Cassandra

Me desperté asustada con mi madre tirándome del pelo y arrastrándome fuera de la habitación. Me debatí pero sin éxito, ni siquiera sabía por qué me estaba golpeando, solo sentía los golpes viniendo de ella mientras le pedía a mi hermano que me ayudara a sacarme por las escaleras porque ella no podía arrastrarme sola.

No tuve tiempo de reaccionar, me tomaron completamente por sorpresa, todavía no entendía nada.

Estaba con un pijama corto y estábamos pasando por un invierno riguroso. Me arrojaron al balcón en un frío de 3°C, solo con un pijama corto. Como tengo costumbre de dormir con varias mantas, siempre me gusta dormir con un pijama fresco, pero me arrepentí amargamente de eso tan pronto como sentí el viento que golpeaba mi cuerpo descubierto, haciéndome erizar y temblar con un frío que hacía que me dolieran los músculos.

Golpeé la puerta con fuerza sintiendo que mis pelos se erizaban aún más y el frío se apoderaba de mi cuerpo, haciendo que casi no pudiera moverme, tanto era el dolor que el frío me causaba.

Cass: ¿Qué hice mamá?

Beth: Maldita, gracias a ti la mensualidad de la escuela de tu hermano se retrasó y él está corriendo el riesgo de ser expulsado. ¿Cómo puedes no pagar la mensualidad Cassandra, tú trabajas, siempre tienes dinero? ¿En qué gastaste Cassandra? Dime qué fue más importante que la educación de tu hermano.

Odiaba mi nombre aún más dicho por ella, con esa voz estridente que me causaba náuseas. Me gustaba que me llamaran solo Cass, que era como me llamaba mi padre, un apodo tierno y delicado, tal como él era conmigo.

Cass: El dinero no alcanzó, ustedes gastaron más de lo previsto este mes.

Beth: ¿Ahora la culpa es nuestra Cassandra?

- Tú eres la incompetente. Una vagabunda\, que no sirve ni para traer dinero a casa.

Jhosh: Necesito más que solo lo básico para sobrevivir y tú lo sabes.

Lloré desesperada congelándome de frío en ese balcón. Sentía que si no me dejaban entrar terminaría muriendo allí mismo.

Cass: Déjenme entrar y vestirme por favor, necesito ir a trabajar.

Beth: Para que no digan que soy un monstruo, te voy a dar una oportunidad más, pero que quede claro que es la última vez que te doy un voto de confianza. Anda rápido, entra, arréglate y ve a trabajar. Pero sin desayuno para que aprendas que existen prioridades en la vida, y que no te has esforzado lo suficiente por nosotros, que somos tu familia.

- ¿O ya te olvidaste de las palabras de tu padre?

Decidí simplemente ignorar todo lo que dijo y entré en casa, pero me caí tan pronto como pasé por la puerta. Mi hermano había puesto el pie para que tropezara.

Fingí que no dolía. Eso era lo que mejor hacía en la vida, simplemente fingir que todo estaba bien, que no dolía, que no me lastimaba, que era extremadamente fuerte. Mientras que por dentro estaba pegando pedacitos y más pedacitos, día tras día.

Me levanté y fui hacia las escaleras para arreglarme para el trabajo, todavía temblaba de frío, pero al menos el frío aquí dentro es más soportable de lo que pasé hace un rato allá afuera.

Beth: Y hoy debes ir al encuentro de tu prometido, llevas días sin salir con él, ¿crees que tendrá paciencia para esperarte para siempre? Ya es hora de fijar una fecha para ese matrimonio Cassandra. Quién sabe, así nunca más retrasarás las cuentas de casa y aprenderás a hacer más por tu familia.

Me quedé quieta aunque la respuesta había venido en la punta de la lengua.

Simplemente giré mis talones en el suelo y me puse a subir las escaleras rumbo al segundo piso.

Llegué a mi habitación, me arreglé y bajé las escaleras yendo directo a la puerta, sin parar a hablar con nadie, solo así para tener paz en este lugar.

La semana pasada tuve una consulta de rutina en la empresa y el médico me dijo que estoy por debajo del peso, que necesito alimentarme mejor, pero ¿cómo alimentarme mejor en este lugar?

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Cassandra

Después de enfrentar un metro lleno, finalmente llegué al trabajo para otro día aguantando al insoportable de Renan que no se cansaba de mandarme a hacer cosas que ni siquiera correspondían a la empresa, como buscar ropa en la lavandería, hacer una lista de compras para su casa y así. Pero yo fingía que todo estaba bien y de acuerdo con todo, al fin y al cabo, ser despedida ahora no está en mis planes, necesito este empleo a toda costa, aunque para eso tenga que hacer mucho más de mis funciones.

El día en el trabajo pasó rápido, aunque no me gustaba nada lo que hacía y ya no aguantaba más los berrinches de Renan, seguía firme. Pensar en quedarme sin trabajo y aguantar los ataques de doña Elisabeth me hacían mantenerme firme.

Salí del trabajo ya de noche y como sabía que si no hacía lo que mi madre dijo tendría que aguantar más palizas y reclamos, fui una vez más al encuentro de mi novio. Novio este que no amo y ni siquiera quiero casarme. Fui directo del trabajo sin pasar por casa para evitar cualquier problema. Sabía que él estaría en casa ya que salió de la empresa antes que yo alegando cansancio.

Mi madre me ha presionado para que me case porque ella cree que casándome puedo darle más ganancias. Como si no bastara todo el dinero que ella me quita todos los meses.

Sé que soy tonta y que no debería darle un centavo siquiera, ni dejar que me golpeara y me maltratara, pero crecí así, siempre obedeciendo y teniendo lealtad a mis padres.

Amaba a mi padre con todo mi ser y él, desafortunadamente, enfermó y falleció hace tres años. Fue el mayor dolor que he sentido en la vida, incluso porque mi madre nunca me amó, ella siempre me trató diferente a mi hermano Jhosh. Él siempre fue mimado por ella, mientras que yo, ella sentía una rabia inmensa porque mi padre siempre me cuidaba y me protegía, parecía un celos neurótico o qué sé yo.

Mi padre falleció en casa, de la mano conmigo, y en sus últimas palabras me pidió que siguiera cuidando de mi madre, aunque ella no fuera una persona fácil, y ni ella ni mi hermano mereciendo eso, él me pidió que prometiera cuidarla, porque no quería despedirse de este mundo dejando una familia partida, como él mismo decía. Para él la familia debe siempre protegerse. Y aunque para eso tuviera que partirme, lo prometí, y fueron mis últimas palabras oídas por él, porque así que dije la frase "Lo prometo papá", él cerró los ojos y partió de este mundo.

Y si antes con mi padre vivo las cosas eran difíciles, después aquello se convirtió en un infierno en la tierra, fui acusada de haber matado a mi padre, mi madre llegó en el momento en que mi padre cerró los ojos y me vio allí de la mano con él y fueron solo gritos, bofetadas y tirones de cabello por todos lados. Me golpearon en el momento más doloroso de mi vida, me golpearon al lado del cuerpo de mi protector, de mi único amor en la tierra. Y allí mirándolo, yo solo hacía llorar, no por la paliza, sino por el dolor de la pérdida de mi mejor amigo.

Sé que debería imponerme a mi madre, pero siempre que me acuerdo de las palabras de mi padre acabo aceptando todo lo que ella impone sobre mí. Tengo la sensación de que si voy contra ella estaría decepcionando a mi padre. Puede parecer idiota, pero fue el último pedido de él y eso me duele mucho, no tengo fuerzas para negarme e ir contra lo que le prometí. Y Elisabeth por saberlo, acaba por echarme eso en cara siempre que intento imponerme.

El novio que mi madre me consiguió es también mi jefe, el insoportable que me llena el saco todo el día, él siempre me ha tirado los trastos y yo le daba calabazas y más calabazas, día tras día conseguí dispensar a ese canalla, hasta que él se juntó con mi madre y yo acabé aceptándolo en mi vida, pero sinceramente, no siento nada con él y lo he llevado en baño María, porque sexo mismo hubo solo una vez y no quiero que suceda nunca más, él no duró 5 minutos, eyaculó, se giró para el lado y se fue a dormir, mientras yo me quedé allí, igual a una tonta intentando creer que fue real aquello todo. Sinceramente, no hay cómo continuar de ese modo, estamos viviendo una mentira, un momento lamentable para ambos. Prenderse a alguien que no se ama, para mí es una de las cosas más absurdas que existe.

Llegué al apartamento, y todo el camino fui pensando en una forma de terminar esta relación y salir ilesa de toda esta historia, y así que llegué, no necesité de esfuerzo alguno para terminar todo, porque así que abrí la puerta de la cual yo tenía la llave, me topé con él en el sofá con una mujer encima de él sentándose en su miembro mientras él chupaba los senos de ella.

Aplaudí la escena, solo para causar un poco y hacerme la ofendida, así consigo salir de esta porquería de noviazgo por encima. Porque al final, si él me traicionó es porque él no me quería de verdad, entonces me estoy sintiendo menos culpable por haberlo enrollado por un tiempo.

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Cassandra

Renán se asustó con el ruido que hice y saltó del sofá derrumbando a la chica en el suelo y tuve que controlarme mucho para no reír, si hicieran un vídeo se haría famoso con certeza, sería la vídeo cagada del siglo. Sentí pena por la chica, pero por dentro me reí como una hiena, sí que me reí, la pobre cayó del sofá, o mejor dicho fue arrojada, y cayó de espaldas con las piernas para arriba sin entender nada.

Mi querido y ex novio Renán vino a intentar conversar, pero yo apenas me quité mi alianza y la dejé encima de la mesita próxima a la puerta y giré sobre mis tacones y salí de allí sin decir una sola palabra, y él por su parte no me siguió ya que estaba completamente sin ropa, imagino que haya ido a vestirse y tal vez hasta ayudar a la chica que quedó allí caída en la sala con certeza confusa con todo.

Llegué a la parada de autobús y por suerte el autobús ya estaba viniendo lo que me garantizó más un tiempo lejos de él caso viniera atrás de mí.

Mi única preocupación ahora es mi empleo, porque estoy trabajando allí hace poco tiempo y no tengo tanta experiencia así, y yo necesito trabajar, si no no tengo de qué vivir. Al final, si trabajando mi vida ya es un caos para decir lo mínimo, imagina sin trabajo cómo va a ser.

Mi meta es juntar dinero y salir de la casa de mi madre y parar de mantenerla, al final, yo puedo haber prometido a mi padre que cuidaría de ella, pero mantenerla a ella y a mi hermano es demasiado, y estando en otra casa puedo visitarla y convivir con ellos, pero respetando mi espacio personal que a todo momento es invadido por ella y mi hermano sin noción.

Llegué a casa después de unos 40 minutos de autobús, y en ese tiempo aproveché para actualizar mi currículum y ya empecé a enviar en las agencias, porque así que consiga un empleo yo me mando de aquella empresa, comandada por aquel playboy mimado y traidor.

Así que entré mi madre me miró con aquella típica mirada de quien cree que hice algo errado, mirada esa que cuando el asunto era yo, estaba siempre presente allí.

Cass: Buenas noches.

Beth: ¿Qué estás haciendo en casa a esta hora?

- ¿No ibas a dormir con tu novio?

- Del jeito que anda luego alguien lo agarra y ahí vas a quedar ahí chupando el dedo.

Cass: Tarde de más, ya lo agarraron.

Hablé en tono de burla.

Beth: ¿De qué estás hablando muchacha?

Siempre aquel tono de rabia e incredulidad en la voz.

Cass: Fui hasta allá y encontré a Renán con una chica transando en la sala de estar.

Beth: ¿Y te viniste, en vez de echar a la vagabunda para correr y mostrar que el hombre es tuyo y que él tiene dueña?

- ¿Te volviste loca Cassandra?

Habló incrédula y brava mientras yo di una risada cínica.

Estaba exhausta, agotada, la zurra luego cedo fue medio que la gota d'agua y esa frase ahora sólo sirvió para desbordar todo de una vez. Mi padre que me perdone, pero estoy a punto de explotar y abandonar todo.

Cass: La chica (di énfasis en la palabra chica, al final, no había necesidad de ofenderla) no me traicionó, sino él, entonces no tengo nada que tratar con ella, y ni "ponerla para correr" (hice comillas con las manos) de un local que no me pertenece. Ahora cuanto a él, nuestra relación está más que acabada.

Mal terminé de hablar sólo sentí el dolor de una bofetada que llevé en la cara. Fue tan rápido que no tuve tiempo de prever.

Beth: No te atrevas a terminar con él Cassandra, arreglé este marido para ti porque sé que tú sola no serás capaz de llegar a lugar alguno y ni de arreglar un buen marido, al menos casándote con un hombre rico puede llegar a algún lugar.

Cass: Es realmente muy difícil llegar a algún lugar cuando mi familia queda colgada en mí, tirándome incesantemente para abajo.

Ella levantó la mano para golpearme de nuevo, pero esta vez conseguí ser más rápida.

Sujeté su mano en el aire apretando con fuerza.

Vi sus ojos asustados, al final, esta fue la primera vez en toda mi vida que la enfrenté, y creo que demoró tiempo de más, no puedo dejar que mi promesa me mantenga en ese infierno para siempre.

Cass: Basta Elisabeth, estoy cansada, dejé toda esa mierda ir lejos de más, pero a partir de hoy no me manipulas más y ni me tocas más la mano.

- A partir de hoy si levantas la mano para mí de nuevo me olvido de toda promesa que hice a mi padre y olvido hasta que eres mi madre y revindicaré todo lo que me hiciste pasar en esta vida.

Beth: ¿Cómo te atreves su cretina? Yo soy tu madre.

Cass: ¿Y te acuerdas mismo de eso? ¿O estás apenas usando ese hecho ahora porque te conviene para algo?

Josh: ¿QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ?

Mi hermano llegó gritando hecho loco y entrando en medio de nosotras dos, como siempre ya pendiendo para el lado que siempre lo mimó.

Beth: Tu hermana, me está amenazando y aún por encima terminó el noviazgo. ¿Cómo vamos a vivir de aquí para adelante Jhosh, si esta estúpida no es capaz ni mismo de casarse? Y aún es capaz de ser despedida terminando con Renán.

Jhosh: No sé bien qué hiciste, pero vas a volver allá y pedir perdón a tu novio y hablar que quieres sí casarte con él.

Di una risada alta.

Cass: Era sólo lo que me faltaba, ahora tú crees que mandas en mí también, ubícate muchacho. Aguanté de más no sólo de ella, sino de ti también mocoso mimado.

Mi hermano tenía 17 años, pero nunca trabajó o hizo nada de la vida a no ser vivir a las costillas de mi padre y después a las mías, un legítimo vagabundo e interesado, igual a nuestra madre.

Beth: Basta Cassandra, ve ya para tu cuarto, para pensar mejor en las tonterías que estás hablando y en la mierda que hiciste. Y mañana esté lista cedo, pediré a Renán que venga a tomar café con nosotros para que podamos aclarar las cosas y tú pedir perdón a él.

Cass: ¿Pedir perdón a él?

Hablé riendo con el tono más cínico que existía dentro de mí y con todo escarnio que sería posible salir en mi voz, dije:

Cass: Ya estoy yendo a hacer eso ahora mismo.

Di una risada nuevamente mirándolos con rabia.

Cass: Sólo esperen sentados.

Fui saliendo de allí, pero antes paré y completé.

Cass: Eso nunca va a pasar Elisabeth, NUNCA, ¿me estás oyendo? ¿Será que fui clara lo suficiente?

- Me cansé, me cansé de ser tratada hecho basura, y de trabajar sólo para que ustedes puedan tener una vida digna mientras yo me quedo con los restos de mi propio trabajo. Mi padre que me perdone por quebrar mi promesa, pero para mí basta de ese infierno.

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