Mi Mejor Amiga Es Un Caos
Capítulo 1
Fecha: 1 de enero
Mes: Enero
Ubicación: San Miguel de Tucumán
Hora: 22:15
Lugar: Residencial Gutiérrez, habitación de Luna
luna Gutiérrez
Era primero de enero y estaba acostada en mi habitación, con la ventana entreabierta dejando entrar la brisa fresca de la noche tucumana. La ciudad parecía dormida, pero yo no lograba conciliar el sueño. Tenía mil cosas dando vueltas en la cabeza.
luna Gutiérrez
Mi celular estaba a un costado, con la pantalla apagada, pero mi mente no podía desconectarse. Justo cuando pensaba en levantarme para tomar agua, la puerta se abrió de golpe y apareció mi mamá, Valen Gutiérrez.
valen Gutierrez madre de luna y Erick
—Luna, ¿por qué todavía estás despierta? ¡Mañana hay que madrugar! No podés seguir con esos horarios locos, boluda.
luna Gutiérrez
Me quedé mirando el techo mientras ella cruzaba la habitación y se sentaba al borde de mi cama, con esa mezcla de cansancio y preocupación que siempre tenía.
valen Gutierrez madre de luna y Erick
—Mirá, sé que la fiesta fue pesada, pero no te podés pasar toda la noche pegada al celular. Te va a explotar la cabeza.
luna Gutiérrez
—No estoy pegada al celular, mamá, solo pensando.
valen Gutierrez madre de luna y Erick
—Pensar está bueno, pero tampoco te hagas la víctima. ¿Sabés que hoy es primero de enero? Es un día para arrancar bien, para dejar atrás lo malo.
luna Gutiérrez
—Si pudiera, pero este año fue un quilombo, mamá. Entre la escuela, Mía, Tomás… todo fue un caos constante.
valen Gutierrez madre de luna y Erick
—Bueno, ¿y eso qué tiene que ver con que estés despierta a esta hora?
luna Gutiérrez
—Que no paro de darle vueltas a todo, y encima mañana llega Mía de vuelta a Tucumán.
valen Gutierrez madre de luna y Erick
—¿Mía? ¿Tu mejor amiga? ¿No estaba allá en Buenos Aires?
luna Gutiérrez
—Sí, volvió. Y no sola. Trajo a alguien más. Una gemela.
valen Gutierrez madre de luna y Erick
—¿Gemela? No me digas que es otra que va a meterse en tus cosas y complicarte la vida.
luna Gutiérrez
Eso parece. No sé qué onda con esa chica, pero ya me está generando un ruido terrible.
valen Gutierrez madre de luna y Erick
—Bueno, tratá de no armar bardo. Ya bastante tenés con la escuela y ese Tomás que tanto te distrae.
luna Gutiérrez
—Tomás es un quilombo, no puedo creer que me guste alguien así.
valen Gutierrez madre de luna y Erick
—Ah, ¿qué me venís a contar? Eso lo sabemos todos, boluda.
luna Gutiérrez
Mi mamá salió de mi cuarto, y me quedé mirando el techo, pensando en todo lo que se venía.
luna Gutiérrez
Mía y su hermana gemela, el reencuentro con Tomás, la escuela… y ese mensaje extraño que me había llegado hace una semana.
Sé lo que hicieron en el jardín de la Casa Histórica.
luna Gutiérrez
Ese mensaje todavía me quemaba la cabeza. ¿Quién me lo había mandado? ¿Y qué querían decir con “lo que hicieron”?
luna Gutiérrez
Volví a revisar mi chat con Mía, donde me había mandado un audio el día antes de viajar.
Mía Solís
—Luna, te juro que este verano va a ser una locura. No vas a poder creer lo que te tengo preparado. Aguantá nomás que te lo cuento todo cuando llegue.
luna Gutiérrez
Pero la voz que había escuchado en ese audio no era solo de Mía. Había un eco, como si alguien más estuviera al lado.
luna Gutiérrez
Empecé a sentir que todo esto era más raro de lo que pensaba.
Fecha: 2 de enero
Hora: 15:30
Lugar: Plaza Independencia, San Miguel de Tucumán
luna Gutiérrez
Al día siguiente, me encontré con Mía en la plaza. Tenía la sonrisa de siempre, pero algo en su mirada no cerraba.
Mía Solís
—¡Luna, boluda! Te presento a Ambar, mi hermana gemela.
Ámbar Solís
—Hola, Luna. Me han contado mucho de vos.
luna Gutiérrez
Ambar era exactamente igual a Mía, pero sus ojos tenían una intensidad que me hizo sentir incómoda.
luna Gutiérrez
Pasamos toda la tarde caminando y charlando, pero la atmósfera no era la misma. Ambar no dejaba de mirar su celular y parecía saber cosas que no me contaban.
luna Gutiérrez
Y Tomás apareció de la nada, con esa sonrisa que me volvía loca y la que hacía que Mía y Ambar se pusieran tensas al instante.
Tomás Santillán
—¿Qué onda, chicas? ¿Listas para la fiesta de esta noche?
Mía Solís
—Obvio, Tomi. Va a ser un re quilombo.
Ámbar Solís
—Más vale que no haya problemas, ¿no?
luna Gutiérrez
Ahí fue cuando sentí que las cosas se estaban complicando de verdad.
Fecha: 2 de enero
Hora: 23:45
Lugar: Fiesta clandestina en barrio Norte
La fiesta estaba a full. Música alta, luces que parpadeaban y gente por todos lados. Luna se sentía atrapada entre risas, miradas y secretos.
luna Gutiérrez
De repente, Mía me tomó del brazo y me llevó hasta el jardín trasero.
Mía Solís
—Escuchame, Luna, hay cosas que no te estoy contando. No sé si puedo confiar en Ambar.
Mía Solís
—Porque no es tan inocente como parece.
luna Gutiérrez
Y justo en ese momento, se escuchó un grito. Corrimos hacia la piscina y vimos a Tomás tirado en el piso, con sangre en la cabeza.
La fiesta se volvió un caos y nadie sabía qué había pasado.
luna Gutiérrez
Desde ese día, los mensajes extraños comenzaron a llegar. Y la pregunta que me perseguía era: ¿quién quería hacer daño y por qué?
Capítulo 2
Fecha: 2 de enero
Hora: 23:47
Lugar: Fiesta clandestina, Barrio Norte – San Miguel de Tucumán
luna Gutiérrez
Tomás estaba en el suelo. Me agaché rápidamente, el corazón latiéndome en los oídos, y traté de incorporarlo.
luna Gutiérrez
—¡Alguien llame a una ambulancia, rápido!
luna Gutiérrez
La música se apagó de golpe. Entre la gente que empezaba a gritar, vi cómo la señora Teresa Santillán, la mamá de Tomás, empujaba a todos para llegar hasta nosotros. Llevaba un vestido claro que contrastaba con su cara llena de angustia.
Teresa Santillan madre de tomas
—¡Tomi! ¿Qué te pasó, mi amor? ¿Estás bien?
luna Gutiérrez
—Señora Teresa, no sabemos qué pasó… yo estaba hablando con Mía, luego escuchamos un grito, corrimos y lo encontramos así.
luna Gutiérrez
Teresa me miró fijo, con los ojos húmedos, como si buscara una respuesta que yo no podía darle.
Teresa Santillan madre de tomas
—¿Nadie vio nada?
Camila Duarte
—Yo… yo estaba cerca, pero cuando gritaron las luces se apagaron. No vi nada, solo escuché el golpe.
Bruno Fernández
—Lo mismo que Cami… Estaba charlando con un grupo y de repente todo quedó oscuro. Después el grito.
Todos murmuraban, buscando una explicación. El aire se sentía más pesado,
luna Gutiérrez
—¿Cómo se apagaron las luces? Esta casa no suele tener problemas de electricidad…
Bruno Fernández
—Eso mismo me pregunto.
En ese instante, un murmullo recorrió el grupo: Tomás movió los dedos. Luego, lentamente, abrió los ojos.
luna Gutiérrez
—Tranquilo, Tomás, no te muevas. Ya viene ayuda.
Teresa Santillan madre de tomas
—¡Mi amor, no hables!
Tomás Santillán
No… no fue un accidente…
luna Gutiérrez
—¿Qué decís?
Tomás Santillán
—Fue… alguien…
luna Gutiérrez
Su voz era apenas un susurro, pero me dejó helada. Antes de que pudiera preguntarle más, sus ojos se cerraron otra vez.
luna Gutiérrez
—Que no fue un accidente…
luna Gutiérrez
Nadie respondió. El silencio se volvió insoportable. El ruido de la sirena de la ambulancia se escuchaba a lo lejos, cada vez más cerca. Pero en mi cabeza, solo resonaban esas palabras: "Fue alguien".
la ambulancia tardó un minuto en llegar
Capítulo 3
Fecha: 2 de enero
Hora: 23:58
Lugar: Fiesta clandestina, Barrio Norte – San Miguel de Tucumán
En cuestión de segundos, todo se volvió una coreografía de urgencia: voces rápidas, manos que se movían con precisión, una manta térmica cubriendo a Tomás. Teresa Santillán, todavía pálida, se subió con él sin dejar de sostenerle la mano.
Teresa Santillan madre de tomas
—No te preocupes, Tomi… mamá está acá.
luna Gutiérrez
La puerta de la ambulancia se cerró con un golpe seco, y el vehículo arrancó perdiéndose entre las calles oscuras.
luna Gutiérrez
Me quedé inmóvil, mirando cómo desaparecía. El murmullo de la fiesta se había transformado en un silencio lleno de miradas cruzadas y susurros.
Mía Solís
—Luna… tengo que irme unos minutos.
Mía Solís
—Después te cuento. Solo… quedate tranquila.
luna Gutiérrez
No tuve tiempo de insistirle. Mía se perdió entre la gente y yo me quedé sola, como si de repente el lugar se hubiera vuelto demasiado grande para mí.
luna Gutiérrez
Fue entonces cuando vi a mi mamá, entrar apurada, seguida de mi hermano Erick
valen Gutierrez madre de luna y Erick
—¡Luna! ¿Qué pasó?
Erick Gutierrez
—Sí, ¿por qué hay una ambulancia? ¿Quién estaba herido?
luna Gutiérrez
—Yo… no sé qué decirles. Todo fue tan rápido.
luna Gutiérrez
Sentí el peso de sus miradas esperando una explicación. Quise contarles todo, pero ni siquiera yo entendía bien lo que había pasado.
valen Gutierrez madre de luna y Erick
—Bueno, vamos, contame lo que viste.
luna Gutiérrez
Estaba hablando con Mía… escuchamos un grito… corrimos… y encontramos a Tomás en el piso.
Erick Gutierrez
—¿Y nadie sabe quién lo hizo?
luna Gutiérrez
—No. Las luces se apagaron justo en ese momento.
luna Gutiérrez
Mi mamá me miró con una mezcla de preocupación y desconfianza. No era la primera vez que me encontraba en medio de un lío así, pero esta vez algo era distinto.
luna Gutiérrez
Vi a Bruno el mejor amigo de Tomás, hablando en voz baja con Camila . Los dos tenían expresiones tensas, como si compartieran un secreto.
luna Gutiérrez
—Mamá, ¿podemos irnos?
valen Gutierrez madre de luna y Erick
—Claro. No quiero que te quedes acá ni un segundo más.
luna Gutiérrez
Salimos de la casa. El aire nocturno de Tucumán me golpeó con olor a jazmín y asfalto caliente. A pesar de la brisa, sentía un sudor frío en la espalda.
Erick Gutierrez
—Che, Lu… ¿vos creés que alguien lo hizo a propósito?
luna Gutiérrez
—No lo sé, Erick. Pero Tomás dijo algo antes de que se lo llevaran…
Erick Gutierrez
—¿Qué dijo?
luna Gutiérrez
—Que no fue un accidente.
luna Gutiérrez
Mi mamá no respondió. Sus labios se apretaron, y lo único que escuché fue el sonido de sus llaves sacudiéndose mientras abría el auto.
luna Gutiérrez
De camino a casa, vi las luces de la ciudad desde la ventanilla. San Miguel de Tucumán parecía tranquila, como si no hubiera pasado nada. Pero yo sabía que en algún rincón, alguien estaba sonriendo por lo ocurrido.
luna Gutiérrez
Cuando llegamos a la residencial, mi celular vibró. Un mensaje nuevo, número desconocido.
No sigas preguntando o vas a ser la próxima.
luna Gutiérrez
—Mamá… ¿puedo ir un rato a mi cuarto?
valen Gutierrez madre de luna y Erick
—Sí, pero mañana vamos a hablar de esto.
luna Gutiérrez
Subí las escaleras sintiendo que cada paso me alejaba un poco más de la normalidad. En mi habitación, cerré la puerta y me dejé caer en la cama.
luna Gutiérrez
Pensé en Tomás, en Mía desapareciendo sin explicar nada, en Ambar mirándome con esos ojos fríos durante la fiesta. Y ahora, este mensaje.
luna Gutiérrez
No sé qué me asusta más: no saber quién lo hizo… o empezar a sospechar de todos.
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