¡Hola!

Antes de empezar a leer la novela me gustaría que le echaras un vistazo a este apartado:

Actualmente está en reedición por lo que cambiarán nombres y situaciones que posiblemente has leído anteriormente.

Esta historia tiene su propio mundo, con esto quiero decir qué los países y ciudades serán nombrados con letras; ejemplo: País A, Ciudad X 

Por lo que los lugares públicos como cafeterías, restaurantes así cómo las universidades tendrán sus propios nombres "inventados" o al menos en su mayoría.

Lo segundo es que nada es lo que parece, hay momentos en los que probablemente te saques de onda con los cambios de personalidad de nuestros personales o con los pensamientos que les surgan en distintas situaciones.

Lo tercero y último es qué estará dividida en dos partes, tenemos esta titulada "Bajo la piel" y la continuación "Sólo tú" así que bueno dicho esto espero que disfrutes la lectura y que puedas participar en las distintas encuestas que estaré realizando para que  formes parte de esta historia con tus decisiones ❤️

También les comento a las nuevas lectoras que parece haber un error en algunos capítulos:

Viaje P.2

La Cena

Ebria

Regreso

No forman parte de la historia actual, así que pueden pasar de largo sin problemas.

Clarisa Vázquez una joven de veinticinco años, recién egresada de la universidad en la licenciatura de administración de empresas se encontraba ahora frente a un grave dilema, debía un mes de renta y próximamente sería desalojada de su pequeño apartamento en el centro de la ciudad, para su desgracia no podía encontrar un trabajo en el qué no fuera requerida la experiencia laboral.

Se sentía insignificante cada que entraba a una nueva empresa en busca de alguna oportunidad, lamentablemente en todas le decían lo mismo.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

— Señorita ¿Está segura que no necesita más personal?

Estaba cansada de ir preguntando de empresa en empresa, las secretarias solo me veían de arriba a abajo y esta no era la excepción, después de dos horas de caminar buscando un empleo esta era la ultima opción "aceptable" que tenía.

— Lo lamento mucho — Contestó la rubia fingiendo un tono amable — pero por el momento sólo buscamos personal capacitado.

Mordí mi labio inferior, tomé el folder con los papeles que brindaban información sobre mí y mis estudios y salí con la ilusión rota nuevamente.

Me recargué en una de las paredes de la entrada de aquel lugar y suspiré.

En ese momento no tenía más ideas, estaba desesperada y hasta cierto punto odiaba qué la tarea de conseguir trabajo en ese país fuera tan complicada ¿Cómo iba a conseguir experiencia laboral si nadie me contrataba?

Por mi mente pasaron otros mil empleos pero seguramente ninguno cubriría mis necesidades económicas y no porque gastara demasiado, en realidad se debía a mi apartamento, el único que fui capaz de conseguir y el cual se encontraba en el centro, donde todo era más caro.

— ¿Clarisa?

Levanté la cabeza y vi a una joven pelirroja que se acercaba con una sonrisa en el rostro.

— ¡Lena! — Saludé con alegría al ver de quien se trataba y corrí hacia dónde se encontraba.

Tenía un par de meses sin verla, cuando salimos de la universidad decidió viajar, según ella quería aprovechar que aún no tenía alguna obligación.

— ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Ya estás trabajando? — Cuestionó y no supe que responder.

Hice una mueca y ella entendió de inmediato que algo estaba mal.

— No Len, es difícil conseguir un trabajo aquí — Suspire al recordar todas las respuestas negativas que Recibí — llevo un mes sin pagar renta, seguro no tardan en sacarme de ahí — De repente una idea descabellada se me vino a la mente — ¿Y si me llevan a la cárcel? — Pregunté.

Quizá no estaba pensando con claridad en ese momento pero de verdad estaba preocupada por lo que pudiera ocurrir. Lena como buena amiga empezó a reír escandalosamente como si le hubiera contado el mejor chiste de la vida.

— ¡Clarisa! — levantó la voz y me trajo de vuelta a la realidad — Nadie te llevará a la cárcel, cálmate por favor.

Tomó mi mano y me dirigió a un café, donde seguramente podríamos hablar con más tranquilidad, cuando llegamos al sitio buscamos alguna mesa libre en una esquina.

Ahora me sentía un poco mas tranquila pero temor de que algo malo pudiera ocurrir persistía.

— ¿Qué voy a hacer Lena? — Moví ambas manos hacia mi cabello y dejé caer la cara sobre la mesa causando un sonido que retumbó en la cafetería, un dolor terrible invadió mi rostro; aunque sinceramente me dolía más no ser capaz de conseguir un empleo.

— Oye ¿estás bien? — Preguntó y supe que estaba intentando no reír de nuevo.

— Estoy desesperada — Respondí sin levantar el rostro y sin moverme un centímetro de mi posición.  .

— Creo que puedo hacer algo para ayudarte.

Sus palabras hicieron que sintiera curiosidad y finalmente despegué la cara de la mesa, la observé con los ojos entrecerrados tratando de descubrir que estaba tramando.

— No me mires así, no es algo malo — se defendió.

— ¿Entonces que es? — Pregunté tratando de parecer desinteresada.

— Bueno, tú sabes que mi hermano... — Sentí un ligero escalofrío al escuchar ese nombre y Lena se detuvo por un momento dando un suspiro y poniendo los ojos en blanco — Está bien, tú sabes que Iván —Hizo énfasis en el nombre e imitó unas comillas con sus dedos — trabaja en una grandísima empresa ¿cierto? quizá el podría ayudarme para conseguirte un puesto ahí.

No era una mala idea, en realidad esa empresa era un sueño para cualquiera, sólo había un pequeño problema.

— Lena, esa fué mi primera opción y me rechazaron enseguida — Bajé la mirada avergonzada y mi esperanza se desvaneció en segundos.

— Amiga no es por hacerte sentir peor pero con esa facha yo tampoco te contrataría — Me echó una mirada de arriba a abajo por el lado de la mesa y se rió al ver como la estaba maldiciendo con la mirada. — Puedo ayudarte, sólo basta con llamar a mi hermano y hacer mi papel de hermana mimada para que me ayude.

Luego de pensarlo por un momento acepté, después de todo que podría perder y si era admitida ganaría mucho más, le dí luz verde y ella se levantó de su asiento y salió de la cafetería.

Me quede observando como desaparecía entre las mesas, crucé los dedos para que todo fuera bien y pudiera conseguir ese empleo.

      Esperé poco más de veinte minutos, la espera me estaba matando y empecé a pedir todos los postres que ví en el menú, no fijé en ningún precio, solo ordené y ordené.

Poco después de un rato Lena volvió a la cafetería y abrió los ojos grandes al ver todo lo que se encontraba en la mesa pero no dijo nada, se sentó y colocó el móvil en la mesa siempre manteniendo una expresión seria.

Al poco tiempo esa seriedad se fué transformando en una sonrisa.

— ¡Felicidades! Aceptaron hacerte la entrevista — Estaba muy contenta y no lo ocultó.

— ¿Qué has dicho? — No podía creer lo que había escuchado, deje de picotear el pastel que tenia frente a mi y le presté atención para saber si no había escuchado mal.

— Dije que han aceptado hacerte la entrevista, posiblemente seas la asistente personal del presidente de la compañía — Explicó lo más clara posible.

Parpadeé varias veces, esto era como un sueño, deseé con todas mis fuerzas que todo saliera bien de ahora en adelante. Muchas veces cuando todo iba tan bien algo malo ocurría y esta debía ser la excepción a toda esa mala suerte.

Ahora el único problema era la fecha de la entrevista, si lo que dijo Lena era cierto necesitaba ropa mas presentable para no parecer una adolescente recién salida del bachiller  luego de una sesión de besos intensos con su novio.

— La entrevista es mañana — Soltó como si hubiera leído mi mente,   — Te puedo prestar un vestido pero hay que hacer algo con tu cabello.

Era cierto, no recordaba la ultima vez que había hecho algo con mi cabello, un corte, un tratamiento o algo para que no lo hiciera ver tan opaco y seco. Tomé uno de los mechones y observe las puntas, estaban secas y abiertas. quizá la única opción para eso era quedarme calva.

— No tengo dinero para hacer algo por el momento — solté el mechón que sostenía y me concentré en el postre que tenía enfrente.

— No te preocupes, considéralo un regalo de cumpleaños adelantado — Pidió la cuenta y pagó.

Me sentí avergonzada por la cantidad tan elevada que tuvo que pagar por culpa de mi nerviosismo pero ella pareció  no darle mucha importancia.

Durante el camino charlamos de lo que había hecho cada una en el tiempo que no nos vimos, bromeamos un poco y visitamos algunas tiendas, para mi, Lena era como una hermana, podía confiar en ella, contarle mis problemas o fracasos amorosos y ella siempre estaría ahí apoyándome en todo, y también regañándome cuando fuera necesario.

Llegamos al salón de belleza y esperamos nuestro turno mientras veíamos panfletos de cortes y tratamientos capilares.

— Buenas tardes señoritas — Una empleada bastante bien arreglada se dirigió a nosotras.

—¡Hola! — Respondió Lena entusiasmada — Estamos buscando un cambio de look para mí amiga — Me señaló y poco faltó para que aparecieran flechas color neón alrededor mío como en las películas.

— Claro que sí ¿Algún corte en específico?

— Yo... bueno... — Quise pedir solo un despunte, no creí necesario que me cambiaran todo el look pero Lena me interrumpió.

— Queremos un corte de cabello extremo — Hizo un movimiento exagerado con las manos —  Y un tratamiento capilar.

— De acuerdo señoritas, será para ambas? — La empleada empezó a preparar los utensilios que iba a utilizar e intercambiaba la mirada con ambas.

— No, solo será para mí amiga, tiene una entrevista muy importante y debe quedar más hermosa de lo que ya es — Le guiño un ojo a la empleada quién se retiró por los utensilios faltantes.

— Lena — Susurré — ¿No crees que es demasiado?

— Amiga ¿Es enserio? — Respondió con fastidio — ¿Acaso no sabes quién es el presidente de la compañía donde irás?

Sinceramente no tenía esa información y tampoco me interesaba, seguramente solo era otro jovenzuelo mimado, super guapo y con mil mujeres detrás, así que no importaba lo mucho que me arreglara, jamás se fijaría en mi.

— Hum... No pero tampoco creo que sea alguien tan importante como para tener que cambiar todo en mi, se supone que voy a trabajar no a lucir mi belleza — Pronuncié esta última palabra formando comillas con los dedos, no me consideraba alguien atractiva visualmente.

— Clari, Clari, Clari, todavía te falta mucho por aprender querida, cuándo estés allá y veas de quién se trata seguro que todo lo que te harán hoy te parecerá poco — Me guiñó un ojo y justo en ese momento la empleada se acercó para llevarme a la silla de corte.

— ¡Qué quede guapísima por favor! Te la encargo — Gritó Lena mientras la empleada  y yo desaparecíamos de su vista.