Narra Mimi:

No ha pasado ni una hora desde que me tire muerta de cansancio en mi cama, estos últimos días han sido complicados entre terminar el proyecto de grado y lidiar con todo lo que ocurre en esta bendita casa, me estaba quedando dormida cuando los gritos del idiota de mi hermano interrumpieron mi tan anhelado sueño. Me puse una almohada en la cara y estaba por ignóralo cuando escucho que patean mi puerta.

Andrés Jiménez: OYE no piensas venir a servirle a tu querido hermano, Mimi mueve tu trasero a la cocina.

Miro la hora en mi celular son casi las 3 de la mañana.

Mimi: pero que demonios tienes en la cabeza, ¿acaso no sabes que hora es? Si tienes tanta hambre ve a la cocina y con tus inútiles manos puedes prepara algo, ¿o ni para eso te sirven? Sabia que esto me traerías consecuencias si mi padre llegara a escuchar nuestra discusión.

Andrés: simplemente no me da la gana -respondió soltando un suspiro, para luego agregar- sal por tu propia voluntad o ¿quieres que vaya por la llave?

Ya estoy cansada de este trato de mierda que me dan en esta casa, mi papá y mi hermano desde que tengo memoria me tratan como si solo fuera una sirvienta, son un par de machistas, no toman en cuenta nada de lo que digo o de lo que hago, para ellos solo existo cuando tienen hambre, necesitan que planche o lave su ropa, ahora entiendo porque mi madre abandono a mi padre, pero ¿ por que no me llevo con ella? Me dejo sola en esta cuna de lobos. Estoy perdida en mis pensamientos cuando siento que alguien tira de mi cabello y me arrastra.

Mimi: Pero que estás haciendo, más te vale que me sueltes.

Andrés: le advertí a la princesa, pero como siempre te gusta que te ... No termino de hablar ya que soltó un grito cuando sintió que le mordí la muñeca, me miro con tanto odio y desprecio, luego su mirada cambio por una sonrisa juguetona, esto no me da buena espina, trato de bajar corriendo por las escaleras, pero el me detiene.

Andrés: esto te va a costar, Papá, papá grita mientras un sudor frio corre por mi espalda, sin embargo, esto no me detiene para responderle.

Mimi: ay el niño de papá como no sabe defenderse va a esconderse tras la falda del papá. Me burlo de él, pero como mi vida es una mierda, la felicidad no me dura ni un minuto, papá sale de su habitación.

Papá de Mimi: diablos en toda la casa se escucha su pelea.

se dirige a mí, sus ojos no muestran ningún aprecio y con un tono de voz frio y cortante me dice.

Ni para hacerle la cena a tu hermano sirves, en esa escuela solo te enseñan a contestar, decide si quieres seguir en esa tonta escuela creo que debes empezar a obedecer a tu hermano, por ese único motivo naciste para hacer todo lo que él quiera.

Suspiro y cuento hasta 10 para tranquilizarme, soporta Mimi, soporta me digo a mi misma, necesita de su dinero para pagar todos los gastos que se avecinan por el grado, solo será 1 mes más, cuando logro controlar y reprimir toda esta rabia que siento, solo respondo.

Mimi: está bien. Me voy a la cocina con mi hermano, mientras mi padre se va a su habitación.

Mimi: oh es muy difícil abrir el microondas, poner el bendito plato, cerrarlo y poner 4 minutos para calentar la comida. Mencione irónicamente, mi hermano ya ni me prestaba atención a lo que decía, estaba entretenido jugando con su teléfono, ya había conseguido lo que quería y era joder mi tranquilidad. Puse la comida en la mesa, ni se percató. Sali de ahí antes de que me pudiera ordenar hacer algo más, llegue a mi habitación mire la hora ya eran las 4 y 30 de la mañana, quedaba menos de una hora para que mi despertado sonara.

Decide no dormir, me fui al baño llene la bañera y tome un baño de agua caliente, era lo que mas necesitaba en ese momento. Después fui hasta mi closet hoy quería vestir algo ligero, me puse un vestido de flores que llegaba hasta mis rodillas con unos tenis bancos, amarre mi cabello en una cola alta, tome mi mochila y Sali de este infierno al que llamo hogar antes de que alguien llegara a molestar y no pudiera ir a la escuela, sin duda mis horas más felices son cuando no estoy aquí.

Mientras tanto al otro lado de la ciudad…

Narra Laura:

Todo en mi vida va marchando bien, estoy muy feliz falta poco para el día de mi graduación, tengo todo lo que una chica de 16 años puede desear unos padres amorosos que siempre me dan todos mis gustos, el chico más guapo de la escuela se me declaro hace unos días y hoy por fin le daré la respuesta que tanto anhela, de lo nerviosa que estoy no he podido conciliar el sueño.

Tome una ducha rápida, camine hasta mi closet saque todas mis prendas de vestir, no podía decidir que ponerme, hoy era un día muy especial y quería verme muy bella, después de casi una hora opte por un vestido negro y una chaqueta de jeans, me aplique un maquillaje ligero y el cabello suelto.

Tome mi bolso y Sali de mi habitación. Me dispuse a ir al cuarto de mis padres a pedirle a papá que me llevara a la escuela, como tenía una cita con Héctor luego de mis clases hoy no llevaría mi auto. Estaba a punto de tocar cuando escuché que discutía con mi madre, esto era algo nuevo para mi jamás en toda mi vida los había oído pelear, sin embargo, pensé que era algo normal en una pareja, no quise interrumpir ya me iba a marchar cuando de pronto mencionaron mi nombre, yo era el motivo de la discusión.

Señora Hernández: Laura es una niña no quiero arrástrala a este mundo, jamás aceptare ese estúpido trato.

Señor Hernández: es una promesa de hace años, tampoco quiero entregarla ella es la luz de mis ojos, pero sabes que si no lo hacemos volverá el derramamiento de sangre, no quiero volver a perder a nadie - Mencionaba mi padre en su tono de voz se notaba una gran preocupación, hubo silencio por un momento para después romperse por el llanto de mi madre-.

Señora Hernández: ella no tiene que pagar por nuestros errores -sollozaba mi madre- creo que hemos pagado por nuestros pecados cuando perdimos a todos nuestros seres queridos ese maldito día.

Señor Hernández: calma mi amor no te tortures con nuestro pasado doloroso, yo soy el único culpable solo quería salir de ese mundo, pero tuve que pagar un precio muy alto por ello. – la madre de Laura tomo la mano de su esposo para darle un poco de apoyo moral y luego le dijo-

Señora Hernández: no elegimos donde nacemos y yo estuve mas que feliz cuando tomaste la decisión de dejar la mafia, sé que tu antiguo socio te hizo prometer que casaras a nuestra hija con su hijo para asegurase de que no lo delataras, ellos solo ven a nuestra niña como una garantía. lo prometiste para poder salvar mi vida y la de Laura cuando la llevaba en mi vientre.

Señor Hernández: lo siento mucho, nunca quise que eso pasara era la única forma de poder salir con vida de allí.

Señora Hernández: lo se no te reprocho nada, pero ¿Cómo le decimos todo esto a Laura?, huir no es una opción nos encontraría de inmediato, no quiero poner en peligro ni a ella ni a su hermano pequeño.

Señor Hernández: tranquila mi amor yo hablaré con ella, espero que lo entienda.

No podía creer lo que acababa de escuchar, hace solo minutos era la persona más feliz y ahora debo casarme con un completo desconocido, toda mi vida se vino abajo en cuestión de segundos, mis planes, mis sueños, Héctor ¿Qué voy a hacer con él?, De mis ojos empezaron a brotar lágrimas, mi mente apenas asimilaba lo que paso, quería que todo fuera una pesadilla, que mi madre me despertara porque se me había hecho tarde para la escuela y así salir de este horrible sueño. cuando por fin pude tranquilizarme ya estaba en el parqueado sin la menor idea de cómo llegué ahí.

Narra Mimi:

Faltaba mas de una hora para que abrieran las puertas de la escuela, tome mi teléfono celular y decidí llamar a Laura, tenia que hablar con ella debía comprobar que nuestro plan de mudarnos juntas después de la graduación seguía en pie, luego de 3 intentos ella respondió mi llamada.

Laura: Mimi ¿dónde estás?, necesito hablar contigo. – se me hizo extraño que su voz sonara quebrada, como si estuviera a punto de romper a llorar-

Mimi: Lau ¿pasa algo?,¿estás bien? - no dude en preguntar, no obtuve ninguna respuesta solo un largo silencio, el cual me confirmaba que nada está bien-

Narra Laura:

Las preguntas de Mimi me caen como un balde de agua fría, no sabía que responder, como le decía que mi promesa de ir a vivir juntas para que ella saliera del infierno de su hogar ya no la podía cumplir, por donde empezaba a contarle todo lo que había pasado. No podía seguir en silencio debía encontrar una solución rápido a todo este enredo. Dicen que los seres humanos sacan su lado oscuro en algunas situaciones, una idea paso por mi mente y por mas loca que pareciera era lo mejor para todos o al menos lo mejor para mí, sin embargo para que todo saliera de acuerdo a mi plan debía actuar con normalidad.

Laura: lo siento Mimi, se me cayeron las llaves del auto y tarde en recogerlas, si todo está de maravilla, vamos a encontrarnos cerca de la cafetería de la escuela.

Mimi: Justo estoy aquí, no tardes nuestras charlas son muy largas luego no podremos entrar a la primera clase.

Corté la llamada, me subí rápido al coche y en menos de 15 minutos estaba entrado a la cafetería, Mimi me esperaba en nuestra mesa habitual ya había hecho el pedido, me acerqué y le di un fuerte abrazo.

Mimi: no crees que es muy temprano para las muestras de cariño o estas practicando para cuando te veas con Héctor por la tarde. -me dijo con una sonrisa juguetona, me sonrojé y le di un golpe leve golpe en la frente-

Laura: hey como se te ocurre que lo voy a abrazar en nuestra primera cita –ella me miro con unos ojos acusadores, se acercó a mí y me susurro en el oído-

Mimi: vamos yo sé que quieres comértelo a besos.

No lo puedo negar Mimi me conoce mejor que nadie y Héctor despertaba en mi toda clase de emociones, pero no era el momento de hablar de esto si quería que mi relación con él se hiciera realidad debía empezar a llevar a cabo mi plan, así que muy sutilmente trate de cambiar de tema.

Laura: no te pedí vernos para hablar de mi vida sentimental, como sabes ya falta poco para que terminemos la secundaria y no hemos decido aun si vamos a seguir viviendo en esta ciudad o no iremos a otro lugar.

Narra Mimi:

Me dio un poco de tranquilidad saber que Laura aun mantendría la promesa de llevarme lejos de mi familia, mi cara de felicidad no se podía ocultar cuando menciono lo de mudarnos juntas.

Mimi: preferiría cambiar de ciudad, me temo que, si seguimos aquí mi padre y el patán de mi hermano no me dejarían en paz, quiero empezar una nueva vida lejos de ellos.

Laura: me parece perfecto, te quiero proponer algo, pero seguiremos hablando luego de la escuela.

-me señalo su reloj, ya se nos hacia tarde para ir a clase, sus palabras se repetían en mi cabeza una y otra vez, ¿a qué se refería cuando dijo que me iba a proponer algo?, me levanté de la mesa y la seguí hasta su coche, nos subimos ella encendió la radio y en menos de 10 minutos llegamos a la escuela, nos bajamos del coche y caminamos hasta el salón de clase, la hora de salida se sintió eterna, estaba muy curiosa acerca de dichoso trato y cada rato miraba el reloj deseando que marcara la hora en que todas mis dudas serian resueltas, lo que nunca imagine es que luego de escuchar a Laura mi vida daría un giro de 180 grados.