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La Marca Del Destino

I

El un imperio en algún lugar cuyo emperador había fallecido al poco tiempo de llegar al poder y que debido a eso no tenia ningún heredero así como algún familiar que lo sustituyera por lo que antes de fallecer se anunció un edicto imperial, que prácticamente decía que el más fuerte sería el próximo emperador… bueno, cerca de ahí mismo vive un rey temible el cual era el maestro de un grupo de soldados practicante de las artes marciales y demás cuyo nombre es “Dragón”, estos son vecinos de otro reino el cual era encargado de un grupo con las mismas habilidades que el anterior el cual era llamado “Fénix” y también enemigos ya que ambos quería ser el nuevo emperador, este seria el que lograra conquistar y tener en su poder las tres provincias

Estos dos reinos reclutan cada cierto tiempo a las personas más convenientes para su beneficio sea del mismo pueblo o de otros lugares, en estos lugares por una profecía desde la muerte del emperador a todo niño que tuviera la “marca” seria asesinado esta profecía contenía, la muerte de el emperador, y la derrota de ambos reinados por las marcas, ellos querían ser el nuevo emperador y para ello ocupaban dominar las tres provincias pero no era el hacer una guerra para tener esas tierras si no que ellos solo necesitaban su más preciado tesoros, al tener los tesoros de los dos reinos podrían poseer el imperio, estos no comprendían exactamente de lo que hablaba ya que nunca escucharon la profecía completa pero desde la muerte del emperador mandaron matar a todas las personas con una marca. En ese año era el año se decía que nacería los elegidos, así que asesinaron a todos los niños nacidos ese año que tenían las marcas, no encontraron todas las marcas solo encontraron tres de las seis existentes así que decidieron dejar ya que pensaron que la profesa fue equivocada, y estos niños solo eran elegidos uno por marca cada 100 años y otros cada 500 años.

Una ves que fueron asesinados todos los niños un anciano les dio a ambos reinos una maldición, “ellos ya no asesinarían a estos niños, siempre y cuando no se encontraran las seis marcas juntas, eso fue lo que dijeron pero sin comprender el significado de la profecía asesinaron a niños inocentes así que para ser castigados recibirán cada uno una maldición según su crimen y corazón” dijo el anciano a cada reino así se cumpliría la profecía y pagarían sus crímenes, fue así como cada rey recibió una maldición distinta. El rey de la provincia del norte tenia 5 concubinas y aun no escogía una esposa, esta seria la primera en dar a luz un hijo barrón. En cambio el rey de la provincia de este solo tenia a su esposa la cual estaba a punto de tener un bebé.

Esta maldición para el rey del norte trato de que sus concubinas serian estériles por algunos años aun así solo una lo seria por unos pocos meses para poder cumplir la profecía pero el primer hijo que tuvieran tendría la ”marca de su fin”, en cambio para el rey del este la maldición caería en su esposa he hijo.

No le tomaron mucha importancia y continuaron con su vida cotidiana, en eso pasaron los meses y era tiempo del nacimiento del hijo del rey dueño del grupo “Fénix”, en ese día el rey salió por un asunto grave y no volvería asta el día siguiente, pero un traidor aprovecho esto y fue por la vida de la esposa y el hijo del rey, pero solo pudo robar la vida de la mujer ya que llegaron unos guardias en cambio al hijo lo robo y abandono en una casa del pueblo del sur la cual lo acogió.

En el reino “Dragón” en un par de meses del nacimiento del hijo del otro reinado, la primera concubina Han Naomi quedo embarazada. Paso el tiempo y llegó la hora del parto, la partera era amiga de la mujer, el padre estaba en otro lugar ese día pero dejo indicaciones, las cuales eran asesinar al bebé si este tenia alguna marca o el mismo lo aria, una vez que dio a luz revisaron a la criatura era una niña, una muy hermosa, cuando la mujer que la recibió la levantó para verla mejor, la madre noto algo en la espaldas de la pequeña, al ver algo extraño le preguntó a la mujer:

—Eso en su espalda - dijo con voz débil- ¿es una marca de nacimiento?

—Si es una – dijo sorprendida y asustada para luego agregar- pero su forma no es buena Naomi.

—¿Que forma tiene Yue?- pregunto con voz débil y temblorosa- dímelo.

Dudo en si contestar o no pero después de un momento dijo

—Es… es la forma…- estaba diciendo con voz temblorosa y en pausas cuando por fin se decidió a terminar la frase, bajo la mirada al suelo y con un hilo de voz continuó- tiene la forma de un fénix.

La madre quedo aturdida por esas palabras, pues significaba que ella era una de las elegidas y también la marca de la maldición que recibió su esposo, cuando volvió en si dijo con desesperación.

—No… ¡¡no puede ser!! Esta es la marca de la maldición, -la madre con los ojos llorosos siguió hablando con voz temblorosa- ¿¡por qué tenia que tener una marca así!?, mi niña no… ¡¡mi niña no!!, por favor no la asesines, no lo hagas, ¡¡te lo suplico!!.

—No, no lo puedo hacer -contesto al instante- hay que pensar en algo para salvarla, cuando llegue tu esposo la matara.

Ambas mujeres empezaron a pensar cuando la madre de la pequeña dijo

—Aquí nadie la puede recibir, pues si mi marido se llega a enterar de que es su hija la asesinara junto con la familia que la acoja, nadie querrá arriesgarse a morir y yo no quiero verla morir -con un suspiro continuó hablando- solo hay un lugar donde la aceptaran.

—¿Dónde? -pregunto la mujer con esperanza- decirme dónde pueden aceptarla yo la llevare.

—En la provincia del este,-contestó con lágrimas en sus ojos- solo hay tiene posibilidades de vivir.

—Pero es muy arriesgado -dijo con preocupación- ¿por qué no mejor en el pueblo del sur?

—Recuerda que los guardias de mi esposo reclutan gente en ese pueblo si la encuentras la asesinara por la orden que dio ya que tiene mucho parecido a nosotros, se que es un riesgo llevarla pero vale la pena, la dejare en el orfanato para que pueda encontrar una familia y sea feliz- se limpia las lágrimas- aunque se me parta el corazón dejarla es lo mejor.

—Esta bien pero yo la llevare, tu descansa después de todo acabas de dar a luz y estas débil, -dijo tomándola niña en brazos- la vestirse y me iré, pero ¿qué le diremos a tu esposo?

—Que nació muerta he hicimos el funeral rápido ya que se me partía el corazón al verla y la enteramos después de todo no regresara hasta en una semana -suspiro y retomo la palabra- antes de que te la lleves me la traes quiero cargarla y despedirme, también te daré una carta para que la pongas junto con ella.

—Esta bien, regreso en seguida.

La mujer se fue a otro cuarto a preparar a la niña y a buscar una canasta al igual que buscar un abrigo para ella después de un rato regreso.

—Aquí esta, es una niña tranquila, y se parece mucho a ti, no estabas equivocada es como si fueras tu misma -dijo la mujer con voz suave.

Ella entrego a la niña con su madre la cual la cargo sin dejar de observarla y derramando lagrimas después de un momento seco sus lágrimas para después decir.

—Eres muy bonita mi niña, no quiero que te vallas pero es lo mejor para ti -dijo tomándola con firmeza- nunca te olvidare mi pequeña.

—¿Qué pusiste en la carta?-pregunto interrumpiendo la mujer.

—Solo puse como quería que se llamara aunque no puedo poner su apellido solo puse un nombre que deseaba ponerle, su nacimiento y unas palabras para cuando crezca -dijo observando a la niña y arrullándola.

—¿Cómo le pusisteis?-preguntó.

—Mei - contesto al instante- porque ella será la niña mas bella para mi, muy bien… adiós mi niña cuídate, llévatela Yue antes de que alguien te vea, vallan con cuidado.

—No te preocupes mi señora… yo la protegeré del camino, asta luego, descansa, volveré lo antes posible…

—Adiós mi niña que seas feliz-dijo con una voz susurrante y cayo dormida.

Yue se puso en camino a la provincia del este para dejar a la pequeña Mei en el orfanato, caminaba lo mas rápido posible para alcanzar a llegar en el cambio de guardia. Esta señora era la esposa de uno de los que investigaban los horarios de la otro familia para saber mas sobre ellos, estaba apresurada para lograr salir y entrar sin que la notaran y así no tener problemas, al igual que poder entregarla sana y salva.

Duro un aproximado de tres horas en el camino y por fortuna no fue detectada, dejo la niña en frente del orfanato, se despidió y toco el timbre para luego esconderse y escapar pero no sin antes ver la relación de la persona que saldría o si la aceptarían o no. Después de unos segundos salió una mujer, parecía una de los subordinados de ese establecimiento, la mujer recogió a la niña y le llevo al interior, la señora Yue una vez que vio lo sucedido regreso a su casa pasando con la señora Naomi para decirle lo sucedido, una vez que llego a la casa le contó que si recibieron a la niña, solo quedaba esperar que la dejaran vivir.

En el orfanato, una vez que paso la mujer y llevo a la niña con el encargado del lugar estos la revisaron y notaron la marca en su espalda, entre ellos se acordó que esto quedaría en secreto ya que si alguien con un basto conocimiento supiera de ella habrían grandes problemas y sin más la llevaron a una habitación para dejarla dormir.

Pasaron los años Mei ya tenia tres años de edad, fue una vida tranquila y hasta entonces nadie a parte de las personas que la recibieron sabían de la marca, esta niña tenia un tipo de asistente para ella sola nadie a parte de ella podía atenderla, así nadie podría saber de la marca.

Durante sus primeros tres años la niña descubrió algo que se manifestó a su primer año ella tenia poderes, nadie lo sabia, pues ella lo había guardado en secreto, ya que ella tenia las memorias desde que estaba en el vientre de su madre, pocos meses antes de nacer, recordaba todo desde entonces con claridad y ella en secreto se escapaba para practicar con sus poderes, los cuales era el poder de curación y poder saber que pasaría en el futuro entes de este o bien ver los recuerdos de las personas con solo un toque, al igual que gracias a ello todas sus habilidades eran lo doble o asta lo triple de buenas, por ejemplo su fuerza ella era tres veces mas fuerte que un niño de su edad y tenía sus sentidos mucho más desarrollados que cualquier persona, además tenia otros poderes que aun no descubría según un libro que encontró escondido en lo profundo de la biblioteca, estaba en el último rincón hasta el fondo lleno de polvo y telarañas ¿por qué no leerlo en el momento? Y así fue como lo hizo quedándoselo después de todo nadie notaria la pérdida.

II

Los días pasaron y con ellos los años cada año que pasaba ella aumentaba sus habilidades he iba controlándolas para que nadie las descubriera, así siguió hasta que cumplió la edad de cinco años y por fin se libro de su asistente, teniendo así un poco mas de libertad aunque seguía siendo vigilada, en el orfanato le enseñaban lo que necesitaba saber, no podía salir pero igual se escapaba para practicar, no era como que fuera muy buena siguiendo las reglas a decir verdad. En este lugar también les enseñaban las artes marciales a los ocho años pero solo a los hombres, a las mujeres no se les permitía aun así ella desde los seis años los observaba y en sus escapadas practicaba haciéndolo de a poco un habido de casi todos los días, debido a esto cada vez iba siendo más buena en ello, la práctica hace al maestro después de todo, y así siguió asta que cumplió 15 años ya que había mejorado mucho en sus practicas y poderes redujo sus días de entrenamiento, pero para su desgracia o quizás fortuna un mes después de cumplir los 15 años el rey Wing mandaría gente a reclutar personas, tanto hombres para ser caballeros como mujeres para ser sirvientas.

En el reclutamiento solo pasaban los hombres mas fuertes y con mas habilidades, y las mujeres entraban con solo ser hermosas y que supieran hacer los quehaceres, aquí se podía entrar a la edad de 14 años pero en algunos casos algunos hombres entraban antes, las mujeres entraban a los 14 como sirvientas. En la historia de ambos reinos tanto como del imperio nunca hubo una mujer practicante de artes marciales y según ellos solo servirían para servirles ¿podrían estar más equivocados? Imposible…

Antes de que llegara ese día todas las mujeres intentaban verse lo mejor que podían para ser escogidas… o bueno a acepción de una chica, todas las chichas lo hacían ya que según ellas era un honor el servir en el palacio, por lo general en este orfanato nunca adoptaban a los niños, solo los reclutaban, todos tenían un alboroto para arreglar lo necesario así como para mejorar, la única que no se unía a esto era Mei ella seguía con sus rutinas o vida cotidiana y debido a eso sin darse cuenta llego el día tan esperado casi por todos las mujeres mayores de 14 años, se tenían que vestir formalmente, pero a Mei no le interesaba eso aunque al final la obligaron y tuvo que hacerlo, ella se vistió lo mas simple posible no tenia ningún interés en entrar como una sirvienta del palacio. Pues desde que llego todas la despreciaban por ser la mas hermosa del lugar y había rumores de cuando desaparecía, un día cuando tenia 10 años una chica que le tenia coraje ya que también era la única que tenia una habitación para ella sola, entro en su pieza para espiarla, entonces vio a Mei salir del baño con solo una toalla y el pelo recibido en un moño, esta chica alcanzó a ver algo en su espalda pero antes de ver completamente lo que era Mei se acercó a la chica y la corrió, esta se sorprendió de que la encontrara y salió corriendo, después de eso hubo rumores de “la chica del tatuaje”, “la niña misteriosa”.

Cuando llegaron las personas encargadas de reclutar a los jóvenes Mei intento escaparse pero el encargado la detuvo con la escusa de que si no asistía podría ser castigada, entonces refunfuñando tomo asiento en una esquina aunque no le importaba el castigo no podía arruinar lo que su madre había preparado para ella.

El encargado fue mencionando una por una a todas las mujeres para que las calificaran y fueran escogiendo, Mei era la ultima así que fue a ver la competencia de los chicos, sin saber el porque ella sentía una gran emoción de ver ese espectáculo y le gustaba practicarlos combates aunque nunca ha podido competir con otra persona.

Pasaron los minutos y Mei fue llamada y esta se presento al llegar el cargado del orfanato hablo

—Esta es nuestra ultima chica, ella es Mei -dijo orgulloso ya que sabia que ella tenia que ser escogida- ella tiene la edad de 15 años, es muy tranquila y casi no da problemas también por lo que ven es muy simple.

—Por lo visto dejaste lo mejor para el final -dijo el hombre analizándola- es perfecta cumple con los requisitos según el informe que nos ha entregado, solo por el detalle de su vestimenta, aun así la tomaremos no creo que sea de importancia también estas otras 10 chicas nos llevaremos.

—Esta bien -dijo en encargado del orfanato y se dirigió hacia la chica- ven conmigo tenemos que hablar.

Ella lo siguió molesta por que la trataran como un producto, como si fuera ganado que podían vender cuando se les antojaba pero ¿qué podía hacer o decir? No podía precipitarse así que sin decir una sola palabra camino atrás de el y una vez que llegaron a donde debían el hombre hablo:

—Mei esta puede ser o no una oportunidad de que salgas, nada mas recuerda que no puedes dejar ver la marca en tu espalda,-suspira y sigue hablando- también he escuchado rumores de que tienes un tatuaje, ¿alguien ha visto la marca ya?

—Si, una envidiosa lo vio -contesto al instante sin dudar- pero no vio su forma ellos piensan que es solo un tatuaje, se dice que de bebé me lo hicieron para darme deshonra ya que es uno horrible, también dicen que una vez me escape para hacerlo.

—¿Cuándo sucedió esto?- preguntó el hombre

—Hace cinco años por una chica que entro en mi habitación- suspiro y continuó- pensó que lo había seducido para que me tratara de una forma especial a la de ellos y que así obtuve la habitación individual, ella solo entro para buscar información sobre este tema.

—Quien fue la chi…-fue interrumpido

—No importa quien fuese, a mi me da igual -se vio sus ropas y dijo- ahora si no es mucha molestia me iré ha alistarme.

—Antes de que te vallas, sabes bien porque tuviste ese trato ¿verdad? -le dijo sin expresión alguna.

—Lo se, fue para que no la descubrieran, ahora si adiós -dijo mientras se daba la vuelta- y gracias por todo.

Al decir la última palabra salió corriendo sin darle tiempo al hombre de pensar y contestar. Ella iba a su habitación ha recoger sus cosas y a cambiarse con unas ropas mas comodas, cuando llego busco un conjunto cómodo y se lo puso después hizo una mochila con sus cosas y se sentó en su cama a pensar, ella se preguntaba si el encargado le entregaría su carta, la carta que le escribió su madre, tenia muchas ganas de ver su contenido desde siempre, pero no se la podía pedir, pero hoy ella se iría el tendría que entregarla ¿no?, si no lo hacia ella se la pediría de todas formas se iría y quizás no volvería.

Después de unas horas fue llamada para irse, ella tomo su mochila y se dirigió al patio donde todas estarían, una vez ahí el señor encargado del lugar se acerco a Mei y le dijo:

—Toma, esto estaba en tu canasta cuando te encontramos, no la leímos no te preocupes, después de todo es para ti.

—Muchas gracias señor -dijo haciendo una reverencia- en verdad se lo agradezco.

—No es necesario después de todo te pertenece, ahora levanta tu cabeza, ya vienen por ti me tengo que ir no olvides se una buena chica y respetar a tu majestad.

Después de decir eso llegaron unos hombre junto con las demás chicas y uno de estos dijo:

—Hey niña por qué te has cambiado te veías mejor con tus otras ropas- este estaba mirándola de arriba abajo

En cambio ella lo ignoró y siguió la fila tomando el ultimo lugar de esta. Llegaron a donde los esperaban unas carretas y todas subieron, Mei en todo el camino observo el exterior contemplando el paisaje he ignorando a las demás chicas que hablaban a su lado aunque estuvieran murmurando sobre ella.

En un rato llegaron al reino del este entonces todas bajaron y las llevaron a una sala donde el rey las vería y les daría sus tareas, también en esta sala el rey diría si podían quedarse o no y servirle. Las que no eran escogidas serian asesinadas, casual lo de cada día ¿verdad? Y eso era que él no era tan despiadado.

En seguida llegaron todas formaron una fila horizontal frente a este hombre tan ”temible”, ella lo hizo poniéndose en una de las orillas donde le tocaría ser analizada asta el final. Pasaron cada una de las chicas las observo sin decir nada asta llegar a Mei a la cual le dijo:

—Tu muchacha ¿por qué te presentas vestida así frente a mi? ¿Qué no sabes como deberías vestirte? ¿No me respetas en lo más mínimo?

—La plebeya Mei lo saluda…- suspiro y dijo- le pido disculpas mi señor, pero esta humilde servidora se presento ante sus ojos de esta forma ya que pienso que no me es favorable otras ropas mas arregladas, aun así si he ofendido a su majestad recibiré el castigo que viene con ello.

Todos los presentes mostraban una expresión de sorpresa y preocupación de la forma en que hablo después de que término no el rey dijo

—Al parecer que te educaron algo -con una sonrisa en su rostro siguió hablando- esta bien lo permitiré solo porque me recordaste a alguien que era algo parecida a ti, bueno les daré el día libre para que se instalen les mandare sus deberes después, ya pueden retirarse.

Al decir esto todos hicieron una reverencia y escoltaron a las chicas a sus habitaciones según el orden que fueron reclutadas, cuando llegaron a la habitación de Mei esta entro, dejo sus cosas y salió a recorer el lugar sin un rumbo fijo. Ella iba recorriendo todo el lugar buscando escondites y posibles salidas o lugares que no fueran concurridos para poder practicar, en su recorrido encontró el palacio que estaba muy vigilado entonces se alejo para no ser vista, ella antes había escuchado que estaría dentro del terreno del palacio, así que prefirió no interferir en eso.

Termino de dar su paseo después de unas horas entonces regreso a su habitación, en cuanto entró al minuto llamaron a la puerta, eran unos subordinados que venían a entregar información de las tareas entre otras cosas, una de ellas era avisar que empezarían con un entrenamiento y depende de su progreso les darían otro tipos de tareas, cuando terminaron cerro la puerta, tomo asiento y se puso a pensar… “Por el momento solo seria el hacer la limpieza según esto, y si me esfuerzo ¿me cambiaran el trabajo? ¿Qué recompensa es esto?, aquí dice que el primer puesto que ocupare es un tipo de prueba esto es solo es hacer el aseó básico, en el siguiente seria lavar las ropas de los practicantes y soldados, en el segundo el planchado, en el tercero atender la cocina y comedor y en el último podrías servir dentro del palacio, también puedes pasarte algunos trabajos según tu esfuerzo ¡¡Patrañas!! ¡¡Todo es lo mismo solo cambia el trabajo!! ¿Y quién quería estar en el último trabajo? yo paso, me quedare en lo primero y ya no quiero servir como sirvienta así no podría hacer mi planta siguió hablando con ella misma y después de quejarse un rato fue hora de cenar, una de las chicas que llevaban más tiempo en el lugar fue a buscarla por ser el primer día según ella, en el camino al comedor de las sirvientas después de alimentar a sus señores seguidos de los soldador, ellas fueron charlando.

La joven era llamada Emi, era de la misma edad que Mei y ya estaba en el puesto del comedor, era una chica tímida y muy adorable, asta el punto de querer protegerla, le contó que ella había llegado ya hace un año y medio, fue reclutada del pueblo del sur y dejo a su familia, ella la extrañaba y quería escribirles pero no estaba permitido, y mucho menos dejaban salir a las asistentes, eso para Mei no era importante pues ¿a quién visitaría? No podía ir con sus padres, no era el momento pero aún así podía llegar a entender un poco como se sentía Emi.

Ellas siguieron hablando en el camino y una ves en el comedor cenaron al terminar se dirimieron a su dormitorio pero sin antes recibir un paquete con un uniforme, Mei se dirigió a su dormitorio a revisarlo una ves ahí lo abrió, al parecer era el uniforme el cual no era tan decorado y tenia un diseño cómodo, simple y elegante así que no se opuso y decidió aceptar ponérselo, entonces lo alisto y se fue a dormir.

III

Al día siguiente como tenían planeado empezarían muy temprano en la mañana, pero por fortuna a ella le asignaron un lugar muy cerca del palacio, y también del campo de entrenamiento así que estaba feliz de ver otro tipos de técnicas mientras trabajaba, pasaron los días y entonces se cumplió un mes desde su llegada, cada día haciendo diversos trabajos algunos que no estaban en la lista como la jardinería y alimentar a los animales pero nada extraordinario pasaba en el día hasta que como si fuese muy común un día por la tarde todo cambió.

Ella caminaba tranquilamente pues iba a cambiarme para ir a cenar cuando vio a unos chicos molestando a una joven, no le iba a dar importancia pues desde que había llegado solo una persona le hablaba, pero estos pensamientos se esfumaron al ver claramente quien era… no era ni más ni menos que la pequeña de Emi, no podía dejarla así y mucho menos porque la estaban acorralando entre cinco, sin pensarlo dos veces se dirigió a donde ellos estaban para defenderla, tenia la confianza más que suficiente en su fuerza y habilidades aunque nunca las allá comparado con otra persona, pero ¿qué no si tienes fe vencerás?, al llegar a donde estaban reunidos hablo…

—Les pido amablemente caballeros que dejen ir a mi compañera… -con voz calmada los observo sin miedo.

—No la dejaremos, tú no nos puedes obligar no eres mas que una sirvienta… -hizo una pausa para luego agregar- pero pensándolo bien tu también puedes unirte a la fiesta.

—En tus sueños mocoso -soltó enfadada, no era como que tuviera mucha paciencia en este tipo de cosas, los observo con un aura amenazante y luego agrego- les diré por última vvez tomen mi petición amablemente o sufran las consecuencias, déjenla en paz no quiero problemas pero no dudaré causar algunos.

—¿O si no que nos aras?- contesto un chico fornido- ¿nos arañaras? No son más que unas simples sirvientas ¡no son nada! ¡¡Ustedes solo saben servir!! ¡¡Atrápenla!!

—No me pongan un solo dedo encima o verán de que es capas una sirvienta - dijo con vos amenazante- pero pensándolo mejor no he tenido tiempo de practicar así que adelante.

—¡No pienses que saldrás tan fácil de esta, gata! -dijo uno y corrió a atraparla.

Entonces Mei hizo un par de movimientos imposibles de ver para el ojo humano, haciendo que el brazo del joven quedara roto, al ver esto los demás fueron a ayudar intentando golpearla pero ninguno tuvo suerte solo se llevaron heridas y fracturas, una ves que término se dirigió hacia Emi.

—¿Te encuentras bien?-le preguntó- ¿te hicieron algo?

—No… no me hicieron nada -contesto sorprendida- llegaste a tiempo, gracias, pero ¿cómo hiciste eso? .

—No tienes que agradecer para eso son las amigas -dijo mostrando una sonrisa y después la cambio por otra expresión- esto… pues no se como explicártelo, solo lo hice porque te quería proteger, no le digas a nadie ¿vale?

—Pero como… como lo hiciste -con voz cortada, estaba sorprendida y no era por menos, cinco practicantes habían sido derrotados por una frágil chica- ellos eran unos de los practicantes más fuertes, ¿cómo los vencisteis tan fácil?.

—Oh ¿esos son los mas fuertes? -dijo desilusionada, había pensado que serían mejores pero valla sorpresa- no lo parece, bueno aún así será mejor irnos antes de que nos vea alguien y nos metamos en problemas.

—Esta bien vamos y no le diré a nadie lo prometo.

Entonces se fueron de ese lugar y siguió la tarde su curso asta la hora de dormir, mientras los otros estaban aturdidos y no sabía lo que pasaba a su alrededor, al final fuera como fuese lograron regresar a sus dormitorios. Pero no todo será bueno, y mucho menos para ella pues al día siguiente Mei fue llamada por el rey pidiendo una asamblea al parecer era algo urgente, ella se dirigió de inmediato y por el camino escucho muchos rumores entre ellos que había cometido un delito y seria ejecutada, ella sin tomar importancia siguió su camino y al llegar la llevaron a donde estaba el rey, una ves frente a el hizo una reverencia y él hablo.

—Me informaron que ayer golpeasteis a un grupo de mis alumnos ¿es verdad?- dijo sin expresión alguna

—Si, es verdad su majestad -contesto con voz firme sin una pisca de duda o miedo.

—¿No tienes miedo de ser castigada por hacerlo?

—No mi señor -contesto sin expresión y continuó hablando- el día de ayer un grupo de practicantes estaba acosando a una chica yo solo quería ayudarla entonces ellos intentaron atacarme y yo solo me defendí, pero aun así si he cometido un error al ayudar a una compañera, aceptare mi castigo majestad.

—Es imposible que tu fueras capas de derrotar un grupo de mis alumnos sola siendo una sirvienta -soltó un suspiro y continuó- ya deja de encubrir a la persona culpable no podrá hacerte daño y si me lo dices no serás castigada.

—Su majestad, disculpe mi impertinencia pero si me cree o no es su decisión, en cambio yo solo estoy diciendo la verdad usted puede comprobarlo como quiera… que ¿acaso no esta siendo atendidos ahora unos de sus mejores estudiantes? – agrego con agrego con una amplia sonrisa- yo nunca encubriría a una persona eso seria traición y no podría soportarlo.

—Bien si dices que tu fuiste quien lo hizo no te molestara hacer una demostración de tus habilidades ¿verdad?

—Será un placer su majestad, are todo lo posible para cumplir lo que me ordene su majestad.

—En el atardecer tendrás un combate con mi estudiante número uno, si pierdes serás ejecutada -dijo mostrando una leve sonrisa- serás ejecutada en ese mismo instante.

—¿Y si gano? -dijo la joven manteniendo la mirada fija en su majestad- tendré una recompensa ¿no?

—Por supuesto -dijo sin vacilar- si es que ganas serás recompensada y demostraras que lo que dices es verdad, entonces puedes retirarte te removeré tus tareas hoy ve para alistarte también podrás usar el campo de entrenamiento, al haber dicho esto ahora pueden retirarse.

—Muy bien asta esta tarde mi señor -dijo con una sonrisa burlona- estaré esperando con ansias este gran honor.

Al decir esto se retiró a su habitación para vestirse, una ves que se vistió fue a ver a Emi, esta le dio una cálida bienvenida, esta chica le pregunto que si seria capas de ganar y Mei le contestó con mucha confianza que lo aria estuvieron hablaron un rato mientras Emi trabajaba Mei le ayudaba, después de un rato esta le dijo a la joven:

—Bueno Emi, me voy quiero aprovechar que tengo permitido practicar para hacerlo

—¿Puedo acompañarte? -dijo emocionada- gracias a ti tengo un rato libre ¿puedo ir contigo?

—Esta bien, vamos

Al pronunciar la última palabra ambas chicas fueron hacia el campo de entrenamiento pero un hombre las detuvo en la puerta, diciendo que ellas no podían entrar en ese terreno, a lo que Mei contesto con lo que había dicho el rey, y que tenia permitido el practicar ahí, al escuchar esto de la chica y también al recordar los rumores le permitió pasar, una ves dentro esta deambulo observando y pensando con que empanzar pero sus pensamientos fueron interrumpidos.

—¿Mei?, -dijo Emi- ¿con que vas a empezar?

—Mmmm, no se nunca antes había podido practicar en un lugar como este -la miro algo emocionada- creo que empezare por aquí haciendo un poco de todo.

Emi no dijo nada mas y en una grada a unos pocos metros de Mei tomo asiento y comenzó a observarla mientras ella practicaba, parecía como que era una experta, aunque al parecer hacia solo los ejercicios más simples, mientras la joven doncella la admiraba en silencio la otra practicaba sin poner mucha atención a esto, pues estaba perdida en sus pensamientos mientras practicaba, ella pensaba que no tenia que demostrar toda su fuerza ya que seria problemático así que daría solo lo necesario. Pasaron las horas y ya era hora de que se fueran al comedor, una vez que llegaron Mei le ayudo a la chica con sus tareas, siguieron pasando las horas y ya se allegaba el atardecer, la noticia de la competencia se había expandido por todo el lugar y todos irían a verla, la mayoría decían que la joven seria asesinada fuera en la competencia o después de esta.

Llego la hora y Mei junto con Emi se dirigían al lugar donde se llevaría a cabo la competencia, a su alrededor ya habían muchas personas reuniéndose, cando llego aun no llegaba el rey ni la persona a la que retaría, pasaron unos minutos y llegaron a los que esperaron y este dijo:

—Muy bien no te escapaste, espero un gran espectáculo

Claro que lo tendrá mi señor, en cambio yo solo espero que su mejor alumno sea tan bueno como dijo.

—Claro que lo es, yo solo soy maestro de los mejores -le dijo sonriente y llamo al chico- este es uno de mis mejores alumnos, el es Tadashi

—Es un gusto señorita, -le presento una reverencia- no se preocupe no le are daño.

—Bueno parece que esta bien, yo soy Mei, y no se preocupe por mi espero que me demuestre toda su fuerza.

—Pareces muy confiada -el joven observo a su alrededor y principalmente a su oponente así como también el rey observaba sus movimientos y así juzgar lo que hacía la joven.

—Espero que valga la pena -hablo el rey- la competencia será simple el primero en darle un golpe a su oponente gana.

—Valdrá la pena mi señor -dijo ella con confianza y se dirigió al chico- empecemos, puedes dar el primer golpe… claro que si puedes.

Este asintió y comenzó la pelea, ninguno de los dos era capas de tocar al otro, y al ver esto los demás empezaron a murmurar, al parecer ambos tenían la misma fuerza, Mei se empezaba a aburrir pero aun no quería terminar la batalla pues disfrutaba ver los rostros que ponían los espectadores.

Paso un largo rato y ninguno fue tocado por el otro, pero la chica no se daría por vencida así que se dirigió hacía el joven con seguridad y este intento atacarla pero ella lo esquivo y le dijo al oído un “me aburrí” antes de alejarse del joven que estaba quieto, con un gran grito se auto proclamo la ganadora, todos se quedaron sorprendidos, pues no entendían ya que no se veía ninguna marca que fuera de un golpe. Entonces ella dijo volvió a hablar

—Observen bien su cuello -fue acercándose a el- aquí vean, quizás no lo mate pero le puse un poco de tinta para demostrar mi triunfo.

Entonces uno de los subordinados se acerco a ver, y en efecto había una línea de tinta en su cuello, pero también agrego la chica al notar como la rabia comenzaba a dominar el cuerpo del que fue su oponente.

—No te preocupes, eres muy bueno, no es tu culpa ser inferior a mi… -se acerco y le susurro- yo tengo más práctica que tú, así que animo.

—¿Pero cómo paso? – dijo sorprendido- no sentí tu golpe y yo nunca pude tocarte…

—Ese es un secreto pero me debes una -le dijo casi en un susurro- ahora si, ya que fue un golpe con prueba demuestro que he dicho la verdad, y he ganado, la recompensa se la pueden dar a el yo no la necesito ya demostré lo que necesitaba y pude entrenar por un día.

—¿Cómo es posible? -pregunto el rey- al parecer no eres lo que aparentas, a pesar de que has hecho lo que ninguna se había atrevido a hacer antes, demostraste que puedes ser mejor que mis guerreros, así que ya que estas a la misma altura que él tendrás una recompensa, de partir de hoy serás una de mis alumnas.

—Es un gran honor su majestad pero -lo miro sin interés- ¿eso tiene acaso algo de beneficio para mi?

—Que niña tan… interesante, pero ya que eres buena lo pasare y claro que lo tiene, si eres una de mis alumnos tendrás trato especial uno mayor que los practicantes.

—¿Si acepto podre salir? -pregunto sin expresión alguna, eso era lo único que le interesaba realmente pero nunca lo admitiría- aceptare solo si puedo salir a donde yo desee si no es así puede hacerlo que quiera conmigo dado a que no lo aceptare.

—No entiendo el porque quieres salir pero no puedo perder esta oportunidad así que esta bien, tendrás permitido salir pero si llegar a traicionarme o te escapas, será tú fin.

—Excelente, muchas gracias su majestad y no se preocupe no me acapare, si quisiera ya lo hubiera hecho desde hace algún tiempo. -se dirigió al chico- buen combate, bueno me iré a mi habitación ya es tarde.

—Tienes razón ya es tarde -dijo el rey con una amplia sonrisa de satisfacción- esta noche empaca tus cosas serás trasferida a otra habitación.

—No es necesario estoy bien en la que tengo ahora, no quiero causar problemas -hizo una reverencia y la mantuvo hasta que el volvió a hablar.

—Levanta la cabeza, si eso es lo que quieres esta bien pero dejarás de hacer tus tareas y en la semana que entra empezaras a entrenar, así que tendrás el resto de la semana libre podrás pensar en eso

—Siendo así quisiera ir al pueblo del sur, se lo pido maestro concédame ese deseo de salir a explorar.

—Bien pero no te acerques a la provincia del norte, ¿entendido?

—¡Entendido su majestad!

—Pueden retirarse…

Después de despedirse todos se fueron a sus habitaciones, pero Mei fue a donde Emi para darle una propuesta, una vez que llego a la habitación la chica abrió y Mei le propuso hacer una carta para su familia que ye ella había mencionado el que quería comunicarlos y no podía, Mei podría entregarla por ella ya que no podría llevarla consigo, ella contenta aceptó de inmediato, decidieron que en la mañana vendría por ella, en esto fue en lo que quedaron y después de una corta charla se fueron a descansar.

Al día siguiente después de hacer una mochila con lo mas necesario fue a donde Emi por la carta y después a donde el jefe a informarle sobre su partida, este viaje seria solo de tres días así que nada más daría un paseo por los pueblos del este y del sur. Aun que ella viviera en el pueblo del este nunca pudo dar un paseo completo al igual que no podía salir de este. Toda su vida estuvo encerrada en el orfanato, es verdad que aunque en ocasiones se escapaba nunca pudo ir muy lejos o a donde habían personas así que deseaba poder explorar lo más que pudiera en esos tres días.

Ella planeaba que una vez que aprendiera más sobre las artes marciales en otra oportunidad iría a visitar a su madre ya que deseaba volverla a ver y saber si la a extrañado. Cuando llego con el rey este le recordó sobre lo que el día anterior le había dicho y le ofreció a un acompañante pero ella lo rechazo, entonces el le dio algo de dinero y le prohibió rechazarlo por lo que lo cogió refunfuñando y se marcho. El rey mostraba para sorpresa de todos una gran cantidad de paciencia y generosidad hacia la chica, aunque ella había hablado descortés a su alteza, había golpeado a sus guerreros y había una alta posibilidad de que fuera una espía o asesina, aún así le cumplía sus caprichos y la protegía, pues ya todos tenían prohibido dañarla.

En fin, le prestaron un caballo para su viaje, el camino que recorrió fue tranquilo y en unas cuantas horas llego a la provincia del sur siguiendo el mapa, dio un lento paseo por los alrededores en el caballo buscando un lugar para que descansara el animal y también la dirección de la familia de Emi. No tardo mucho pues en unos minutos encontró un grupo de mujeres lavando ropa y Mei se bajo del caballo para pedirles agua para su animal e indicaciones de la casa que buscaba. Ellas la saludaron y le dieron de beber al animar después de eso el caballo comió de la maleza que podía, mientras tanto Mei les pidió las indicaciones a las mujeres y ellas se las dieron también le dijeron que uno de los hermanos de Emi estaba muy enfermo, al saber eso ella les agradeció y se fue a donde le dijeron que quedaba la casa al llegar amarro al animal en un porte y toco a la puerta.

—Buen día señorita ¿le puedo ayudar en algo? -dijo una señora al verla en la puerta.

—Buenas, y si, quisiera saber si esta es la dirección de ¿Song Emi?

—¿Quién es usted? -pregunto la mujer preocupada- ¿cómo conoce a mi hija y cómo fue que encontró mi dirección?

—Mi nombre es Mei soy amiga y compañera de Emi-Chan -dijo con una sonrisa intentando calmarla – y sobre su dirección ella me la dio, pero al perecer me perdí así que pedí indicaciones.

—¿Usted es amiga de mi hija? ¿Cómo esta ella?-pregunto con ansias- cuéntemelo por favor.

—Se encuentra… ¿bien? -la verdad no sabia que decirle, ¿quién podría estar bien siendo una sirvienta del castillo? Aún pensando siguió- bueno no se como se sienta ella pero se ve bien, y le ha mandado una carta, ¿me permite pasar?

—Oh, claro, disculpe por no haberla dejado pasar me emocione, pero pase -se hizo a un lado, cuando Mei pasó ella cerró la puerta.

—Gracias -le agradeció cuando le pidió tomar asiento- dígame por favor, me enteré de camino aquí que uno de sus hijos esta enfermo ¿es verdad?

—Si ¿cómo lo sabe?

—Una de las mujeres que me dio las indicaciones me lo contó al perecer es famosa por aquí pero - mientras lo decía observaba a su alrededor – ¿me podría decir la enfermedad? ¿Y que edad tiene? Se algo de medicina así que posiblemente pueda ayudar.

—Siendo así… el niño tiene depresión, el tiene 10 años y no sabemos cual su enfermedad, pero esta siendo atendido aun así.

—Depresión… -soltó un suspiro y tomo su mano- espero que se mejore, bueno aquí esta su carta.

Le entrego la carta y siguieron hablando, un rato después llego un chico el cual era el hermano mayor de Emi-San al parecer se llevaban un año. Antes le había dicho Mei que si alguien le preguntaba por ella solo les dijera alguna mentira que no les dijera que eran compañeras, la señora no entendía el porqué le pidió eso pero aún así aceptó, después de todo habla ayudado a su hija a enviar una carta, no debía ser una mala persona.

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