Asesino Moderno, Semidiós Antiguo....
Capítulo 1 — La Concubina en Desgracia
Época Antigua, Imperio Chu
El Palacio Frío era un lugar de silencio y frío, un castigo disimulado con el lujo de las piedras de mármol y las estatuas de piedra que adornaban los pasillos
Allí, Rong Qiuju, vivía aislada, lejos de la vida vibrante de la corte imperial
Qiuju era una mujer de gran belleza, de cabellos largos oscuros, como la misma noche y el cual le llegaba hasta por debajo de las caderas, piel blanca, como una muñeca de porcelana, y un par de hermosos ojos amatista, como las mismísimas joyas
Era conocida por todo el imperio como "la concubina en desgracia"
Se decía que Qiuju había sido responsable del aborto de la emperatriz, acusación que la marcó y la condenó a una vida de aislamiento total en el Palacio Frío
La verdad, sin embargo, era muy diferente
La emperatriz del Imperio Chu, envidiosa de la gran belleza y amabilidad de la mujer del clan Rong, además de que la odiaba por tener el amor del emperador, había sido la verdadera autora de su propio aborto, eliminando a su propio hijo de su vientre, haciendo que las intrigas de palacio hayan sido lo suficientemente fuertes como para sellar el destino de la vida de Qiuju y así quitarla de su camino
El nombre de Qiuju había sido arrastrado por rumores crueles y mentiras tejidas por la emperatriz, quien había manipulado los hechos para arrebatarle su lugar en el palacio junto al afecto del emperador, haciendo que su desgracia fuera mayor, destruyendo completamente su reputación junto a la de su clan
El emperador del Imperio Chu, quien amaba profundamente a Qiuju, sabía que la vida de su amada corría peligro debido a las intrigas y acusaciones, así que no tuvo otra opción que enviarla al Palacio Frío bajo el pretexto de protegerla y así protegerla de una ejecución
Allí, Qiuju, vivió en completa soledad junto a su desgracia, con el corazón roto, pero con una calma imperturbable que, a pesar de todo, no se quebró
Nadie, ni siquiera el emperador, sabía que algo mucho más poderoso que la política estaba a punto de alterar el curso de su vida
Una tarde, mientras el viento gélido soplaba por los pasillos vacíos del palacio, un visitante inesperado llegó a las puertas del Palacio Frío
Era un hombre cuya presencia parecía helar aún más el ambiente
El hombre era un hombre sumamente atractivo, de cabellos largos de color blanco, el cual le llegaba hasta por debajo de la cintura, piel clara, sin rastro alguno de imperfecciones, y un par de ojos rojos, como un par de rubíes o la sangre misma
Este hombre era Asura, el Dios de la Matanza, conocido por su poder incomparable y su feroz dominio sobre la vida y la muerte, había decidido aparecer en el mundo mortal
Su mirada era como un océano profundo de oscuridad infinita, sin rastro alguno de brillo o emoción, y su aura era tan intensa que hacía que el mismo aire temblara a su alrededor
Qiuju, sumida en sus pensamientos, estaba sentada junto a una ventana que daba al jardín nevado, contemplando la fría belleza del paisaje, hasta que la puerta de su habitación se abrió sin previo aviso, por lo que, cuando sus ojos se alzaron, se encontraron con un ser que, en su corazón, no encajaba con el mundo mortal
Asura la observó con una intensidad que podría haberse considerado una amenaza, pero en sus ojos brillaba algo más
No era solo el poder de un dios, sino una fascinación casi palpable
Había algo en ella que lo llamaba, algo que despertaba una parte de él que pensaba dormida hacía siglos
El silencio entre ellos fue pesado, como si el destino mismo hubiera decidido reunirlos en ese preciso momento
Qiuju, sintiendo que una presencia estaba además de ella, lo miró, sorprendida por la presencia del dios
Su corazón se detuvo por un segundo ante la presencia tan imponente
A pesar de su apariencia de dureza y frialdad, había algo en él que le atraía irremediablemente
Su poder era palpable, pero lo que la hizo temblar no fue solo eso
Era la profundidad de su mirada, algo que parecía entenderla, incluso en su dolor más profundo
Rong Qiuju
¿Quién eres tú?
A pesar de que el tono de voz de Qiuju era suave, pero firme, había un leve temor que se asomaba en su tono, ya que no esperaba que alguien apareciera en el Palacio Frío y menos a altas horas de la noche
Asura (Dios de la Matanza, padre)
Soy Asura, el Dios de la Matanza, quien ha cruzado los cielos y la tierra
La voz del dios fue profunda y resonante, como un eco que nunca desaparecía, causando un estremecimiento en Qiuju
Asura (Dios de la Matanza, padre)
Y tú, mortal... ¿quién eres tú?
Qiuju, quien lo miraba fijamente, estaba un poco sorprendida por la declaración, pero también sintió que había algo en él que la llamaba
Rong Qiuju
Mi nombre es Rong Qiuju
Asura dio un paso adelante, acercándose un poco más a Qiuju, como si la distancia entre ellos fuera nada, mientras su mirada se volvía aún más penetrante, como si tratara de desentrañar la verdad detrás de la mujer que tenía enfrente suyo
Asura (Dios de la Matanza, padre)
¿Y qué te ha traído a este lugar?
Asura (Dios de la Matanza, padre)
¿Por qué estás atrapada aquí?
Qiuju, que había estado preparada para enfrentar más reproches y falsedades, no se vio afectada
Rong Qiuju
Fui acusada de algo que no cometí
Rong Qiuju
Me inculparon de causar el aborto de la emperatriz, cuando en realidad en realidad no fue así
Quiju habló con demasiada calma, su voz firme a pesar de la tristeza que aún llevaba consigo, bajando levemente la mirada
Asura la miró fijamente, estudiando cada palabra
No era un dios que confiara fácilmente, pero había algo en Qiuju que le inspiraba una confianza instantánea, tal vez no era solo la verdad que él podía percibir en sus palabras, sino algo más, algo en su esencia que resonaba con él
Asura (Dios de la Matanza, padre)
Entonces, eres una víctima de las intrigas de los mortales
Asura se acercaba cada vez aún más, su presencia envolviendo la habitación como una sombra, mientras su tono de voz era bajo y estaba cargado de una mezcla de curiosidad y desdén hacia los mortales
Asura (Dios de la Matanza, padre)
Un ser tan hermoso como tú, atrapada en el juego sucio de los demás
Qiuju no pudo evitar sentir un estremecimiento al escuchar esas palabras, pero también había algo en él que la atraía
Rong Qiuju
No me importa lo que digan los demás
Levantó la mirada con un semblante sereno, mirándolo, directamente, a los ojos
Rong Qiuju
He aprendido a no vivir según los juicios ajenos
Asura (Dios de la Matanza, padre)
Tienes una fuerza admirable, Rong Qiuju
Asura se acercó aún más, y en un movimiento casi imperceptible, tomó su mano con suavidad, pero de manera posesiva
Asura (Dios de la Matanza, padre)
Esa es la razón por la que no puedo dejar que alguien como tú se quede atrapada en este lugar
Asura llevó la mano de Qiuju hacía sus labios y dejó un suave beso sobre el torso de esta, sorprendiéndola, para luego besar la palma de la mano
Asura (Dios de la Matanza, padre)
No me importa lo que hayas sido para ellos
Asura (Dios de la Matanza, padre)
Para mí eres mucho más que eso
La cercanía de Asura hizo que el corazón de Qiuju latiera más rápido de lo normal
Un dios, poderoso y temido por todos, le estaba hablando con una suavidad y una intensidad que jamás había experimentado y, a pesar de la distancia de su mundo mortal, sentía una conexión inexplicable con él
Rong Qiuju
Dios Asura... *murmura*
Asura (Dios de la Matanza, padre)
No
Asura interrumpió a Qiuju, inclinándose hacia ella, sus ojos ahora ardiendo con una pasión inesperada, mientras rodeaba su cintura con uno de sus brazos para atraerla a su cuerpo
Asura (Dios de la Matanza, padre)
No me llames así
Asura (Dios de la Matanza, padre)
Desde este momento, serás mía, Rong Qiuju
Asura (Dios de la Matanza, padre)
Nadie más podrá tocarte
El aire se llenó de tensión mientras Asura atraía a Qiuju cada vez más hacia él, sus labios a pocos centímetros de los suyos
Qiuju, que había vivido toda su vida marcada por el dolor y la soledad, no pudo evitar sentirse vulnerable y al mismo tiempo protegida por su presencia
Asura, finalmente, unió sus labios con los de Qiuju, besándola, un beso que fue feroz y lleno de deseo
La pasión de un dios, se encendió con una fuerza incontrolable, se volcó en Asura, ardiendo dentro de él, y Qiuju, sorprendida por la intensidad de sus emociones, se entregó sin reservas
Asura (Dios de la Matanza, padre)
Eres mía, Qiuju *murmura*
Asura (Dios de la Matanza, padre)
Nadie te hará daño mientras yo esté aquí
Asura alzó a Qiuju en sus brazos, cargándola en modo nupcial, como si su cuerpo no pesara más que un pensamiento, mientras ella enrollaba sus brazos alrededor de su cuello
Asura (Dios de la Matanza, padre)
Ven conmigo... el mundo mortal ya no merece tocarte... *susurra*
Qiuju no dijo ni una palabra, pero cuando unió sus labios con los de Asura, formando un beso cálido y lleno de deseo, además de su mirada determinada fueron respuesta suficiente para el dios y sin dejar rastro, desaparecieron en un torbellino de pétalos carmesíes, dejando al Palacio Frío más vacío que nunca, pero con una inmensa paz que nadie se esperaría
Capítulo 2 — El Nacimiento del Heredero de la Matanza
Reino Carmesí, Ciudad Matanza
Ha pasado dos años, 730 días desde que el Palacio Frío del Imperio Chu quedara en completa soledad, silenciado por la desaparición de su última moradora
El mundo mortal creyó que Qiuju, la concubina que fue injustamente condenada, había muerto en el olvido
Sin embargo, en los confines del mundo, más allá de la mirada de los hombres y los reinos de los mortales, en una fortaleza suspendida entre el vacío y la guerra, Qiuju vivía
El Palacio Carmesí de Asura, forjado en jade negro y fuego estelar, se había convertido en su nuevo hogar, allí, rodeada de bestias celestiales, guerreros sin alma, y un silencio más puro que cualquier canción, Qiuju había florecido de nuevo como la diosa que nació para ser
Tres meses después de que Asura sacara a su amada, Qiuju, del Palacio Frío del Imperio Chu, este le ordenó a Xue Lang, su subordinado más leal y el más fuerte, además de ser conocido como "El Lobo Sangriento", que fuera a buscar a Songzhi, la sirvienta más leal de su amada y su mejor amiga, para que estuviera junto a Qiuju
Xue Lang era un hombre atractivo de cabello corto de color negro, el cual un mechón largo cubría su ojo derecho, piel bronceada, revelando un brillo saludable y un par de ojos oscuros, como la noche misma
Songzhi era una hermosa joven de cabello largo de color castaño, llegando a tonos oscuros, piel blanca, como una muñeca de porcelana, y un par de ojos verdes claros, como el jade mismo, pero más brillantes y más preciosos
La inquebrantable lealtad de Songzhi hacia Qiuju seguía intacta, incluso después de que ella abandonara el Palacio Frío y desapareciera el Imperio Chu, sin rastro alguno, terminó convenciendo a Asura de llevarla a Ciudad Matanza para que esté junto a Qiuju
Una noche, después de esos dos años juntos, cuando las lunas gemelas se alinearon sobre el Reino Carmesí, el cielo se tiñó de escarlata, anunciando un suceso único en eras
En aquellos elegantes aposentos, ocultos bajo mil capas de protección divina, cubiertos por velos púrpuras y fuego azul, Qiuju, vestida con seda de loto y bordados en oro rojo, yacía entre sedas y runas divinas, su rostro, anteriormente pálido y demacrado por la desnutrición, perlado de sudor, brillaba con una dulzura inigualable, sus ojos amatista, que habían soportado el frío del abandono imperial, se posaban con esperanza sobre el hombre a su lado que sostenía su mano con firmeza
Asura, el Dios de la Matanza, su señor, su salvador y su amado
Qiuju apretaba cada vez más la mano de Asura cada vez que sentía una contracción, su vientre, ahora de gran tamaño abultado, estaba listo para expulsar a aquel ser que llevó meses en gestarse
Rong Qiuju
Ya viene... *murmura*
Qiuju sentía como el dolor recorría todo su cuerpo como si cientos de relámpagos estuvieran golpeándola, mientras apretaba con más fuerza la mano de Asura
Sus labios apretados no dejaban escapar gritos, pero eso no evitaba que dejara uno que otro quejido de dolor
Solo respiraciones profundas, llenas de fuerza
Arrodillada frente a ella, Songzhi, atendía a Qiuju, dándole instrucciones que la última seguía al pie de la letra, mientras la primera recibía la ayuda de Xue Lang, quien le pasaba las toallas y mantenía preparada el agua caliente junto a todo lo demás que ella necesitara
Asura, el temido, el inmortal, el destructor de ejércitos, estaba allí, arrodillado junto a ella, su brazo rodeando sus hombros mientras sujetaba su mano y le daba un pequeño beso en su frente sudada, sus ojos por primera vez llenos de miedo
Miedo por perder lo único puro que el universo le había concedido
Asura (Dios de la Matanza, padre)
Aguanta, Qiu’er... estoy contigo y si el cielo quiere arrebatarte de mi lado, lo destruiré *susurra*
Qiuju sonrió apenas, entre lágrimas y jadeos de dolor por el parto
Rong Qiuju
Tonto… ¿cómo vas a destruir el cielo… si ya me diste uno nuevo?
Las horas pasaron como siglos
Y entonces… respirando hondo, con un último suspiro, un último puje, un último alarido, el llanto de una nueva vida rompió la noche
Una explosión de luz dorada llenó el palacio
Las bestias celestiales se inclinaron
Songzhi (mejor amiga de Qiuju)
¡Es un varón, precioso y saludable! *sonríe*
Songzhi recibía la ayuda de Xue Lang para limpiar al pequeño ser, el cual seguía llorando después de haber salido del vientre de su madre, con agua caliente para luego ser envuelto en toallas limpias y ser entregado en los brazos de Qiuju
En los brazos de su madre, envuelto en una capa de aura ardiente, nació un bebé, el hijo del Dios de la Matanza y su amante humana
El fruto de un amor imposible e inimaginable
El pequeño recién nacido, el cual había dejado de llorar, era una mezcla de ambos, la viva imagen del dios con algunos rasgos de la mujer, su cabello era blanco, idéntico al de su padre, como la misma niebla que cubre el bosque, y sus ojos, los cuales había abierto, eran idénticos a los de su madre, como un par de joyas amatista
Asura, al tomarlo en sus brazos, tembló, sintiendo como las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos
Asura (Dios de la Matanza, padre)
Este es mi hijo… el heredero del Reino Carmesí, mi luz… y mi castigo... *susurra*
Qiuju, aún débil pero sonriente, lo miró con dulzura
¿Quién diría que el mismísimo Asura sería bastante sensible?
¿Qué dirían los demás dioses al ver llorar al Dios de la Matanza?
Rong Qiuju
Nuestro hijo… será la promesa de que incluso el más temido puede amar...
Qiuju extendió los brazos hacía Asura
Rong Qiuju
Déjamelo verlo...
Asura le pasó, cuidadosamente, el bebé a Qiuju, quien lo colocado sobre su pecho, observándolo detenidamente cada una de sus facciones hasta que notó como su pequeño ceño ya estaba fruncido, como si desafiara al mundo que apenas lo recibía
Rong Qiuju
Nuestro hijo… *susurra*
Qiuju acariciaba la mejilla del bebé con ternura infinita, mirándolo con un enorme amor
Songzhi y Xue Lang se arrodillaron frente a Asura y Qiuju para luego hacer una reverencia ante ambos
Songzhi (mejor amiga de Qiuju)
Felicidades por este hijo
Xue Lang (Lobo Sangriento)
Felicidades por este hijo
Al mismo tiempo, en una sincronización perfecta, estando felices por la llegada del pequeño bebé
Rong Qiuju
Muchas gracias, Songzhi, Xue Lang *sonríe*
Después de eso, Songzhi y Xue Lang, se retiraron de la habitación para darles privacidad a la nueva familia, Xue Lang debía seguir con sus entrenamientos y Songzhi debía seguir con su trabajo
Asura se inclinó, en silencio, contemplando el milagro frente a él, luego, sacó de su cuello un pequeño collar con un rubí oscuro, el único objeto que conservaba desde antes de su ascenso como dios
Asura (Dios de la Matanza, padre)
Este rubí fue testigo de todas mis batallas, ahora será testigo de tu vida... *murmura*
Asura no dudó en usar su poder para crear una copia exacta del collar para luego colocar, con suavidad, la copia del collar de rubí en el cuello del recién nacido, asegurándose de que no esté apretado para no lastimarlo
Rong Qiuju
¿Cómo lo llamaremos?
El dios miró a su hijo recién nacido en los brazos de su amada, sonriendo levemente, mientras acariciaba su cabeza y abrazaba con su otro brazo el cuerpo de la mujer
Asura (Dios de la Matanza, padre)
Tianyu... Rong Tianyu...
El nombre que le dio Asura a su hijo llamó la atención de Qiuju
Rong Qiuju
¿Tianyu? *curiosa*
Asura (Dios de la Matanza, padre)
Tianyu significa "Universo Celestial"
Asura (Dios de la Matanza, padre)
Llevará, no solamente tu apellido, sino que también llevará mi sangre… y el fuego de mi alma...
Qiuju lloró, no de dolor, sino de amor, mientras miraba a Asura con dulzura y felicidad
Rong Qiuju
Gracias… Asura... *murmura*
Asura la abrazó con cuidado, envolviéndola a ella y al niño con sus brazos
Asura (Dios de la Matanza, padre)
Esta noche no soy un dios, Qiuju, solo soy un hombre… y un padre... *murmura*
El bebé se movió y emitió otro pequeño llanto, como si comprendiera las palabras de su padre, por lo que, Asura, acarició con suavidad su frente mientras lo miraba con una ternura jamás vista en él
Asura (Dios de la Matanza, padre)
Crecerás lejos de guerras… si los cielos lo permiten, pero si algún día sientes frío o miedo… recuerda que tu padre te ama, Tianyu...
La luna roja, por primera vez en milenios, palideció
Y en medio de la Ciudad Matanza, un nuevo fuego nació
No de destrucción... sino de amor
Muy lejos de esa escena sagrada, en los cielos más allá de los cielos, entre grietas del espacio divino y tormentas negras, un par de ojos carmesí se abrieron de golpe, con un odio ancestral y una enorme ambición de poder reflejado en ellos
Capítulo 3 — Amenaza Al Acecho
Reino Carmesí, Ciudad Matanza
El aroma a flores de ciruelo y jazmín flotaba en el aire, mezclándose con el suave murmullo del viento que acariciaba los cortinajes de seda del palacio
Dos años habían pasado desde que Asura, el Dios de la Matanza, había rescatado a Qiuju del frío y desolado Palacio Frío del Imperio Chu, pero ahora, bajo el cielo crepuscular de Ciudad Matanza, la felicidad reinaba en sus corazones
Y ahora ha pasado otro año, otros 365 días, desde el nacimiento de Tianyu, el hijo semidiós de Asura y Qiuju, quien ahora, actualmente, 1 año de edad, 12 meses de vida desde el día que nació, desde el primer momento en el que abrió sus hermosos ojos amatista, heredados de su madre
En el centro de la habitación principal, Qiuju sostenía entre sus brazos a Tianyu, quien dormía plácidamente, sus pequeños puños cerrados mientras su cabello blanco como la nieve brillaba bajo la tenue luz de las lámparas
Asura, de pie junto a ellos, observaba con una mezcla de orgullo y ternura, sus ojos rojos, siempre tan intensos, ahora suavizados por el amor que sentía por su familia
Rong Qiuju
Es perfecto *murmura*
Qiuju, miraba con amor al pequeño Tianyu en sus brazos, acariciando la mejilla del bebé con delicadeza
Rong Qiuju
Tiene tu cabello, pero mis ojos
Asura, mirando a Qiuju sosteniendo en sus brazos al pequeño Tianyu, sonrió, acercándose para colocar un beso en la frente de su amada
Asura (Dios de la Matanza, padre)
Nadie podrá lastimarlo
Asura no dudó en envolver con uno de sus brazos a Qiuju, en un abrazo protector y cálido, contra su pecho, mientras acariciaba con dulzura la cabecita de su pequeño hijo, Tianyu, quien, aún estando completamente dormido, sonrió al sentir la mano cálida de su padre
Sin embargo, sin que ambos lo supieran o se dieran cuenta, mientras la felicidad inundaba el palacio, en las alturas del firmamento, una presencia oscura los observaba
Salón del Trono Celestial
Un hombre de cabello largo, el cual le llegaba hasta por debajo de la cintura, de color blanco, piel clara, sin rastro alguno de imperfecciones, y un par de hermosos ojos de color azul, los cuales estaban ocultos detrás de una venda blanca, vistiendo túnicas blancas con decoraciones doradas y alguna que otra de color morado oscuro y tonos lavanda
A su lado estaba una hermosa mujer de cabello largo, el cual caía como cascadas de nieve, piel blanca, como una muñeca de porcelana, y un hermoso par de ojos azules
Shangdi Tianzun, el Soberano Celestial Supremo y el progenitor de todos los dioses Chinos, permanecía sentado en su trono de jade, sus ojos azules, los cuales se tornaban dorados cada vez que usaba su poder al máximo, ocultos tras la tela blanca que los cubría
A su lado, Xiwangmu, la Reina Madre del Oeste y madre de todos los dioses de China, posaba una mano sobre su hombro, sus alas doradas desplegadas con inquietud
Ambos tenían un mal presentimiento, algo dentro de ellos les decía que algo malo iba a pasar dentro de poco
Xiwangmu (Reina Celestial)
Algo no está bien *murmura*
Ella miraba hacia el horizonte celestial, teniendo un mal presentimiento
Xiwangmu (Reina Celestial)
Hay una energía maligna que no pertenece a este reino
Shangdi Tianzun asintió lentamente
Shangdi Tianzun (Deidad Suprema)
Mars... el dios romano de la guerra ha cruzado los límites del Cielo *aprieta los puños*
Xiwangmu (Reina Celestial)
¿Por qué ahora? *murmura*
Xiwangmu, quien se sentía cada vez más preocupada, apretaba con fuerza su abanico de perlas
Xiwangmu (Reina Celestial)
¿Qué busca aquí?
Shangdi Tianzun (Deidad Suprema)
Lo que no pudo obtener en el Olimpo
La Deidad Suprema se levantó de su trono, bajo la mirada de su esposa
Shangdi Tianzun (Deidad Suprema)
Quiere China... quiere ser el único dios...
Un escalofrío recorrió el salón
Los sirvientes celestiales intercambiaron miradas de temor, Mars no era un enemigo cualquiera, no podía subestimarse ni tomarse a la ligera
Todos los seres de China sabían que Mars se había enfrentado a los dioses de Grecia, todo por querer conquistar el Olimpo, pero sus planes no resultaron como quería, debido a que fue derrotado, además de que les había llegado el extraño rumor de que un misterioso meteorito hecho de oscuridad cayó en medio del campo de batalla, en medio del clímax de la gran batalla
Y ese suceso pasó no hace mucho, básicamente, hace unos 5 años
Desde la caída de aquel misterioso meteorito de oscuridad en medio del campo de batalla, Mars, desapareció sin dejar rastro alguno, pero ahora estaba de regreso con un nuevo aspecto y nuevos poderes, dispuesto a querer conquistar ahora los cielos Chinos
Xiwangmu (Reina Celestial)
Y si ha venido… es porque sabe que aquí hay alguien que puede detenerlo...
Shangdi Tianzun giró hacia ella, comprendiendo de inmediato sus palabras y el objetivo de Mars
Shangdi Tianzun (Deidad Suprema)
Asura... *murmura*
Ambos se dieron cuenta de lo que en realidad significaba la aparición de Mars en China
Asura era el hijo mayor de Shangdi Tianzun y de Xiwangmu, teniendo el título de "Dios de la Matanza", debido a sus grandes habilidades en el campo de batalla y salir victorioso en cada una de ellas, siendo incluso conocido por ser aquel a cargo de asesinatos, juicios, leyes y reglamentos, además de tener la responsabilidad de juzgar a los dioses, controlar el reino divino y mantener sus reglas, también juzgar todos los pecados del mundo y proteger toda la existencia que necesita ser protegida
Sin embargo, ahora había un detalle
Asura tenía de consorte a una humana, con quien tuvo un hijo
El hijo semidiós de Asura
Por lo tanto, la reciente aparición de Mars solamente significaba una cosa
Tianyu corría grave peligro
Desde las alturas, oculto entre nubes teñidas de rojo sangre, alguien observaba el palacio de Ciudad Matanza
Su nueva armadura, transformada por la oscuridad de un meteoro, el cual cayó misteriosamente en medio de una batalla cuando estaba decidido a conquistar el Olimpo, que lo había corrompido, brillaba con un aura siniestra, mientras que el "Mask" que cubría su rostro no dejaba traslucir emoción alguna, pero sus ojos ardían con un fuego destructivo
Aquel que estaba mirando entre las sombras era Mars, el mismísimo Dios romano de la Guerra y aquella deidad que intentó apoderarse del Olimpo, pero falló, ya que los dioses de Grecia se enfrentaron contra él, y antes de que pudieran terminar con él, un misterioso meteorito de oscuridad cayó en medio del campo de batalla, dándole fin a la guerra
Sin embargo, Mars, absorbió aquella energía oscura de misterioso meteorito, teniendo un nuevo aspecto y poder
Mars (Dios Romano de la Guerra)
Patético *murmura*
Aunque estaba lejos y entre las sombras, podía ver perfectamente a Asura abrazando a su familia, mirando con amor a aquella mujer humana que sostenía entre sus brazos a un bebé
Y no era un semidiós cualquiera
Si no que se trataba del hijo semidiós de Asura, el mismísimo Dios de la Matanza, el cual tuvo el atrevimiento de tenerlo con aquella mujer humana
Y la llegada de un semidiós frustraría todos y cada uno de sus planes
Mars (Dios Romano de la Guerra)
Un dios de la matanza, reducido a la debilidad del amor
Su mano se cerró en un puño, y las sombras a su alrededor se retorcieron como serpientes
Mars (Dios Romano de la Guerra)
China no será tuya, Asura, ni de los dioses que te protegen *susurra*
La promesa susurrada de Mars estaba llena de veneno
Mars (Dios Romano de la Guerra)
China será mía...
Mars (Dios Romano de la Guerra)
Y cuando termine, ni siquiera el Soberano Celestial podrá detenerme
Un relámpago cruzó el cielo, seguido por un trueno lejano
Mars extendió su brazo, y una espada negra, forjada en la misma esencia de su corrupción, apareció en su mano
Mars (Dios Romano de la Guerra)
La guerra acaba de comenzar
Esta vez estaba decidido a usar su nuevo poder para poder conquistar los cielos de China y así eliminar a todos y cada uno de los dioses chinos
Palacio de Ciudad Matanza
En ese momento, Asura, sintió el cambio en el aire antes de verlo, sus ojos rojos se alzaron hacia el cielo, y por un instante, creyó ver una figura oscura desaparecer entre las nubes, mirándolo fijamente, hasta irse, sin dejar rastro alguno
Qiuju había notado la tensión en Asura y por eso no pudo evitar sentir curiosidad y preguntar que era lo que pasaba
Asura no respondió de inmediato
Algo en su interior, ese instinto divino que lo había convertido en un dios temido, le advertía del peligro, le advertía que una nueva amenaza estaba cerca
Asura (Dios de la Matanza, padre)
Nada... es solo el viento...
Asura no quería mentirle a Qiuju, pero no quería preocuparla, por eso tuvo que decir aquella mentira para mantenerla tranquila a ella y no asustar a su hijo, Tianyu, que seguía durmiendo plácidamente, en los brazos protectores y cálidos de su madre
Sin embargo, en lo más profundo del ser de Asura, él sabía perfectamente que la paz que tanto habían anhelado estaba a punto de romperse
Y cuando llegara la tormenta, estaría listo
No va a permitir que nada ni nadie lastimen a su amada y a su pequeño hijo
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