Rechazo Tu Ventrículo
¿Que hace un chico en mi cama?
Narradora
Lía se miraba en el espejo y peinaba suavemente su cabello para no dañarlo, ya que había tardado mucho en crecer de nuevo. Se colocó los lentes y el vestido amarillo acampanado de mangas largas que bajaba más allá de sus rodillas. Ella adoraba cada vestido que cubriera la gran parte de su cuerpo. Su físico era muy delgado pero aun así el vestido encajaba a la perfección.
Lia
Ya casi llegaba la hora de ir a la universidad y moría de nervios, no era muy buena haciendo amigos y las palabras se atoraban en mi garganta.
¿Como una chica tan torpe como yo podrá sobrevivir en la universidad?. —Pensé
Jess
—Lía ya es hora. Mike acaba de llegar.
Lia
¡Mike estaba aquí!.
Bajé las escaleras a toda velocidad. No contuve la emoción y corrí hasta los brazos de Mike abrazándolo con todas mis fuerzas.
Mike
—Eh pequeña. Solo han pasado 6 meses. Tranquila.
Lia
—En serio lo dices así. Seis meses es mucho tiempo.—hablé sin despegarme de su cuerpo. Sentía que había pasado toda una eternidad.
Lia
—¿Mike trajiste algo para mí?.—me despegué de él y le hablé mirándole a los ojos mientras hacía un puchero de niña pequeña
Lia
Mike sacó la mano de su bolsillo manteniendo el puño apretado. Mis ojos miraban curiosos de saber que había adentro.
Mike abrió su mano y lo que había ahí brillaba tanto que mis ojos se entrecerraron
—Es un pulso precioso.—exclamé.
Mike
—Claro que lo es.—es hecho de esmeraldas. Una piedra muy valiosa y hermosa tanto como tu Lía. Y aun así es poco, mereces más mi pequeña guerrera.
Lia
Mis ojos se aguaron de la emoción. Un pulso de esmeraldas era demasiado para alguien como yo,, pero las palabras de Mike eran todo lo q necesitaba para estar bien.
Jess
—mm, ¿Y para mí no hay nada?
Lia
No pude evitar reír al ver la cara de celos de mi hermana. Era obvio que Mike traía también algo para ella.
Mike volvió a sacar su puño del bolsillo del pantalón y afincó su rodilla derecha en el suelo.
Oh por Dios. Mi boca se abrió tanto que mi mandíbula dolía
Mike
—Jessica Dante le harías el honor a este pobre hombre de ser su esposa y convertirse en Jessica Paksen para toda la vida hasta que la muerte nos separe.
Lia
Di varios brincos de alegría en el lugar. Mike le estaba proponiendo matrimonio a mi hermana. Mike que siempre dijo ser un espíritu libre, sin ataduras, sin compromisos. Algo en ese viaje lo hizo cambiar. Tal vez estar cerca de la muerte al escalar una montaña o verse en aprietos con algún animal salvaje o tal vez verse perdido en medio de una cueva. Algo lo hizo pensar que tal vez no podía morir sin cumplir el sueño de casarse de Jessy.
Jess
—Oh por Dios. Claro que acepto.
Lia
Mike se puso de pie y puso el anillo con un enorme pedrusco de diamante en el dedo de mi hermana y le dio un beso apasionado
Mike
—La boda será dentro de 6 meses, cuando vuelva Li de la universidad.
Lia
Que considerado.—pensé
Narradora
Lia se despidió de su hermana y monto en el auto de Mike. Pasaron seis largas horas en auto hasta llegar a la universidad.
Lia
Estaba nerviosa, ansiosa, desesperada y Mike lo sabía
Lia
Mike acarició mi cabeza haciéndome un remolino de cabello.
Miré la pulsera en mi mano.
—Combina con mis ojos.—expresé
Mike
—Porque cres que escogí que fuera de esmeralda. Yo pienso en todo Li.
Lia
Me acerqué a la carpeta.
—Buenas tardes.—le hablé al chico encargado.
Él no paraba de murmurar una canción que sonaba en sus auriculares.
garraspè mi garganta y volví a hablarle, esta vez tocando con mis dedos el Cristal.
—Buenas tardes.—El alzó la mirada
Lia
Lia Dante, estudiante de primer año de literatura
Miguel
Cuarto 51, 4.º piso. Debes subir las escaleras. El ascensor está roto.
Mike
—¿Escaleras?. Acaso no sale en su historial que..
Lia
Lo detuve. Mirè a Mike pa tranquilizarlo.
—Estarè bien. Me ayudarà hacer un poco de ejercicio. No quiero que mis músculos se atrofien.—Reì brevemente para suavizar la situación. Yo conocía el temperamento de Mike y sabía como sobrellevarlo.
—De seguro en pocos días arreglan el ascensor. ¿No es cierto.—miré el nombre en el bolsillo de la camisa del chico.—Miguel.
Narradora
Lía se cansaba con cada escalón, pero lo disimulaba muy bien para que Mike no se sintiera mal por ella.
Finalmente, encontraron la habitación 51. Mike dejó ahí sus maletas y sabiendo que no podía entrar por motivos de ley de la Residencia universitaria de no entrar chicos a las habitaciones, se despidió de Li.
Lía ahora debía tocar esa puerta y prepararse para socializar con su compañera de piso
Lia
Una chica muy maja, de cabello rubio plateado y ojos grises me abriò saludandome con gran carisma
Rosè
—Hola. Soy Rosè. Bienvenida
Lia
Rodé mis maletas adentrándome en la habitación.
Mis ojos se abrieron como platos al ver al chico de cabello oscuro que yacía sobre la que debía ser mi cama.
No me digas asi
Lia
El chico yacía sobre mi cama con la rodilla flexionada leyendo un libro cuyo nombre no alcanzaba a distinguir. Al notar mi presencia echó el libro a un lado y estiró su torso hacia delante colocando su codo derecho en la rodilla.
Me miró de arriba a abajo.
Maika
—Tenía curiosidad de saber como sería la nueva compañera de Rosè y estoy muy decepcionado la verdad
Lia
Achh, su risa sínica me hizo enojar. ¿Qué le digo?.—me pregunté a mi misma. ¿Cómo sé supone que se le responde a alguien así?—volví a preguntarme.
Mejor me quedo callada.—Pensé
Maika
—Pelirroja y con lentes, interesante combinación.
Rosè
—Basta Maiky. No molestes a la chica. Es su primer día
Lia
—Gracias Rosè.—pensé para mis adentros
Maika
–Yo no la veo molesta. ¿Estás molesta rojita?
Lia
Vamos Lia responde. Dile q sí. Que estás molesta. Vamos.—intenté motivarme, pero fue en vano.
Maika
—¿Eres siempre así de callada ,rojita?
Lia
—No me llamo rojita.—me solprendiò incluso a mi que lograra decirle algo. Mi voz era baja y algo temblorosa pero por lo menos hacia lo posible por defenderme.
Maika
—¿Y como te llamas ROJITA?.
Lia
El chico se levantó de la cama posicionándose frente a mí. Su altura era impotente y sus ojos negros eran intimidantes.
Tragué saliva en seco.
Maika
—Tenía una perrita que se llamaba asi y a pesar de que no le daba comida y la trataba mal, ella siempre corría hacia mi.
Lia
¿En serio?. Me acaba de comparar con una perrita.
¿Qué hago ahora?.
—Pues nada tonta, solo quedarte callada?.—habló mi subconsciente
Lia
El chico se acercaba cada vez más y yo daba pasos cortos hacia atrás. Hacía todo lo posible por evitar tenerlo cerca y mirarle a los ojos. Mirè el piso, mirè mis zapatos, mirè los zapatos de el y flipè un poco con lo grande y caros que eran y luego seguí mirando diferentes puntos de la habitación con tal de no mirarle a los ojos.
Rosè
—Maiky basta. Estás asustando a mi nueva compañera de piso.
Maika
—¿Estás asustada rojita?.
Lia
Me preguntó directamente. Mis manos temblaban un poco y mi corazón estaba un poco agitado de la impotencia de no saber defenderme.
Maika
—Vale me irè. Tu nueva compañera es realmente aburrida Rosè.
Lia
Respirè tranquila cuando lo vi saliendo por la puerta.
Rosè
—Disculpa Lía, mi hermano suele ser un poco atrevido pero no es mala persona.
Me vuelven loco las pelirrojas
Maika
Lía había superado mis expectativas. La había visto varias veces desde lejos pero nunca tan de cerca.
Maika
Era obvio que no sabía nada de la vida, ni de chicos y eso me hacia imaginarme un millón de maneras de corromper su inocencia
Maika
Fantaseaba como sería su cuerpo debajo de ese vestido. Adoraba a las chicas delgadas por muchas razones, pero aun más a las pelirrojas, eso me volvía loco.
Maika
Carajo, debo controlarme. No pienso echarlo todo a perder, no está vez. La vida me dio una segunda oportunidad y pienso aprovecharla.
No seré un idiota por esta vez.
Narradora
En serio cree Maika que podrà cambiar. Ja
Autora
Calla tonta, claro que si, todos cambian. Yo confío en mi chico. Él se portarà bien.
Narradora
Va a cagarla como siempre. Pero la historia debe seguir así que chao
Lia ya se había instalado en la habitaciòn y pensaba en que debía decirle a Rosè para entablar una amistad.
Lia
Uff agradecí mucho q Rosè hablara primero.
—literatura.
Rosè
—Valla es una carrera muy bonita. Yo estudio diseño gráfico.
Lia
—Tu carrera es muy bonita también
Lia
Vamos Lia di algo. No t quedes callada.
—¿Crees q arreglen pronto el ascensor?
Rosè
—Miguel me dijo que lleva año y medio roto y nadie viene a arreglarlo. A nadie le importa las grandes cuotas que pagamos para entrar aquí.
Lia
—Tenía esperanza de que lo arreglaran pronto la verdad.
Rosè
—Intentè entrar en el otro edificio, pero ya estaba lleno. Maika logró clasificar, pero su papá lo puede todo.
Lia
¿Su papá? No que eran hermanos
Lia
—¿No son hermanos del mismo padre?.—fresca pa que preguntas
Rosè
—En realidad somos hermanastros.
Lia
Valla, eso explica el hecho de q no se parezcan.—pensè
Rosè
—Y tu Lia. ¿Tienes hermanos?
Lia
—Si tengo una hermana. Se llama Jessica
Rosè
—Vale ¿Y tienes algún novio esperándote para cuando regreses?
Lia
—No. Ni si quiera pienso en eso
Rosè
—Yo he tenido varios, pero Maiky termina alejandolos a todos. Para el ningun chico es lo suficientemente bueno.
Lia
—El no debería meterse en tu vida. Tienes derecho a estar con quien quieras.—Dije enojada. Ya me caía bastante mal ese tal Maika.
Rosè
—Tranquila Lía. Yo se como manejarlo. Ademas todos eran unos idiotas, asi que mi hermano despues de todo tenía razòn.
Narradora
Venga, no hables tanto y escribe el proximo capítulo
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