El Zorro Steampunk
La revolución
Muchos años han pasado, desde que el Zorro se hizo conocido en toda América.
Nos encontramos en el auge de la revolución industrial.
En una oficina, en el centro de los angeles.
Ana
Creo que nuestros maestros tenían razon.
Ana
¿No recuerdas? siempre nos dijeron que la única opcion del abogado era ser un burócrata estatal.
Camilo
Presentamos el examen para burocrata, tras graduarnos, y lo perdimos.
Ana
Y ahora estamos en una oficina, que solo genera perdidas.
De repente entró un joven a la oficicina.
Luis
Aquí está su periódico.
Luis le entregó un periodico a Ana, y salió de la oficina.
Ana
¿Te acuerdas de Diego?
Camilo
¿El que siempre rogaba que los trabajos fueran en grupo, porque reprobaba si eran individuales?
Ana
El mismo, ahora es candidato a la alcaldía.
Camilo
Si gana, terminaría mejor que nosotros.
Ana
Más que eso, su propuesta es revolucionaria.
Ana
Según Diego, con las nuevas máquinas de vapor, solo se requeriría unas cuantas horas de trabajo forzado, al día, para obtener todo lo que necesitamos.
Camilo
¿Quién decidiría cuantas horas? ¿Y el trabajo que le correspondería a cada quién?
Camilo
Seguramente, las respuestas a esas preguntas se las guardaría para él.
Camilo
¿Quién confiaría en un disparate como ese?
Ana
No todos tienen nuestra educación, supongo que muchos campesinos le creen.
Camilo
Quisiera ver como funciona una estupidez como esa.
Ana
Los demás candidatos son solamente continuistas, no proponen nada nuevo.
Llegó el día de las elecciones, debido a que Diego era el único candidato que proponía un cambio, terminó ganando con un amplio margen.
Diego se subió al estrado de la plaza principal y empezó:
Diego
Quiero agradecerles, que hayan depositado su confianza en mi.
Diego
Les aseguro que no los decepcionaré.
Diego montó varias fábricas, con las nuevas máquinas de vapor, y decretó los días que debían trabajar todos allí.
Los campesinos conseraron que había llegado la justicia, ya que ahora todos trabajarían.
El Zorro
Unos meses después, en una fábrica.
Camilo
Doctorado en leyes para barrer una fábrica.
Ana
Antes teníamos una oficina sin clientes.
Camilo
¿Qué opinas de la comida?
Ana
¿La harina que nos dan para mojar con agua?
Ana
Creo que debe ser harina de ropa vieja.
Camilo
¿Qué hay de la ropa?
Ana
Ahora todos llevamos el mismo trapo, claro excepto Diego y su esposa, que llevan ropa importada.
Camilo
Parece que ya vivimos en una tiranía como las de la leyenda del Zorro, o peor.
Ana
Exacto, además de que ya no existen los héroes.
Camilo
Los héroes pueden ser fabricados.
Ana
Espero que no estés pensando en alguna tontería ¿Te olvidas de los manifestantes que fueron pisoteados por la caballería de Diego?
Camilo
Como olvidarlo, mi primo fue uno de los pisoteados.
"TIN TIN TIN" sonó la campana que indicaba que todos debían ir a la plaza principal, para recibir ordenes.
Camilo y ana Guardaron las escobas en un armario y salieron de la fábrica.
Ana se desmayó al ver una araña mecánica gigante en la calle.
Mientras Camilo recogía a Ana, unos transeúntes le explicaron que la araña era la nueva arma de Diego.
Camilo
Te desmayaste al ver la nueva arma de Diego.
Ana
¿La araña es real? Creí que era un mal sueño.
Había llegado la hora de comer, Camilo y Ana se separaron, y cada uno partió a su casa.
Camilo puso un poco de la harina, que parecía de ropa vieja en un plato, le añadió un poco de agua, empezó a comer.
Despues de comer, se puso a leer sus novelas de el Zorro.
Camilo
Necesitamos un nuevo Zorro.
Camilo se puso tisa blanca en la cara, y carbon alrededor de los ojos.
Luego se puso un traje negro, y se paró frente al espejo.
Preparativos
Camilo esperó a las doce de la noche, la hora en la que todos estaban durmiendo, para dirigirse al establo de la caballería de Diego.
Allí no se sorprendió al ver que el guardia estaba durmiendo.
Rapidamente, Camilo pasó con cuidado por el lado del guardia, y se subió en uno de los caballos.
Inesperadamente, el caballo relincho.
Camilo hundió sus espuelas en el caballo, el cual salió disparado, derribando al guardia
Camilo guardó el caballo en una cueva, que había cerca de su casa, y luego se acostó a dormir.
Al día siguiente, despues de comer un poco de la harina que parecía de ropa vieja con agua, Camilo se dirigió a la fábrica.
Ana
Alguien se robo un caballo de la caballería de Diego.
Ana
Es posible que sea para una rebelión.
Camilo
¿Te emociona que vuelvas a una oficina sin clientes?
Ana
La harina que parece de ropa vieja me está enfemando.
Ana
Además, extraño escoger mi ropa.
Camilo
Espero que alguien haga algo.
Después de terminar sus deberes, Camilo volvió a casa, y comió de nuevo la harina.
A la media noche, se maquilló de nuevo, se dirigió a la armería y tomó un sable. Luego salió de allí.
Guardia
¿Adónde crees que vas?
Camilo y el guardia se enfrentan, sus sables brillando en la penumbra. La niebla comienza a rodearlos, aumentando la tensión en la escena.
Camilo realiza un salto mortal, su sable brillando bajo la luz de la luna mientras describe un arco en el aire. El guardia mantiene una postura firme y defensiva, su sable listo para interceptar el ataque.
La niebla se cierra alrededor de ellos, haciendo que sus movimientos sean aún más impredecibles. Camilo aterriza con gracia y lanza un ataque rápido y preciso, pero el guardia lo bloquea con habilidad.
La pelea continúa, con ambos combatientes demostrando su habilidad y destreza con el sable. La niebla y la oscuridad aumentan la intensidad de la escena, haciendo que cada movimiento sea crucial.
Poco a poco, Camilo se hacercó a su caballo y salió disparado.
Guardia
¡NO HUYAS COBARDE!
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