Narra Paola (12 años)
A diferencia de todas las noches estaba jugando a las muñecas con mi hermana gemela Esther cuando escuchamos la puerta principal open, supusimos que era nuestro padre que habia llegado de trabajar y dimos por cumplida nuestra misión de quedarnos despiertas hasta que él llegara, pues casi no pudimos verlo porque siempre estaba trabajando.
La cara de Esther quedó dividida en dos por una sonrisa y se bajó de un salto de la cama, salió de la habitación y yo la segui. Estábamos a punto de llegar al despacho cuando escuchamos gritos y nos devolviamos a las escaleras, los gritos eran de nuestros padres, pero no cambiaban lo que decíian.
Justo cuando estaba saliendo nuestra madre del despacho corrimos hasta nuestra habitación y nos acostamos cada una es su respectiva cama, para hacernos las dormidas. Segundos después entró la mujer que nos dio la vida y se acercó a las camas, Esther se sentó y se estrujó los ojos para fingir que acababa de despertar y yo la imité. -¿Qué pasa mamá? - Supuestamente. -Nada, sólo venía a darles las buenas noches, pero ya que encontraste despiertas les voy a cantar para que se duerman ambas asentimos enérgicamente y ella se envió justo en medio de las dos camas y comenzó a cantar. Minutos más tarde caí en un sueño profundo.
Desperté agitada por una pesadilla que ya no recuerda y me envió en la cama, estudié mi cuarto con la vista y descubrí unas maletas preparadas en un lado de la puerta, ladee la cabeza y miré a Esther, ella aún dormía. La puerta se abrió dejando ver a una sonriente madre que al verme despierta me dio un tierno beso en el frente y luego fue un despertar a mi hermana.
Necesito un poco más de sueño - dijo mi gemela envolviéndose entre las sabanas. - Vamos, Esther, no seas floja - la movió mi madre.
Esther se sentó en la cama y estrujó sus ojos soltando un largo bostezo. ¿Para qué son esas maletas? - pregunté curiosa. - Vamos a pasar unas vacaciones con la abuela Madison -
Esthery yo nos miramos y empezamos a saltar en las camas, provocando regaños de nuestra madre. - ¿Y papá? - mamá bajo la vista a la pregunta de Esther. - Su padre está trabajando y luego nos alcanzará más allá.
Ahora vayan y prepárense con ropa muy linda para salir ¡vamos!
Esther salió disparada al baño, pero yo le gané y yo me duché primero.
Sali minutos después y mi hermana entró, pero antes de hacerlo me saco la lengua. Yo me vestí con un vestido que nos había comprado nuestra madre floreado con unas bailarinas y yo peine el cabello hacia atrás para ponerme una diadema. Mi hermana hizo lo mismo al salir del baño y estaban vestidas iguales, como siempre. Eramos totalmente parecidas, solo habia una cosa que nos diferenciaba, mis ojos eran grises como los de mi madre y los de Esther eran azules, no sabia exactamente quién era el sacado, pero tampoco es como que me importa, era un detalle mínimo.
Bajamos las escaleras corriendo con las maletas a mano y tomamos las tostadas con el jugo para desayunar, despuéés fuimos a la camioneta de nuestra madre. Una vez en la camioneta mi madre subió el equipaje al maletero y noté que había más maletas de la cuenta, pero no le di importancia, mamá puede ser muy exagerada y precavida.
Mi madre encendió la radio y emprendimos la marcha, después de unos minutos en los que las tres cantábamos las canciones de la radio sonó el celular de la conductora, el cual lo puso en voz alta para concentrarse más en la carretera.
- respondió Diga.
- ¿Dónde estás? ¿Y dónde están las niñas?
al escuchar la voz de nuestro padre las dos prestamos atención a la conversación
- Ernesto, ya que puedes vivir así, mañana te va a ir a ver un abogado con los papeles del divorcio y el acuerdo para ver a las niñas
, a lo que mi hermana y yo abrimos los ojos como platos
- No puedes irte , no puedes alejarnme de las niñas - respondió papá.
Miré por el retrovisor y vi que mamá estaba llorando en silencio, desabroche mi cinturón y me puse de pie.
- Mamá Por qué te vas a separar de papá? - pregunté.
- Paola, siéntate en tu lugar y ponte el cinturón! - me regañó.
Volvi a mi sitio y estaba a punto de ponérmelo cuando mi madre susurró un: - Lo sien .. - pero no terminó la frase porque justo en ese instante algo impactó muy fuerte con la camioneta haciendo que mi cuerpo rebotará en el asiento bruscamente. Miré al lado de Esthery ella estaba gritando con sangre en varias partes de su cuerpo, miré hacia mi madre, pero estaba sangrando muy feo por la cabeza. La camioneta seguía girando y golpeando el suelo, todo pasaba rápido, pero yo lo controlados en cámara lenta, hasta que en uno de los golpes la ventanilla se quebró en pedazos con una parte de la puerta lanzándome fuera de la camioneta para luego encenderse en llamas .
Caí a una distancia considerable, pero aún estaba consciente, me negaba a dormirme hasta ver a mi madre, pero el dolor me venció y todo se volvió oscuro. Antes de perder la conciencia por completo lo ültimo que escuche fue un ¡boom! Y el crujir de varios cristales.
Abrí mis ojos e intenté moverme, pero sentí un dolor muy fuerte en el abdomen y solté un grito que me quemo la garganta, varios segundos después habia tenido varias personas a mi alrededor, susurraban cosas, pero no las entendia. Una de las voces se coló entre las demás y la entendi a la perfección.
Es una sobreviviente - se acercó a mi alguien que no conocia y me vio - Me escuchas pequeña? - asentí lentamente La ambulancia viene en camino, resistir.
Segundos después de la gente se fue dispersando y escuché las sirenas de la ambulancia. Los paramédicos me subieron en una camilla y me colocaron una de esas molestas mascarillas de oxigeno.
Mientras me llevaban a la ambulancia miré a mí alrededor, vi la camioneta de mamá envuelta en llamas y dos bultos siendo cerrados en el suelo, un vacío me llenó por dentro y las lágrimas rodaron, pero luego todo se volvió oscuro otra vez.
Narra Ernesto
Cuando escuché que se cortó la señal de comunicación fue como una parte de mí se rompiera, tomé mis llaves rápidamente y salí derrapando para alcanzarlas, sabía que se dirigían a la casa de Madison.
Estaba por salir de la carretera central cuando un tumulto de personas se me interpuso y tuve que parar, bajé del auto hecho una furia, iba a gritarle a todo el mundo que se bastante de mi camino, pero toda esa ira se transformó en dolor cuando vi la camioneta de ella envuelta en llamas.
Me acerqué a los policias, iba a entrar al área cuando uno de ellos me detuvo.
No puede pasar señor - me dijo.
Esa es la camioneta de mi esposa, dígame que ella no estaba adentro, que mis hijas están bien. dije con lágrimas mojando mis mejillas.
- Lo siento, señor, ya se resistió a los cuerpos al hospital, todo indica que no hubieron sobrevivientes
- cai de rodillas al suelo al escuchar esas palabras. -No, no, no, no negué repetidamente-¿Cómo?
- Al parecer el conductor o conductor se estrelló con un camión cargado de unas importaciones de madera y rodó por la carretera hasta explotar. Respondió y me puso la mano en el hombro.
- Diez ... diez ... yo ...- no puedo hablar, las palabras no querian salir.
- Será mejor que vaya a reconocer los cuerpos a la morgue del hospital - asentí y me puse de pie.
Subí a mi auto hecho un manojo de nervios, aún había esperanzas de que no hayan sido ellas.
Llegue al hospital en minutos y pedí información sobre el accidente de la autopista, la recepcionista me dijo que el doctor estaba ocupado en una cirugía a una niña que encontró en la orilla de la carretera, estaba muy afectado también por el accidente.
Después de esperar más de una hora, un médico salió y se vio con la recepcionista, luego se acercó a mí.
- ¿Viene a reconocer los cadáveres del accidente? - asentí -sígame - y lo hice, lo seguí hasta llegar a la morgue, entré y espero unos minutos a que estuviese listo para mostrarme los cadáveres. El doctor abrió el bulto y quede horrorizado con lo que mis ojos vieron, era mi esposa y no lo era, su rostro estaba casi irreconocible, asentí para el doctor y este lo volvió a cerrar susurrando un "lo siento" abrió el otro bulto, pero Ese solo tenía una niña irreconocible, incluso más que Sara.
- Es posible que sea una de mis hijas - susurré -Dónde está la otra? -
Que otra? -dijo el doctor frunciendo el ceño.
- La otra niña, hijo dos, dos niñas iban con mi esposa - el doctor negó.
- Solo encontramos a una, señor abrí los ojos a tal punto que pensé que se iban a salir.
-Pero falta una ¡son gemelas !! - le grité.
- Acabo de operar a una niña de lo menos 12 años que sufrió por el accidente .. Es posible que su otra hija haya salido expulsada del vehículo antes de explotar. revolví mi cabello nervios.
-Dónde está? Quiero verla - me acerque amenazante al doctor.
- Puede venir a reconocerla, la operación salió con éxito y ella se está bien ... Despertará en unas horas.
- Salimos de la morgue y las esperanzas nacían en mi.
¿Cuál de las dos gemelas está viva?
Nos detuvimos en una puerta blanca y el doctor abrió para mi, la niña estaba con el rostro girado a la otra parte de la habitación, entré con el doctor tras de mi y yo acerque dudoso, giré su rostro poco a poco y descubrí que era Paola, la más traviesa, la más fuerte de las dos.
La más parecida a mi esposa .
Paola Thompson
Llego del parque y como lo esperaba la casa estaba sola, a excepción de Louis y Sara, el mayordomo y la sirvienta, no tenemos muchos sirvientes en casa, solo a ellos dos, ya que ni tenemos un jardin, aunque a mí me gustan las flores y más aún plantarlas y mantenerlas, pero en fin, las cosas no son como uno quiere
Subo las escaleras fastidiada como siempre y entro a mi cuarto, lanzo la skate al otro lado de la cama y yo dirijo a mi escritorio, pero en vez de encontrarme con mis libros y mi laptop me encuentro con varias cajas, miro a mí están esparcidas por todo el cuarto. Fruncí el entrecejo y salí de la habitación, bajo las escaleras y me encuentro al pie de estas con mi padre.
Mi padre tiene el cabello negro, buen porte, elegante, ojos negros y tremendamente rico, tiene una compañia de publicidad y se pasa todo el santo día trabajando, no me dedico ni un solo segundo amí, su única hija. Solo se basa en darme todos los lujos posibles ¿Como si eso va a llenar el vacío que siento desde hace ya cinco años?
Cómo estas, Paola? - ignoro su pregunta y soy directa, ya que se lo que me va a decir y nunca me han gustado los rodeos.
- ¿Qué significan todas esas cajas? - Yo cruzo de brazos y levanto una ceja. El suspira y me invita a sentarse en un de los sofás cafés que hay en la sala de estar.
-Verás, en mi trabajo se unen varios países y tengo que expandir la publicidad por todo el mundo, asi que es..lo interrumpo.
- Al punto, por favor- rodé los ojos con fastidio, odio los rodeos. Creo que ya dije, pero es mejor tenerlo claro.
- Nos mudáremos a Seattle - Suelta de pronto. Abro los ojos como platos y me paro de mi asiento, inhalar aire por la nariz y exhalar por la boca.
Cálmate Paola, calma. -¿Que? Por qué? - digo más calmada.
- Ya te lo dije, Paola, es por mi trabajo. - Me vuelvo a sentar y lo miro a los ojos, pero desvía la mirada y yo miro al piso de cerámica pulido.
Me podria bien retirarme un poco de estos aires, podria al menos superar lo ocurrido, pero Cómo viviría más allá?
Tendriamos que iniciar de nuevo. Tendré que iniciar de nuevo y tratar con nuevas personas.
- Ya todo está preparado, Paola, partimos mañana en la mañana.-Le dedico una última mirada y subo corriendo las escaleras.
Cierro la puerta con seguro y me dejo caer en la cama mirando al techo.
¿Cómo será mi vida en Seattle?
Me quito mi gorra negra y la dejo en una esquina de la cama, empiezo a imaginarme varias cosas: la casa, la escuela, las calles, no es que me haga ilusión mudarme, pero ya no (ademas de la hora de dormir) es para decirme que nos vamos a mudar. Bufo y yo quedo mirando a la nada hasta que el sueño me vence.
Me miro al espejo y acomodo mi blusa, me quedo mirando por unos minutos lo mucho que ha cambiado mi imagen desde entonces, mi cabello que antes era rubio ahora es negro (gracias a los estilistas) mis ojos grises hacen pensar en los pozos azules y profundos que ya no puedo ver más, sacudo mi cabeza para alejar esos pensamientos. Continuara volver a acomodar la ropa.
Soy delgada y tengo buen cuerpo, estoy en línea, ya que me encantan los deportes, siempre visto de negro Por qué?
Eso no les incumbe.
Tengo un humor de mierda y tiendo a hablarle mal a las personas sin hacer nada, es por eso que tuve que inhalar y exhalar mientras hablaba con mi padre, por cierto su nombre es: Ernesto Thompson .Tiendo a ser ruda y muy desobediente, además de grosera y no dejarme humillar por nadie. Por qué soy así? Tampoco es de su incumbencia. Pero si les diré que no siempre fui así, tanto como no siempre fui pelinegra.
Tomo mi maleta y mi pequeño bolso con mi celular y otras cosas para bajar las escaleras, Pensaran que había alguien esperando para despedirse y desearme un buen viaje y que se le salieran un par de lágrimas, «bah patrañas», lamento decepcionarlos, no tengo amigos ni nadie que haga eso y tampoco me hacen falta.
Vas a viajar con esa ropa? - pregunta mi padre al verme.
Ruedo los ojos.
¿Hay algún problema? Nunca te interesa como luzco - me encojo de hombros y sigo mi camino a la salida sin esperar respuesta.
Mi ropa no tiene nada de malo, solo es mi estilo.
Subo al auto (en los asientos traseros) después de dejar mi maleta en el maletero, pongo música en mi reproductor y mi coloco los cascos, mi padre sube apenas dos minutos después y Louis comienza a conducir al aeropuerto. Obviamente él y Sara se quedan en casa para mantenerla en buen estado y mi padre les paga desde allá depositando dinero en sus cuentas.
El camino no es nada largo, subimos al avión minutos después de llegar «a quien enganchó fueron más de una hora» (Tomo asiento en el lugar que corresponde y vuelvo a la potencia de mi reproductor después de despegar para luego volver a dormirme.
Alguien me zarandea y abro los ojos, una azafata rubia con ojos verdes y una sonrisa me mira. -Ya vamos a aterrizar. ¿Podríamos por favor apagar el reproductor colocar el cinturón? - asiento y hago lo que me pide. «Wow que fantástico padre tienes, Pao. Ni siquiera se molestó en despertarte estando a solo centímetros de ti »
Aterrizanmos y nos dirigimos a la que seria nuestra nueva casa, pero antes pasamos a comer algo en un restaurante ya que moría de hambre.
- Pao, las demás cosas llegan en dos días, por ahora debes aguantar con las que traemos en las maletas.
Mañana veré lo del personal de limpieza. - dijo mi padre mientras abría la puerta de la casa. Desde fuera de donde se encuentra una casa grande de dos pisos color blanco hueso, ubicado en un residencial de gente rica, se puede ver un gran patio donde ya planeo plantar algunas flores, tenía una cochera enorme, un puerto negro en la entrada que luego configuraríamos para que solo pueden entrar personas que le demos el pase. - No te preocupes en contratar personal, yo puedo encargar de la limpieza y esas cosas respondi a lo que él asintió sin refutar.
Entre detrás de él a la casa y yo quedamos asombrados, lo primero que apreció fueron las dos escaleras que condujeron al segundo piso en medio del recibidor, justo debajo de las escaleras (en el arco que se formaba en medio de ambas) había una mesita con un florero repleto de gardenias. Por dentro de la casa era de un color blanco limpio y tenia un candelabro justo en medio del recibidor que iluminaba toda la sala de estar. El piso era de cerámica pulida y de colores alternados, muebles de color crema repartidos estratégicamente por todo el lugar.
Sabia que te iba a gustar, tarde meses en preparar todo esto - susurró, yo solo asentií a lo que debería - Mañana veremos lo del coche que vas a usar, ya estas inscritas en el instituto
Morgan School, tú habitación se encuentra en la primera puerta escalera de la izquierda - me indica.
¿Qué hay en la escalera de la derecha? - cuestioné
Toda esa parte está dedicada a mi trabajo. - Dijo y se marchó a lo que creo es la cocina, la cual veré después.
Subí las escaleras y entré en la puerta que me había dicho, estaba pintada de un color gris claro que obviamente es el que yo había elegido, tiene dos ventanas de cristal en la pared del fondo, un escritorio en la pared al lado de un pasillo que supongo es el baño, dos mesitas de noche al lado de la cama que se encuentra en el centro de la pared, un librero justo al lado de la puerta de entrada y un tocador con un espejo y varios compartidores en la otra pared que queda de frente a la cama, además de un sofá igual al que tenía en mi casa de Madrid, de esos que parecen llenos de aire y que siempre me gustaron para ver televisión, la cual se encuentra justo en la esquina frente al sofá.
Me adentro mejor y cierro la puerta, camino por el pasillo y encuentro un vestidor justo en medio de este separado por una puerta , es inmenso y con un espejo enorme de cuerpo completo y otra puerta al fondo del pasillo que es el baño con un jacuzzi y una alacena donde guardar todos los productos de higiene personal, además del retrete claro y un espejo de cuerpo completo más pequeño que el vestidor. «Como se los dije: mi padre me llena de lujos por todos lados ya veces es frustrante »,
Decido desempacar todo y darme un baño para descansar.
Paola Thompson
Me despierto como todos los dias a las seis de la mañana, estoy acostumbrado a hacerlo y aunque me acueste a las 4:59 am me despertaría a esa hora.
Busco un short deportivo en mí vestidor despuės de lavar mis dientes y un top deportivo, me pongo unas zapatillas y amarro mi cabello en una coleta alta. Soy atlética, desde pequeña, en mi antigua casa tenía mi gimnasio personal en un pequeño espacio, aquí tendré que prepararlo y como no pienso arruinar mi rutina matutina voy a salir a trotar en las calles del residencial, así conozco el lugar
Bajo las escaleras y abro la puerta principal, pongo los cascos y enciendo el reproductor de música
- A partir de hoy de David Bisbal y Sebastián Yatra - comienza un sonar y al salir del gran puerto negro inicio mi recorrido.
Se preguntaran ¿Qué dirá mi padre cuando se levanta y no me encuentra en casa? Sencillo, no dirá nada, ni siquiera lo notará Por qué? Porque le importa una mierda lo que haga o deje de hacer
Vislumbro las grandes y lujosas casas, una mas lujosa que la otra. Autos de lujo y pienso en el mío, tenía un Audi hermoso en Madrid Qué tendré ahora? Conociendo a mi padre seguro que querrá comprarme uno más lujoso aun solo para tenerme contenta.
En mi distracción chocó con algo fuerte que me hace tambalearme, recupero el equilibrio y miro lo que me ha chocado.
Necesitas lentes? 0 un perro? Acaso estas ciego. - digo al ver un rubio ojos azul parado frente a mi mirándome con el ceño fruncido.
No eres de por aqui Cierto? - dados mirándome con su antigua expresión. «Lo insulto y así es cómo reacciona? ¿Quéle pasa a este chico? »
- Claro que no, porque por lo visto la gente de por aquí tiene problemas de visión respondo dando un bufido.
¡Oye! fuiste tú la que chocó conmigo y solo te pregunté porque no te habia visto antes, no tienes por quė ponerte asi - dijo cruzando los brazos y mirándome con aires de superioridad.
Doy la vuelta para volver a mi casa y no tener que responder a eso, pero sostienen mi brazo y me gira hacia él nuevamente. - Merezco una disculpa porlo menos - dice con prepotencia.
Suelto una carcajada y después lo miro seria. - Porlo visto tenemos que comprar un paracaídas para que no te golpees fuerte al caer, estas subiendo muy alto. - Respondo mirándolo fijamente a los ojos.
Entrecierra los ojos y me dice: - Me estas retando? - sonrio de lado.
Tu qué crees? - yo suelto de su agarrey yo cruzo de brazos también.
- La gente de aquí seremos ciegos, pero al menos tenemos educación - siento la vena de mi cien latir. «Me está haciendo enojar este tipo»
- Si a educación le llamas: no tener cerebro, entonces sí - iba a responderme cuando alguien llama y lo interrumpe.
ijDYLAN !! - El chico rubio «que al parecer se llama Dylan» gira y luego vuelve a poner su atención en mí. Era una mujer rubia quien llamaba, parecía de unos casi 40 años.
Sonrío y yo voy trotando sin esperar lo que iba a decirme.
Tampoco es como que me interese en lo más minimo.
Los rayos del sol empezaban a molestar cuando llegué casa, abrí la puerta y entré, como esperaba mi padre no estaba, se había ido a trabajar. Fui hasta la cocina y busqué algo para desayunar, en el refrigerador solo había leche «iugh» jugo de naranja y carne frita. Toméla jarra de jugo y lo eché en un vaso, un poco de cereal y ya tenía mi desayuno.
Analice la cocina y era enorme, como todo en la casa, recuerde que dije que limpiaria sola la casa, pues ahora que analizo bien no creo que pueda hacerlo, esta casa es más grande que la que tenía en Madrid. La cocina tiene lo esencial: un refrigerador que está ubicado al final de la encimera donde están todos los utensilios, tiene una desesperación que cubre casi toda la parte superior de la pared, la isla en medio del espacio, el lavaplatos y todo lo que hay en una cocina.
En el reloj de pared indica que son las siete de la mañana, coloco lo que usamos en el lavaplatos y decido ponerme a buscar algo con que empezar a limpiar, encuentro todo lo que necesito y vuelvo a iluminar el reproductor colocando los cascos otra vez en mis oídos, una canción que no recuerdo el nombre comienza a sonar. «No recuerdo el nombre porque tengo más de seis mil canciones en mi mp4»
Empiezo la limpieza, ya que si no se lo habia mencionado antes soy una enferma con eso y el orden, otra cosa que heredé de mi mamá, además de su cabello y sus ojos.
Esparzo agua y detergentes de limpieza por toda la casa mientras desinfecto todo a mí alrededor, paso una toalla húmeda por los muebles y las ventanas de cristal. Voy a la piscina y descargo toda el agua en lo que termino de barrer toda la basura del patio, al terminar la piscina está completamente vacía, la limpia con desinfectante y vuelvo a llenarla. A las nueve de la mañana ya terminó mi trabajo.
Apago mi mp4 y lo dejo en una de las mesitas de la sala de estar, inhalar el aroma a flores que inundan el aire y cierro los ojos recordando a mi madre.
Escena retrospectiva
Hoy tenemos trabajo de limpieza aquí en casa. - Dijo mamá con una sonrisa en el rostro, era una fanática se la limpieza.
- Siii - chillé dando saltitos, siempre me ha gustado limpiar al igual que ami madre.
- Tierra trágame - suplicó Esther haciendo un puchero.
- Deja de quejarte Esther, solo será un rato que pasaremos juntas las tres limpiando y divirtiéndonos. Limpiar también es divertido y luego de terminar nos iremos al parque a comer helado y jugar en los columpios - le dijo nuestra madre y nos tocó la nariz a las dos a lo que reímos.
Como había prometido nos divertimos limpiando y más cuando puso música a todo volumen y empezamos a hacer bailes locos y cantar hacia ningún público.
Después de terminar nos dimos un baño y fuimos a comer helado y a jugar al parque, Esther y yo reíamos como si no hubiera nada más que hacer en el mundo hasta que llegó la hora de volver a casa.
Nuestro padre llegó de mal humor y nos reprendió por haber movido algunas cosas de su despacho, mamá nos mandó a nuestro cuarto y volvieron a discutir.
Fin de flashback
Abri los ojos y la nostalgia me invadió, pero no iba a dejar que fluyera, el timbre de la casa sonó y me dirigí a la cocina donde estaba el mando interno para abrir el portón, por la cámara divise a un chico de cabello castaño, una gorra que no le cubría bien y una camisa con unos vaqueros. Fruncí el ceño y presionar el botón del micrófono
. - ¿Qué se lo ofrece? - pregunté. El chico miró hacia la cámara y miró.
Paola Thompson? - Responde un "si" y prosiguió hablando
Vengo por un mandato de su padre, le traigo su auto y yo dijo que no lo espere para cenar. Levante una ceja, era obvio que mi padre lo habia mandado aunque le abría preguntado su no me habia dicho eso. «No confio en todo el mundo»
- Ya me lo esperaba, entre el auto - responde presionando el botón de desbloqueo de la puerta.
Salí a recibir mi nuevo auto y diría que me sorprendí al ver un auto blanco en frente de mí pero no fue así, ya había encargado este auto en Madrid días antes de mudarme y supongo que mi papá hizo los trámites para lo que mandaran aquí.
El chico sale del auto con las llaves en mano y se acerca, es ahí cuando noto sus ojos que son de un color miel, sonrie y le devuelvo el gesto.
Creo que no esperaba su auto a estas horas - Grabado de dados con la mirada, No lo hace de una forma pervertida sino graciosa y es ahí cuando recuerdo que aun tengo la ropa deportiva. «Torpe, cielo, torpe»
Tomo las llaves que me extiende y sonrío con un poco de rubor en mis mejilas.
-Claramente, llegaste en un momento que no lo esperaba, pero igual está bien - digo encogiéndome de hombros.
Connor Lewis - dice tendiendo la mano con una sonrisa en su rostro.
Este chico solo sabe sonreir? »
- No me presentaré, pues ya sabes quién soy - me vuelvo a encoger de hombros y tomo su mano.
Espero verte de nuevo, Paola se da media vuelta y camina hacia el portón, pero se encuentra con el mismo cerrado. Suelto una carcajada al ver su cara al voltearse, se rasca la nuca y yo acerco a la puerta negra, presionando un botón desde el mando que tenía en mi bolsillo y me despido con un "hasta luego" que el responde con un "eso espero "y se retira.
Paso las yemas de mis dedos por el auto observándolo con atención. «Cambiar todo esto por tenerla de nuevo»
Sacudo mi cabeza para alejar los pensamientos y entrar a la casa, subo las escaleras corriendo y decido darme un baño para ir a comprar algo para la cocina.
Conecto mi reproductor a la toma corriente y me despojo de la ropa. Al salir me visto con una falda negra, un top negro que me llega más arriba del ombligo y una chaqueta negra con unos zapatos de tacón.
Seco mi cabello que cae lacio por mi espalda y me maquilló un poco. Mi móvil suena y lo pongo en altavoz. -¿Si? -respondi sin mirar el identificador.
iCOMO SE TE OCURRE IRTE SIN SIQUIERA DESPEDIRTE?! -
El grito de Danna me hace soltar el labial.
Les dije que no tenía amigos y era cierto, pero ella y Anderson, su hermano, son lo mas cercano a un amigo, han soportado mi mala actitud y mi sarcasmo durante mucho tiempo.
Creo que esperabas demasiado de mí, Danna - escucho un bufido de su parte y sonrió de lado, es tan tipico en ella estar bufando. - Es cierto, pero escribir un mensaje diciendo "me voy a
Seattle "no es tan difícil, solo son 4 palabras, 13 letras y 1 despedida. No es tan dificil - ruedo los ojos y me siento en la cama.
- Vale, tienes razón lo haré ahora - digo, sabiendo lo que me va a decir.
- Paola Teresa Thompson Claymore ahora no estoy dispuesta a aceptar tu despedida
- dice mi nombre completo porque sabe que eso me enoja. - Estás hablando con, Paola? - La voz de Anderson me hace sonreír, sé que se va a poner a molestarla.
¡Holaaaaaa! Pao te extraño, con todo y bromas pesadas y tu increible sentido del humor- ruedo los ojos y bufo.
Cuando vas a entendre que no bromeo, soy cruel. - El nunca ha entendido que soy cruel y no graciosa.
- Si, como quieras decir, para mi seguirás bien graciosa dice y me lo imagino encogiéndose de hombros.
- Eso es porque para ti todo es gracioso, pero ella es mala o ya olvidaste el dia que le echó polvo extra picante al agua de las duchas de la escuela - le dice Danna.
Grabe ese dia me hace reir, fue tan gracioso ver todas las piojosas del equipo de porristas rascarse el cuerpo. - Eso fue divertido admítelo Dan - le dice su hermano.
Bueno chicos siempre es un placer hablar con ustedes, pero ahora tengo que ir a hacer unas compras, baíii- cuelga la lamada antes de que puedan decir algo más.
Tomo las llaves de mi nuevo auto y mi bolso con las tarjetas de crédito. Bajo las escaleras y entro el mando de la puerta en mi pequeño bolso también, coloco un beanie negro en mi cabeza y subo al auto. Tengo que admitir que mi bebé es muy comodo.
Pongo en Google Maps el lugar donde quiero ir y mi móvil me indica el camino hasta el centro comercial.
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