NovelToon NovelToon

La Curvis Más Bella

Cap 1 - Mí Historia

Melanie… 

Me llamo Melanie Brown, tengo 18 años y vivo en Caracas - Venezuela 

Les contaré un poco de lo que fue mí vida desde que nací hasta ahora. Mis padres biológicos son Ithalo y Sandra Sánchez, ellos son personas adineradas, dueños de una gran empresa textilera, pero jamás me quisieron, solo por haber nacido mujer, siempre me ignoraron y me trataron como a una empleada más de la casa

Desde niña me despreciaron y me aislaron de la familia, prácticamente me criaron los empleados de la casa, la cocinera Emilia y el ama de llaves Fausto, ellos prácticamente me criaron como a su hija, aún teniendo yo padres propios

De niña mí vida fue un calvario, mí madre después de tenerme a mí no podía quedar embarazada y me culpaba a mí por eso, castigandome con golpes en insultos todo el tiempo. Fue entonces que a mis 7 años, decidieron adoptar a un niño, “Lautaro”, él es 2 años mayor que yo y es el único dentro de esta familia además de mis padres adoptivos (porque así los consideraba a Emilia y Fausto), qué me trata con cariño, a escondidas de mis padres claro, porque le tienen prohibido acercarse a mi 

Pero aún así, teniendo a Lautaro, me seguían despreciando y maltratando, fue entonces que caí en depresión y cada vez que me sentía mal comía para calmar mí ansiedad 

Gran error, ya que comencé a engordar y para ellos dos pasé a ser una aberración, comenzaron a tratarme aún peor, pero ahora por ser gordita. Aunque ni siquiera era tan gorda, solo estaba un poco rellenita, pero eso para ellos era motivo suficiente para maltratarme todo el tiempo 

Mis padres adoptivos Emilia y Fausto no podían defenderme, al ser solo unos simples empleados, temían que los despidieran, por lo que solo podían consolarme cada vez que ellos me lastimaban física y emocionalmente.

Dos años después de haber adoptado a Lautaro, mí madre al fin logró quedar embarazada nuevamente, y está vez sí llegaba el niño que tanto habían deseado por tanto tiempo

Por dos años tuve paz y tranquilidad, ya que se centraron en el embarazo y en el nacimiento del bebé, qué ya ni se acordaban de mí existencia, pero cuando el bebé comenzó a caminar, se me acercaba todo el tiempo a mí, y nuevamente comenzaron a golpearme, prohibiendome cualquier contacto físico con el bebé.

Para ese entonces yo ya tenía 12 años, estudiaba en una escuela pública, gracias a mis padres adoptivos que me compraron todo lo necesario, mientras que mí hermano Lautaro estudiaba en una escuela privada pagada por mis padres biológicos.

Lo peor de todo era que mi calvario no solo era en casa con mis padres, sino también en el colegio, ya que me hacían bullying por ser gordita y me hacían la vida imposible.

*

3 años después

— Feliz cumpleaños Mel — me dice Lautaro entregándome una caja — Espero que te guste 

Enseguida comencé a desenvolver la caja que se encontraba envuelta en papel de regalo, al abrirlo puedo ver un hermoso celular de última gama 

Inmediatamente comencé a llorar, era mí primer celular, jamás había tenido uno y Lautaro me lo estaba regalando en mí cumpleaños número 15

Me lance a sus brazos y lo abracé con mucha emoción, mientras mis lágrimas seguían cayendo 

— Gracias Lau, muchas gracias. Gracias por todo lo que haces por mí, aún por encima de tus padres, gracias — le digo mientras continúo abrazándolo 

— Sabes que te quiero Mel, y me duele que nuestros padres te traten así solo por haber nacido mujer, pero pronto todo se acabara. Cuando seas mayor de edad te voy a ayudar a irte de aquí, solo debes aguantar 3 años más Mel — me dice Lautaro tomandome de las mejillas 

— ¿Cómo me ayudarás?, sabes que tus padres te controlan la cuenta bancaria — le digo con duda y tristeza 

— Mel, tengo una cuenta anónima aparte, donde he estado depositando plata todos estos años, esa plata la he estado ahorrando para ti, solo debes aguantar un tiempo más, ya que aún eres menor de edad — me dice él volviéndome a abrazar 

— Gracias Lau, eres la persona más importante que tengo además de Emilia y Fausto — le digo con mucha felicidad 

— Te quiero pequeña — me dice tocandome la nariz — Bueno, me voy, no quiero que nuestros padres lleguen y me vean aquí contigo o te lastimaran por mí culpa — me dice dándome un beso en la mejilla y saliendo de mí habitación 

Después de que Lautaro se fue, me senté en la cama y comencé a observar el celular que me había regalado, jamás había tenido uno, pero no creo que sea tan difícil de manejarlo

En eso siento pasos apresurados acercarse a mí habitación y automáticamente escondo el celular debajo de la almohada 

Cuando de pronto entran Sandra y Ithalo, mis padres biológicos 

— ¿Que hacía Lautaro en tu habitación? Eres una maldita puta, ¿ya estás seduciendo a nuestro hijo? — grita Sandra muy enojada 

— Hoy te voy a enseñar a no andar de alzada con mí hijo — dice Ithalo quitándose el cinturón y comenzandome a pegar 

Varios latigazos con fuerza qué hasta me habían lastimado todo el cuerpo, quedé tirada en la cama llorando por el dolor que sentía 

— Junta todas sus cosas, en este mismo momento te llevaremos a un internado, pero de esta casa saldrás como sea — grita Ithalo y Sandra comenzó a meter todas mis cosas en una bolsa, me tomaron de los brazos y me sacaron de la casa a las arrastras 

Yo lloraba y gritaba que no lo hicieran, qué ya no volvería a tener trato con Lautaro, pero ellos simplemente no me escucharon y me sacaron de la casa

Llegamos al aeropuerto, me subieron a un avión y me sacaron de ahí junto con sus guardias

Llegamos a Caracas y los guardias me llevaron directamente a un internado como ellos habían dicho y ahí me dejaron por el resto de los 3 años restante que quedaban para cumplir mí mayoría de edad

En el internado fue un infierno, todo el tiempo me maltrataron por ser gordita, varias veces intenté suicidarme, pero siempre terminaban salvandome 

Ya estaba cansada de esa vida, y ya no quería vivir más, ¿Por qué tenía que sufrir de esta manera? ¿Que mal había hecho en mí vida pasada para pagarla de esta forma en esta vida?

Ya no sabía qué más hacer, más que seguir aguantando hasta ser mayor de edad y por fin ser libre.

A mis 18 años al fin pude salir de ahí, ya era mayor de edad, y no podía seguir quedándome, ya que el internado es hasta los 18 años, y luego cada uno se vale por sí solo en la vida 

Lo primero que hice cuando salí fue buscar un empleo, y un lugar a dónde vivir, ya que no tenía nada ni a nadie aquí, me recorrí casi toda la ciudad buscando 

Por suerte ese mismo día que salí, conseguí empleo en un hotel para la limpieza, y me dejaban vivir ahí mismo en el sector del servicio hasta que me consiguiera otro lugar en donde vivir 

Mis compañeras de trabajo eran todas mujeres mayores de 30 años y me trataban muy bien, por primera vez en la vida alguien no me discriminaba ni me humillaba y sentí que ese era mí lugar .

Cap 2 - Hagamos de cuenta que no nos conocemos

1 año después 

Un año había pasado desde que salí del internado y comencé a trabajar en el hotel, durante este año había logrado conseguir un hermoso departamento de dos habitaciones que quedaba a solo 5 cuadras del hotel

Además ya había cumplido mis 19 años y mis compañeras me habían organizado una hermosa cena en el hotel para celebrarlo 

Era la primera vez que celebraba mí cumpleaños y me sentía inmensamente feliz, por primera vez en mí vida sentía que estaba en el lugar correcto, con las personas correctas 

Estaba agradecida de que mis padres biológicos me hayan traído al internado, aunque no fue muy agradable mí estadía ahi, pero ahora estaba lejos de todos ellos.

*

Me despierto por el sonido del despertador, eran las 6 am y debía comenzar a trabajar. Me levanto, me cambio, desayuno y salgo a comenzar con mí día laboral 

— Melanie buenos días, hoy te tocan los último 4 pisos junto con Marita y Flavia, los carros ya están equipados para comenzar a trabajar — me dice Sonia la encargada de todas nosotras 

— Esta bien Sonia, ¿las chicas ya están allá? — le pregunto 

— No, aún no llegan — me dice

— Bueno, voy arrancando entonces, que me alcancen cuando lleguen — le digo tomando unos de los carros y dirigiendome hacía el ascensor para subir al piso 17

Al llegar comienzo a limpiar cada habitación, y las habitaciones que estaban ocupadas, si me permitían limpiaba y sino las dejaba para más tarde, por qué habían muchos huéspedes, qué mientras estaban en la habitación no permitían que entremos a limpiar 

Una hora después, ya estaba en el piso 18, cuando me suena el intercomunicador 

📱 — Melanie, Marita no llegó a trabajar, y Flavia recién comenzó con el piso 19, recién nos avisaron que la habitación presidencial que se desocupo anoche, ya fue reservada nuevamente y aún no se ha limpiado, por favor Mel hay que limpiarla antes de que él huésped llegue, por favor, hazlo o me volveré loca, Flavia se encarga del piso 18 cuando termine con el 19 — me dice Sonia por el intercomunicador 

📱 — De acuerdo, voy para allá, no te preocupes y no te compliques — le digo yendo para el ascensor para subir al piso 20 donde estaban las habitaciones presidenciales o de lujo 

Llego a la habitación que me designaron y comienzo a cambiar las sábanas de la cama, luego sigo limpiando el piso y los muebles, y por último me dirijo al baño 

Treinta minutos después al fin había terminado, guardo todo lo que use para limpiar, repuse las toallas, los jabones y los shampoos y salgo del baño dando marcha atrás tirando del carro para salir de la habitación 

Cuando de repente choco contra alguien haciéndolo caer 

Inmediatamente me giro asustada, ya que si era el huésped estaría en problemas y me despedirian 

— Lo siento, lo siento señor, por favor perdoneme, le juro que no lo vi — digo intentando ayudarlo pero cuando lo veo levantar la cara retrocedo hacia atrás y mí corazón comenzó a latir con rapidez 

¿Que hacía él acá? ¿De tantos hoteles que hay en Caracas, justo se tenía que venir a hospedar en este?

Rápidamente tomé el carro en intento salir de la habitación lo más rápido posible, pero termina agarrándome del brazo 

— Mel detente, no te vayas — me dice sosteniéndome del brazo 

— Lo siento señor Sánchez, ya me disculpé por favor dejeme ir — le suplicó para que me soltara 

— Mel por favor, debemos hablar — me dice en tono de súplica 

— Usted y yo no tenemos nada de qué hablar señor Sánchez, por favor hagamos de cuenta que no nos conocemos y déjeme ir — le vuelvo a suplicar 

— Melanie por favor, necesito saber que paso contigo, ¿Por qué desapareciste de un día para otro? ¿Por que te fuiste sin avisarme?, pensé que teníamos una buena relación, Te busque por 4 años, aún te seguía buscando — me dice él sosteniéndome ahora de los dos brazos 

— Jajajaja ¿me busco por 4 años señor Sánchez?, le hubiera preguntado a sus padres, ellos sabían perfectamente en donde estaba, ya que fueron ellos los que me mandaron a ese maldito internado por tres años hasta que me hice mayor de edad y solo para alejarme de ti — le digo enojada soltandome de su agarre 

— ¿Cómo? Ellos me dijeron que te habías ido por tu propia cuenta, de la nada sin decirle a nadie, que no sabían dónde habías ido — me dice el confundido 

— Jajajaja claro, era lógico que no te dijeran la verdad, ya que por ti fue que me mandaron al internado. Ese día que fuiste a mí habitación a darme el celular como regalo de cumpleaños, ellos te vieron salir de mí habitación, ya que después de que te fuiste, ellos entraron, me golpearon tanto y me mandaron a un internado acá en Caracas, todo para que me alejara de ti — le digo enojada y comenzando a llorar 

— Mel, cuánto lo siento, te juro que yo no sabía nada, de haberlo sabido te hubiera buscado antes, jamás te habría dejado sufrir, sabes que eras muy importante para mí, me volví loco cuando supe que te habías ido, te busque por mucho tiempo, por todos lados, y jamás supe de ti hasta ahora — me dice él intentando abrazarme 

— Alejese de mí señor Sánchez, tengo una vida tranquila aquí lejos de ustedes, no quiero volver a repetir la misma historia con sus padres si se enteran que hemos tenido contacto nuevamente — le digo alejándome de él 

— No Mel, ahora que te encontré no te dejaré, no quiero volver a perderte, por favor no me vuelvas a dejar — continúa suplicandome 

— Señor Sánchez, yo no quiero tener trato con usted, por favor, no se vuelva a acercar a mí — le digo sería, tomando mí carro y saliendo de la habitación 

— MEL... — escucho que grita desde adentro, pero yo simplemente sigo caminando 

Subo al ascensor y vuelvo a bajar al área de limpieza, al llegar dejo el carro y me dirijo hasta Sonia 

— Lo siento Sonia, no me siento nada bien, me quiero ir, descuentame el día del sueldo, pero ya no puedo seguir aquí — le digo desesperada para que me deje ir 

— Está bien Mel, ve tranquila, descansa y recupérate para mañana — me dice Sonia y yo le agradezco para luego salir del hotel 

Comienzo a caminar rápidamente para mí departamento, mientras las lágrimas comienzan a salir nuevamente 

Estaba tranquila, estaba feliz aquí ¿Por qué tuvo que aparecer nuevamente en mí vida?

Ya no quería saber nada sobre esa familia, creí que ya no los volvería a ver a ninguno, pero he aquí nuevamente me tengo que encontrar con Lautaro

Aunque él jamás me hizo nada, al contrario fue el único que me quiso en esa familia, y me sentía bien con él ahí, pero fue por él que Sandra e Ithalo me mandaron a ese internado, y si ahora se enteran de que él nuevamente está en mí vida, comenzará mí calvario otra vez y ya no quiero saber más nada con ellos, ya los enterré hace 4 años, por fin soy feliz una vez en mí vida, como para volver a caer en ese infierno del que salí.

Cap 3 - Siempre te amé

Llego a mí departamento y me dirijo directamente a mí habitación, un año tranquila, pensé que ya no volvería a tener nunca más trato con ellos, pero otra vez ese miedo de que se vuelvan a meter en mí vida, se instala nuevamente en mí corazón, logrando que comience otra vez a vivir con miedo 

¿Qué debo hacer? Irme de aquí no era una opción, aquí había formado una nueva vida, tenía nuevos amigos y un empleo donde me trataban muy bien, ¿Por qué debía dejar mí vida solo por ellos? 

Tenía que ser fuerte y hacerle entender a Lautaro que no lo quería en mí vida, que no quería saber nunca más nada con esa familia, lejos de ellos estaba bien y no estaba en mis planes volver a ese infierno 

Mis lágrimas no dejaban de salir, volver a verlo removió muchas cosas en mí interior, a pesar de todo me había enamorado de él cuando estaba allá en Maracaibo, creí que después de 4 años sin verlo lo había superado, pero hoy al volverlo a ver, todo mí mundo se me movió reviviendo nuevamente todos esos sentimientos que creí que había olvidado 

¿Qué haría ahora que él me encontró? Debo evitarlo a toda costa, renunciar a mí trabajo y a mí nueva vida no era una opción, no sé por qué está él en Caracas, pero de seguro se volverá muy pronto para Maracaibo, por lo pronto debo evitarlo hasta que se vaya 

Después de un tiempo termino quedándome dormida de tanto llorar 

Me despierto nuevamente, miro la hora en mí celular y veo que ya son las 3 de la tarde. Me levanto sin ánimos, y me dirijo a la cocina a ver qué podía almorzar 

No tenía ánimos de cocinar, por lo que terminé comiendo unas frutas y me volví a acostar. ¿Qué más podía hacer? Si ya me había pedido el día libre hoy.

Al día siguiente me despierto con el sonido del despertador, me siento en la cama y suspiro, saber que tenía que ir a trabajar y corría el riesgo de cruzarmelo, pero tampoco me podía dar el gusto de faltar nuevamente y que me terminaran despidiendo

Así que sin más, me levanté de la cama, me preparé y me fui a la cocina a desayunar 

Solo me preparé un buen café bien cargado, y unas tostadas y luego salgo directo para el hotel 

Al llegar me dirijo a la sección de limpieza y me anuncio con Sonia para ver qué trabajo me designará hoy 

— Buenos días Sonia — le digo llegando hasta ella 

— Mel Buenos días, ¿Cómo te sientes hoy? — me pregunta mientras termina de revisar que los carros no le faltara nada 

— Bien, hoy estoy mucho mejor. ¿Dime que debo hacer hoy? — le pregunto para comenzar a trabajar 

— Genial Mel, porque el huésped de la suite presidencial pidió que solo la misma chica que limpio ayer, le limpie en el tiempo que se quedara, y esa eres tú, así que ten, ya tengo tu carro preparado — me dice y yo comienzo a ponerme nerviosa, ¿Por qué tenía ser yo? No quería ir de nuevo a esa habitación 

— Sonia por favor, yo no quiero volver a esa habitación, por favor manda a Marita o a Flavia — le suplicó para que me cambie 

— No Mel, el huésped fue muy claro, solo tu debes limpiar su habitación — me dice está vez sería y yo vuelvo a suspirar, parece que él me lo estaba haciendo a propósito 

Justo en ese momento llegó Marita trayendo chisme 

— Ay no saben a quien acabo de ver salir — dice de chismosa 

— ¿A quien? — le pregunta Sonia 

— Al bombón de la suite presidencial, lástima que es muy joven para mí, sino ya le hubiera coqueteado — dice riendose y yo abro los ojos enseguida

Eso quería decir que había salido, entonces debía apurarme para limpiar la habitación antes de que volviera 

— Bueno, voy a comenzar con mí trabajo — les digo tomando mí carro y caminando hacia el ascensor 

Al llegar al piso 20, me dirijo a la habitación presidencial que ocupa Lautaro y con la tarjeta de acceso ingreso

Miro para todos lados y efectivamente no se encontraba. Rápidamente comienzo a trabajar, primero cambio las sábanas, luego acomodo todo lo que había tirado en la habitación, esto parecía una cochinada, ¿qué carajos había hecho en esta habitación?

Bufo enojada, por qué de seguro lo había hecho a propósito, y terminar de limpiar todo este desastre me tomaría mucho tiempo, pero no me quedaba de otra, así que me apuré para terminar antes de que él llegara 

Una vez que terminó en la habitación, voy hacia el baño y casi me infarto, había un enchastre de agua desparramada en el piso, y cremas tiradas, el espejo manchado 

— Maldito descarado, esto lo hizo a propósito — digo enojada tirando el trapeador al piso 

¿Por qué me hacía esto? Claramente me lo había hecho a propósito, ya que él mismo solicitó que fuera yo quien limpiará la habitación 

Un par de lágrimas se deslizaron por mis mejillas por la bronca e impotencia que sentía y que no podía quejarme o me despedirian 

Así que sin más opciones volví a tomar el trapeador y comencé a secar el baño y a limpiar todo ese enchastre que me había dejado 

Cuando al fin termino de limpiar el baño y de dejarlo impecable, salgo con el carro dispuesta a irme, pero ahí estaba él sentado en la cama mirándome

¿Cómo es que estaba de vuelta tan rápido?

Decido ignorarlo, y caminar hasta la puerta, pero nuevamente me detiene 

— No te vayas Mel — dice abrazándome por la espalda impidiendo que me fuera 

— Suelteme señor Sánchez, estoy en mí horario de trabajo, y está prohibido tener trato con los huéspedes — le digo intentando soltarme de su agarre 

— Ya deja de decirme señor Sánchez, dime Lau, con esa ternura con la que siempre lo hacías, con esa sonrisa que derretía a todo el mundo, con esa alegría que tenías cada vez que me veías — me dice sin soltarme 

— Esa Melanie murió el día que la mandaron al internado, al igual que todos en esa casa — le digo yo sería 

— ¿Por qué me odias? Yo no te he hecho nada Mel, siempre te he tratado con cariño, siempre me has importado, siempre te amado — me dice él con un tono de tristeza y yo me suelto de su agarre sorprendida para mirarlo 

— ¿Qué dijiste? — le digo sorprendida 

— Que te amo Mel, que siempre te amé, eras los más importantes que tenía en esa casa y me volví loco cuando me enteré que te habías ido, por eso te busqué por cielo, mar y tierra, porque te extrañaba, te necesitaba — me dice él tomándome de las manos 

Yo me quedé anonadada con eso que había dicho, ¿por qué se había enamorado de mí? ¿Por qué tenía que confesarse? Lo nuestro es imposible, sus padres jamás permitirán que yo esté con él y no quiero caer de nuevo en ese infierno 

— Solo olvídame y ya, encontrarás a alguien más a quien amar que no sea yo — le digo alejándome de él 

— No, ¿Por qué? no quiero amar a nadie más Mel, solo quiero estar contigo, solo a ti te amo, pensé que tu sentías lo mismo por mí — vuelve a suplicar 

— Lautaro, sabes que jamás habrá un nosotros — le digo comenzando a llorar por los nervios y la angustia del momento 

— ¿Por qué no? No somos hermanos de sangre Mel, eso lo sabes bien — me pregunta confundido 

— Ya se que no somos hermanos, no lo digo por eso, lo digo por tus padres Lautaro, ellos jamás permitirán que yo esté contigo, sabes que jamás me quisieron, sabes que siempre me despreciaron y humillaron, y si se enteran que tú y yo hemos tenido contacto nuevamente, volverán a hacerme la vida un infierno , y ya no quiero vivir más así. Estaba tranquila lejos de ellos, no quiero volver a caer en eso — le digo llorando desconsoladamente por esta angustia que sentía 

Él se volvió a acercar a mí y me volvió a abrazar, pero está vez de frente. Yo no aguanté mas y también lo abracé con fuerza, sabía que debía alejarme de él pero quería sentir su abrazo una última vez.

Download MangaToon APP on App Store and Google Play

novel PDF download
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play