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Me Volví La Obsesión Del General Demonio

Capitulo 1: Lugar Extraño

Después de haber perdido mi trabajo, mi pareja me terminó ese mismo día y mis padres me echaron de casa por el simple hecho de que ya no sería su apoyo económico, mi día era una completa mierd@; estaban empezando las festividades navideñas y yo estaba allí en ese puente, con frio, hambre y sin muchas ganas de seguir luchando

Sin nadie en quien apoyarme, sin nadie que me diera un abrazo de consuelo o alguien al que puedo ir y pedir ayuda, cuando estas en la cima tienes muchos amigos, Pero cuando caes ellos desaparecen por arte de magia; eso fue exactamente lo que me pasó, hoy todos me dieron la espalda en cuanto caí de mi pedestal y ahora no tengo donde ir. Veo el lago el cuál ya le está saliendo una pequeña capa de cristal encima, indicando que pronto se congelará por completo, luego miro el cielo pronto empezará la tormenta y yo aquí sin un lugar donde ir, nadie me quiso recibir solo porque no tengo dinero ni trabajo. Pero ¿como voy a tener dinero? Si todo se lo daba a mi madre la cual se enfermaba cada vez que cobraba o a mi pareja que me pedía prestado para ayudar a su madre, siempre era una cosa nueva y yo como una hija y novia devota les creía y les deba mi dinero sin dudar siquiera de lo que me decían

Y ahora me arrepiento, no debería de seguir en un mundo en el cual no soy aceptada, en el cual siempre seré el blanco de burlas, estafadores y humillaciones, ya no puedo seguir de ese modo. Alejo todo tipo de dudas y subo al barandal del puente y sin darle más vueltas al asunto me lanzó. El sonido del agua, las burbujas, lo fría que está el agua mientras me lleva a lo profundo del lago, la falta de aire mientras los reflejos de las luces van desapareciendo mientras me hundo cada vez más y más. Espero que mi abuela tenga razón y la muerte no sea dolorosa, aunque en este momento solo siento como mi cuerpo va perdiendo fuerza y se queda sin aire y esto si es un poco doloroso porque recuerdo a las personas las cuales les di todo y terminaron dándome la espalda

Al abrir mis ojos, noto que estoy en un lugar extraño, antiguo diferente a lo antes visto, es como de época medieval, me siento en la suave cama y mira alrededor sorprendido por el lugar, claro que la sorpresa aumenta más cuando veo a un hombre sosteniendo mi cintura y dormido a mi lado. Brinco de la cama totalmente asustada, haciendo que el hombre se despertara sobresaltado y tomara una espada

- ¿Cuál es el peligro? - yo lo señaló a él, ya que fue quien se metio en la habitación y en mi cama. No, espera; yo debería de estar muerta, ¿como es que estoy en esta habitación y en esta cama? Me giro hacia el espejo a mi derecha y en este se refleja a una hermosa mujer de cabello negro azabache y ojos tan azules como el mar, realmente una belleza, pero la cosa es ¿Dónde estoy yo? - ¿Esposa que sucede? - yo trago grueso al oír la pregunta, mientras trato con todas mis fuerzas evitar un ataque de ansiedad, pero está situación me pone de cabeza - ¿Clarissa que pasa? - yo niego, ya que las palabras no salían, él se acerca a mi y me estrecha contra su cuerpo - Vamos cariño trata de respirar - yo asiento para luego tomar grandes bocanadas de aire y que lleguen a mis pulmones. Dure como 10 minutos así, hasta que al fin me calme

- ¿Dónde estoy? - pregunto en cuanto me calmo, él peina mi cabello y me sonríe

- En nuestra casa - veo todo el lugar y asiento, luego miro el anillo en mi mano y en ese momento notó que yo ahora soy la esposa de este hombre. Vuelvo a ver al hombre y este está sonriente mientras me abraza por la cintura y su otra mano acaricia mi mejilla (Vaya es demasiado guapo) lo veo fijamente (No Carmen, no es momento de pensar en eso, acabas de morir y volver a la vida en un lugar extraño) lo alejo un poco para mirar hacia la ventana la cual está cerrada

- ¿No sé abren? Deseo un poco de aire - veo como duda unos segundos, pero luego saca una llave y me abre las ventanas (que extraño) salgo y inhaló profundamente, el aire fresco. Ahora con más oxígeno en mi cerebro estaba lista para tener una conversación con este hombre - ¿Eres mi esposo? - veo como asiente - Llevamos mucho de casados?

- Solo una semana ¿No lo recuerdas? - yo niego - Debe ser el golpe que te diste ayer - Escuchar eso me hace ver que la chica de este mundo o bien murió o bien cambio de cuerpo conmigo así como yo lo hice con el suyo

- No recuerdo nada, espero que no te moleste tener una esposa toda reseteada - veo la duda en sus ojos - Con la mente en blanco, deberás enseñarme un poco de mí - él se acerca y toma mi mano para luego dejar un beso en ella, mientras me sonríe de una manera que hace que mi cuerpo se estremezca, su sonrisa era tan enorme y con algo de sadismo me hizo recordar al payaso asesino de esa película (“IT")

- Lo que sea por mi esposa - yo asiento mientras retiro mi mano, iba a decir algo más, pero mi estómago hablo antes que yo y no dejo que dijera nada - ¡Vaya! Mi esposa tiene hambre ire a buscarle su comida - vuelvo asentir y veo como cierra la ventana otra vez con llave y sale de la habitación, la puerta también es cerrada con llave algo que enciendo mis alarmas, algo no está bien en este matrimonio, pero por ahora solo vere la situación y luego veré que debo hacer, si huir o quedarme aqui. Recorro la habitación y encuentro un baño, me meto en la tina mientras espero mi comida, así relajo mi cuerpo y proceso está nueva situación

Capitulo 2: General Demonio

Ya llevo dos días en este lugar y tal como lo pensé estoy encerrada en esta habitación, mi ahora nombre es Clarissa Calloway, hija de un duque vendida a este hombre y pues esa fue toda la información que pude recolectar estando aqui. Mi esposo es alguien dulce y me trata bien, el único problema es que no me deja salir de la habitación dice que afuera es peligroso. Y otra cosa que es importante mencionar en esta casa todos le tienen un gran miedo a Draven Blackmoon (mi esposo) conocido como el general demonio

Draven: Esposa ya estoy aquí - dice entrando a la habitación con una bandeja de comida, yo aplaudo como una foca al ver la comida y me siento en la mesita que hay en la habitación - Te traje lo que me pediste ayer - yo sonrió feliz al ver la comida y empiezo a devorar todo como si ni hubiera un mañana, una vez listo me recuesto de la silla y sonrió ampliamente

Clarisa: ¿Esposo hoy puedo salir? - su cubierto queda en el aire unos segundos y su mirada se dirige a mí. Una de las cosas que me di cuenta es que él está realmente feliz de que yo haya perdido la memoria, después de ese día siempre me pregunta y si recordé algo y cuando digo que no sonríe aliviado, veo como niega dándome a entender que no saldré - Me escaparé si no me dejas salir

Draven: No crea puedas - me levanto y saco un sujetador de mi pelo y abro la puerta de la habitación y las ventanas

Clarisa: Siempre he podido, pero aún estoy aquí, los soldados cambian de turno cada 5 horas dejando treinta minutos todo el lugar libre momento perfecto para huir y aunque no fuera así, igual lo haría - veo como está serio y termina asintiendo

Draven: Iremos al pueblo, pero iré contigo - yo asiento con una gran sonrisa

Clarisa: Igual no pensaba ir sola, recuerda que no recuerdo nada debes estar a mi lado por si me encuentro con alguien y decirme si es amigo o enemigo - (Ya que estamos en una época antigua y según todos los libros y novelas que he leído en este tiempo todos son unos ambiciosos que buscan como subir de poder pisando al débil). Después de la comida me puse un lindo vestido con ayuda de las sirvientas (mujeres que no hablaban y siempre miraban el suelo) cuando pongo el primer pie fuera de la habitación sonrió ampliamente veo a mi esposo al final de las escaleras dándole unas órdenes a tipos que creo son soldados - Esposo - corro hasta él con una enorme sonrisa - ¿Cómo me veo? - él hace una seña a los hombres con su mano y estos se van de inmediato, Raiden acaricia mi mejilla con una pequeña sonrisa

Draven: Te ves hermosa - él estira su mano y yo la tomo - Recuerda lo que te dije? - asiento

Clarisa: No alejarme de ti, no soltar tu mano, no hablar con desconocidos, no....- y así un momento de cosas que no debo hacer (¿Tan peligroso está este imperio?)

El viaje en carruaje no me gustó mucho, eran muchos los saltos, demasiado estropeado no se que como las personas pueden viajar de esta manera, pero cuando llegamos al pueblo mis minutos de sufrimiento valieron la pena el lugar era hermoso, quería salir corriendo en cuanto baje del carruaje (claro si no hubiera sido por el fuerte agarre de mi esposo lo hubiera hecho)

Draven: no te alejes - resopló molesta, cosa que se me pasa cuando veo un puesto de golosinas, eran las primeras vez que las veía, así que sujeto fuerte la mano de ese hombre y corro a ese lugar

Clarisa: Esposo cómprame uno de estos - veo como el hombre del puesto me mira y luego a Draven, este empieza a temblar como una hoja de papel a ver a mi esposo, así que giro mi rostro hacia Draven, pero solo está serio mirando los dulces (o sea no son solo los sirvientes que le tienen miedo también las personas del pueblo) - No tenga miedo de mi esposo, él se ve muy atemorizante, pero es un lindo osito tierno y tranquilo - el hombre mayor asiente y empieza a meter en una bolsa de papel lo que yo le voy señalando, claro que tenía ganas de quitarle las pinzas y echarlo yo misma, ya que este señor temblaba mucho. En cuanto termino seguí corriendo por todo el lugar, jalando a mi esposo, porque él no deseaba que lo soltará así que estoy cumpliendo lo que le dije

Draven: ¿No estás cansada? - yo niego, Pero veo como él tiene tantas cosas que cargar, así que tomo asiento en la fuente y ir probando cada una de las cosas que me compro y algunas cositas que se veían muy lindas. Estaba comiendo tranquilamente cuando siento una mirada en mí, alzó la vista y veo a un hombre frente a una cafetería mirándome, su mirada no se despegaba de ningún momento de mí, yo me acerco más a mi esposo y tratado de ignorar esa mirada - ¿Que sucede? - me pregunta al ver cómo mi sonrisa desapareció

Clarisa: hay un hombre que me está mirando por...- iba a mostrarle donde estaba, pero ya no se encontraba allí (¿se fue? Okey, esto me está poniendo de los nervios) - volvamos a casa - veo como asiente y se levanta para tomar todo lo que compré

Draven: Entonces vamos - yo asiento y tomo su mano para ponerme de pie, regresamos al carruaje en silencio, pero aún podía sentir la mirada de alguien puesta en mi no sabía de donde venía. Pero me hacía sentir muy incomoda, el agarre de Draven ahora era más fuerte, como para evitar que me alejaran de él o hubiera en cualquier momento; no se que está pasando, pero ahora me está dando más miedo está situación, me aferró a él - Tranquila esposa no dejaré que nadie te aparte de mí - yo asiento, sintiéndome un poco mas calmada por esas palabras, desde que llegué aquí, es la única persona que me trata bien y siempre me dedica una radiante sonrisa así que no deseo alejarme del único lugar seguro que conozco hasta ahora

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Clarisa Calloway 18 años

Draven Blackmoon 24 años

Capitulo 3: Visita

Al regresar a casa encontramos a un hombre esperando por Draven en la sala, él al verme estaba completamente desconcertado hasta al punto de casi desmayarse

Draven: Clarisa puedes ir a descansar, tengo cosas que hablar con su majestad el emperador - al escuchar el título del hombre hago una pequeña inclinación y me retiro - ¿Que haces en mi casa?

X: ¿Las preguntas debería de hacerlas yo? Esa señorita no es la hija del duque? - Draven se sienta y acomoda sus guantes mientras asiente - ¿tú fuiste quien la secuestro? - al escuchar esas palabras Draven ve mal al hombre haciendo que el emperador se asustara

Draven: Es mi esposa y si alguien piensa diferente pues morirá - el hombre mayor niega con la cabeza al escuchar las palabras de Draven

X: No puedes hacer eso, ella está enamorada y prometida a alguien más, tú la secuestraste y encerraste aquí - suspira - Con razón al duque se le hacían tan difícil encontrar a su hija sí el demonio loco es quien la tiene. Draven es momento de dejar esa obsesión de lado y dejar ir a la joven Calloway

Draven: Antonio, ella desea estar conmigo - el emperador lo ve sin poder creerle ni una sola palabra - la llamaré para que tú mismo te des cuentas. Una vez que lo veas te largaras y olvidarás haberla visto aquí, no me gustaría tener que echarme todo un imperio para proteger mi secreto - Antonio traga grueso al ver la mirada afilada de Draven y solo le quedó asentir porque aunque él sea el hombre con más poder en todo el imperio, eso no es nada comparado con ls fuerza y lo desquiciado que está el hombre que tiene al frente. Todos en el reino saben que a Draven Blackmoon es mejor tenerlo de amigo y no de enemigo o la muerte que le espera será la más dolorosa de todas las muertes

Antonio se puso de pie en cuanto vio bajar a Clarisa de la mano de Draven, solo hace unos días estaba sonriente al lado de su prometido y ahora está aquí con la sonrisa mas hermosa al lado del loco que la secuestro, algo en todo está situación esta mal y se podía notar en la forma en que la mirada de Draven cambiaba al tener al frente a Clarisa. más que una obsesión de parte de ese hombre hay algo oscuro en él

Clarisa: Su majestad desea hablar conmigo? - digo una vez estoy frente del hombre, jamás pensé en conocer un emperador; así está situación es más de lo que mi mente puede procesar

Antonio: ¿Cómo está señorita Calloway? - al escuchar como me dice, siento el fuerte agarre de mi esposo en mi cintura, así que le sonrió al hombre mayor

Clarisa : señora de Blackmoon - le corrijo con una dulce sonrisa para no verme mal - Pero entiendo su confusión no llevo mucho tiempo casada con mi esposo ¿Verdad Draven? - veo como asiente con una radiante sonrisa, se coloca detrás de un sillón dándome espacio para que me siente en él, lo hago sin dudar

Draven: Su majestad, como puede ver mi esposa se encuentra en excelentes condiciones, espero que no tenga más inconveniente y se retire - yo me sorprendo un poco por la forma tan dura en la que hablo, así que lo veo mal y este solo se sorprende al verme molesta - ¿Qué sucede?

Clarisa: no puedes hablarle así al emperador discúlpate - Draven asiente y se disculpa con él, después de eso creo que ese hombre se fue con un trauma de aquí, estoy seguro que lo ví completamente pálido al subir al carruaje, aunque no entiendo que le dió tanto miedo, siento los brazos de mi esposo enrollarse en mi cintura, así que giro mi cabeza para verlo recostado en mi cabeza - ¿Que sucede esposo? - veo como me ve los labios unos segundos y luego alza la vista a mis ojos.(¿Acaso me está pidiendo permiso para darme un beso? No estamos casados ya? Oh cierto perdí la memoria a lo mejor eso lo cohibe), tomo su rostro y dejo un beso en sus labios y luego sonrio. Él se separa de mí, mientras su mano se toca los labios - ¿Que pasa? pensé que querías un beso? O estaba mal? Es que no deja...- no me deja continuar, mis palabras se vieron ahogadas por el demandante beso de Draven y aunque fue solo un beso podía sentir como la razón se me nublaba, así que lo separo de mí, pero él me sujeta fuerte de la cintura

Draven: No me puedes alejar ahora - me dice serio intentando volver a darme otro beso, pero ahora es mi mano la que lo detiene, su mirada se vuelve oscura al ver mi rechazo y siento como si agarre disminuye, así que lo sostengo

Clarisa: Aquí no, vamos a la habitación; los sirvientes pue... Ah - suelto un grito en cuanto empiezo a volar por los aires, Draven me había tomado en brazos y empezado a subir esas escaleras a una velocidad increíble, al parecer deseaba mucho estar conmigo. Draven me coloca suavemente en la cama y vuelve a apoderarse de mis labios, su mano subía mi vestido y se adentraba por debajo de la ropa interior - Ahg~ - aprieto fuertemente sus hombros al sentir un dedo tocando mi intimidad

Draven: Esposa desde el momento en que llegaste he deseado tanto hacer esto contigo - mete otro dedo dentro de mí haciendo que mi cuerpo se estremezca y suelte un fuerte gemido por su intromisión repentina, me sentía tan apretada como si nunca lo hubiera hecho - Siempre espere por este día - sus ojos buscan mi mirada y en cuanto nuestros ojos se encontraron pude ver lo emocionado que estaba; así que lo jale hacia a mí y uno nuestros labios mientras él continuaba preparadome haciéndome sentir tan bien con cada movimiento que hacía

Clarisa: Esposo yo también te deseo, así que hazme tuya - solo con eso pude ver qué las ganas de Draven y su lujuria aumentaron, ya que los besos estaban cargados de más pasión y más entusiasmo

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