Hace seis años renací en un mundo mágico… en mi primera vida estudiaba negocios internacionales, una mala elección, para alguien que reencarna, porque no me sirvió para nada, ya que no tenía muchas habilidades desarrolladas para este mundo tan especial... pero, sorprendentemente y aunque no lo pareciera, me acostumbre muy rápido a esta vida… mis padres en este nuevo mundo habian trabajado en el mundo de la moda… tenían algunas tiendas de moda y también importaban telas de diferentes imperios y reinos… además eran marqueses y aunque su titulo nobiliario era menor, viviamos cómodamente… de hecho había vivido muy bien, hasta que un accidente en carruaje los quitó de mi vida... dejándome sola, con el titulo de marquesa… sobre mi reencarnación solo el mago del pueblo conocía que era un alma reencarnada, o como ellos lo llaman con una marca de alma… sin embargo, hace unos meses todo se fue el carajo…
Bien empezaré desde el inicio…
Mi nombre es Juliet Hughes soy una hermosa mujer de veinte años, de cabello castaño y ojos azules... una belleza, trabajadora y responsable… originaria del imperio Somerset, un imperio prospero, con emperadores justos y respetados… además este lugar tiene una naturaleza hermosa…
Aprendí de mis padres muy bien el negocio de la tela, era respetada y querida en el pueblo, siempre fui una buena persona, amable y responsable… pero, muy mala bebiendo y eso lo comprobé de la peor forma… Es que hace algunos meses, viajé al imperio Lennox para comprar unas telas… el negocio fluyó maravillosamente bien, dejándome un enorme margen de ganancia, por lo que decidí salir a celebrar a una fiesta a la que me invitaron mis nuevos socios… lo que me llevo a vivir una noche inolvidable con grandes consecuencias…
Aun asi… recuerdo todo muy bien…
Aquella noche de otoño, en un salón dorado por candelabros y murmullos, asistí a una fiesta organizada por un conde excéntrico... un buen socio, pero algo peculiar… La música flotaba como un hechizo, y entre risas y copas de champán, apareció un hombre, de ojos azules, cabello negro hasta sus hombros, alto y usando una fina capa, similar a la que usaban los magos... que no parecía pertenecer a ese siglo. Vestía de negro, con un chaleco bordado y una sonrisa que parecía esconder secretos imposibles.
—Me llamo Ignacio, Ignacio Lennox —dijo, inclinándose con un gesto que mezclaba elegancia y picardía.
No dijo nada más, pero yo me perdí en su coqueta mirada... no sabía nada de él... ni su título... ni de dónde venía. Pero cada palabra suya parecía deslizarse directamente a su piel... como si pudiese decir exactamente lo que yo queria escuchar... es que yo nunca había cedido a la seducción, no había tenido novio, ni intereses románticos en este mundo, por lo que me sentí atrapada en un juego de miradas, como si estuvieran hablando un idioma que nadie más entendía. Él me pidió que lo acompañara a los jardines iluminados por cristales magicos de luz... Allí, bajo una luna impaciente, hizo un truco: de su mano surgieron chispas doradas que se elevaron al aire y se transformaron en mariposas de luz… yo sonreí, creyendo que era una ilusión... hasta que una de las mariposas se posó en mi hombro y se deshizo en un calor suave, como un beso invisible... Recuerdo que lo miré sorprendida y que él acortó nuestra distancia y movió sus manos haciendo aparecer un hermoso ramo de rosas azules...
Ignacio: tan azules como sus hermosos ojos
Juliet: son hermosas...
Levanté mi mano y acaricié su rostro y le di un beso en la comisura de sus labios... él cual se convirtió en un apasionado momento... muy, muy apasionado...
Ignacio: deberíamos ir a un lugar mas privado…
Juliet: ¿a mi habitación?
Ignacio: me encantaría
Él me acompañó manteniendo una distancia prudente, mientras pasábamos por el salón de la fiesta directamente a las escaleras, cuando llegamos arriba, se acercó a mi y me dio un suave beso en los labios…
Cuando abrí la puerta, la mirada de Ignacio se oscureció… estaba casi segura que hasta se veía más grande e intimidante…
El alcohol, la alegría de un buen negocio, años sin sex0, la mirada lujuriosa de Ignacio me habían quitado toda la vergüenza, por lo que me alejé un poco de él y comencé a quitarme sensualmente el vestido… él me miraba lujurioso, lleno de deseo, lo que mas avivaba mi desenfreno en la habitación y me volvia mas desinibida… cuando estuve casi desnuda, se acercó y me besó con furia, salvaje y lleno de lujuria, mientras sus manos, no dejaban de acariciarme… Él me m0rdió el labio inferior haciéndome g3mir… se quitó la ropa, quedando al igual que yo en ropa interior… después las caricias hicieron que la escasa ropa, se sintiese pesada… por lo que él saco la ropa de ambos… de manera lenta y suave, que parecía que el aire de la habitación escaseaba... ahora estábamos completamente desnud0s sobre la cama… Recuerdo que pensé que sería una primera vez inolvidable… en ese momento… él pareció detenerse y me miró con suavidad… y comenzó a estimular mi intimidad, dándome el primer 0rgasmo de la noche… después se puso sobre mi… abrió mis piernas con besos en mis musl0s y me habló al oído…
Ignacio: Avísame si esto te lastima…
Antes de que yo pudiese decir algo, él presiono su cuerpo dentr0 de mi…
Ignacio: ¿te duele?
Solo asentí... y él con cariño y suavidad acarició nuevamente mi cuerpo… cuando pasó el intenso dolor, moví mis caderas con cierta timidez… pero, este movimiento dio rienda suelta a toda nuestra pasión… yo realmente intentaba no gritar y agradecía que la habitación de al lado estuviese vacía… él tenía unas emb3stidas firm3s, fuert3s, profundas… hasta que sentí como su intimidad palpitaba en mi interior… yo estaba lista… incluso con pudor sentí como mi cuerpo moj0 las colchas… y como mis pies temblar0n por el segundo 0rgasm0… él me besó nuevamente y las caricias, encuentros y posici0nes continuaron toda esa noche inolvidable…
No hubo promesas, solo la certeza de que aquello quedaría grabado en la memoria de ambos como un incendio secreto.
Al día siguiente, cuando desperté él aún estaba a mi lado, durmiendo profundamente, me moví con suavidad y prácticamente me arrastre hacia el baño, cuando volví, él ya estaba despierto y me miraba lujurioso…
Ignacio: buenos días
Juliet: buenos días…
Ignacio: ¿quieres desayunar?
Juliet: eh… debo salir ahora
Ignacio: entiendo… por tu acento no eres del imperio
Juliet: no… no lo soy…
Ignacio: ¿nos vemos esta noche?
Juliet: me iré al atardecer…
Ignacio: ¿de verdad?
Juliet: si… me llevaré buenos recuerdos del imperio Lennox…
Después de una apasionada despedida, finalmente el mago salió de la habitación… a pesar de que quería quedarme, porque me dolía todo el cuerpo, debía salir a buscar el famoso té…
Cuando lo encontré, y a pesar de su amargo sabor, regresé feliz a mi casa.
Allí volví a beber el té, por si acaso…
Semanas después gracias al negocio que hice en Lennox pude enviar una propuesta de negocios para diseñar ropa infantil y venderla a las fundaciones que dirigía la emperatriz Lilith… Recuerdo que cuando la conocí, quedé sorprendida por su belleza y elegancia, además era muy cercana, a pesar de ser una de las personas mas importantes de este mundo, sin contar de su arduo trabajo ayudando a los mas necesitados y que no dejaba a sus pequeños hijos, unos hermosos niños de ojos amarillos.
- Majestad, la marquesa Hughes es quien creo la ropa para los infantes que usted eligió.
Emperatriz Lilith: Marquesa Hughes, acérquese por favor…
Juliet: Buen día majestad, Juliet Hughes le saluda.
Emperatriz Lilith: Los diseños de ropa para niños, que usted ha creado es de muy alta calidad, además los diseños son muy prácticos…
Juliet: Gracias majestad
Emperatriz Lilith: Quiero que hagamos negocios, el imperio Somerset le comprará a la casa Hughes toda la ropa para los niños y las niñas de los orfanatos…
Juliet: muchas gracias majestad
Emperatriz Lilith: Gracias a usted, nuestros niños estarán cómodos y abrigados este invierno
Juliet: la casa de modas Hughes agradece su confianza majestad
Emperatriz Lilith: por cierto, los diseños son muy… modernos…
Juliet: eh… es que… la comodidad y durabilidad… y…
Emperatriz Lilith: esta bien… aunque estoy segura de que es porque usted tiene una marca de alma
Juliet: majestad, yo puedo explicarlo…
Emperatriz Lilith: eso no es un problema, al contrario…
Juliet: ¿de verdad?
Emperatriz Lilith: claro…
Juliet: muchas gracias majestad…
Un mes después, pude instalar un gran taller de costura exclusivo para ropa de niños… sin embargo, comencé con dolores estomacales, los cuales pensé que eran producto del exceso de trabajo…
Como los malestares no terminaban, decidí pedirle al doctor que viniese a la mansión… allí me entregó la noticia… que hace dos años me cambió la vida…
Doctor: Marquesa… su malestar es normal en su estado…
Juliet: ¿mi estado?
Doctor: Marquesa Hughes, usted esta embarazada
Juliet: ¿qué?
Doctor: asi es… usted esta en la espera de su primer hijo…
Juliet: no puede ser… yo… no… no puede ser… yo bebí el té… de verdad… no puede ser…
Doctor: ningun método es realmente efectivo…
Ni siquiera supe, cuando salió el doctor de la habitación… solo quedé ensimismada en mis pensamientos.
[No sé si reír o llorar. Hace unas semanas mi vida era sencilla, predecible… había conocido a la realeza, me destacaba por mis logros… hasta esa noche que lo cambió todo. Lo recuerdo bien: las luces de los cristales mágicos, la fiesta, la música vibrando en mi pecho, su sonrisa… sus malditos ojos azules y su misteriosa magia… Apenas lo conocía, pero había algo en su forma de mirarme que me hizo sentir segura, especial, como si el mundo entero se hubiera reducido a nosotros dos… Fue mi primera vez, y aunque parte de mí lo vivió como un momento mágico, otra parte sabía que era un salto al vacío… por eso bebí ese maldito té… Hoy, ese salto tiene un resultado inesperado. Estoy embarazada. La palabra retumba en mi cabeza como un eco que no termina. Una vida crece dentro de mí, fruto de una noche que creí quedaría solo en mi memoria. No sé dónde está él, no sé si volveré a verlo… y, sinceramente, no sé si quiero. Me siento asustada, pero también… extrañamente fuerte. Tal vez porque entiendo que, aunque no planeé nada de esto, ahora tengo una razón inmensa para luchar. Ya no soy solo yo; hay un corazón diminuto que depende de mis decisiones. Quizá el amor no siempre llega envuelto en promesas y planes perfectos. A veces llega así, como una sacudida que te obliga a crecer antes de lo que imaginabas. Y aunque el miedo me acompaña, sé que esta nueva historia apenas comienza… y que, pase lo que pase, no estaré sola: me tengo a mí, y a esta pequeña vida que late dentro de mí… todo cambiará lo sé muy bien… pero, ¡vamos carajo! morí en mi primera vida… ya nada puede ser peor que la muerte, no estoy enferma y tengo las manos buenas para seguir trabajando… será difícil, sobre todo en esta época que es tan machista… pero, nadie de ellos me da de comer... aun así, le contaré a la emperatriz, si ella desea terminar los negocios con nuestra casa de moda, venderé ese taller y viviré de las ganancias de las casas de modas… el dinero no me falta… ¡santo cielo! ¡estoy embarazada!]
Días después, Juliet fue a contarle a la emperatriz Lilith acerca de su embarazo… y para su sorpresa, las palabras de ella la hicieron sentirse apoyada y confiada en este incierto futuro.
Emperatriz Lilith: con mayor razón, debemos trabajar, su bebé también usará la ropa que usted diseña…
Juliet: muchas gracias majestad, aun asi, probablemente me vaya a la casa que tenían mis padres en la costa, alejada de todo…
Emperatriz Lilith: ¿está segura?
Juliet: si, estaré alejada de todas las miradas juzgadoras… además, allá también podré diseñar y trabajar
Emperatriz Lilith: entiendo… le deseo éxito y prosperidad en todos sus planes marquesa Hughes.
Juliet: muchas gracias majestad…
Mientras Juliet volvía a la mansión Hughes, decidió viajar al imperio Lennox.
[sé que con Ignacio no tenemos una relación, y ni siquiera sé si lo podré encontrar, pero creo que él debería saberlo… es su hijo… si no quiere formar parte de su vida, esta bien, lo respeto, pero, él tiene el derecho a saber… por lo que haré pronto el viaje, antes de que mi barriga se noté]
Cuando Juliet llegó al imperio Lennox, fue a la casa de sus socios y preguntó por el mago.
Juliet: entonces… ¿saben donde puedo encontrarlo?
- debe estar en la capital imperial…
Juliet: entiendo, muchas gracias…
Un día mas de viaje, y finalmente Juliet llegó a la capital del imperio Lennox… después de tres días de una intensa búsqueda, encontró al gran mago… cortejando… a una hermosa señorita en el puerto…
[Santo cielo, acaba de hacer las mismas mariposas con magia que las que creo cuando nos conocimos… soy una tonta… aun así, no hice este viaje por nada… él merece saberlo… solo espero que me crea, en estos tiempos no hay pruebas de paternidad, pero bien… al mal paso darle prisa…]
Con decisión Juliet se acercó a la pareja que reía en complicidad…
Juliet: Buenas tardes…
Ignacio: Buenas tardes… ¿nos conocemos?
En ese momento, la mente de Juliet se nubló… no pensó nada… quedo en blanco… completamente desconcertada, por lo cual, solo negó con la cabeza, y vio como la pareja se alejaba…
[No sé cuantos minutos estuve en ese puerto… quizás horas… no lo sé… solo sé que cuando salí de ahí, ya sabia que yo sería madre y padre para mi hijo… que podría con todo]
Dos años habían pasado desde que Juliet había vuelto a Somerset…
[Han pasado muchas cosas, en estos dos años… lo más importante… el nacimiento de mi hijo William… el embarazo no fue fácil, pero su nacimiento llenó de luz mi vida, una luz que no sabía que necesitaba… William Hughes es un hermoso niño, aunque sus ojos y cabellos son un recuerdo de esa inolvidable noche… es perfecto… elegí su nombre en honor a William Shakespeare… es que como yo soy Juliet, aunque sin Romeo… claro está… es que si tuve una trágica y absurda historia de… ¿amor? no ni siquiera, lo nuestro fue solo pasión… aun así esta Juliet no murió por no tenerlo a su lado… sino que se hizo más fuerte… además no he dejado de trabajar, en mis diseños de ropa de niños y bebés, ahora también de accesorios para su cuidado y seguridad, los cuales han sido un éxito, todo respaldado y apoyado por la emperatriz, quien siempre esta a favor de todas las mejoras que ayuden a los niños… de hecho, las pocas veces que he salido de esta casa, ha sido para ir al palacio… gracias a eso pude además, no tener problemas ni dificultades por ser una madre soltera... ciertamente no se que hizo, pero, recuerdo que en una oportunidad en una reunion dijo que yo tenia todo su apoyo y su confianza y que si alguien tenia problemas con las decisiones que ella tomaba que hablara de inmediato con su esposo... esa fue una reunión inolvidable... todas las otras reuniones han sido aquí… En el pueblo, donde vivía antes, se dijo que yo me había encerrado porque me había quemado la cara… jajaja… fue un rumor que surgió porque vieron a mi asistente comprando medicamentos para las quemaduras… ese medicamento ciertamente no era para mí, era para apoyar el orfanato, pero nunca quise aclarar el rumor, sino al contrario, después de dar luz, usé una capa, por lo cual, las pocas personas que me vieron ayudaron a que el rumor fuera casi un hecho irrefutable… eso me ayudo, nadie me invito a las fiestas de té y las visitas disminuyeron… paulatinamente pude autoexiliarme… a las reuniones de negocios asistía mi asistente, la señorita Phoebe, una hábil muchacha que cumplió la mayoría de edad en el orfanato y que estudio contabilidad, gracias a los programas de estudios que ofrecía la emperatriz… ella ha sido fundamental… ahora es como mi hermana pequeña, además mi pequeño William también la adora… por lo cual, estoy feliz, mi hijo esta sano, tenemos salud y un buen trabajo… lo difícil ha sido lidiar con el templo… es que no recuerdo la cantidad de veces que me han preguntado por el padre de mi hijo… al principio pensaba, que era porque yo teniendo un titulo nobiliario era una madre soltera… pero, después descubrí que se debía a que saben que mi hijo tiene magia… que es portador de un elemento… sin embargo, solo lo han visto una vez, y el mago que lo hizo, fue por poco tiempo y no pudo identificar su elemento, ni saber nada más, por lo cual, han intentado acercársele en más de una ocasión… fue tanta su insistencia, que recuerdo que por primera vez, moleste a la emperatriz con un asunto personal… y que incluso conocí al emperador, después de tanto tiempo… aun recuerdo ese día…
Juliet: … entonces tengo miedo de que se acerquen a mi hijo… usted sabe que solo somos nosotros…
Emperatriz Lilith: entiendo… ¡guardia!
- si majestad
Emperatriz Lilith: pídele a mi esposo que venga por favor
- si majestad…
Minutos después, un hombre alto, de tes morena y ojos amarillos apareció con una mirada amenazante, la cual cambio de inmediato al ver a su esposa.
Emperador Somerset: ¿Cómo estás querida? ¿todo bien?
Emperatriz Lilith: si querido, pero quiero me ayudes a ayudar a la marquesa Hughes
Juliet: buen día emperador, Juliet Hughes le saluda
El emperador ni siquiera volteó a mirar a Juliet solo asintió…
Emperador Somerset: ¿Qué necesita mi emperatriz?
Emperatriz Lilith: los magos del templo de la costa, han querido acercarse varias veces al hijo de la marquesa Hughes porque él tiene magia… en contra de la voluntad de su madre… es un niño, que tiene derechos, y su madre es la garante de ellos… los magos, no pueden hacer eso… ¿cierto mi querido Samuel?
Emperador Somerset: entiendo… mandaré a investigar y le mandaré seguridad a la marquesa… ¿te parece bien?
Emperatriz Lilith: muchas gracias querido, la marquesa trabaja mucho por el imperio y por los niños de nuestros orfanatos por lo que debemos apoyarla
Emperador Somerset: sabes que haré lo que me pidas…
Juliet miraba en silencio, con una sonrisa la interacción entre los emperadores…
[ellos son como esas historias de amor de cuentos, que yo leía cuando niña]
Emperatriz Lilith: muy bien, entonces esta todo resuelto…
Juliet: muchas gracias emperadores… de verdad…
Emperatriz Lilith: no se preocupe, por cierto, en tres meses necesitaremos de esas mantas bordadas, que son como un saco de bebé, para la cumbre de los emperadores…
Juliet: perdón majestad… pero, no entiendo…
Emperatriz Lilith: cada año, los reyes y emperadores se reúnen… este año vienen a Somerset, y en la canasta de regalos que se lleven las emperatrices incluiremos una de sus mantas…
Juliet: muchas gracias majestad, será un honor para la casa Hughes…
Emperatriz Lilith: su trabajo es bueno… confíe en eso…
Juliet: gracias majestad
Desde ese día, nadie mas se acercó a la casa Hughes, por lo que el pequeño William pudo salir con un poco mas de libertad, junto a sus niñeras a jugar a los jardines o a la pequeña playa privada que tenían…
William: ¡mamá! amo… mucho…
Juliet: yo también te amo bebé… ahora vamos a bañarnos y a comer algo delicioso…
William: ¡shiii!
[Cuando miro a mi hijo, siento que el mundo entero se ilumina. Su risa, sus pequeñas manos aferradas a las mías, su mirada inocente… todo eso me recuerda que la vida me regaló un motivo inmenso para seguir adelante... no solo renací, sino también me hice madre… la feliz y afortunada madre de un niño maravilloso… A veces pienso en lo inesperado que fue su llegada, en todo lo que cambió en mí desde que supe que crecía dentro de mí. Pero ahora, con él a mi lado, no me queda duda: valió la pena cada miedo, cada lágrima y cada duda. Sé que nunca conocerá a su padre, y aunque esa ausencia duele, también sé que no le faltará amor… o quizás… sí el lo quiere conocer lo llevaré a ese imperio para que lo vea y lo pueda conocer… esa será su decisión… pero, mientras tanto… yo lo amaré el doble, lo abrazaré el doble, lo cuidaré el doble. Quiero que crezca sintiendo que es suficiente, que nunca le falte la certeza de que es lo mejor que me ha pasado en la vida. Él me da la fuerza que no sabía que tenía. Cuando estoy cansada, me basta mirarlo para recuperar la energía; cuando tengo miedo, me basta pensar en él para recordar que soy capaz de todo. Porque no soy solo una mujer: soy su madre, y por él puedo enfrentar cualquier obstáculo. Mi hijo es mi alegría, mi motor, mi razón. Y aunque el destino lo privó de una parte de su historia, yo le daré un hogar lleno de amor, para que nunca dude de lo valioso que es]
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