Capítulo 1

En la histórica Ciudad de México una joven promesa de la música, despertaba a contemplar un día nuevo. Estaba lista para otro día en el conservatorio nacional de música, se daba una ducha rápida para bajar a desayunar con su familia. Antes de que cada uno tomara su rumbo para hacer su vida cotidiana, colocaba deprisa sus jeans y su playera negra, encima su camisa a cuadros, obviamente sus tenis favoritos. Hoy era un día relajado, sin más demora bajo al comedor.

—Buenos días familia, hola papá, hola mamá.—saludaba a sus padres con un beso en la mejilla.

—Me alegra que hayas bajado a desayunar con nosotros, por cierto me encontré a tu director de orquesta en la televisora. Dice que es seguro que te acepten en la Accademia Nazionale di Santa Cecilia. Espero que así se pronuncie, si no es así ya hice el ridículo.—le decía su papá

—Ay cariño, yo también estoy segura que nuestra Viridiana va ser aceptada.—agregó su mamá

—No es por nada pero yo ya la vi en Roma, convirtiéndose en una gran compositora. Porque recuerda que me debes dar empleo.—decía su hermano Marcelo

—En lugar de que te sigas preparando para que seas independiente, estás esperando por tu hermana, eres increíble.—decía su padre

—Soy el mejor bajista que hay en el país, ¿o no?. Ya me escuchaste acompañando a la gran leyenda de la canción Tony Muñoz.—

—Ese concierto fue espectacular, todas las canciones que interpreta son del maestro Castañeda. Lo que diera por solo haber tenido una conversación con él.—agregaba Viridiana

—Me alegra que ambos sientan esa pasión por lo que les gusta, me voy porque tengo llamado. Vamos cariño se nos hace tarde.—decía su papá

El papá de Viridiana era uno de los directores más importantes de la televisión nacional en México, su nombre Rodrigo Escalante, y su madre Eloisa Jacome, ella era una reconocida novelista y guionista que también trabajaba en el mismo lugar. Todas sus historias habían llevado a la fama a la televisora, y a muchos actores y actrices en general. En casa Marcelo y Viridiana tenían su propio estudio para ensayar, Viridiana tocaba más de un instrumento, cuando se sentía inspirada escribía bellas canciones, su talento era nato. Ella había estudiado años las habilidades de teoría musical, armonía, contrapunto y composición. Ese era su fuerte, los arreglos musicales. Sus sueños eran grandes, pero sabía que el camino no sería fácil, algún día estaría creando canciones para que cantantes reconocidos a nivel mundial las interpretaran. Más tarde de llegaba al conservatorio.

—Hola profesor, perdone la demora.—

—No te preocupes te agradezco que vengas a ayudarme sobre todo para que me sirvas de ejemplo para la nueva orquesta. Me encontré a tu papá en la televisora.—

—Si me lo dijo, está trabajando en la canción de la novela siempre mía, ¿verdad?—

—Si, necesitaban solo música de fondo sin intérprete. Tu mamá es una gran escritora. Le comente que no tenía dudas de qué te aceptaran en la universidad. Te volverás muy reconocida y famosa.—

—Me apasiona tanto componer, escribir canciones que le den sentido a la vida y también que ayude a los corazones rotos.—

—Me alegra escucharte, bien te parece si comenzamos.—

Viridiana se sentó para afinar el violín, ayudaría a que los estudiantes la siguieran. Todos llegaron, con sus violines, flautas, violas, y demás instrumentos.

—Bien jóvenes ella es Viridiana Escalante, nuestra promesa artística de la generación que se acaba de graduar. Ella participará con ustedes hoy en clase, así que pongan atención en seguirla.—

Viridiana comenzó a tocar la obra más popular de Franz, Serenade for string. Era la más adecuada para que los nuevos ingresos practicaran su oído y ritmo tocando en conjunto. Era notable la experiencia de Viridiana, muchos dejaban de tocar porque no podían seguirla.

—Notaron, muchos de ustedes se rindieron de inmediato. Recuerden que la práctica lo es todo jóvenes. Ahora vuelvan a intentarlo.—

Viridiana una vez más comenzaba, y aunque muchos de los presentes se esforzaban nadie la podía igualar. Terminaron la lección y más de uno se llevaba una lección nueva, era no dejar de practicar.

—Gracias Viridiana, mientras obtienes respuesta ¿que vas hacer?—

—Practicar, escribí una canción nueva y Marcelo me va a ayudar con los arreglos.—

—Si no llegaras a ser aceptada, piensa en la posibilidad de dar clases. Mientras que una oportunidad se presenta, con gusto te daré mi recomendación.—

—Gracias profesor, ahora debo irme.—

Viridiana regresaba a su casa, su hermano tenía ensayo para los conciertos de los siguientes días con Tony Muñoz. Pero regresaría temprano a casa para ayudar a su hermana con su nueva canción. Ella ya estaba haciendo correcciones tanto a la letra como a las partituras, en ese momento llegó Marcelo.

—Hola morusa, ¿comenzamos?. Déjame ver.—hizo una pausa para ver de qué se trataba la nueva canción y cómo comenzaba.—Una canción de amor, veamos.—Marcelo comenzó a tocar la melodía escrita por su hermana, la melodía era muy buena.—Excelente y más para una mujer que nunca se ha enamorado.—

—Claro que si me he enamorado.—

—Meléndez no cuenta el ni sabe que existes.—

—Algún día escribiré y compondré una canción para el. Cada vez que la canté será como si me la dedicara a mi.—

—Pobrecita de ti, Cántala, al mismo tiempo la tocamos.—

Viridiana hablaba en su canción sobre un encuentro inesperado, y él como el cruzar sus miradas los había encadenado al amor más maravilloso. Llevándolos sin piedad a la locura.

—Es muy buena, por qué mejor no le dices a papá que te consiga una oportunidad para que sea utilizada en una de las novelas que produce, te imaginas. Interpretada por la hermosa Perla Romero, “si el destino quiso jugar con nuestras miradas…”—cantaba Marcelo y a la vez la tarareaba

—No, si hago eso sería conformarme. Quiero especializarme, nunca se deja de aprender. Cuando regrese me enfocaré en que todos los cantantes quieran mis canciones, las escucharé en todos lados. Claro que Perla Romero será la que más interprete mis canciones, ya lo verás.—

Viridiana sabía que su destino estaba lleno de éxito, y también llevaría a su hermano con ella por el mismo camino. Sobre todo haciendo lo que amaban, música.

Capítulo 2

En la mansión de la familia Akyürek en Estambul, les gustaba compartir el desayuno juntos, para Mehmet comenzar el día rodeado de su familia era importante, aunque siempre su hijo mayor Levent arruinara todo.

—¿Otra vez nuestro hijo no bajará a desayunar?—pregunto Mehmet

—Lo siento querido, es que llegó durante la madrugada.—decía Bahar

—para variar esta de nuevo en la primera plana de chismes, el CEO de la televisora más importante de Estambul con su harem.—

—Definitivamente a su prometida no le va a agradar esta noticia.—decía la madre de Levent

—Buenos días.—saludaba Cibel la hermana melliza de Levent.

—Buenos días hija.—

—Se ven preocupados, ¿qué pasa?—pregunto Cibel

—Problemas con tu hermano para variar.—respondió Bahar la madre de ambos mientras le daba un sorbo a su té.

—Papá, Levent es un alma libre. Así como yo, es una tontería que lo hayas comprometido con la hija de tu socio en la televisora.—

—Espera yo no lo obligue, ellos ya tienen tiempo en una relación. Es normal que se hayan comprometido, aunque en verdad creo que tu hermano le está dando largas a esa boda.—

—Papá, permite que él decida cuando sea el día en que pierda su libertad.—

—Ustedes son cómplices en todo, tu hermano tarde o temprano tiene que cumplir su palabra. Cibel sé que amas a tu hermano, pero debes ayudarlo a tomar las mejores decisiones.—decía Mehmet mientras sostenía la mano de su hija

—Lamentó interrumpirlos, acaba de llegar la señorita Ceren.—la anunciaba Esma la ama de llaves de la mansión.

—Hazla pasar por favor.—respondió Bahar

—Ella ya pasó, y directo a la habitación del joven Levent.—

Ceren estaba hecha una furia, estaba cansada de ver a su prometido saliendo en los periódicos con otras mujeres, la mayoría de ellas eran actrices que trabajaban en su televisora.

—¡Levent! Despierta, infeliz.—golpeaba fuertemente la puerta de su habitación.

En ese momento Levent despertaba abruptamente al escuchar el escándalo en su puerta, sufría de un fuerte dolor de cabeza a causa de la desvelada. Se sujetaba la cabeza con ambas manos mientras estaba sentado en su cama, pudo escuchar que era su prometida la que hacía semejante escándalo.

—Ceren querida, tranquilízate. No es manera de llegar a la casa de tu futuro esposo a armar un escándalo.—intervenía Bahar

—No es justo señora, soy la burla de todos. Si no son los periódicos, son sus romances publicados en las revistas.—se justificaba Ceren sobre su actitud.

—Todo es mentira, las mujeres en la fotografía del periódico son actrices de la televisora. Hubo una fiesta privada, con nuevos inversionistas, etc. Tu padre también asistió, ven vamos tomaremos té. Tú eres su futura esposa y nadie va a quitarte ese lugar, no lo olvides.—

—Usted siempre lo justifica porque es su hijo, pero debería enseñarle a respetar. Es mejor que me vaya, ¡no quiero volver a verte Levent!¿escuchaste?—gritó Ceren y se marchó del hogar de su futura familia política.

Bahar no estaba de acuerdo con todo lo que hacía su hijo, pero Levent siempre hacía su voluntad. Y más ahora que era el CEO de la empresa, su rebeldía era desmedida. Levent se preparó para ejercitarse, pero antes bajaría para disculparse con su familia.

—Buenos días familia.—

—Buenos días mi vida, pediré que te sirvan el desayuno.—respondió su madre

—Hijo, no puedes seguir con tu vida en excesos. Estás comprometido con Ceren y se merece todo tu respeto, ella será tu esposa.—le sugería su padre

—Terminó conmigo, mi mamá es testigo. Y sinceramente se lo agradezco, aún no estamos listos para el matrimonio.—lo decía de una manera burlesca

—¡Basta!—golpeó Mehmet la mesa.—Ya es suficiente de tu arrogancia y poca responsabilidad afectiva, tantos años a su lado no crees que se merece un poco más de tu consideración. Levent las personas no son desechables, y menos una mujer que ha sido leal a ti.—

—Lo resolveré papá, no estuve con esas hermosas mujeres. Solo fue una foto, además ellas trabajan en Akyürek eso debe entenderlo Ceren, si no calma sus celos e inseguridades, además claro de dejar de suponer no podremos tener un matrimonio feliz y tranquilo. Viviremos los dos en un infierno, pero en fin. Me voy a correr y te veo más tarde en la empresa.—dio un último trago a su jugo y salió.

—Nuestro hijo tiene razón, el debe arreglarlo y Ceren debe mantener la cabeza fría. Yo tampoco quiero que mi hijo viva en un matrimonio desdichado.—

—Dejemos que él arregle sus conflictos de pareja, debo irme querida. Nos vemos para la comida.—decía Mehmet mientras se despedía cariñosamente de su esposa

Mientras Levent corría cerca de su casa admirando el Bósforo, pensaba en Ceren estaba tan acostumbrado a ella. Que simplemente dejaba de preocuparse por lo que ella sintiera, cualquier cosa que sucediera Ceren siempre se quedaba a su lado. Esa seguridad era lo que hacía que él no se preocupara por perderla.

Más tarde Levent llegaba al corporativo para sus reuniones, antes de ocuparse decidió pedirle a su asistente que enviara las orquídeas más bellas para su prometida, también le ordenó enviarle un brazalete para pedirle disculpas por el mal rato.

—Buen día amigo, te ves terrible.—

—Gracias es lo que uno necesita escuchar al comenzar el día.—

—En verdad fue una fiesta alocada.—

—Si, tanto que Ceren me terminó, se metió a mi casa e hizo un escándalo.—

—Ceren está muy enamorada de ti, es solo una rabieta. Dudo que pierda la oportunidad de casarse con un Akyürek.—

—Tal vez, lo único que debo decir es que Gül es maravillosa. Tenía mucho tiempo sin sentirme complacido, ella es una verdadera delicia. Así que decidí que Gül será la protagonista en la nueva telenovela.—

—Bien jefe como usted lo ordene. ¿Entonces seguirás saliendo con ella?—

—No, solo fue una noche y es todo.—

Levent era asediado por las mujeres, y aún más si podían conseguir algo de él. Aunque él pensaba lo mismo, era un ganar, ganar. Él quería a su prometida y sabía cuál era su deber, pero había mujeres hermosas dispuestas a todo para estar con él.

Capítulo 3

Viridiana pasaba contando los días, esperando la respuesta de la academia en Roma, cada día le hacía crecer su desesperanza. Tal vez nunca llegaría esa respuesta, no podía seguir esperando.

—¿Puedo pasar?—

—Si papá adelante.—

—Ya tengo días observándote, me preocupas. Si no te aceptaron en esa dichosa academia no es el fin del mundo mi vida.—

—Lo sé papá, pero era mi sueño. Y me siento triste, ya se me pasará. Ahora debo ver que voy hacer de mi.—

—Tengo una nueva telenovela y necesito encontrar la música adecuada para los créditos. Sabias que la mayoría se hacen famosas por su música o por la canción con la que comienzan. Es una oportunidad para que hagas magia, y comiences tus sueños.—

—Está bien te ayudaré, pero no quiero conformarme. Quiero lograrlo por mí misma, eres muy importante al igual que mi madre. No quiero que todos rumoren que lo logre por mi apellido y tu influencia.—

—Orgullosa hasta la médula, ayúdame ¿si?.—

—Está bien papá, pero si me aceptan en la academia me iré. ¿Tenemos un trato?—

—Está bien mi pequeña Viridiana, es un trato.—

Durante esos días Viridiana comenzó a ver los primeros diez capítulos de la telenovela, al mismo tiempo se sentó a comenzar a crear la melodía adecuada. Estaba llena de situaciones amargas para la protagonista, así que debía transmitir las intrigas, el dolor y el sufrimiento en cada nota.

—Que concentrada estas.—decía Marcelo que acababa de llegar de los ensayos

—Estoy ayudando a mi papá con la música de la nueva novela en la que está trabajando.—

—¿Cuál?—

—Más allá del sol, es muy trágica. La protagonista se enamora del hijo del enemigo de su padre, así que hay mucho sufrimiento para ella. En la vida real no hay quien soporte tanta amargura.—

—En la vida real hay situaciones peores hermana, tú no lo sabes porque nunca has tenido una relación. Y tu relación ficticia con Meléndez no cuenta, es un cantante y al igual que tú hay miles de mujeres que comparten la misma idolatría.—

—Nunca he conocido a alguien que llame mi atención, solo he sentido mucha devoción y amor por la música.—

—Cuando te enamores, todas tus canciones cobrarán sentido.—

—Yo quiero un hombre como mi papá, feminista, leal y cariñoso con su esposa, que está a su lado en cada paso que da. Cambiando de tema, ya tengo mucho tiempo que no veo a tu novia.—

—Ha tenido mucho trabajo, aunque Lucero a diario me hace saber cuánto me ama, mensajes, llamadas y regalos sin ser un día especial, claro yo no me quedo atrás, también le hago saber cuánto le amo, es la única manera de sentirnos cerca.—

—Ella me agrada, me gusta verte feliz y enamorado. Bien debo ir a la televisora, tengo reunión con el director musical de la telenovela. Espero que le gusten mis creaciones.—

—Quieres tocarlas y que te de mi opinión.—

—No, debo tener confianza en mí. Sé que les va a agradar, deséame suerte.—

—¿Quieres que te lleve?—

—No gracias, me iré en mi camioneta. Nos vemos para la cena.—dijo Viridiana a su hermano y se despidió de él con un beso en la mejilla

Marcelo era cuatro años mayor que ella, era un bajista muy popular. Había tocado con grandes cantantes del país, y trabajo nunca le faltaba. Tenía una carrera independiente y en ascenso, sin usar el prestigio de sus padres.

Viridiana conducía por la caótica ciudad, minutos después llegaba hasta la fábrica de sueños, así es como le llamaban en donde filmaban las telenovelas.

—Director, lo busca su hija.—le decía su asistente

—Hazla pasar por favor, la estamos esperando.—

Viridiana entró al set, su papá estaba por terminar la escena para enviar a todos a un descanso.

—¡Corte! Estuvo perfecto, ahora vayan a descansar los veré en dos horas.—Una de las actrices del cine de oro se acercó para saludar a Viridiana.

—Viridiana tan bella que estás hija.—

—Gracias, usted también está bellísima.—

—De pronto dejaste de venir con tus padres al set, con esa belleza serías una actriz famosa o cantante.—

—Me halaga en verdad, y quien no lo haría cuando Miroslava Jurado te dice cosas tan positivas.—

—¿Estás triste por la falta de respuesta de la academia en Roma verdad? Tu padre me lo contó, ya sabes que somos grandes amigos.—

—La verdad si, tal vez es el momento de comenzar mis sueños aquí en mi país. Aunque yo quería estudiar al lado de Franco Beccu.—

—Ellos se pierden de tu talento, nunca dudes de ti misma. Bien antes de irte ven a despedirte de acuerdo, me alegra verte.—Miroslava la abrazaba con mucho afecto, todos los que trabajaban con su padre o que trabajaron le tenían cariño.

—¿Dónde estabas Viridiana?—preguntó su padre

—Con la gran actriz Miroslava Jurado, lo siento maestro Vargas por hacerlo esperar.—

—No hay problema Viridiana, tenemos el tiempo.—

—Bien comenzaré a tocar.—

Viridiana se sentó al piano, colocó sus partituras para comenzar a tocar la canción para la telenovela, la escuchaba su padre y el productor musical con mucha atención, al terminar Vargas no dudó en aplaudir.

—Es perfecta, eso es lo que necesitábamos. Tienes mucho talento Viridiana, ¿por qué querías seguir estudiando?—

—Quería estudiar hombro a hombro con el maestro Franco Beccu.—

—Me pasó lo mismo cuando conocí al maestro Cantoral, aprendí mucho de él. Tienes un gran talento, y si no hay respuesta de la academia me gustaría que formaras parte de mi equipo.—

—Gracias, ¿entonces aparecerá mi canción en la telenovela?—

—Por supuesto que sí, al comienzo y al final. También entre escenas, y no solo eso aparecerá tu nombre en los créditos, bienvenida a la fábrica de sueños Viridiana Escalante.—ella se sentía feliz, se quedaron a solas Viridiana y su padre.

—Felicidades hija, tramitaré tu cheque. Me siento orgulloso de ti.—

—Gracias papá por confiar en mi.—

—Siempre confío en ti. Bien tengo que volver al trabajo, ¿me esperas?—

—No papá, solo me despido de Miroslava y me voy.—

—Está bien, ten paciencia porque el tráfico de san ángel es pesado.—

Viridiana se sentía feliz, su canción aparecería en una telenovela. Su papá tenía mucho prestigio, así que sería una piedra fuerte en su cimiento para edificar su carrera. Se despidió de Miroslava y también pasó a saludar a su mamá, minutos más tarde llegaba a su casa.

—Ahí estás hermana, te esperaba con ansias.—decía Marcelo emocionado

—¿para qué?—

—Mira lo que llego para ti.—Marcelo le mostraba el Mail

—¿Ya lo leíste?—

—Aunque me moría de curiosidad no lo abrí, así que leamos juntos su respuesta.—

—Tu no sabes italiano.—

—Pero tú sí, anda ábrelo.—ambos sentían su pulso al millón. Viridiana no podía creerlo.

—¡Si, lo logré! Me voy a Roma.—

—Felicidades.—ambos brincaban de felicidad

—Soy tan feliz hermano.—

Viridiana no podía creerlo, pero estaba lista para aprender de uno de los mejores compositores del mundo. Algún día su música se escucharía a nivel internacional, era el comienzo de algo totalmente nuevo.