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La danza de la mariposa
Nació en silencio, bajo hoja callada,
un sueño envuelto en hilos de cristal,
pequeño milagro en forma alada,
esperando al sol para comenzar.
De oruga humilde, paso tras paso,
se arrastró por senderos de verdor,
con hambre de mundo, con lento abrazo,
tejiendo el cambio con hilo y amor.
Y el tiempo, artesano de maravillas,
hiló en su pecho alas de papel,
colores que encienden las semillas
y llevan mensajes desde el laurel.
Ahora baila, ligera, en la mañana,
con cada flor como un breve festín,
y al viento regala su voz temprana,
susurra al alma: vivir es así.
Breve su vida, más plena y pura,
no mide el tiempo, solo el volar,
de flor en flor, su ruta es segura,
pues sabe que el gozo es no regresar.
Mariposa, pincel del cielo errante,
poema que el viento escribió al azar,
tu vida fugaz, brillante y vibrante,
nos recuerda siempre: es bello soñar.