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Inframundo

Prólogo

*Drogas, alcohol, sexo, poder, son cosas que se viven en mi mundo, desde joven fui entrenado para ser un líder, pero no cualquiera, uno donde la muerte y caos reinan y donde solo el mas fuerte puede sobrevivir, estoy acostumbrado a hacer lo que a mí me plazca, pero mi amado padre dijo que es momento de tomar el control de la organización.

¿Que si quiero? Bueno opciones no tengo, pero al menos podre hacer los cambios que quiero, renovarnos, actualizarnos, mi Padre esta manejado a la antigua lo que nos está haciendo caer cada vez más, pero ahora podre llevarnos nuevamente a la era donde los Dankworth éramos los dueños y señores de todo San Francisco.

Este soy yo, Elric Dankworth, sigo mis propias reglas, sigo mi propio camino, castigo a mis enemigos y traidores de la peor manera que se puedan imaginar, no perdono, no olvido, mi mundo esta bajo mi control absoluto o estaba.

Ella llego sin que alguien me avisara, sin que nadie me advirtiera, siempre dije que yo no estaba hecho para amar, pero, cuando errado estaba, se convirtió en mi debilidad, aquellos ojos verdes me atraparon como el abismo que absorbe todo lo que en el cae, ella es como el fuego, indomable, decidida, audaz.

La forma en la que ella enfrentaba cada situación hizo que todo mi ser quisiera poseerla, ella es y siempre será mía, pero jamás pensé que ese ángel seria también punto de quiebre entre mi corazón y mi deber*.

Capitulo 1 ― La Marca

San Francisco, California. Septiembre 2016

Mi vida jamás ha sido tranquila, mi familia siempre fue un caos, pero de los buenos o eso quiero creer, mis padres siempre han sido un ejemplo para mí, se aman, se respetan, se hacen bromas, lo cual adoro de ellos.

Jamás nos faltó nada, mi hermana Sally y yo somos las mejores amigas, pero totalmente diferentes, como el agua y el aceite, se que se preguntan porque, bueno ella es todo el sueno de cualquiera hombre, literalmente, además de ser una empresaria hecha y derecha yo trabajo con cadáveres, si muertos en toda la esencia de la palabra, así que esta soy yo, Kayla Brumby, médico forense y especialista en toxicología.

Siempre soné con hacer esto, sé que es algo crippy, pero el hecho de tratar con un cuerpo, de ver sus heridas, sus causas de muerte son temas apasionantes para mí, a veces puedo percibir sus últimos sentimientos y eso me ha hecho respetar la vida así sea en su minúscula expresión.

― Kai deja de mirar a la nada, ya es hora de entrar – me dice el medico de turno, Jay, básicamente es mi supervisor y no nos llevamos tan bien como quisiéramos.

― Lo se jay ya voy, no tienes que ser tan molesto he – le dirijo una mirada de reproche, siempre es así se fastidioso.

― Anda que llegaron dos cuerpos y hay que prepararlos, hacer los exámenes correspondientes, ya sabes tu actividad de rutina – comenta el.

― Bien me iré a cambiar, nos vemos en uno rato. – le digo y sin esperar su respuesta voy a los vestidores.

Trabajar en la morgue no es tan malo como mucho lo ven, gracias a esto se han podido resolver casos y hacer justicia para todas aquellas familias que han perdido un ser querido, tuve que especializarme también en derecho médico, pues el gobierno lo requiere cuando se desea trabajar para la policía o casos especiales en el FBI.

Al principio era muy sensible a todo los sentimientos abrumadores e impresiones al ver un cuerpo, pero con el paso del tiempo fui dándome cuenta y aceptando el hecho de que ellos ya no estaban, lloré muchas veces al preparar cuerpos de hombres, mujeres, niños, inclusive bebes que, por una u otra razón, partieron de este mundo.

Me he tenido que poner una armadura bastante gruesa a la hora de iniciar mi labor y ejercer respeto hacia la persona que estoy preparando, quizás por ello dicen soy rara, pero que se puede esperar cuando a mis 28 años la morgue es mi vida.

Me pongo mi uniforme de trabajo y regreso al cuarto frio, ahí esta jay junto con Leila, mi otra compañera y una excelente forense también.

― Qué bueno que ya llegas Kai, nos preocupamos de que te hubieras perdido – dice leila de forma sarcástica

― Jaja eso quisieran bobos – me lanza un guante y es que así nos llevamos ella y yo

― Anda que tenemos trabajo que hacer – dice ella sonriendo – y lo quieren urgente, estos oficiales creen que esto es hornear pastelillos, ¡No!

― Bueno ya lo importante es hacer el trabajo bien – contesto – ¿y bien que tenemos aquí? – me acerco al cuerpo que está empezando a preparar leila.

― Bueno hombre, 30 años aproximadamente, 1.85m de altura, herida de bala en el cráneo, múltiples golpes alrededor del cuerpo, algunas costillas rotas y lo más extraño, esta marca en el brazo. – menciona y señala una cicatriz de forma extraña. – al principio creí que era un tatuaje, pero analizándolo bien parece que es miembro de alguna banda o algo así.

― Parecen dos letras cruzadas, mamá D y W, creo yo – digo al observar detenidamente la marca

― Tienes razón, jamás la había visto, además no es reciente.

― ¿Tiene alguna otra seña que hayas visto? – le pregunto a leila.

― No ninguna, además de la infinidad de tatuajes en su espalda, esto es lo único extraño.

― Tomen las fotografías necesarias y empieza con el examen toxicológico Kai – menciona Jay quien estaba escribiendo el informe de todo lo que hemos explicado.

― Bien tomare las muestras de sangre, extraeré las balas quizás eso nos pueda dar una mejor pista de su muerte― menciono mientras tomo mis instrumentos de trabajo – ¿Algún agente vendrá a revisar los avances? ― le pregunto a Jay.

― Si el agente Copper creo, no lo conozco, pero dicen que es rudo y frio – sus formas de describirlo me hacen reír.

― Woow jamás pensé que el indomable Jay tuviera miedo de un agente – le digo en tono de burla

― No yo jamás, pero este caso he oído que es sumamente importante solo no me quiero meter con la persona equivocada, eso es todo.

Sus palabras me dejan pensando por un rato mientras hago mi trabajo, ¿Que tan importante es este caso que lo está tomando con una seriedad increíble?

De quien estarán detrás ahora, pero lo que más me intriga es la marca, DW, es como si la hubiera visto antes o como si algo en ella me llamara, sí sé que es extraño, pero quiero saber más de eso y mi curiosidad como siempre me gana.

Si hubiera sabido que esas letras significarían el caos total de mi vida en el futuro, me habría detenido a tiempo.

Narra Elrick

Lo que más odio son las traiciones, el que quieran intentar verme la cara de imbécil y piensen que pueden jugar con mi negocio como se les plazca, es por ello por lo que mande matar a James, era uno de mis mejores hombres, pero, si ambición lo llevo a vendernos al enemigo.

Gracias al idiota perdí no solo dinero si no mucha mercancía que estaba destinada a cruzar hacia Europa y Asia, todo por unos cuantos millones de dólares más.

Estoy en mi estudio tratando de disminuir o crear un plan que no nos permita perder tanto dinero como hasta ahora, fumo cigarro tras cigarro, wiski tras wiski, hora me doy cuenta de lo frágil que es la lealtad humana, les das la mano y tranquilamente te toman el pie y te lanzan al vacío, ―TOC TOC TOC― llaman a mi puerta y respondo.

― Jefe, tenemos una pista de quienes se llevaron la mercancía – me dice mi asistente y mano derecha Ronald.

― ¡¿Y bien, quien se atrevió a tendernos esa trampa?!― contesto molesto – ¡¿Quién osa retarme a mí?!

― Owen Fiske – dice Ronald

― ¡El inglés! – exclamo molesto, no sé cómo no me di cuenta, era demasiado obvio. ― Bien prepárate, le haremos una bella visita a su familia.

― Hmm, bueno esto será entretenido – dice Ronald – ¿Que tienes en mente?

― Lleva a Las Sombras, será interesante verlos ejercer sus bellas y pintorescas habilidades – digo y sonrió ante la idea de verlos sufrir.

― Entonces este hecho, iré a prepáralos.

― Salimos en una hora, ten todo listo y... – lo señaló – no quiero fallas, él debe de saber que quien se mete conmigo no sale vivo.

Sale de mi estudio y yo me siento en mi silla, la fiesta está a punto de comenzar y será una velada meramente excitante, si algo saben mis enemigos es las crueles torturas que hago son piedad, por ello había tenido paz en algunos años, pero, parece que hay que recordarles que nadie se mete conmigo.

Capítulo 2 ― Asesina sin Piedad

Desde que tengo memoria, mi padre me ha llevado a ver cómo era enfrentar a sus enemigos, siempre me dijo que a un traidor no se le perdona, se le hace pagar y bueno a quien quiere atacarte por la espalda también debe sufrir el mismo trató o peor.

Ronald me avisó que ya está listo todo para partir hacia la mansión de Owen Fiske, la verdad nunca había tenido conflicto con los ingleses, pero ahora, si piensan que podrán andar libres luego de haberme robado y echado a perder un buen negocio están sumamente equivocados.

Limpio mi arma con sumo cuidado, es especial para mí, pues me la dio mi madre personalmente antes de morir, ella era una mujer increíble, valiente, vivaz, capaz de enfrentar cualquier situación sin miedo, lastimosamente mi padre jamás la vio así, para él, las mujeres son juguetes que se pueden reemplazar, se ha casado tantas veces que ya he perdido la cuenta, quizás es por ello que no creo en el amor, solo tomo lo que necesito de ellas y me voy, sin mirar atrás.

Una lágrima deciende por mi mejilla al recordar la muerte de mi amada Madre, tenía tan solo 13 años cuando nos atacaron sin avisó, ella por defender a mi padre, recibió un disparo, el cual, la mato al instante.

Quise defenderla, pero no pude, y mi padre en vez de preocuparse por ella, salió huyendo, abandonando su cuerpo ensangrentado sobre la acera, los guardaespaldas trataban de alejarme, pero yo me solté y corrí a su lado.

Intenté despertarla, pero no pude, la sacudí por tanto tiempo que mis manos me temblaban, gritaba su nombre con la esperanza de que abrirá sus ojos, esos ojos verdes tan hermosos, pero ya no lo hizo. Los guardaespaldas recogieron el cuerpo de mi madre y nos llevaron de regreso a la mansión.

Su funeral fue tan triste, mi Padre jamás se esmeró en honrar su memoria pues en menos de 4 días, ya tenía a otra mujer entre sus brazos, lista para ser su nueva esposa. ― TOC TOC TOC―

El sonido de la puerta me saca de mis pensamientos y veo que entra Ronald.

― ¿Está todo listo ya? ― pregunto algo impaciente.

― Si jefe, todo preparado para que podamos partir en cuanto nos de la orden― menciona el, siempre es tan eficiente.

― Bien, entonces no dejemos que nuestros amigos esperen tanto tiempo ― digo mientas guardo mi arma y me pongo mi chaqueta – la diversión apenas comienza.

― Claro que sí jefe – dice mi buen amigo, él es el único que siempre ha estado a mi lado en las buenas y en las malas, si hay alguien a quien le debo tanto es a él.

Bajamos a la cochera subterránea de nuestro cuartel, y veo que todas las sombras están listos y armados, me hacen una reverencia y yo solo asiento, me subo en la parte trasera de la camioneta como todo un Rey que soy, desde hace 5 años que tome el mando de mi organización, me he tenido que ganar el respeto y la lealtad de mi gente, es por ello que, a la más mínima traición, la castigo sin piedad, para que jamás se olviden que conmigo no se juega.

Ronald se sienta a mi lado y en cuanto la camioneta se pone en marcha comienza a explicarme cómo van nuestros números y perdidas por el percance de mi mercancía, al parecer están aprovechando lo que me robaron y vendiendo lo como si fuera pan caliente, pero poco les va a durar su satisfacción pues, ya que tengo a muchos políticos y policías bajo mi mando, será fácil encontrarlos y congelar todo el dinero que están ganando gracias a mí.

Llegamos a una de las más lujosas áreas habitacionales de San Francisco, y por lo que veo Fiske ya tiene bien asegurado su perímetro, pero no cuenta con que tengo a los asesinos más eficientes y despiadados que jamás hubiese conocido.

Me recargo frente a mi camioneta y veo como contaron la energía de la mansión, los pequeños gritos de toda la familia se hacen presentes y es ahí cuando hago mi entrada.

No tardamos ni 20 minutos en tenerlos a todos bajo mi poder, incluyendo a Owen.

― Woooow por lo que veo ya pensabas irte, ¿no es así, Fiske? – digo con burla, veo maletas alrededor de ellos y es claro que pensaban escapar.

― No sé de qué hablas Elrick, tú y yo no tenemos ningún problema ― dice molesto lo cual me hace reír, puedo ver el miedo en sus ojos y es algo que disfruto en ver en mis víctimas.

― Me haces reír realmente Owen, o ¿Quieres decir que tú no tuviste nada que ver con que mi mercancía desapareciera del embarque en el cual venía? – veo que su rostro palidece y continuo ― o ¿Tampoco te aliaste con James para tenderme una trampa y robarme en mis propias tierras? – pregunto acercándome lentamente hacia él, pongo mi arma en su sien y veo como tiembla.

― ¡No! ¡Yo no sé de qué me hablas! ― grita histérico e intenta zafarse de las manos de una de mis sombras.

― Creo que tú memoria está flaqueando un poco, así que, déjame refrescártela― una de mis sombras levanta a una de sus hijas y la pone frente a él, la niña llora y trata de escapar pero, su fuerza no se compara con la del hombre que la sostiene ― ahora me dirás a dónde enviaste mi mercancía o le cortaré un dedo a tu hija.

― ¡NO PORFAVOR! ¡A ELLA DEJALA IR! – grita la madre y uno de mis hombres la bofetea con fuerza.

― Es mejor que te mantengas callada o las cosas van a empeorar― me digo fríamente ― deberías saber que esto sucedería una vez que tú querido esposo osara meterse conmigo, ahora tu ― lo señalo ― habla o realmente la lastimare y no solo a ella si no a tu otro hijo también – señaló al joven que está al lado de su madre, veo como están temblando de miedo, el ambiente es sumamente tensó y sé que todos esperan irse de aquí, pero solo será en bolsas negras.

― De verdad yo no sé nada Elrick, ni siquiera conozco a ese tal James, soy inocente – su voz tiembla al decir esto.

― Bien si no tienes nada que ver ¿Por qué tú y tus hombres aparecen en el vídeo de vigilancia de mi embarqué?― en eso le lanzó unas fotos y veo como sus ojos se abren de par en par, y es aquí cuando ya puede dejar de negarlo – ¿Sabes lo que le pasa a los que me traicionan o peor aún a los que quieren hundirme?

― Yo... yo... ― intenta decir algo, pero es más su miedo que no le permite decir una sola palabra, su hija no deja de llorar y eso me está molestando – ahora dime ¡¿Dónde está mi mercancía?! ¡Ahora!

― ¡No se! ¡De verdad no sé! – bien ya estoy harto de su estupidez, le doy una señal a mi hombre y en un abrir y cerrar de ojos le corta la mano a su hija.

― ¡AHHHHH! – grita ella al ver semejante escena

― ¡NO! ¡HIJA! ― exclama la mamá

― ¡ERES UN MOUSTRO! – me grita Owen y lo golpeó con todas mis fuerzas.

― Da gracias que no dejo que mis hombres la violen por qué de seguro la dejan muerta a la estúpida de tu hija, eso te pasa por no entender mis instrucciones, ahora dime ¿Dónde está? ― está situación me está impacientando demasiado, quizás deba ser más rudo, uno de mis hombres toma a la esposa y la pone de igual forma frente a él.

― ¡De verdad no sé nada! ― dice desesperado, pero no me la creo cuando en eso mi hombre entierra la navaja en una pierna de la mujer y está llora histérica mente – ¡NO YA BASTA POR FAVOR!

― ¡ENTONCES DIME YA! – Le grito

― ¡LO TIENE LA DAMA DE NEGRO! ― mis ojos se abren de par en par, tenía que ser ella ― ella nos dio la orden de robarte y los medios para atacarte.

― Bien dicho ― palmeo su hombro y este me mira sorprendido ― ahora que estamos todos claros es hora de dejarlos ir ― hablo tranquilamente.

― ¿Enserio?― pregunta incrédulo Owen.

― No... – y sin piedad le disparó en la cabeza, así como a la esposa, los gritos de los hijos inundan la sala y doy la señal a mis hombres.

¿Qué les pasará ahora? Bien la chica realmente ya no me sirve así que le cortan el cuello de orilla a orilla y el muchacho, me serviría bastante, si lo entreno bien, puede que me sea de utilidad en el futuro.

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