Año 2025 he regresado otra vez para completar mi venganza. ¿Cómo lo hice? Bueno en mis tiempos fui la más grandiosa bruja jamás vista aunque me gustaba la vida tranquila alejada de los pueblos siempre tenía visitantes de tierras lejanas buscando mi iluminación. Hasta esa trágica tarde en que fui traicionada por el hombre quien poco a poco se ganó mi confianza y corazón a base de mentiras y morí en sus manos, pero no sin antes jurar volver a encontrarlo y devolverle el favor.

Pero volvamos un poco en el tiempo, yo en aquella época por allá en los años 1645 era una joven de aspecto humilde por así decirlo, si era fea. Tenía cicatrices pronunciadas en mis brazos y piernas por uno que otro mal hechizo realizado y es que siempre hay un precio que pagar por el poder.

Ayude a hombres ordinarios a convertirse en reyes que quedaron retratados en la historia, ayude a la expansión y conquista de nuevas tierras entre otras cosas, también a mujeres a ser emperatrices y dejar huellas en la historia de la humanidad. Aun así nunca conocí el amor, era la dama de las montañas oscuras esa que solo buscaban por favores y nada más y no era un mal trato, disfrutaba de mi soledad y la naturaleza que me rodeaba.

Pero todo cambio cuando tenía 32 años y a mi puerta llamo un joven granjero pidiendo por favor que salvará a su aldea de una terrible enfermedad que se esparcía a gran velocidad dejando muerte a su paso. Me negué, la naturaleza actúa según su voluntad y si esas personas tenían que morir yo no debía de interferir, pero él no se fue y día a día me seguía cuál cachorro perdido.

Un día ya cansada de su insistencia decidí bajar para poder ver con mis propios ojos la situación y sí que era alarmante. Las cosechas muertas al igual que el ganado y los animales, las aguas contaminadas y la gente enferma por doquier.

- Sabes que esto implica un gran precio a pagar.

- Estoy dispuesto a todo.

Ja el precio lo tendría que pagar yo y no él, pero de todas formas lo hice y así gane una horrenda cicatriz en mi rostro, pero todo acabo. Ahora más que nunca decidí alejarme de todo e Invoque un hechizo que ya no permitiera a nadie acercarse a mis tierras, pero nuevamente ese joven logró vencer mis defensas unos años después.

- Que haces aquí otra vez.

- Quería volver a verte.

- Ya te he ayudado, no tienes por qué volver a mi cachorro.

- Por favor yo tengo una deuda de vida contigo.

Me daba miedo, nunca fui una mujer atractiva, pero ahora me daba vergüenza mirarme a mi misma en el reflejo del agua y aun así él volvía una y otra vez diciendo dulces palabras de amor. Ya decía mi abuela que el amor es la peor de las maldiciones, que tonta fui al no tomar sus palabras en consideración.

- No te tienes que avergonzar Tahishi, la belleza viene del interior y eres hermosa.

- De seguro tienes muchas bellas damas a tu alrededor Jaeshin y por eso en vez interesante, porque soy diferente.

- Eres diferente a todo el mundo, nadie se te compara en lo más mínimo y por eso me gustas.

¿Yo le gustó? De seguro lo dice como amiga, Jaeshin es un hombre muy hermoso y alguien así nunca se fijaría en mí.

- También me agradas, eres un buen amigo.

- No lo entiendes yo no te veo como mi amiga Tahishi.

- ¿Cómo entonces?

- Te veo como una mujer, una que me encantaría que fuera mía para siempre.

Solo bastaron esas palabras para arrastrarme al infierno. Yo nunca fui una mujer ambiciosa o que realizará hechizos para lastimar a las personas, mi corazón se podría decir que seguía siendo puro a pesar de la magia que corría en mis venas y también era ingenua para no ver la maldad a mi alrededor.

Le creí y dejé que poco a poco Jaeshin se apoderara de todo lo que era mío incluso fue tan miserable que intentó llevarse mi alma. Después de meses debilitándome lentamente llegó el día en que todo acabo.

- Hoy quiero llevarte al pueblo.

- Sabes que no me gusta salir del bosque.

- Hay una gran celebración y quiero que estés a mi lado.

- Jaeshin ya te expliqué que no realizó más trabajos y por eso me mantengo oculta, las personas tienen que pensar que abandone el lugar o que morí. Si me ven todo volverá a comenzar y yo ya no quiero hacer esto.

- Te he traído este vestido y está capa, nadie te va a reconocer Tahishi. Por favor hazlo por mí.

Debí de sospechar de su insistencia, debí de obedecer a mi instinto que me decía que no lo siguiera, pero estaba tan enamorada que incluso ignore las señales del bosque que me impedían abandonarlo. Al llegar las calles estaban repletas de gente y en el centro de la plaza había un escenario preparado.

- ¿Qué se celebra?

- La muerte de la última bruja.

- De que hablas Jaeshin.

Mis... Mis hermanas están muertas. ¿Estas personas fueron capaces de cometer semejante aberración?

- Lo lamentó Tahishi, pero los tiempos cambian y ahora que exista una persona capaz de cambiar el curso natural de las cosas es una amenaza para el futuro, por eso tienes que morir para que todos podamos avanzar.

De un segundo a otro me veo rodeada de personas que me golpean y me someten para luego arrastrarme a la hoguera que estaba preparada. Mis ojos nublados por la sangre que caía de mi cabeza buscaba desesperada la de él y lo que encontré es que ya no existía ese joven granjero que un día conocí, luego de que recibió mi ayuda lo nombraron gobernador del pueblo y ahora con esto se convertiría en un lord de alto rango. Todo conseguido por mis sacrificios.

- Muy bien hijo, con esto te colocarás en lo más alto de la nueva sociedad que está naciendo.

- Todo sea por el progreso.

Cuando las llamas comenzaron a arder jure que volvería, no importaba cuando tiempo me tomará recomponer mi cuerpo, sellaría mis poderes y volvería a encontrarlo. La eternidad no es nada para quien muere traicionada por el hombre a quien ama.

Luego de ser quemada bajo las alabanzas de un mejor futuro en donde ya no existiera el favoritismo hacia algunas personas mi cuerpo fue enterrado en las lejanías marcado con una gran lápida que decía. "Aquí yace la última bruja. Que les sea de recuerdo para aquellas que quieran vender su alma al diablo".

Mi muerte era una advertencia para las demás hermana que se salvaron, si ellas se atrevían a practicar la brujería serían cazadas y asesinadas igual que yo. Por años me mantuve en silencio, reconstruyéndome desde las cenizas como el Fénix listo para cuando llegará el momento emerger y acabar con todos los que me traicionaron.

Hasta que por fin llegó el gran día, mi guía eventualmente me contaba lo que sucedía del otro lado. El hombre que me vendió se convirtió en un lord de una nueva época en donde las mujeres usaban vestidos anchos y sus pechos quedaban expuestos de manera provocadora. Se casó claro está, tuvo 6 hijos y luego murió después de una buena y larga vida. Pero el tiempo no se detenía y ese progreso con el que Jaeshin tanto soñaba seguía avanzando.

- Tahishi ese hombre ha renacido en una nueva era.

- ¿Nueva era?

- Ahora hay edificios tan altos que incluso piensas que puedes tocar el cielo si llegas a la cima, la gente se moviliza en automóviles, todos y cada uno de los humanos usa un aparato al que llaman teléfono celular del que dependen hasta para lo más mínimo como pedir comida.

- ¿Cómo es él?

- De verdad vas a preguntar eso, mujer no tienes idea de lo salvaje y aterrador que es todo allá afuera.

- Puedo acostumbrarme, a lo único que no pienso hacerlo es a dejar mi venganza de lado.

- Ahhh como digas. Ahora se llama Jin y trabaja en uno de esos edificios, tiene al rededor de 30 tal vez menos. ¿Ya vas a salir por fin?

- Sabes una cosa Sábila, el porqué espere tanto para volver a la vida.

- Porque ese hombre no había regresado.

- Yo sabía que lo haría cuando él progreso que el tanto quería ver llegará y hoy es el día en que yo también estoy lista para salir de mi caparazón.

- Tengo todo lo que necesitas. Casa, apellido, dinero que es lo más importante.

- ¿Mis hermanas?

- Mmmm Lo siento Tahishi no he podido encontrar a ninguna.

Comienzo a rascar el lodo sobre mí hasta que la punta de mis dedos sienten el aire frío, me cuesta un poco más sacar todo mi cuerpo, pero lo logró sintiendo a la luna envolver todo mi ser, recargando todas mis energías. Mis poderes comienzan a volver a fluir por mis venas y mi corazón late como hace siglos no lo hacía.

Estoy de vuelta. He regresado Jaeshin.

- Tahishi vístete por favor.

- Llévame a una sábila de agua sábila.

- Ahora mismo, hay una cerca de aquí.

Camino con dificultad, incluso me he olvidado de como se usan estas extremidades de mi cuerpo. Al llegar junto al río me sorprendo al ver mi rostro en el reflejo que está me da.

- Sábila quien es la mujer en el agua.

- Pues eres tu Tahishi.

- ¿Yo? Eso es imposible.

- Acostúmbrate mujer ahora tú también tienes una segunda oportunidad.

Una segunda oportunidad... Es verdad ahora puedo caminar sin miedo a ser rechazada por las personas, puedo estar bajo el sol sin sentirme avergonzada de mi aspecto. Salto al agua llena de emoción.

- Vaya, esta niña tonta aún conserva algo de esa mujer todavía. Es bueno ver que no solo el odio permaneció en su corazón.

- Tahishi salte o te vas a enfermar.

- Ja ja de que hablas Sábila yo nunca me he enfermado. Acabo de regresar déjame disfrutar un poco más de esto.

Hay ya veo que voy a tener mucho trabajo con esta niña tonta. Hay mucho que enseñarle y mucho que aprender.

- Tahishi desde ahora tendrás una familia, ya les lave la cabeza para que piensen que eres una de ellos.

- Ja ja Estás loco Sábila, nunca he necesitado de una familia.

- Ahora las cosas son diferentes y entre más personas tengas a tu alrededor mejor te va.

- ¿Las personas en esta época viven en manada?

- Tonta se les llama familia y tener una familia acomodada es lo mejor que te puede pasar. Entre más poder tengas mejor te llevarás la fiesta sacando el hecho de que lo podrás hacer sufrir sin límite.

- Lo entiendo, ahora explícame que clase de familia me conseguiste.

- Una pareja perdió a su hija cuando está tenía 7 años de edad, la secuestraron o algo así, la cosa es que tú ocupadas ese lugar, Esa familia nunca te dejo de buscar y aunque ahora tienen más hijos tú eres la primogénita.

- ¿Funcionará?

- Por supuesto que si, ya me encargué de todo además tú eres una bruja si yo falló tu lo arreglas y todos felices.

Aunque Sábila lo hace sonar todo tan fácil yo lo conozco bien y sé que las cosas se pueden llegar a complicar de muchas maneras, lo bueno es que estoy lista para lo que sea con tal de volver a ver a mi dulce Jaeshin.

Luego de salir y vestirme nos vamos a una hermosa casa en donde Sábila me muestra todo lo que necesito aprender. Es increíble como el mundo ha cambiado y lo triste es que no fue para mejor.

- Mira este es tu padre y ella es tu madre, son los señores Smitfors y ellos dos son tus nuevos hermanos aunque solo el hombre es legítimo, la mujer fue adoptada para calmar el dolor de tu ausencia.

- Ya veo.

Una nueva vida en un nuevo mundo con personas extrañas que tienen costumbres extrañas. Sin duda alguna esta será toda una aventura para mí y estoy emocionada por vivirla.

- Escúchame bien Tahishi ahora mismo estamos lejos de donde ellos viven, pero ya vienen a buscarte después de que les envíe unas cuantas pistas de tu paradero.

- Ya lo entendí Sábila. ¿De quién es está casa?

- Oh es de otra familia, se podría decir que la adoptiva de ti.

- No me digas que también les lavaste la cabeza a estas personas.

- Tenía que, si quería que todo sonara real y creíble. No te preocupes ellos son buenas personas ya los estuve observando y es una madre soltera y su hijo unos años mayor que tú.

- A todo esto que edad tengo yo.

- La que quieras tener. ¿Unos 23?

- Me parece bien.

- Ya lo sabía.

Tengo que retener todas estas mentiras en mi cabeza para no confundirme en nada y una vez acabe con Jaeshin arreglaré el desastre que este gato mañoso provocó.

Entro en lo que se supone que es mi cuarto y me doy una larga ducha mientras veo a ese gato gordo y perezoso. - Sábila porque tenías que ser un gato.

- A las personas les gustan los gatos y así es más fácil ir y venir sin llamar tanto la atención.

- Extraño tus hermosas escamas.

- Ni hablar yo también extraño mi increíble cuerpo, pero ser un gato no está mal, los humanos me dan mucha comida y cariño.

Ja Veo que para Sábila adaptarse a esta época no le costó nada, me pregunto si yo también podré hacerlo así de bien.

- Hija ya estoy en casa, baja y ayúdame por favor.

- ¿Quién es ella Sábila?

- Es tu madre adoptiva, su nombre es Cora.

Ya veo, ella es la dueña de esta casa. - Ya bajo madre.

Me visto apresurada y bajo a toda prisa para encontrarme con una mujer muy agradable y muy bonita.

- Menos mal ya estás de regreso cariño, no me gusta que salgas sola cuando tu hermano mayor no está en casa.

- Perdón por preocuparte madre. Ahora te ayudo a guardar todo esto.

- Siéntate primero que voy a secar tu cabello. Ya eres toda una adulta y aun así no puedes hacerlo sola. Creo que todavía sigues siendo mi niña.

Este gato glotón desde que época les lavo el cerebro a estas buenas personas, por lo que dice está mujer debe de pensar que me tiene desde niña a su cuidado. Ahora me siento mal por engañarla y que viva con falsos recuerdos que nunca han existido.

- Gracias mamá.

Luego de acabar con todo preparamos la cena juntas y luego nos acurrucamos en el sillón a ver algo extraño que se llama televisión. Esa mujer no deja de sonreír al verme tan asombrada y es que todo es tan diferente que parezco una niña que ve el mundo por primera vez.

Ni siquiera me doy cuenta de en que momento me quedo dormida entre sus brazos. Familia yo nunca tuve una familia real más que a la mujer que llamaba abuela y a mis hermanas a las cuales veía de vez en cuando. Toda mi vida estuve sola acompañada únicamente de Sábila hasta que llegó Jaeshin y acabo con todo.

Me despierto asustada al soñar nuevamente con ese día, las llamas aún me queman después de tantos años las puedo sentir como ese día en que me consumieron.

- Que te sucede niña tonta.

- ¿Quién eres tú y porque estás en muestra casa?. - Tomó el control y lo amenazó para que hable. Cora prende la luz asustada por mis gritos.

- Niños que están haciendo a estas horas.

- Mamá porque están durmiendo en la sala y mejor aun que le pasa a esta tonta que dice no conocerme.

- Cariño estabas teniendo una pesadilla por eso confundes a tu hermano... Espera que son estas horas de llegar Cristopher

- Mamá no estamos hablando de mí... Hay de la oreja no por favor.

Tal parece que este es el hijo biológico de Cora en pocas palabras mi hermano mayor, muy guapo por cierto, este gato mugroso sí que hizo un buen trabajo al conseguirme una familia y como culparlo él ha vivido conmigo y sabe mis más oscuros secretos, uno de ellos es que me encantan los hombres guapos.

- Todo esto es tu culpa Thae, ven aquí pequeña alborotadora.

Veo como toma mis mejillas y las comienza a estirar con fuerza. - Sabes que casi me matas de un infarto cuando comenzaste a gritar como loca que te estabas quemando viva.

- Ahhhh duele desgraciado hijo de...

Lo sujeto del cabello y comenzamos a luchar por ver quien es el primero en ceder aunque ninguno de los dos lo hace hasta que Cora interviene y nos pone de rodillas a los dos. Esperaba que los castigos físicos ya no existieran, que tristeza es ver que no.

- Ya vas a ver cuando mamá no esté mocosa.

- Después de que acabe contigo rogaras que madre siempre esté en casa.

- Oila a está.

- ¡NO LES PERMITI HABLAR!

Nos estremecemos ante las palabras de Cora enojada, pero eso no le quita lo infantil a este tonto que no deja de hacer muecas y yo que pensaba que era un chico guapo.

Antes de que termine de amanecer caigo dormida en sus piernas y él sobre mi cabeza, después de todo mi cuerpo aún está muy débil y de cierta forma estas dos personas me dan tranquilidad.

- Thae... Thae ya salió el sol tienes que levantarte.

- Sábila que pasa.

- Estás durmiendo abrazada a un hombre que recién acabas de conocer. Ya sabía que eras una pervertida, pero contrólate mujer.

Abro los ojos grandes al verme aferrada a Cristopher sin darme cuenta lo empujó lejos provocando que él caiga de lleno.

- Que diablos te pasa loca.

- Perdón yo no quería lastimarte.

- Tch mamá luego no digas que yo soy el malo.

Ahora me siento peor que antes y estoy segura de que Sábila no dejará de llamarme pervertida.

- Sábila cuando falta para que lleguen por mí.

- Una semana como mucho. ¿Te da vergüenza pervertida?

- Cállate gato mugroso. La verdad es que me gustaría poder disfrutar un poco más de esta familia y su calidez.

- Si o más bien de tu ardiente hermanito.

- Me parece que te vas a ver mucho mejor de sapo.

- Ya me voy.

Ja ja cobarde, que mundo tan maravilloso siento que hay tanto por ver y aprender que me siento emocionada por descubrirlo todo aunque no tengo que olvidarme de mi objetivo principal y ese es la venganza.

Thae.