Pequeña Ciudad De Estrellas.
Capitulo 1
Iris Harrison
¿No te parece que estas exagerando?
El chico solto una rísa seca para después proceder a tomarla del brazo con fuerza.
Iris Harrison
(Me esta apretando muy fuerte)
Mateo Solon
Lo habia olvidado, a ti te encanta mover la cola como una perra, ¿verdad?
Iris Harrison
*Frunce el ceño*
Mateo Solon
Dime...
*comenzo a decir mientras la soltaba bruscamente*
Mateo Solon
¿Con cuantos te acostaste antes de venir a verme?
Mateo Solon
¿Uno?, ¿Dos?, no espera ¿Tres?, ¿o talvez fueron más?
¿Por qué tenía que pensar eso?, fue el pensamiento que cruzo la mente de la chica mientras sus ojos se cristalizaban un poco.
Iris Harrison
Realmente crees que soy de lo peor, ¿verdad?
Iris Harrison
*Apretando los puños*
Mateo Solon
¿Qué acaso no lo eres?
La joven apretó los labios, para después sonreír con falsedad.
Iris Harrison
Tienes razón, soy una interesada después de todo.
Iris Harrison
*Sonríe fríamente*
Mateo Solon
Tú de verdad....... Ha, ha, ha
El chico procedió a sacar un cigarro de su chaqueta, el cual encendió y le dio una calada, después se inclinó hacia atrás en el barandal que estaba detrás de él y procedió a expulsar el humo de su boca.
Mateo Solon
De verdad que eres una zorra.
Mateo Solon
¿Nisiquiera tratas de negarlo?
Iris Harrison
Que sentido tiene negar algo que ya has dado por echo, sin importar mis palabras no creras nada de lo que te diga.
Mateo Solon
Tienes razón, sin importar que digas no creere nada, ya que una imagen habla más por si sola.
¿Cuándo había comenzado a llover?, fue lo que pensó mientras se dirigía de regreso a su casa.
Después de decir esas ultimas palabras, todo quedo en silencio, el único sonido que había era el de la lluvia cayendo y el de Mateo inhalando y exhalando su cigarrillo.
Una vez se lo termino lo lanzo al piso y simplemente se fue.
Iris Harrison
(Me pregunto cuando todo se tornó así)
Al principio todo fue tan lindo, él era todo un caballero, tan atento y lindo, ¿por qué cambio tanto?
¿Por qué cambiaste tanto?
Dios era una tonteria preguntar eso, ella ya sabia la respuésta, la unica culpable de ese cambio al fin y al cabo fue ella.
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Habia pasado una semana desde su discusion con Mateo, y desde ese dia no habia sabido nada de él.
Iris Harrison
*Saliendo de su departamento*
La joven dirigió su mirada hacia adelante topándose con la de su vecino de piso.
Iris Harrison
Carl cuanto tiempo.
Iris Harrison
*Dijo a modo de salúdo*
Carl Espein
Hace tiempo no te veia.
Iris Harrison
Eh estado un poco ocupada.
Carl Espein
Me imagino, ¿vas a trabajar?
Pregunto terminando de cerrar la puerta de su departamento.
Iris Harrison
Si, aúnque ya se me hace un poco tarde.
Iris Harrison
*Dijo viendo la hora en su telefonó*
Iris Harrison
(Si llego tarde la Jefa va a regañarme)
Iris Harrison
*Hace una mueca*
Carl Espein
Si tú quieres....
Carl Espein
Yo podría llevarte.
Iris Harrison
¿Eh?
*voltea a verlo*
Carl Espein
*Se rasca la nuca apenado*
Carl Espein
Digo... Ya es tarde y tu lugar de trabajo queda de pasada del mio.
La joven lo pensó un momento, no era mala idea, en auto aún lograba llegar a tiempo, además a pesar de no ser tan cercanos, conocía a Carl desde hace años, y sabía jamás intentaría algo.
Iris Harrison
Me arias un gran favor, gracias.
Una vez dicho lo último, ambos tomaron camino para salir del edificio, fue una vez estando afuera, que Iris no, noto una piedra en el piso que la hizo tropezar, abría caído al piso de no haber sido por Carl la que la sujeto de la cintura justo antes de caer.
Iris Harrison
Si, dios casi me rompo un pie.
Iris Harrison
*Comento alejandose de Carlos*
Carl Espein
Ha ha ha, la mala suerte enserio que te persigue.
Iris Harrison
Ha ha ha, supongo.
Le contesto con una pequeña rísa, pasando un mechon de su cabello detras de su oreja.
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Mateo Solon
*Aprienta los puños*
Capitulo 2
Iris Harrison
(Hoy fue un día duro)
En el trabajo logré llegar a tiempo por los pelos, de no haber sido por Carl no lo habría logrado.
Aun así el día de hoy el restaurante estuvo lleno, no pudimos descansar hasta que cerramos.
Siguió sumergida en sus pensamientos hasta llegar al edificio donde vivía.
Saludo a la recepcionista y tomo el ascensor hasta el 5 piso, donde se dirigió a la puerta de su departamento.
Pero cuando toma la manilla para introducir la llave y abrirla, se dio cuanta que esta ya estaba abierta.
Iris Harrison
(¿Pero que?)
Iris Harrison
*Entra cautelosamente*
Encendió las luces apenas entro, pero nada parecía fuera de lugar.
Iris Harrison
(Juraría que cerre con llave)
Iris Harrison
*Deja las llaves en la mesa*
La chica procedio a quitarse la chaqueta y las botas, antes de colgarla en un perchero y poner las en una esquina.
Se dirigio a su habitacion para descansar un poco, una vez dentro ensendio la luz, pero casi se cae del susto.
Hay entre la oscuridad estaba Matteo sentado en su cama, con la vista fija en el piso.
Iris Harrison
¿Matteo?, dios me asustaste.
Iris Harrison
*Dijo dandose la vuelta para cerrar la puerta del cuarto*
Una vez echo eso, volvio su vista al joven en su cama.
Iris Harrison
(¿Por que habra venido?)
El lugar permanecio en un pesado silencio, donde el joven se mantenia en la misma posicion, y la chica de pie frente a el.
Iris Harrison
(Esto es incomodo...)
Iris Harrison
(¿Deberia asercarmele?)
Después de dudar unos segundos, la chica algo indecisa comenzó a asecarse hasta el joven, hasta sentarse al lado de el en la cama.
Iris Harrison
Matteo, ¿estas bien?
Extendio su mano para tocar su hombro, pero se detuvo a medio camino, cuando el joven se recompuso y le dirigio una heladora mirada de reojo.
Mateo Solon
Eso deberia preguntartelo yo a ti, ¿no te parece?
Mateo Solon
¿Como te fue hoy?
Le pregunto el joven manteniendo la misma exprecion sombria, Iris algo dudativa le contesto.
Iris Harrison
Eh fue algo pesado el trabajo, pero fuera de eso todo bien.
Iris Harrison
Tuvimos muchos clientes en el restaurante.
Iris Harrison
¿Qué es lo que te pasa Mateo?
Mateo Solon
¿A mí?, nada, ¿qué hay de ti?, ¿te dejaron satisfecha?
Mateo Solon
¿Cuánto te pago?
Mientras más hablaba la mirada en el rostro del chico se tornaba cada vez más oscura, al mismo tiempo que su tono de voz se hacía más aterrador.
Iris Harrison
Mateo, ¿de qué me estas hablan-
El chico no dejo que la joven terminara su pregunta, ya que de un rápido y brusco movimiento, arrojo a la chica en la cama, para después ponerse sobre ella y sujetarle ambas muñecas con fuerza, la suficiente para hacer a la muchacha gemir de dolor.
Iris Harrison
¡¿Qué haces Mateo?!, ¡Me lastimas!
Mateo Solon
¿Yo te lastimo?
Mateo Solon
¿Estoy siendo muy rudo?
La chica solo asintio, con los ojos un poco crístalisados, pues de verdad le dolía el fuerte agarre en sus muñecas.
Mateo Solon
¿Qué no te gusta de esta manera?
Mateo Solon
¿Entonces debería ser más delicado?
Mateo Solon
¿Así te lo hizo él?, ¿te gusta más de ese modo?
Iris Harrison
Mateo, b-basta por favor, ¿por qué te comportas de este modo?
Iris Harrison
¿Y de qué demonios me estás hablando?
Pregunto Iris, pero Mateo solo le dio una sonrísa burlona, pero a la vez mantenía una ira escondida en ella.
De pronto se aserco hasta que sus rostros eran solo separdos por unos cuantos centimetros.
Mateo Solon
Hablo del imbecil con el que te vi salír del edificio, y seguramente con el que te fuiste a coger hoy.
Iris Harrison
Mateo estas equivocado
*comenzo a hablar*
Iris Harrison
Carl es solo.....
Mateo Solon
¡No te atrevas a decir su jodido nombre!
Si grito solo logro asustar más a la muchacha, que se encogió debajo de él.
Iris Harrison
Escuchame, yo...
Mateo Solon
Callate
*le dijo con una mirada fría*
Mateo Solon
A decir verdad ni siquiera me importa, solo quería saber hasta donde llega tu cinismo.
Mateo Solon
Y por lo que veo, tu cinismo no conoce límites.
Iris Harrison
Y-ya te dije q-que no es lo que parece, el so-
Su frase quedo a medias cuando la mano que antes sujetaba su muñeca izquierda se estrelló en su mejilla, dejando la marca de cinco largos dedos en su blanca piel.
Mateo Solon
No recuerdo haberte dado el permiso para hablar.
La chica estaba pasmada, pues apesar de su larga relación tormentosa y las constantes peleas, malentendidos e insultos hacia su persona, Mateo jamás le había levantado la mano hasta ese momento.
Exclamo sacando a Iris de sus pensamientos.
Mateo Solon
Tan necesecitada estás, para buscar tipejos afuera, entonces te voy a dar lo que tanto te gusta.
Mateo Solon
*Se comienza a desabrochar los botones de la camisa*
Iris Harrison
¡¿Qué crees que haces?!
Se altera al ver cómo el chico se quita la camisa
Mateo Solon
*Comienza a rasgar el vestido de Iris*
Mateo Solon
¡Quédate quieta!
Mateo Solon
*La sube de nuevo sobre ella y la inmoviliza*
Iris Harrison
¡Matteo en serio por favor deténte!
Mateo Solon
¡QUE CIERRES LA PUTA BOCA!
Sin medirse el chico termino estrellando su puño contra el delicado rostro de Iris.
Iris Harrison
*Grita mientras llora y la sangre sale de sus labios y nariz*
Mateo Solon
¡Si la usas que sea para gemir!
Mateo Solon
Nada de lo que digas Ara que me detenga
Capitulo 3
Mateo Solon
*Abrochando sé la camiseta*
Mateo Solon
*Voltea a verla de reojo*
Ahora actúas como una pobre señorita a la que acaban de deshonrar, no finjas, siempre fuiste una zorra barata, pero por lo menos eras honesta al respecto, así que no pierdas tu única buena "cualidad"
*voltea verla de forma despectiva*
Mateo Solon
*Sonríe con frialdad pero a la vez un toque de burla*
¿O es que no terminaste satisfecha? ¿Eh?
Pregunta viendo a la pelinegra, quién no le contesto.
Mateo Solon
*Borra su sonrisa al mismo tiempo que saca un par de billetes de su cartera y los arroja a los pies de la chica*
Entonces finalmente se fue, dejando solo a la chica sola, pero ella no se movía, estaba hecho ovillo en su cama, al mismo tiempo que temblaba y se abrazaba a sí misma.
Iris Harrison
*Observa su cuerpo y más lágrimas saladas caen de sus ojos negros*
El vestido blanco que usaba estaba hecho ahora tirones, y había sangre manchando lo.
*Con dificultad baja de la cama y se dirige al baño*
Al entrar se observa en el gran espejo, su vestido destrozado, su cuerpo estaba lleno de golpes y sangre, su cuello y hombros al igual que sus pechos estaban llenos de chupetones y marcas de mordidas, y sobre todo el dolor que había en su entrepierna era insoportable, además de que aún sentía algo viscoso salir de ella.
Lloró, lloró y lloró, la rabia, la importancia y el asco, la carcomía. Quería gritar, lo necesitaba.
Iris Harrison
AAAAAAAAHHHHHHHH
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Enfermera
*Checando las heridas de Iris*
Doctor
*Voltea a ver de reojo a Iris*
Señorita si no es mucho problema me gustaría hablar con usted en privado.
Iris Harrison
*Asiente en silencio*
Doctor
*Le hace unas señas a la enfermera para que se retire*
Doctor
*Se aclara la garganta*
Señorita lo que le diré es muy delicado y entiendo si no desea responderme, pero mi deber moral y profesional me lo dictan.
*Dice con seriedad aunque se veía nervioso por la pregunta que aria*
Señorita..... ¿Acaso usted fue perjudicada de forma sexual?
Iris Harrison
*Voltea a verlo*
Iris Harrison
¿Pregunta si me han violado?
Se quedo en silencio, ¿Que debería decir?, ¿Que si? o ¿Que no?
Doctor
Está bien, no se sienta presionada.
*Saca algo de su bolsillo*
Pero le aconsejo tomar esto.
Era una pastilla del día siguiente.
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Ya había pasado una semana desde que fue dada de alta en el hospital.
Y aunque el Doctor le insistió, no quiso presentar denuncia, solo quería olvidarse de todos y de todo.
Quería dejar de tener pesadillas por la noche, quería dejar de despertarse llorando y quería dejar de estar asustada las 24 del día pensando en que Mateo volvería, entrando por esa puerta y la lastimaría de nuevo.
Deseaba poder verse al espejo otra vez sin sentir asco y ganas de vomitar, deseaba tanto poder dejar de sentir esa necesidad de bañarse a cada momento hasta que su piel se enrojeciera y comenzará a sangrar.
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Los días de incapacidad se terminaron e Iris se vio obligada a volver al trabajo.
Iris Harrison
*Entra al restaurante*
Ana
¡Qué bueno que volviste! ¡Estaba preocupada!
Ana
*Se separa para ver a la pelinegra al rostro*
Y lo que vio la deja horrorizada, el lindo y blanco rostro de la chica estaba lleno aún de moretones y varios rasguños, ¡¿Qué demonios había pasado?!
Iris Harrison
*Desvía la mirada*
Iris Harrison
No quiero hablar sobre eso.
Ana
¡¿Cómo que no?!, ¡solo mírate como esperar que no me preocupe!
Ana
¡Estás llena de heridas y ade-
Iris Harrison
*La ve a los ojos pero después desvía la mirada*
Iris Harrison
Por favor Ana, no quiero hablar de eso.
Ana
¿Quieres que te de tu uniforme?
Ana
Vamos
*La toma de la mano*
Ana
*Voltea a verla*
¿Pasa algo?
Iris Harrison
*Suspira tratando de relajarse*
No nada
*Niega*
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Iris Harrison
*Limpiando una mesa*
Iris Harrison
*Voltea a verla*
¿Que sucede Ana?
Ana
*La mira de forma triste*
Iris ¿tu estás saliendo con Matteo Solo, verdad?
Iris Harrison
*Se tensa y su mirada se vuelve más oscura*
Iris Harrison
No Ana, él ya no tiene nada que ver conmigo.
La verdad era que desde lo que pasó, él no había vuelto, y ella lo agradecía de sobre manera, no creí tener la fuerza para afrontarlo y también el miedo constante de que volviera a herirla seguía latente.
Ana
Entiendo, entonces eso lo explica.
Iris Harrison
*Levanta una ceja*
¿Explicar qué?
Ana
Esto.
*Lanza un periódico a la mesa*
[ ÚLTIMO MOMENTO ]
[El jovén Mateo Solon y la señorita
Emili Dantez confirma estar en una relación tras verse filtrado unas fotografías de ambos teniendo múltiples citas y las más recientes siendo de ellos dos salir de un hotel en las afueras de la ciudad]
Ana
Esta mañana noté que todos en la ciudad no dejaban de cuchichear acerca de la supuesta “Pareja del año”, ya sabes que en una ciudad pequeña como está, solo es cuestión de poco tiempo para que una noticia así este en boca de todos.
Iris Harrison
*Aprieta el periódico*
Iris Harrison
(Ni siquiera te importa el daño que me hiciste........... Mientras yo me ahogo en mi miseria día con día, tu estás allá afuera pasándola bien............)
Iris Harrison
N-necesito a-aire
*Sale casi corriendo del establecimiento*
La pelinegra hizo caso omiso a su llamado y salió corriendo del lugar, lo que necesitaba en ese momento era estar sola, pensó que ya lo había olvidado, que ya no le importaba más, pero ver esa noticia le dolía, dios le dolió como infierno, verlo al lado de esa rubia, sonriendo y mirándola con amor, la hizo tener una tormenta de emociones.
Lo amaba aún esa era la cruda realidad, pero también lo odiaba y eso pesaba más, porque si bien la tristeza y los celos al saberlo en los brazos de otra mujer fueron terribles, peso más el odio y el rencor de verlo tan tranquilo y campante disfrutando su vida mientras ella se hundía en su propia miseria recordando con temor y odio el daño que le causó, viviendo con el miedo de vivir lo mismo otra vez.
No era justo, no es justo, no es justo......... ¡No lo es!
Iris Harrison
(¡MALDITA SEA!)
Iris Harrison
*Se detiene*
Iris Harrison
No es justo *murmura*
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