La estación del metro es la hora pico pero pocas personas están en la estación, las calles casi desiertas.
El temor se huele en las calles, hay una alarma entre la población, las autoridades lo niegan pero la prensa a dado a conocer la existencia de un asesino serial que no tiene distinción víctimas.
La policía Federal descarta su existencia pero sin duda algo malo pasa en la ciudad. Se han encontrado hombres, mujeres y niños muertos, otros desaparecidos.
Al principio se creía que atacaba solo a la población vulnerable, indigentes, prostitutas, niños de la calle.
Pero actualmente se ha encontrado su sello personal en una serie de residencial de alta gama, en diferentes puntos de la ciudad.
Matthew es un joven chico de 24 años, tiene apenas medio año de casado con Mary, esta noche han discutido, pues Mary es sumamente celosa.
Zoe y Matthew fueron a comer juntos, cuando Mary lo descubrió le molestó tanto que espero a Matthew con su maleta echa.
Le había pedido varias veces que dejara de hablar con Zoe, pero él no lo hizo.
Considera a Zoe como su hermana, como puede romper los lazos familiares por los celos de su esposa.
Hay un lugar para cada persona y el lugar de Zoe en el corazón de Matthew es de su hermana y Zoe siente lo mismo.
Sin embargo,Zoe no sabía de los celos de Mary, cuando se han encontrado Mary se comporta seria pero nunca le ha hecho algún comentario molesto o hiriente. Por otro lado Matthew nunca le ha mencionado a Zoe que Mary se siente celosa de ella.
Todo comenzó una noche después de casarse cuando Matthew tuvo un sueño húmedo, pero siempre que él tenía ese tipo de sueños, Zoe lo despertaba de un almohadazo, ellos viven juntos desde que los padres de Zoe murieron en un accidente automovilístico y los padres de Matthew la adoptaron, pero en la crisis económica del 2005, ellos perdieron su casa y se tuvieron que cambiarse a un pequeño departamento.
Es así como Zoe se enteraba de las bajas pasiones de su hermano.
Ese día en especial, Matthew estaba en su sueño erótico, cuando sintió el golpe con la almohada, entre susurros dijo el nombre de Zoe, lo que hizo pensar a Mary que el sueño erótico se debía a Zoe y no que fue reacción al golpe.
Desde ese día Mary se molesta cada que los dos hermanos salen juntos, se llaman por teléfono o se mandan mensaje.
Ella siempre está pensando que ese par de hermanos sin lazos sanguíneos tienen una relación fuera de lo normal.
Matthew tomo su maleta y se fue a un hotel cercano, de paso a ese lugar compro un par de botellas de tequila, sentía triste por no tener la confianza de su esposa, también por tener que mantener casi en secreto su afecto por su hermana como si fuera algo malo.
Al siguiente día cuando regreso a su casa aún sentía los estragos del exceso del alcohol, supuso que Mary había salido a trabajar así que fue directo al baño a darse una ducha, se cambió de ropa y salió a su propio trabajo.
No sé percató del cuerpo tirado a un lado de la cama.
Cuando Matthew estaba en su trabajo unos oficiales de policía fueron a buscarlo, sin dar explicaciones le leyeron sus derechos y lo llevaron a la comisaría.
Matthew no entendía nada, pero no lo dejaron hacer ninguna llamada, el gritaba desde su celda que lo dejarán llamar a su casa, avisarle a su esposa, a sus padres a alguien pero los policías solo lo miraban sin darle respuesta a sus reclamos y peticiones.
Después de varias horas de estar en la celda y con la garganta casi afónica por gritar unos detectives lo sacaron de la celda.
Al principio se alegro, pensó que todo ya estaba solucionado pero cuando lo llevaron a una pequeña sala con solo una mesa y un par de sillas se comenzó a preocupar más.
Los agentes se miraban y lo miraban con cara de enojo.
Por fin uno de ellos abrió la boca, sin antes haber dado un fuerte golpe en la mesa de metal.
-¿Por qué lo hiciste?
-¿Hacer qué? - pregunto Matthew con incertidumbre.
-No te hagas el tonto.
- No entiendo de qué hablan, no he hecho nada.
El otro detective hablo -No te hagas el tonto, sabes a qué nos referimos.
-No, no sé nada, no sé que hago aquí,no se por que me trajeron, exijo que me digan cuáles son los cargos, que delito cometí.
-Te haces el estúpido.
Uno de los agentes arrojo un folder a la mesa.
Matthew lo abrió y vio fotos de su esposa.
-¡¿Qué?!, ¿Dónde está Mary?, ¿Qué le pasó?- pregunto con desesperación
-No te hagas el idiota, esas fotos se tomaron después de que tú saliste de su departamento.
-Pero ella no estaba en la casa cuando yo salí.
-No, entonces ¿por qué es tu alfombra?, mira bien, es tu recámara.
Matthew escudriñó las fotos, era cierto era su recámara, pero cuando el fue a su casa no vio a Mary.
-Yo...yo no le haría daño a Mary, yo la amo.
-La amas tanto que no querías que se fuera y la mataste
-¡¿Qué?!, Mary esta muerta, ¡No!, ¡No puede ser!, ustedes me están mintiendo, ¿por qué hacen esto?, ¿es una broma? es una broma ¿verdad? -en ese punto Matthew ya no sabía si lo que le pasaba era realidad o ficción - Jajaja, es una broma, ¿cierto?...¡cierto!...
Los detectives lo vieron muy alterado y solo lo miraban con ojos de desprecio.
-Tu actuación es muy buena, si no fuera por qué tenemos pruebas en tu contra pensaríamos que dices la verdad.
-Ella no puede morir...ella no debe morir...-Matthew lloraba desesperado, era como si hubiera perdido la razón, ya no escuchaba a los dos agentes que estaban con él- ella está viva, ella está trabajando, es una mala broma por qué está molesta conmigo...¿cierto?.
Los detectives lo dejaron en la sala y salieron por un momento, después de un rato cuando Matthew de había calmado un poco regresaron de nuevo.
Matthew estaba llorando desesperado en la sala de interrogatorios, no entendía nada, su mente daba vueltas, como era posible que Mary muriera, él la dejo bien, él la amaba tanto, ¿cómo puede estar muerta?.
Zoe estaba en su departamento jugando sus videojuegos, le encantan, casi todo su salario lo gasta en mejoras a su consola y nuevos videojuegos.
Los videojuegos violentos son sus favoritos, siente que puede sacar todo su enojo y frustración.
Cómo hoy que mientras hacía su ronda por su área designada le llamaron por una pelea doméstica.
Ella y su compañero llegaron a atender la llamada de auxilio, pero en cuanto llegaron la persona que había hecho la llamada salió a decirles que todo estaba bien, a Zoe le dio mucho enojo pues el llanto de los niños se escuchaba al interior de la casa destartalada, la mujer estaba golpeada y con signos evidentes de violencia.
Ella y su compañero ignoraron el comentario de la mujer y llamaron a la ambulancia para que la atendiera, pero tenían que entrar a la vivienda a ver el estado de los niños que lloraban y gritaban.
El hombre que había golpeado a la mujer era su esposo, padre de los niños.
Zoe y Ron, su compañero, apresaron al hombre que tenía sangre en los puños y estaban demasiado hinchados, pero no era su sangre era de una joven adolescente que yacia en el piso frío bañada en sangre.
Le colocaron las esposas y los subieron a la patrulla, no tardó en llegar la ambulancia, atendieron primero a la adolescente que había sido golpeada por su padre.
La razón de acuerdo a la versión de los niños era que su hermana mayor trabaja para llevar comida y ayudar a su madre con los gastos pero cada que llega su padre borracho les quita el poco dinero que tienen.
En esta ocasión la adolescente se rehuso a dar el dinero a su padre ebrio, el resultado fue que se abalanzó a golpear a la niña.
Pero su madre se niega a dejar a ese hombre, después de las golpizas y los malos tratos. el pide perdón una y otra vez, y una y otra vez ella lo perdona.
Cuando subieron a la patrulla al hombre su esposa corrió a agredir a Ron, lo golpeó en la cara, exigía que liberarán a su esposo, argumentaba que no había hecho nada malo, que un padre tiene derecho a castigar a sus hijos.
Ella dejo a sus hijos, tomo un taxi y siguió a su esposo, olvidando lo mal herida que estaba su hija adolescente de apenas 12 o 13 años, era difícil de decir su edad pues por la desnutrición aparentaba 9 años, pero el niño que trato de intervenir por su hermana dijo tener 9 años
Sin duda todos los niños padecían desnutrición, violencia y descuido, pero su madre en lugar de protegerlos a ellos a esos pequeños, prefería ignorar su sufrimiento y hambre.
Esto a Zoe le molestaba muchísimo, apenas tiene unos meses como oficial de policía y esos casos de violencia intrafamiliar siempre la hacen sentir enferma y sumamente enfadada.
Después de llegar a la comisaría se enteró de que la niña había muerto al llegar al hospital, esto la entristecía demasiado.
Su único desahogo era asesinar delincuentes en sus videojuegos, una y otra vez eso la hacía sentir mejor.
Ella estaba muy entretenida cuando sonó el teléfono, la primera vez lo ignoro, pero siguió sonando.
Contestó un poco molesta.
-Diga
-H-hola...soy Matthew.
-Oye imbécil, por tu culpa he perdido está ronda. ¿Qué quieres?, habla rápido.
Se escuchó el llanto de Matthew del otro lado del auricular.
-¿Estas bien?, ¿te ha pasado algo? ¡Dime!, ¡habla por Dios!.
- E-estoy en la comisaria.
-¿Estas bien?, ¿qué te paso? - Zoe pregunto de forma urgente, sus nervios estaban cada vez peor, su hermano no hablaba con claridad y esto a ella la hacía sentir sumamente ansiosa.
- Mary esta muerta.
-¿Qué?, ¿cómo pasó?, ¿fue un accidente?
-No, no, creen que yo la asesine - la voz de Matthew se rompió -te juro que no le hice nada, ¡debes creerme!
-Te creo, ¿ya tienes abogado?, si aún no lo tienes buscaré uno, ya es tarde nadie atenderá las llamadas, solo no digas nada, no importa cuánto te interroguen o te obliguen a hablar, ¡tú no digas nada!, salgo para allá.
Del otro lado se escuchaban sollozos, Zoe se sienta tan triste al escuchar así a su hermano, ella solo lo había visto así cuando murió su madre, él es un hombre fuerte, bromista, divertido.
Escucharlo en ese estado tan lamentable le rompía el corazón a Zoe, busco a uno de sus compañeros de la academía, sabía que su hermano mayor era abogado, le pidió su contacto y le llamo de camino a la comisaría.
Cuando llegó Matthew ya tenía varias horas en la sala de interrogatorios, su semblante daba miedo, parecía tan pálido como una hoja de papel y sus ojos tan hinchados.
Cuando Zoe llegó no le permitieron entrar, así que tuvo que esperar a su abogado, cuando él por fin llegó los dejaron entrar a verlo.
Matthew estaba sentado con las manos sobre la mesa y recargando su cabeza sobre ellos.
Zoe le hablo -Mat, Mat, ya estoy aquí.
-¡Zoe!...-Matthew levantó el rostro y Zoe dio un pasó atrás al verlo tan mal.
-¿Qué te paso?, ¿te hicieron algo?
-No, no me hicieron nada, estoy bien, no te preocupes hermana, solo...-Matthew se quedó sin voz, estaba a punto de quebrarse, pero guardó silencio un momento para recomponerse - solo quiero saber que le pasó a Mary.
-No te preocupes hermano, yo misma investigaré si es necesario, no te preocupes, pronto solucionaremos esto.
-Hermana, Zoe...yo salí del departamento...yo...yo...la dejé sola...si...si no la hubiera dejado sola tal vez aún estaría viva. Zoe yo la maté, debí estar con ella.
-No digas eso, nunca digas eso...Si te escuchan los detectives dirán que eso es una confesión y harán más difícil tu salida.
-Pero hermana...yo lo he dicho varias veces ya.
-Eres un idiota - Zoe daba vueltas por toda la sala, con las manos en los ojos.
-¿Qué más has dicho? - pregunto el abogado.
-No lo sé, desde que llegué aquí no sé realmente que he dicho, tengo horas aquí encerrado, no he podido dormir me siento tan agotado -Matthew tenía la voz ronca.
Zoe llamo a un policía y pregunto cuánto tiempo tenía en ese lugar.
-No lo sé, cuando comenzó mi turno ayer por la noche ya estaba aquí.
-¿Qué?, ¿por qué apenas le permitieron hacer una llamada a su familia?, ¿le han dado algo de comer?
El oficial puso cara de fastidio y contesto
- No lo sé, creo que no vino hoy el chef Michelin.
- Maldito estúpido, también soy policía, ¿cree que esa es forma de hablar a otra persona?
- No me importa quién seas, el detective Blair dijo que no se le diera nada. Son órdenes, yo no tengo nada que ver con eso.
Él le cubrió los ojos con su corbata, ella dio pasos inseguros pero él la tomo de la mano eso le dio seguridad debajo de sus pies comenzó a sentir la suave alfombra de pelo largo, de la cual no se había percatado de su tacto con los pies descalzos.
Dio pequeños pasos, después él se detuvo ella se detuvo también, el la arrojó contra la cama donde ella cayó.
Él le comenzó a acariciar los pies, le beso cada uno de sus dedos, sus largos y fríos dedos recorrían su piel como pequeñas arañas que la recorrían toda.
Ella sintió un sutil temblor en su piel que le recorrió todo el cuerpo.
Dio una profunda inhalación, la lengua de él comenzó a jugar en sus piernas, sus suaves labios recorrían su carne, mientras sus dedos hábiles le quitan la ropa.
Ella se estremecía, no sabía que más pasaría, tenía tanto tiempo sin ser tocada, que ahora se sentía sumamente nerviosa, pero con cada toque de sus dedos, con cada beso y caricia ella sintió una tensión diferente a la del nerviosismo.
Sentía el deseo incrontrolable de calmar las ansias de su cuerpo.
Su cuerpo se estremecía y su piel se erizaba, su respiración era rápida.
Él continuo exitandola hasta que ella no pudo más.
-¡Tómame!
-¿Estas segura?
-Sí, si...lo estoy.
Él la beso en los labios, después tomo su cuerpo y cuando ella había desahogado sus deseos, el coloco sus manos sobre su cuello y lo apretó muy fuerte.
Ella lucho, pateaba y rasguñaba, pero su fuerza no fue suficiente, después de unos cuantos minutos tal vez 5 o 10 realmente él no toma el tiempo cuánto hace eso, la chica dejo de respirar, él había roto el hueso hioides, ella comenzó a ponerse pálida, todo su cuerpo era ahora una masa inherte.
-Bueno, yo pregunté si querías ser tomada y te he tomado -Dijo él y coloco a la chica en una posición como si estuviera durmiendo.
Salió del pequeño departamento donde ella vivía, un pequeño niño dormía tranquilo en su habitación.
El niño apenas tenía dos o tres años de edad, el no sería un buen testigo así que no era necesario lastimarlo.
Puso la carta distintiva de cada uno de sus clientes y salió, sin antes revisar que no dejaba huellas de su presencia en el lugar.
Cuando ya se había alejado lo suficiente del lugar, entro a un bar, acechaba a su siguiente víctima.
Paso cerca de unos chicos y le robo el móvil a uno de ellos.
Llamo al número de emergencia y dio la dirección de su víctima.
Cuando la policía llegó el bebé lloraba en su cuna, entraron rompiendo la cerradura.
Buscaron en el departamento, no estaban más personas que madre e hijo, ella parecía dormida, en su cama, con el pijama puesto, acomodada de lado en la esquina derecha.
El bebé seguía llorando, junto con la patrulla llegó la ambulancia.
Pues solo se reportaron gritos y golpes, así que la situación parecía ser violencia doméstica, pero cuando paramédicos y policías entraron no había signos de lucha en el lugar.
Todo parecía estar en perfectas condiciones a excepción del llanto del bebé.
El primer oficial que entró pensó que la mujer estaba durmiendo, que había tomado algún tipo de medicamento para dormir profundamente.
Se acercó a la cama, movió a la mujer por el hombro, y no había ninguna respuesta, después quitó la manta sobre ella y fue hasta ese momento que vio que su cuerpo estaba completamente relajado, aún no entraba en rigor, todavía se sentía tibia, pero su cuello tenía marcas que se habían enrojecido, pero la sangre había dejado de circular y se había estancado un poco, solo en una parte del cuello eran notables las marcas.
El oficial coloco sus dedos en el cuello para sentir su pulso, ella ya había dejado de respirar.
Estaba muerta...
Un paramédico levantó al bebé de su cuna, el pobre niño seguía llorando.
Los policías se llevaron al niño mientras llamaban al forense para que recogiera el cuerpo.
Cuando llegaron los detectives notaron que la escena era similar a otras. Pero tienen que dar solución rápidamente, en los últimos meses han tenido demasiados asesinatos, más de los que el departamento local puede manejar.
Sin duda tienen que tener resultados rápido si quieren conservar su trabajo.
Dos días después una situación similar se dio en un departamento de una pareja de recién casados.
Los vecinos reportaron gritos y vieron a un hombre irse, está vez había testigos, sabían quién era el hombre.
Revisaron la escena y encontraron la misma carta de un mazo de naipes.
Sin duda este hombre era el causante de las otras muertes, si lo aprehendian rápidamente ellos no solo tendrían su trabajo asegurado, tal vez tendrían una recompensa por atrapar a un asesino en serie.
Está mujer estaba fuera de su modus operandi, está vez ella era su esposa, las otras mujeres eran mujeres madres solteras.
Donde nadie las había visto salir con algún hombre, más que con sus exparejas.
Entonces este hombre las mataba aprovechándose de que vivían solas o prácticamente solas, los niños eran muy pequeños o no se encontraban en la vivienda cuando las mujeres fueron atacadas.
Todas tenían signos de haber tenido sexo, la única chica que no presentaba esas señales era la mujer de nombre Mary.
Entonces los detectives pensaron que ella descubrió que su esposo dormía con otras mujeres y le reclamo, el se enfureció y la intento violar, cuando ella se resistió el la mato.
Perdió los estribos y mato a la mujer menos indicada, su propia esposa.
Los detectives tenían está teoría que no solo era la más creíble, también era la más conveniente para calmar el alboroto que habían hecho los medios de comunicación.
Aún no tenían pruebas para determinar de forma concluyente que Matthew era el asesino en serie, pero la policía tenía métodos para hacer qué las pistas lo señalen a él.
-¡¿Por qué no le han dado nada de comer y beber?!, no saben que eso es inhumano y atenta contra sus derechos.
-No lo sé, -contesto el oficial que custodia a los separos - dígale al detective Blair.
-¿Dónde encuentro a ese maldito detective?
-Esta en una rueda de prensa en este momento.
Zoe dejo que el abogado hablara con Matthew y fue en busca del detective Blair, pero lo encontró afuera de la comisaría junto con su comandante dando una rueda de prensa.
Diciendo que ya habían encontrado al asesino de varias mujeres su nombre es "Matthew Collins".
Zoe sintió como si le hubieran dado un golpe muy fuerte o le hubiera caído un balde de agua fría.
Se quedó quieta de pie a la puerta de la comisaría, escuchando las mentiras que decían de su hermano.
Una enorme ira la inundó, el problema era más grande de lo que ella creyó en un inicio.
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