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El Juego De La Muerte (Minsung )

Capitulo 1

⚠️ ATENCIÓN ⚠️ ESTA HISTORIA CONTIENE LENGUAJE EXPLÍCITO, ESCENAS CON ALTO CONTENIDO EMOCIONAL, DESCRIPCIONES DE VIOLENCIA, RELACIONES INTENSAS Y SITUACIONES QUE PODRÍAN NO SER APTAS PARA TODOS LOS PÚBLICOS. SE RECOMIENDA DISCRECIÓN. NO APTA PARA MENORES DE 18 AÑOS. LEE BAJO TU PROPIO RIESGO… y prepárate para sentirlo todo.
Antes que nada quiero decir que esta historia está inspirada en el dorama "El juego de la muerte". No es exactamente igual, porque yo le cambié muchas cosas, pero espero que la disfruten tanto como yo disfruté escribirla para ustedes.
La lluvia caía sobre la ciudad de Seúl con una insistencia casi cruel. El sonido de las gotas golpeando el asfalto se mezclaba con el retumbar distante de los truenos, como si el cielo mismo estuviera al borde de quebrarse en mil pedazos. A cada relámpago, la silueta de los edificios se dibujaba en un destello blanquecino, solo para volver a sumirse en una oscuridad húmeda y helada.
Jisung caminaba encorvado bajo un paraguas azul que apenas lograba protegerlo. El viento se colaba entre los pliegues de su ropa, clavándose como agujas en su piel. Su respiración formaba pequeñas nubes blancas en el aire frío de la noche. A pesar de la incomodidad, trataba de mantener un paso constante hasta que decidió detenerse en la parada de autobuses más cercana.
Se acomodó en uno de los bancos de metal, fríos como hielo, y sacó su teléfono. La pantalla iluminó su rostro pálido. Navegó entre notificaciones vacías y un par de mensajes antiguos sin importancia. Al revisar la aplicación de transporte, un suspiro de frustración escapó de sus labios: no habría autobuses disponibles por, al menos, cuatro horas. Cuatro horas que, para él, podían sentirse como una eternidad… y su casa estaba a varios kilómetros.
Ese día había sido un maratón de decepciones. Desde la mañana, había recorrido la ciudad de entrevista en entrevista, dejando currículums y recibiendo las mismas respuestas disfrazadas de cortesía: “Lo llamaremos”, “Ya tenemos el personal completo”, “Lo sentimos, no cumple con el perfil que buscamos”. No recordaba la última vez que alguien le había dado una verdadera oportunidad.
Su vida siempre había sido así: una sucesión de días grises que parecían calcados. Jisung nunca conoció la suerte. No tenía amigos cercanos, y sus padres habían muerto años atrás, dejándolo solo en un mundo que nunca había mostrado piedad. Lo único que lo mantenía en pie era la promesa silenciosa que le hizo a su madre antes de que partiera: vivir una buena vida, aunque él mismo ya empezaba a creer que aquello era imposible.
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
Puede ser peor?
Murmuró para sí, con una mueca amarga, apenas audible sobre el golpeteo de la lluvia. El eco de sus propias palabras parecía burlarse de él. Miró el camino y, sin pensarlo demasiado, decidió que caminar sería más rápido que esperar. Cerró la aplicación, guardó el teléfono y comenzó a andar.
El agua se filtraba sin piedad en sus tenis desgastados, empapando los calcetines. Cada paso hacía un sonido desagradable, una mezcla de agua y tela que le recordaba lo incómodo que estaba. Los autos pasaban a toda velocidad, levantando olas de agua sucia que lo salpicaban sin compasión. No se molestó en insultar a los conductores; estaba demasiado cansado para gastar energía en eso.
Tras un trayecto que le pareció interminable, llegó finalmente a su edificio. La fachada, húmeda y descascarada, le daba la bienvenida con la misma frialdad de siempre. Subió las escaleras con pasos lentos, hasta llegar a la puerta de su pequeño apartamento.
Al abrirla, una oscuridad fría se extendía por el lugar. Encendió la luz y el amarillo mortecino de la bombilla reveló un espacio modesto: una mesa pequeña, una cama desordenada y algunas cajas apiladas en las esquinas. Dejó el paraguas apoyado contra la pared y cerró la puerta, aislando el sonido de la lluvia.
Se quitó la chaqueta empapada, la dejó sobre una silla y caminó directamente hacia el baño. El vapor caliente de la ducha le envolvió el rostro en cuestión de segundos, aliviando el entumecimiento de su cuerpo. Se quedó quieto bajo el agua más de lo necesario, sintiendo como si cada gota intentara arrancar de su piel el peso de la noche.
Cuando por fin salió, se vistió con ropa cómoda y se dejó caer sobre la cama. La tela de las sábanas, tibia y suave, contrastaba con la humedad que todavía sentía en el aire. Miró el techo con los ojos entrecerrados y suspiró profundamente.
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
Cuándo se acabará todo esto?…
Su voz sonó apagada, perdida en el silencio del apartamento. El cansancio le ganó pronto. Sus párpados se volvieron pesados y, sin darse cuenta, se quedó dormido.
Parecía que solo había cerrado los ojos por unos minutos cuando el sonido insistente de su celular lo sacó de su sueño. Aturdido, se incorporó. La luz que entraba por la ventana indicaba que ya era de día, aunque las nubes grises seguían colgando del cielo como una manta.
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Antes de continuar quería darle respuesta a este comentario
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cómo ya te había explicado anteriormente (no sé si lo habrás leído ) no he tenido tiempo de terminarlos
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Es mi culpa porque me he estado enfocando más en las historias nuevas que en las viejas y las he dejado a medias
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Pero solo aclarar que las continuaciones saldrán pronto
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Porfis tengan paciencia , avisaré cuando eso pase

Capitulo 2

Se estiró, intentando sacudir la pereza, y tomó el teléfono de la mesita. El nombre de un remitente desconocido parpadeaba en la pantalla. Al abrir el mensaje, sus ojos se agrandaron hasta parecer dos platos. Mensaje: Felicidades, ha sido aceptado como repartidor en XXXX. Nos vemos dentro de una hora.
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
En serio me aceptaron?!
Dijo, con una mezcla de incredulidad y emoción, sintiendo que, por primera vez en mucho tiempo, el destino le guiñaba un ojo. --- Luego recordó ese “nos vemos dentro de una hora” y salió disparado de la cama, como si un resorte lo hubiese impulsado. En cuestión de segundos, ya estaba abriendo su armario para buscar ropa. No tuvo tiempo de pensar demasiado: camiseta, pantalón cómodo, una chaqueta ligera… y listo.
Por primera vez en mucho tiempo, sentía que algo bueno estaba a punto de pasarle. Una sensación cálida y ligera se instaló en su pecho, como si el mundo le estuviera diciendo: “esta vez, las cosas pueden ser diferentes”.
Apresuró el paso por las calles todavía húmedas por la lluvia del día anterior. El aire fresco golpeaba su rostro y, aunque el cielo seguía encapotado, no había rastro de tormenta. Llegó al lugar indicado con algo de adelanto, se sacudió el cabello para quitarse las gotas que le habían caído del borde de un toldo y empujó la puerta. El encargado, un hombre de complexión fuerte y sonrisa amplia, lo recibió con un apretón de manos. —Bienvenido, Jisung. Ven, te explicaré cómo trabajamos aquí.
Le mostró la zona donde se organizaban los pedidos, el espacio para guardar las motos y un pequeño vestidor con los uniformes. Era un trabajo sencillo, pero honesto, y para Jisung eso ya era suficiente. Ese mismo día, empezaría como repartidor de comida. No era el empleo de sus sueños, pero cubriría las facturas, y eso era lo que más le preocupaba.
Se puso el uniforme: una chaqueta negra con franjas reflectantes, casco y guantes. Miró su reflejo en el cristal de la puerta antes de salir y notó algo curioso: estaba sonriendo. La primera entrega transcurrió sin problemas. A pesar de que las calles seguían resbaladizas, manejaba con cuidado. El aire frío y el movimiento de la moto le transmitían una extraña sensación de libertad.
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
Aquí tiene, señora!
Dijo con una sonrisa mientras entregaba el pedido. La mujer le agradeció, y él regresó a la moto con paso ligero. Solo quedaba un pedido más antes de terminar el día.
El último cliente vivía en un edificio alto, en el séptimo piso. Jisung tomó la bolsa con la comida y se dirigió hacia el ascensor, pero un letrero pegado en la puerta le dio la noticia: “Fuera de servicio”.
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
Es en serio?
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
Bueno… no importa, tomaré las escaleras.
Subió con calma, pero la carga y el casco bajo el brazo hicieron que llegara al último piso respirando con dificultad. Tocó la puerta y una mujer de belleza llamativa le abrió. Tenía un perfume suave que se mezcló con el aroma de la comida recién preparada. Él le entregó el pedido y, con un gesto amable, se despidió.
Subió con calma, pero la carga y el casco bajo el brazo hicieron que llegara al último piso respirando con dificultad. Tocó la puerta y una mujer de belleza llamativa le abrió. Tenía un perfume suave que se mezcló con el aroma de la comida recién preparada. Él le entregó el pedido y, con un gesto amable, se despidió.
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
Ahora sí… a casa
Murmuró, aliviado. Pero justo al salir del edificio, un sonido metálico llamó su atención. Giró la cabeza y vio a un hombre inclinado sobre su moto.
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
Eh! ¿Qué estás haciendo?
El desconocido levantó la vista y, sin decir nada, echó a correr llevándose algo en la mano. Jisung sintió que la rabia y el instinto lo impulsaban a perseguirlo.
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
Detente!
El ladrón giró en una esquina y se adentró en una zona de construcción. El eco de los pasos resonaba entre las paredes de hormigón. Jisung lo seguía de cerca, aunque cada vez le costaba más alcanzarlo.
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
Espera!
Entonces, ocurrió. Un descuido, un paso en falso sobre una superficie mojada… y su pie perdió el agarre. Sintió cómo su cuerpo se inclinaba y, antes de reaccionar, cayó hacia un costado, golpeando con fuerza la cabeza contra una estructura dura.
El impacto le arrancó el aire y un zumbido agudo le llenó los oídos. La vista se le nubló y su cuerpo quedó inmóvil, con la sensación de que el mundo entero se alejaba lentamente. Apenas alcanzó a distinguir la figura del ladrón escapando entre las sombras.
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
De… ten… te…
Susurró, antes de que todo se volviera oscuro. No supo cuánto tiempo pasó. Tal vez segundos, tal vez minutos… o más. Un dolor punzante lo devolvió poco a poco a la conciencia. Abrió los ojos con dificultad, incorporándose lentamente. Llevó una mano al lugar del golpe, esperando encontrar algo… pero no había nada. Su respiración era agitada y su mente estaba llena de preguntas.

Capitulo 3

Jisung levantó la mirada, tratando de enfocar lo que tenía delante. No había calles, edificios, ni cielo… nada. El entorno parecía un lienzo vacío, un espacio inmenso cubierto por una oscuridad absoluta. Bajo sus pies, una plataforma circular de piedra gris flotaba sobre… bueno, sobre la nada. No había horizonte, no había luz natural, solo una extraña penumbra que parecía surgir de la propia plataforma.
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
Dónde diablos estoy…?
Lee Minho ♡
Lee Minho ♡
Qué patético.
Aquella voz resonó grave y con cierto tono burlón, como si se filtrara directamente en su cabeza. Jisung giró bruscamente, buscando a su dueño, y lo vio. A unos metros de él, un joven de cabello castaño impecablemente peinado, vestido con un traje negro que parecía hecho a medida, lo observaba desde una silla de respaldo alto. La ropa, elegante y sobria, hacía resaltar la fuerza de su porte. Su expresión era seria, pero no en un sentido intimidante: parecía… decepcionado.
Lee Minho ♡
Lee Minho ♡
De verdad? Tantos siglos de trabajo, tantas muertes épicas, heroicas, trágicas… y me sales con esto. Lo tuyo es de circo.
Jisung parpadeó, sin entender ni una sola palabra.
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
Quién eres tú? ¿Y dónde… estoy?
El hombre se incorporó con un movimiento fluido, guardando las manos en los bolsillos mientras lo miraba con una mezcla de curiosidad y juicio.
Lee Minho ♡
Lee Minho ♡
Mi nombre es Lee Minho… y estás en las puertas del Inframundo.
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
Qué? ¿De qué estás hablando?
Lee Minho ♡
Lee Minho ♡
De tu muerte. Y de lo increíblemente… patética que fue.
Las palabras golpearon a Jisung como un cubo de agua helada. Recordó el tropiezo, la caída, el golpe en la cabeza… y la oscuridad que vino después.
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
Esto es una broma, ¿verdad?
Lee Minho ♡
Lee Minho ♡
Te parezco alguien que bromea?
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
Si esto es real, ¿por qué estoy aquí?
El hombre dejó escapar una sonrisa breve, casi imperceptible.
Lee Minho ♡
Lee Minho ♡
Porque me has ofendido.
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
Ofenderte? ¿Cómo se supone que hice eso?
En un abrir y cerrar de ojos, Lee Minho desapareció en una nube de humo oscuro y volvió a aparecer justo frente a él. El repentino cambio de distancia hizo que Jisung retrocediera instintivamente.
Lee Minho ♡
Lee Minho ♡
Al morir de una manera tan absurda, has insultado a la propia muerte. No era tu hora, y yo aún no había venido por ti.
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
Quién eres realmente?
El hombre suspiró, dio un paso atrás y lo observó con una calma inquietante.
Lee Minho ♡
Lee Minho ♡
Soy lo que ustedes llaman… “la Muerte”.
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
Eso… ¿es siquiera posible?
Lee Minho ♡
Lee Minho ♡
Acaso dudas?
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
Dudo porque todo esto parece ridículo. Si de verdad eres lo que dices, dime: ¿qué quieres de mí?
Lee Minho sonrió, esta vez con un matiz de diversión.
Lee Minho ♡
Lee Minho ♡
He decidido castigarte por tu ofensa.
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
Castigarme?
Lee Minho ♡
Lee Minho ♡
Así es. Y tu castigo será… jugar un juego.
Con un gesto de su mano, apareció junto a ellos una mesa de madera oscura. Sobre ella, una pistola plateada descansaba junto a una pequeña caja negra con cerradura. Jisung sintió que la temperatura del aire bajaba unos grados.
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
Qué tipo de juego es este?
Lee Minho ♡
Lee Minho ♡
Tiene reglas claras. Escucha con atención. Vivirás doce vidas distintas, y cada una será contada por ese reloj.
Señaló un gran reloj de arena que acababa de emerger del suelo junto a una enorme puerta metálica adornada con símbolos extraños
Lee Minho ♡
Lee Minho ♡
Tu objetivo es simple: sobrevivir. Si logras completar una vida sin morir, podrás quedártela.
Jisung miró la puerta, el reloj, la pistola… nada de eso tenía sentido. Lee Minho tomó la pistola y comenzó a cargarla con una calma que contrastaba con lo inquietante de la situación.
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
Y si pierdo?
Lee Minho ♡
Lee Minho ♡
Entonces… irás directo al infierno.
Han Jisung ♡
Han Jisung ♡
… ¿Qué?
Lee Minho clavó en él una mirada fría, sin una pizca de compasión.
Lee Minho ♡
Lee Minho ♡
Prepárate. El primer turno comienza… ahora.
Lee Know se levantó de la mesa con una calma inquietante, tomó la pistola y apuntó directamente al pecho de Jisung. Este retrocedió, sintiendo que el aire se volvía pesado, como si todo su cuerpo supiera que algo irreversible estaba por ocurrir.
Lee Minho ♡
Lee Minho ♡
Busca la manera… de sobrevivir.
No hubo tiempo para más. El estruendo del disparo rompió el silencio del lugar como un trueno, y el eco se expandió por aquel espacio vacío. Jisung sintió un golpe seco, y todo se volvió un remolino de oscuridad. Su cuerpo cayó de lado, y lo último que vio fue a Lee Know mirándolo sin una pizca de emoción.
Lee Minho ♡
Lee Minho ♡
Suerte con esto.
Dejó el arma sobre la mesa, volvió a sentarse y cruzó las piernas, como si lo que acababa de pasar fuera una rutina más de su día. Cuando Jisung volvió a abrir los ojos, se encontró sentado en el asiento trasero de un auto de lujo. El cuero negro, las luces suaves y el aroma a perfume caro le hicieron sentir que estaba en un lugar completamente distinto.
Song Dohu
Song Dohu
Qué…?
Antes de que pudiera asimilarlo, Lee Know apareció sentado a su lado, con la misma postura relajada de siempre.
Lee Minho ♡
Lee Minho ♡
Bienvenido a tu primera vida.
Song Dohu
Song Dohu
En serio… no entiendo nada.

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