Tormenta De Media Noche
Presentación de personajes principales
Naruto Uzumaki: 20 años, energético, noble, impulsivo, torpe con el amor. Vive en la residencia universitaria. Cree que solo quiere a Hinata como pareja, pero algo en Sasuke y Gaara lo descoloca.
Hinata Hyūga: 20 años, dulce, tímida pero determinada. Sabe que está enamorada de Naruto desde hace años, pero empieza a notar que no es la única.
Sasuke Uchiha: 21 años, frío, competitivo, con heridas emocionales. Oculta su amor por Naruto tras actitudes hostiles. No soporta ver a Hinata tan cercana a él.
Gaara Sabaku: 21 años, reservado, intelectual, introspectivo. Llegó como estudiante de intercambio. Se enamoró en silencio del aura de Naruto y se expresa con acciones, no palabras.
Naruto Uzumaki, un joven lleno de luz y determinación, entra al tercer año de universidad con el corazón abierto pero sin saber que está por desatar una tormenta. Su amabilidad, carisma y sonrisa sincera han dejado huella en tres personas muy distintas entre sí: su mejor amiga de la infancia Hinata, su silencioso y distante rival Sasuke, y el enigmático estudiante extranjero Gaara.
Lo que Naruto no sabe es que los tres están enamorados de él. Lo que ellos no saben… es que Naruto aún no se ha permitido entender lo que realmente siente.
Entre entrenamientos de kárate, noches en la biblioteca, tareas compartidas y fiestas universitarias llenas de alcohol y confesiones a medias, los sentimientos van creciendo, los celos se desatan, y los vínculos comienzan a tensarse.
¿Puede una persona ser el eje de tres corazones diferentes sin quebrarse en el intento?
¿Y qué pasará cuando la tormenta emocional que todos guardan explote de una vez?
Temas centrales:
• El descubrimiento de la identidad emocional y sexual.
• El deseo no correspondido.
• Los vínculos silenciosos y los malentendidos emocionales.
• Los celos disfrazados de indiferencia.
• Elegir entre lo cómodo, lo correcto… o lo que realmente se desea.
El comienzo de la tormenta
El campus de la Universidad Konoha amanecía con una mezcla de sol tenue y brisa suave. Las hojas de los cerezos temblaban levemente, anticipando una primavera inestable. Estudiantes caminaban de prisa entre los edificios con mochilas colgadas, café en mano y sueños por estrenar.
Shikamaru
No puedo creer que tengamos clase a las ocho de la mañana otra vez.
Gruñó Shikamaru Nara, con el rostro hundido en su bufanda, caminando junto a Naruto hacia el salón 3B.
Shikamaru
¿No deberían darnos tiempo para adaptarnos? Es inhumano.
Naruto soltó una carcajada despreocupada, el sol brillando contra sus cabellos dorados.
Naruto
¡Es el inicio del ciclo! Hay que venir con energía, amigo.
Naruto
¡Nuevas materias, nuevos profesores… y nuevas chicas!
Shikamaru lo miró de reojo, sin cambiar el ritmo de su paso.
Shikamaru
No cambias nunca, Naruto.
Le dio un codazo con picardía.
Naruto
Aunque… ya tengo a alguien en mente.
Shikamaru
¿Quién es esta vez? ¿Sakura?
Naruto negó con la cabeza, y sus mejillas se tiñeron apenas de rojo.
Naruto
Esas son las mejores.
Naruto
La más guapa del salón, ¿no crees? Es tan… tranquila.
Naruto
Me gusta su forma de hablar, su forma de caminar… y cuando me saluda, siento como si…
Shikamaru
…como si los pajaritos cantaran y el mundo se detuviera, sí, ya entendí.
Interrumpió Shikamaru con una sonrisa burlona.
Ambos rieron mientras entraban al edificio principal. El murmullo de estudiantes llenaba los pasillos como una canción rutinaria, y el olor a marcador, papel y café barato flotaba en el aire. El aula 3B aún estaba medio vacía, pero algunas caras familiares ya estaban en sus asientos.
saludó Sakura desde la tercera fila, agitando la mano con entusiasmo. A su lado, Sai hojeaba un libro con gesto neutral.
Naruto
¡Hola, Sakura-chan!
Respondió Naruto, antes de dejar caer su mochila junto a la ventana. Shikamaru se dejó caer a su lado con un suspiro eterno.
La puerta del aula se abrió de nuevo, y un silencio momentáneo se hizo entre los que ya estaban dentro. Un chico alto, de cabello negro azabache y porte elegante cruzó el umbral sin mirar a nadie.
Murmuró alguien al fondo.
Naruto se tensó al verlo. Su corazón dio un brinco, como si lo reconociera antes que su mente pudiera nombrarlo. No era la primera vez que lo veía, pero sí la primera desde las vacaciones.
Había algo en Sasuke que siempre le provocaba una sensación rara. No era exactamente nervios… ni miedo… ni atracción… pero sí una mezcla de todo eso. Desde el primer año, cuando compartieron una clase de ética, lo había observado con ojos curiosos y con un cosquilleo en el estómago que no se atrevía a nombrar.
Sasuke no saludó. Se sentó en silencio al fondo del aula, con los brazos cruzados y la mirada fija en la pizarra vacía.
Naruto
¿Siempre tan amable, no?
Susurró Naruto, más para sí mismo.
Shikamaru
¿A quién miras tanto?
Pero Shikamaru sonrió. Sabía que Naruto no miraba a “nadie” de esa manera.
La clase comenzó con el profesor Iruka presentando el programa del semestre. Naruto intentaba concentrarse, pero su mirada se desviaba entre Hinata —sentada con timidez unas filas más adelante— y Sasuke, que no parecía inmutarse por nada. Hasta que, justo antes del descanso, la puerta volvió a abrirse.
Un chico nuevo entró al aula.
Llevaba una chaqueta oscura, el cabello rojo cayéndole como fuego en los bordes del rostro, y unos ojos verde jade que no parecían enfocados en nada… y en todo al mismo tiempo. Sus pasos eran silenciosos, casi felinos, y su aura era tan distinta a la de todos que el ambiente pareció enfriarse apenas pisó el aula.
Naruto dejó de respirar un instante.
El chico lo miró, como si supiera que era observado. Fue solo un segundo, pero Naruto sintió un escalofrío recorrerle la espalda. No era miedo. Era… algo más. Algo entre vértigo y fascinación.
preguntó, sin apartar la vista.
Shikamaru
Estudiante de intercambio. Psicología.
Naruto se quedó mudo.
Gaara tomó asiento solo, en la fila junto a la ventana opuesta. No dijo una palabra. Pero su presencia era imposible de ignorar.
Y por primera vez, Naruto sintió que algo… o alguien… había roto su equilibrio interno.
Como si una tormenta estuviera por empezar, y él fuera el único que aún no había visto las nubes.
Tensiones bajo la superficie
El aula 3B retumbaba con el murmullo de los estudiantes al iniciar la segunda clase del día. Naruto apenas había terminado de hablar con Hinata sobre la fiesta de bienvenida cuando la puerta se abrió con suavidad.
Un hombre alto, de cabello plateado y desordenado, entró con paso tranquilo y despreocupado. Llevaba un bolso cruzado y un libro pequeño en una mano. Su rostro, medio oculto por una mascarilla.
Kakashi
Soy Hatake Kakashi, su profesor de Estadística Avanzada.
Kakashi
Algunos me conocen como “el que siempre llega tarde”. Hoy decidí llegar temprano. No se acostumbren.
Algunos rieron. Naruto parpadeó.
Naruto
¿Este es el profe de estadística?
Naruto
Pensé que sería más… no sé, viejo y amargado.
Shikamaru tenía la cabeza apoyada sobre la mano, ya resignado a lo que viniera.
Kakashi caminó hacia el escritorio y sacó un paquete de hojas.
Kakashi
Vamos a hacer algo especial hoy.
Dijo, acomodando los papeles.
Kakashi
Les voy a aplicar un pequeño examen sorpresa para evaluar su nivel.
Kakashi
Nada del otro mundo. Solo 10 preguntas.
Naruto se enderezó de golpe.
Naruto
¡Pero si es el primer día de clases!
Respondió Kakashi sin levantar la vista.
Kakashi
Así veo quiénes necesitan refuerzo y quiénes no.
Kiba
Pero eso no es justo! No estudiamos nada aún.
Sai
Tampoco vine preparado.
Añadió Sai con voz neutra, sin levantar la vista de su cuaderno de dibujo.
Hinata se removió incómoda en su asiento. Sakura soltó un suspiro molesto. Solo dos personas no se inmutaron: Sasuke, sentado al fondo con los brazos cruzados, y Gaara, en la primera fila, que ya tenía su bolígrafo listo como si lo esperara.
Insistió Naruto, levantando la mano.
Naruto
¿Es realmente necesario?
Kakashi alzó la mirada por primera vez, dejando el libro sobre el escritorio.
Kakashi
Sí, Naruto. Lo es.
Naruto se dejó caer de nuevo en el asiento, bufando.
Naruto
Qué día más horrible…
Kakashi comenzó a repartir los exámenes. El silencio se instaló de inmediato, salvo por algún resoplido de molestia o el sonido nervioso de lápices golpeando escritorios. Naruto miró la primera pregunta y palideció.
Naruto
¿Qué demonios es un coeficiente de correlación parcial?
Susurró para sí mismo.
Shikamaru ya iba por la tercera pregunta. Sasuke escribía sin pausa. Gaara, sereno, mantenía su rostro inexpresivo mientras contestaba. Hinata, aunque tensa, parecía avanzar con cuidado.
Pasó una hora.
Kakashi
Entreguen, por favor.
Anunció Kakashi, levantándose.
Kakashi
Denme unos minutos para corregir.
Todos se levantaron lentamente, algunos murmurando frustrados, otros resignados.
Choji
Me quedé en blanco en la ocho y la nueve.
Sai
Yo dibujé en la parte de atrás.
Sai
mostrando una caricatura de Kakashi leyendo un libro bajo un paraguas. A ver si se apiada de mi jajaja.
Kakashi corrigió con una velocidad increíble. Sus ojos se deslizaban sobre las hojas mientras hacía marcas con un bolígrafo rojo.
Kakashi
Ya tengo los puntajes.
Kakashi
Los formaré en grupos de cuatro. Trabajarán juntos todo el semestre.
Naruto
Por favor… que me toque con Hinata…
Kakashi
Primer grupo: Shikamaru Nara, Sasuke Uchiha, Neji Hyuga y Gaara Sabaku.
Naruto
¿Sasuke con Gaara… y con Neji también?
Naruto
¿¡No son todos cerebritos!?
Shikamaru
Todos sacamos nota perfecta o casi.
Naruto frunció el ceño, mirando de reojo a Sasuke, quien simplemente cerró su cuaderno y cruzó los brazos.
Kakashi
Segundo grupo: Sakura Haruno, Sai, Ino Yamanaka y Tenten.
Ino
A ver cuánto tardamos en pelear.
Kakashi
Tercer grupo: Kiba Inuzuka, Choji Akimichi, Hinata Hyuga y… Naruto Uzumaki.
Gritó Naruto, alzando el puño.
Naruto
¡Gracias, destino!
Hinata sonrió tímidamente, bajando la mirada. Kiba resopló.
Choji
Al menos estaré con mi mejor amigo.
Dijo Choji, dándole una palmadita a Kiba en la espalda.
Kakashi
Último grupo: Rock Lee, Shino Aburame, Suigetsu y Karin Uzumaki.
Lee
¡Una combinación espléndida para el esfuerzo máximo!
Kakashi
Les enviaré los temas al correo.
Agregó Kakashi, tomando su bolso.
Kakashi
Primer entrega, la próxima semana. Buena suerte.
Con eso, terminó la clase.
Naruto guardó sus cosas emocionado.
Naruto
Este es el momento perfecto para acercarme más a Hinata.
Le dijo a Shikamaru mientras salían.
Naruto
Estudiar juntos, pasar tiempo juntos. ¡Es mi oportunidad de oro!
Shikamaru
Ojalá no te distraigas tanto como en el examen.
Respondió Shikamaru, medio en broma.
Naruto
Oye, fue difícil, ¿vale?
Mientras hablaban, Naruto caminaba sin mirar al frente, distraído, hablando de cómo le pediría a Hinata que fueran a estudiar a la cafetería. Entonces…
Chocó de lleno con dos personas que venían por el pasillo contrario.
Los cuadernos cayeron al suelo. Naruto retrocedió un paso, tambaleándose. Alzó la mirada… y se encontró cara a cara con Sasuke y Gaara, que venían hablando entre ellos.
Por un segundo, nadie dijo nada.
Sasuke frunció el ceño, claramente molesto. Naruto intentó disculparse, pero las palabras se le atascaron.
Sasuke
¿No puedes mirar por dónde caminas, idiota?
Espetó Sasuke con su tono habitual, pero su voz sonaba más aguda de lo normal.
Naruto abrió la boca.
Naruto
¿¡Qué dijiste!? ¡Fue un accidente!
Sasuke
Siempre eres un torpe…
Sasuke murmuró, pero su mirada se desvió por un instante. Ver a Naruto tan cerca, el leve jadeo de su aliento, lo puso nervioso.
Sasuke
💭 Maldita sea… ¿por qué me hace sentir así?
Gaara se agachó en silencio, recogiendo los cuadernos. Naruto también se agachó, pero sus dedos rozaron los de Gaara cuando ambos intentaron tomar el mismo cuaderno.
Los ojos verdes de Gaara se encontraron con los azules de Naruto. Un segundo eterno.
Dijo Gaara suavemente, entregándole el cuaderno.
Gaara
No quiero que te lastimes.
Naruto se quedó helado. Sintió cómo algo le recorría el pecho. Era… ¿calor?
Sasuke bufó.
Ambos siguieron su camino. Naruto los vio alejarse, aún paralizado.
Hinata le tocó el brazo con timidez.
Reaccionó Naruto, aún con el rostro encendido.
Pero mientras seguían su camino, Naruto no pudo evitar mirar hacia atrás, hacia donde Sasuke y Gaara se perdían entre el gentío del pasillo.
Algo raro se había sentido en ese roce, en esa mirada… en ese instante.
Como si la tormenta que tanto temía… hubiera empezado con un simple choque de hombros.
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