Hoy era el comienzo de lo que creía que sería un infierno. Llevo la mayor parte de mi vida aislada de mi familia, mi padre decidió confinarme en lo más recóndito de las montañas Fang Yi ya que siempre considero que era una deshonra para nuestra familia, pero ahora al necesitar a la señorita mayor de la familia Liu, para estrechar lazos con la familia imperial, recordó mi existencia. Mi padre me trajo de vuelta a casa para obligarme a casar con el primogénito de la familia Imperial Zhang. Los rumores sobre este príncipe recorrían todo el país, era tildado de ser un ser frio, amargado y un maldito tirano despiadado.
A primeras horas de la mañana, llegaron a mi habitación 5 doncellas de la residencia Liu anunciando que mi baño florar estaba listo, debían dejarme impecable para el tan “deseado” evento.
–Señorita Liu Wei mi nombre es Mei, seré su doncella por órdenes del Señor Liu Cheng – Liu Cheng era mi padre, Mei hace una reverencia y camina junto a las demás doncellas para comenzar a prepararme.
Me ayudaron a desnudarme y limpiar mi cuerpo, el aroma de la habitación era delicioso, gracias a las flores y esencias con que estaba preparada la tina. Mientras más avanzaban los preparativos, más asustada me sentía. No quería hacer esto, mi padre dejo que viviera todos estos años de una manera tan libre, y ahora no entiendo porque simplemente no comprometió a mi hermana menor. Pero por más que lo pensara, la respuesta era obvia, no querían atar a Liu Ai a un hombre a quien ella no amara, era su hija favorita, y harían todo por verla feliz.
–Señorita Liu Wei aplicaremos un poco de maquillaje y terminamos, por favor síganos. – no estoy acostumbrada a que la gente me hablé con tanto respeto, no fui criada como una señorita.
–Mei, por favor no me hables con tanto formalismo, me hace sentir incomoda. – le respondí y ella sonrió. –Llámame Wei Wei. – Mei asiente. Parece una buena chica, es tan joven como yo, debe tener unos 16 años. Hago mi mejor esfuerzo por devolverle la sonrisa, pero por la forma en que me mira, es evidente que nota lo infeliz que soy con esta decisión más sin embargo no me dice nada.
Estaba admirándome en el espejo, el vestido y el maquillaje eran hermosos, pero mi mirada no combinaba con mi apariencia. Mei me tiende el velo, me lo pongo y me ayuda a salir de la habitación, no se puede ver nada con este pedazo de tela roja en la cara, pero no puedo deshacerme de ella, hasta que ese hombre al que estoy prometida, me lo quite. El sonido de un carruaje acercándose me puso en alerta, ya habíamos salido de la residencia Liu. Estaba aburrida, me sentía como una persona secuestrada, no podía ver ni el camino por donde pasábamos, pero no me aguante mucho, me levante un poco el velo y mire por la ventana, esta será la única forma de conocer esta ciudad, porque una vez entre al palacio del príncipe, nunca podre volver a salir.
–Señorita por favor no levante el velo, si alguien la ve podrían cancelar el matrimonio – “eso quisiera” Pensé.
–Sí, lo siento. – Susurre.
Los caballos se detuvieron y mi doncella me indico como bajarme del carruaje, caminé hasta lo que parecía ser un gran salón y me detuve a la señal de un hombre al que no podía ver. Poco después se realizó la ceremonia de unión y luego me llevaron a la habitación del príncipe Zhang.
Estaba más nerviosa que esta mañana, no paraba de dar vueltas por toda la habitación. Solo pensaba una manera de evitar que esto pase “¿y si lo ahuyento?” “¿y si me escapo?” no, imposible, si lo hiciera, me condenarían a la orca y no solo a mí, a toda mi familia por traición.
–¡Maldita sea! Quiero correr. – Los nervios me estaban matando, sería mi primera vez, no quería hacerlo con un desconocido.
Una idea llego a mi rápidamente, ¡Wanton! Saque una pequeña caja que traía bajo mi manga y la abro, esta caja contenía el espíritu guardado de mi fiel compañero.
–Liberación – Conjure y un resplandor rodeo la caja liberando a mi pequeño amigo.
–¡¿Pero qué demonios Liu Wei?¡ ¡me tuviste encerrado por mucho tiempo! Casi enloquezco – Dice Wanton alterado.
Yo tenía la capacidad espiritual de ver espíritus, hadas y demonios, por eso mi padre me envió a las montañas Fang Yin, siempre pensó que yo estaba maldita, nunca comprendió el poder que poseía, para él fue más fácil descartarme y olvidarme.
En las montañas sagradas conocí a mi maestro Fang Gao, el me entreno en artes marciales y místicas, era un apuesto joven, nunca entendí como podía mantenerse con la misma apariencia durante todo el tiempo que viví con él. Pensar en él hace que se me apriete el pecho, lo quiero, aunque nunca se lo dije, soy su discípula y siempre me trato como a una niña.
–No es para tanto Wanton – Le Respondo –Te lo explique, antes de encerrarte, si mi padre me volvía a ver hablando "sola" – Ya que los humanos comunes no ven lo que yo veo. –¡Dirían que me volví loca!
–Loca ya estas Wei Wei – Dice partiéndose de la risa, le tire una almohadita que traspaso su presencia.
–Wanton, esto es serio, no quiero que ese hombre entre aquí, tienes que ahuyentarlo, dale el susto de su vida y que se largué lo más lejos que pueda. –Lo mire asustada, en verdad quería evitar a toda costa esta noche. - No quiero que me toque. –Wanton me mira con tristeza y se acerca a mí.
–No te preocupes mi linda princesa, yo te protegeré, no permitiré que se acerque a ti. –Dos guardias en la puerta comenzaron a hablar, interrumpiendo mi charla con Wanton.
–El príncipe Zhang Kou se acerca –Dice uno –Ojalá la princesa este a la altura de nuestro maestro.
Tenía ganas de salir y ¡partirles la cara a esos idiotas! ¿Qué creen que soy, un animal?
–Maestro Zhang Kou – Los escuché al unísono, ¡quería que la tierra me tragara! En la habitación había una mesa, corrí y me escondí allí, la puerta se abrió y unos pasos resonaron a mi lado. Por debajo del mantel pude ver unos finos zapatos de cuero negro. Estaba aquí.
–¡Hmph! –Escucho un sonido de desaprobación. –Así que ahora juegas a esconderte princesa Wei. –Se acerca a la mesa y se detiene. –Bien... Si me estas evitando entonces te castigaré, a partir de hoy iras a vivir al ala Fa del Palacio dónde no pueda ver tu cara y no cenaras nada hoy, veremos cuanto aguantas princesita... –Lo dijo con tono enojado, escuché el fuerte estruendo de una puerta cerrarse y salí.
–Creo que mañana será un largo y difícil día –Dije dando un suspiro de aburrimiento. –Debemos descansar, estoy exhausta, descansa Wanton –Dije dirigiéndome a la cama matrimonial en la que se suponía en este momento debía estar con mi esposo.
A la mañana siguiente me condujeron al ala Fa del enorme palacio, los sirvientes abrieron la puerta, rápidamente se disculparon y se fueron con las caras pálidas. al parecer hay un rumor de que esta ala esta “embrujada”.
Entre y cerré las puertas quedando frente a un gran patio, al fondo había una gran casa con las puertas y ventanas en un estado lamentable, parecía que nadie había vivido aquí en mil años, –¡¿Por qué me castigas así Dios?! –Dije en voz alta mirando al cielo.
Wanton apareció a mi lado –Bueno mi linda princesa vamos a exorcizar este lugar. –Dijo con una graciosa mueca. Si hiciera eso, él sería el primero en desaparecer de aquí.
En el interior de la casa todo tenía telarañas y mucho polvo, recogí las mangas y la falda de mi vestido de novia y junto con Wanton limpiamos y ordenamos todo, estábamos exhaustos y hambrientos cuando escuchamos un ruido y las velas que habían encendidas se apagaron con una fuerte ráfaga de viento.
–¡Lárguense intrusos si no quieren morir! –Una voz espectral salió del fondo de la casa y un remolino verde con franjas negras apareció, lo curioso es que no sentía un aura malvada, todo lo contrario, era evidente que no se trataba de un ser maligno, solo de algún espíritu asustado.
–Tranquilo, no te lastimaremos, fui enviada por el príncipe Zhang para ocupar esta casa –Hice un conjuro con mis manos para revelar su verdadera forma. Y allí estaba, era de la misma naturaleza de Wanton, le sonreí –Sé que no tienes malas intenciones, podemos convivir aquí, no busco sacarte de este lugar. –El espíritu se acercó a mí.
–¿Puedes verme? – Dijo sorprendido y se acercó a mí.
–Soy Liu Wei, no vine a hacerte daño. – me miraba con mucha curiosidad.
–Lo siento, muchas veces han intentado exorcizarme. mi nombre es Wasabi –Dijo amablemente, es algo sorprendente, de por sí, estos seres son muy desconfiados, Wanton siempre estuvo conmigo, mi maestro nunca me dijo como llego a él.
–Un placer Wasabi. – Mire a Wanton quien se presentó ante ella.
En la tarde estaba muriendo de hambre, deseaba un plato de arroz, no importaba que no tuviera acompañamiento, me comería lo que fuera, Wasabi se acercó a mí.
–Se dónde está la cocina, yo lo soluciono. –Salió de la habitación y poco tiempo después regresó con una servilleta de tela colgando en su boca a modo de bolsa y la puso sobre la mesa, había traído, Dim Sum, uvas y un poco de vino, quería llorar de felicidad, pero el Grrr de mi estomago lo hizo primero, agradecí y comí.
Quería salir a ver el palacio, pero era peligroso merodear por los alrededores, el príncipe me había encerrado en esta ala, con lo enfadado que terminó ayer, es obvio que la idea no le agradará.
Esperé a que callera la noche para poder camuflarme en la oscuridad. Cambie mi vestido de boda por un traje negro y Sali junto a Wanton. A esta hora todo el mundo debe estar dormido. Al llegar a el techo más alto de todo el palacio, pude apreciar lo hermosa que se veía toda la ciudad desde allí, giré para hablarle a Wanton, pero no estaba por ningún lado, creí que estaba siguiéndome, es un holgazán.
–¡¿Qué haces en mi palacio?! ¡¿Quién te envió?! –Una voz masculina, algo familiar, llamó mi atención. Frente a mí, había un joven hombre de cabello largo y tan negro, que se perdía en medio de esta oscuridad, su rostro era hermoso, sus facciones tan marcadas y perfectas, llevaba una bata de dormir, y a un costado un colgante de jade que me permitió descubrir la identidad de este precioso hombre. Era Zhang Kou, el príncipe heredero, mi esposo.
Corrió hacia mí para intentar sostenerme, pero lo evadí, lancé un par de golpes para poder distraerlo, pero respondió y logro darme un puño en la mejilla, aunque no pude reducir del todo la fuerza del impacto en mi rostro y terminé en el suelo. “¡Maldición! Tendré que ponerme mucho maquillaje para disimular esto. Me pregunto dónde está Wanton cuando lo necesito”. Tenía que crear una distracción para poder escapar de este lugar.
–Para ser un soldado tienes una armadura muy poco convencional. –Le dije y frunció el ceño enfadado, trató de cerrar su bata y vi mi ventana de escape. Me puse de pie y corrí lo más rápido que pude, logrando perderlo entre algunos árboles. Llegue a al patio de mi ala y corrí a cambiarme, estaba asustada, no sé si logre deshacerme de Zhang Kou, pero al ver que pasaba el tiempo y nadie venia por mí, pude relajarme y me tiré en la cama. Es increíble la forma en que conocí a mi esposo, “mi guapo y sexy esposo”.
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Bienvenidos a todos los nuevos lectores, gracias por darle un voto de confianza a mi historia, espero que les guste mucho.
quiero aclarar algo, porque van a notar algunos cambios durante el resto de la lectura. esta novela se encuentra en EDICIÓN, estoy reescribiendo los capítulos, pero.. la historia es exactamente la misma, lo que pasa es que esta es la primer novela que escribí y tiene muchos errores de redacción, espero no les cause mayor molestia y que puedan disfrutar esta historia que con tanto amor y dedicación escribí. ❤
Por estar pensando en El príncipe olvidé a mi traidor amigo, ¿Cómo pudo dejarme sola en ese momento? Se supone que debía estar cubriéndome la espalda.
–Wasabi ¿dónde estás? – La llamo.
–Princesa, ¿tan rápido regresó de su paseo?
–tuve un gran percance, me encontré con el príncipe en medio de un tejado.
–¿El príncipe Zhang Kou?
–Si, me tomó por sorpresa, pero no se dio cuenta que era yo y estoy segura que ni sabe tampoco que era mujer. Nos enfrentamos y al parecer el cobarde de Wanton huyo, se supone que me cuidaría la espalda. – Un fuerte estruendo sonó tras nosotras, al girar vimos la ventana abriéndose y al traidor entrando.
–Que oportuno momento Wanton. ¡me abandonaste a mitad de camino! ¡necesité tu ayuda y tu no apareciste! ¡Traidor!
–Wei Wei, no te abandoné, algo muy extraño ocurrió mientras te seguía. Sentí que me quedaba sin fuerzas y no sé en qué momento caí inconsciente. Aun me siento muy débil. Hay algo muy extraño en este palacio, la primera vez que me pasó, fue anoche cuando entro ese príncipe a la habitación matrimonial.
Escuché algo sorprendida a Wanton, conozco de antemano sus excusas inútiles cuando no quiere hacer nada, al parecer solo quiere engañarme, desde que llegué a este lugar no he sentido nada extraño, lo único extraño fue encontrar en esta ala a Wasabi, pero las dos veces que he tenido a Zhang Kou cerca no percibo nada especial.
–Me encontré con el príncipe. – Le solté y su cara no pudo disimular la sorpresa.
–¿Te descubrió? ¿Qué dijo al verte?
–No, no me descubrió, estoy muy segura que no sabe ni que soy mujer, pensó que era un intruso en el castillo y me ataco como a un igual.
–Ya veo… Es mejor que haya pensado eso, a que te hubiera descubierto. – Dijo pensativo.
–Iré a descansar, planeo dar una vuelta por el palacio en la mañana, creo que es hora de conocer como se debe mi nuevo “hogar”. – Estaba agotada, deseaba un baño e irme a dormir. Me dirigí al baño, necesitaba relajarme para dormir tranquila y despejarme del encuentro que acabo de tener.
Sali del ala fa con los primeros rayos de sol, era un palacio hermoso. Tras caminar por lo que pareció mucho tiempo encontré un jardín que poseía un gran lago cubierto por flores de loto, y al fondo un gran árbol rodeado de hermosas flores. Me acerqué a este y vi un bonito columpio adornado por algunas flores y una enredadera que cubría las cuerdas hasta el tronco en que estaba sujetado. No pude resistirme y decidí sentarme, Wanton había venido conmigo, así que lo convencí de que empujara el columpio para mí. Amaba los columpios, y este en especial me hacía recordar al que mi maestro me construyó cuando era una niña. Lo extraño mucho, aunque solo haya pasado pocos días desde que abandone las montañas, daría lo que fuera por volver allí.
Hacia un bellísimo día, hasta ahora no había encontrado a nadie, exceptuando a los guardias y doncellas que había en todo el lugar, para mí era mejor así, no me gusta ser molestada por extraños y menos cuando tengo conversaciones con mis espíritus... la gente que no los ve piensa que le hablo al “vacío”.
Tuve el presentimiento de que alguien me estaba observando, le pedí a Wanton que detuviera el columpio y bajé de el. Miré a mi alrededor y en la entrada del jardín divisé a un joven apuesto observándome, decidí que era tiempo de irme, me incomoda este tipo de “acoso” y no quiero meterme en problemas.
–Buenas tardes bella doncella. –¿Doncella? Decidí ignorarlo y continue caminando hacia la salida.
–Que mal educada, ¿acaso no sabe quién soy? –dice el hombre con una imponencia absurda, detesto esto.
–No me interesa. – Le respondo y veo una pequeña sonrisa curvarse en sus labios.
–Tiene agallas señorita, soy el segundo Príncipe Zhang You. – El tipo me toma del antebrazo para detenerme y la poca paciencia que me quedaba se esfumó. Con la mano libre sujeto su antebrazo, lo recuesto contra mi hombro y lo tiro al suelo dándole una vuelta, dejándolo tendido en el suelo sin aire en los pulmones por el fuerte impacto.
–¡No me vuelva a tocar! – Dije y retomé mi camino rápidamente.
Continue recorriendo el palacio, había muchos jardines, al cruzar por uno de estos, pude ver una pequeña casita para tomar té y en esta había unas mujeres hablando y riendo, por lo jóvenes deben ser concubinas y es fácil confirmarlo al ver sus ropas y las doncellas que las acompañan.
Decidí dirigirme allí, es hora de conocer a las personas de este palacio, lastimosamente no puedo ocultarme toda la vida. Y quién sabe, podría resultar siendo muy divertido.
–Buen día – Saludé.
–¿y tú quién eres para hablarnos con tanta libertad? ¡Irrespetuosa! –Iba a responder su animado y cortés saludo, pero alguien se adelantó.
–La princesa Zhang Wei – Dice una voz masculina muy sexy detrás de mí. Voltee y estaba Zhang Kou parado tras de mí con la mirada serena, era un hombre muy guapo y me intimidaba demasiado. Sentí el calor en mis mejillas hacerse presente.
–Mi señor – Dicen todas inclinándose.
–Mi nombre es Liu Wei, Príncipe. –¿Como pudo cambiar mi apellido tan deliberadamente? Si, estamos casados, pero este matrimonio no se ha consumado, prácticamente no es válido.
–Acompáñeme Princesa Zhang. – Toma mi brazo para intentar llevarme con él.
–No quiero –Deshago el agarre de su mano. –Déjeme en paz, y mi nombre es Liu Wei.
Vi el asombro en la cara de las concubinas, sé que es el príncipe y que estoy siendo grosera, pero nadie va a obligarme a nada y menos alguien que me está hablando de tan mala manera.
–Eres mi esposa, la Princesa Zhang; y no te estoy preguntando si quieres venir. – Dice cerca de mi oído para que nadie más escuche, aprovecha la cercanía para tomar nuevamente mi brazo y me lleva con él.
Al llegar a su despacho, me suelta y me indica con la mano que me siente en la silla frente a él. Camina y se sienta al otro lado quedando frente a mí.
–No sé qué cree que gana con desafiarme Princesa Zhang, no crea que porque es mi esposa voy a tolerar su rebeldía hacia mí.
–¿Rebeldía? – Contesté.
– Sí, rebeldía. Se escondió de mi como una niña de 5 años debajo de la mesa en nuestra noche de bodas, que, por cierto, quedo pendiente – Me mira con una sonrisa de medio lado. –Segundo, se pasea por doquier sin mi consentimiento. Di la orden de que se quedara en el Ala Fa del palacio, eso era un castigo, no creí que tuviera que encadenarla o meterla en un calabozo. – Me sorprendían las palabras tan crueles que decía, ¿será capaz de hacerme todo eso solo por castigarme? Sentí un escalofrío en mi espalda, ¡tenía miedo! ¿Es verdad todo lo que decían de este príncipe? Suspira sonoramente sacándome de mis pensamientos, y comienza a hablar calmadamente.
– Se que estaba asustada, por eso no la forcé, ni la arrastré para sacarla de esa mesa –Estaba sorprendida por la forma suave en la que me hablaba y por entender el temor que tenía esa noche. – Pensé que probablemente tendría un poco de miedo así que preferí darle su espacio, pero Zhang Wei, eso no quiere decir que este matrimonio no se vaya a consumar. No voy a forzarla, pero tampoco voy a esperar.
– Por Favor llámeme por mi verdadero nombre, Liu Wei.
–Eres mi princesa, ese es tu verdadero nombre. –La forma tan determinada con que lo dijo me hizo sonrojarme de nuevo, preferí dejarlo pasar por alto y no discutir eso con él. Había cosas más importantes por las que preocuparme.
–No lo discutiré mas Príncipe, pero si me permite decirlo, creo que deberíamos conocernos mas para llegar a “eso” y…
–Y nada, es mi esposa y tiene que cumplir como tal. Le enviaré una doncella y tendrá que aprender a cuidar del palacio, tomará las labores de la concubina principal. Ahora se encargará de hacer que las demás cumplan las tareas correspondientes. –Paró un momento, me miró y volvió a hablar con la paciencia del principio. – No siendo más la espero esta noche en mi habitación, antes del alba. Enviaré a unas doncellas para que la preparen y lleven allí. No intente escapar Princesa Zhang, No le gustara conocerme enojado.
Trague con dificultad al oír lo que me dijo, es demasiada información en un día, ¿tengo que encargarme del palacio? ¿y tengo que servirle esta noche? Este tipo es un dictador desalmado, ni siquiera conozco el palacio por completo y me está responsabilizando del mismo. ¡Por Dios! No espero a que me diga que puedo retirarme, me levanto y salgo corriendo de ese lugar.
Tal como lo había dicho Zhang, seis doncellas se aparecieron en mi Ala, llevaban varios cofres, al entrar a la habitación, abren todo y comienzan a preparar el ya conocido baño de flores y esencias, el olor es el mismo del día de la boda, al parecer al príncipe le gusta ese aroma. Al terminar el largo baño, una de las doncellas llevaba consigo un hermoso vestido rosa con flores finamente bordadas, era precioso, nunca había visto un vestido como este. Todas las doncellas iban de un lado a otro arreglándome, unas me peinaban, otras me maquillaban y otras se aseguraban de que el vestido estuviera perfectamente puesto.
Mei abre las puertas de la habitación y me sorprende mucho verla aquí, creí que ella era una doncella del palacio Liu, pensé que después de acompañarme hasta este palacio el día de la boda, la regresarían con mi padre.
–Mi señora. – Dice con una reverencia al estar frente a mí.
–Creí que ya habíamos superado lo de “mi señora”
–Perdóneme. –Dice tímidamente.
–No te preocupes. No sabía que estabas aquí.
–El príncipe Zhang me prohibió acercarme a usted hasta nueva orden, ya que la había castigado.
–Entiendo.
–Ahora estaré siempre a su lado para servirle. – Le sonrío. –También vengo a decirle que el príncipe ya la está esperando.
–Entonces vamos.
Salimos del Ala Fa y al llegar al ala Zhang donde vive el príncipe abren la puerta, Mei me dice que estará afuera por si necesito algo, asiento y entro en la habitación. Zhang Kou está sentado en su escritorio mirando unos pergaminos, levanta la mirada y sonríe de lado, me tenso toda al ver cómo me recorre con la mirada, se pone de pie y se acerca a mí.
–Es usted una mujer muy bella princesa Zhang. – Dice esas palabras tomándome suavemente de la cintura con una mano y levantándome la barbilla con la otra acercándose lentamente hacia mí, nuestros alientos se mezclan y me mira a los ojos con una intensidad que me ruboriza.
–Gracias Mi Señor – Digo esto presionando su pecho con mis manos para alejarlo mientras volteo la cara, pone una cara divertida, sé que esta noche va a ser muy larga.
–Tengo mucho trabajo pendiente. Le pedí que viniera para que me ayude con la tinta y me haga compañía, siéntese ahí y no me moleste hasta que yo la necesite. – ¿Pero que carajos? Hizo que me arreglara tanto para sentarme aquí a hacer nada. Solo mirarlo como trabaja…
…Mucho tiempo después, estaba muriéndome de sueño y el seguía escribiendo, de vez en cuando me llamaba para preparar la tinta, al final me quede profundamente dormida en la incómoda silla que estaba.
Zhang Kou
Levanto la mirada para ver a la testaruda princesa y encuentro que esta profundamente dormida, llevaba un buen rato quieta, ya se me hacía raro. Me acerqué a ella, la tomé en brazos y la conduje a la cama. Cubrí su cuerpo con una manta y me quedé mirándola un momento, es una mujer muy hermosa, pero con un carácter difícil, sé que me voy a divertir mucho con esta situación. Intento alejarme de ella, pero me toma del brazo con fuerza haciendo que caiga a su lado en la cama. La miro sorprendido e inmediatamente me percato que continúa dormida, que mujer tan rara. Era muy tarde ya, estaba realmente agotado, así que me acomodé y me quedé dormido a su lado.
Despierto por el resplandor del sol que se filtra a través de la ventana, esta habitación es muy extraña, me giro y veo a Zhang Kou dormido a mi lado.
- ¡Ahhh! ¡Que haces en mi cama pervertidoo! - Grito empujando al príncipe Zhang al suelo.
- ¡Oye! ¿Estas loca? - Dice levantándose del suelo sobando su trasero.
Me levanto rápido de la cama, "me quede dormida en la silla, pero ¿como termine en la cama? seguro ese pervertido me hizo algo" pense a punto de llorar.
- Duermes como un cerdo, te quedaste profundamente dormida en la silla, ¿QUIEN DIABLOS SE DUERME EN UNA SILLA? Te acosté en la cama para que no amanecieras con dolor en el cuerpo y fuiste TU quien me arrastro a TU lado en la cama, así que deja de poner esa cara que no te toque un pelo, no te deseo ni un poco, para eso tengo a mi disposición mujeres más hermosas.
PAFFF!!
le di una fuerte cachetada, como puede este maldito hombre humillarme de esa forma, restregandome a esas zorras, Zhang me mira sorprendido.
Este maldito imbécil me está diciendo que no soy deseable para él, que prefiere una vulgar concubina que a mi que soy su esposa. ¿Pero en qué piensas Wei Wei?, esta es tu oportunidad de alejarte de esta bestia inhumana.
- ¡Entonces divorciémonos! Déjame en paz y quédate con tus concubinas.
Zhang Kou me toma del brazo y me atrae hacia él, toma mi cabeza enredando sus dedos en mi cabello y une sus labios con los mios en un feroz y forzado beso. No puedo moverme, estoy tan sorprendida y asustada que solo lo dejo ser, no resisto tanta humillación y mis lágrimas se escapan de mis ojos sin que pueda contenerlas; Zhang detiene el beso y me mira confundido, aproveche la situación, lo empujó con fuerza y salgo corriendo de allí.
Llego al Ala Fa y corro a mi habitación, me tiro sobre mi cama haciendo un rollito de mi, abrazo fuertemente una almohada y dejo escapar todo este sentimiento de frustración en mi llanto, me siento muy confundida, aun puedo sentir el calor de sus labios sobre los míos y el aroma de su cuerpo. ¿Que me pasa? ¿porque me siento así? él es un estúpido, no puedo estar sintiendo algo por él, no... esto es solo porque es mi primer beso, solo estoy confundida. Sí.. eso debe ser; trato de poner mis ideas en orden logrando tranquilizarme, Wanton y Wasabi entran en la habitación.
- ¿Qué te pasa mi bella princesa? - Dice Wanton.
- ¿Quien te hizo daño? ¡Lo voy a atormentar hasta que muera de miedo! - Dice Wasabi.
- No es nada, solo estoy un poco conmocionada. Quiero descansar, ¿pueden dejarme sola?
Ambos se miraron y salieron sin decir nada más, de repente se sintieron mal y cayeron inconscientes al suelo.
- Señor Zhang, la Señora Zhang dijo que quería descansar porque se siente agotada, por el traslado de una ciudad a otra en el matrimonio y sus funciones de esposa - Dice Mei sonrojándose por lo último que dijo.
- Ella puede negarse a ver a todos, excepto a mí, soy su esposo y tengo derecho a verla cuando quiera. - Dice apartándola y entrando al Ala Fa.
- ¡Liu Wei! ¡SAL DE INMEDIATO! - Grita Zhang Kou detrás de la puerta.
- ¡Lárgate! Te dije que me dejes en paz.
- No lo hare, necesito discutir contigo los asuntos del manejo del palacio, no vas a huir de tus responsabilidades ¡mujer Vaga!. - Dice el príncipe mientras entra a la habitación.
- Quiero tener el día libre, no quiero verte, mañana comenzare a hacerlo, por favor, déjame en paz.
El príncipe mira el rollito que estoy echa en cama y dice resignado - Está bien, mañana con el primer rayo de sol quiero que estés frente a mi habitación para comenzar a explicarte las labores y enseñarte como hacerte cargo del palacio señora Zhang. No quiero excusas o malcriadeces. Enviare al médico de la familia para que te revise. - Zhang Kou sale de la habitación y le dice a la doncella Mei que lo mantenga informado y me cuide.
A la mañana siguiente salgo con el primer rayo de sol hacia la habitación del príncipe Zhang, llevo un hermoso vestido azul con un prendedor a juego en mi cabello.
- Buen día Príncipe Zhang Kou.
- Buen día Mi Señora Zhang. - Maldito pervertido, digo en mis adentros, mientras el príncipe sonríe discretamente al ver mi reacción, solo se burla de mi.
- Haremos un recorrido por el palacio y te explicare lo que tienes que hacer para mantener el orden. Recuerda, tu eres mi esposa, eso te hace ser la segunda persona con autoridad total después de mi.
Esto va a ser muy difícil dado el temperamento de esas concubinas que vi ayer en el estanque.
Horas después, ya había instruido la hora de la cena, el príncipe y yo cenaríamos en privado en su habitación, me dirijo al jardín con el hermoso estanque para conocer un poco a esas horribles mujeres.
Me acerco a la mesa donde se encuentran reunidas las concubinas, las doncellas me saludan inclinándose y llamándome "Mi Señora" mientras las descaradas concubinas me mira con aire de superioridad, he de reconocer que son cuatro bellas mujeres pero sé que son un poco mayores que yo, una de ellas es la que destaca más, es una mujer de cabello cobrizo ondulado, de ojos marrón y piel pálida, lleva un vestido rosa a juego con el prendedor de cabello y el collar, su vestido tiene un escote pronunciado, Menuda Zorra sin vergüenza.
- Tienen problemas con sus espaldas por la vejez o tienen problema de memoria para recordarme.
- ¡Oh! Pero si es la "Princesa Lui Wei" -dice la de vestido rosa con sarcasmo.
- Soy la señora Zhang. -le recalco para que recuerde su baja posición ante mí.
- Soy Ling, la concubina favorita de "Mi Señor" -lo dice resaltando "Mi Señor" yo sonrió de medio lado.
- Un gusto Ling, gracias por cuidar del palacio y satisfacer con tus trucos de puta barata a Mi Esposo, pero creo que ya no vas a ser necesaria, quien preferiría a una Zorra por encima de una mujer pura como yo, que soy una princesa y SU esposa. - Lo digo mirándola por encima de mi hombro mientras me doy la vuelta para seguir mi camino.
- ¡Maldita zorra! - Me toma del brazo para darme la vuelta y alza una mano para ¿bofetearme? Pero otra mano la detiene en el camino.
- ¿QUE DIABLOS INTENTABAS HACERLE A MI ESPOSA MUJER ESTUPIDA?- Dice gritando Zhang Kou Yo estoy paralizada detrás de la espalda de mi esposo.
- ¡GUARDIAS! ¡DENLE 40 PALAZOS A ESTA IRRESPETUOSA! - Ling lo mira y se tira al suelo a rogarle.
- Mi señor perdóneme me equivoqué, me deje cegar por los celos, yo se que soy una mujer insignificante al lado de la princesa, por favor perdóneme, 40 palazos me mataran, soy una mujer muy frágil.
Zhang Kou la mira con desprecio y se dirige a los guardias, - Si aún sigue con vida después del castigo enciérrenla en el calabozo hasta nueva orden.
Zhang Kou me toma del brazo y me arrastra por todo el palacio hasta llegar a mi habitación me para en frente de él, yo estoy como si mi alma estuviera fuera de mi cuerpo, no respondo, no razono, estoy en shock, inesperadamente siento unos brazos rodearme y me pegan a él, me abraza con fuerza pero a la vez con una ternura que yo no entiendo, siento un beso en la frente y dice. - No permitiré que nadie te haga daño. - Me aprieta más a él.
En ese momento reacciono y forcejeo revolcándome en sus brazos para que me suelte.
- ¿Qué te pasa? Te dije que me dejes tranquila, no quiero nada de ti, ni tu ayuda, ni tú, ni tu... Ni tu estooooo!! Esto que acabas de hacer, no lo repitas, ¡LARGATE, LARGATE DE MI HABITACION! - Comencé a gritar y a llorar mientras lo empujaba afuera, cerré las puertas y me deslice en ellas sentándome en el suelo llorando, esto es malo, esto es muy malo, me enamore de Zhang Kou. Esto no puede pasar, tengo que correr de aquí, me tengo que ir.
Me levante y abrí mi valija y tire mis pertenencias, no sentía la presencia de Wanton ni de Wasabi. Bueno, ellos pueden alcanzarme.
Mientras recorría el palacio con el príncipe, me fije en cada lugar y falla en la seguridad para poder escapar cuando fuera el tiempo, no pensé que fuera tan rápido, volveré a casa de mi padre y tratare que me devuelva a las montañas con mi tía y mi prima, me desapareceré del príncipe, no puedo verlo más. No puedo amarlo.
Llegada la noche me escabullí en el momento en que la Luna estaba más alta, a esa hora todos deberían dormir y los puestos de guardias serian menos vigilados. Wanton y Wasabi habían aparecido, me ayudarían a distraer a los guardias moviendo cosas o asustándolos para escapar...
... Una vez fuera del palacio corrí hacia un puesto de carrosas y alquile una, llegue a casa de mi padre Liu Cheng antes del amanecer. Espere en la entrada de la servidumbre y me escabullí vestida de doncella, si alguien me ve, me reconocería, debo pasar discretamente.
En casa de mi padre se estaba preparando un festín, recibirían al futuro yerno de la familia Liu, el prometido de mi hermana menor, quien llegaría esa misma mañana a tomar el almuerzo.
Trabaje en la cocina y nos formaron para entregar la comida, justo entrando en el salón de festejos, la doncella que iba adelante de mi se tropezó con el vestido y tiro la comida enfrente de mi padre, este se levantó furioso y grito.
- ¡20 azotes para esta inepta! - Me interpuse y le dije - Mi señor, fue un accidente, pido clemencia en nombre de mi compañera, muestre su bondad y benevolencia frente a nuestro importante invitado - En ese momento mi padre me reconoció pero lo que dijo me dejo helada.
-40 azotes para cada una de estas irrespetuosas criadas...
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