Philips Hunter

Alfa

30 años

Dennis Becker

Omega Dominante

26 años

Esmeralda Becker

Casta desconocida

4 años

Alan Smith

Omega

29 años

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Dennis fumaba bajo la luz de la luna a las once de la noche en el balcón de su diminuto departamento, meditando en su duro pasado, del cual logró escapar.

Un alfa que le rompió el corazón, por la cual rompió su relación con su familia y resultó ser un bastardo infiel, lo único que sacó bueno de su relación con Frederick, fue su dulce pequeña de cuatro añitos, Esmeralda.

Su padre Frederick, bueno no, quien la engendró, porque solo la ha criado él, era un degenerado que no debe llamarse padre, ya que la negó y lo hizo pasar por inmoral cuando supo de su embarazo, solo porque Dennis para ese tiempo había decidido divorciarse de él por sus decenas de infidelidades.

Lo único bueno de eso era su pequeña que para esos momentos dormía plácidamente en la gran cama de ese gran cuarto lleno de tonos pastel, dormía abrazando su peluche de conejo rosa.

Tenía las puertas de vidrio cerradas para que el humo no entrara a perturbar su sueño y salud, solo hacía esto cuando en serio estaba demasiado abrumado y lo estaba, demasiado.

Le dio otra calada al recordar que había perdido su último trabajo, todo iba bien, llevaba dos años como guardaespaldas allí, pero todo se salió de control cuando su jefe, que era solo el gerente de allí, resultó tener una atracción por él demasiado indebida y cuando se negó a tener sexo con él, quiso forzarlo, pero él sabía defensa personal.

No sé habría liberado de la cárcel si no fuera porque varios de sus compañeros vieron sus intenciones y las cámaras puestas en las oficinas arrojaron que estaba en lo correcto Dennis y sus colegas.

Pero debido a ello, el jefe superior despidió a ambos para evitar más "conflictos", como si él lo hubiera provocado.

Llevaba una semana y pese a que la liquidación fue muy buena, él tenía una niña que lleva muchos gastos, una casa, y facturas de servicio que cada vez eran más caras, y si no tenía un trabajo estable para cuando el dinero se acabe, tendría que vivir en la calle.

Llevó uno que otro currículum a varios lugares donde se solicitaban, hasta para limpieza, no importaba, él se adaptaba a todo, era padre después de todo, y la mayoría hace lo que sea por dinero, él hace todo menos algo deshonroso.

Lo bueno de todo es que tenía buenas referencias, su antiguo jefe mayor, se comprometió a hablar muy bien de su trabajo porque sabía que era un buen padre y no quería que su niña pase hambre, bueno, eso dijo.

En ese momento Una llamada llegó a su celular y estaba dentro del cuarto, rodó los ojos al no haberlo sacado, su Esmeralda dormía como una roca, pero había veces que se despertaba por sonidos fuertes y cuando se despertaba así era más difícil volverla a dormir.

Sacó todo el humo que se contenía y apagó en el cenicero a su lado el cigarro y entró cerrando la puerta de vidrio al instante.

Tomó el celular y vio que era desconocido, extrañado tomó el celular y contestó — Buenas noches¿con quién hablo?.

— Es el gerente de seguridad del Grupo H — ante lo dicho se emocionó, allí había mandado su solicitud también — se le solicita por favor venir mañana a siete de la mañana dialogar sobre su contrato con la compañía para el cuidado del CEO Hunter.

Rápidamente respondió — Estaré allí a esa hora..

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Horas antes...

—¡Amor!— dijo con preocupación Alan mientras corría hasta la entrada donde venía su esposo un poco amoratado y sucio, lo toma de su brazo y lo ayuda a llevar a la gran sala de la gran mansión, todo esto era visto por sus empleados muy sorprendidos.

Habían llegado con él también malheridos tres guardaespaldas.

— Voy por el botiquín — dijo una de las empleadas corriendo a la cocina por él.

— Alan querido, no te preocupes, estamos bien, pero esto ya se está saliendo de control, otro accidente en la semana, no es casualidad, contrataré a hombres más eficaces en esta área, también conseguiré más para ti, debo velar por tu seguridad — dijo el alfa acariciando su rostro al estar ambos sentados en el sofá — No llores querido.

El alfa limpia sus lágrimas y besa sus labios — Pero debes cuidarte mejor, vamos a conseguir a alguien más eficiente ya, ¿qué fue lo que sucedió?.

— Cortaron los frenos, por suerte cuando saltamos del auto no había nada peligroso que pudiera afectarnos más, estábamos cerca de pasto, nos salimos de la vía — dijo uno de los escoltas.

— Yang no sobrevivió, la policía se está encargando de esto y fue la que nos trajo hasta aquí — dijo Sebastián uno de los más fieles a su jefe Philips.

Pero de ellos Marlon, miraban al omega de su jefe con preocupación, pero no por el accidente o porque los insulta por no haber cuidado a su esposo.

Si no por no haber hecho su trabajo bien, para lo cual Alan le había pagado.

En ese momento el encargado de la seguridad se acerca a su jefe mientras que era curado por Alan, ya que la empleada había traído el botiquín, le entrega una carpeta — Seleccioné de los nuevos currículums que enviaron, a cuatro, los cuales han estado todos el servicio militar y tienen muy buenas recomendaciones, los llamaré para que vengan mañana.

— Me parece bien, encárgate de cada uno, necesito que empiecen a trabajar mañana de una vez, esto se está saliendo de control — dijo Philips a lo que el gerente asiente.

— Me encargaré señor — él se retira y una vez su omega lo cura sube a la habitación.

Una vez el alfa está dormido en el cuarto desnudo, al igual que Alan después de haber tenido una noche apasionada.

Alan se va al baño con su rostro enojado, ya no había nada de dulzura en su rostro, estaba enojado, e iba a matar a ese imbécil que no hizo bien su trabajo.

Una vez se bañó salió en pijama de seda que cubría todo su cuerpo con ropa negra y se dirigió a la casa de los empleados y fue directamente al cuarto de Marlon, cerró la puerta con seguro y se acercó mientras dormía y lleva sus manos a su cuello y lo ahorca mientras le susurra: — Solo tenías una labor que hacer, y no eso pudiste hacer bien Marlon, me estoy empezando a hartar de tus estupideces.

— Lo que pasa... es que su esposo no es tan estúpido como cree... pare — dijo Marlon ya sin aliento.

Alan lo suelta, pero antes de irse le dice — Tienes veinticuatro horas para que lo hagas tú, si no lo haces, sabes lo que te espera — luego sale de la habitación sin ser visto por altas alturas de la noche.

— Solo espera un poco de tiempo y podrás quedarte con todo Alan — susurra mientras entra a la casa intentando calmar su enojo.

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Al día siguiente...

—¿¡te dieron el puesto!?— pregunta Esmeralda entre gritos emocionados mientras su padre le ponía su mochila para llevarla al jardín de niños, Dennis sonríe ante su emoción.

— Así es mi pequeña brujita, recuerda que te debes portar bien con todos, no quiero que me llamen del jardín de niños porque has ocasionado problemas de nuevo, en cualquier situación llama a tu maestra para que yo vaya por ti, ¿ok? — dijo Dennis a lo que ella asiente y alza su dedo meñique para unirlo con el de su padre.

— Por la garita — dijo ella para luego hacer un puchero.

Aunque sinceramente no le creía, su niña era muy revoltosa, y por cualquier mínimo insulto, ella ya estaba encima de otro niño dándole cachetadas, ¿por qué?, no sabe con exactitud su actuar, lo que sabe es su hija tiene leves problemas de ira y que se ocasionan cuando alguien la insulta de forma que no tolera por mucho tiempo.

Hace un tiempo sucedió algo parecido en su antiguo jardín de niños, tuvo que sacarla de allí porque su hija al momento de sufrir un tipo de bullying por otro niño, respondió de una forma muy brusca lo que ocasionó que las madres se juntaron en su contra para que el encargado del jardín la expulse y así pasó.

Si, toda su vida no ha ido de mal en peor, tal vez lo bueno está por venir, se dice así mismo cuando siente que no puede con más, solo tiene el apoyo de sus amigos, pero en este momento no quiere abrumar a sus amigos con sus problemas, solo le dijo a una de ellas su situación económica, y ella trabaja en esa mansión, es por ello que fue allí a llevar su currículum.

— Vamos, ya vienen por ti — dijo al escuchar la bocina del auto.

— Papá, te ves muy guapo, ¿puedes aprovechar y conseguir un nuevo papá para mí?— dijo ella con inocencia haciendo que su padre no la mire, pues está sonrojado e incómodo.

— Bebé, eso no es así de fácil — tartamudea mientras bajan las escaleras.

— Claro que sí, mi tío Jack y la tía Alexa están juntos desde hace poquito y ya van a casarse — dijo la pequeña.

— Pero de ellos es distinto, tenían tiempo sin verse y ahora que volvieron a juntarse sintieron ese click que los hizo querer estar juntos — dijo el omega buscando la manera más clara de explicarle.

— ¿Y nunca has sentido ese click con nadie, papá?— ante su pregunta ambos se quedan parados en ese escalón porque hasta él mismo jamás se le había pasado por la cabeza.

¿Alguna vez sintió ese intenso amor por alguien?

— No clic bebé, pero si sentí algo parecido por alguien, quien pensé que sentía lo mismo bebé, pero no fue así, por eso es que hay que esperar mucho para conocer a una persona y ver si es la indicada para cada uno — dijo Dennis esperando que su niña no preguntara más.

— Entonces voy a evaluar al alfa perfecto para ti papá, para que hagas clic con él — dijo la niña levantando su puño como si estuviera haciendo fuerza con este.

El alfa ríe — Si mi inteligente brujita que me hechiza con sus lindos ojitos, cuídate, iré a buscarte, si no lo hago, mandaré a Jack o Alexa por ti, con más nadie puedes irte, ¿ok?— la niña asiente y su padre la ayuda a subir a la van color blanco donde iban los demás niños para el jardín.

Una vez sube, el se sube a su moto que está parqueada en el estacionamiento privado de esa zona y toma el casco que estaba allí colgado y se va en la moto hasta la mansión Hunter.

Cuando llega, es recibido por los escoltas que le abren la puerta y él entra por el gran portón, cuando llegó la otra vez, no había detallado la mansión, ya que venía desesperado, ahora que detallaba su nuevo lugar de trabajo, puede decir que es bellísima.

Al acercarse a la entrada de la mansión su amiga Jackie, hermana mayor de su amigo Jack le dice sonríe y le dice — Me alegra que hayas quedado en el trabajo, el gerente de seguridad espera por tí, vamos — dijo ella abrazándolo y luego entran a la mansión.

Esperó unos minutos y el hombre salió del que era la puerta que conectaba con la cocina y él se quedó en la sala esperando mientras que su amiga recibía a los otros que faltaban para el puesto — El trabajo es suyo, más tarde, después de que mi jefe evalúe su manera de trabajar, el mismo les dirá los acuerdo del contrato con cada uno, por ahora vamos a presentarlos a los jefes de esta casa, hay que protegerlos y vigilar cualquier cosa extrañan que vean en la casa y consultarlo con los jefes, han ocurrido una serie de eventos por los cuales tenemos que reforzar la seguridad de la casa, y por sus expedientes, son los mejores candidatos.

— Voy a estar a la altura para quedarme con el puesto de forma permanente, se lo aseguro — claro que lo haría, no podía quedarse sin trabajo hasta que su hija pudiera mantenerlo a él.

Con sus manos hace una seña para que los siga y ellos van al comedor justo donde el gerente va — Señores Hunter, ellos serán sus nuevos guardaespaldas, ex militares los cuales tienen gran historial en el ejército y muy buenas recomendaciones, chicos, ellos son el Señor Philips Hunter y su esposo Alan Hunter.

Ese alfa le hizo despertar algo en su interior, su lobo se sintió a gusto con su aroma y se sintió incómodo inmediatamente, esto debía ser una jodida broma.

¿No podía ser otro alfa en la tierra su destinado?

Agradeció a la diosa por tener un poco de buena memoria hoy para haberse colocado un controlador de olor, así no se daría cuenta, debía mantener una distancia prudente con su nuevo jefe, sin duda, ¡no le cabe en la cabeza semejante locura!.

Estaba casado, frente a él estaba su esposo a su lado, ambos lucen muy acaramelados, parecía que estuvieran de luna de miel por sus rostros llenos de felicidad.

Debe estar alucinando, las toneladas de mala suerte que le caen diarias no son normales.

Cada uno de los nuevos trabajadores se presentó y llegó el momento de presentarse Dennis, tragó grueso saliendo de sus pensamientos y solo pudo decir — Dennis Becker, Ex teniente-coronel de la fuerza armada nacional.

No puede creer que estaba tan ansioso por venir al trabajo toda la noche y ahora no veía la hora para largarse de ese lugar.

—"¿que clase de brujería es esta?"— dijo en sus pensamientos.

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— Stiven y Arthur, se encargarán, de la seguridad de mi esposo aquí presente, junto con otros de la casa, Marlon y Sebastián — ante lo dicho Alan lo mira un poco sorprendido pero luego saca una sonrisa tratando de disimular.

Son Marlon siguiéndolo a todos lados, ahora será un gran problema, tendría que comprar a otro para que siga sus órdenes, pensó Alan.

— Y usted Becker, será uno de mis guardaespaldas junto a otros de la casa, gerente se lo encargo, deben custodiar la seguridad de mi pareja y mis cuando estamos fuera de casa, ese será su deber a partir de ahora, deberán empezar a vivir aquí ya que los necesitaremos a todas horas en caso de emergencia, ¿Algún inconveniente?— pregunta el alfa de voz amable.

En ese momento Dennis vio la oportunidad que le quitarán el trabajo, con respeto hablo — Tengo una hija de la cual debo estar pendiente... — cuando pensaba dar su discurso para que lo dejarán ir, el alfa sonríe con comprensión y niega.

— Ella no es problema, puede traerla a vivir aquí, hay suficientes habitaciones para los empleados, no se preocupe, tampoco odio a los niños — dijo él y su omega lo abraza y le dice con diversión en su voz

— Hablando de niños, ¿No crees que es momento ya?— dice Alan aunque ya sabe la respuesta.

— No es momento aún cariño, y más ahora que estamos en peligro — dijo el alfa con pesar.

Aunque en realidad, ese no era el verdadero motivo.

Mientras que Dennis ya no pudo refutar nada, así que solo miró hacía arriba como si la luna estuviera allí viéndolo, recriminando en sus pensamientos sus andanzas.

— Sin más, nos vamos, debo ir a la oficina y mi esposo a su trabajo — Primero sale la pareja y los empleados incluido Dennis, van tras ellos un poco más alejados.

A los escoltas que estaban presentes en la entrada principal el gerente los llamó y les dijo — Ustedes van con el alfa Hunter y ustedes dos con el Omega Hunter — les dijo señalando a ellos y al dejar sus puestos, otros empleados toman su lugar.

— Dennis, serás el chófer, irán a las industrias H, ¿Sabes la ruta?— Responde que sí, ¿quien no conoce a la empresa de electrónicos más famosa del momento?— le dice más cerca el gerente — Cualquier anomalía, no dudes en decirlo o atacar con tal de proteger al alfa Hunter, ya has trabajado en este campo, sabes muy bien que hacer.

Dennis asiente, muchas veces tuvo que hacerlo por su país, hasta que salió de la milicia porque quería una vida más tranquila y formar una familia, cosa que logró junto a su pequeña y sus amigos, los cuales considera como hermanos.

Antes de subir al auto puso ver a la pareja despedirse sin tapujos, Philips tomaba a su esposo de la cintura mientras se susurraban cosas tiernas mirándose a los ojos y luego varios cortos besos, le abrió la puerta a su jefe esperando que entrara pero fue inevitable no scuchar lo que se decían, no estaban tan lejos y eso lo incomodaba, esto era más vergonzoso para él, que cuando descubrió que estaba en estado y se lo dijo a Frederick haciendo que todo el barrio se enterará de su supuesta infidelidad hacia él.

Definitivamente esto era otro nivel, mientras que su lobo interior luchaba por salir y dejar salir su aroma por los celos absurdos, el quería que la tierra se lo tragara y reprimía a su lobo imaginando que le daba muchas cachetadas por regalado y fácil, está casado, hay que mostrar un poquito de respeto, si no supiera el que ese era su alfa destinado y no la estuviera pasando tan mal con su lobo, hasta les tomaría una foto.

— Amor debes cuidarte, espero y sean muy eficientes los nuevos o se las verán conmigo — dijo Alan a lo que su esposo besa sus labios y ríe.

— Voy a estar bien, mejor preocúpate por posar a la cámara para ser el modelo más codiciado pero solo para mí, cariño — dijo el alfa entre susurros.

— Todo tuyo, mi amor — dijo Alan — Vete ya o llegarás tarde.

— Yo soy el jefe, cariño — dijo con orgullo alzando su mentón con burla y Alan ríe para dejar un último beso en sus labios antes de subir a la van negra que le fue asignada.

Una vez entra el alfa cierra la puerta y sube a la van para empezar a conducir con calma para ser su primer día no iba tan mal, (quitando la sal que le lanzó la luna), todo iba a bien, lo único que tenía que hacer era centrarse, el ya no pensaba con él corazón, tenía que pensar con la cabeza, si no trabaja, no puede mantener a su hija y lo que menos quiere es que llegue un día a su vida, protección de menores a quitarle a su hija por qué él no puede mantenerla.

Su más grande temor hizo que su pecho se apretara, su hija lo era todo para él, esmeralda era una buena niña que solo se merecía lo mejor independientemente de que muchas veces sea muy revoltosa, ella es un ángel.

Pero sintió algo muy raro en la van que iban, así que la detuvo—¿Que sucede?— pregunta su jefe y el les dice que hagan silencio y es allí cuando scuchar otro pitido, otro y luego otro.

— Salgan del auto todos — todos bajan y el omega se agacha de donde viene el sonido era donde estaba el conduciendo pero más atrás, había un dispositivo, lo cuál era una bomba, no se sorprendía por el hecho de verlas, ya estuvo muchas veces en aprietos con ellas — Hay una bomba.

— Puedo ayudar — dijo uno pero el omega niega.

— Yo puedo solo — dijo Dennis, porque sinceramente no sabía en quien confiar.

Buscó en el auto que pudiera ayudarlo y estaba una caja de herramientas con llaves y alicates (pinzas), tomó esto y con cuidado la quitó del auto.

Ahora debía desarmarla hasta apagar está, la cuenta regresiva estaba en treinta segundos, pero con cuidado y sigilo logró desarmarla hasta apagarla cuando está estaba en diez segundos.

Limpió el sudor en su frente y suspiró antes de levantarse — Eso estuvo muy cerca.

Cuando se levanta alguien pone una mano en su hombro y voltea a ver quién es, y sintió su estómago removerse ante la cercanía de ese alfa que lo miraba con agradecimiento y preocupación, pero más que todo admiración.

— Gracias, si no fuera por ti, no nos hubiésemos dado cuenta — dijo Philips.

El Omega con sus ojos bien abiertos traga grueso y asiente — No es nada, es mi trabajo.

Recogió todo e incluído los pedazos desarmados de la bomba y la llevó en el auto, esto tenía que verlo la policía.

El Omega sentía su corazón latir desenfrenado mientras manejaba y hacía como si no pasará nada.

—"Necesito una cerveza cuánto antes"— dijo en sus pensamientos.

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