"wua...wua...wua" [llantos]

En la madrugada se escucharon los llantos de un pequeño bebé que acababa de nacer; la madre que había dado a luz estaba agotada por las horas que pasó en labor de parto, pero nada le impidió sonreír y derramar algunas lágrimas de felicidad, pero se llevó una gran sorpresa al revelarse el sexo del bebé

"Felicidades señora es una niña"

"¿Una niña?...segura que es una niña?"

"Le digo la verdad señora ¡esto es un milagro!"

La partera le confirmó nuevamente, esta pequeña revelación la puso contenta, pero estaba más feliz de que naciera con bien, mientras la madre se encontraba ya con su hija en brazos, mandaron a llamar al padre que en todo momento se quedó esperando ansioso, de hecho echo él estaba así desde el día anterior, aunque ya dos hijos más, siempre había nervios al momento de recibir uno nuevo

Una sirvienta salió de la habitación para llamar al marques quien estaba parado enfrente de la puerta, a pesar de no mostrar nerviosismo alguno en su rostro una de sus pulseras alrededor de su mano estaba sonando; cuando vio salir a la sirvienta, este se apresuró a preguntar por su esposa, la sirvienta al darle la noticia de que había nacido una niña completamente sana, el marques no lo podía creer y se apresuró a entrar en la habitación.

"¿E-Es cierto lo que acaban de decir?"

"Cariño, ven mira a nuestra pequeña"

"Lo hiciste bien cariño, gracias por este milagro" al terminar de decir esto el marques le dio un beso en la frente a su esposa y la rodeó con sus brazos, era un abrazo delicado, tanto que parecía que no quería dañar a nadie

El nacimiento de la niña se podía llamar a si mismo como algo extraño, debido a que desde hace unas cuantas generaciones no nacían niñas en la familia del Marques, nadie logró descubrir la razón del por qué sucedía esto, pero cada vez que lograba nacer una, se convertía en centro de los círculos sociales y eso era lo que su madre ya tenía planeado hacer, al momento de saber que había tenido una hija

A los días sus hermanos van a visitarla a su cuna, más que cuidarla iban a fastidiarla para ver sus reacciones.

Sus primeros años de vida la pasó tranquilamente, ella era extrovertida, pero más con su familia; cuando ellos estaban ocupados, la pequeña salía a jugar sola, aunque había desarrollado un cierto gusto en particular y ese era estar en lugares altos, no le daba miedo las alturas, por lo que se subía a la terraza, los árboles o se sentaba en los barandales de los balcones

Ya con eso pendiente sus hermanos varias veces tuvieron que ir a sacarla de esos sitios, debido a que era muy riesgoso y si su madre se enteraba de ello, les iba a ir mal a todos

Esta tarde era una de esas

La pequeña no estaba por ningún lado de la casa y sus hermanos fueron a buscarla

"¡Lei! ¿Dónde estás?"

"¡Hermano André ! Encontré a Lei"

"Leo ¿dónde la viste?"

"La vi saltar de la terraza"

"¡¿Quéeeeeeee?!"

Lo que dicen no es del todo mentira, salté desde la terraza para poder llegar a una rama del árbol que estaba más cerca, de hecho estoy en la copa de ese árbol, el cómo llegue aquí pues... saltando y escalando por las ramas, la verdad es que me gusta mucho admirar el paisaje que se puede apreciar desde aquí; se siente como si pudiera volar, es una sensación bastante agradable.

"Lei ¿dónde estás? ¿Te encuentras bien?"

Quién acaba de hablar es mi hermano mayor Andreu D' Monique, si no mal recuerdo este año cumple 15 años y va cursando el segundo año en la academia, es el que de momento tiene más sentido de la responsabilidad, además de que nuestro padre dice que el puede ser un buen candidato para ser el sucesor de la familia

"¿Lei sigues viva?"

Quien dijo eso es mi segundo hermano Leonard D' Monique de 13 años, está en primer año en la academia, a diferencia del hermano mayor, este es un poco más revoltoso, pero eso no quita su lealtad y respeto por la familia, siempre buscando protegerla, según nuestra madre, él podría ser un buen candidato para sucesor, solo necesitaría tener un poco más de clases y mejorar sus modales

Andreu: "¿Cómo vas a decir eso?" [PAM le suelta un golpe en la cabeza]

Leonard: "Au...lo dije de broma"

Andreu: "No deberías decir eso ni de broma...uf, vamos a seguir buscándola"

Mientras todo este lío ocurría Leila se bajó del árbol y se apresuró a ir con sus hermanos antes de que a uno de ellos lo dejen sin cabeza.

Leila: "Hermanos estoy por aquí"

Andreu: "¿Dónde estabas? Te estuvimos buscando y no te encontrábamos"

Leila: "Estaba jugando a las escondidas" dice esto con una sonrisa inocente, aunque no funcionó porque sus hermanos ya conocían bien a su hermana, así que la regañaron un poco

Dicho esto ella se va junto a sus hermanos al comedor donde sus padres los estaban esperando para que terminen de comer sus alimentos

Normalmente se reunían para la cena, ya que el padre estaba ocupado con los asuntos del marquesado y sobre todo con la inscripción de nuevos aprendices a caballeros, su madre se encontraba un tercio de su tiempo en su estudio revisando la contabilidad de su hogar, por otra parte sus hermanos tenían que ir a la academia por lo que se les veía muy poco, al menos por ahora, ya que una vez que se gradué volverían a casa a desempeñar cada uno el cargo que les corresponde

Marques Logan: "André, Leo ¿Cuándo vuelven a la academia?"

Andreu: "Volvemos dentro de tres semanas"

Marques Logan: "Bien, confío en que les irá bien lo único que queda es...[da una pequeña mirada con nerviosismo a su esposa que está a un lado de la mesa] *cof* *cof* " Lei ¿te gustaría aprender a blandir la espada?"

La marquesa que estaba comiendo tranquilamente se detuvo y bajó los cubiertos de golpe, todo se quedó en silencio por un instante

Marquesa Aurora: "¡Cariño! No vas a poner en peligro a nuestra pequeña, ella recibirá clases de etiqueta dentro de un mes, la tutora se encargará de hacerla una correcta señorita"

Leila: "Pero yo quiero aprender igual que mis hermanos"

Marquesa Aurora: "Es muy peligroso para ti...*suspirar*...quiero que crezcas como toda una señorita y puedas asistir conmigo a los eventos sociales"

Leonard: "Si hermanita, debes ser una damita no un mono en una jungla" [suelta una carcajada]

Andreu: "Leo cálmate, madre ¿no crees que sería beneficioso para Leo aprender al menos cómo defenderse? En caso de que estuviera en peligro esto la ayudaría"

Marquesa Aurora: "No digas eso ni en broma...hablemos de eso luego, ahora no es el momento"

Marques Logan: " Bien hablemos de eso en otro momento, por ahora centrémonos en estar saludables"

Al otro día, en el campo de entrenamiento...

Leila: "¿Hermano me puedes enseñar a blandir la espada? Por favor"

Andreu: " No, te podrías lastimar aún eres muy pequeña quizá cuando seas más grande te enseñe"

Leonard: "Anda juega por ahí, si nuestra madre te ve por aquí nos va a dar un buen sermón igual o peor que ayer" [extiende su mano y acaricia la cabeza de Leila] "Leí anda a jugar no te preocupes, tus hermanos siempre estarán ahí para cuidarte"

Dicho esto Leila se fue del campo de entrenamiento o eso era lo que sus hermanos pensaban, en realidad ella se quedó observando la práctica a escondidas cerca de una caceta; si bien los caballeros que se encontraban entrenando se percataron de esto, no hicieron nada para detenerla, solo seguían entrenando como de costumbre. Los días fueron pasando y Leila seguía yendo al campo para ver el entrenamiento, solo que esta vez había algo nuevo, eso era el nuevo ingreso de aprendices a caballeros.

Leila quería aprender a manejar una espada, pero no podía por su madre que le decía como debía comportarse, a ella no le agradaba esa idea, se sentía reprimida, pero aún así no estaba desobedeciendo a su madre, solo iba a ver a los caballeros entrenar.

Jefe de caballeros (Siam Oval) : "Señorita ¿no le gustaría entrenar la primera fase en vez de solo sentarse a espiar?"

Leila: "Hiiick...lo siento no quería molestarlos"

Jefe de caballeros Siam: "No es ninguna molestia, además su padre ya nos dio permiso para que pueda entrenar con nosotros"

El rostro de Leila se iluminó ante la noticia; agradeció al jefe de caballeros y se marchó inmediatamente, pasó corriendo por el jardín hacia el interior de la casa, subió las escaleras rápidamente y llegó a su habitación en donde se cambió de ropa por un atuendo más apropiado y cómodo para practicar. Cuando estuvo lista fue nuevamente al campo donde la estaban esperando para comenzar la práctica; la incorporaron a las tropas y el primer entrenamiento comenzó oficialmente para Leila.

Jefe de caballeros: "¡Todos atentos! Vamos con el calentamiento previo, den 20 vueltas al campo ¡vayan ahora!"

Para sorpresa de todos y de la misma Leila, se adaptaba bien al entrenamiento, incluso se podría decir que ella había nacido para esto.

Pasaron los años y Leila estaba por cumplir 8 años, se planeaban hacer una fiesta de té para que conociera a más niñas de su edad, pero todo se consultó con Leila previamente ya que no querían incomodarla; en estos años muchas cosas habían pasado, su madre estaba cada vez más consiente de que no debía controlar la vida de su hija, su padre pasaba un poco más de tiempo con su familia a comparación de antes, sus hermanos crecieron se podría decir que crecieron y llegó un nuevo hermanito.

En la oficina de la pareja

Marques Logan: "Esta tarde llegó una invitación del palacio, van a celebrar una fiesta por el cumpleaños de la emperatriz y la familia ha sido invitada"

Marquesa Aurora: "Siento que hay intenciones ocultas detrás de todo esto, en todo caso este sería el evento donde Leí se dará a conocer"

Marques Logan: "No te preocupes demasiado y no la presiones, ya viste con tus propios ojos lo que nuestra hija es capaz de hacer, cariño tu confía en ella"

Marquesa Aurora: "Confío en ella, en quienes no confío son en la familia imperial, no voy a olvidar lo que hicieron la última vez que fui como invitada a la fiesta de te de la emperatriz"

Marques Logan: "Esta vez es diferente, ahora vamos a estar todos juntos" [extiende sus brazos y le da un cálido abrazo a su esposa] "Lo hiciste muy bien esa vez"

Marquesa Aurora: "Bien, entonces vamos a darles la noticia y a prepararnos, por cierto no soy tan débil como para que me consueles"

Marques Logan: "Jajaja está bien" [su esposa se suelta de su abrazo] "¿Qué pasa?"

Marquesa Aurora: [extiende su mano para escoltar a su esposo] "entonces ¿nos vamos?"

Los marqueses se dirigieron a la sala de estar y contaron a sus hijos sobre la fiesta, haciendo énfasis en que deberían ir obligatoriamente, si bien era una "invitación" se consideraba una falta de respeto el no asistir y mucho más si se trataba de la familia imperial; solo se podía rechazar en caso de una enfermedad o problemas de un calibre más alto. Gracias a ello se veían obligados a asistir a la fiesta.

Leila: "¿Mamá bailará con papá? Me gustaría verlos bailar"

Aurora: "Mmm...¿Debería? [risita] seguro tu padre se pondrá rojo como un tomate"

Leila: "¿Enserió? Por qué no lo intentas, sería lindo verlos"

Aurora: "Bien entonces juntas vamos a hacerlo salir de su zona de confort, para eso me tienes que ayudar ¿de acuerdo?"

Leila: "Si, cuenta conmigo"

Llegó el día del baile y todos se veían elegantes y resplandecientes, esto también es gracias a Leila que dió la idea de llevar el color azul marino como temática para sus atuendos, esto hacía resaltar el color de ojos miel con tonalidades rojizas y sobre todo su madre era quien más resaltaba sin lugar a dudas, con un cabello color cobre y sus ojos color miel, su padre con su cabello negro y ojos color café, sus hermanos ambos con el color de ojos de su madre, el hermano mayor con cabello negro y el segundo hermano con el cabello cobrizo.

Leila: "Todos se ven hermosos"

Leonard: "¿Qué esperabas? Soy hermoso" [esto último lo dice con orgullo]

Andreu: "Creo que nuestro Leo comió algo que estaba podrido jajaja"

Logan: "jajaja ya suficiente, vayamos antes de que lleguemos tarde"

En camino a la fiesta, se topan con un pequeño baile de luciérnagas, todos se quedaron fascinados al ver esta escena, su aparición se hizo mágica, sus aleteo sonaban como pequeñas campanas o cascabeles.