En el año 2025, Clara Mendoza era una historiadora reconocida, especializada en arte barroco. Su vida transcurría entre libros polvorientos, archivos digitales y visitas a iglesias coloniales. A pesar de sus logros, siempre había sentido una extraña atracción hacia el siglo XVII, como si ya hubiese estado allí… además de la historia, siempre le atrajo la cocina… cocinaba para su familia y para sus amigos, para Clara la comida era una forma de demostrar el cariño por los otros… su vida era sencilla y no necesitaba de muchas cosas, siempre fue tranquila y amable… sin embargo, una noche, mientras estudiaba un cuadro sin firmar atribuido a un pintor inglés desconocido, que mostraba un castillo en llamas, Clara sufrió un infarto fulminante. No sintió dolor, solo una caída lenta en la oscuridad… y luego, luz. No despertó en un hospital, ni frente a un tribunal celestial. Despertó bajo un dosel de encinas, con el cuerpo adolorido y el sol filtrándose entre las ramas.
Cuando se incorporó, notó que vestía un vestido elegante, y sus manos estaban tan blancas, que tuvo que volverlas a mirar... Al mirarse en el reflejo de un arroyo cercano, vio que no era su rostro moderno el que la miraba, su piel medianamente oscura y su cabello generalmente trenzado, había sido reemplazado, por una hermosa mujer de cabello rubio, delgada y ojos claros.
Había reencarnado.
Clara se quedo mirando el cielo, sintiendo como su mente se llenaba de recuerdos… ahora era Beatrice Rhys, la octava hija del Barón Nathaniel Rhys… en total eran nueve hermanos. Ella y su hermano menor Bernard Rhys vivían en el campo junto a sus abuelos maternos, el matrimonio Abbey. Bernard había nacido con una dificultad en sus piernas, por eso Beatriz lo cuidaba… alejada completamente del resto de su familia desde pequeña.
El Barón Rhys generalmente le enviaba algo de dinero a sus hijos, aunque él desconocía que los abuelos maternos, habían encontrado una pequeña mina, la cual les daba el dinero suficiente para vivir aun mejor que en la mansión Rhys.
Pero para Clara lo que mas le había impactado, no solo era haber renacido en una hermosa mujer, que por su vestimenta la asocio al siglo 17, sino que en el mundo donde ella ahora estaba, era un mundo mágico.
Beatriz Rhys había nacido en el norte del reino Barnes, cercano a la frontera con el imperio Lennox y el reino de Gatsby. Aunque en el reino de Barnes los usuarios de magia eran escasos, comparados con el reino de Kensington, el cual se encontraba cercano a la frontera sur.
[Lo bueno es que mantengo mis conocimientos de la vida anterior, lo malo es que mis abuelos ya están muy mayores y si mis padres se enteran de la mina, nos dejaran sin nada… debo asegurar el dinero para mi hermano y para que los abuelos ya dejen de trabajar… si la vida me dio esta nueva oportunidad para vivir la aprovecharé, cuidaré a las personas que le importaban a la antigua Beatriz y no permitiré que pasen ninguna necesidad]
Beatriz camino por la casa de sus abuelos, pensando que podía hacer para ganar más dinero.
[mmmm veamos… las ganancias de la mina, nos alcanzan para vivir cómodamente, pero cuando a mis abuelos les pase algo o si mi padre se entera, se llevará todo y nos seguirá mandando poco dinero, cada cierto tiempo…. entonces, que puedo hacer… ¿algún negocio aquí en el campo? tengo el dinero que he ahorrado que me enviaba mi padre… realmente la antigua Beatriz ahorraba todo ese dinero para tener una buena dote y casarse… dioses… niña… entiendo la época, pero aquí no me voy a quedar esperando a que llegue un hombre adinerado a salvarme, aquí yo misma seré mi propia heroína y haré mis propios negocios, me salvare a mi misma, a Bernard y a mis abuelos… no soy una damisela en peligro]
Beatriz se encerró en la pequeña oficina de su abuelo y comenzó a escribir una serie ideas y de cosas que podía hacer…
[veamos, lo primero será pensar en algunos negocios… ahora estamos en el campo… ¿Qué podemos hacer? en esta época… mmmm… que sea rentable, que con las limitaciones de genero de la época una mujer pueda hacer…]
Después de varias horas y varias hojas rayadas, Beatriz llegó a la conclusión, de que lo mejor sería para ella, es trabajar en la cocina… tener una posada…
[Usaré la casa del abuelo del pueblo que me dio mi abuelo y pondremos una posada, recuerdo que me había dicho que usara esa casa, pero como la antigua Beatriz era un poco tonta, no la quiso porque era pequeña… pero, es perfecta… con unos pocos arreglos, comenzaremos a ganar dinero]
Antes de irse a dormir, Beatriz paso por la habitación de su hermano.
Bernard: hermana, no te había visto en todo el día
Beatriz: estaba trabajando
Bernard: jajaja, te amo, pero no te imagino trabajando
Beatriz: jajaja, ya lo veras
Bernard: ¿todo bien?
Beatriz: jajaja lo preguntas porque te dije que estaba trabajando
Bernard: eh… si… es que te ves diferente
Beatriz: ¿diferente?
Bernard: si, no tan Bea soy una niña bonita, sino más grande…
Beatriz: o sea ya no soy bonita
Bernard: jajaja no es eso…
Beatriz: creo que finalmente he madurado hermanito
Bernard: wow eso es sorpresivo
Beatriz: jajaja ¿Qué dibujas?
Bernard: el mar… recuerdas cuando fuimos con los abuelos
Beatriz: asi es… fue un lindo viaje
Bernard: creo que ha sido la única vez que he viajado
Beatriz: yo…
Bernard: no me mires asi… esta bien… mas lo siento por ti, que estas en este pequeño pueblo y en esta casa en el campo por cuidarme
Beatriz: me gusta cuidarte y me gusta como dibujas
Bernard: definitivamente estás rara
Beatriz: jajaja maduré te lo dije
Bernard: eh… entonces te estas poniendo más vieja
Beatriz: oye… recién tengo 18 años, como que vieja
Bernard: jajaja
Beatriz: duérmete temprano
Al día siguiente, Beatriz hablo con sus abuelos.
Beatriz: Abuelo quiero ocupar la casa que está en el pueblo
Abuelo Abbey: claro niña, pero sigue siendo tan pequeña como lo era en tu cumpleaños
Abuela Abbey: no escuches a tu abuelo, aun está sentido, porque no te gusto su regalo de cumpleaños
Beatriz: ahora lo valoro mucho… muchas gracias… de verdad…
Abuelo Abbey: estas rara Bea… no me digas que de nuevo quieres irte a la casa de tu padre
Beatriz: no claro que no… no volveré a la mansión Rhys…
Abuela Abbey: ¿está todo bien niña?
Beatriz: si abuela, todo bien…
Abuelo Abbey: bueno mañana mismo vamos… además la abuela dijo que contrataría a alguien para que limpiara esa casa
Abuela Abbey: eso fue hace meses, cuando Bea iba a cumplir años…
Beatriz: muchas gracias…
Beatriz les dio un sincero abrazo a sus abuelos y aunque se sorprendieron correspondieron, meciéndola suavemente en sus brazos…
Abuela Abbey: has crecido niña
Abuelo Abbey: siempre serás nuestra pequeña Bea
Al día siguiente, Beatriz fue con su abuelo al pueblo a ver la casa.
[no puedo creer como la antigua Beatriz encontró pequeña esta casa, es enorme… claro, no es una mansión como la mansión Rhys o no es tan grande como la casa de campo de los abuelos, pero es preciosa y lo mejor es que está en el centro del pueblo]
Beatriz: abuelo, le puedo hacer modificaciones a la casa
Abuelo Abbey: ¿Qué quieres hacer Bea? Sé que algo tramas…
Beatriz: quiero abrir una posada
Abuelo Abbey: espera… ¿quieres trabajar?
Beatriz: asi es…
Abuelo Abbey: ¿de verdad? la hija del Barón Rhys, quiere trabajar en una posada
Beatriz: asi es…
Abuelo Abbey: ¿estas segura?
Beatriz: si, tengo que tener dinero para cuidar de Bernard y de ustedes…
Abuelo Abbey: pero, tenemos el dinero de la mina y algunas plantaciones…
Beatriz: abuelo, sabes que si mi padre se entera de la mina…
Abuelo Abbey: lo sé… mi hija probablemente no le diga nada, así deje a sus padres en la calle…
Beatriz: yo no quiero ser asi abuelo… no quiero ser como mi madre…
Abuelo Abbey: ¿estas segura?
Beatriz: asi es… yo no quiero depender de un hombre… quiero tener mi propio dinero y ser independiente
Abuelo Abbey: Bea sabes que no será fácil…
Beatriz: Lo sé… pero, quiero intentarlo
Abuelo Abbey: pensé que tu sueño era casarte con algún Barón, o conde o algun noble con dinero, asi como la han hecho tus hermanas
Beatriz: abuelo, sabes que ya cumpli 18 años, el día que mi padre, tenga algun socio o que necesite de algo mas, puede que me mande a llamar…
Abuelo Abbey: y te amenazara con no darte dinero
Beatriz: asi es…
Abuelo Abbey: o con alejarte de tu hermano
Beatriz: lo sé… por eso, necesito ser independiente
Abuelo Abbey: Bea, no será fácil, pero te apoyaremos, lo mas importante es que ellos no se enteren hasta que tú posada sea un éxito…
Beatriz: por mi, yo no les contaría… ni siquiera me acercaría a ellos…
Abuelo Abbey: esa es tu decisión… no creo que tú padre venga y si lo hace… bueno, ya se nos ocurrirá algo…
Beatriz: ¿me vas a apoyar abuelo?
Abuelo Abbey: claro… mi única hija se caso con tú padre y ahora respira cuando el Barón Rhys le da permiso para hacerlo, si puedo hacer algo diferente por tí… por supuesto que lo haré…
Beatriz: muchas gracias
Abuelo Abbey: ¿Bernard sabe de tus ideas?
Beatriz: le dije que estaba trabajando y se río
Abuelo Abbey: jajaja si es una sorpresa, si no te hubiese criado desde pequeña, pensaría que hasta eres otra persona…
Beatriz: jajaja solo madure abuelo…
Abuelo Abbey: eso es bueno Bea… Ahora dile a este viejo, que quieres hacer…
Beatriz comenzó a hablar con el abuelo Abbey acerca de las remodelaciones que quería hacer… le mostró los dibujos que ella había hecho y el anciano quedó sorprendido por las ideas…
Abuelo Abbey: bien, mañana vendrán los trabajadores y quitaran estas paredes y agrandaran la cocina.
Beatriz: muchas gracias, pediré que lleven todos los muebles que no se ocuparan para la casa del campo.
Abuelo Abbey: no es necesario, la casa esta llena de cosas, mejor véndelas, necesitaras dinero para comprar otras cosas
Beatriz: muchas gracias abuelo…
Abuelo Abbey: no agradezcas Bea somos familia…
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