó
Todos los autos arrancaron rápidamente uno a uno los pase antes de llegar al centro de la ciudad y después comencé a aumentar mi ventaja rebasaba todos los autos, pasaba los semáforos, se oían las bocinas de los que quedaban atrás, la adrenalina se apoderaba de mí y eso me gustaba. Cuando llegué al puente todos se sorprendieron al ver solo mi auto Jack se acercó a mi y baje la ventanilla un poco
- Enserio les ganaste- dijo muy sorprendido
- Te lo dije, quédate con el dinero de mis carreras, de ahora en más solo vendré a correr y luego me iré ¿esta bien?
- Sí - asintió y se alejó dejándome marchar
- Adiós- subí la ventanilla y me fui
Después de cuatro meses de correr en las calles todos los fines de semana y ganar me apodaron Luz porque comenzaba una carrera y después me iba tan rápido que nadie me veía además me había hecho muy famosa gracias a la apuesta que comencé a hacer después de algunas carreras, esta consistía en que si algún corredor me ganaba yo le daría una gran recompensa y saldría de mi auto pero a medida que los meses pasaban me daba cuenta que ninguno me iba a ganar e incluso los que venían de otras ciudades se iban derrotados.
Durante ese año de colegio me reencontré con mis mejores amigos ellos eran Mila, Mike, Alex, Nahu, Jes y Mar no los había visto en cuatro años desde que sus padres los habían mandado a los diferentes colegios privados y pupilos de la ciudad y no tenían tiempo para buscarme, al reencontrarnos nos contamos todo lo que habíamos hecho en esos años; ellos pasaban más tiempo en mi casa conmigo que con sus propios padres incluso mi padre los trataba como si realmente fueran sus hijos y eso significa que él aceptaba mis amistades y ellos lo respetaban. El tiempo pasó realmente rápido y cuando menos me lo espere ya había pasado un año.
En la mañana de mi quinceavo cumpleaños mi padre me llevo el desayuno a la cama como hacía todos los años, después me vendo los ojos y me guío por la casa, una vez que llegamos me quito la venda y gritó
- ¡¡Sorpresa, feliz cumpleaños princesa!! - lo miré sorprendida y él me miraba con una sonrisa
- Papá - dije todavía sin creerlo y con las manos en la boca por la sorpresa- es hermoso, pero no hacía falta
- Para mi hija, todo lo que tengo es poco, te mereces mucho más - mire mi regalo y seguía sin creerlo
Él me había comprado un auto, era un Audi R8 de color azul y negro, además también me había comprado una moto Kawasaki color negro increible. Nunca me había imaginado que que me regalaría eso, el me había enseñado a atesorar todos los momentos vividos con las personas que amaba y no lo material; él decía que "es mejor ser pobre y amado que rico y sin amor"; él siempre me regalaba cosas pequeñas y aunque eran de valor yo lo apreciaba por lo sentimental
- Ahora podrás correr - sonrió y me guiño el ojo
- Pero no tengo licencia- él me miró y me mostró un papel
- Con esto podrás hacer el examen, aunque con o sin licencia igual corres ¿no es cierto? - yo solo sonreí y mis mejillas se tornaron rojas- Si papá, gracias por dejarme presentar el examen- dije mientras lo abrazaba con fuerza
Un mes después había recibido mi carnet de conducir, luego de obtenerlo espere que llegara el fin de semana ansiosa y cuando al fin llegó ese mismo sábado por la noche me vestí, maquillé y subí a mi Audi R8 debía lucirlo, fui al mismo punto donde todas las noches nos reuníamos y cuando llegue una carrera iba a dar comienzo me acerque a la línea de partida junto con los otro cuatro autos ya que había un lugar libre, Jack tocó mi ventanilla la baje un poco y le di los mil dólares de siempre y una nota para que lo anunciará
- Muy bien señores, uno de los corredores me entregó esta nota y dice: buenas noches corredores soy la personas que hace dos años les viene ganando todas las noches solo quería decirles que he cambiado de auto y de ahora en más conduciré este Audi R8- después de que terminó hubo unos murmullos que se callaron cuando Jack explico el circuito por el cual debíamos correr, luego apareció una chica vestida muy atrevidamente que comenzó la carrera
Al pisar el acelerador la adrenalina invadió todo mi cuerpo desde los pies que sentían el pedal hasta mi último cabello y eso aumentaba con cada semáforo en rojo que pasaba a toda velocidad, la policía nos perseguía pero no podían hacer nada ante la potencia y la velocidad de nuestros autos, uno a uno los pasaba hasta que al final llegue en primer lugar, me había sentido como la primera vez que corría en la calle y cuando llegaron los demás corredores me fui.
Despues de presumir mi nuevo auto regrese a casa y me di cuenta que faltaban solo tres dias, estaba emocionada ya que iba a comenzar la temporada de carreras donde mi padre hacia cuatro años venía ganando; ese día me desperté con una sonrisa, me puse una blusa blanca con mangas Oxford que me llegaba al ombligo, un jeans negro roto y unas Vans negras, además me maquille como todas las mañanas un poco de sombra, me deliñe los ojos y me coloque un poco de lápiz labial morado que usaba solo cuando mi padre corria, baje a la cocina donde Beatriz me esperaba con el desayuno preparado
- Buen día nana - dije alegremente
- Buen día querida
- ¿mi padre ya se fue?
- Si, tomó su taza de café junto con una tostada- ella siempre me mantenía al tanto ya que Maycol se saltaba una que otra comida
- Esta bien, entonces desayunaré y me iré a apoyarlo como siempre - dije mientras tomaba un sorbo de café
- Muy bien Querida, yo lo estaré mirando desde aquí
Al terminar el desayuno me despedí de Beatriz con un beso en la mejilla, fui al garaje, me subí a mi saburu y salí. Minutos después llegue al estacionamiento del autódromo, entre al edificio me dirigí directamente donde estaba el equipo de papá y allí lo encontré, estaba hablando con Mark el jefe del equipo, al acabar se dio la vuelta dándose cuenta de mi presencia, se acerco me abrazo y me dio un beso en la frente
- Hoy ganaré por ti cielo- dijo con una sonrisa - te amo hija
- ¡Corredores a la línea de salida!- escuché que decía el anunciador, él se dirigío al Mclaren Senna rojo y negro repleto de estampillas de sus patrocinadores con el cual todos soñaban y al verlo subir un mal presentimiento se apoderó de mi.
Me quedé junto al equipo mirando la carrera que estaba a punto de dar inicio, los corredores se colocaban en sus posiciones y la bandera verde empezaba a hondear dando comienzo a la carrera. La primera parte fue tranquila los corredores ganaban posiciones, mientras mi padre se mantenía en el segundo lugar peleando por el primero, a medida que la carrera avanzaba mi inseguridad crecía; al entrar en las últimas cuatro vueltas mi presentimiento crecio aún más. Mi padre seguía luchando por pasar al primer lugar y en un instante un tercer auto apareció chocando con mucha fuerza a mi padre, el auto comenzó a dar vueltas en el aire por la fuerza del golpe, al dejar de dar vueltas este comenzó a incendiarse rápidamente mandaron a los bomberos y paramedicos pero antes de que llegarán el auto estallo con mi padre adentro, con aquella imagen en mi mente mis ojos se cristalizaron, me puse la mano en el pecho mientras sentía como me faltan el aire, Mark me sostuvo al ver que mis piernas se vencian, me hizo sentarme y me calmo. Al tranquilizarme entre en un estado de shock, no entendía nada mi mente estaba completamente en blanco, veía como la gente pasaba corriendo a mi lado, no percibía los sonidos, sin expresión en mi rostro me levanté de la silla y me dirigí al estacionamiento, mientras caminaba como un zombie las personas me chocaban pero no decía nada, al llegar divisé mi auto y regrese a mi casa
...
Cuando baje del auto vi a mi nana en la puerta estaba esperandome con una mirada llena de preocupación. Camine a la puerta pasando a su lado ignorandola, subí a mi cuarto sin decir una palabra, al llegar cerré la puerta detrás de mí y le puse seguro. Mire aquella puerta blanca que tenía en frente por unos segundos para luego lanzar un grito desgarrador tan fuerte que pudo oírse en toda la casa, las lágrimas brotaron de mis ojos inmediatamente mientras mis gritos llenos de dolor y desconsuelo dejaban mi boca una y otra vez.
- ¡NOOOO! ¡¿porque?! ¡porque mi papá!- gritaba mientras golpeaba una pared cercana con todas mis fuerzas dejando marcas color carmesí en el fondo blanco. Al sentir el entumecimiento en mis manos caí de rodillas al suelo gritando ahogadamente - ¡no, el no pudo haber muerto! - me levanté, fui a mi mesita de noche y grite mientras arrojaba un jarrón de porcelana que había allí - ¡El no está muerto! - decía mientras arrojaba todos los objetos que tenía a mi alcance por los aires. Mis lágrimas rodaban por mi rostro y la sangre que salia por mis nudillos era esparcida en pequeñas gotas por toda la habitación al arrojar los objetos, cuando me cansé estaba en el centro de la habitación de rodillas en la madera
- Hija - exclamó preocupada mi nana al oír los ruidos
- ¡No entres! Estoy bien, tan solo quiero estar sola- exclame y me levanté para sostener la puerta
- Mina, déjame pasar, no debes estar sola; tus amigos han venido a ver cómo estas, abre la puerta por favor - suplico
- ¡quiero estás sola Beatriz! Solo déjame y dile a mis amigos que no se preocupen- en las últimas palabras mi voz se quebró
- Está bien pero no cometas ninguna locura, voy a estar aquí si me necesitas- dijo y se fue
Después de que se fue caí de rodillas nuevamente, mis lágrimas y sollozos se habían convertido en un lamento sin fin que se oía en toda la casa y parecía no acabar.
Esa primera noche fue realmente dolorosa, las horas pasaban con gran lentitud, el recuerdo del accidente me atormentaba a cada segundo, lo revivía una y otra y otra vez, esa memoria era lo único que me decia que lo ocurrido no era una pesadilla, sino, la dura realidad. El entumecimiento de mis manos llenas de sangre con pedazos de vidrio y porcelana incrustados, junto con los nudillos ya sin piel que palpitaban como un segundo corazon tambien me lo recordaban, no podía creer que él se hubiera ido.
Los rayos del sol que traspasaban las cortinas de seda que cubrían el gran ventanal me anunciaba el nuevo día revelandome tambien que no había dormido en toda la noche, le di la espalda al sol naciente me acomode e intente dormir. Al cabo de unos minutos abrí los ojos al oír que alguien tocaba la puerta, era mi nana que me avisaba que eran las nueve de la mañana dándome cuenta que había dormido apenas tres horas
- Querida- dijo desde afuera de la habitación- es hora de irnos
- Ahora me cambio y vamos- dije expresando mi tristeza
Quince minutos más tarde salí de mi cuarto con un vestido sin margas con escote en U de color negro que me llegaba a la mitad de mi muslo.
Baje las escaleras donde se hallaban mis tios, primos y mi nana Beatriz se me acercó para ayudarme a bajar, miro mis manos notando mis heridas, rápidamente me agarró del brazo, llevandome a la cocina, me sentó en una silla de la isla y trajo el botiquín me quito todos y cada uno de los vidrios que tenía incrustado por toda las manos, para luego curarmelas
- Ay mina, como pudiste hacerte tanto daño- dijo mi tia llena de preocupación al verme las manos completamente vendadas
- Hay que irnos- dije encaminandome hacia la puerta y evitando la pregunta de Lina
Una vez que mi nana termino de curar mis manos los seis salimos; mi tía Lina, mi tío Patrick y mis primos Liam y Lía subieron a su auto mientras que mi nana y yo subimos en mi saburu que estaba en mi garaje, ambos nos dirigimos al crematorio, poco tiempo después de llegar el joven cremador nos dejó ver el cuerpo antes pero no tuve el valor de mirarlo, prefería recordarlo sonriendo sin ninguna quemadura
- Adiós papá- dije mirando a un lado y una lágrima rodo por mi mejilla; el joven cremador nos miro y después miro a mi padre
- Bueno señor, comenzaremos con la cremación - le dijo al cuerpo inerte de mi padre
Metió el cuerpo en el horno crematorio para que luego de 45 minutos recibiera sus cenizas dentro de una pequeña urna, en ese momento mire la urna y decidí esparcir sus cenizas en su lugar favorito.
Mi tío Patrick y mejor amigo de mi padre accedió a mi petición y cuando salimos cada uno se subio a su auto y él comenzó a conducir al lugar que mi padre apreciaba más que nada, conducimos por unos cinco minutos y me sorprendí al descubrir que el lugar que tanto llenaba de paz a mi padre era una tumba, nos acercamos, y en ella estaba tallado "aquí descansa Guillermina Snow amaba esposa" baje la mirada y en su epitafio decía " nunca los voy a abandonar, los amo"
- Ella era ... la esposa de Maycol- hablo mi tío
- Así que ella era el gran amor de mi padre- dije con una sonrisa- que alegría es poder conocerte- le hable al pedazo de caliza en el suelo- ¿como murió?
- Falleció en un accidente automovilístico hace ya 17 años mientras se apresuraba para llegar al aeropuerto a ver a Maycol ... pero ¿como te enteraste que era el gran amor de él?
- Un día encontré una fotografía donde estaba él con una mujer ambos parecian realmente felices y enamorados, al ver la foto que está aquí lo descubrí- me acerque a la tumba y dejé una rosa que traía junto con la urna
Luego me levanté y esparci las cenizas dejando que el viento se las llevara, pero aún quedaba algo de ellas en la urna, me agache dejándola al lado de la lápida
- ¿qué haces?- preguntó Lina un poco confundida
- Él la amaba mucho y seguramente por eso me llamo Mina, ya que es el diminutivo de Guillermina. Aunque ellos se separaron hace mucho tiempo ahora no lo harán jamas, él se quedará junto a ella para siempre- dije dejando escapar algunas lágrimas
Después de aquello todos regresamos a casa, cuando llegue me volví a encerrar en mi habitación no soportaba los recuerdos que habia en cada rincón de la casa.
Al morir mi padre mi personalidad se había vuelto sombria y nefasta; me pasaba las horas acostada en la cama con los ojos rojos e hinchados, los nudillos aún me dolían y con el pasar del tiempo los pensamientos suicidas se apoderaban mas de mi, solo miraba como los rayos de luz entraban por el gran ventanal de mi habitación. Casi todo el día me encontraba recordando a mi padre y con cada recuerdo una nueva lágrima caía sobre la cama; desde el entierro lo único que hacía era llorar y pensar en el tragico suceso, se había ido y jamás iba a regresar, el siempre me incentivaba a cumplir todo lo que soñaba, pero con su partida me había quedado completamente sola. Gracias a aquella depresión ya no comía ni bebia, solo pensaba en mi padre, en que jamás me abrazaría, no me sonreiría nunca y eso me entristecía aún más.
Los primeros dos días mi nana dejaba bandejas con comida tres veces al día en la puerta con la esperanza de que probara bocado y podía oír como suspiraba decepcionada al ver las bandejas intactas, creo que después del segundo día se dejó de oír los toques en la puerta
- Hija, tus amigos quieren verte, baja por favor
- ... - solo escuché sin responder
Llevaba ya cuatro días sin alimentarme, me había resignado a morir, pero si iba a hacerlo ya no quería sufrir tanto, así que como pude agarre una navaja suiza que había en mi mesa de noche, me arrastre con las pocas fuerzas que tenia hasta el centro de la habitación, me arrodillé mire mis muñecas y antes de cortarme, una voz me detuvo
- Mina ¡¡no lo hagas!! - dijo la voz fantasmal frente a mi
Levanté la vista y vi a mi padre alli parado, mis ojos se cristalizaron rápidamente
- ¿Papá?- dije sorprendida mientras caian lagrimas
- No lo hagas- dijo él- debes ser fuerte, debes luchar y superarlo
- No puedo, ¡no puedo!, ¡no puedo! no te tengo a vos, no tengo a Kyle, no tengo a nadie- baje la mirada mientras seguia llorando
- No estás sola, tienes a tus amigos para apoyarte y yo estaré siempre viviendo en tus recuerdos- dijo y la figura de mi padre se desvaneció
- ¡¡¡PAPA!!! - grite, tirando la navaja y me deje caer al suelo pensando que lo que había pasado venía de mi mente, que eran alucinaciones provocadas por la inanición y la deshidratación, me sumi tanto en aquellos pensamientos que no escuché el toque de la puerta luego la vi tirada en el suelo
- ¡¿QUE DEMONIOS CREES QUE HACES?! ¡ACASO ESTAS LOCO!- escuché una voz femenina gritar
- ¡YA BASTA, NO PUEDE SEGUIR ASI!- exclamó un joven muy molesto-¡ESTOY HARTO!
- ¡PERO NO PUEDES DERRIBAR LA PUERTA!- volvió a decir la chica
- ¡ME CANSÉ!- se aproximó a mi- ELLA HOY SALE DE ESTA HABITACIÓN QUIERA O NO- senti como el me agarraba del brazo- ¡vamos levántate! No vas a pasar otro día más aqui, te has convertido en un despojo humano y no permitiré que te sigas haciendo daño
- Vamos Mina - dijo la chica que hacía unos segundos estaba discutiendo con él- tienes que ser fuerte
- ¿Mar?- pregunté levantando la cabeza para mirarla
Ella no contesto en cambio sentí como otros dos brazos me agarraban también; había pasado tanto tiempo acostada que las piernas no me respondían, los tres salimos de mi habitación y ellos se encargaron de guiarme por la casa, apenas podía distinguir los lugares por donde caminaba gracias a mi vista borrosa.
Bajamos las escaleras y nos dirigimos a la cocina, donde seguramente estaba mi nana, mientras nos aproximamos a la cocina el olor de lo que ella estaba preparando inundó mis fosas nasales, ese aroma era delicioso y provocó que se me hiciera agua la boca, mis amigos me sentaron en el desayunador, unos minutos después mi nana coloco frente a mis ojos un plato de sopa de verduras bien trituradas para que pudiera digerirlas sin hacerme daño; como casi no podía moverme dos de mis amigos tuvieron que sostenerme para no caer, mientras mi nana me daba de comer aquella sopa cremosa y deliciosa, era mi primera comida después de cuatro días, mis amigas volvieron a subirme a mi habitación, al llegar ellas buscaron en mi armario sacando un pantalón jeans color azul y una blusa roja, salimos de la casa después de vestirme. Me hicieron subir a un auto en el que Nahu estaba sentado en el asiento del conductor
...
A medida que conducía por los suburbios de nueva York la brisa golpeaba mi rostro con suavidad, eso me hacía sentir bien, era como si mi padre me estuviera acariciando recobrando así mis ganas de vivir. A medida que el auto avanzaba el camino se volvía más y más frondoso, reconocí aquel paisaje, mis ojos se cristalizaron, una vez que nos detuvimos Nahu y Álex me ayudaron a bajar mire a mi alrededor el lugar estaba tal y como lo recordaba repleto de árboles de diferentes especies, en el centro había un gran lago cristalino y cerca de él había un banco blanco de madera, aquel lugar me llenaba de recuerdos tanto tristes como alegres, pues en ese lugar era donde pasaba el mayor tiempo con mi padre; en aquel parque habia aprendido a caminar y festejaba todos mis cumpleaños, en ese pequeño parque yo sabía que él siempre estaría junto a mi aunque no en una forma fisica, me deje caer con las manos en mi rostro y sollozando, momentos más tarde sentí como unos brazos me rodeaban, me quite las manos de la cara levanté la mirada y vi a todos mis amigos abrazándome
- Te vamos a apoyar siempre y aún más en estos momentos tan duros- dijo mar
- Muchas gracias - dije suavemente
Mis amigos habían logrado algo casi imposible, ellos me habían devuelto las ganas de seguir adelante, dejaron de abrazarme, me levantaron y llevaron hasta el banco de madera, en esos instantes recordé que tarde o temprano tendría que regresar a mi casa, aquel lugar estaba lleno de tristeza y sabía que eso me iba a deprimir. Después de unas horas regresamos, al llegar mi nana nos esperaba en la puerta
- Buenas noches querida, buenas noches chicos, pasen por favor la cena está lista
- ¿se quedarán a comer?- pregunté asombrada
- No solo eso...- dijo Mila sonriendo- nos quedaremos
- ¡¿que?!- dije sorprendida
- Si, nos quedaremos hasta que te recuperes- dijo Álex
- Hasta que no te recuperes no nos iremos- dijo Mike
- Se quedarán a vivir conmigo- dije aún procesando todo lo que me habían dicho
- Así es- dijo Jes con una sonrisa
- Muchas gracias- dije sonriendo- pero ¿sus padres no les dirán nada?- mire a los seis
- Sabes cómo son ellos- dijo nahu- no les importa lo que hagamos ¿no es cierto? Mila, Álex - miro a sus hermanos. Ellos tres son hermanos de la misma madre pero de distinto padre, aunque vivian los tres juntos
- Si, lo es- dijeron al unísono
- ¿y ustedes?- mire a Mike y Mar
- Pregunté y me dieron permiso, pero dijeron que debía seguir yendo la escuela- dijo Mar
- A mi me dijeron que lo haga, pero que los valla a visitar- rió Mike
- ¿tu Jes? Sé que ellos son muy sobreprotectores
- Bueno, les insistí mucho y después de decirles que mi amiga del alma me necesitaba, accedieron
- Muchas gracias por apoyarme
- Somos tus amigos, te queremos mucho, es obvio que te íbamos a apoyar- dijo Mike
Después de oír aquello los abrace y entramos a la casa, nos dirigimos al comedor donde la cena estaba servida, asi que nos sentamos y cenamos, luego de comer nos fuimos a el living para ver unas películas junto con unas mantas, nos acomodamos en el gran sillón color gris oscuro y blanco que estaba frente al televisor de plasma
Lo encendimos y miramos una maratón de películas en Netflix. Empezamos a las 19:00hs despues del postre y para medianoche ya todos estaban dormidos, apague el televisor y me acurruque junto a ellos. Unas horas más tarde me desperte, intenté dormir nuevamente pero no lo logre; me levanté y fui a la cocina, tomé un vaso de agua y decidí salir al patio, abrí la puerta corrediza di unos pasos y me senté en la escalinata mirando el patio y luego vi la gran luna llena que iluminaba la noche, entre medio de todo el silencio una lágrima brotó de mis ojos y no pude evitar pensar que haría ahora
- ¿Mina? ¿que haces acá fuera?- me di la vuelta y vi a Álex parado envuelto en una manta
-No podía dormir y decidí tomar un poco de aire fresco- dije mientras lo miraba
- ¿estas bien?- preguntó acercándose a mi y envolviéndome con la manta mientras se sentaba a mi lado
- Estoy bien, es solo que ... es difícil de asimilar que mi padre falleció, no sé qué haré ahora sin él
- Es duro de asimilar, pero sé que lograrás salir adelante
- pero sin el apoyo de maycol será difícil
- Pero tienes el nuestro y nosotros te ayudaremos en todo lo posible- lo abrace fuertemente
- gracias
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