NovelToon NovelToon

Hasta Que Digamos Nuestro Último Adiós

prólogo

Valery Topher era su nombre

mucho antes de conocerte, fue su nombre aun cuando la conociste una tarde de primavera

en tu propia casa. Esa tarde de verano ella estaba sola en la estación de

autobuses, lucia triste y perdía en una maraña de pensamientos que no

favorecían su lucir. Te acercaste sin parecer amenazante a su integridad, ella

tan solo era una niña valiente por no derramar las lágrimas que carcomían sus

ojos color avellana. La amaste desde el primer momento que la viste, sabias que

tenía que ser tuya esa pequeña niña dulce e inocente que tenías frente tuyo.

- ¿te encuentras

bien?.-preguntaste con un aire de simpatía fingida y una sonrisa que solo erizo

su piel.

Te miro con desconfianza aun a pesar de tu buena

voluntad, odiaste sus ojos inyectados en dudas y un grado de temor hacia ti.

-no sé quién es, señor. Pero mis padres no tardan en

llegar.- ¿señor? Ella te había llamado señor, ignoro claramente tu rostro

jovial que aunque te daba asco, era el rostro de una persona joven

-.tranquila, solo quería hacerte compañía.- te sentaste a

su lado, se alejó de ti con incomodidad que trato de disimular frotando sus

brazos en señal de frio.- no deberías andar sola por estos lugares, podría

venir alguien con malas intenciones a causarte algún daño.

Así como lo estabas maquilando tú al ver sus piernas

descubiertas por la falda que usaba en ese momento.

-. Soy consciente del peligro del mundo, no hay necesidad

que alguien como usted me lo recuerde.-no, no lo era.

Era insolente, altanera y un dolor de cabeza sin dudarlo,

pero tú no desististe cuando la viste ponerse de pie rumbo a los sanitarios, no

dejaste de verle el trasero moverse en un vaivén lento e hipnótico para ti.

Tomaste una decisión, sabias que podrías ir a la cárcel

por ello. Pero aun así lo hiciste. Hiciste algo tan cruel que aún es un tabú en

el mundo y una obscenidad para quien lo escuche.

La seguiste a los baños como un enfermo obsesivo por una

simple niña.

Ignorabas que ese día quedaría grabado en su alma, dañando su pobre vida sin amor...

antes de ti, yo era realmente feliz

Primavera, una estación que llena de alegría a todo mundo, el clima cálido, las flores que tapizan los suelos con colores tan bellos que asemejan un lindo arcoíris, el nacimiento de crías de distintas especies y ni hablar de la recolecta de frutos que espere por meses, en resumen ¡amo la primavera!

.-Valery, date prisa o llegaremos tarde.-

-¡ya bajo!- termine de cepillar mi cabello y corrí escaleras abajo para ir con papá.

Marzo, no es un mes que le agrade mucho a papá; su corazón lo odia tanto como yo odio beber leche sola. Como todas las veces que salimos, papá me esperaba recargado en la camioneta mirando a la nada con una expresión vacía en su rostro.

-estoy lista.

-ahora tardaste más que otras veces ¿será por aquel chico?

Todo mi rostro se tornó rojo por lo que dijo papá ¿Cómo se le ocurre tal cosa? ¡Qué vergüenza!

-¡papá! No digas tal cosa, Mark es solo un amigo.

-espero que así sea, no quiero verlo un día llegar a casa pidiendo tu mano.

-¡papá!- adoro oírlo reír, aunque sea de mí. Subimos a la camioneta rumbo a la granja de los abuelos en Hassle, donde siembran naranjas, manzanas y peras que nos esperan con ansías por ser cortadas.

El camino al siguiente pueblo es muy largo, pero la vista hace olvidar lo tedioso que es viajar tres horas, saque mi cabeza por el quemacocos.

-ten cuidado con las ramas-

-si-

El fresco aire golpeaba mi rostro con frenesí, arboles de guamúchiles por todos lados, campos llenos de césped que es cuidado para venderlo, vacas y caballos pastando. Sip, es la mejor vista.

- ¡Vale!-gritaron mis primos nada más nos vieron entrar a la granja con la camioneta.

Aun teniendo la mitad de mi cuerpo fuera por el quemacocos grite.

-¡Mina, Jake , Jessy!

Cuando papá estaciono la camioneta, fui la primera en bajar por el techo.

-¡valery no hagas eso!

Ignore los gritos de Papá y corrí a abrazar a mis primos, los había extrañado mucho; vivir en otro pueblo nos separaba mucho pero sabíamos sobrellevarlo.

-como los extrañe, me hicieron muchísima falta.

-y tú a nosotros, no era lo mismo ir al lago sin ti.

Mientras yo saludaba con alegría a mis primos, Papá fue a hablar con el abuelo; ellos no tienen una relación muy buena desde que tengo memoria. Pero papá al ser el hijo mayor es el encargado del sembradío desde que el abuelo cayó de la azotea y se rompió la cadera.

-. Vamos Vale, le pregunte al abuelo y nos dejó ayudar con la cosecha de manzanas.

-. Ya voy Mina, solo le aviso a Papá y ya los alcanzo.

Camine hacia ellos, el abuelo no paraba de hacer ademanes con el ceño tan fruncido que parecía tener los ojos cerrados. En cambio Papá, lucia tranquilo y despreocupado con los brazos cruzados y el ceño levemente fruncido.

-. Tu hija te odiara sin no le dices la verdad, Angus.- el abuelo dejo de discutir al verme cerca de ellos, tenía un mal sabor de boca al ver los ojos triste de Papá; no quería dejarlo solo con el abuelo, ese hombre no tiene corazón.

-. Iré con Mina y los demás al huerto.

-. Ve con cuidado.

Fue lo único se salió de su boca antes de darse la vuelta y desaparecer desde de la casa. Él no está bien, él jamás lo ha estado realmente; no desde mamá.

Suspire resignada a no volver a papá hasta que termine el día, estaba por ir cuando oí al abuelo decir.

-. Maldito cobarde de mierda.

¿Por qué su relación tiene que ser tan mala?

Mina, Jake y Jessy me esperaban en la entrada del huerto junto con más personas que estaban por empezar a trabajar, entre ellos se encontraba Mark Cooper tan lindo como la última vez que lo vi.

Su cabello castaño se movía con el viento, sus hermosos ojos verdes no paraban de enamorarme, ¡Mark Cooper esta de ensueño!

-. Hola Valery.

-. Hola Mark, ¿hace cuánto volviste?

-. Desde ayer, pero mamá quería que ayudara a Karla con su tarea y me dejo venir hasta hoy.

-. ¡Genial! Pues vamos aprovechando el tiempo que te dejo tu mamá y vamos a trabajar.

Sin vergüenza y con la alegría galopando en nuestros corazones, salimos corriendo los cinco entre los frondosos árboles que nos brindaban sombra de los cálidos rayos de sol.

Era un día maravilloso que creí jamás se acabaría. Cuando la tarde llego fuimos al lago un rato, había más niños y adolescentes nadando o pasando el rato ahí. Conocía a la mayoría de ellos.

Todos entraron y yo me quede embobada en el pecho marcado de Mark, para tener tan solo quince años estaba en buena forma.

-. Si le sigues viendo así, se dará cuenta de la baba que se te cae.

Salte del susto al oír la voz de mi mejor amiga, Jaqueline.

-. ¡Jaqueline! ¿Cuándo volviste de Nest?

-. Esta tarde, pero no te dije nada para darte una sorpresa.

-. Y vaya sorpresa, no esperaba ver a mi mejor amiga en un lugar como este.- la abrace con fuerza hasta que la escuche quejarse como siempre.

-. Y dime mi extraña y adorable amiga, ¿algún día te armaras de valor y le dirás algo a ese hermoso adonis que tienes enfrente?

-. Algún día quizás, pero no me gustaría arruinar la linda amistad de años que tengo con él.

-. Como digas.

Ambas nos sentamos en la orilla del lago sin llegar al lodo por la ropa de Jaqueline, es un tanto quisquillosa con ese tipo de cosa o con aquello que se trata de ensuciarse. Ella no paraba de hablar sobre su viaje en Nest con sus padres y de su hermano menor que odia a muerte.

-... y entonces mi madre me hizo una fiesta sorpresa, fue una vergüenza total.

¿Una vergüenza? Yo habría vendido mi alma al diablo a cambio de tener todo lo que tenía Jaqueline, pero me mantuve en silencio por prudencia.

-. Si, que vergüenza la fiesta que hizo tu madre.

-. ¡Verdad!

Y por primera vez en siete años pensé en mamá y todo el tiempo que desperdicie anhelando a que volviera algún día aquella mujer que nos dejó a la deriva sin mirar atrás, sin importarle el daño que causara. Ella fue cruel.

-. Bueno amiga, está anocheciendo y le prometí a Erick que iría con él a la casa de sus padres, ¡chau!

-. Nos vemos el lunes, Jaqueline.

-. Solo si logro levantarme.

Después de verla irse, me quede mirando a mis primitos intentar derribar a Mark de una piedra, reían sin parar los pequeños monstros mientras chapoteaban con el agua.

-. ¿En qué piensas?.- tan inmersa estaba en mis pensamiento que no me di cuenta que Mark estaba a mi lado con el cabello y el cuerpo totalmente mojado.

-. En mamá.- él fue de los únicos que conocían la verdad sobre esa mujer, sobre todo.

-. ¿Por qué?- hay veces en las que no sé si realmente me está escuchando o solamente deja que hable sola para dejar ir mis demonios sin que él tenga algo que ver conmigo.

-. Jaqueline estaba contándome que su madre le preparo una fiesta sorpresa en casa se sus abuelos por su cumpleaños número quince y yo, solo divague. Me imagine a mí misma estando en su lugar, ¿Cuál habría sido mi reacción? ¿Mamá me habría dicho feliz cumpleaños? ¿Me habría comprado un vestido y maquillaje?

-. Quizás sí, pero recordemos que no todas las madres son iguales, unas aman sin mesura y otras son seres narcisistas que solo ven por su propio bien. Y para tu desgracia te toco una mujer sin corazón como madre.

Suspire con desgano, no entendía porque mi madre hizo lo que hizo, Papá le dio todo lo que estaba en sus manos y ella lo tomo entre sus dedos dejándolo caer al suelo sin el mayor cuidado y lo pisoteo son parar enfrente nuestro. Ella jamás lo mereció.

-. Pero vamos.- se levantó del suelo y me extendió su mano para ayudarme a levantarme, de su pantalón que colgaba de un árbol saco su celular y una melodía tranquila comenzó a sonar.- deja ir el pasado y vive con nosotros el presente que él jamás te hará daño, porque al cerrar los ojos él se habrá ido de tu lado para volverse parte del pasado.- me sostuvo de la cadera y yo a él de los hombros, me deje llevar por el vaivén con que movía sus piernas y mi cadera.

-. Gracias por explicarme, pero ya sé cómo funciona el tiempo.

Su blanca sonrisa adorno su rostro, pero él no dejaba de bailar conmigo.

-. El tiempo, algunos lo usamos como un caparazón para protegernos de nosotros mismos. Olvidamos el pasado, vivimos el presente e ignoramos el futuro.

-. ¿Cómo las pitones?

-. Como las pitones.

El realmente sabía que decir cuando más lo necesitaba, deje caer mi cabeza en su hombro y cerré los ojos un momento; disfrutando del presente y rogando por vivir en ese momento toda mi vida.

-. Gracias por estar conmigo.

-. Siempre lo estaré.

Y esa, fue la primera mentira que mi corazón creyó ciegamente.

volver atrás no es fácil

Hay veces en que es mejor dejar el pasado donde lo dejamos, no es bueno desenterrar las penurias del corazón, fingiendo que jamás existió el dolor de una pérdida o un adiós. Papá es del tipo de personas que ignoran y evaden todo lo que tenga que ver con sus sentimientos o respecto a mamá.

En mis trece años de vida lo he visto llorar, gritar, odiar, embriagarse. Pero jamás lo he visto olvidar. y esa mañana de domingo lo vi distante, sabia de ante manos que no estaba bien desde la tarde anterior.

Sirvió mi desayuno, lo probé. Estaba más insípido que el agua, los huevos revueltos con tocino no me sabían a nada.

-. Papá, ¿estás bien?- silencio de su parte fue lo único que recibí, debía encontrar la manera de hacerlo hablar o intentaría cometer una estupidez otra vez.- oye pa, no tengo la menor idea de que fue lo que te dijo el abuelo ayer; pero nada importa de lo que salga de la boca de ese viejo idiota que solo quiere verte sucumbir para darle la granja a Francisco Cooper, sé que puedes con esto y con todo porque eres el mejor padre del mundo y sé que jamás me dejarías sola.

Volteo a verme y solo vi una sonrisa vacía en sus labios y unos ojos inundados en nostalgia.

-. ¡Papá, por favor dime algo!- en este punto, mi rostro ya se encontraba inundado en lágrimas que mojaban mi desayuno con tristeza.-. No solo te quedes ahí callado, dime algo por favor papá.

-. Tu mamá volví, mi niña.

Escuchar aquellas palabras salir de la boca de papá fue peor que verlo intentar ingerir alcohol con un montón de píldoras del baño.

-. No.- fue lo único que logro salir de mis labios, un nudo se comenzó a formar en mi garganta, impedía que el aire entrar a mis pulmones y no dejaba que terminara de procesar todo.

-. Hija, yo sé que es difícil para ti escuchar esto; pero es tu mamá y...-

-. ¡No te atrevas a terminar esa frase! ¡Ella no es nada en mi vida! Jamás fue parte de esta familia, porque familia significa pertenencia, no ausencia.- hay un punto del duelo que niegas las cosas, yo vivía constantemente en la primera y segunda etapa. Papá tuvo que darme un abrazo para poder calmar el dolor creciente en mi pecho. Me aferre a su camiseta y llore como una niñita por varios minutos. Él no paraba de acariciar mi cabello y a murmurar mimos sin sentido en la coronilla de mi cabeza.

-. Todo estará bien, pero tienes que calmarte; quiere que vayas hoy a las tres al restaurante las plazas con ella. Para poder hablar de todo el tiempo perdido.

-. ¿Quiere recuperar nueve años de ausencia en una tarde? Eso es realmente patético.

-. Lo sé.

-. ¿Tu estas bien con todo esto? Si quieres podemos decirle que fui con mis tíos a Zanistonia por un fin de semana.

-. Creo que es mejor que vayas, rompe este ciclo que no te ha dejado tranquila y así cada quien seguirá con sus vidas sin remordimiento y con la conciencia limpia. Solo hay que decir adiós.

Lo hacía sonar tan fácil, pero aún tenía miedo de lo que podría pasar y lo peor de todo es. ¿De que hablaría con ella?

-. Me gusta la idea.- intente sonreír para hacerle sentir mejor, pero simplemente no lo conseguí.

-. Sabes que nadie te está obligando, hija.

-. Yo lo sé, pero tienes razón en eso de romper ciclos. Dejemos ir sin remordimiento.

Pasamos abrazados un rato más, al contarme de mamá y ver mi reacción le quito un gran peso de encima; quizás tenía miedo a que me fuera de su lado y lo dejara solo o algo así.

Papá es muy temeroso, tiene miedo a terminar solo.

Se despidió de mí con un beso en la mejilla y se fue a trabajar con la promesa de volver temprano y ver películas hasta mi hora de dormir. Al verle salir por la puerta me convertí en un puñado de nervios que no paraba de temblar.

Subí a darme un baño a mi habitación, pensar bajo las gotas de agua en la regadera es mejor que pensar a secas sin saber cómo responder a todas mis incógnitas; pero la más importante ¿Por qué volvió?

Cerré la regadera después de largos minutos que pase sufriendo mis temblores por los nervios, Salí del baño goteando por todos lados, agradecía que la ventana estuviera cerrada o el pervertido de mi vecino me volvería a ver desnuda desde la ventada de su ático. Es un maldito cerdo.

Abrí mi closet buscando algo cómodo que vestir, no sabía qué pensaría mi madre si me viera con tacones o un pantalón holgado. Escogí un vestido veraniego naranja con blanco y unas sandalias cafés con tacón pequeño. Tarde demasiado en elegir el vestido que la hora estaba por llegar, anhelaba un milagro que evitara ir al tan bello rencuentro que tendría con la mujer que me abandono.

Suspire con resignación al ver que no llegaba mi esperado anhelo y marque rumbo al restaurante las plazas, lugar donde mis padres tuvieron su primera cita, su primer beso, la propuesta de matrimonio y la noticia de mi llegada a este mundo, hay veces en las que me detengo a pensar y digo. ¡Quiero un lugar así! Donde mis hijos vendrían y dirían – mis padres tuvieron una linda historia de amor en este mismísimo lugar- ojala algún dia pase.

Al estar enfrente de la puerta me detuve, tome una gran bocanada de aire y calme mis nervios.

Entre todos los comensales que había esa tarde comiendo y riendo, yo buscaba a mi reflejo futuro sentada en una mesa sola.

-. Piel morena, cabello negro.- repetía en mi cabeza una y otra vez buscando esas características en todos lados.

-. Disculpe señorita.- una amable camarera se acercó a mí con una sonrisa afable en sus labios teñidos de rojo que resaltaban en su rostro pálido por el cansancio.- ¿está buscando a alguien?

-. Si, busco a mi madre.

-. ¿Podría darme su nombre por favor? Así buscare su reservación.

-. Muchas gracias, se llama Abby...

Quede congelada en ese instante, se llamaba Abby mi madre y lo sabía ciegamente porque mi padre se tatuó su nombre en el tobillo. Pero no sabía su apellido.

-. Abby ¿Qué? Nena tienes que darme el nombre completo para yo poder buscarle en el sistema.

¿Seguía siendo Amber? ¿Topher?

-. No lo sé.

¿Qué tan patética me veía es ese instante al no saber el apellido de mi propia madre?

-. ¡Valeria!.- ambas volteamos al escuchar una voz melosa detrás nuestro, alta, morena, ojos color miel y una cabellera tan negra como el anochecer. Si, ante mis ojos estaba mi reflejo futuro, mi madre. Aquel ser que debería amarme con cada fibra de su alma estaba enfrente de mí por primera vez en nueve años y, confunde mi nombre.

-. ¿Mamá?

-. Por supuesto cariño.- con su dedo índice toco la punta de mi nariz como cuando era niña.- vamos a la mesa que quiero que conozcas a unas personitas.

¿Personitas? ¿A quienes se refería? Caminamos entra las mesas hasta llegar a una donde había tres personas. Dos adolescentes y un adulto, los primeros dos se parecían demasiado al adulto que me saludo con la mano.

-. Valeria, ellos son Damián y David, tus hermanos.

Un enorme balde de agua fría cayó sobre mí al oír la palabra, hermanos. Se repetía en mi cabeza una y otra vez en cámara lenta.

-. Y él es mi esposo, Brett.

No sabía que decir, como actuar o que pensar de todo esto. Era más que claro que mi madre se convirtió en una esposa trofeo de este hombre que despide arrogancia y egocentrismo por cada poro de su piel. Me sentí abrumada, pero debía tomar las cosas con calma y fingir que no me afectaba la noticia.

-. Hola, encanta en conocerlos.

Mamá lucia complacida ante la manera que actué frente a su familia que mostrando sus perlas en una sonrisa de satisfacción.

-. Bueno Valeria, esperamos que no te sientas incomoda con nuestra presencia.- la voz carrasposa de Brett me saco de mis cavilaciones.

-. Para nada, es solo que me agarro de sorpresa saber que tengo dos hermanos y que mi madre se volvió a casar.- o que simplemente no recuerda como me llamo.

Sus hijos, mis hermanos. No dijeron nada con respecto a mí.

Pedimos la comida y mamá parecía querer charlar de algo, y así lo hizo.

-. Hija, ¿Cómo ha ido todo?

¿Eso es lo que le preguntarías a tu hija después de no verla con casi una década?

-. Muy bien, no hay de que quejarme.

-. ¿Tu padre te ha cuidado bien?

-. Más que bien diría yo, me ha dado todo el amor que un padre le puede dar a su única hija.

Eso le afecto a mi madre, su rostro se volvió sombrío.

-. Me alegro por él, tu padre siempre fue un hombre que amaba complacer a otros. Quizás lo hizo por lastima.

-. Madre, ¿Por qué volviste? ¿Cuál es el propósito de tu visita? ¿Meter cizaña en la relación que tengo con mi papá? ¿O simple remordimiento?

-. No debo tener un motivo para visitar a mi única hija, y yo solo quiero que te des cuenta de quién es tu padre.

Sonreía con arrogancia mientras veía sus uñas perfectamente arregladas y llenas de lo que parecían ser diamantes. Esta mujer no traería nada bueno en mi vida. A que venía eso de – quiero que te des cuenta de quién es tu padre – yo sabía quién era y eso bastaba.

-. Sé quién es mi padre, no hay necesidad que tú me lo digas. Se de antemano que es un hombre amoroso y de lo más maravilloso que pueda haber. Pero tú te atreviste a romper su frágil alma.

-. ¡Yo no hice nada! ¡El estúpido de tu padre fue quien se enamoró de mí!.- se levantó de su silla haciendo una escena enfrente de todos los comensales que se le quedaron viendo.

-. Abby, por favor cálmate que estás haciendo una escena.

Su esposo logro calmarla y que volviera a su lugar, sus hijos no dejaban de burlarse de ella.

Fue realmente incomodo verla perder los estribos de esa manera, yo recordaba a mi madre como una mujer dulce pero indiferente a su vez, ¿Qué ocurrió con ella? Terminamos de comer en silencio, un silencio escalofriante e incómodo; nadie dijo nada de lo ocurrido ni volvieron a preguntar.

Deseaba que ya terminara y poderme ir a casa, tenía tarea que terminar.

-. Bueno niños, ¿Qué les parece si vamos chesseplay  y juegan un rato como los hermanos que son?-

Chesseplay  es una sala llena de videojuegos donde puedes ir a comer pizza y pasar el rato con tus amigos; no con tus nuevos hermanos.

-. Me gustaría mucho, pero tengo que ir a casa a terminar una tarea que deje pendiente.-

-. No te preocupes Valeria, podremos hablar con tu profesor y decirle que tuviste un inconveniente y por ellos tú falta.

Suspire resignada, hubiera sido muy grosero de mi parte negarme a la oferta del esposo de mi madre. De todas formas, parecía que esa no sería la última visita de mi madre al pueblo.

-. Está bien.

Jamás accedan a algo que no estén del todo seguros, es doloroso sufrir las consecuencias. 

Download MangaToon APP on App Store and Google Play

novel PDF download
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play