CAPITULO 1
Tomo mi copa de vino, cierro la canilla y me sumerjo en la bañera, veo como cae la última gota de agua haciendo una pequeña onda sobre la misma.
Esta rutina la realizo todos los días, después de estar 12 horas parada, atendiendo una rotisería, una pequeña, que se transformó en una herramienta para vivir. Todavía recuerdo cuando junto a Marita y Homero, los únicos amigos, hermanos que me dio la vida, que venimos desde la secundaria, y, en aquellas noches de verano, todos acostados en el césped y mirando las estrellas, yo les decía: “Cuando seamos adultos, voy a trabajar mucho, ahorrare dinero y pondré un negocio para que vivamos los 3 de él y no tengamos que depender de jefes molestos y que nadie nos imponga como vivir” y ellos decían… “¿y porque sola?, nosotros haremos lo mismo, así ahorramos y lo hacemos más rápido y juntos”. Y así lo hicimos, nos llevó 10 años, pero lo logramos, ahora, hace 10 años, todos disfrutamos de ese negocio, que nos permite vivir bien, no con lujos, pero nada de que quejarnos, y por sobre todas las cosas, sin jefes ni mandatos.
Sí, no saquen más cuentas, me llamo Emma y tengo 40 años, hace 5 años tuve a una hija, ella no es producto de un gran amor, no, es producto de un tratamiento de fertilización asistida, que me decidí a realizar luego de esperar muchos años para que me llegara el amor, no un amor inolvidable y de novela, en esos había dejado de creer, después de varios intentos y ningún invento, sino un buen amor, uno sano, de verdadera felicidad, aun a sabiendas de que esos momentos serian los más escasos al lado que los de lucha y sufrimiento, pero no tuve suerte, no llego, no golpeo mi puerta y es así, que ante el paso del tiempo y mi reloj biológico avisando que ese tiempo terminaba, a mis 35 años, llego Zoe, mi verdadero y único amor, la razón más valida de porque mi lucha y la mejor decisión de mi vida. En este momento está dormida, todas las noches llegamos, cenamos juntas, hablamos de su día y el mío, y luego me acuesto junto a ella, acariciando su pelo y contándole siempre las mismas anécdotas que vivimos junto a sus tíos postizos. Es de dormirse enseguida, es por ese motivo que no se cansa de escucharlas, ya que nunca llega al final, y es allí, cuando escucho su respiración tranquila, quecomienzo con el cuidado hacia mi persona y disfruto de este momento especial, en donde el silencio de la noche y el baño reparador, hace que mi próximo día sea único.
Mientras estoy en el agua, pienso en mis padres, que siempre me apoyaron en mis decisiones, ellos aún viven, aunque en una ciudad a 300 kilómetros de aquí, hablo con ellos a menudo y tanto en las vacaciones de verano y de invierno o algún día de celebración (feriado), vamos a visitarlos, tanto Zoe como yo, somos bendecidas de poder tenerlos y disfrutarlos.
Y pensando en ellos, pienso en como forje mi personalidad, fui creciendo haciéndome a la idea que la belleza no era importante, aunque mis amigos, familia y algún que otro conocido me digan que soy bonita, y aunque no quiera pecar de falsa modestia, mis amigos me convencen diciéndome que Zoe tuvo que salir a alguien, siendo tan hermosa, aunque yo siempre refuto con el tema que desconocemos como es el padre. Pero a decir verdad, todos estos años, trate en preocuparme más que en ser hermosa, en ser una buena persona, porque a mi modo de ver, con los años la belleza se esfuma, pero lo buena persona, jamás se va.
El vino está haciendo su trabajo, comienzo a bostezar y el agua se va enfriando, es hora de salir y dejar de lado esta filosofía de vida que termino haciendo cuando puedo parar de todas las actividades que tengo programadas para el siguiente día, que se multiplicaron cuando Zoe nació y a medida que va creciendo se acrecientan junto a ella, creo que es también, porque debo trabajar, y entre colegio y actividades logro tenerla la mayor parte del tiempo en un lugar seguro y bueno, hasta que llega lo inevitable que es que las ultimas horas del día termina junto a mí y sus tíos en la rotisería, para volvernos juntas a casa y otra vez realizar la misma rutina.
Salgo del baño, me seco, coloco alguna emulsión en mi cuerpo, me calzo la bata y me zambullo en mi cama, 5 minutos y… buenas noches, lindos sueños, mañana es viernes, y junto a los sábados, son los días de mayor clientela.
HOLA DE NUEVO, ESTA ES UNA COMEDIA ROMÁNTICA, VAN A NECESITAR PACIENCIA, YA QUE VA A PASAR MUCHAS SITUACIONES ANTES DE QUE LLEGUE EL AMOR EN SU PLENITUD, ESPERO QUE LES GUSTE MUCHO, YO POR MI PARTE ES UNA DE MIS PREFERIDAS EN ESCRIBIR Y PENSAR EN USTEDES.
La autora
CAPITULO 2
EMMA.
Son las 7 en punto y el reloj me recuerda que es el último día de la semana y por ende Zoe debe ir a su Jardincito, el colegio queda a mitad de camino desde nuestro departamento hasta la Rotisería, ah no les dije, le pusimos el nombre original de ROTISERIA 3 AMIGOS. Me levanto por inercia, apago el reloj, paso por el baño y me dirijo a la actividad más difícil del día, despertar a Zoe. Entro a su habitación, abro las cortinas y comienzo con la voz más dulce pero firme a despertarla.
- Buen día amor, mira el hermoso día que es hoy, el sol está brillando para invitarte a disfrutarlo.
-Mmm, si, decile que quiero dormir un ratito más.
-Noooo, como es eso?, todos los días lo mismo?, vamos que mami se despertó para llevarte a la escuela.
-Y porque no te acostas un ratito conmigo?
-No, mi vida, mami entra a trabajar a las 11 de la mañana, podría dormir más y sin embargo se levanta temprano para disfrutar junto a su Zoe.
-Está bien..
Se levanta de mala gana, ni siquiera quiere mirarme, con sus rulos castaños cayendo sobre sus ojos, y rascando sus nalgas, se dirige al baño. Yo me quedo observándola, es evidente que el padre desconocido, debe tener esas costumbres, a mí nunca se me ocurrió como manía al levantarme, rascar mis nalgas. Otra cosa que me llama la atención son esos rulos bien formados, hermosos, de mi genética tampoco es, ya que yo además de tener pelo lacio, lo llevo muy cortito, mucho más cómodo y práctico para mi actividad. Eso sí, es inconfundible que lo grandes y negro de sus ojos y su boca bien roja y carnosa lo heredo de mí, más lo inteligente obvio(la asignatura modestia me la lleve a marzo) y la buena persona que es.
Me dirijo hacia la cocina para preparar el desayuno, todo lo más saludable que se pueda, para comenzar el día con muchas energías, y aprovechamos ese momento para estar juntas. El desayuno y la cena son los momentos que más podemos compartir. Zoe entra, ya vestida con su delantal y ahí, ya bien despierta, con una sonrisa de ensueño, se abalanza sobre mí y mientras yo me agacho para recibir su abrazo, hace algo que siempre me conmueve, apoya su nariz sobre la mía y la rasca a modo de cariño.
-Perdón mami, sabes que me cuesta despertar.
-Mami te perdona mi amor, desde que comenzaste la escuela, tenemos el mismo tema.
-Me gusta dormir, tengo muchos sueños lindos y por eso no quiero despertar.
- eso es muy lindo mi nena, pero hay que despertar, aunque los sueños sean lindos, la escuela, lo que compartís con tus compañeritos, también lo es.
-Si lo es.
- bueno hoy es viernes, ultimo día de la semana y de ir a la escuela, mañana te toca ir con mami al negocio, así que nos levantaremos un poquito más tarde.
- Ajam.
- ya es la hora, agarra tu bolso, mientras yo me preparo para llevarte.
Zoe se dirige a su cuarto y yo tomo mi bolso, las llaves del auto y la espero en la puerta.
-Acordate que a la salida del colegio, la mamá de Any, las llevara al curso de danzas.
- sí, y después me deja en el negocio.
- así es mi amor, entonces nos vemos luego.
La dejo en manos de su maestra y vuelvo a mi departamento, tengo 2 horas para poder arreglar los cuartos, limpiar un poco la casa, poner ropa a lavar y vuelvo a salir hacia el trabajo.
Llego a la rotisería y ya están Marita y Homero. Marita tiene 39 años, está casada con Nacho, un policía, la vida no les ha dado hijos, tienen 2 mascotas un perro y un gato, que son la locura de Zoe. En cambio Homero, es un hombre hermoso, de 40 años, con un cuerpazo de dioses del olimpo, de contextura fibrosa, voz grave y ronca, si no fuese gay, tendríamos más clientela femenina, siempre con Marita nos reímos de eso, en este momento esta noviando con un motoquero llamado Fernando, Homero me ha salvado muchas veces de galanes pesados que no me interesaban y él se hacía pasar por mi novio y por su aspecto, ninguno dudo de eso nunca, era siempre mi último recurso y el disfrutaba hacer ese rol.
-buen día, llegaron temprano.
-hola amiga, yo aproveche que Nacho venía a la ciudad y me enganche para que me trajera.
- hola Emma, yo anoche dormí muy poco, nos enojamos con Fernando, nada que no pueda solucionarse, pero bueno, en vez de quedarme en casa, preferí venir a adelantar trabajo.
- ves Homero, por ese motivo no quiero tener pareja, mi Zoe y yo, nos llevamos muy bien y nada me quita el sueño.
- Hablando de Zoe, viste que el servicio meteorológico informa que va a llover y que serán fuertes tormentas?
-sí, y que tiene que ver Zoe?
-podrías dejarla venir a dormir con la tía Mari?, Nacho hoy trabaja y tengo miedo a las tormentas.
-me estás diciendo que necesitas que una niña de 5 años te proteja de tus miedos?
- no, la necesito para que me de coraje para enfrentar la tormenta.
- jajajajaja, sos todo un caso amiga, pero como te quiero mucho la voy a dejar ir, eso siempre que ella así lo quiera.
- Emma, no nos engañemos, esa nena va a ir con Mari, porque adora estar con sus mascotas, algo que yo no tengo y por eso nunca quiere ir con su tío.
-pero ella también te adora.
- sí, pero es más caro que tener mascotas, el día que comparte conmigo me pide que la lleve a un montón de lugares y que le compre cosas.
- jajajaajajaj, me salió interesada, seguro que debe venir de su padre.
- pobre hombre, todo lo malo es de él, todo porque nunca supimos quién es, sos muy mala Emma.
- yo?, si soy un angelito, alguna vez me vieron interesada o tratando de sacar ventajas?
-no
-no
- entonces?, vieron que tengo razón?
- mmmm, bueno mejor comencemos que no llegamos al medio día, y se vienen los clientes de las oficinas.
CAPITULO 3
EMMA.
El día fue avanzando, Zoe volvió a las 6 PM y como siempre se dirigió a su rincón de juegos, que le habíamos armado desde que tenía un año, y tal como habían anticipado en las noticias, a las 9 PM, comenzó a llover, en realidad, DILUVIABA. Con ese detalle climático y la hora en que comenzó, hizo que el ultimo cliente se fuera corriendo con la comida embolsada lo más fuerte posible para que en el camino no sufriera ningún inconveniente. Yo miro a mi amiga y resignada le digo
-Marita, porque no llamas un taxi y ya te vas con Zoe?
-Te parece?, pero falta 1 hora para cerrar.
-quedate tranquila, no creo que tengamos muchos más clientes.
- pero no quiero dejarte sola.
- yo me quedo con Emma, Mari, Fernando seguramente estará enojado, así que no tengo prisa por volver.
-bueno si es así, entonces nos vamos. Zoe!, ya nos vamos con la tía.
- ahí voy tía.
Viene corriendo, desesperada con solo saber, que seguramente, esta noche, iba a dormir con el perro y el gato, uno a cada lado.
-chau mami, chau tío Homer.
Se nos abalanza a cada uno, esperando su saludo.
-portate bien con la tía, y mañana nos vemos aquí.
- si mami, me voy a portar muy bien.
Llega el taxi y ambas corriendo se suben al mismo, Zoe echa una mirada por la ventanilla y con su manito me saluda, sé que la voy a extrañar un montón, pero también es bueno que cada tanto nos separemos y conviva con otras personas que la aman y mucho.
Aprovecho que me quedo a solas con Homero.
-amigo, que paso con Fernando?
- nada, temas de celos, por el Instagram, no es mi culpa ser hermoso.
-además de que lo sos, todavía no aprendió a confiar?
- sí pero bueno, hay que tenerle paciencia, yo lo voy a sacar bueno. Te confieso algo Emma, esta vez, estoy muy enamorado.
Se escucha ruido de motor, miramos por la vidriera y era Fernando, que para su moto, mira hacia adentro y le muestra un equipo para la lluvia, eso significa que vino a buscarlo, para llevarlo en su moto.
-no es hermoso, amiga?
- sí, pero el gesto lo es más. Anda con él, no pierdas el tiempo.
-y vos?, no quiero dejarte sola y menos con esta tormenta.
- no es la primera vez que cierro sola, no te preocupes, te prometo que ya acomodo la cocina y cierro.
- bueno, solo por esta vez, y además, porque no puedo resistirme a esa sonrisa y carita que me mira con el piloto en la mano.
- yo le veo cara de libidinoso.
-ay, amiga!, vos decís?
-sí, sí, hoy hay reconciliación segura.
-entonces me voy.
Me da un beso y sale corriendo hacia la puerta.
-Homero!, ojo con las reconciliaciones!, no sea cosa que aparezcas embarazado.
Él se para en la puerta me mira y se larga una carcajada, luego de eso, me tira un beso al aire y me guiña un ojo. Se coloca el piloto, el casco, Fernando me mira y me saluda con la mano, yo le correspondo el saludo y se van.
Me quedo mirando a la nada, vuelvo a ver hacia afuera, la lluvia no cae en gotas, cae en baldes, entonces llego a la conclusión que ya no vendrá nadie, comienzo a bajar la persiana de la vidriera. En eso para un auto muy costoso y baja un hombre que viene corriendo y entra. En el corto tramo del auto a la entrada del negocio, llego con el pelo empapado, pegado en su rostro y todo el traje mojado, sobre todo en sus hombros.
-Perdón, ya estaba cerrando?
-Digamos que sí, normalmente lo hacemos más tarde, pero con este clima, llegue a la conclusión que nadie más entraría.
- Entiendo, puedo tutearte?, creo que somos casi de la misma edad.
Lo observo bien, era muy alto, juro que si pudiera acercarme, mi frente pegaría en su pecho, de contextura muy parecida a la de Homero, también con rasgos lindos, ojos color miel y una sonrisa… que madre mía!, ahí es cuando me doy cuenta que me había quedado observándolo en todo su esplendor y mas de la cuenta, lo de su sonrisa lo pude deducir, porque obviamente él se dio cuenta de mi escrutinio, así que imaginándome lo roja que tendría mi cara, trate de recomponerme, e hice que mi comentario enfriara un poco la situación.
-bueno, eso depende de la edad, yo tengo apenas 40 años.
- ah, no, yo “apenas” 45, pero eso no impide que seamos menos formales, la noche y la tormenta lo amerita.
- bueno, lamentablemente, hace un rato que apagamos la cocina, usted buscaba algo en especial?
- bien, veo que seguimos con la formalidad, está bien, entonces, por lo que usted me dice, no podría pedir nada.
- puedo buscar algo que haya quedado, me fijo y le digo que hay.
- bueno, por favor, se me hizo muy tarde, los viernes siempre tengo ese problema, por cuestión de trabajo, salgo más tarde y termino comprando algo para cenar.
- ajam, bien, ya vuelvo.
Entro y trato de tranquilizarme, reviso que quedó, solo tenía un par de milanesas y unos bocadillos de verdura que había guardado para llevarme a casa, lo sacrifico y se lo voy a ofrecer igual, quizás no lo quiera, vuelvo a salir, él estaba parado en el mostrador, mirando todo como si quisiera retenerlo en la memoria, cuando me ve salir, vuelve a mirarme y sonreír.
-Me quedaron un par de milanesas y unos bocadillos de verdura, no sé si le gusten.
- no es una mala opción, me gusta, además, no tengo otra cosa para cenar.
- bien, entonces ahí le caliento la comida y se la traigo.
-perfecto, espero aquí.
Voy a la cocina, caliento mi cena, porque era mi cena, casi mirándola con lastima, en casa tendré que hacer un par de huevos fritos y acompañarlo con un poco de arroz con queso... La envuelvo bien para que resista el viaje y la tormenta, salgo con todo listo.
-Aquí está, todo bien envuelto para que llegue calentito y sano.
-quien?, yo o la comida?
Él se ríe y yo vuelvo a tener cara de tomate, me parece a mí o es un atrevido?
-siempre hable de la comida.
-ok, cuanto le debo.
Le digo el precio y el me da su tarjeta, Sebastián Morales, yo la paso por el posnet, y se la devuelvo.
-no vale, usted ya sabe mi nombre y yo no el suyo.
- eso importa para la ocasión?
- sí importa, usted sabe que soy Sebastián.
- bueno si es tan importante para usted, me llamo Emma Verón.
-Emma, hermoso nombre, es corto y no admite diminutivos. Bueno Emma, si su comida es buena, nos veremos más seguido, estoy a 10 cuadras de aquí, eso me resolvería y mucho el problema de los viernes.
-Entonces lo veremos nuevamente por aquí, porque nuestra comida es muy buena.
- nuestra?, solo la veo a usted.
- no, somos 3 socios, que ahora no están por el tema del clima.
-Entiendo, ya se va? O la viene a buscar su marido?
- eh, no, soy soltera.
- entonces la espero, afuera está muy feo como para dejar a una mujer sola.
- no es necesario, ya es habitual, vaya a su casa que la comida se le enfría.
- tengo microondas, la espero.
- bu…bueno, parece que no va a cambiar de opinión, verdad?
- no, será solo para que cierre y me asegure que no le ocurra nada con esta tormenta.
- ok, ya vuelvo.
Entro ya casi enojada, otro pesado, aunque esa risa…me mata, que dientes!, y que aroma!, se nota que lleva perfume importado. Directamente, tomo mi ropa y salgo, no quería que esperara el tiempo de cambiar mi ropa.
-Bueno, salgamos.
El asiente, yo termino de cerrar la puerta, bajo la cortina, la aseguro.
-necesita que la alcance a algún lado?, está lloviendo fuerte.
- no es necesario, tengo mi auto enfrente, muchas gracias, espero que disfrute de nuestra comida.
- así espero, buenas noches Emma.
- buenas noches…
Él se queda esperando alguna otra cosa, quizás de que yo le diga su nombre, pero no me sale de hacerlo, entonces se sube al auto, arranca y se va.
-Sebastián…
Apenas fue un susurro.
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