NovelToon NovelToon

El Verdadero Amor Del Dios Del Inframundo

Capitulo 1:El Rey del Inframundo

POV Dea Ashnot

Desde la primera vez que tuve a mi bebe entre mis brazos supe que no era como cualquier otro bebe.

No era solo por ser el hijo de una diosa. Un híbrido de vampiro y lobo. Por ser el nieto de una loba sagrada o ser el bisnieto de la diosa luna. No... había algo más. Y un día mientras acariciaba sus suaves y pequeñas manitas lo sentí.

Mi bebe no poseía magia de luz como mis hermanos y yo. Su magia era oscura y tan poderosa que incluso podía sobrepasar la mía. Porque la oscuridad no lo atormentaba, no intentaba apoderarse de él.

No.

La oscuridad lo cuidaba.

Mis compañeros no podian verlo, pero yo lo veia.

Todas las noches nos sorprendía el hecho de que Dark no despertaba como cualquier bebe con hambre o llorando para que le cambien el pañal. Y una noche cuando desperté decidida a ver que pasaba lo observe. Las almas que se arrodillaban a su alrededor, que mecían su cuna, que lo alimentaban en completo silencio, como si se aseguraran de no perturbarlo.

Las almas no lo torturaban como habian hecho conmigo. Ellas lo adoraban, como si... fuera su Dios.

Dark crecía con una rapidez sorprendente, se podia decir que era por los genes, todos mis compañeros eran de buena estatura. Pero yo lo sabia, lo de Dark no era solo los genes, era algo más.

A sus 5 años Dark había tenido su primer turno, se había parado en dos inmensas patas como un imponente Lycan. Mis compañeros estaban maravillados y no paraban de adular a mi ya no tan pequeño bebe.

Dark era un niño serio, alguien que muy pocas veces demostraba sus emociones. Incluso mientras me abrazaba y me decia que me amaba, su rostro permanecia tan impasible que era imposible leer sus emociones o pensamientos.

Lo observaba crecer cada vez más rápido con el paso del tiempo. Mi pequeño bebe de tan solo 8 años ya parecía de 16. Era tan alto como yo, con aquellos ojos azules que parecían no mostrar ninguna emoción. Dark era alguien cerrado y de muy pocas palabras cuando compartía con alguien más. Estando en casa parecía abrirse un poco más, conversaba con sus padres y siempre estaba mi lado, demasiado pendiente de todo lo que hacía, ayudando en todo lo que pudiera y siempre parecía estudiar cada uno de mis pasos, pasaba los días adulándome y constantemente repetía aquellas palabras:

"Eres la mejor reina que ha existido en la historia de este planeta"

Siempre reia y lo abrazaba. Es lindo sentirse admirado por tu bebe, pero algo dentro de sus palabras escondía una verdad y un reconocimiento sobre algo que un niño de 8 años no deberia saber.

Lo estudiaba. Cada uno de sus pasos. Sus palabras. La facilidad con que aprendía. Dark tenia su entrenamiento con los niños de la manada, fue ascendiendo hasta quedar en los entrenamientos de los mas grande. Todos estuvimos de acuerdo, era injusto poner a niños que todavia no habian tenido su cambio a pelear contra Dark. El unico que se atrevia a hacerle frente era Mark.

Mark era hijo de mi tia Elaine, quien se habia emparejado hace unos años con un guerrero de la manada de mi padre que ahora era de Jaden. De alguna manera Mark era su tio ya que era hermanastro de Azuma y Eliam. Mark tenia 18 años. Habia tenido su primer turno hace unos meses y desde entonces habia comenzado el entrenamiento con los mas grandes, al igual que Dark, se habian hecho bastante cercanos. Bueno lo poco que Dark parecia permitirle a la gente de afuera que entrara en su circulo cercano, en donde solo pertenecíamos sus padres, el y yo.

Siempre fue así, hasta que Leiah apareció en el mapa y entonces algo cambio en él.

La manera en la que parecía levitar a su alrededor, incluso aunque por un momento pareciera que se odiaran.

¿Entonces porque seguía persiguiéndolo con la mirada? ¿Por qué ponía excusas para verlo?

Todo parecia ir normal hasta que un dia comenzaron los cuchicheos. Las burlas injustificadas, Los niños podian ser muy crueles cuando se lo proponen.

Una tarde mientras Leah practicaba solo en el campo de entrenamiento, 5 niños se le acercaron. Tumbaron sus cosas y le dijeron cosas bastante hirientes. Empezando por el: Tu no perteneces aqui.

Los pequeños cachorros de lobo y los niños vampiro se habían acoplado ya, claro con mucho trabajo de por medio, pero ahora debía hacer que ellos se acoplaran al niño brujo y su pequeña hermana que apenas era un bebe.

Leiah solo tenia 12 años, pero era bastante maduro para su edad. Era un niño respetuoso y que cuidaba a su madre con su vida. Talvez era todo lo que habia vivido. La necesidad de cuidar a su familia como su padre nunca los cuido. Leiah se habia vuelto el hombre de la casa con tan solo 12 años. La verdad era de esperar aquella actitud.

Uno de los niños tumbo a Leiah al suelo de un empujon. Y no tuve tiempo de hacer nada, porque en ese instante apareció Dark, como si hubiera sido invocado por un sello maldito.

El aura amenazante que lo rodeaba habia llegado hasta mi, hasta hacerme estremecer.

—Que crees que haces imbecil? No vuelvas a tocarlo o te arrepentirás.

La orden salió de sus labios, los niños temblaban de miedo, tropezaron uno contra otros cayendo al suelo. Ellos no podían caer antes su orden. Ninguno tenía un lobo, pero estaban consientes de la diferencia abismal de poder entre ellos.

Dark los fue acorralando, sus ojos azules se volvieron dos posos negros de oscuridad y entonces dijo aquellas palabras:

—Voy a enseñarles lo que les pasa a las almas abusivas como ustedes en el inframundo. Los torturare hasta que sus almas se vuelvan solo fragmentos de lo que alguna vez fueron.

La oscuridad lo rodeo por completo. Llegue rapido a su lado y tome su mano, sus ojos me miraron volviendo a su caracteristico azul y la oscuridad a nuestro alrededor desapareció.

—Madre...

Mis ojos fueron a los niños aterrorizados en el suelo.

—Que sea la última vez que le faltan el respeto a otro miembro de la manada... Vuelvan a sus casas, ya hablare yo con sus padres sobre su falta de respeto.

Los niños asintieron asustados y se fueron corriendo del lugar. Mis ojos fueron a Leiah detras de nosotros, se puso de pie y su cuerpo se inclino en una reverencia respetuosa.

—Disculpe los inconvenientes su majestad. No deseo causarle problemas, unas sinceras disculpas.

Le sonrei.

—El del problema no eres tu cariño, no te preocupes, vuelve a casa, tendre una conversacion con mi hijo.

Leiah asintio, sus ojos se clavaron en Dark, y aquella mirada aburrida que siempre le dedicaba cambio, se inclino hacia el en una reverencia.

—Muchas gracias alteza.

Dark asintio serio y Leiah se retiro rapidamente. Mis ojos se clavaron en Dark y entonces hice la pregunta.

—Quien eres?

Sus ojos se abrieron en sorpresa y por primera vez aquella mascara seria se callo y pude ver su inquietud.

—No se de que me estas hablando madre?

—Lo sabes. Me lo dirás y seguiremos confiando uno en el otro o deseas que lo averigüe por otro medio y rompa esta confianza.

Su mirada bajo al suelo por un segundo, su mano apretó la mia y subio el rostro serio.

—Te lo mostrare.

Dark blandió su mano y una luz blanca aparecio cegando mi vista, su mano me jalo con el y atravesamos la luz. Y entonces los gritos de las almas nos rodearon y al abrir los ojos estábamos en el inframundo. Dark me llevo por los pasillos oscuros hasta llegar hasta aquel trono que ya conocia y ahi estaba mi abuelo.

—Pero que grata sorpresa, tu de nuevo por aqui... oh has traído a tu madre.

—Abuelo...

Mi abuelo se puso de pie y camino hasta mi sonriente tomandome entre sus brazos

—Mi niña como haz estado? estoy feliz de que estes aqui—mi abuelo se alejo de mis brazos y miro a Dark—Entonces se lo has dicho?

Mis ojos fueron de mi abuelo a Dark y el me miro.

—Madre... Yo soy hades, El verdadero hades, El rey de este lugar... Yo soy el Dios del inframundo.

Sus palabras entraron por mis oidos y hicieron cortocircuito en mi cabeza. Conocia la historia de mis abuelos, la del verdadero hades, y ahora... mi hijo es el, el verdadero hades, un dios creado por el dios de la creacion.

Ahora lo entendía todo.

—Yo... ahora lo entiendo todo...

Dark bajo la mirada, su mano solto la mia. Me acerque a el tomándolo del rostro y nos miramos, aquellos ojos que amaba, que me recordaban tanto a mi compañero. Me miraron afligidos.

—Sabes que esto no cambia nada entre tu y yo cierto? Eres mi bebe. Mi hijo, yo te di a luz, te cuide, crie y ame con todo mi corazon desde la primera vez que te vi. No me importa si eres el Rey de inframundo. Para mi eres mi bebe y siempre va a ser asi. ¿lo comprendes?

Dark asintio. Lo pude ver en sus ojos, el tenia miedo de que las cosas entre nosotros cambiaran, pero no pasaría. No importaba quien habia sido en el pasado, porque en este presente, el era mi bebe, mi hermoso hijo.

—Lo entiendo madre.

Asenti—Perfecto, entonces volvamos a casa, tus padres enloquecerán si no aparecemos ya—tome su mano y mire a mi abuelo con una sonrisa—Nos vemos abuelo.

—Esta bien, cuídense mucho.

Nos movimos con rapidez apareciendo en el salon de mi hogar y lo que supuse que pasaría, paso. Cuatros pares de brazos me enrollaron hasta aprisionarme entre ellos.

—Donde estabas pequeña diosa?! no puedes desaparecer asi!

—Estabamos pensando lo peor, no puedes irte sin avisar pequeña. ¡¿quieres enloquecernos?!

—Ya, ya, estoy bien. Ya estamos aqui.

—Yo tambien estoy bien por si se lo preguntaban.

Los cuatro miramos a Dark recostado en el mueble mirándonos con una sonrisa juguetona. Cedric se acerco a el pellizcando su brazo.

—A donde llevas a tu madre sin avisarnos niño odioso.

—Auch papá—Dark se alejo de cedric sentándose en el mueble—por que tengo que avisarles? En todo caso mi madre es la que deberia hacerlo, ustedes no son mis compañeros, son los de ella.

—Que dijiste niño malcriado?—cedric lo jalaba de la oreja, Dark chillaba intentado quitárselo de encima mientras se disculpaba.

—Basta suéltalo.

Cedric se alejo de el sacándole la lengua. A veces parecia un bebe malcriado. Camine hasta Dark sentándome a su lado y tome su mano.

—Tomen asiento, Dark tiene algo que decirles.

Capitulo 2:Compañero

POV Dark Volk

La primera vez que vi a Leiah lo supe sin dudarlo.

Selene me odia.

¿Por que? ¿En que maldita cabeza cabe que yo me emparejaria con un brujo? Despues de haber castigado a tantos de ellos. ¡¿Ella pretendía que yo me emparejara con uno?!¿Mi vida era un chiste para Selene? Algun juego sadico para culpar al destino.

Sus ojos violetas me miraron sin interes, estiro su mano hacia mi con formalidad.

—Un gusto alteza, Leiah Borns.

Me quede por más tiempo del necesario observándolo. Sus facciones delicadas. Su cabello violeta que caía sobre sus hombros. La camisa blanca desgastada que escondía su pequeño cuerpo. Sus manos pálidas y huesudas. Uñas perfectamente cortadas. Mi mirada volvió a sus ojos, me miraba con fastidio, aunque intentara disimularlo yo podía verlo.

Todavia no habia dicho ni una palabra y ya mi compañero destinado me odiaba.

Mi madre palmeo mi hombro y sus ojos me miraron en una evidente seña de: Haz algo, idiota.

Estire mi mano y tome la suya. Una corriente electrica recorrió todo mi cuerpo. Su mano se sentia fria en la mia, tan pequeña y delicada como una flor. Mis ojos se quedaron en los suyos esperando aunque sea una minima reaccion, pero nunca sucedio.

—Un gusto... Dark Volk.

Y eso fue todo. Su mano soltó la mía y volvió a detenerse a un lado de su madre. Mi madre y la suya se enfrascaron en una conversación, no estaba prestándole atención a eso, porque mis ojos estaban en él. En la manera en la que arrullaba a la pequeña bebe en sus brazos. Acariciaba sus cabellos con dulzura. Sus ojos nunca me miraron a mí, siempre estuvieron en la bebe. La abrazaba en su pecho como si tuviera miedo de perderla.

Aquellos ojos violetas escondían cosas, guardaban secretos que yo queria conocer.

—Oh su alteza real debe tener la misma edad de Leiah.

La mujer a su lado me miro con una sonrisa. Mar era su nombre, el nombre de la mujer que habia dado a luz a mi compañero destinado.

—Oh, Dark tiene 8 años, cuantos tiene Leiah?

La bruja abrio los ojos sorprendida.

—Wow, pense que tenia mas, Leiah tiene 12 años mi reina.

—Lo se, pasa muy seguido. Dark a crecido con rapidez.

—Deben ser los genes de su majestad y sus compañeros. Todos son alfas muy fuertes y poderosos.

Mi madre agradeció el cumplido y la conversación siguió.

Entonces... mi compañero era mayor que yo por cuatro años. Si lo mirabas de lejos no parecía tener más de 10 años, Su estatura era baja llegando a mi pecho. Su cuerpo pequeño. Parecia un niño de 10 años, pero cuando mirabas aquel rostro, cuando aquellos ojos violetas te miraban, no veías la mirada de un niño inocente de 12 años. Veías la mirada de alguien que habia madurado antes de lo esperado.

Mi madre me había contado un poco sobre la historia de Leiah y su familia, habían venido aquí a pedir asilo, huyendo de su padre abusivo.

Pensar que mi pareja habia tenido que sufrir a manos de quien se supone debía cuidarlo me enfurecía. Y no dudaba de que en cualquier momento terminaria cazando a ese imbecil y acabando con su insignificante vida.

No quería inmiscuirme. No quería indagar en estos sentimientos. Ya yo tenía a alguien. Ya yo había amado a alguien.

Persefone era el amor de mi vida.

Pero ella ya no estaba. Ella se habia ido... y yo no habia podido protegerla.

¿Siquiera merecía volver a amar a alguien? Yo, que no habia podido cuidar a mi familia... ¿Merecía volver a tener una?

Capitulo 3:Mi otra mitad

La primera vez que tuve un acercamiento con Leiah fue premeditado. Convenci a mi madre de que alguien deberia mostrarle la manada a Leiah... y quien mejor que yo.

Vi en primera fila la manera en que sus cejas se fruncieron cuando mi madre le dijo que yo le mostraria los alrededores. El disimulo, sonrio a mi madre y asintio educado. Sus ojos me miraron con una alegria fingida.

—Muchas gracias alteza, lo sigo.

Asenti y comence caminar. El venia a unos pasos mas atras de mi. Como si estuviera mal que caminara a mi lado. Me detuve y el en consecuencia tambien se detuvo. Voltee a mirarlo. Su mirada aburrida se clavo en la mia, sin ninguna intención de disimularlo

—Ya terminamos alteza?

Pero si acabamos de empezar.

—No, no lo hemos hecho... ¿Por que razon caminas detras de mi? Vamos juntos, camina a mi lado.

El nego.

—Usted es su alteza real el principe heredero, ¿como podria yo caminar a su lado? eso seria una falta de respeto.

¿Por que tanta formalidad?

—No tienes que ser tan formal conmigo, fingamos que soy un niño como cualquier otro miembro de esta manada.

El nego.

—No. No lo es, le debo respeto y se lo dare.

¿Por que era tan terco? Un gruñido exasperado escapo de mis labios pero el no se inmutó. Camine hacia el y tome su mano, el rapidamente se solto de mi agarre dando un paso hacia atras con el rostro serio.

—Le pido encarecidamente que no vuelva a tocarme alteza, usted y yo no somos amigos.

—Pero podriamos serlo.

Su ceño se fruncio.

—No deseo ser su amigo.

Auch

—Por que no podemos ser amigos?

—No vine aqui a hacer amigos alteza, solo deseo cuidar a mi madre y hermana, y en este momento ellas estan solas en casa, asi que le agradeceria que terminemos con esto rapidamente, asi puedo volver a casa.

Sus ojos me miraron con una seguridad aplastante. Leiah no era como los demas niños de la manada.

No.

Y ya venia aprendiendo. Leiah no parecia tener miedo de decir lo que pensaba, parecia serio, educado y formal, incluso mientras en pocas palabras me decia que no queria estar a mi lado en este momento.

—Tu madre y tu hermana estan seguras en casa, aqui en la manada nada va a pasarles. Tenemos buena seguridad.

Leiah bufo.

—Como lo sabe? Acaso esta usted alla para saber lo que sucede? usted no sabe nada—sus ojos me miraron con un frialdad que calo en mis huesos—le agradezco su hospitalidad Alteza, pero en vez de fingir que usted no es el principe de este territorio, mejor finjamos que usted me dio el recorrido y que yo quede muy satisfecho, asi yo volvere a casa y ninguno de los dos seguirá perdiendo el tiempo en esto—su cuerpo se inclino en una reverencia—Muchas gracias por enseñarme la manada alteza. Ahora me retiro.

Leiah se dio la vuelta caminando lejos de mi, ni siquiera me dio tiempo a decir nada.

El me habia dejado sin palabras.

****************

Leiah servia devotamente a su madre y hermana. Les hacia la comida. Lavaba sus ropas. Acunaba a su hermana y se levantaba en las noches a cuidarla para que su madre durmiera. Buscaba leña y mantenía su casa caliente. Mientras su madre servia a la mia diligentemente, Leiah cuidaba de su hermana como si fuera su propia hija. No salia de su casa al menos que fuera estrictamente necesario. Y cuando lo hacia parecia en completa alerta, miraba alrededor con aquellos ojos felinos, estudiando su alrededor como si en cualquier momento alguien fuera a saltar hacia el y atacarlo.

Y eso me llenaba de mas preguntas. ¿Que tanto habia sufrido Leiah para vivir de esa manera?

Mientras mas lo veia entendia la razon por la que no deseaba tener amigos. Leiah parecia incapaz de confiar en alguien que no fuera el mismo. No deseaba que nadie se acercara a su familia, e incluso cuando mi madre tomaba a su hermanita en sus brazos, Leiah parecia estar aguantando las ganas de arrancarla de su pecho.

¿Que tanto lo habian dañado?

Sabia que podia averiguarlo. Que podia entrar en su cabeza y mirar en su pasado sin que el lo supiera, pero ya era suficiente con sentirme como un imbecil acosador por estar espiandolo sin su consentimiento. Por pasar mas tiempo mirando a su alrededor que pendiente de mi propia vida y obligaciones.

Pero no podia evitarlo. No cuando se trataba de el. Mis instintos me pedían a gritos cuidarlo. Odiaba sentir que estaba desprotegido. Odiaba saber que aunque el lo escondía... Leiah tenia miedo.

Por mucho tiempo me conforme con mirarlo de lejos, con saber que a pesar de todo Leiah estaba seguro. Comprendía que el no me queria cerca, y aunque vivia observándolo a escondidas, nunca cruce aquella linea invisible que el no deseaba que cruzara.

Pero aquel dia cuando esos niños se acercaron a el. Ya no pude seguir aguantandolo, me movi hacia ellos sin dudarlo ni un segundo.

Habia algo que odiaba mas que las mentiras... Los abusadores. Y que creyeran que tenian el derecho de decir todas aquellas palabras hirientes a mi otra mitad. Desperto la oscuridad que guardaba muy bien en mi interior.

Y sabia que si mi madre no hubiera aparecido lo mas probable es que los hubiera asesinado.

Esa tarde por primera vez sus ojos me miraron sinceros. Agradecidos. Por primera vez Leiah me habia mirado. No como una amenaza, ni como un intruso. El me miro. A mi verdadero yo.

Y despues de ese dia un pacto silencioso se habia hecho entre los dos. Cada vez que Leiah salia a entrenar me sentaba a unos pasos de el a observarlo. Y el lo aceptaba, lo acompañaba de regreso a su casa en silencio, y el no se quejaba.

El habia aceptado mi compañia

Aunque no me dedicaba mas que un asentimiento de cabeza cada vez que aparecía en la puerta de su casa a acompañarlo y cada vez que fingía irme cuando lo acompañaba de vuelta a su casa. Era suficiente para mi, porque su compañia me calmaba. Su silencio me daba paz. El aroma que lo rodeaba me hacia sentir merecedor.

Leiah sin siquiera intentarlo... me hacia soñar con un futuro. Uno en donde yo mereciera su amor.

Download MangaToon APP on App Store and Google Play

novel PDF download
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play