Capítulo 1

Hola soy Lisa una profesional empresaria de 23 años soy presidenta en la empresa LENXO y para terminar la mejor empresa del país.

Mi relación familiar es buena, no tengo un problema más que yo misma mi estado de ánimo no es el más conveniente en ningún caso y aunque no sea por algún problema en concreto nunca dudo en ir a caminar.

Mi vida cambió en un instante en un martes en la mañana, iba de camino al trabajo para terminar documentos que entregar entre a mi auto y me dirigí a la empresa LENXO al llegar vi a Sam, él es mi mano derecha se encarga de modificar y ordenar cualquier junta o asunto con compradores.

El además de ser mi mano derecha es mi mejor amigo desde la universidad cuando salimos de la universidad ya tenía mi empresa desde antes, él se ofreció a trabajar conmigo y poco a poco gano mi confianza.

—Hola presidenta, la junta de las 3pm se pospuso para las 4pm.

—Perfecto, que no se te olvide.

—Que tiene junta familiar a las 6pm si quedó agendado y la junta no dudará más de dos horas.

—Correcto.

Llegue a mi oficina y me percaté de que estaba con el humor muy apagado y vacío, le pedí a Sam su opinión y concordamos a querer decorarlo y que se viera mejor.

Dentro de un rato tenía miles de luces. Al salir de mi oficina me topé con un empleado que me dijo por qué en el edificio no había flores que, si odiaba la naturaleza, me lo hubiera tomado bien si en vez de reclamar y acusar me lo hubiera preguntado, pero no, lo sentí como un insulto hacía mí y mis empleados de más años.

Rápidamente le respondo con seguridad y tranquilidad.

—Lo lamento, pero lo que insinúa es que odio la naturaleza cuando la verdadera razón es que soy alérgica a las flores y no a todas, pero mayoría de los trabajadores con más años son alérgicos a otras así que por favor renueve su comentario o será rápidamente despedido.

El empleado se disculpó y se fue rápidamente. Toda mi empresa sabe que las flores afectan a mis empleados y a mí, las que ponen alérgico a mayoría de empleados y a mí son las orquídeas. Son el tipo de flores que me afectan a mí.

A las 4pm tuve como indicaba la agenda la junta con los compradores llegamos a un acuerdo y tardamos una hora y media, salí de la junta y Sam me dijo que el presidente de la empresa MORL estaba en mi oficina. Solo podía preguntarme que hacía ahí.

Esa empresa ha sido rechazada tres veces seguidas de hacer colaboración con nuestra empresa y aunque sea una empresa muy popular, esta empresa mejor dicho yo, no he querido hacer colaboración con esa empresa tan superficial.

No beneficia a la empresa en otro punto más que en dinero, pero esta empresa lo que menos necesita ahora es dinero.

Me dirigí a ver al presidente de la empresa MORL, al entrar a mi oficina estaba sentado en una de las sillas junto a mi escritorio.

Él rápidamente volteo cuando escucho la puerta abrirse y comenzó a hablar y a quejarse de que la empresa LENXO nunca quiso hacer colaboración con él.

—Hola presidenta, quería verla para hablar sobre el rechazo de nuestras solicitudes de colaboración rechazadas y saber el por qué nos rechaza por tercera vez consecutiva.

—Hola presidente, la razón es muy obvia, no queremos hacer colaboración porque no nos apetece en este momento y seguiría discutiendo con usted si no se me hiciera tarde para una cena familiar así que por favor se puede retirar.

Él muy amablemente por primera vez se marchó, yo lo tome como un buen comienzo para él y para que algún día le podamos aceptar su colaboración.

Al ver el reloj que estaba arriba del escritorio me di cuenta que era tarde, Sam estaba afuera de mi oficina esperando. Cuando salí de mi oficina me apuro para no llegar tarde y tenía motivos ya eran las 5:50pm, subimos al auto de Sam lo más rápido posible y manejó rápido, pero con cuidado.

Al llegar ya eran las 6:15pm, sabía que era tarde, pero mis padres como mi hermano menor entendieron nuestro retraso. Mientras comíamos mi hermano pregunto la razón de que llegase tarde le conté la razón como realmente pasó.

—La razón de llegar tarde fue que, al salir de mi junta de las 4pm, pero el presidente de MORL estaba en mi oficina y tenía que atenderlo.

—Sí, Lisa tenía que atenderlo y no apruebo el retraso, pero tenía que atenderlo.

Sam es como de la familia mis padres lo adoran, aunque mi madre siempre mal entiende todo y empezó hablar de él presidente. Mi madre sabía quién era él, bueno todos sabían, ya que siempre les digo que sucede en la empresa.

—Hija, deberías darle una oportunidad el chico es joven tiene 26 años y por lo que veo en las noticias no tiene pareja.

—Madre, él es un mujeriego y lo único que le importa es querer colaborar con la empresa para ganar mucho más dinero.

Mi madre quiere tanto que tenga una familia propia que no piensa en su salud tiene cáncer y debe cuidarse, pero no entiende eso y lo único que hace es intentar buscarme pareja, he tenido cuatro citas en un mes y ninguna funcionó.

Al contrario de mi padre él quiere cuidar a mi madre, aunque no se deje, pero es muy complicado para el como para nosotros.

Mi hermano tiene solo 14 años será muy decepcionante para el perder a su madre a esa edad así que intento apoyarlo en todo.

Al terminar la cena Sam y yo nos despedimos de mis padres y nos marchamos, él manejo durante el camino de regreso y nos dirigimos a ir por mi auto para que cada quien fuera a su casa, después de un rato llegamos y él se despidió para irse.

Encendí mi auto y cuando me iba a marchar noté que las llantas de mi auto estaban pinchadas no podía hacer otra cosa más que ir caminando ya que Sam ya se había ido.

A mitad de camino un auto negro se detiene y del auto baja el presidente de MORL y me ofreció llevarme, durante el camino no dijimos ni una palabra ni había nada que decirnos solo nos relacionamos profesionalmente.

Las únicas palabras que nos dirigimos fueron cuando llegamos a mi casa simplemente para despedirnos, pero creo que habló de más.

—Gracias presidente.

—No hay de qué y llámame Nathan, no estamos en tiempo de trabajo Lisa.

—Está bien, adiós…

Entre a mi casa y subí a mi habitación me senté un rato para pensar y después me acosté en mi cama, no tarde mucho para dormir.

Capítulo 2.

Al día siguiente, una llamada me levanto a las 7am al contestar era Sam diciendo que tenía una junta en media hora, le tuve que decir que adelantará la junta para las 8am y le conté lo que había pasado con mi auto.

Tomé un taxi para llegar al mecánico para recoger mi auto, pero parecía que ese miércoles no sería un día tan agradable, cuando estaba a medio camino de llegar al mecánico el auto del taxista se descompone.

Le pague una cantidad y me marche corriendo me repetía a cada minuto mientras corría por la acera "No pienses… No te estreses", después de 20 minutos corriendo llegue al mecánico tome mi auto y recibí una llamada la atendí era Sam diciendo que faltaban 20 minutos para empezar la junta le dije que llegaba en un instante.

Cuando colgué la llamada sabía muy bien que para llegar eran 25 minutos y que no alcanzaría, pero no tenía otra opción acelere con mucha velocidad y por obra del destino no morí.

Llegué 5 minutos antes y Sam me llevó a la junta prepare mi traje y entre, estuve dos horas explicándole a los compradores y moviendo nuestro contrato para que ese problema no se repitiera, no dije nada y solo acepte.

Salí de la junta y Sam no tardó mucho en preguntar qué había pasado…

—Presidenta, por que tardó sabes que esa junta era sumamente importante por qué atrasarla.

—Sé que tarde, pero mi auto lo iba a recoger en el mecánico y en un momento a otro el taxi en el que iba falló y tuve que correr llegué en 20 minutos y llegué aquí, así que yo me encargo desde ahora, búscame un café y algo de desayunar.

—Está bien, te lo llevó en un momento.

Entre a mi oficina y me acosté en mi silla cerrando los ojos y pensando en todo lo que me había pasado esta mañana, después de un rato Sam entró a mi oficina con un café y un sándwich, me lo comí con lentitud para disfrutar cada minuto que pasaba tranquila al fin.

No tardó tanto en empeorar mi día más cuando llegó el empleado de la otra vez con una orquídea en mano.

—Presidenta, le preguntó a la mayoría de la empresa y dijeron que nadie era alérgico a la orquídea, así que le traje una en disculpa por mi mal comentario.

— ¿¡Que!? Una orquídea…

Me tape la nariz con el saco que tenía y le grite rápido a Sam, no tardó nada en llegar y llevarse la orquídea, mientras yo intentaba no respirar la orquídea el empleado se reía con felicidad, él sabía muy bien que era alérgica y lo hizo.

No tardó tanto en llegar un doctor para checar que suerte la mía que en un momento a otro no podía respirar y me llevaron a un hospital estuve ahí cuatro horas hasta que pudieron ayudarme.

Regrese a la empresa tan rápido como pudiera era la 1:30pm, cuando llegue en 25 minutos me dirigí al empleado que lo provocó y lo despedí de inmediato.

—Usted desde este momento queda despedido por lo que provocó en mi oficina y no espere menos también tendrá una demanda, le digo para que se preparé, lo veré en la policía.

Me marché sin decir más y sin querer escuchar más, pero más enojo me causó el empleado cuando me di la vuelta y seguía burlándose después de tanto, la rabia me consumía que di la vuelta y con la fuerza que tenía tome su café y lo derrame en él dándole un golpe con tanta fuerza que tenía.

Mientras más rápido me dirigía a mi oficina pensaba en lo que había hecho había sido estúpido de mi parte hacer eso, pero la rabia me consumió.

Entre a mi oficina y no aguante ni un solo segundo hay salí corriendo lo más rápido para salir, ya era tarde la noche se ponía, pero no me importo ni un segundo me quite los tacones y empecé a correr más rápido.

Después de un rato corriendo me canse y comencé a caminar hasta que me percate que no sabía dónde estaba era una calle desconocida y fue donde razone, mi vida es una mentira no conocía esa calle porque no tengo vida solo voy de la oficina a mi casa.

Me tomé mi tiempo parada en una acera viendo cada casa, cada luz, cada decoración que había, pero después de 30 minutos me decidí a caminar y buscar cómo llegar a casa, pero mi mala suerte era tan grande que comenzó a llover.

Me sentí mal ya estaba cansada y harta de ese día que solo me senté en la acera me acosté en mis rodillas y comencé a llorar, no sabía qué hacer y no tenía mi teléfono conmigo lo había olvidado en la oficina.

Pensé que todo había acabado que solo tenía que esperar en la lluvia hasta que alguien me recordará, pero fue donde una luz de un auto iluminó todo a mi alrededor, ese auto lo reconocería en cualquier lado era el presidente de MORL.

Se acercó a mí con una sombrilla, me miró y comenzó hablar.

—Hola, creo que te extraviaste, ¿Quieres que te lleve?… Estas empapada ven.

—¿Por qué me ayudas?

—No lo sé, pero deja que te ayude, te llevare a tu casa y podrás estar bien.

Yo no quería ir a mi casa a tener la misma rutina de cada día a vivir en mi ciclo de vida y al parecer Nathan se dio cuenta, me llevó a su casa y de camino pensé por qué me alteraba en momentos que ya no pasaban. La razón es que al simple hecho de salir de mi burbuja me sentía libre, me sentía yo.

Después de que manejara por una hora no saqué la mirada del camino quería conocer, vivir, hasta que llegamos a su casa, no era tan grande, pero tampoco tan pequeña parecía una casa normal.

Me enseño donde bañarme y cambiarme, al terminar me dio una pijama que tenía de su hermana mientras se secaba mi traje.

Capítulo 3.

Quien diría tiene una hermana y al parecer viene de visita a veces o eso pienso no hay más ropa que pijamas o quizás están peleados así que supongo que es algo por el estilo, pero porque nunca habla de ella.

Bueno, no es mi problema, me invito a tomar una taza de té mientras esperaba mi traje, no quise tomar la iniciativa de charlar tomando en cuenta que sin importar la situación sigue siendo el presidente de MORL.

Quién diría que mi primera experiencia nueva sería con él y peor que después de mucho silencio él se destinó hablar.

—Bueno, Lisa puedo preguntar algo.

—Has la pregunta por favor.

—Que hacías un miércoles en la noche afuera, mientras llovía.

—Me perdí solamente.

—Bien, pero a donde ibas para poder perderte.

Pensé que tenía que seguir con esa platica incomoda, pero no quería seguir así que cambie de tema lo más rápido posible, preguntando por mi traje para poder irme lo más rápido posible.

Él ya no hablo más de ese tema fuimos por mi traje y cuando me dirigía a ponérmelo me dijo algo que llego a la conclusión de su hermana.

—Llévate la pijama, no te la quites por favor.

—Pero debe ser de alguien, no se enojara.

—Es de mi hermana, ella falleció a hace 3 años tenía apenas 18 y le gustaba estar aquí, su ropa está en un cajón cerrado y sus pijamas aún en su antiguo cuarto.

—Lo lamento.

—No te preocupes ella era de tu estatura así que te queda su ropa.

Me sentía mal por él así que por instinto decidí abrazarlo y consolarlo por un tiempo.

—Ella estaría feliz de que usarás una de sus ropas.

A sí olvidé comentar algo desde el inicio Nathan es el chico que me gustó desde secundaria y su hermana la conocí o eso parece, mientras lo abrazo no entendía como me conocía.

—Pero nunca la conocí Nathan.

—Si la conocías, te acuerdas de Verónica.

—Si…

—Ella no quería que supieran que era su hermano así que se hizo pasar como si solo fuera una amiga.

Cuando me dijo no sabía cómo reaccionar, en ese entonces lo amaba y el solo saber que lo dejé irse pensando que quien al parecer ser su hermana no era su pareja, no tenía que hacer que solo lo empujé y empecé hablar.

—Espera, ¡que!… Tanto tiempo yo sufría pensando que tenían algo, yo te amaba Nathan y te olvide por miles de cosas que pasaron y ahora me dices que nada fue cierto.

—Lisa…

—¡No! ¡Lisa nada, me voy!

—Deja te llevo…

—¡No!¡Solo púdrete!

Tome mis cosas y me marche corriendo sin decir más y sin escuchar lo que tenía que decir, olviden lo que dije si quiero mi ciclo de vida no quiero vivir no sirve de nada lo único que hace es lastimarme más y más.

Mientras salía corriendo sabía en qué calle estaba la primera que reconocí por qué por ahí voy a la empresa. Al llegar a la empresa entre sin que nadie lo notará me dirigí a un baño para cambiarme e ir por mi teléfono, mientras me dirigía a la oficina después de cambiarme no me topé con nadie.

Tomé mi teléfono y mis llaves del auto y me marché por fin a casa, sólo quería descansar y procesar todo lo que estaba pasando por mi cabeza en ese momento.

Cuando iba cerca de casa vi a Nathan afuera, no quería acercarme así que seguí manejando sin que me viera y me fui a un hotel.

Parecía lo más conveniente en ese momento, pagué por una habitación y me tocó la 503 entre con la tarjeta que me dieron, necesitaba procesar todo y descansar así que solo me acosté en la cama y cerré los ojos, mientras sentía esa comodidad de la cama estaba sintiéndome más aliviada a cada segundo que pasaba tranquila hay.

Hasta que después de 20 minutos viendo el techo cerré mis ojos y descanse. Al día siguiente me levante temprano eran las 7am y me decidí a ir a mi casa para poder bañarme y cambiarme.

Cuando iba saliendo de bañarme un mensaje de mi teléfono me llamó la atención era de Sam decía que tenía una junta a las 9am y que no llegara tarde.

Cierto, él no estaba todo el día de ayer él estaba en una junta en otro país así que no sabe nada de lo que paso y me alegra, pero espero que ya no se vaya creo que sin el estoy perdida.

Ya eran las 8:30 me dirigía a la junta y cuando iba bajando del auto estaba el presidente de MORL.

Entre por la entrada trasera para que no me viera al subir todas las escaleras me choque con una empleada que se me quedó viendo por qué nunca subía por ahí y me pregunto.

—Presidenta, ¿Por qué sube aquí?

—Ahh… Estaba viendo la calidad de estas escaleras están excelentes, me voy.

Salí con una caminata rápida sin detenerme.

—Pero presidenta…¿Ah? Ya se fue…

Creo que llevaba algo en las manos, que era. Bueno no importa espero, debe ser un documento que le encargo Sam o algo que hiciera, debería ir a ver a Sam para que me ayude a tranquilizarme y sentirme mejor no puedo perder la postura en ningún momento.

Entre a mi oficina y estaba Sam con dos pasteles de nuez me abrazo y me dijo que habíamos hecho ya la colaboración con otro país, eso era grandioso que empezamos a saltar de felicidad. Después de un rato hablando llamamos a él gerente de empleados y a varios más para celebrar, partimos los pasteles y cada quien lo disfruto y ya que estábamos todos hay Sam dio una propuesta a todos para no solo festejar nosotros sino toda la empresa.

—Este esfuerzo no sólo es nuestro sino también de cada empleado, así que sugiero una fiesta en la empresa LENXO donde esté invitado cada empleado y quien quiera entrar como invitado de los empleados.

Todos estuvimos de acuerdo y pusimos a trabajar a las impresoras y a él grupo de diseño para hacer las invitaciones y carteles para poner en la empresa entera. Mientras Sam y yo buscamos quienes decoraran el edificio, también meseros y quienes cocinen.

Era jueves y la fiesta era el sábado en la noche teníamos que preparar todo.

Al día siguiente me levante a las 6am estaba muy emocionada que llegue temprano a la empresa para empezar ya todo, la fiesta tendría el tema de antifaces.

Al llegar los de diseño terminaron todo, Sam y yo colocamos los carteles de la fiesta y el gerente de empleados se encargó de entregar a cada empleado tres invitaciones para que invitarán a dos personas.

Todos estaban emocionados por el tema de la fiesta y yo estaba tan nerviosa se puede decir que es la primera fiesta después de que salí de la secundaria a la que fui. Pedí ese viernes que hicieran un pastel enorme y si era necesario que trajeran dos específicos para todos por los que son alérgicos a algo.

Al día siguiente era al fin después de esfuerzo duro de cada gerente, nos esforzamos para que los empleados se sintieran felices. Mientras me relajaba en mi oficina entro Sam diciéndome lo único que me faltaba.

—Lisa no has buscado que llevaras.

—Se me olvido Sam, pero no importa llevo cualquier cosa.

—Lisa te quiero amiga, pero no, soy hombre y aun así entiendo la importancia de esto iremos a comprar ropa ahora mismo.