El Rey Alfa Supremo estaba muy emocionado en su gran castillo al fin su Reina Luna Suprema daba a luz, el era un hombre musculoso de tex morena cabello corto color castaño y ojos cafés tenía 105 años pero solo aparentaba 35 años su nombre es José Creco estaba afuera de su cuarto en lo que su amaba mate daba a luz en eso escucho unos gritos de bebé así que abrió la puerta y entro en la cama estaba su Luna acostada y agitada es una mujer de tex blanca con ojos verdes como el pasto y cabello color castaño como su mate y su cuerpo tenía muy buenas proporciones ella se llama Camali Creco, su mate la miraba ella estaba muy feliz la sirvienta que la había ayudado a dar a luz dejo a su hijo a lado y al otro dejo a su hija lo cual dejo boquiabierta al rey y salió la sirvienta dejándolos solos...

Camali: -Mira amor tuve mezillos como nos habían dicho- Dijo emocionada

José: -Si amor son mezillos- Se acercó a la niña y la tomo en brazos -Mi hija es hermosa- Camali tomo en brazos a su hijo -Al igual que mi hijo el futuro rey- En eso miro que su hija he hijo tenían en su cuello una media luna como si fuera un tatuaje pero era una marca de nacimiento los ojos de los dos eran color gris su piel era blanca como la nieve y aunque apenas tenían cabello se ponía notar que sería blanco los dos reyes sé miraron de una manera angustiada

Camali: -Tranquilo amor nadie sabrá la verdad hasta que sea momento- Dijo tratando de mantenerse firme sin preocuparse

José: -Lo se amor no te preocupes, pero como se llamarán- Dijo emocionado tratando de no llorar de felicidad no me gustaba ser frágil

Camali: -Sebastián y Mirela como ella nos dijo- Ella sonreía de oreja a oreja.

José solo asintio no le gustaban mucho esos nombres pero no podía hacer más que aceptarlos lo que bien sabía es que sus hijos serían los más hermosos del mundo cuando sean grandes si desde ahora lo eran cuando conozcan a su lobo cada uno lo serán más eso era seguro.

Ya han pasado 18 años desde el día de nacimiento de Sebastián y Mirela su crecimiento fue el mejor de todos los enseñaron a pelear a los dos y a gobernar aunque Sebastián sería el siguiente en el truno Mirela también aprendió nunca se sabía que podía pasar, todos estaban preparando al fin la presentación de sus futuros gobernantes eso se hacía un día después de su edad adulta para estar seguros que ya tenían a su lobo, Sebastián y Mirela estaban en su cuarto los dos tenían uno para los dos ya que al ser mezillos a sus padres se les hizo buena idea que siempre estuvieran juntos y eso no les incómoda ya que se querían demasiado, Sebastián ya que era un muchacho fuerte con un cuerpo con músculos por todos lados cabello corto, mientras que Mirela tenía un cuerpo de envidia curvas bien definidas, su pelo era largo y como ya saben sus ojos grises y su cabello blanco era en lo poco que se parecían cabello, ojos sin olvidar su tono de piel clara como la nieve y esa rara marca de nacimiento en su cuello pero en fin ellos parecían que habían sido hechos por los mismo dioses...

Mirela: -Hoy conoceré a mi loba solo espero que no se parezca al tuyo- Dijo sacando la lengua, se encontraba en su cama que estaba al lado de la de su hermano los dos estaban sentados en ella mientras platicaban

Sebastián: -Uy que delicada lo más seguro es que sean muy distintos- Dijo seguro de sus palabras

Mirela: -No estarían tan seguro de eso, por lo que se y he leído ya que yo sí estudio su color es como el de nuestro pelo así que mejor no me hago ilusiones de ser distinta a ti- Dijo enfada su hermano solo hizo un gesto de desagrado sé quedaron pensando un rato se acostó en la cama como si fuera la suya -Oyeme que te pasa no es tu cama, vete a la tuya- Empezó a decir mientras agarraba una almohada para pegarle

José: -No me vayas a pegar he- Dijo mientras se volvía a sentar pero estaba algo pensativo

Mirela: -Estas bien que tienes- Lo dijo algo preocupada

José: -No nada, es solo que no se te hace raro que casi nuestros padres no querían que saliéramos del castillo conocemos muy poco de todo nuestro reino yo solo se que esté se llama Creco pero y todo los demás que nosotros gobernamos que no solo es este y además ni siquiera parecemos sus hijos somos muy distintos a ellos- Comento algo desanimado

Mirela: - Bueno tal vez tengas algo de razón, pero de los reinos yo sí se nosotros vivimos en la capital principal Reino Creco en donde nuestros padres gobiernan los Reyes Alfas supremos, luego siguen las cuatro capitales que son Reinos pero más chicos que aquí sus nombres son Luss, Wall, Gil y Brown ahí gobiernan los Reyes Alfas normales ellos son mandados por nuestros padres y en esos cuatro reinos hay ocho manadas en cada una las cuales se llaman Luna azul, morada, rosa, blanca, negra, roja, amarilla y verde, en cada reino hay esas ocho se llaman igual y se les nombra de la siguiente manera para no confundirlas Manada luna blanca de Gil, Manda luna verde de Luss y así como ves además ellos también tiene su Alfa pero ya no es un rey, y por último para que no tengas dudas los demás Alfas que hay son las manos derechas de sus líderes, los betas se encargan de la seguridad y omegas son la población como quien dice todo es como aquí solo que más chiquito- Dijo super sería

José: Si ya lo sé tampoco soy un pendejo como piensas, pero a lo que me refiera era conocer no saber y sabes que ya me voy nos vemos hoy en la noche que es luna llena a las 8 para conocer a nuestros lobos -Estaba enojado eso era claro así que se paró y se fue dejando a su hermana con la palabra en la boca....

Sebastián y Mirela ya estaban en el jardín trasero del reino esperando la luna llena, ahí estaba todo lleno de pasto, en ciertos puntos había árboles rodeados de rosales y en medio del jardín había un pequeño lago hermoso su agua era cristaliza, ya eran casi las 8 muy pronto saldría la luna entre esas nubes y así fue la luna se dio a la vista la primera en verla fue Mirela y cuando eso paso empezó a sentir un dolor en todo su cuerpo sus huesos se quebraban, empezaba a salir pelo por todos lados era un dolor muy fuerte pasando los minutos ya no sintió solo que ella había cambiado se acercó al lago y quedó impactada como lo había dicho su loba era color blanco en casi toda su totalidad tenía un tamaño grande al parecer más grande que la de su padre lo cual la sorprendió sus ojos eran azules pero lo más sorprendente era que en medio de su frente su pelo era color azul el cual formaba la mitad de una luna como la marca de nacimiento que tenía no le quiso dar importancia

...Mirela: -Wow que hermosa es mi loba- Dijo eso en su mente sin saber que había conectando el enlace con su loba...

...Loba: -Muchas gracias Mírela mi nombre es Kia- Dijo emocionada...

...Mirela: -Hola Kia es un gusto conocerte- En cuánto le dijo eso sintió un golpe por detrás haciendo que callera al lago, ella era muy buena nadadora pero en cuatro patas no así que Kia tomo el control total nado hasta el fondo y luego salió del agua se sacudió, enfrente de ella está su hermano pero ahora como lobo eran casi iguales su pelaje blanco, en tamaño era más grande y al igual que ella tenía una marca de luna en la frente pero color ámbar al igual que sus ojos....

Kia al tener el control empezó a seguirle sabía quién era los lobos lo sabían todo pero estaba llena de coraje así que empezaron a jugar sin darse cuenta se entraban al lago y luego se salía hasta que Kia se canso y mejor decidio des transformarse se fue atrás de un árbol en donde cuando llegaron había dejado cada uno una bata para cuándo esto pasara y no ir desnudos por todo el camino, así fue volvió a la normalidad se puso la bata y salió.

Mirela: -¡¡¡Sebastián!!!- Le gritó a su hermano que aún estaba como lobo el se acercó y Mirela se sintió muy chiquita ante el solo trago saliva y le dijo -No me vayas a matar he, ya me voy mañana es un importante hay que descansar- Dijo mientras se iba dejando a Sebastián solo en el jardín.

Sebastián empezó a jugar solo tratando de agarrar su cola cayendo al agua un sin fin de veces hasta que se enfado, desde que se transformó el había pasado por lo mismo que su hermano en cambio el no había hablado con su lobo hasta este momento.

...Sebastián: -Oye disculpa como te llamas- Dijo abriendo el enlace con su lobo...

...Lobo: -Mi nombre es Zet- Su voz era fuerte y roda daba algo de miedo, Sebastián se acercó al lago para verse no lo había hecho en cuanto fue lobo lo primero que hizo fue molestar a su hermana, cuando llegó a verse se quedó boquiabierto, su tamaño, la marca y sus ojos eran distintos a su hermana lo único que tenían igual era el pelaje blanco, eso le agradaba no quería parecerse a su hermana....

Sebastián: -Mucho gustó Zet, si no es mucha molestia ¿por qué tengo esa marca?- Pregunto con curiosidad

Zet: -No es momento que sepas- Dijo cortando el enlace

Sebastián suspiro y fue a des transformarse, llegó a su cuarto y se dio cuenta que su hermana ya estaba dormida se dio una ducha se puso su pijama y se acostó en la cama pensando en como tanto ellos como sus lobos eran tan distintos a todos los del reino

Mirela: -No puedes dormir verdad- Comento con seguridad

Sebastián: -No la verdad no, juraba que estabas dormida- Se sentó en su cama recargandose en la parte trasera y su hermana hizo lo mismo

Mirela: -No lo estoy, solo pienso en que pasará mañana que dirán todos al vernos tan distintos, tengo miedo- Dijo angustiada

Sebastián: -Yo pienso lo mismo ya sabes que siempre pienso eso- Dijo mientras hacia una risa fingida

Mirela: -Lo se hermano más que nadie lo se- Ella se paró y se dirigió a la ventana en donde se miraba la luna se quedó viéndola por muchos minutos, así que su hermano se paró e hizo lo mismo poniéndose a su lado

Sebastián: -Sabes a veces siento que luna tiene....- No alcanzo acabar lo que decía por qué su hermana termino la oración por el

Mirela: -Una conexión con nosotros- Dijo mientras volteaba a verlo el solo asintió -Creo que yo siento lo mismo, pero sea lo que sea en algún momento llegaremos a saberlo eso es seguro- Hizo una leve sonrisa

Los dos volvieron a ver a la luna llena que estaba más hermosa que nunca todo era extraño para ellos sus lobos aparecieron en luna llena y en la noche mientras que a los demás aparecían en la noche si, pero de las 12:00 A.M. Del día en que cumplían sus 18 años...

Mientras veían la luna su hermano la abrazo en eso la puerta se abrió y entro su madre ella no había cambiado en nada en los últimos años tenía la misma edad que su padre 123 años y seguía aparentando 35, ella llevaba puesta su pijama

Camali: -Qué hacen ahí ya váyanse a dormir por favor mañana es un día muy pesado para ustedes en especial así que a la cama- Dijo algo molesta, sus hijos no dijeron nada cada uno se fue acostar así que ella salió de la habitación iba caminando a su habitación cuando en una ventana del palacio miro la luna se acercó a ella y dijo -Querida Luna será el momento de decirles la verdad y que sepan el futuro que les espera...

El Rey y Reina Supremos estaban hablando en su oficina la mañana del día de la presentación de sus hijos que sería en la tarde dando el anochecer como se acostumbraba, José estaba sentado en la silla de su escritorio en frente tenía a su amaba mate la cual estaba muy pensativa

José: -Te paso algo, te noto preocupada y pensativa- Dijo angustiado

Camali: -Hay amor, lo que pasa es que ayer en la noche cuando fui a checar si nuestros hijos ya estaban dormidos me lleve la sorpresa de que los dos estaban viendo a la luna- Dijo preocupada

José: -Eso no tiene nada de malo nosotros también lo hacemos y muy seguido- Comento con algo de risa por la preocupación de su amada

Camali: -Jose por favor, sabes bien por qué lo digo- Dijo alzando su tono de voz, José suspiró

José: -Bueno en algún punto tienes razón- Dijo mientras trataba de no alterarse

Camali: -Yo creo que es momento de revelarles todo- Dijo mientras agachaba la cabeza

José: -¡¡¡NO!!!, NI SE TE OCURRA- Contesto demasiado enojado mientras se paraba de su asiento -NO PODEMOS DECIRLES BIEN SABES POR QUÉ ELLA MISMA NOS DIJO QUE NO SERIA HASTA QUE ÉL DIERA MOTIVOS- Dijo con su tono de voz autoritaria haciendo énfasis en (el)

Camali iba a contestar cuando tocaron la puerta era la mano derecha del Rey el Alfa Robert, era un hombre joven de 30 años cuerpo bien definido, cabello corto color cobrizo y ojos café claro

Camali: -¡Pase por favor!- Luego ella hablaría de lo sucedido con su mate está pelea tendría una ganadora y sería ella cueste lo que cueste, la puerta sé abrió dejando ver al Alfa Robert con dos cajas blancas largas que llevaba cargando

Alfa Robert: -Perdón, si los molesto majestades pero llegaron estás cajas- Comentó mientras las dejaba en el escritorio

José: -Aprovechando que estás aquí, ¿como van los preparativos para la noche está todo listo?- Pregunto mientras se sentaba ya un poco más calmado de la pelea pasada

Alfa Robert: -Si su majestad ya está todo listo, solo faltan unos detallitos así que iré a hacer eso con su permiso- Dijo mientras se iba cerrando la puerta

Camali: -De seguro en estas cajas están los vestuarios de nuestros hijos- Dijo sin voltear a ver a José estaba enojada eso era obvio

José: -Perdón, por como te hablé hace un momento no era mi intención es solo que quiero proteger a nuestros hijos- Comento arrepentido

Camali: -EEstábien tienes razón no es el momento para decirles- Al final pensó las cosas así que se tuvo que rendir no sería la ganadora de esta pelea -Pero me preocupa mucho lo que pase hoy, como va a racionar la gente cuando miren a nuestros hijos- Ella procedió a pararse de su asiento

José: -Lo sé, pero los van a respetar que es lo importante- El se paró también para acercarse a su esposa

Camali: -Aunque cuando sepan la verdad me preocupa como lo tomen, los dos sabemos que ellos dos tienen personalidades opuestas, a Sebastián parece que nada le importaba más que divertirse eso sí es muy bueno en pelear en eso no me preocupa, pero para el estudio es el peor, en cambio, Mirela es muy buena para eso, para ser honesta ella sería una muy buena Reina Suprema lo malo es que odia pelear es buena, pero no le gusta- Dijo con algo de miedo sabía muy bien como tomaría Jose lo que ella fuera la Reina

José: -Mira amor, Mirela se habrá leído todos los libros de la bibliotec, peroo sabes bien que cuando le dije de darle el trono no quiso ella quiere una vida más simple siempre lo ha dicho- Dijo mientras mantenía de no descontrolarse

Camali: -Eso que dices es muy cierto- Ella dio un suspiro pesado

José: -Hablando de libros, escondiste aquel libro antiguo- Comento mientras empezaba a preocuparse

Camali: -Si no te preocupes, está en la biblioteca en una caja de cristal que tiene un candado y la llave siempre la llevo conmigo- Dijo mientras mostraba que en su cuello llevaba una cadena de oro que de ella colgaba una llave hecha del mismo material

José: -Bueno, veo que tengo a la Reina más lista a mi lado- Dijo mientras rodeaba a su amada por la cintura atrayéndola a el se acercó a sus labios y le dio un casto beso luego de eso se separaron -Lo importante de ese libro es que nadie puede leerlo más que nuestros hijos ese libro tiene mucha más información de lo que pasará que la que nosotros poseemos, ya que ni nosotros podemos leerlo -Dijo con firmeza

Luego de eso los dos suspiraron salieron juntos de la oficina el Rey iba a checar el gran salón del palacio a ver si todo ya estaba listo y su Reina llevaba las cajas blancas al cuarto de sus hijos al llegar al cuarto tocó,, pero nadie hablo así que entro y vio que no estaban así que acomodo las cajas en las camas de sus hijos, se acercó a la ventana que daba vista al jardín trasero y como lo sospecho sus hijos estaban ahí transformados en lobos mientras jugaban juntos, se miraban tan felices que tenía ella miedo de algo llegara a quitarles esa felicidad, su mirada se enfocó en los lobos de sus hijos viéndoles detalladamente, Camali paso saliva amargamente los lobos de sus hijos tendrían que ser ocultos eran muy distintos y su tamaño podría generar un caos muy grande en el reino y era lo que menos quería que pasara

Camali salió del cuarto en dirección al salón en donde estaba su querido Rey había quedado de verse ahí después de que fuera a llevar las cajas, al entrar al salón miro que todo estaba listo miro que su amado estaba hablando con el Alfa Robert así que decidió no interrumpir, esa noche sería muy especial pero el miedo a que algo malo pasará seguía invadiendo su corazón...