“Cuando Las Estrellas Se Encuentran”
                                                        Capítulo 1: El niño callado y la niña de las coletas rosas
                    
        En un rincón del patio del jardín de infancia, sentado bajo un cerezo, estaba Renji Kurozawa.
 
        Con solo cinco años, ya parecía distinto a los demás niños: serio, callado y siempre observando a su alrededor como si todo fuera demasiado ruidoso.
Su mundo eran los lápices de colores, los libros de dinosaurios y las noches tranquilas en las que miraba las estrellas desde su ventana.
 
        
        Renji Kurozawa
Una luna. 🌙
 
        
        Hana Mizuki
¡Es preciosa! ¿Puedo verla?
 
        Frente a él estaba Hana Mizuki: una niña risueña de cabello rosado atado en dos coletas con lazos negros.
 
        Era pura energía y curiosidad, siempre dispuesta a hacer amigos y llenar de risas cualquier lugar.
A Hana le encantaban los dulces de fresa, las historias de princesas y correr bajo los cerezos en flor.
 
        
        Hana Mizuki
Me gusta tu dibujo.
 
        
        Hana Mizuki
Yo sé dibujar flores. 🌸
 
        
        Renji Kurozawa
Lo imaginé.
 
        
        Renji Kurozawa
Porque te ves como una flor.
 
        
        Hana Mizuki
Sonríe sonrojada
 
        
        Hana Mizuki
¿Por qué siempre estás solo?
 
        
        Renji Kurozawa
No me gustan los gritos.
 
        
        Hana Mizuki
Yo puedo hablar bajito contigo. 🤫
 
        
        Renji Kurozawa
…Está bien.
 
        
        Hana Mizuki
¿Quieres ser mi amigo?
 
        
        Renji Kurozawa
Si quieres.
 
        Renji no estaba acostumbrado a que alguien se acercara a él. Siempre había sido el niño silencioso que prefería las esquinas tranquilas, mientras que Hana parecía brillar incluso en los días nublados.
Ese contraste hizo que su primer encuentro fuera especial.
 
        
        Hana Mizuki
Saca un caramelo de fresa ¿Quieres? 🍬
 
        
        Hana Mizuki
Solo si prometes algo.
 
        
        Hana Mizuki
Que vamos a ser mejores amigos. Para siempre.
 
        
        Renji Kurozawa
Lo prometo.
 
        
        Hana Mizuki
¡Trato hecho! 🤝
 
        Ese fue el comienzo.
Un niño que prefería la luna y el silencio.
Una niña que amaba las flores y el ruido de las risas.
Dos pequeños de mundos opuestos que encontraron consuelo el uno en el otro, sin saber que aquella promesa sería el lazo más fuerte de sus vidas.
 
        
        Autor
Eso es todo gracias por leer porfavor 🥺 apoyen y denle un pulgar arriba nos vemos en el capítulo 2
 Capítulo 2: Promesas de infancia
                    
        Han pasado dos años desde que Renji y Hana se conocieron en el kínder.
Ahora, con siete años, su vínculo es más fuerte que nunca.
Él sigue siendo reservado y tranquilo, mientras que ella continúa iluminando todo con su sonrisa.
 
        
        Hana Mizuki
¡Renji, ven rápido!
 
        
        Hana Mizuki
¡Mira lo que encontré en el patio! 😺
 
        
        Renji Kurozawa
…Un gatito.
 
        
        Hana Mizuki
¡Sí! Estaba escondido en una caja. Pobrecito.
 
        
        Renji Kurozawa
Está temblando.
 
        
        Hana Mizuki
¿Podemos cuidarlo?
 
        
        Renji Kurozawa
Mi mamá no me deja tener mascotas.
 
        
        Hana Mizuki
La mía tampoco… pero podemos venir a verlo todos los días.
 
        
        Renji Kurozawa
…Está bien.
 
        Renji no era de mostrar sus emociones, pero cuando acarició al pequeño gato, sus ojos brillaron de una forma distinta. Hana lo notó enseguida.
 
        
        Hana Mizuki
Te gusta, ¿verdad?
 
        
        Renji Kurozawa
Pero no digas nada.
 
        
        Hana Mizuki
Ríe Tranquilo, será nuestro secreto.
 
        
        Renji Kurozawa
Siempre hablas mucho.
 
        
        Renji Kurozawa
A veces me gusta escucharte.
 
        
        Hana Mizuki
Se sonroja ¿En serio?
 
        A pesar de ser tan diferentes, los dos habían encontrado en el otro algo que no tenían:
Hana descubría tranquilidad junto a Renji, y él encontraba calidez en la alegría de ella.
 
        
        Hana Mizuki
¿Crees que sigamos siendo amigos cuando seamos grandes?
 
        
        Hana Mizuki
Entonces vamos a hacer un juramento. ✋
 
        
        Hana Mizuki
Pon tu meñique aquí.
 
        
        Renji Kurozawa
Entrelaza su meñique con el de ella
 
        
        Hana Mizuki
Promesa de meñique! Nunca romperla.
 
        Ese día, bajo la sombra de un viejo cerezo, Renji y Hana hicieron una promesa infantil.
Un lazo invisible comenzó a unirlos más fuerte que cualquier palabra.
Un lazo que, con los años, se pondría a prueba de maneras que ninguno de los dos podía imaginar.
 
        
        Autor
✨ Hola lectores ✨
Gracias por acompañar a Renji y Hana en este inicio de su historia.
Esto apenas comienza… y les prometo que habrá muchas más emociones, momentos tiernos, recuerdos inolvidables y también pruebas difíciles para nuestros protagonistas.
💌 Si disfrutan esta novela, no olviden darle apoyo y seguirla, porque eso me motiva muchísimo a seguir escribiendo.
¡Lo mejor todavía está por venir! 🌸🌙
 Capítulo 3: Bajo los cerezos en flor
                    
        Han pasado algunos años.
Renji y Hana ya no son los niños de cinco años que apenas se conocieron en el kínder.
Ahora, con nueve, su amistad es inseparable.
 
        
        Hana Mizuki
¡Renji, ven! 🌸
 
        
        Renji Kurozawa
¿A dónde corres ahora?
 
        
        Hana Mizuki
¡Los cerezos están floreciendo!
 
        
        Renji Kurozawa
…Siempre florecen en primavera.
 
        
        Hana Mizuki
Lo sé, pero este año se ven más bonitos.
 
        
        Hana Mizuki
Extiende la mano para atrapar un pétalo
 
        
        Hana Mizuki
Mira, parece magia.
 
        
        Renji Kurozawa
Magia no existe.
 
        
        Hana Mizuki
Para ti todo es lógico. 🙄
 
        
        Renji Kurozawa
Y para ti todo es un cuento de hadas.
 
        
        Hana Mizuki
¡Exacto! Por eso hacemos un buen equipo. 😏
 
        Renji seguía siendo reservado y tranquilo.
Pasaba horas leyendo o dibujando en silencio, pero nunca decía que esperaba cada recreo solo para encontrarse con Hana.
Ella era la única capaz de hacerle olvidar el ruido del mundo.
 
        
        Hana Mizuki
Cuando sea grande, quiero viajar.
 
        
        Hana Mizuki
A todos lados. Tokio, Osaka, ¡quizás otro país! ✈️
 
        
        Renji Kurozawa
…Demasiado ruido.
 
        
        Hana Mizuki
Entonces vamos juntos. Así no estarás solo.
 
        
        Hana Mizuki
Prometimos ser amigos para siempre, ¿verdad?
 
        
        Hana Mizuki
Entonces prométeme otra cosa.
 
        
        Renji Kurozawa
¿Qué cosa ahora?
 
        
        Hana Mizuki
Que cuando sea grande… no me olvides.
 
        
        Renji Kurozawa
…Nunca podría.
 
        
        Hana Mizuki
Sonríe sonrojada Gracias, Renji.
 
        Bajo los cerezos en flor, Hana soñaba con un futuro brillante, lleno de aventuras y risas.
Renji, en cambio, solo quería un futuro donde ella siempre estuviera a su lado.
Dos corazones diferentes, unidos por una promesa que empezaba a sonar más grande que la infancia misma.
 
        El viento movía los pétalos como si los rodeara un mar rosado.
Los niños corrían bajo los árboles, riendo y lanzando al aire las flores caídas.
Ese día no lo sabían, pero estaban creando un recuerdo que marcaría sus corazones para siempre.
La promesa que acababan de hacer era sencilla, pero tenía el peso de algo eterno.
 
        
        Autor
Se está poniendo bueno, ¿verdad? 😏
Y lo que viene… será todavía mejor jejeje 😜
 
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