El Contrato Del Demonio
Contrato
Hace unas horas vi cómo un hombre y una mujer eran llevados ante la líder de mi tribu.
Luego apareció un tipo con máscara de zorro y se llevó a la chica.
Estoy en este cuarto con esta mujer.
No creo que sea coincidencia.
Emilia Segura
Como verás, mi poder es superior al tuyo.
Emilia Segura
No intentes nada raro, ¿entendido?
Ert
Ha, ha, ha, eso parece...
Ert
¿Y qué es lo que quieres de mí?
Emilia Segura
Escuché que los demonios cumplen deseos
Emilia Segura
Eso quiero de ti.
Esta mujer piensa que todo es tan fácil...
Pero yo sé cómo funcionan los contratos.
Para entrar en este mundo, nuestras vidas deben vincularse: si uno muere, el otro también.
Y si desobedezco, un ángel vendrá a matarme.
Ella no es más fuerte que yo...
Será mejor seguirle el juego.
Ert
Muy bien, puedo darte lo que quieras, pero antes debes aceptar mis condiciones.
Ert
Necesito alimentarme para tener energía…
Ert
Y lo hago de las emociones.
Emilia Segura
¿Y cómo se supone que lo harás?
Emilia Segura
¿Qué me pasará después?
Ert
Soy un demonio… un íncubo. Ya sabes cómo me alimento. Las secuelas serán leves: solo cansancio, y en menos de una hora volverás a la normalidad.
Emilia Segura
Bien… lo permitiré. Pero si me traicionas, te destruiré.
Ert
Lo entiendo, mi señora. Cumpliré sus deseos, la protegeré y le mostraré lo útil que puedo ser.
Tal vez los dioses humanos sí existen… yo, el demonio más débil de mi tribu, fui invocado por ella. La usaré para fortalecerme… y cuando llegue el momento, me desharé de ella.
Emilia Segura
Mi primer deseo es recuperar mi juventud.
Ert
Sí, mi señora. Puedo hacerlo, pero después… necesitaré alimentarme.
La tomé entre mis brazos. Un aura roja nos envolvió y su cuerpo rejuveneció al instante.
Ert
Cumplí su deseo, mi señora. Ahora espero que me alimente.
Emilia Segura
Está bien… ahora cumpliré mi parte.
Esa noche me alimenté de su miedo. Aunque extrañamente… no parecía disgustarle.
Emilia Segura
No volveré a estar contigo si sigues con esa forma. Cámbiala.
Tomé la apariencia del último humano que había visto.
Emilia Segura
Mucho mejor. Te llamaré cuando desee algo más. Ahora vete.
Ert
Sí, mi señora. Esperaré con ansias sus órdenes.
Quizá este sea solo el inicio de mi ascenso…
Posesión
Maldita mujer… Desde que me alimenté de ella no ha vuelto a buscarme. Me dejó encerrado en este cuarto húmedo, con paredes que rezuman polvo y sombras. Como si yo fuera un perro guardado hasta su próximo capricho. Lo único que me mantiene cuerdo son estos libros; montones de ellos que, gracias a mi don de sabio, comprendo en cualquier idioma. Quizá este conocimiento me sirva para entender mejor este mundo… y dominarlo.
El chirrido de la puerta me arrancó de mis pensamientos. El aire se tensó.
Ahí viene.
Emilia Segura
Oye, demonio. Quiero que cumplas otro de mis deseos.
Ert
Por supuesto, mi señora… Usted solo ordénelo. ¿Qué es lo que desea?
Emilia Segura
Dinero. Quiero mucho dinero.
Está mujer… ¿Qué se piensa que soy? ¿Un hada madrina? ¿Un genio que concede oro y joyas al capricho?
Ert
Lamento decirle, mi señora… entre mis habilidades está manipular y transformar todo aquello que esté vivo. Pero no puedo generar objetos… ni darle algo que yo mismo no poseo.
Emilia Segura
Entonces eres una estafa. Creí que los demonios eran fuertes.
Maldita mujer. Algún día, cuando la cadena del contrato se rompa, disfrutaré arrancando esa sonrisa arrogante de su rostro.
Ert
Puedo ser más útil de lo que cree. Déjeme moverme libremente en este mundo y le traeré el dinero que tanto anhela. Con mis habilidades, le aseguro que nada me será imposible.
Emilia Segura
No lo sé… No quiero que llames la atención. Y podría ser que no regreses.
Cómo quisiera hacerlo… perderme para siempre entre los humanos. Pero no puedo: mi vida está atada a la suya.
Ert
El contrato no me permite abandonarla. Puede invocarme con solo pensar mi nombre. Y le prometo… seré tan discreto como usted lo ordene.
Emilia Segura
Debo pensarlo. Me iré a descansar.
No. No dejaré que me abandone otra vez.
La tomé por la espalda antes de que se alejara. Mi cuerpo se pegó al suyo; podía sentir el latido acelerado de su corazón.
Ert
Por favor, mi señora… necesito alimentarme o moriré. Y recuerde: si yo muero, usted también.
Sus labios se curvaron en una sonrisa que ya no era de miedo, sino de posesión.
Emilia Segura
Eres mío. Y escucha bien: te prohíbo alimentarte de otras mujeres mientras yo exista. ¿Entendiste?
Qué curioso… ya no me teme. Ahora me reclama como propiedad. Humanos… siempre igual: primero tiemblan, luego se creen amos.
Ert
Le pertenezco, mi señora. Pero entonces… debe ser más constante conmigo.
Emilia Segura
Está bien. Hoy dejaré que te alimentes de mí. Además, podrás salir a conseguir dinero. Pero te prohíbo acostarte con otra mujer.
Ert
¿Ni siquiera con hombres?
Emilia Segura
Con nadie que no sea yo. ¿Oíste bien?
Perfecto. Ya no saldré a alimentarme… sino a trabajar. Como si soportarla no fuera ya un castigo suficiente.
Ert
Entendido, mi señora. Le agradezco su confianza. Buscaré el dinero que desea… pero le pido paciencia si no lo consigo hoy mismo.
Emilia Segura
Bien. Te llamaré cuando te necesite. Ahora vete, Ert.
Insoportable… Cada palabra suya me hunde más en estas cadenas. Para colmo debo salir con mi forma humana, porque si no, me regañará como a un sirviente. Algún día este contrato se romperá… y cuando eso ocurra, sabrá lo que significa pertenecer de verdad a un demonio.
El primer aliado
Estoy sentado en un parque. Este lugar es hermoso… los humanos de aquí tienen tecnología superior a la de mi mundo. Pero… ¿Cómo se supone que conseguiré dinero? No parece haber un gremio como en mi tierra. Quizás… si lo pido me lo den.
Ert
¡Oye humano, dame dinero!
Le grité a un hombre que corría por el camino y comencé a seguirlo.
Corredor
¡Ay no, otro vicioso! Toma esto, es lo único que tengo… pero no compres droga, ¿vale?
El hombre me lanzó unas monedas y siguió corriendo sin mirar atrás.
Ert
Genial… es demasiado fácil. Aunque… unas monedas no bastan. Si sigo pidiendo así tardaré siglos.
Me puse a contarlas, pero de pronto un niño apareció como un rayo, me arrebató el dinero y salió corriendo.
Era ágil, pero no lo suficiente. Los humanos de este mundo son lentos, así que lo alcancé en un abrir y cerrar de ojos.
Ert
Devuélveme mis monedas, niño.
Poncho
¡Perdón, señor! Es que… tengo hambre.
El niño bajó la cabeza, temblando, como esperando un golpe. Me recordó a mí mismo cuando robaba la comida de mis hermanos. Y también recordé que los míos decían que el sabor de los niños humanos era exquisito… aunque, la verdad, nunca he sentido ganas de probarlo.
Ert
Levántate. No voy a hacerte daño. Dime… ¿Esto alcanza para comer algo?
Poncho
Sí, señor… aunque nada más alcanzaría para una torta.
Ert
Bien, ven conmigo. Vamos a comprarla.
Fuimos a un puesto. Compré una torta y agua. El niño la devoró como si no hubiera probado bocado en días.
Pobre… lo entiendo. Yo también tengo hambre. Pero la mía solo podré saciarla de noche. Qué irónico.
Ert
Dime, niño… ¿Cómo te llamas?
Ert
Muy bien, Poncho. Pero recuerda algo: nada es gratis. ¿Lo sabes, verdad?
El niño se detuvo de golpe, con los ojos muy abiertos. Me miró como si hubiera visto un fantasma.
Su expresión fue tan graciosa que casi reí.
Ert
Tranquilo. No voy a quitarte nada… solo necesito información. Quiero conseguir mucho más dinero. ¿Sabes cómo podría hacerlo?
Poncho
Pues… podría robar una tienda. Solo consiga una pistola.
Ert
Mmm… no. Eso llamaría demasiado la atención. Y prefiero no lastimar inocentes… los ángeles podrían castigarme.
Poncho
Yo conozco a alguien malo que tiene mucho dinero. Podría decirle dónde está… pero… ¿Podría ayudarme con algo primero?
Poncho
Ese hombre… tiene a mi hermana secuestrada. La obliga a trabajar para él. Ayúdeme a rescatarla, se lo ruego.
Ert
Bien. Pero a cambio tú y tu hermana trabajarán para mí. Ese es un trato más justo.
Poncho
Perdone, señor… puedo dar mi palabra por mí, pero no por ella. Ya ha sufrido demasiado… y todo por mi culpa.
El rostro del niño se torció con tristeza. Su voz temblaba.
Ert
Ya veo… está bien. Entonces te aceptaré como a mi primer hijo. Dime todo lo que sepas de ese hombre y de su guarida. Yo me encargaré de traer a tu hermana.
Este niño… será mi primer paso para cumplir el deseo que realmente importa: mi libertad.
Download MangaToon APP on App Store and Google Play