Hoy está siendo un día realmente extraño, estoy aquí en la cancha del pueblo de Valle verde, que pertenece al municipio de Ahuacatlán, en el Estado de Nayarit, del país de México, agarrándome a golpes con unas mujeres por que ofendieron a mi suegra.
Esta es la cosa más extraña de mi vida, nunca pensé que yo protegería mi suegra, la verdad la odiaba y hoy estoy aquí tirando golpes, jalando el pelo de estas mujeres, dando bofetadas, exigiendo que le pidan disculpas a mi suegra.
Nunca pensé estar metida en este tipo de escándalos, siempre fui una joven respetada, que nunca se metió con nadie y siempre evito las peleas, pero aquí estoy haciendo que todos los del pueblo me miren actuando como una salvaje, recibiendo algunos arañazos de estas mujeres.
Tengo que decir que no tengo la suegra más linda, creo que es una bruja, pero hay algo que entendí con el tiempo de estar a su lado y esto lo entenderán cuando escuchen mi historia de vida.
Todo empezó en el año de 1961, tenía 17 cuando el amor de mi vida me convenció con dulces palabras de entregarme a él; fui una del montón de las tantas jóvenes que engatuso con dulces palabras de amor, con promesas falsas y como no caer si era un caballero o por lo menos era lo que aparentaba, siendo el hijo del médico del pueblo tenía prestigio, era respetado por toda la gente.
Todas las jovencitas creíamos que al estar con él tendríamos la vida resulta, solo era preocuparse por ser el ama de casa perfecta, atenderlo y ser felices sin preocupaciones, pero estas ideas me llevaron a cometer el error de mi vida.
Me entregue a él y quede embarazada, como era de esperarse se negó hacerse responsable de mí, negó ser el padre de mi hijo, pero lo peor fue que esparció el chisme en el pueblo de que yo era una mujer promiscua que estaba embarazada.
Eran tiempos difíciles donde la reputación de las mujeres era lo más importante y salir embarazada en casa era desear la muerte; si tus padres no te mataban, seguro te echaban de casa, era raro el padre que te perdonaba por deshonrar el honor de la familia.
Yo tengo 4 hermanos y 2 hermanas, son mayores que yo, ya están casados, viven en el mismo pueblo con sus familias, seguido están en casa de visita, hasta vienen a comer; tengo que ser sincera yo era una joven alzada, hasta algo creída, por ser la menor de la familia y al quedarme sola con mis padres todo era para mí.
Mi papá era líder de cuadrilla, era de los que salían a revisar las vías, se hacían cargo de los problemas que se dieran en el camino del tren; ganaba bien y yo tenía vida de princesa, aunque nunca aspire a estudiar, no era algo que las mujeres simples y vanidosas como yo pensara, simplemente no tenía grandes aspiraciones, más que ser la esposa de un joven bien acomodado y guapo.
Mi madre vivía muy bien, siendo ama de casa, cuidando de los hijos y esperando a mi padre a que llegara; yo siempre pensé que era feliz al tener esa vida y peleaba con ella cuando me decía que siguiera estudiando, que aprovechara que era la pequeña, que mi padre me trataba bien, estaba segura de que si yo se lo pedía me lo complacería.
Claro yo era una tonta, caprichosa, que solo peleaba con mamá porque me decía que siguiera estudiando, era algo tan tonto, pero yo siempre le dije que solo quería casarme y hacer mi familia.
Ahora estoy embarazada, ya tengo dos meses y no sé qué voy a hacer, pensé que mi padre me perdonaría, que me apoyaría, pero apenas le dije de mi bebé me soltó más de una bofetada hasta que mi boca empezó a sangrar.
A mí nunca me habían golpeado, ni me había caído o lastimado de alguna forma, siempre era cuidadosa y no había nadie que se atreviera a darme un golpe, pero este día mi padre creo que me hubiera matado a golpes si mi madre no se hubiera metido en medio.
Pobre de mamá recibió más de un golpe por mi hasta que logro tranquilizarlo; estaba sin poder creer que mi padre fuera tan violento conmigo y me diera la espalda.
Gracias a mamá no me quede en la calle, convenció a mi padre para que me dejara en casa, pero la condición era que no tenía que pararme enfrente de él, ni comer de la comida que se preparaba en casa, me dijo que tenía que trabajar, ganarme la vida sola y solo me dejaría estar ahí dos meses, después me echaría la calle.
Cuando mis 4 hermanos se enteraron quisieron golpearme, echarme a la calle, cortar los lazos familiares por ser la vergüenza de la familia, de parte de ellos se puso una de mis hermanas, pero mi otra hermana de nombre María era la tercera en nacer me protegió.
Mi hermana María la que yo pensaba que era la menos afortunada por haberse casado con un hombre que venía de familia pobre, su esposo para ganarse la vida vendía comida en el tren y por esta razón yo siempre la menosprecie, la hacía menos, hasta llegue a pegarle a sus dos hijos por a ver entrado a mi habitación.
Ella era realmente era noble y de mis hermanos fue la única que me protegió, me llevo a vivir a su casa, lo más extraño fue que su esposo la apoyo; al estar viviendo con ellos me di cuenta de lo felices que eran, él hacia lo que ella le pedía, la escuchaba y todo el dinero que ganaba se lo daba.
Vivir con ellos fue agradable, pero parecía no entender que mi vida ya no era la misma y me convertí en una carga; era alguien que no ayudaba con los haceos de la casa, que aportaba nada, solo era una boca más para alimentar y aun así nunca se quejaron, ni me reprocharon nada, todo lo contrario, me seguían tratando igual, hasta sus dos hijos eran lindos conmigo, cuando tenían un dulce en la mano así se quedaran ellos sin comerlo me lo ofrecían.
Tenía una buena hermana y su pequeña familia eran buenos conmigo, pero yo realmente no sabía apreciar todo lo que ellos hacían por mí, seguía siendo la misma joven pesada, la verdad no sé cómo me soportaban y me consolaban cuando me sentía triste.
Pase un mes con ellos y como era de esperarse los chismes empezaron, todo el pueblo se enteró de mi embrazo; mis amigas me dieron la espalda por ser una inmoral, nadie me quería hablar, me quede completamente sola y mi mejor amiga la que yo miraba como una hermana se hizo novia de Marcos el padre de mi hijo.
Mi hermana María me convenció de ir a la cancha del pueblo, había una quermes y ahí fue donde los mire juntos; me llene de ira, quería reclamar, gritarles a todos que mi hijo era de Marcos, pero mi hermana me detuvo, sabía que hacer un escándalo en la calle y con tanta gente solo iba a ser malo para mí.
Me quede sentada en la parte más alejada de la cancha, fue fácil quedarme casi sola ya que la gente me evitaba como si tuviera la apeste; en ese momento pensé que mi vida era la peor del mundo, hasta sentí que era mejor morir, pero ahí no termino mí, pero momento, Carmen mi supuesta mejor amiga al verme sola se me acerco y me dijo. – ¡Hola, Fernanda!
No sabes lo feliz que me hace verte así, sola sin nadie a tu lado, siendo despreciada por todos; creo que en esta vida si existe el castigo divino y hoy te castiga, me alegra tanto que te esté pasando esto.
Ella si que era alguien despreciable, aunque no entendía ¿Por qué me trataba de esta manera? La verdad nunca hice algo para lastimarla, no entendía que coraje podía tener conmigo.
Me llene de ira y me orgullo pudo más, no iba a soportar que ella me mirara hacia abajo, menos pensaba agachar la cabeza; me levante, me pare enfrente de ella y para mi suerte era más pequeña; yo media 1.65 y ella 1.50, por lo menos mi altura me ayudaba a verla hacia abajo.
En el momento que me pare enfrente de ella empecé a decirle. – Carmen, no sabía que mi brillo te causaba dolor en la vista, si me lo hubieras dicho te hubiera ayudado a quedarte ciega.
Sera mejor que te retires y me dejes en paz, al final no importa lo que pienses, tú siempre vas a estar por debajo de mí, nunca vas a ser mejor que yo; te felicito por ser la novia de Marcos, te deseo lo mejor.
A Carmen no le gustó nada lo que le dije y alterada me tomo de la mano con una fuerza, que parecía que me quería dejar sin brazo, en ese momento la escuche decir. – Tu siempre te has creído más que todos en el pueblo, eras como la princesa del pueblo, pero ahora ya no eres nada, ni siquiera llegas basura que alguien quiera patear, más bien eres con un desecho humano al que nadie quiere acercarse.
Mira cómo la gente se aleja de ti, eres repúgnate y nadie te quiere cerca porque saben que tus malas mañas son malas para su familia; lo mejor sería que te fueras del pueblo para que nadie más siga tus malos ejemplos y ese bastardo que tienes en tu vientre te lo lleves lejos, porque si nace aquí vivirá mal sabiendo que es alguien indigno.
Lo acepto ella me gano, no tenía nada para contestarle, porque esa era mi realidad y mi hijo iba a nacer como un bastardo que todos iban a despreciar por no tener padre; agache mi cabeza, mi cabello tapo mi rostro fue algo bueno solo así evite que mirara mis lágrimas.
Jale mi mano para que me soltara, pero ella me sujeto con fuerza y yo reaccione con coraje, la avente con todas mis fuerzas, no la quería cerca de mí, solo quería que me dejara en paz; no era una buena tarde para mí, todo se salió de control y en el momento que la avente la tonta se cayó al suelo, pero lo peor fue que yo grite al mismo tiempo. – Déjame en paz, aléjate de mí.
Mis palabras dichas en un grito hicieron que todos voltearan a vernos, ese tonto de Marcos fue el primero en acercarse, levanto a Carmen y me dijo. – Eres una mala mujer, que viéndote como estas no aprecias la bondad de Carmen, a pesar de que no eres digna de estar a su lado.
Esto sí que era una mala broma, ese maldito de Marcos después de arruinarme se atrevió a decirme estas cosas, realmente tenía ganas de reírme o mejor darle de golpes, gritarle que se hiciera responsable de mí y de mi hijo, pero la verdad no tenía caso, dudo que alguien me apoye, al final solo quedaría, pero de lo que estoy, me dirían que solo quiero dañar la reputación de un buen joven.
Por qué Marcos a pesar de ser un canalla en el pueblo mantenía una buena imagen y nunca dejaba que nadie lo viera cuando se metía con una joven, para mi mala suerte yo fui su novia, pero nunca se lo dijimos a nadie, nunca nos vieron juntos, siempre nos mirabas a escondidas.
La razón fue porque él me dijo que estaba estudiando y que su padre no le permitía tener novia, estaba en la universidad, según dijo su padre pensaba que tener una novia era una distracción; él era dos años mayor que yo, como una ingenua creí en todo lo que me dijo, pero ahora me doy cuenta de que todo fue una mentira, aquí esta con Carmen presumiéndola como su novia y si me estaba doliendo.
Soy tan tonta y ahora todo el pueblo me está juzgando, me dicen cosas tan hirientes que en verdad me lastiman, como deseo salir de aquí, ya no quiero escuchar más y lo que era aún peor todos me gritaban que le pidiera una disculpa a Carmen, que tuviera algo de educación, que no fuera una malagradecida.
Yo no pienso pedirle perdón a Carmen, prefiero golpearla y ese tonto de Marcos que la protege como si realmente fuera la mujer más frágil del pueblo; creo que el coraje, la presión que sentía y estar sola ante todos lo que me estaban atacando, era tan intensa que me sentí mareada.
Empecé a ver que todo me daba vueltas, que mis pies se sentían débiles, ni siquiera tenía fuerzas para hablar; cerré mis ojos dejándome llevar por esa debilidad que sentía, pero en ese momento alguien me sujeto por la espalda, olía a chapopote era bastante fuerte y antes de perder el sentido escuche la voz gruesa de un hombre que dijo. – Ya es suficiente, dejen de hablar de lo que no saben y señorita Carmen, usted sabe que la señorita Fernanda no hizo nada malo, no hay necesidad de pedir disculpas, por favor aclare las cosas es…
No sé quién es este hombre que me está defendiendo, pero le doy las gracias, es una lastimas que no pude decir nada porque me desmayé y no supe más de mí.
No sé cuánto tiempo dure inconsciente, pero cuando desperté ya estaba en la casa de mi hermana, en la cama donde dormía; al abrir mis ojos mire a mi hermana preocupada, a su esposo parado a su lado y se miraba preocupado, a mis sobrinos que estaban llorando porque estaban asustados por mí.
Tambien estaba la señora Gloria que estaba a mi lado, que al verme abrir los ojos la escuche decir. – Ella está bien, esto que le paso fue la tensión que vivió, es mejor que evite estos malos momentos o terminara haciéndole daño al bebé en su vientre.
La señora Gloria era una mujer que no era bien vista en el pueblo por ser madre soltera, nadie sabía nada de su vida, tenía 10 años de haber llegado al pueblo y nadie sabía nada de su historia de vida; una mujer discreta, que nunca estaba metida en chismes, ni tenía amigas en el pueblo, pero siempre hablaba con respeto, tenía un hijo que se llama Jorge.
Su hijo Jorge tenía 18 años, trabajaba en el ferrocarril, aunque no tenía uno de los mejores puestos, era del área de obreros ferroviarios, en esta parte eran los encargados de trabajar el chapopote y de llenar las vigas de madera de chapopote, siempre terminaban sucios, olorosos a chapopote.
Los ferroviarios eran conocidos vulgarmente como chapopoteros, aunque era un trabajo honesto para todos en el pueblo era un trabajo que casi nadie quería; él tambien estaba ahí viéndome fijamente, tenía un rostro serio y su ropa estaba sucia por el trabajo, pareciera que acababa de salir del trabajo.
Para mi si era algo desagradable ver a los chapopoteros, pero esta vez al verlo me hizo decirle. – Gracias por ayudarme ¡Jorge!
Creo que él iba a decir algo, pero mi hermana le gano, la escuche decir. – Gracias Jorge por ayudar a mi hermanita, si tu no hubieras estado ahí creo que ente momento estuviéramos aun ahí, la gente no nos hubiera dejado retirarnos hasta que no le pidiéramos perdón a Carmen.
No entiendo que coraje te tiene, se supone que era tu amiga, pero hoy se comporto como si te odiara y yo entiendo que quedar embarazada en casa no es algo que se mire mal, pero no es para que abusen de esta manera, como sea el peso de tus errores los vas a tener que cargar tu misma toda tu vida, que necesidad hay de poner más peso a tu sufrimiento.
Yo al escuchar lo que mi hermana dijo me hizo sentir vergüenza y no pude seguir viendo a Jorge, solo agaché mi cabeza realmente no quería ver el desprecio de él al igual que todo en el pueblo lo hacían.
Mi cuñado que nunca decía nada esta vez lo escuche decir. – Yo estoy realmente molesto, no me parece justo lo que le hacen a Fernanda, me siento tan impotente de no poder protegerte, de no poder hacer nada para que ya no te digan nada y dejen de molestarte.
Fernanda discúlpame, tienes un cuñado tan inútil, realmente no sé cómo ayudarte, pero te prometo que me voy a esforzar y la próxima vez no dejare que te lastimen de la misma manera; si algo te pasa mi esposa se pondría triste y no dejare que ella sufra.
Realmente es lindo ver como ese hombre que yo pensaba que no valía la pena, pero la verdad es que es mucho mejor que mis hermanos o el esposo de mi hermana Marta, saba como cuidar de su familia y trata a María como si fuera su reina, su todo o su mundo entero.
Yo realmente era una tonta y no sé por qué ellos me cuidan tanto, si fui una mala hermana, una mala cuñada y siempre los trate mal; doy gracias a la vida de poder tenerlos a mi lado, así tengo donde dormir y puedo comer.
Me quede callada no sabía que decir y la verdad todo esto me daba vergüenza con Jorge, lo que menos quería era escuchar como había cometido el peor error de mi vida.
Él no decía nada, pero creo que tambien me juzgaba por mi embarazo, seguro pensaba que era la peor mujer, aunque la verdad que importaba que lo pensara él o la demás gente, como sea ya no podía ratificar mi error, solo me quedaba seguir viviendo, buscar el perdón de mi padre para que me dejara volver a casa y solo de esta manera tal vez mi hijo pudiera tener una mejor vida.
La señora Gloria tomo mi mano, creo que me miro mi tristeza o tal vez solo sentía lastima por mí; con algo de vergüenza la mire a los ojos y en ese momento me dijo. – No es el fin del mundo, tienes que seguir adelante y ponerte metas en esta vida, deja solo de estar en casa, ponte a trabajar, piensa en que vida quieres para tu bebé.
Tienes que dejar de ser una carga para los demás y empezar a valerte por ti misma, hacerte responsable de tus errores.
Esta mujer sí que tiene la boca dura y no me gusta nada lo que está diciendo, como deseo gritarle que se meta en sus asuntos, decirme que soy una carga es algo que no me gusta; no estoy en su casa, mucho menos le pido comida no tiene derecho de decirme estas cosas, es una mujer tan metiche, que le importa como vivo o que hago.
Quite mi mano con el pretexto de que tenía comezón en el brazo, no la quería cerca de mí, la quería lejos de mi vida, no escuchar más sus comentarios, era mejor no tener relación con ella, pero mira que el destino es algo ridículo y le gusta jugar con las vidas de las personas, en ese momento que más molesta me sentía con la señora Gloria escuche que Jorge me dijo. – Cásate conmigo, di que el hijo en tu vientre es mí.
Te prometo que cuidare bien de ti y tu bebé lo tratare como si fuera realmente mi hijo, lo protegeré, are que tenga una buena vida, que no lo menosprecien por no tener padre.
¿Qué demonios dijo Jorge? Voltee a verlo, realmente no entendía por qué me había dicho eso o mejor dicho realmente lo dijo con sinceridad, no puedo creerlo, creo que me está jugando una broma, que me está mintiendo, es imposible; sin pensarlo dije. – No necesito tu lastima, mucho menos me gusta que se burlen de mí.
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