Quedarse Sin Querer
Capítulo 1 - Lo que no parece pero pesa
El salón a esa hora parecía vacío aunque ya hubiera varias mochilas ocupando los lugares. Emma entró despacio, no por tímida según ella sino porque no tenía prisa. Llegaba temprano porque prefería el ambiente callado antes del bullicio.
Como siempre, segunda fila, junto a la ventana. Desde ahí podía ver cuando Héctor entraba. No es que ella lo esperara o que le gustara tanto, claro que no. O al menos eso se decía cada mañana.
Héctor apareció poco después, mochila de un solo hombro, cabello algo desordenado pero peinado como si fuera accidental. Traía una sonrisa de esas que parecen diseñadas para gustar sin esfuerzo, hablando con un par de amigos, incluyendo a Clara, la morra con cara de influencer que traía medio salón suspirando por ella o por su cabello.
Luna Valenzuela López
Llegaste temprano, nerd
Emma giró y ahí estaba Luna, con su sonrisa chueca, su uniforme medio arrugado y el cabello recogido de cualquier forma.
Emma Ortega Rivera
No soy nerd, sólo no me gusta correr
Luna Valenzuela López
Nadie te cree, Emma. Pero tranqui, tú sigue viéndolo
Emma Ortega Rivera
¿A quien?
Luna Valenzuela López
Ay sí, claro, ¿a quién? No manches, si cada que entra el Héctor te quedas como estatua
Emma bajó la mirada, intentando que el cabello le cubriera la cara.
Emma Ortega Rivera
No es cierto… ni me ve
Luna Valenzuela López
No necesita verte para que tú sí, güey. Pero bueno, tú síguele. Algún día, en tus sueños, chance y te dice hola
En eso llegó Maite, con su cabello brillante y su sonrisa siempre lista. Había sido popular desde primero, pero de un tiempo para acá se pegaba mucho con Emma y Luna.
Maite Hermosillo Rojas
¿Ya echando chisme?
Luna Valenzuela López
Emma viendo a su crush de siempre, ya sabes
Maite Hermosillo Rojas
¿Otra vez el Héctor? Güey, deberías darte cuenta que ni te ve
Emma Ortega Rivera
Ya lo sé, no necesito que me lo recuerden
Maite Hermosillo Rojas
No es por mala onda, pero ese bato nomás vive en su mundo de populares
Luna Valenzuela López
Exacto ¿para que?
Emma Ortega Rivera
No se elige, ¿no?
Antes de que alguna dijera algo más, entraron Milo y César, platicando bajito. Milo traía una energía curiosa, como si siempre tuviera ganas de hacer desmadre pero con límites. César, en cambio, venía serio, con su típica expresión de “me vale madres todo” pero siempre atento.
Maite Hermosillo Rojas
¡Eh Milo!
Milo García Leon
¡Ey! ¿Qué onda, chicas?
Luna Valenzuela López
Aquí diciéndole a Emma que su crush nunca la va a pelar
Milo García Leon
Qué feo que sean así. Capaz que un día el Héctor la ve y ¡pum!, historia de amor
César Hernández Molina
Sí claro, la historia de amor que nadie pidió
Todos rieron, menos Emma, que ya se arrepentía de haberse sentado ahí.
Entonces llegó Fabián, arrastrando su mochila por el piso, cabello despeinado, ojos algo hinchados como si siempre estuviera medio dormido.
Fabián Solís Estevez
¿Qué onda, qué se arma hoy?
Milo García Leon
¿Salir? Podemos ir al parque o algo
Fabián Solís Estevez
Leo dijo que chance se nos pega
César Hernández Molina
¿Va Emma o no?
Luna Valenzuela López
Nah, seguro no. Tiene que quedarse viendo fotos del Héctor en Instagram
Fabián Solís Estevez
¿Y si te animas? No creo que el Héctor tenga tu like anotado
Emma Ortega Rivera
Ya déjenme en paz
En eso entró Elian, todo escandaloso, gritando saludos a la gente que ni le contestaba.
Elian Zamora Ruiz
¡Que onda! ¿Hoy sí se arma o van a salir con sus excusas bien señoras?
Milo García Leon
Si tú invitas la cena, jalo
Elian Zamora Ruiz
Nah, ni madres, cada quien lo suyo
El ambiente era ese: risas, bromas, pequeñas puyas. Emma los escuchaba, a veces participaba, pero se quedaba callada cuando tocaban el tema de su crush. Sabía que todos sabían, y aunque no la buleaban feo, igual la incomodaba.
Milo García Leon
Por cierto, el sábado va a haber fiestita en casa del Kevin de 3°B
César Hernández Molina
Va a invitar a media secundaria literalmente
Maite Hermosillo Rojas
Fiesta de gente popular… chance y hasta va el Héctor
Luna Valenzuela López
Güey, no estaría mal que fueras
Emma Ortega Rivera
Cállense
Luna Valenzuela López
Si no pasa nada mínimo te la pasa bien con nosotras
Emma lo pensó. ¿Y si iba? ¿Y si de alguna forma…?
Emma Ortega Rivera
Bueno ¿porque no?
Milo García Leon
Ándale por fin te unes
Fabián Solís Estevez
Pero no la vayan a dejar sola, eh
Emma apenas si notó ese detalle.
Mientras tanto, desde su banca, Fabián bajó la mirada y pensó que al menos, si no la veía feliz en esa fiesta… pues él estaría ahí para verla reír. Aunque no fuera por él.
Capítulo 2 - La fiesta
La casa de Kevin parecía más un antro improvisado que una casa. Había luces de colores, la música tronaba en el patio trasero, y el olor a botellas abiertas y papas fritas se mezclaba con el perfume barato de todos los que querían verse bien esa noche.
Emma llegó con Luna, Maite, Milo, César y Elian, que traía una gorra al revés y la seguridad de que era el más cool del grupo.
Luna Valenzuela López
Mínimo no llegamos tan temprano
Emma Ortega Rivera
No sabía que conocía a tanta gente
Luna Valenzuela López
¿Quieres ir a saludar a Maite? Allá anda con Milo
Maite estaba tomada de la mano de Milo, ambos riendo, parecían una pareja de revista. Maite tenía ese carisma natural que hasta cuando se reía muy fuerte seguía viéndose bien.
Elian Zamora Ruiz
Voy al baño, regreso
Emma se quedó parada, buscando entre la gente una sola cara: Héctor.
Y no tardó en verlo. Estaba cerca de la bocina, hablando animado con varios, entre ellos Clara, que reía como si todo lo que él dijera fuera genial.
Luna Valenzuela López
Te vas a quedar ciega de tanto buscarlo
Emma Ortega Rivera
Ya ni me digas
De pronto, Kevin el anfitrión anunció a gritos:
Kevin Díaz Vázquez
¡Ey, banda! ¡Hoy nuestro compa Héctor llegó con la novia más guapa de la generación! ¡Un aplauso a Clara!
Héctor Vera Sandoval
Bueno pues ya oficialmente somos novios
Clara Figueroa Jiménez
Así es
Todos gritaron, chiflaron, y Héctor alzó la mano de Clara mientras ella sonreía y saludaba con vergüenza.
A Emma le sonó igual que una bomba cayendo a sus pies.
Luna se giró preocupada.
Luna Valenzuela López
Güey…
Emma Ortega Rivera
Estoy bien… ahorita vengo
No esperó respuesta. Caminó entre la gente, esquivando vasos en el piso, parejas besándose, y salió al patio delantero, donde no había más que el silencio de la noche y el murmullo lejano de la música.
Se sentó en el borde de una jardinera, abrazando sus rodillas, como si el frío la abrazara primero.
Fabián Solís Estevez
¿Por que tan solita?
Emma levantó la vista. Fabián estaba parado ahí, con una soda en la mano, la mirada medio cansada pero curiosa.
Emma Ortega Rivera
No quería estar allá
Fabián Solís Estevez
¿Por la noticia bomba?
Emma Ortega Rivera
¿Cómo te enteraste tan rápido?
Fabián Solís Estevez
El chisme vuela. Además, Héctor mandó a Kevin a que lo gritara como si fuera logro nacional
Emma Ortega Rivera
Sí, me di cuenta
Fabián se sentó a su lado, dejando espacio entre ellos.
Fabián Solís Estevez
¿Te gustaba mucho, verdad?
Emma Ortega Rivera
¿Tanto se me notaba?
Fabián Solís Estevez
Te notaba hasta yo… y eso que casi ni te hablo
Fabián Solís Estevez
Aunque la verdad, no le veo el chiste a ese güey
Emma Ortega Rivera
Tampoco es que tenga sentido… sólo me gustaba
Fabián Solís Estevez
Meh, igual y te ahorraste tiempo. ¿Te imaginas ser la segunda opción de alguien así? Ni al caso
Emma Ortega Rivera
Gracias
Fabián Solís Estevez
¿Por qué?
Emma Ortega Rivera
Por venir. No quería que nadie me viera así, pero tampoco quería estar sola
Fabián Solís Estevez
No hay problema
Fabián Solís Estevez
Además, tampoco tenía con quién quedarme adentro… mi hermana anda con sus amigas populares
Emma Ortega Rivera
Ah sí, ¿Isella, no?
Fabián Solís Estevez
Ajá. Siempre la misma, pero bueno
Por un rato se quedaron en silencio, viendo las luces lejanas de la ciudad.
Emma Ortega Rivera
¿Sabes dibujar, no?
Fabián Solís Estevez
¿Eh? Ah sí… pero no soy tan bueno
Emma Ortega Rivera
No seas modesto. Todos dicen que dibujas muy bien
Fabián Solís Estevez
Bueno… si algún día quieres que te dibuje, igual me dices
Emma Ortega Rivera
¿A poco tienes tiempo?
Fabián Solís Estevez
Para ti… chance y sí
Emma no supo qué decir. Se quedó mirando sus zapatos mientras el frío le pegaba en los brazos.
Fabián Solís Estevez
¿Quieres regresar? O… ¿nos quedamos aquí de antisociales?
Emma Ortega Rivera
Mejor aquí
Fabián Solís Estevez
Buena elección
En eso salieron Maite y Milo, tomados de la mano, buscando aire
Maite Hermosillo Rojas
¡Hey! Los tortolitos solitarios
Milo García Leon
¿Ya andan o qué?
Fabián Solís Estevez
Ni al caso
Maite Hermosillo Rojas
Bueno bueno, nomás no se congelen
Cuando se fueron, Emma suspiró
Emma Ortega Rivera
¿Y tú? ¿Nunca te ha gustado alguien del salón?
Fabián la miró de reojo, pero no contestó. Se limitó a mirar las luces otra vez.
Fabián Solís Estevez
Tal vez
Fabián Solís Estevez
Pero no creo que esa persona me vea nunca como opción
Emma no lo entendió en el momento, pero las palabras le quedaron resonando.
Esa noche regresaron al grupo y Emma ya se sentía más ligera. Quizá dolida, pero también con una pequeña sorpresa: había alguien que se había quedado con ella mientras el mundo seguía la fiesta.
Desde ese día, el grupo en el salón empezó a pegarse más: Maite, Luna, Emma, Fabián, Elian que siempre llegaba con chistes incómodos, y a veces César que era más callado pero estaba.
Y aunque Emma aún pensaba en Héctor de vez en cuando, no pudo evitar notar que en cada recreo… Fabián se las arreglaba para sentarse más cerca.
Capítulo 3 - Las cosas que no se dicen, también pesan
La rutina escolar había dejado de ser tan gris desde que el grupo se había consolidado. Ya no eran esos rezagados de cada grupito original, ahora eran ellos mismos: Emma, Luna, Maite, Fabián, Elian y a veces César, que llegaba cuando quería y cuando no, igual se enteraba de todo después.
En el salón, todos sabían que en la fila de atrás se sentaban ellos. Emma al centro, Luna a su izquierda, Maite a la derecha, y justo detrás de Emma… Fabián.
Siempre estaba ahí.
Con la mochila colgando en la silla y el cuaderno abierto sólo para aparentar que estaba atento, cuando en realidad se la pasaba mirando los garabatos que hacía en su libreta.
Un día, mientras el profesor de Historia dictaba, Emma volteó con disimulo y lo pescó dibujando algo.
Emma Ortega Rivera
¿Qué haces?
Fabián Solís Estevez
Nada
Emma estiró la mano, le quitó el cuaderno antes de que él pudiera evitarlo y lo hojeó rápido.
Emma Ortega Rivera
Wow… ¿soy yo?
Era un boceto de ella, cabizbaja, con los audífonos puestos como solía estar en el receso.
Fabián Solís Estevez
Estaba algo aburrido
Emma Ortega Rivera
¿Desde cuándo me dibujas?
Fabián Solís Estevez
Hace un rato
Emma Ortega Rivera
Me veo rara
Fabián Solís Estevez
Así te veo yo
Emma se sonrojó, pero antes de poder decir algo, el profesor se giró hacia ellos.
En el receso, el grupito se sentó en su usual rincón del patio. Luna platicaba de un chisme, mientras Elian le robaba papas a todos.
Maite estaba algo distraída. Emma lo notó.
Emma Ortega Rivera
¿Todo bien?
Maite Hermosillo Rojas
Sí… es que… ¿te acuerdas de mi ex mejor amiga, Paola?
Emma Ortega Rivera
La que te dejó de hablar por andar con Milo, ¿no?
Maite Hermosillo Rojas
Ajá. Pues ahora me habla un buen. Dice que ya quiere estar bien conmigo
Emma Ortega Rivera
¿Y eso está mal?
Maite Hermosillo Rojas
No sé… pero siento raro porque habla mucho con Milo también
Maite Hermosillo Rojas
Pues… la verdad la trata bien, dice que no hay nada, pero… no sé. Me hace ruido
Fabián, que escuchaba de fondo, intervino
Fabián Solís Estevez
Siempre hay que desconfiar cuando alguien se aparece así de la nada. Si antes no le hablaba, ¿por qué ahora sí?
Luna Valenzuela López
Exacto, cuidado con ella
Maite Hermosillo Rojas
Igual… no quiero verme tóxica
Emma Ortega Rivera
No es tóxico si tu instinto te dice algo, solo cuídate Maite
Elian Zamora Ruiz
Si quieres le hablo al primo de Fabián para que se la ligue. Problema resuelto
Fabián Solís Estevez
Nah ese ahorita trae morra
César Hernández Molina
A cada rato trae nueva
Todos rieron, aunque el ambiente quedó un poco más pesado.
En la siguiente clase, el profe de matemáticas dejó que trabajaran en equipos. Emma se volteó para trabajar con Fabián.
Emma Ortega Rivera
¿Y tú qué piensas de eso?
Fabián Solís Estevez
¿De Maite y Milo?
Fabián Solís Estevez
Pues… yo no dejaría que mi novia tuviera tanto contacto con alguien que sé que no la quiere bien
Emma Ortega Rivera
¿Y si confías en ella?
Fabián Solís Estevez
Una cosa es confiar, otra es ser ciego
Emma lo observó en silencio. Le gustaba escuchar su forma de pensar, porque siempre iba al punto.
Fabián Solís Estevez
¿Y tú? ¿Te ha gustado alguien?
Emma Ortega Rivera
¿Eh? ¿De qué hablas?
Fabián Solís Estevez
Pues sí, ¿te ha gustado alguien últimamente?
Emma se tensó. Pensó en Héctor. En Clara. En cómo dolía todavía recordar.
Emma Ortega Rivera
No. Creo que… ya no me gusta nadie
Fabián la miró de reojo, con una sonrisita.
Fabián Solís Estevez
Ah, bueno… menos competencia
Emma Ortega Rivera
¿Competencia?
Fabián Solís Estevez
Nada, olvídalo
Pero Emma no lo olvidó. De hecho, lo pensó todo el resto de la tarde.
Conforme pasaban los días, el grupo se sentía más suyo. Los memes que compartían, los secretos, las bromas internas. Hasta César, el más callado, ya era parte.
Y sin darse cuenta, Emma y Fabián hablaban cada vez más. Que si en el receso, que si en clase, que si después por mensaje.
Una tarde, mientras hacían tarea en la casa de Emma junto con Luna y Maite, Fabián se quedó más tiempo que los demás. Cuando las otras dos se fueron, Emma y él se quedaron en el sillón, viendo un video en el celular.
Emma Ortega Rivera
Nunca pensé que me cayeras tan bien
Fabián Solís Estevez
¿Por qué?
Emma Ortega Rivera
No sé… eras de los que sólo hacían bromas en el salón
Fabián Solís Estevez
Y tú de las que no hablaba con nadie
Emma Ortega Rivera
Exactamente
Fabián Solís Estevez
Emma…
Fabián Solís Estevez
¿Tú crees que… a veces alguien sí se da cuenta que le gustas, pero se hace el menso?
Fabián Solís Estevez
No se, solo pregunto
Emma bajó la mirada. Pensó que quizá se refería a ella… pero ¿cómo estar segura?
Emma Ortega Rivera
Supongo que si… pero no sé si eso sea bueno
Fabián Solís Estevez
¿Por qué?
Emma Ortega Rivera
Porque duele pensar que sí lo saben… y no hacen nada
Fabián tragó saliva, pero no dijo más.
Ella tampoco.
Pero el ambiente… ya no era igual.
Y mientras eso pasaba, el grupito comenzó a notar que Maite y Milo ya no estaban tan juntos. Las miradas, los celos sutiles. El tema de Mariela era un fantasma que empezaba a hacer ruido.
Faltaba poco para que se acabara tercero de secundaria… y aunque el futuro se sentía incierto, había algo que ya era claro: nada iba a ser igual.
Download MangaToon APP on App Store and Google Play