Me llamo Juanita tengo 25 años y les voy a contar un poco de mi vida.

Crecí en un orfanato, llegue allí cuando apenas tenía 3 años, porque mis padres habían muerto y no tenía más familia, me escape de aquel orfanato cuando tenía 8 años, me adentre en el mundo de las drogas, las peleas, el robo, nunca llegue a pensar en la prostitución aunque me gustaba el dinero fácil, así que hacía trabajos para varios narcotraficantes, llevaba merca para colegios, restaurantes, negocios grandes o pequeños, me iba muy bien, la policía no sospechaba de mi era una simple niña.

Pero en un encargo me agarró la policía, me llevaron a una cárcel de menores, fue la primera vez en pisar una y yo ya pasaba los 12 años. Allí apareció un ángel por decirlo de cierta forma, uno de los guardias se había encariñado conmigo, hablábamos mucho me traía libros para leer, me enseñaba sus recetas preferidas de cocina. Cuando cumplí mi tiempo en la cárcel no sabía a dónde iba a ir, no tenía a nadie sabía que si salía sin ningún plan o alguien que me guiará volvería a mis andadas. Pues la calle era mi único hogar, era lo único que conocía.

El día de mi salida, Carlos el guardia me llamo.

- Hola Juanita, debes estar feliz.

- No del todo Carlos no se a donde ir, el único lugar que conozco es la calle, ellae.acompañp durante mucho tiempo.

- No digas eso, hay una persona que quiere que vivas con él.

- Si claro, quién se haría cargo de una adolescente con problemas en su pasado y que acaba de salir de la cárcel, solo quieren a niños pequeños o bebés, nadie con problemas.

- Yo me hare cargo de ti. - Esas palabras me dejaron en shock no sabía si gritar de alegría o llorar.

- Me.. me e.. estás hablando enserio.

- Si, es muy en serio ya hablé con Lucia, y está de acuerdo - Lucia es la esposa de Carlos venía a veces a traerme comida, me caía muy bien era lo más cercano a una mamá.

- Gracias, gracias como podré agradecerte está oportunidad que me das hoy - Lo abrazo con todas las fuerzas, lo que yo sentía era algo inigualable, iba a tener una familia.

- Solo una cosa, vas a terminar de estudiar y entrar a la universidad.

- Lo que tú digas.

Al salir del reclusorio él me lleva a la casa instalando me en una hermosa habitación, nunca había estado en algo asi,mis noches antes de la cárcel las pasaba en lugares que tocaba pagar a diario y en aquel lugar habían razones cucarachas, y cuando no podía pagar nada, los puentes eran mi refugio.

Este lugar era un sueño, algo que nunca pensé en tener, ni en mil años.

Carlos se convirtió en mi padre, amigo y compañero de juegos los meses pasaban, mientras me acercaba mas a mi papá, Lucía se comenzó a alejar, había cambiado un poco parecía celosa, ya que Carlos se la pasaba mucho tiempo a mi lado, pero no entiendo el porqué sentiría celos yo no lo veía a él como algo más que un padre, algún día le preguntaré no por sus celos.

Han pasado 5 años, los tres primeros años termine de estudiar la preparatoria, los otros 2 los he estado estudiando en la universidad, estudio gastronomía aunque me vaya a graduar ya, es lo lógico pues es una carrera técnica después haré la profesional.

Comencé a hacer mis prácticas en un hotel muy reconocido de los Estados Unidos es la mejor oportunidad y la mejor experiencia de toda mi vida, en cuanto a mi padre se comenzó a enfermar, desde hace seis meses está en el hospital tiene cáncer.

una noticia bastante dura para nosotras dos, nadie se imaginaba que algo asi ocurriría en nuestra familia.

Los médicos no le dieron mucho tiempo de vida, mi mamá se la pasa en la calle bebiendo desde el día que se enteró de la enfermedad de mi papá. Ya no se la pasa en la casa y los problemas siempre la siguen y como no hace nada a mí me toca tratar de conseguir lo suficiente para sobrevivir las dos, y para los gastos de la clínica.

Estoy llegando a mi primer día de trabajo no como practicante si no ya como parte del personal de plata en el restaurante del hotel, en el que hice mis prácticas, pero antes de que pueda entrar suena el teléfono cuando veo quien me está llamando me pongo muy nerviosa.

- Hola - Contesto.

- Señorita Parker.

- Si con ella habla.

- Estamos llamando del hospital, su padre acaba de tener una recaida, por favor acérquese lo más pronto posible. - Mi mundo se vino abajo en ese momento no entre al restaurante, puede que el puesto lo o upe otro, pero mi papá es más importante, salí corriendo hacia el hospital, sin saber que noticias iban a tener.

- Como está mi papá, lo puedo ver. - Es lo primero que digo al entrar.

- Si lo puede ver.

Cuando ingresé a su habitación y al verlo conectado como a 10 máquinas mis ojos se llenaron de lágrimas, me acerque a él y de inmediato abrió los ojos como si me estuviera esperando y me dijo.

- Te amo, me alegro de haberte llevado a casa, fuiste la hija que nunca pudimos tener, eres una gran persona no cambies hija mía. - Esas fueron sus últimas palabras, porque en ese momento el falleció. Los equipos soltaron un sonido que le estremecieron mucho.

Como me dolía perder a alguien amado y más cuando esa persona te dijo a ti sus últimas palabras.

Lloré desconsoladamente encima de él, no fue hasta que el doctor y las enfermeras entraron para separarme del cuerpo de mi padre.

Mi mamá no apareció ese día, me tocó arreglar lo del funeral a mi sola, ella no apareció sino hasta los 5 días después de su fallecimiento y su entierro.

Llegó borracha, y como lucia sus pupilas también estaba completamente drogada, no hablaba mucho con ella porque siempre terminamos peleando.

Para mí fue lo más duro, enterrar a aquel hombre que se había convertido en mi único padre. Después de eso pasados dos meses volví a pasar los papeles al restaurante del hotel para trabajar y me los recibieron, presente la entrevista y la pasé, comencé como una auxiliar ya llevo 4 años trabajando ahí y soy la chef principal.

Fue muy duro llegar hasta donde estoy y más cuando solo se espera que un hombre ocupe el puesto de chef pero fue lo más gratificante, y ese logro se lo dedique a mi padre, se que me acompaña desde donde esté.

Tengo novio, bueno eso es mucho decir ya que no me veo casi con él, pero se que está teniendo una relación con mi amiga. No me interesa nada de eso la verdad mi trabajo me quita bastante tiempo, estoy ahorrando para abrir mi propio restaurante, y si las cosas siguen bien dentro de poco lo voy a lograr voy a utilizar la casa que me dejó mi papá para ese propósito.

Como todos los días llego a casa a ver si mi madre está.

- Mamá ya estoy en la casa necesito hablar contigo. - Silencio total. - Mamá dónde estás.

Otra vez no me diga que se fue con su novio de mierda, si llega tarde va acabar con lo poco que queda.

Mi mamá había conseguido a alguien pero el solo traía problemas, cuando llegaban en la madrugada rompían vidrios, losa, ponían música a todo volumen, cantaban gritaban y lo más asqueroso es que me tocaba escucharlos como tenían relaciones sexuales.

Ya estaba cansada de ese tema. No solo eso, había llegado el punto en que ella vendía las cosas de la casa para darle plata a él y para comprar drogas y licor, ese era el punto de partida de nuestras discusiones.

Quería pasar una noche tranquila y me estaba alistando para acostarme a dormir cuando la puerta de enfrente se abre de golpe, no necesito asomarme para saber quién es.

- Hija dónde estás - Mi madre llego borracha qué alegría . - Que dónde estás, necesito plata para pagar el taxi y Adrián no tiene. - No tiene caso no salir o no responder toca pagar o si no me arman la bronca otra vez.

- Ya voy a pagar - Salgo de mi habitación a pagar lo de la carrera, pero de lo que me percató es que no solo llego mi mamá y Adrián, también hay 5 hombres más, los cuales me miran desvistiendo me. Pago rápido y me devuelvo corriendo para encerrarme en mi habitación, pero Adrián me intercepta y me agarra del brazo, retrocedo hacia él.

- Cariño mis amigos están necesitados de una mujer, porque no los complaces. - Me dice Adrián al oído, el olor que sale de su boca me dan ganas de vomitar.

- Porque no los complace usted o más bien vayan a un puteadero.

- No entiendes, no es una opción es una orden. - Escupe esas palabras con ira.

Y sin más me lanza a dónde sus amigos, uno de ellos me coge de las manos mientras los otros rompen mi pijama, comienzan a pasar sus sucias manos por mi cuerpo, me niego a llorar no les voy a demostrar debilidad, y entre más grite y lloré se que ellos lo van a disfrutar más.

Se que si salgo de esta lo superaré no me dejaré amedrentar por nada ni por nadie y en este punto tomo la decisión de abandonar a mi madre ya no puedo más.

Mientras ellos siguen tocando mi cuerpo, también comienzan a quitarse los pantalones y los boxer me tumban al suelo y uno a uno me violan. Mi madre no pronunció ni una palabra solo se quedó mirando lo que aquellos hombres me hacían, sabía que yo no era su hija pero pensaba que al menos yo le importaba en algo.

Cuando por fin terminan me dejan en el piso, ellos se visten y se van, yo trato de levantarme con las pocas fuerzas que me quedan, ya qué me maltrataron demasiado me hicieron sangrar, me golpearon la cara en fin. Era virgen hasta ese momento.

Llegó a mi habitación y me meto al baño, mis lágrimas caen por montones, duro mas de cuatro horas en el baño. Nunca habia fallado en mis labores, esta situación lo ameritaba, asi que llamo al restaurante para excusarme de no poder ir a trabajar, no llame a la policía ni fui al médico, no quería sentirme vulnerable, y que comenzarán a preguntame lo que había pasado y revivir aquellos momentos tan difíciles.

Al día siguiente alistó mis cosas, saco la plata que he ahorrado y consigo una habitación, me toca compartir apartamento con dos personas, un chico llamado Bruno y con Sara.

Han pasado dos semana desde ese día, mi vida no a vuelto a ser la misma, no permito que nadie me toque, no he tenido noticias de mi madre aunque desearía no saberlas, he decidido estar por completo en el restaurante así no me da tiempo de pensar en mi pasado y en la desgracia que me va a acompañar durante toda mi vida.

Está noche hay un evento en el hotel, no se de que se trata yo solo preparo la comida. Se ve que es alguien importante la seguridad es monumental, normalmente nunca salgo a ver a los comensales, pero hoy estoy dispuesta a hacerlo, a ver qué tan bien cae mi comida si la disfrutan, quiero escuchar de ellos sus críticas siempre me llevan las razones a la cocina, y puede que escuchar las de primera mano me de mejores ideas, para mejorar.

He preparado un pescado con mantequilla, espárragos, una ensalada y de postre prepare un tiramisú. Cuando estoy a punto de entrar en el salón alguien entra y me llama.

- Juanita su mamá está acá, está haciendo un escándalo al parecer está borracha - Mierda, mierda cuando será que me dejara en paz. Salgo de la cocina corriendo hasta la entrada y efectivamente ella está haciendo un espectáculo terrible, me acerco a ella y la llevo a la parte de atrás del hotel.

- Que quieres acá. - Le gritó pero no tan fuerte.

- Hola hija como estás, que me cuentas. - Que descaro el de esta mujer.

- Mamá no estoy para juegos que quieres y lárgate. - Aunque pida lo que pida no se lo daré.

- Quiero dinero, necesito pagar una deuda.

- Eso me importa un culo yo no tengo nada que ver con tus deudas eso lo tienes que solucionar tú y si novio.

- Eres mi hija tienes que responder por mi.

- Así como tú respondiste por mi cuando me estaban violando esos cinco hombres, así quieres que responda por ti. Está bien. - Doy media vuelta y me alejo de ella dejándola ahí, en medio del callejón.

- Van a venir a buscarte, aunque no fui capaz de decir que tenía una hija pero él lo averiguara y lo que te hicieron esos 5 hombres será poquito a lo que él te va a hacer. - Paro pero no me giro y le respondo.

- Me importa una mierda madre, voy a estar preparada para lo que venga ya no soy la mujer que viste hace dos semanas.

Sigo mi camino hasta la cocina nuevamente. Mi ira es muy grande en que putas se ha metido esta vez, es mi mamá y la considero como tal pero esto ya no puedo soportarlo.

Enojada por lo que acaba de pasar soy un golpe fuerte a una pared, es tan duro que mi mano me comienza a doler como un demonio.

Alexander

Mi nombre es Alexander soy el jefe de una mafia, tengo bastantes bares y casinos, normalmente presto dinero a algunas personas que se que puedo cobrarme después.

Estos últimos años ha venido a mi una señora llamada Lucía, después de que perdió a su esposo se entregó a las drogas y al alcohol, yo he estado ahí para proporcionarle dinero nunca me ha quedado mal en los pagos y eso es muy bueno.

- Alexander te busca una persona. - Entra uno de mis hombres a mi despacho.

- ¿Quién es?

- Lucía y al parecer no está de muy buen humor.

- Y alguna vez me ha importado del humor que se encuentren los clientes. - me cojo el puente de la nariz para calmarme, no me gusta que me indispongan asi. - hazla pasar se supone que hoy tenía que traerme la plata de la última deuda. - Mi hombre la deja pasar.

- ¿Que quieres Lucía?.

- Vengo a pedirle más crédito.

- Me cree una beneficencia, hasta que no pagues lo que debes no hay más plata, ¿lo trae o no?

- No, pero le puedo entregar la casa de mi esposo con eso quedaría paga la deuda hasta ahora.

- Está bien - Ella me entrega las escrituras de su casa puede cubrir parte de su deuda y la puedo utilizar para otro negocio, las especificaciones no son muy buenas lo importante es el terreno. - Puede ir a disfrutar.

Lucia sale de mi oficina y yo comienzo a revisar los papeles que me acaba de entregar y efectivamente son las escrituras de su casa, pero hay un nombre de una mujer que me llama la atención así que llamo a mis hombres para que comiencen a investigar sobre ella.

Días después me llegan con la información que solicité, efectivamente esa persona es la dueña verdadera de la casa, y según lo que me enviaron trabaja en un restaurante por lo que veo ya tengo donde hacer mi reunión anual.

Llamo a mi asistente para que se haga cargo de todo, no quiero dejar nada al azar también le solicito que le diga al dueño del hotel, que casualmente es un amigo mío, que el chef sea aquella mujer.

Los días pasan rápido y hoy es mi fiesta, al fin voy a conocer a la flamante hija de Lucía espero que ella sea linda y que la comida este a la altura de un hotel como este. Se que el no me decepcionaría para nada y si es la chef principal debe ser muy buena.

No soy muy exigente con la comida pero disfruto mucho de la buena comida.

Al llegar todo está bien organizado, la decoración impecable como me gusta, verifico que todo esté bien, cuando llega la hora de la comida me sorprende lo elegante que se ve y el sabor no me decepciona la comida está deliciosa, espero poder conocer a la creadora de tan exquisitos platos.

- Camila por favor le podrías decir al chef que quiero darle las gracias personalmente. - Gran jugada.

Me quedo esperando un buen rato cuando oigo unas voces detrás de mí.

- Buenas noches. - Me giro y veo a una joven mucho menor que yo, eso sí hermosa de pies a cabeza, no como las modelos de las que estoy acostumbrado a ver, pero linda.

- Don Alexander se encuentra bien - Camila me pregunta, a ella la conozco hace mucho.

- Sii solo que me sorprendió, no pensé que una mujer tan joven fuera la chef e hiciera platos tan fantásticos, mucho gusto soy Alexander Miller. - Le tiendo la mano pero cuando ella va a darme la se da cuenta de que la mano la tiene herida y la esconde.

- Que pena don Alexander no poder darle la mano, pero me la acabo de lastimar, mucho gusto soy Juanita Parker - Esto es mejor de lo que me esperaba no solamente había conocido a una chef joven y hermosa también era la persona que estaba buscando, no pensé que el dueño me fuera a hacer caso.

- El placer es todo mío, la verdad me ha gustado su comida desearía saber más de usted y de porque una mujer tan joven es la chef principal de este magnífico hotel.

- Me gustaría hablar con usted más de lo que piensa, pero tengo que ir al médico me lastime la mano. - Me nuestra la mano vendada otra vez.

- Quieres que te lleve.

- No se preocupe Camila me acompañará.

- Jefa que pena contigo pero no puedo, la recepción no ha terminado y no podemos dejar solo esto, además Matt está ocupado con las mesas.

- Vale entonces me iré sola.

- Insisto señorita Parker yo la llevo.

- Bueno si no es mucha molestia, acepto, encantada.

Salimos del hotel y en menos de nada ya estábamos en el hospital, no se demoraron en atenderla y yo no podía dejar de admirarla, era bastante hermosa su maquillaje era natural aunque podría decir que no tenía en absoluto maquillaje, su cabello era ondulado y se veía que tenía un cuerpazo aunque el uniforme de chef no le hacía tanto honor.

- Señorita que le han dicho.

- Fue duro el golpe, tengo que tener la mano vendada por más de 15 días, ahora el problema es mi cocina.

- Algo se le ocurrirá, se ve que es una persona inteligente. - Salimos del hospital quería tomar algo de ventaja, asi que le invite a tomar algo. Ella acepta si ningún problema, charlas con ella se siente tan bien, nada es forzado todo fluye tan naturalmente.

- Trato de llevar las cosas por el buen camino, aunque no toda mi vida es color de rosas.

- Que quiere decir.

- He pasado por mucho para llegar a dónde estoy y aprecio cada cosa, un cumplido, una crítica y demás eso me lleva a mejorar más cada día.

- Hace cuanto eres chef principal del hotel.

- Hace más de 4 años.

- Eres muy brillante.

Así pasamos más de dos horas hablando, nunca tocó el tema de la mamá, más bien hablaba del papá, es como si para ella la mamá estuviera muerta y el papá vivo. La dejé en su apartamento y me dirijo al casino, Maicol me había llamado e informado que Lucia estaba esperándome, cuando llegó al lugar efectivamente ella me está esperando.

- Que haces acá Lucia otra vez.

- Vengo a pedir más crédito, ya con la casa te salde mi deuda.

- Si, eso lo sé, pero ahora que tienes para ofrecerme, no creo que tengas o tra casa.

- Nada, yo le reúno la plata dentro de dos semanas.

- Y su hija, la puede dejar como pago.

- Como sabe que tengo una hija, bueno la verdad no importa si puede quedarse con ella mejor para mí, eso si le digo no es virgen y si le gustan las putas esa es para usted. - Me quedo asombrado al ver cómo se refiere a su propia hija.

- Puta como es eso.

- Sí, la vendí a unos amigos de mi novio hace unas semanas, la cogieron entre cinco - Está vieja está enferma violaron a su hija y no dijo nada. - Pero al parecer a ella le gustó porque no lloro ni nada.

- Usted estaba ahí cuando eso paso.

- Claro, no me iba a perder ese espectáculo.

- Está bien tiene más crédito, a cambio de su hija. - Ella acepto sin ningún remordimiento.