-Nos vemos, Lia!
-Si, chau!
Apenas ví a la rubia ponerse el casco y subir e irse cuesta abajo en aquella moto entre corriendo a mi casa y fui directo a mi habitación.
Cerré la puerta con llave y me apoyé en ella.
Frente a mí podía ver mi reflejo en los vidrios del ventanal.
Una chica de pelo castaño largo y ojos marrones e hinchados me observaba mientras gotas de color negro-probocadas por el maquillaje- resbalaban por sus mejillas.
Tome mi celular y mande un mensaje a Sara.
" SOS " escribí rápido y lo envíe.
Apoye el celular en el piso y llevé una mano a mi pecho intentando calmar mi respiración que estaba extremadamente acelerada.
Hay ciertos momentos en la vida en los cuáles nuestra cabeza hace click, y nuestra mente desbloquea toda la información que por alguna extraña razón nuestro inconsciente estaba protegiendo.
El inconsciente es muy bueno bloqueando cosas, momentos importantes, otros no tantos, traumas y sobre todo; información.
No solo eso sino que crea claves muy extras. Claves que en realidad nunca supimos, y son en realidad códigos que debemos de descubrir a costa de acciones de otros.
¿Cuánto tiempo tardamos en averiguar esta contraseña?
La verdad no estoy segura.
Es más, ni siquiera estaba enterada de que estaba buscándola.
Pero así pasó, la encontré y en mi cabeza se desbloqueó toda la información que venía ocultando en mi inconsciente, y todo pasó en tan solo unos minutos.
Fue tan simple como ver a mi amiga de la infancia, a la chica con la cual crecí y jugue a las muñecas ser besada por un chico que ni siquiera conocía.
Y paso, mi cuerpo se tensó, asentí un fuego en mi pecho y poco a poco la ira se apropio de mi.
Celos.
Eso estaba sintiendo, y no los típicos celos de una amiga posesiva, oh no.
Mi celular sonó, era Sara.
Atendí.
*Ey, amiga ¿que paso? No me asustes*
-Sa…yo….yo-comencé a sosar.
*ey, ey respira, va a estar todo bien, inhala, exhala, inhala, exhala…*
-Sara, creo que estoy enamorada de Daniela- escupí interrumpiendo a mi amiga.
Silencio.
Esperé que mi mejor amiga respondiera, sabiendo que el silencio se debía al impacto de mis palabras y no a un tema de prejuicios o odio.
*voy para allá, ¿tenes helado?*
-No
*Okay, hace una cosa andaba lavarte la cara que yo en 10 o 15 minutos llego, si? Y llevo helado de chocolate*
-Okey…
*No es la muerte de nadie, respira, te amo*
-Yo más.
Corte la llamada y apoya el celular en el suelo. Abracé mis piernas y seguí llorando de manera exagerada.
No había nadie en casa así que nadie me molestaría y no tendría que inventar una tonta excusa para evitar contar la verdadera razón por la cual estaba llorando, en realidad.
No tendría por qué decirle a mí es triste conservadora madre que estaba enamorada de la hija de su mejor amiga y que me dolía saber que lo más probable era que mis sentimientos nunca serían correspondidos.
O a mi hermana pequeña qué des de hace más de un mes me vengo sintiendo diferente Y qué tiene razón cuando me dice que me siente rara.
No tendría por qué explicarles a mi padre, que ya no me sentía cómoda con lo que alguna vez creí que sabía de mí y que cada día estaba cuestionando más mi existencia o hablarle sobre la noche en la cual mi mundo se dio vuelta luego de besar una chica por equivocacion en una fiesta y que de hecho no estaba arrepentida de haberlo hecho.
LLevé mi mano en mi pecho buscando el collar que hasta hace unos meses estaba colgando de mi cuello y ahora probablemente esté en alguna parte de la costa este, en manos de la piba que puso mi vida patas para arriba con un solo beso.
Chica que no había dejado de llamarme desde ese momento al menos una vez al día luego de que no le haya respondido los mensajes.
Tantas cosas habían cambiado En tan poco tiempo. necesitaba un respiro, una pausa para asimilar todo.
Pero lamentablemente en la vida real no había un tiempo fuera.
Mi cabeza ya había hecho clik, y ahora no había vuelta atrás. Ahora solo queda afrontar la situación y seguir para adelante.
^^^ Un año depues ...^^^
-Lia, ¿estás ahí?
La primera vez que probé el alcohol fue a los 16 años.
No era mucho de mi agrado, pero con los años le fui agarrando el gustito. Me gustaba mucho las bebidas dulces, era fan del vodka con jugo de manzana verde y también del fernet, aunque este no fuera dulce en realidad.
Lo que no había adquirido con el tiempo era resistencia al alcohol-o dignidad - así que normalmente luego de tres o cuatro vasos mi cuerpo y mi mente se relajaban, dando paso a una Cecilia totalmente despreocupada y osada.
Lo que normalmente me provocaba terminar haciendo cosas de las cuales después me terminaba repitiendo
Escuche su voz y sentí que todo el alcohol se evaporó de mí cuerpo por un segundo.
- Emm, hola, si disculpa.
está bien quizás despreocupada y osada no serían las palabras adecuadas, más bien sería estúpida.
-Me asustaste boluda, que paso, todo bien?
-Si, to-todo bien, vo-vos?
No podría decir si fue el hecho de que no dejaban de pasar canciones de amor, o que las chicas no paraban de contarme sobre sus ex novios o liges, pero si puedo decir que basto con un segundo, uno solo para que mi cabeza rápidamente viajará a Daniela, ese había sido el detonante y sin pensarlo mucho decidi que llamarla a las 4 de la mañana en estado de ebriedad sería una buena idea.
-Todo perfecto por aca jajajja estas tomada o me parece a mí?
Caminé dos pasos alejándome de la entrada del del bar y luego me giré en dirección a la puerta, vía Sara que me había seguido y me miraba con cara de "qué carajo estás haciendo"
Mi querida amiga, yo tampoco sé que estoy haciendo.
Me giré nuevamente y seguí caminando ignorando sus señas de que cortara la llamada.
-Si, tomé un par de vasos no demasiado.
-Ya me parecía, nena deberías moderarte un poco mas con el alcohol Entonces.....
-Tranquila, esta todo bajo control.
-Eso espero, pero bueno, a que se debe tu repentino llamado
me reí nervios
- Dani yo....
El vómito verbal comenzaba a subir por mi garganta y senti que esa noche iba a terminar con toda la incertidumbre del "qué sucedería si...." ya que, ¿Cómo superas algo que jamás existió? No podía llorar por un dolor no causado, por una historia que nunca comenzó.
Debía de hacer algo al respecto....
-Dani, donde andas, es tu turno.
Por un momento quise creer que tenia el valor sufriente de realizar un acto de osadía y así quizás, dar el primer paso hacia una verdadera historia por la cual reír o llorar... sin embargo, la voz que dijo su bello nombre, ese que tantas noches se me escapaba entre sueños, la estaba llamando y recordé quien era yo y cual era mi lugar en su vida.
- ya voy Juan, es cecilia- le dijo la chica a la que amaba a su "chico", que de seguro en estos momentos estaría abrazándola por la cintura, sintiendo ese perfume cítrico que tanto me encantaba.
Y cómo surgió el acto de valentía, de la misma forma se desvaneció cuando la realidad chocó contra mi.
<
-emm ho-hola, di-disculpa, seguro estas ocupada, hablamos mañana, buenas noches.
-Espera, lia..*
Rápidamente corté sintiéndome la persona más estúpida de la existencia por haber creado un universo de una luz que iluminada a la misma nada.
¿Qué estaba pensado? Enserio se me pasó por un segundo por la cabeza la idea de declararme a Daniela? Y luego que?
La reina de las boludas, yo.
El celular volvio a sonar, era ella.
Pero no respondí. apagué el celular imaginan dirección al bar, Sara seguían en la puerta y me preguntó qué había pasado.
no le respondí y fui directamente al baño producto de vómito verdadero.
Esa noche aprendí varias cosas, y una se ellas fue que no importaba cuanto tratara de aceptarme, y fingir ser valiente, simpre iba a tener miedo al que diran, al rechazo.
Luego de vomitar un par de minutos,acompañada de Sara gracias a Dios, lave mi cara y fuimos a buscar a Leticia a la barra. Pagamos la cuenta y volvimos a casa de Leticia en remis.
A llegar me fui a pegar un baño con el alma echa trizas y con ganas que la tierra me hicieron desaparecer del universo mientras sara y Leticia buscaban las mantas extras y acomoda a la habitación para dormir.
Sali de la ducha y fui directo al espejo para peinarme. Mis ojos castaños estaban hinchados y mis mejillas coloradas, no podia dar mas pena. Lieteralmente un cachorrito mojado.
Cuando salí del baño me encontré a Sara con el celular acostada en el piso, apenas me vio me señaló a Leticia que ya dormida en su cama y aprovechó para preguntarme que había pasado en el bar y por qué había salido de la nada. Mientras me cambiaba le conté la pequeña crisis que había tenido y la llamada a Daniela.
-Tenes que decirle, no seas tan miedosa.
-Queres hablar mas bajo, vas a despertar a Leticia-lance una almohada a sara que estaba acomodando un colchon en medio del cuarto.
-Que se va a despertar esta, si duerme como un tronco, No me cambies de tema.
-ay, que te haces la "yo se todo", ni novio tuviste y me queres aconsejar.
-Eso no quita que no pueda ver la realidad y darme cuenta que te estás ahogando en un vaso de agua, nena
Quizas Sara estaba en lo correcto y solo exageraba de forma catastrófica los posibles finales que podría tener mi declaración de amor a mi amiga de la infancia, no obstante la sensación de que el corazon podría salirse de mi pecho cada vez que veia a Daniela seguia ahi y era muy difícil ignorarla.
Termine de arropar a Leticia y procedí a acostarme junto a Sera. Ella me abrazo por la espalda y me dio un besito en el hombro.
-Sabes que simpre voy a estar para vos verdad?
-Lose.
Luego de un rato porfin nos dormimos, sabiendo de todas formas que en un par de hora deberíamos despertarnos para acompañar a Leticia a la iglesia.
Si....es complicado, ya que como podrán adivinar pasar 4 horas escuchando a alguien diciendo que soy una pecadora y me voy a ir al infierno no es de mis actividades favoritas. Sin embargo, amaba a Leticia lo suficiente para pasar por eso con ella, que aunque si era creyente tampoco era fan de ese tipo de lugares y estaba obligada a ir por sus padres super religiosos.
Una paja total.
Igual, tampoco crean que odio a iglesia, de echo soy una persona muy creyente, solo que de una manera un poco diferente a lo esperado.
-Lia...la pulsera-me dijo tímida Sara mientras nos peinamos frente al espejo.
-ah, Gracias-le respondí medio adormilada.
Observé la pulcera de los 7 colores tan distintiva entre la comunidad gay, pulcera que tenia un gran significado para mi ya que habia sido sara la que me la había regalado luego de destaparme con ella.
Me había ocultado unos 19 años, ¿que hacían un par de horas a la semana?
Quite la pulcera y la guarde en mi bolsillo.
Igual, con pulcera o no, estaba más cerca del infierno que del cielo por el simple hecho de amar a la persona equivocada, o más específicamente, al genero equivocado, y eso era algo que jamas entenderia de la gente religosa; hay gente que mata y viola personas y yo estoy mal por amar a una mujer? Me parece una mierda tu libro.
-chicas, bajen a desayunar!-gritó la mamá de lety
-Ya bajamos, ma-le respondió mi amiga-, chicas, yo ya bajo, tengo que terminar de plancharme el pelo, ustedes vayan yendo.
-Okey, muero de hambre- comentó sara terminando de ponerse la última hebilla-, la ultima es provida!
-Sara, espérame !!-grite mientras terminaba de acomodarme el collar.
-Lia, podes ir a despertar a mi hermana, mi vieja la va a matar.
-Dale, no tardes que me como todo los panqueques sino, eh.
Salí del cuarto de mi amiga y caminé hasta la otra punta del pasillo. La casa de Lety era bastante grande ya que tenía 4 hermanos; una hermana mayor, Mara. Uno menor por dos años, Joaquín, y dos gemelos, Lucía y Lucas, de un año. A pesar de lo grande de la familia sus padres nos querían a Maia y a mi como dos hijas más. Y yo sentía a los hermanos de Lety como mis hermanos.
Tan así era la cosa que estaba acostumbrada a entrar sin siquiera tocar la puerta.
Grandísimo error.
-Mara, levántate paja, dale que te toca cebar el ma…
Me quedé a mitad de la frase al descubrir a la chica de cabello negro por el hombro, en ropa interior frente al espejo de la pared.
Y no, no fue el hecho de que estuviese en paños menores lo me movió el piso, tampoco que tuviese una piel de un color durazno bellísimo, o que cuando se volteo sus hermosísimos ojos rasgados en lugar de sorprenderse, me miraron de una forma desafiante, no fue nada de eso, el porqué de que me quedara sin habla.
Sino que esa chica obviamente no era Mara.
- Te ayudo en algo?-dijo con un tono entre molesto y ....desafiante? Mientras se pasaba una remera blanca por los hombros- a enseñarte a golpear antes de entrar, quizás?
-emm, y-yo
-Lia! ¿Dónde estaba? Te estuve buscando por toda la casa boluda, necesito tu ayuda en algo,veni.
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