Min YoonGi es un estudiante Universitario de 21 años, estudiando en Seúl, Corea del Sur.
Perdió a sus padres en un accidente a una edad temprana. Ahora se mudo a Seúl por sus estudios. Vive solo en su casa, que era la única propiedad que sus padres le dejaron. Gana dinero trabajando a medio tiempo. Un día, un gángster le propuso algo, pero el pobre e inocente YoonGi, rechazó su propuesta, así que, en venganza, lo secuestraron y prendieron fuego su casa y entre tanto humo, quedó inconsciente.
Cuándo abrió los ojos, estaba en un edificio abandonado y viejo, con las extremidades y la boca sellada con cinta. De repente, escucho unos disparos y se asusto.
Entonces, una sombra apareció en la puerta, era un hombre, que entró. Era muy alto y de hombros anchos, sus ojos eran oscuros y profundos como un océano.
Incluso en esa luz parpadeante podía ver su rostro claramente, tenía una expresión despiadada, aunque era guapo. Tenia un moretón en la mejilla y un arma en la mano, no era otro que el rey de la mafia, Kim TaeHyung, que estaba allí con una misión. Se acercó lentamente a YoonGi y lo liberó. No estaba allí para ayudar al palido chico, sino porque el gángster que había secuestrado a YoonGi era uno de sus enemigos.