Daniela Jones es una bella jovencita hija de Don Ernesto Jones, quedo huérfana a los 10 años pero siempre fue una buena niña.
Cuando ella recién cumplió los 17 años, estando en High school aún fue llevada por su novio a una fiesta donde él la hace beber cuando ella no tenia costumbre de hacerlo, ella se despierta se ve desnuda en una cama con las piernas manchadas, no se acordaba mucho de lo que paso, solo que su novio le estuvo insistiendo en que bebiera de más, ella al sentirse mal le pide que la saque del lugar. El la lleva a una habitación la echa en la cama besandola mientras le quitaba la ropa, hasta ahí recoradaba ella, se vistio salio avergonzada, su novio no estaba y ella pidió un taxi para ser llevada a su casa.
Pasan dos meses, después de esa noche su novio la rechazó y ella sentia que él solo quiso de ella su pureza, pero pronto se dio cuenta que en su vientre habia otra vida y lo busca en su casa para decirle, porque en el High school el no dejaba que ella se le acerque, pero su respuesta fue cruda y destrozó el corazón de Daniela.
Vincent: "Puede ser de cualquiera, eres una chica fácil que seguro más de uno al igual que yo ya te llevaron a la cama.
Daniela: "Claro el rico del que todas están enamoradas, pero tuviste que andar de perro tras de la única que jamás cayó ante tus artimañas".
Vincent: "Hazte la mojigata, ya te dije, a mí no me cuelgas tu milagro, ve a buscar al padre de tu hijo, a ver si recuerdas con quien más te revolcaste".
Daniela llegó a su casa en un mar de lágrimas y no dudó en contarle a su padre, su padre era un hombre viudo de buen corazón que lo único que tenía era a su hija que era su más grande adoración y poseía una bodega en el corazón de un barrio residencial.
Al enterarse Don Ernesto con lagrimas en los ojos abrazó a su hija, la consoló diciendole que no pasaría nada, que el la quería y que con su amor bastaba. Esa noche Don Ernesto, despues de que su hija se quedara dormida, tomo su camioneta en la que recogia verduras frescas de la granja para su bodega, condujo hasta la zona mas exclusiva de Miami, a donde vivía Vincent y pidio hablar con sus padres aunque las mucamas decian que era muy tarde y que los señores se encontraban descanzando.
La bulla hizo que ambos padres bajaran.
Don Ernesto: "Señores buenas noches pero tengo que hablar con ustedes, y tenia que ser a esta hora para que mi hija no lo sepa".
Señor Johnson: "Debe ser algo urgente para que venga a esta casa de esa manera, pase tome asiento, usted siempre fue un hombre sensato y mi hijo un joven problemático espero que no haya hecho una de las suyas su hija fue su novia tengo entendido hasta hace dos meses".
Sra. Johnson: "No son horas de venir a un hogar decente, ¡pero que se puede esperar de esta gente!".
Don Ernesto: "Señora si no quiso mezclar a su hijo con gente de mi clase no debió ponerlo en el High school de mi hija que es para gente trabajadora de clase económica media, pero ya no lo aceptaban en ninguna escuela verdad".
Sr. Johnson: "Señor Jones hable de una vez, ¡¿qué quiere?!".
Don Ernesto: "Mi hija hace dos meses fue llevada a su primera fiesta por su hijo, dijo que me la traería temprano y la hizo beber casi a la fuerza, ya mi hija sin voluntad propia por el alcohol solo le pidió que la saque de ese lugar por que se sentía mal, pero él se aprovecho la llevo a una habitación y ahora mi hija está embarazada, ella no conoce ni a conocido varón alguno más que ese día pero su hijo se atrevió a hablar de la honra de mi hija y decir que puede ser de cualquiera".
Sra..Johnson: "Esta loco si cree que mi hijo asumirá la paternidad de ese niño, si mi hijo dice que puede ser de cualquiera, seguro que ya la vio revolcarse con cualquiera".
Don Ernesto: "No le permito que hable así de mi hija, prefiero ser de clase económica medía que tener la educación de un adinerado, que su hijo no se atreva a hablar de mi hija porque lo denuncio, aprovecharse de una joven ebria y menor de edad es un delito aquí en este estado, mi nieto no necesita su apellido".
Sr. Johnson: "Lo último que me faltaba, pobretón y orgulloso. ¿Porque no acepta que solo quiere que su nieto bastardo sea el heredero de la familia Johnson?, lo que no se es como se enteraron del contenido del testamento de mi padre".
Don Ernesto: "Sus Millones me tienen sin cuidado, solo le pido que su hijo se aleje de mi hija y no volver a verles la cara a ustedes, es mi hija y será solo mi nieto, ahora retírese de mi camino que su casa apesta a hipocresía y falta de moral".
Don Ernesto regresó a su casa y se arrepintió de haber ido él solo quería que los padres de Vincent le dieran un escarmiento, pero siempre lo defenderían y más en esta situación.
Los meses pasaban y la pancita de Daniela se comensaba a notar, siendo objeto de burla para sus compañeros, y el mismo Vincent.
Felizmente, terminaron el High school y ella tenía cinco meses de embarazo, su papá le pago siempre un seguro médico y allí la llevaba él mismo cada mes, ambos ya sabian que Daniela esperaba una niña y estaban felices, ella ayudaba en la bodega, su papa la sentó tras la caja registradora, le compro conjuntos de vestir maternos muy bonitos.
La casa de ellos quedaba tras la bodega, y don Ernesto saco el mismo todo de aquella habitación de costura de su difunta esposa que no quiso tocar jamas, pinto las paredes de rosa bajito y puso una bonitas cortinas que halló en oferta, todas las noches dedicaba un poco de tiempo a esa habitación, compro una cuna, un sillón igual blanco, un pequeño ropero que fue llenando de ropita de bebé, las cobijas de la cuna en rosado con blanco, también le compro un coche cuna para la bebé.
Daniela ya estaba en las últimas semanas de gestación, Don Ernesto estaba muy preocupado por su hija, aún no tenía dieciocho años cumplidos y ya tendría que pasar por un parto.
Cada mañana Daniela hacia café que inundaba de olor a la bodega, eso les gustaba a los clientes y más de uno pedía un café para ir tomando de regreso a casa después de sus compras.
Esa bodega era del agrado de los vecinos porque Don Ernesto traía muy temprano siempre los productos directo de la granja, las carnes eran las más frescas, los demás productos estaban al mismo precio que en el supermercado y tenía variedad, no había necesidad de ir hasta el supermercado allí lo tenían todo.
Una noche después de cerrar la bodega, Daniela ya no soporto.
Daniela: "Papito llévame al hospital, estoy con dolores de parto desde hace unas horas solo no quise preocuparte".
Don Ernesto: "Hijita cómo te quedas aguantando el dolor, espérame voy por la pañalera y tu maletín".
Don Ernesto salía con su hija en la camioneta rumbo al hospital, llegando pidió una silla de ruedas y entró a Daniela, el médico que le hizo los controles estaba de turno; él mismo la llevó a sala de operaciones para la cesárea.
Don Ernesto moría de nervios mientras Daniela estaba en sala de operaciones, pero al salir su hija de sala de operaciones él sentía que el alma le regresaba al cuerpo, después trajeron a la bebé y él lloraba al cargar a su nieta, Daniela le dijo que le pondría el nombre de su mamá Alicia.
Don Ernesto estaba muy feliz, llegó la mañana y él quería quedarse a cuida a Daniela, pero ella sabía que tenía que ir a abrir la bodega. Lo convenció de que fuera a atender la bodega y que procure descansar.
Al anochecer Don Ernesto estaba en la habitación de su hija, viendo que ambas estén bien y no les falte nada a ambas.
Don Ernesto le contó que había contratado a una señora del barrio para que los ayude con la bodega en lo que ella se recuperaba.
Daniela: "Papá gracias por creer en mí y no echarme a la calle con mi bebé, sé que soñabas con que yo estudie en la universidad, pero no me siento mal, te ayudaré en la bodega Papá y cuando mi Alicia este grande yo estudiaré en la universidad".
Don Ernesto: "Si hijita y yo te voy a ayudar en todo, para eso soy tu papá y voy a cuidar de las dos, soy yo quien tengo que darte gracias a ti hijita linda por este regalo, me has regalado esta preciosura de nena para poder engreír y es para mi sólito, mi pequeña Alicia Jones".
Daniela se quedó en el hospital cuatro días y de ahí fue a casa con reposo relativo, la bebé era hermosa y cuando Daniela estuvo recuperada, bajaron el coche cuna y lo tenían cerca de la caja registradora donde Ambos podían verla y atenderla.
Don Ernesto era un hombre ágil y vital de solo 48 años de edad, que habiéndose quedado viudo no busco otra pareja, solo por no darle una madrastra a su hija.
Los años pasaron y la pequeña Alicia ya con siete años era la engreída de su abuelo, que hasta la llevaba y traía de la escuela, aunque tuviese que madrugar a la granja para que le alcance el tiempo.
Daniela cambiaba de roles seguido con su papá y era ella quien iba a la granja de los Ferrer que cosechaban productos orgánicos y siempre tenían los mejores quesos, las carnes y pollos de la granja, así como leche fresca.
Las frutas si las compraban de una importadora que vendía variedad de frutas por cajones, teniendo siempre lo que el selecto paladar de los clientes pedía.
Alicia tenia ya diez años pero Daniela se ocupaba mas de la bodega por que su papá se le veia mas cansado y se despertaba de madrugada para llegar a llevar ella a Alicia a la escuela y hablo con ella para cuidar del papá Ernestito como le decia su Alicia.
Daniela insistió en que fuera al doctor a hacerse ver, pero él le decía siempre que iría mañana o a la semana siguiente, pero jamás iba, quedaron que juntos irían la mañana siguiente y Daniela saco cita en el hospital, ese día iría a traer todo de la granja y la importadora de fruta, pero antes de ir entro a ver a Alicia que dormía tranquila, entro a ver a su papá y Don Ernesto no respiraba.
Daniela se desesperó y llamo al 911 que vinieron muy rápido y solo certificaron su deceso, al no saber que le paso la policía fue llamada.
Se llevaron a Don Ernesto para medicina forense en medio del desconsolado llanto de Daniela y de Alicia que se despertó, ella entendía que pasaba perfectamente, su papito Ernesto ya no estaría más con ella para cuidarla.
Alicia se cambió y tomó el dinero que tenían ahorrado para sus estudios universitarios, el que ahorraban para Alicia no lo toco, Alicia también se alistó y no permitiría que su mamá la deje con alguna vecina, ella quería estar con su abuelo.
Daniela y Alicia fueron hasta medicina Legal, pero ya Daniela en el camino llamó a una funeraria para contratar sus servicios. Le hicieron una autopsia a don Ernesto y los resultados salieron recién a medio día, dejando que la funeraria se lleve el cuerpo para ser velado.
Los informes de medicina legal eran claros él falleció por metástasis de cáncer generalizado, Daniela no podía creer como no se dio cuenta y pidió hablar con el médico legista quien accedió a hablar con ella.
Daniela: "No dudo de usted y sus conocimientos, pero si me cuesta entender por qué mi padre no presento ningún síntoma".
Médico: "Señorita su papá tenía metástasis de cáncer generalizado, no presentó ningún síntoma significativo porque así hay casos de cáncer silencioso, pero quiere que le sea franco he visto familias sufrir tanto por esto del cáncer que cuando la muerte llega es un alivió, en el caso suyo y de su hermanita están desoladas porque nadie las preparo para esto, le recomiendo que legalice la tenencia de su hermanita para que no tengan problemas con el sistema".
Daniela: "No se preocupe ella es mi hija, él es su abuelo, gracias por explicarme".
Daniela salía de aquel lugar con su hija, tratando de ser fuerte por ella.
Daniela conducía con cuidado rumbo a su casa y allí con su hija se dieron un baño, cambió a su hija se cambió ella, poniendo ropa de ambas en un pequeño maletin y al salir las lagrimas se le caían al poner un listón negro en la puerta de la bodega con un letrero en la puerta que decía:
"CERRADO POR DUELO, MI PADRE EL SEÑOR ERNESTO JONES SE VELARÁ EN LA CAPILLA DEL SANTO SEPULCRO EL DÍA DE HOY Y MAÑANA SERÁ SEPULTADO EN EL CEMENTERIO CENTRAL DESPUÉS DE LA MISA DE CUERPO PRESENTE QUE SERÁ A LAS DIEZ DE LA MAÑANA".
Tomó un taxi y fueron al velorio, a dar el último adiós al padre que no la abandonó, que las quiso a ambas hasta el último momento de su vida.
La capilla donde se velaba Don Ernesto Jones se comenzó llenar de vecinos, clientes, proveedores, y hasta los de la granja estaban presentes, esa noche Daniela se quedó con su hija en la capilla, no quería dejar a su papá solo siendo acompañada por algunos vecinos que eran amigos de muchos años atrás con su padre, a Alicia la hizo dormir en un apartado que había a un costado con sofás y sillones, pero ella se sentó muy cerca para poder cuidarla.
Viendo que su hija dormía profundamente pidió a una vecina que la vea mientras ella se acercaba al ataúd de su padre, donde se desmoronó por completo, lloró abrazada de aquel féretro pidiéndole perdón por no haberse dado cuenta de que estaba con cáncer, las vecinas que se quedaron a acompañarla la hicieron que se calme y hablaron con ella diciéndole que no se sienta culpable, porque nadie se dio cuenta y seguro ni el mismo.
En la mañana se bañó y bañó a Alicia cambiándose con la ropa oscura que trajo en el maletín y a Alicia le puso ropa blanca.
Después de la misa se fueron al cementerio donde fue sepultado en medio de lágrimas de Daniela y de Alicia, así como de la gente que lo conocía y estimaba.
De regreso a su casa no sabia como enfrentar la ausencia de su padre, el se sentía en cada rincón de la casa por que cada rincón fue decorado por sus manos.
Daniela acostó a su hija contestando mil preguntas de su abuelo, ya a solas en su habitacion bajo el agua de la ducha pudo llorar y sabía que se quedo sola con su hijita, los sueños de poder estudiar se esfumaron.
Gracias a su padre tenía esa hermosa casita de dos niveles, que aunque era pequeña tenía todas las comodidades, tenía también esa bodega que sería el ingreso que la sostendría.
Al día siguiente se despertó muy temprano se dio un baño y fue donde Alicia tomó una cobija grande la envolvió y la puso en la parte trasera de la camioneta. Salió rumbo a la granja y se asombraron al verla, pero surtieron todo lo que ella les pidió, de ahí se fue a donde le vendían las frutas y compro todo lo que faltaba.
Manejó de regreso a casa y ya Alicia estaba despertándose. La pequeña Alicia cambió de tener un carácter dulce a ser dura con su madre.
Alicia: "Mamá yo no quiero ir contigo a la granja y menos que me saques de madrugada dormida".
Daniela: "Hijita, no puedo dejarte sola, eres muy chica, pero tampoco puedo dejar de surtir a la bodega".
Alicia: "Yo ya soy una niña grande, tú vas a la granja y yo me quedo durmiendo, me despertaré con la alarma, me baño y alisto tranquila, mi papá Ernestito ya no está tengo que ser una niña valiente él lo hubiera querido así, ya yo te espero lista para que tomemos el desayuno e ir a la escuela, ahora permiso que se me hace tarde ve ordenando las carnes y haces algo de desayuno".
Daniela pensaba en si sería la mejor solución, pero ordenó las carnes y le hizo desayuno a Alicia que ya bajaba lista para la escuela, Daniela ya debería tener la bodega abierta pero espero que Alicia tome desayuno y la fue a dejar a la escuela.
Al regreso pensaba que esa no era la solución, que perdería clientes por no abrir a la hora y le daba miedo descuidar a su hija, sacando las cuentas le alcanzaba para contratar a alguien que la ayude por horas al menos y pensó que la más idónea era la señora Maria muy amiga de sus padres, una señora en la que ella confiaba mucho, además que en la casa había cámaras para monitorear todo desde su celular mientras ella no estaba.
Ella vivía antes de llegar a la bodega y quedo viuda hacía algunos años, con sus cuarenta años vivía de su pensión de viudez pero no tenía hijos.
Daniela: "Señor Maria, perdón si molesto, pero quería preguntarle si me puede ayudar con Alicia mientras yo traigo mercadería, pero iría a mi casa cómo a las seis y media de la mañana, me la despierta la ayuda, ya después me la lleva y me la trae de la escuela, yo le pagaría por eso, no puedo dejar de atender la bodega o perderé a los clientes".
Sra. Maria: "No te preocupes hija, yo te voy a ayudar y como no queda ni a media cuadra de aquí, hasta el almuerzo hacemos para las tres, no te preocupes la llevo a la escuela en mi carro que tu camioneta es muy grande y no sé si pueda manejarla, pero es aquí a unas cuadras así que no habrá problemas, del pago no te preocupes hasta que te repongas un poco del gasto de lo de tu papá".
Daniela se fue a abrir la bodega y mientras los clientes llegaban ella procuraba ordenar los productos, la señora Maria la vino a ayudar y entre las dos ordenaron todo correctamente.
La señora María hizo el café característico de la tienda y después el almuerzo para las tres, yendo a recoger a Alicia a la escuela.
Daniela atendió todo el día la bodega y ayudaba con las tareas a Alicia en los momentos que no venían clientes.
Download MangaToon APP on App Store and Google Play