Entre El Fuego Y La Trampa
No me llames después
Seth Navarro, 26 años. Bartender en LUX, uno de los clubes más exclusivos y secretos de la ciudad.
Es guapo, deseado y peligroso emocionalmente: no ama, no se enamora, y tiene reglas muy claras.
Seth
(Regla número uno: nunca repitas con el mismo tipo.
Regla dos: no les des tu número.
Regla tres: no te quedes a dormir.)
Seth
📲 Oye, Iván. Solo quiero algo rápido hoy. Sin drama, sin nombres.
Iván
📲 Tan romántico como siempre. 🙄
Igual prepárate. Esta noche traje algo… que no se te va a hacer tan fácil ignorar.
La noche recién comienza.
LUX late con luces violetas y beats oscuros.
Seth conoce a todos los clientes habituales.
Excepto al que acaba de entrar.
Traje negro a medida.
Cabello perfectamente peinado hacia atrás.
Mirada como cuchilla afilada.
Se mueve como si el lugar fuera suyo.
Porque lo es.
Seth
(Ese no es un cliente más… ese hombre huele a peligro.)
Dante Morani. 31 años.
Heredero de la familia mafiosa Morani.
Controla negocios nocturnos, propiedades, deudas… y vidas.
Dante
[Acercándose a la barra]
Me dijeron que eres el mejor en lo que haces. Quiero comprobarlo.
Seth
[Sin apartar la mirada, sirviendo whisky]
Depende de para qué me quieras.
El hielo choca contra el vaso.
Las miradas también.
Nadie dice lo que realmente piensa…
pero todos sienten la tensión en el aire.
Seth
(Tiene los ojos más peligrosos que he visto.
Y no sé si quiero alejarme…
o que me mire más fuerte).
A unos metros, Iván observa todo desde la cabina del DJ.
Su atención, sin embargo, se desvía por otro hombre:
Marco, el guardaespaldas de Dante.
Marco.
Casi no habla.
Siempre firme, como una sombra armada.
Mira a Iván como si pudiera leerle los secretos… y juzgarlos todos.
Iván
(Ese matón me está mirando como si ya supiera cuántas veces me he portado mal en este club).
Iván
[Acercándose a Marco en el pasillo del staff]
¿Y tú? ¿Te perdiste o también bailas cuando nadie te ve?
Marco
[Voz seca, sin cambiar el gesto]
Solo observo.
Y te estás alejando demasiado del escenario.
Iván
[Riéndose]
¿Celoso por mi seguridad o porque me veo bien de cerca?
Marco da un paso.
No lo toca, pero lo invade.
Iván contiene la respiración.
Marco
[Bajando la voz]
No juegues conmigo, DJ.
Algunos no estamos aquí para entretener.
Iván
[Retrocediendo con una sonrisa nerviosa]
¿Y si yo quiero jugar contigo igual?
De regreso en la barra, Seth y Dante siguen intercambiando frases como si fueran cuchillas afiladas.
Dante
[Mirándolo con calma peligrosa]
No me interesa el romance.
Solo quiero placer, control… y que no me mientan.
Seth
[Acercándose un poco]
Control, ¿eh?
Yo no soy fácil de manejar.
Dante
[Tono más grave, más íntimo]
Por eso me interesas.
Y ahí está.
La primera grieta en las reglas de Seth.
Porque ese hombre no solo habla con deseo…
habla con orden.
Y a Seth no le gusta obedecer…
pero algo en él quiere probar.
Seth
📲 ¿Recuerdas cuando dije que solo quería algo rápido y sin drama?
Seth
[Mirando a Dante]
📲 Creo que encontré exactamente lo contrario.
A unos metros, dos hombres que se detestan están a punto de chocar:
Erik, el otro bartender del LUX, seco y competitivo.
Y Lucio, el nuevo bailarín, confiado y provocador.
Lucio
[Bajando del escenario, sudado y sin camiseta]
¿Qué pasa, guapo? ¿Te molesta que brille más que tú?
Erik
[Cruzando los brazos, sin sonreír]
Me molesta que no te tapes el ego.
Aunque con ese cuerpo… entiendo por qué no lo haces.
Lucio
[Sonriendo como un diablo]
¿Entonces me estás mirando?
Erik
[Girándose, tenso]
Estoy viendo qué tan rápido vas a caer cuando te quites la máscara de estrella.
En LUX, todos ocultan algo.
Algunos lo disimulan con luces y baile.
Otros, con silencio y poder.
Pero esta noche…
se cruzaron seis personas que jamás debieron encontrarse.
Y aunque nadie lo diga todavía…
nadie saldrá ileso.
Entre el fuego y la trampa
La madrugada tiene su propio lenguaje.
Una mezcla entre silencio y latido.
Y Seth no ha dicho una palabra desde que subió al coche de Dante Morani.
Dante
[Conduciendo en silencio, ojos fijos en el camino]
Estás tenso. No es miedo.
Es algo peor: estás pensando demasiado.
Seth
[Apoyado en la ventana, sin mirarlo]
¿Y tú crees que el deseo solo ocurre cuando se apagan los pensamientos?
Dante
[Firme, sin apartar la vista del camino]
Yo creo que pensar es lo que jode todo.
El cuerpo sabe. La cabeza solo estorba.
Llegan a un penthouse con vista a la ciudad.
Lujo.
Oscuridad cuidada.
Y cámaras apagadas.
Pero Seth no se deja impresionar.
Seth
[Mirando el lugar, manos en los bolsillos]
Qué conveniente. Todo tan privado, tan perfecto…
Es casi como si hubieras hecho esto cientos de veces.
Dante
[Quitándose el reloj, lento]
Y tú pareces alguien que odia que lo atrapen… pero quiere que lo arrinconen igual.
Se acercan.
El ambiente se calienta, pero ninguno se toca.
Solo se miran.
Uno con la arrogancia del cazador.
El otro con la sed del animal que quiere morder antes de ser mordido.
Seth
(Si me besa primero, pierdo.
Si lo beso yo… también).
Pero Dante se detiene.
A medio metro.
A propósito.
Dante
[Voz ronca, controlada]
Vamos a jugar más lento.
Hasta que te duela no tener lo que ya sabes que es tuyo.
Seth
[Entrecerrando los ojos]
Creí que no hacías juegos.
Dante
[Girando, dándole la espalda]
Contigo, voy a hacer una excepción.
Seth lo mira mientras se aleja.
Y algo dentro de él… se quiebra.
No es deseo.
Es hambre.
Pero no del todo emocional.
Todavía no.
Más bien, un hambre de control… de poder sobre la situación.
Iván termina de guardar su equipo de DJ.
Se cruza con Marco en el almacén.
Y esta vez… no piensa escapar.
Iván
[Cerrando la puerta detrás de él]
Te molesta que sea tan directo, ¿cierto?
Marco
[Sin moverse, brazos cruzados]
No me molestas tú.
Me molesta lo que causas.
Iván
[Acercándose, más serio]
¿Y qué causo exactamente?
Marco
[Lo mira fijo, la voz apenas un gruñido]
Me haces pensar en cosas que… no puedo permitirme.
Iván
[Más suave, sin bromas]
¿Y si yo puedo con esas cosas… por los dos?
Marco no responde.
Pero cuando Iván pasa junto a él para salir…
Lo agarra de la muñeca.
Firme.
No violento.
Marco
[Murmurando]
Solo una vez. Solo un error.
Iván
[Con los ojos brillando]
Entonces rómpeme.
Me gustan los errores.
Y se besan.
Furioso. Torpe. Necesitado.
Un choque de dos mundos que no se entienden,
pero no pueden dejar de empujar el uno hacia el otro.
Lucio se mira en el espejo, secándose el sudor del torso.
Erik entra por error… o eso dice.
Lucio
[Sin girarse]
¿Vienes a decirme que deje de coquetear o vas a hacerlo tú?
Erik
[Molesto]
No me gusta la gente que actúa como si el mundo girara por su cintura.
Lucio
[Girándose, en ropa interior, sonriendo]
Y sin embargo, aquí estás.
Viéndola girar.
Erik se acerca. Lo mira con una mezcla de furia y deseo.
No pasa nada todavía.
Pero Lucio sonríe con victoria.
Lucio
[Mientras se viste]
No importa cuánto lo niegues.
Tu cuerpo ya decidió antes que tu boca.
Y Erik se queda ahí.
Mirando la puerta cerrarse.
Respirando hondo.
Derrotado… por algo que ni siquiera ha comenzado.
Seth sale del baño, sin camisa.
Dante está sentado en el sillón, con una copa de vino.
Silencio. Tensión.
Seth
[Cruzando los brazos]
¿Vas a seguir haciéndome esperar o solo eres bueno en el control?
Dante
[Mirándolo, sin sonreír]
Te deseo, Seth.
Pero más que eso… quiero ver cuánto puedes resistir sin tenerme.
Seth se acerca.
Lo mira de frente.
Se inclina sobre él, labios a centímetros.
Seth
[Susurrando]
Cuidado con lo que deseas, Dante.
Puedo resistir más que tú.
Y se va al otro cuarto.
Sin besarlo.
Sin tocarlo.
Dante se queda inmóvil.
Por primera vez… alguien no jugó su juego.
control y colisión
Seth despierta solo.
Sin marca de Dante en la cama.
Sin café.
Sin una nota.
Y eso, por alguna razón, lo molesta más de lo que debería.
Seth
[Apoyado en la baranda del balcón, con el torso descubierto]
Ni un mensaje. Ni un rastro. Como si anoche no hubiera significado nada.
Pero él también ha hecho eso mil veces.
Irse antes del desayuno.
Borrar el olor.
Evitar las preguntas.
Seth
[Murmurando]
Qué jodido es verte en alguien más.
Dante llega al club. Sin guardaespaldas. Sin ruido.
Solo una orden en la mirada.
Dante
[Entrando al privado, directo a Marco]
Necesito que limpies algo esta noche. El puerto.
Marco
[Frunciendo el ceño]
¿Sucede algo?
Dante
[Con tono bajo]
El trato de Cerdeña se cayó.
Y uno de los nuestros desapareció.
No fue accidente.
Dante está tenso.
Pero no por el negocio.
O no solo por eso.
Seth aún no le responde los mensajes.
Iván se ducha sin música por primera vez en meses.
Marco dejó más que marcas sobre su cuello.
Le dejó silencio.
Iván
[Frente al espejo, viendo los moretones]
Y decías que solo sería un error… pero no pareció tan accidental.
El sonido del celular lo saca de sus pensamientos.
Mensaje de Marco.
Marco
📲 Nos vemos a las 10. Donde la vez pasada. No llegues tarde.
Sin emojis. Sin suavidad.
Iván sonríe igual.
Seth vuelve al club por inercia.
No planeaba quedarse.
Pero Dante ya está allí. Esperando.
Dante
[Acercándose desde las sombras del reservado]
Me ignoraste todo el día.
Seth
[Cruzado de brazos]
¿Y qué se supone que debía responder? No soy parte de tu agenda.
Dante
[Acercándose, sin perder la calma]
Podrías empezar a serlo.
Seth
[Ríe, incrédulo]
¿Qué parte? ¿El entretenimiento nocturno o el juguete del jefe?
Dante no responde.
Se limita a llevarlo contra la pared trasera del reservado.
Dante
[Muy cerca, voz áspera]
Estoy dejando que digas estupideces porque me gusta cómo suenan en tu boca.
Pero no confundas la libertad con el poder.
Seth
[Sin apartarse, con sonrisa desafiante]
¿Y si quiero tener poder sobre ti?
Se besan.
Ahora sí.
Furioso, crudo, con todo lo no dicho del día.
Una pelea con saliva, con lengua, con necesidad.
Domingo Apartamento de Marco
Iván y Marco se revuelcan entre las sábanas.
La cama golpea la pared.
Y el silencio ya no existe.
Iván
[Jadeando entre risas, enredado en las piernas de Marco]
¿Y eso que solo iba a ser una vez?
Marco
[Cubriéndole la boca con la mano, respirando pesado]
Cállate… antes que empiece a tomármelo en serio.
Ninguno duerme.
Ninguno habla de “mañana”.
Y eso los mantiene a salvo. Por ahora.
Lucio ha mandado tres mensajes.
Ninguno con palabras.
Solo fotos.
En toalla.
Sonriente.
Erik no contesta. Pero las guarda.
Erik
[En la oscuridad, dejando el celular boca abajo]
Maldito…
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