Las olas del mar rugieron con fuerza al golpear contra las rocas, empujando hacia la orilla los cuerpos pálidos y desfallecidos.
La arena anteriormente blanca se había vuelto roja, cientos de cuerpos yacían en silencio, tiñendo de carmesí la arena debajo de ellos.
El cielo se volvió negro y los truenos retumbaron con intensidad, como si lamentaran la trágica escena. Todo el ambiente era extremadamente sombrío en el lugar.
De repente, un grito llenó de dolor hizo temblar los alrededores, un gran relámpago retumbó con fiereza, como su acompañará a la persona con sus desgarradores lamentos.
Las gotas de lluvia cayeron con fuerza, limpiando la suciedad en los rostros de los hombres fallecidos.
En medio de la playa, una pequeña figura yacía acurrucada, abrazando con fuerza al hombre en sus brazos, las lágrimas corrían por sus mejillas como pequeños riachuelos, sin detenerse mientras las gotas de lluvia la limpiaban.
Sus dolorosas manos se apretaron al cuerpo ya frío del hombre, sin atreverse a soltarlo por temor a que desapareciera -¡¿CÓMO TE ATREVÉIS A DEJARME ASÍ, LANXI?! ¡ME LO HAS PROMETIDO, ME DIJISTEIS QUE ME PROTEGERIAS TODA LA VIDA!
Otro trueno retumbó, ahogando el doloroso grito de la chica. Con el llanto lastimero de la joven, las nubes solo se oscurecieron cada vez más, volviendo opresivo el aire.
La joven miró el rostro terriblemente pálido del hombre y frotó sus propias mejillas contra las de él, tratando de sentir aunque fuese un poco de calor.
Sus labios pálidos tenían una sonrisa suplicante, limpiando con sus propias lagrimas las mejillas sucias del joven, suplicó -¡Lanxi, no me dejes! ¡LANXI!
-¡Llevenla lejos, ahora mismo!- Una voz asustada sonó entre los truenos y fuertes vientos.
Dos hombres grandes tomaron a la chica de los brazos sin lastimarla y la apartaron del cuerpo frío con expresiones de lástima y dolor.
-¡No quiero dejar a Lanxi, él prometió estar conmigo!¡NO ME ALEJEN DE LANXI!- No importa cuánto gritara la mujer, no pudo soltarse, su cuerpo se derrumbó de repente, sus fuerzas se perdieron y sus hermosos ojos se inyectaron en sangre.
En ese momento un relámpago iluminó el cielo oscuro y rompió hacia abajo, cayendo directamente sobre el cuerpo frío del hombre que hace unos minutos era abrazado por su amada.
-¡NOOOOOO..! ¡LANXI..!
El grito desgarrador fue ahogado por el impacto del relámpago que iluminó la sombría playa.
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2003, Ciudad Niang, China.
-Joven Señorita, el Maestro insiste en que contrate a un guardaespaldas para que la proteja cada vez que sale ¿Cómo puede ser tan terca y no aceptar el cuidado de su padre?- Una voz persuasiva y seria sonó en la espaciosa oficina.
-No es divertido tener a alguien siguiendome todo el tiempo ¡No necesito a un perro faldero detrás d mí adonde quiera que salgo!- Exclamo una voz indiferente desde la silla del Presidente.
La silla se movió y la persona en ella se volvió, dejando ver un rostro femenino joven de unos 24 o 25 años de edad.
Los ojos de fénix de la chica eran tranquilos y una pequeña sonrisa perezosa colgaba de sus hermosos labios rojos como las fresas frescas con el roció de la mañana.
En sus sonrosadas mejillas aparecieron dos adorables hoyuelos, haciéndola lucir encantadora y animada, sin embargo, su aura era todo lo contrario.
El mayordomo de la Familia Shue no pudo evitar estremecerse al sentir el aura tan sombría de su Señorita, sabía que ya estaba enojada, pero... su Maestro lo envió en esta misión que sí o sí tenía que cumplir hoy.
-¿Mi padre sigue preocupado por el accidente de hace dos días? ¡Fue algo irrelevante! Su preocupación es innecesaria.- Expreso la heredera de la Familia Shue con una expresión indiferente, agitando su mano mientras le restaba importancia.
El rostro viejo del mayordomo se volvió ansioso -¡Casi ser asesinada no es algo irrelevante, Señorita! Sí no fuese por su rápida reacción ¡Pudo haber terminado muerta! Su madre casi se enfermó cuando escuchó la noticia. Sea más comprensiva con ellos.- Replicó el anciano con mucha tristeza en su voz.
Bueno, se atrevió a reprocharle directamente.
La joven frunció el ceño y respondió -Lo planee cuidadosamente, solo quería que ese grupo de mafiosos tratara de atacarme ¿No acabé con todos de una sola vez?
Una sonrisa arrogante apareció en el rostro de la chica, luciendo terriblemente jactanciosa, tanto que el mayordomo ya no pudo mirarla a los ojos. Ya no era capaz de seguir el pensamiento de su Señorita.
-Bien, el Maestro dijo que solo le daba un día para considerarlo, si no obedecía la orden, haría que una caravana oficial la siguiera todo el tiempo ¡Ahora me retiró!- Las palabras del anciano fueron duras, ya sin tolerar a su Joven Señorita.
El mayordomo se dirigió hacia la puerta y la abrió, sin embargo, se detuvo y miró a la joven dama -Recuerde que como la Presiente de Shue Corporation, tiene muchos enemigos, sobre todo ahora que ha derribado tantas compañías, el Maestro solo se preocupa por usted.
Con esas palabras, el Mayordomo Cao se retiró de la oficina, dejando sola a la pensativa Shue Leilei.
Solo era un guardaespaldas, alguien insignificante, no importaba ¿No? La joven no pudo evitar pensarlo un poco más. De cualquier forma, era solo para tranquilizar a su padre, lo demás no es importante.
Shue Leilei marcó el número privado de su secretaria y le ordenó en el momento en que la línea se conectó -Busca a algunos guardaespaldas calificados y envialos a mi oficina dentro de cuatro horas.
"Como ordené, Presidente." La orden fue acatada de inmediato por la mujer.
Luego de colgar la llamada, Shue Leilei miró el paisaje fuera de la ventana con las cejas fruncidas, era mejor tener a un solo guardaespaldas detrás de ella que una ridícula caravana siguiéndole todo el tiempo ¿No?
Bueno, ahora no era importante. La chica dejó de lado el molesto tema y continuó con su trabajo interrumpido por el mayordomo de su padre.
Posiblemente nunca se arrepentiría de esta decisión ¿O sí?
Cuando las cuatro horas se cumplieron, Shue Leilei ya tenía a un grupo de guardaespaldas vestidos con traje negro reunidos en su oficina, todos tenían posturas erguidas y rostros inexpresivos.
El único problema era que cuando sus ojos miraban a la impresionante belleza delante de ellos, no podían evitar sonrojarse, disgustando a la Presidente.
Liu Ping, la secretaria personal de Shue Leilei, suspiro con resignación al ver a estos tipos profesionales suspirar con cautela mientras miraban a escondidas a su Joven Señorita.
Shue Leilei registro cada uno de los currículums presentados por su secretaria personal, tristemente, ninguno de los que había visto llamó su atención, o más bien, no estaba interesada en revisarlos con cuidado.
Ella estaba a punto de dejarlo de lado cuando tomó un portafolio de color dorado y plateado, éste, a diferencia de los demás, tenía un pequeño grabado negro en la esquina derecha.
Representaba reconocimiento militar.
-Feng Lanxi, da un paso al frente.- Llamó Shue Leilei con frialdad al nombre que salía en la portada de la carpeta, levantando su mirada hacia el grupo de hombres delante de ella.
Un hombre de aspecto normal dio un paso al frente -Sí, Presiente.- Respondió respetuosamente, de hecho, pensó que era el primero al que iban a echar por su apariencia.
-¡No quiero tener un guardaespaldas! Pero es mejor para mí pensarlo, por lo que te elijo a ti ¡El más feo!- Dijo Shue Leilei con voz fuerte y arrogante.
Shue Leilei miró al hombre vestido de traje delante de ella con los ojos entrecerrados, ya había notado que este joven no la miró de principio a fin, parecía estar al margen y no hizo nada inapropiado como lanzarle miradas a escondidas.
El hombre tenía un aura sombría y dominante, como si hubiese estado entre la vida y la muerte en innumerables ocasiones.
-Todos, a excepción del Señor Feng, pueden retirarse.- Ordeno con frialdad Shue Leilei, mientras bajaba la cabeza para echar un vistazo más cuidadoso al currículum de esta persona.
Lui Ping invito a los demás a salir educadamente y los despidió con cortesía fuera de Shue Corporation.
Feng Lanxi se mantuvo firme y no se atrevió a perturbar a la Presidenta mientras ella leía en silencio su portafolio de trabajo. De hecho, había estado fuera de servicio durante un par de años y ya se sentía desesperado por encontrar un trabajo adecuado para él.
Sin embargo, no a muchos parecía gustarles tener a un asesino experto de la milicia en sus hogares como subordinado. Temían morir bajo su propia mano mientras dormían.
-¿Cuál era tu escuadrón?- Una voz indiferente lo sacó de sus pensamientos, luego de estar aturdido por unos segundos, respondió con respeto -El escuadrón de Limpieza Sanguinaria, en el norte del país.
Cuando menciono el nombre de su escuadrón, sus ojos se entrecerraron con un brillo extraño.
Shue Leilei se dio cuenta de eso y no pudo evitar pensar en algo -¿No es ese el escuadrón encargado de eliminar la fuerza principal del enemigo? He escuchado que son entrenados por asesinos y luchadores de artes marciales mixtas.- Preguntó con curiosidad fingida.
Esta muy segura de esta información, sin embargo, el como se llevaba a cabo todo era muy desagradable.
Los ojos de Shue Leilei miraron con detenimiento la expresión del hombre antes de continuar -También escuche que son carne de cañón utilizada para proteger al escuadrón secundario que se encarga de eliminar a los altos mandos del enemigo.
El rostro inexpresivo de Feng Lanxi se mantuvo sin cambios, sintiendo que la Presidenta solo estaba tratando de provocarlo ¿Quería verlo entrar en crisis?
-La Presienta Shue tiene razón, de mi escuadrón, solo dos logramos sobrevivir.- Respondió con una reverencia Feng Lanxi, ocultando el odio y el dolor en sus ojos negros.
Las manos de Shue Leilei se detuvieron y solo pudo suspirar para sus adentros.
Según su padre, el entrenamiento al que se exponían esas personas era inhumano, volviéndolos máquinas humanas sin emociones que solo servían para acatar y cumplir órdenes sin pensar en sus propias vidas.
-Veo que has recibido varias medallas de honor por parte del gobierno militar, bien...- Shue Leilei cerro el portafolio y mostró una sonrisa perezosa -Tu desempeño es muy satisfactorio ¿Cuándo puedes comenzar a trabajar?
Feng Lanxi hizo una reverencia y respondió respetuosamente -Inmediatamente si así lo desea la Joven Señorita.- Habiendo sido aceptado, se dirigió a ella como un subordinado.
Shue Leilei se sintió más satisfecha con él y agitó la mano diciendo -Esta bien, has lo tuyo.- Luego vio a Feng Lanxi colocarse al lado de la puerta con las manos detrás de la espalda.
Shue Lei Lei comenzó a trabajar, sin embargo, la presencia del tipo era tan fuerte que no pudo evitar desconcertarse un poco. Ella no pudo evitar mirarlo con atención, sus agudos ojos cayeron sobre el rostro de aspecto normal del joven.
El rostro de Feng Lanxi es extremadamente normal, ni siquiera se podía considerar guapo y mucho menos atractivo, sin embargo, sus ojos negros eran encantadores, como dos hermosas perlas negras y brillantes capaces de absorber el alma. Con cejas pobladas con forma de espada y pestañas largas y rizadas.
Sus ojos de zorro son largos y ligeramente elevados, haciéndolo ver sumiso y astuto.
Con piel bronceada y brazos ligeramente corpulentos, su figura alta y bien formada se veía dominante en ese traje negro y ajustado.
Pero lo más interesante era que toda la persona parecía contener a una bestia sanguinaria y cruel que solo esperaba ser liberada. Era extraño, pero Shue Leilei lo podía sentir con claridad.
Aún así, ella miró directamente los ojos negros del hombre, los cuales no tenían ni una sola emoción, sin embargo, seguían viéndose particularmente hermosos y fascinantes ¿Porqué? ¿Qué tienen de especial sus ojos?
Eran legítimamente hermosos y cautivadores, como si trataran de succionar y atrapar su alma mientras los miraba.
La chica no pudo evitar sentir intriga.
Feng Lanxi ignoro complemente la mirada ardiente de la mujer y se concentro únicamente en su entorno.
Aún así, se sintió algo incómodo bajo esa mirada calculadora.
Cuando la noche cayó, todos los empleados se retiraron de la compañía, únicamente el último piso del edificio tenía algo de luz, indicando que aún habían personas allí.
Shue Leilei masajeo sus cienes con cansancio y frunció el ceño con disgusto, se puso de pie y se dirigió hacia la puerta, la cual fue abierta por su nuevo guardaespaldas, quien la siguió inmediatamente al salir.
-El trabajo es de 24 horas los siete días de la semana, su salario se pagará cada quince días y puedes tener cuatro días libres a finales de mes. Su comida, bebida y hogar será proporcionado por mí para su comodidad.- Dijo Shue Leilei con pereza mientras avanzaba con paso elegante.
Ella se detuvo y se dio la vuelta, mirándolo con una leve sonrisa en su hermoso rostro -Y por cierto, como mi guardaespaldas, su trabajo es estar para mí en todo momento y cumplir cualquier orden que yo diga ¡Ya sea física u emocional!- Dijo con un tono frío y dominante.
Feng Lanxi asintió con un rostro inexpresivo y respondió con respeto -Si así lo desea.
Shue Leilei lo escudriño una vez más con la mirada ¿Este tipo no tenía ninguna solicitud?¿Solo quería que le ordenara a voluntad como si fuese un simple juguete?
La joven no pudo evitar sentirse disgustada y siguió su camino, un coche ya la esperaba fuera de Shue Corporation.
Feng Lanxi abrió la puerta para ella y le protegió la cabeza antes de meterse en el coche y sentarse al lado de ella, manteniendo siempre una distancia adecuada como subordinado.
Shue Leilei se mantuvo en silencio todo el camino, escribiendo cuidadosamente en una computadora portátil que sacó de quién sabe donde. El ambiente en el coche era silencioso y deprimente, volviéndolo sofocante.
Cuando llegaron a la villa personal de Shue Leilei, ella le indicó que la siguiese hasta el interior de esta, subiendo hasta el segundo piso, señaló la puerta de la habitación que estaba justo al lado de la suya.
-Hay una alarma adentro, cada vez que necesite algo de ti, te lo haré saber. Vivirás en este lugar de ahora en adelante, necesitas despertar una hora antes que yo y estar listo para entonces. Su situación ya ha sido informada a los empleados de la villa.- Le dijo al hombre antes de ingresar a su propia habitación y cerrar la puerta de golpe.
Ella ni siquiera se molestó en cenar, pero aun así ordenó que a los chefs que prepararan la cena a Feng Lanxi como se había acordado en el contrato y que un sirviente lo llevara a su habitación.
Feng Lanxi ingresó en la habitación y miró cuidadosamente los alrededores, no fue hasta que se aseguró de que no había nada extraño que finalmente se sentó en el sofá con las manos en las rodillas.
Media hora más tarde, la cena fue enviada, sin embargo, la sirvienta que la envío huyo tan rápido como pudo luego de entregar la comida.
El hombre parecía estar completamente acostumbrado a ello y simplemente se sentó a cenar en silencio.
A la mañana siguiente:
Cuando Shue Leilei despertó, su respiración era pesada y su rostro estaba terriblemente rojo mientras pequeñas gotas de sudor caían desde su frente.
Ella se llevó las manos a la cara y se dio palmaditas ¿Qué tipo de estupideces soñó toda la noche? ¿Cómo podía tener ese tipo de sueños húmedos con su nuevo guardaespaldas? ¡¿Acaso se había vuelto loca?! ¡Él ni siquiera era guapo!
Cuando recordó esos ojos de zorro en sus sueños, su cuerpo no pudo evitar estremecerse y un sentimiento extraño brotó desde lo más profundo de su cuerpo.
-¡Ya me volví loca!- Gritó antes de tomar una almohada y cubrirse la cara para tratar de aliviar el calor ¡Se sentía sofocada! Se levantó y se apresuró a tomar una ducha ¡Limpiar la humedad era esencial!
Shue Leilei estuvo distraída gran parte de la mañana, pensando seriamente ¿Porqué tuvo ese sueño con Feng Lanxi? ¿Porqué no podía dejar de pensar en los suspiros suaves del hombre al lado de sus oídos y sus jadeos cálidos cada vez que se movía dentro de ella?
Era tan apasionado y excitante que simplemente no podía dejar de pensar en ello ¿Pero porque con su nuevo guardaespaldas? ¡Era tan extraño e incómodo! Shue Leilei no pudo evitar tirar de su cabello, deseando desquitarse con algo y la víctima... pues, fue su propio cabello.
-Joven Señorita, el Maestro Yan esta aquí.- Una voz fría y respetuosa vino desde la puerta de la oficina, sacando a Shue Leilei de sus caóticos pensamientos.
-¿El Maestro Fan?- Shue Leilei frunció el ceño y estaba a punto de negar cuando recordó la cita que concertó hace unos días -Has que pase. - Le ordenó con indiferencia.
Shue Leilei llevó sus manos a su frente y se dio unos pequeños golpecitos ¿Porqué no podía dejar de pensar en eso? Su mirada se dirigió inevitablemente hacia Feng Lanxi, entrecerrando los ojos sobre él.
Shue Leilei nunca había tenido novio y tampoco había experimentado atracción sexual por el sexo opuesto, y mucho menos tener ideas inapropiadas con otras personas, hasta ahora, aunque de forma muy involuntaria.
Nunca había pasado por esta situación, así que no sabía como manejarla.
Cuando recordaba esos ojos de zorro en sus sueños, entrecerrados sobre su cuerpo con pasión desenfrenada, su respiración aumentaba involuntariamente y su cuerpo se calentaba ¡Incluso su cuerpo estaba más loco que ella!
-Gracias por conocerme hoy, Presidente Shue.- Una voz gentil y tranquila sonó de repente en la espaciosa habitación.
Shue Leilei miró al recién llegado con frialdad y le indicó que se sentará -Escuche que el Señor Yan ha tenido problemas recientemente ¿Qué sucede?- Preguntó la joven con una sonrisa indiferente en su rostro, poniendo ambas manos debajo de su barbilla.
El Maestro Yan sonrió con algo de vergüenza y explico con sinceridad -La tienda comercial que la Señorita pidió que construyeramos ha encontrado algunos problemas. Un grupo de personas a estado yendo a molestar a nuestros empleados, algunos han sido golpeados.
Él bajo la cabeza y dijo con enojo -Ellos dijeron que la Señorita les quitó sus trabajos y ahora no tienen como vivir.
Sí, solo buscaban venganza.
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