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La Historia De El-la

Es lo que querías...o no?

Ella
Ella
Me levanto sobresaltada de la cama, mi sudoración excesiva, los fuertes latidos de mi corazón y el temblor que visualizo en mis manos, me hacen recordar que no es real, que es otra pesadilla, otro recuerdo que me atormenta cada noche y que me hace recordar aquello que marcó mi vida para siempre, eso que se ha vuelto algo indeleble en mi vida y ha sido por años el responsable de mis recuerdos tan tormentosos. Respiro profundo tratando de calmar mi angustia y trato de recordar que otra técnica de" relajación" fue la que vi en aquel video en internet titulado" como calmar los ataques de pánico", vengo cargando con ellos desde muy temprana edad. Mi desesperación es tan grande que escucho mis palpitaciones en la garganta, literalmente siento que el corazón se me podría salir por la boca en cualquier momento. Después de unos segundos, los recuerdos de lo que decía el vídeo llegan a mi cabeza como pequeños cortes de flashback; "haz algo que te relaje y no te permita pensar en el problema", así que, decido ponerme un suéter, mis pantalones holgados, mis zapatillas y salgo a correr...es lo único que me calma. Mientras corro escucho la música de Bruno Mars en mis auriculares, tropiezo con alguien y me quito los audífonos para disculparme, cuando lo hago escucho la voz de un señor de algunos 50 años -Lo siento muchacho- pensativa sonrió en respuesta y me digo en mis adentros, no eras esto lo que querías o no... Llego a mi apartamento, me preparo unas tostadas con café y jugo de naranja y no dejo de reflexionar en lo que el señor de hace un rato me dijo... muchacho. Termino mi desayuno y decido darme un baño rápido, ya son las 7:00 a.m y entro a mi trabajo a las 8:00. Me desnudo frente al espejo y mi anatomía revela lo que soy; mis pechos redondos, mi diminuta cintura, mis curvas bien marcadas y mi grande y redondo trasero, me recuerdan que soy todo aquello que me he resignado a no querer ser... una mujer. Después de colocarme mi t- shirt over Sizes, como suelo usarlos, mi pantalón holgado y mis cómodas zapatillas salgo directo al trabajo y pienso en lo afortunada que soy en ser la asistente de mi mejor amiga, una mujer espectacular que conoce mi capacidad y nunca me ha juzgado por mi apariencia un tanto desalineada. Llego al trabajo a las 7:50 a.m y a mi encuentro viene Elena, mi mejor amiga, me abraza como si tuviéramos varias semanas sin vernos, cuando en realidad solo ha sido un fin de semana, me rio y la recibo con el mismo entusiasmo. Elena es un sol y es como una hermana para mí, aunque muchos en este trabajo no comprendan nuestra amistad, ya que somos como polos opuestos... Y según la teoría de atracción, ¿no son estos los que se atraen? Yo con mi aspecto" machorro" como muchos dicen a mis espaldas, y Elena, tan femenina, bien puesta y sociable, ¡realmente somos tan diferentes!. Cuando estudiábamos juntas en la universidad muchos compañeros creían que éramos algo más que amigas y no podrían estar más lejos de la realidad, inclusive hasta yo llegué a querer creer que me gustaban las mujeres, pero nunca me ha llamado la atención ninguna, no en ese sentido, sin embargo, tampoco he sentido atracción por ningún hombre y creo que no lo haré nunca. Los rumores cedieron cuando mi amiga comenzó a salir con Eduardo, un compañero de la universidad, y con el cual en el día de hoy está comprometida, me gusta verla feliz y sé que están muy enamorados, se podría decir que son el uno para el otro. Estoy ensimismada en mis pensamientos cuando escucho la voz de Elena: -Recuerda que mi primo Sebastián llega en unas semanas Ella, por disposición del abuelo será elegido como el presidente temporal de la empresa, mi abuelo necesita descansar, y a Sebastián siempre se le ha inculcado desde muy joven que el puesto de presidencia le pertenece. Mi abuelo ama a sus nietas, pero él es la luz de sus ojos, lo ve como el hijo que nunca tuvo. Sebastián es un buen muchacho, algo mujeriego e incrédulo en el amor, pero muy apegado a su familia, me quiere como a una más de sus hermanas y yo a el por igual. Mi abuelo lo pondrá a prueba, aunque sé que con sus conocimientos y estudios obtendrá el puesto automáticamente. - Cómo lo voy a olvidar si me lo recuerdas a cada minuto? - si, no lo conozco, pues cuando llegué a tu vida ya vivía en el extranjero, pero de lo mucho que me hablas de él creo que hasta lo conozco, me rio. - Es solo que Sebastián es muy responsable, perfeccionista y quiero que todo esté en orden para su llegada. - Si lo sé, tranquila, sabes que también soy muy responsable con mi trabajo, por eso soy tu asistente, rio. - De eso no cabe la menor duda. Elena sé despide y se dirige a su oficina y yo me pongo a trabajar, quiero adelantar algunos trabajos y tener todos los requerimientos listos para la llegada de nuestro nuevo presidente, pues aunque mayormente tengo que rendir cuántas a mi mejor amiga, sabemos que una empresa está compuesta por todos sus miembros y deben funcionar en conjunto como un todo.
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Ella
Ella
Ella
Llego exhausta a mi pequeño apartamento, mi hogar, mi refugio, me doy un baño y me tiro a la cama para dormir. Cierro los ojos y me invaden los recuerdos de mi infancia, de lo mucho que me gustaban las muñecas, los vestidos, sentirme como una princesa con mi hermosa, larga y abundante cabellera color marrón, de la cual no queda ni rastro, ya que la corto de forma extrema para que nada me recuerde a lo que pasó... y también me acuerdo de ellos... mis padres, de los amorosos, dulces y protectores que eran conmigo y entonces pienso en que hubiera pasado si ellos no hubieran fallecido en aquel trágico accidente, si ellos me hubieran criado y hubieran estado conmigo, entonces esas personas no me hubieran acogido, entonces aquella noche no existiera y yo no... decido silenciar mis pensamientos y le ordeno a mi cabeza que más le vale conciliar el sueño y que se recuerde que mañana será un día igual o más duro que el de hoy en el trabajo. Como de costumbre me encuentro en mi oficina sumergida en la computadora, lo primero que veo cuando alzo la mirada es a Elena, está haciendo un puchero con las dos palmas de las manos unidas a la altura de su barbilla, como táctica de convencerme de que vaya con ella de compras después que salgamos del trabajo, Elena sabe que no me gustan esos ajetreos, pero como podría negarme? No después de ver su insistencia, le digo que si, y sale de mi oficina dando brinquitos. Vamos en su VMW camino a una de las boutiques más prestigiosas del país, que por suerte no queda tan distante de la empresa, Elena es una Villamar, puede darse esos lujos. Después de medirse un sin número de vestidos opta por elegir tres: -Me gustó mucho el blanco, pero me llevaré los otros para tenerlos como segunda y tercera opción. - Entonces lo de la tercera opción es un término nuevo que han creado las compradoras compulsivas, le respondí de forma jocosa. - ¡Me conoces tan bien! -exclama - sabes que mi primo viene en unos días y le haremos una cena familiar de bienvenida, además viene acompañado de su novia, que según mis primas, es una pesada, y siempre quiere ser el centro de atención, y lo que tiene de hermosa también lo tiene de vanidosa. - Bueno con ese vestido blanco no creo que sea el centro de atención amiga... ambas reinos.
Dos semanas después...
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Sebastián
Sebastián
Sebastián
Voy camino al aeropuerto de Los Ángeles rumbo a mi país natal, España. Mi abuelo dispuso uno de sus jets privados para mí tan esperado viaje. Voy conduciendo mi Maserati, ¡amo los carros de lujo! Sumido en mis pensamientos se me olvida que de copiloto tengo a mi compañera Alondra. Ella es una bella modelo, mi compañía de turno, más no la visualizo como la mujer de mis sueños, aunque es una mujer muy codiciada por su belleza, es una mujer muy fría, superficial y vanidosa, pero también es un buen polvo. Mientras pienso en todo ello me viene a la mente Sofía, mi primer gran amor, aquella mujer que me enseñó a descubrir los sentimientos más puros, tiernos y verdaderos, pero que con sus actos también me enseñó a sepultarlos. Mi mente automáticamente me lleva a aquel triste momento, al día donde descubrí su engaño, al día en donde la encontré teniendo relaciones con mi mejor amigo. La verdad es que no sé cómo podía fingir tan bien, como me juraba y proclamaba su amor todo el tiempo, mientras sé burlaban de mí a mís espaldas. Mi mente involuntariamente recrea ese momento... Voy tan entusiasmado a verla después de un tiempo de ausencia por mis estudios, pues mí madre y mí abuelo determinaron que como único nieto varón en mi recaería la responsabilidad de guiar la empresa familiar, aquella que fue creada por mi bisabuelo hace años y que este heredó a mi abuelo, dónde este último a través de su trabajo, estrategias, esfuerzo y disposición logró posicionarla dónde está hoy día, mi abuelo creyó que para que yo siguiera sus pasos e inclusive pudiera superarlos debería recibir la mejor educación, es por ello que a la edad de 17 años emigré a los Estados Unidos a estudiar en una de las mejores universidades del país. Cuando voy camino al aeropuerto Sofía me acompaña y ambos juramos que nos esperaríamos, pues consideré que ella era la mujer de mi vida y ella siempre pregonaba que yo era el suyo. Al principio fue difícil, hablábamos a diario por videollamadas, nos visitamos mutuamente cada vez que los estudios no los permitían, nos contábamos todo; que hacíamos en el día, como nos había ido, inclusive, a menudo planeabamos como iba a ser nuestro matrimonio y cuántos hijos tendríamos, nos contábamos todo, todo en absoluto, o al menos eso penséa . Para nuestro tercer aniversario de novios, llamo a mi amada Sofía y le hago creer que por situaciones imprevistas en la universidad no podré ir a pasar unas semanas con ella, como habíamos acordado. La sentí tan triste que en un momento pensé en decirle la verdad, pero mís deseos de sorprenderla con nuestro anillo de compromíso fueron más fuertes y decidí mejor no hacerlo, pero vaya que el sorprendido fuí yo. Luego de llegar y no encontrar a mí novia en su casa, decido visitar la de mí mejor amigo Ernesto, prácticamente viven en la misma cuadra. Miranda la mujer de servicio me recibe con mucha alegría, pero a pesar de ello, la noto algo tensa, supongo que a lo mejor estoy imaginando cosas o que quizás está muy ocupada con sus quehaceres. Me dice que Ernesto no sé encuentra en casa, le digo que lo puedo esperar, pues en realidad sé que en mi casa no habrá nadie a estas horas; mi madre, mi abuelo y mi hermana mayor, sé con certeza que aún están en la empresa y, sin duda, mi hermana menor y mi prima Elena en el colegio secundario - sabes Sebastián, creo que Ernesto no llegará hasta tarde, si quieres puedes esperarlo, pero te recomiendo que vuelvas luego, ya sabes cómo es- - Comprendo, entonces volveré luego - le respondo. Miranda se despide y se dirige a la cocina a terminar con sus labores, salgo de la sala de estar y me dirijo a la puerta de salida, vacilo al poner las manos en el manubrio de la puerta y opto por sorprender a mi amigo colocándole el regalo que traje para él en su recámara. Ernesto y yo crecimos juntos, y siempre lo consideré como el hermano que nunca tuve. Subo las escaleras, abro la puerta de su habitación y vaya que el sorprendido fui yo... Lo que veo me dejó atónito, destrozado y con el corazón hecho trizas, aparto los pensamientos de ese día que me marcó para siempre y me dispongo a volver a la realidad. Después de una licenciatura, maestría, doctorado, y sobre todo la experiencia que adquirí como presidente en una de las empresas más importantes de Los Ángeles en diseños arquitectónicos, creo que estoy más que preparado para aceptar la gran responsabilidad de asumir el control, y así poder dirigir la empresa familiar, eso y las constantes peticiones de mi abuelo diciendo que ya estaba cansado de estar al frente y que merecía descansar, rio para mis adentros, ese viejo sabe que es una de mis debilidades y hace lo que quiera conmigo. Estamos casi llegando al aeropuerto cuando recibo la llamada de mister Williams tratando de convencerme de que no abandonara su empresa y que estaría dispuesto hacer cualquier cosa que yo le pidiera, trato de explicarle la situación y le agradezco sinceramente por haberme otorgado el privilegio de haber formado parte de su familia empresarial . Después de desearme un feliz viaje y decirme que está a mi disposición para lo que necesitara se despide. Llegando a nuestro destino nos dirigimos a nuestros asientos, estoy tenso y Alondra lo nota; - Sé que debes estar emocionado por volver a reencontrarte con tu familia después de tantos años, estoy loca por conocerlos, por suerte me traje todas mis prendas de diseñador, como sabes la primera impresión es la que cuenta - me dice- pongo los ojos en blanco y le digo: - Recuerda que solo durarás un par de semanas, trajiste maletas como para una tripulación espacial. Sabes que nuestra relación es algo casual Alondra, no quiero que este viaje juntos te haga pensar cosas que no son. - Lo tengo bien claro Sebastián, sé que no eres un hombre común, no crees en una relación a futuro y tampoco te ves casado y con hijos, no debes de recordármelo cada segundo - dice molesta mientras le pide a nuestra azafata personal una copa de champán.
Sebastián
Sebastián
Aterrizamos en el aeropuerto Rodolfo Suárez y lo primero que veo a la salida es a las tres mujeres de mi vida, dándome la bienvenida y haciéndome sentir como en casa, Casandra mi hermana menor, tenía un cartel que decía" ya está aquí el hombre más importante de nuestras vidas", mi mamá por su parte trae consigo mis chocolates favoritos de Pierre Marcollini , esos que siempre me llevaba y no podían faltar cada vez que me visitaba a Los ángeles, y mi hermana mayor, Verónica, traía un ramo de flores, que me imagino eran para Alondra. Después de abrazarlas y besarlas, las extrañaba un mundo, subimos a la limusina familiar que esperaba por nosotros. En el camino a casa nos la pasamos entre risas, cuentos y anécdotas, estaba tan feliz de por fin estar en casa, Alondra por su parte solo asentía y se reía en ocasiones, a mí el corazón no me cabía en el pecho, pues después de tantos años estaría rodeado de mis seres queridos. Sebastián- dice mi madre - sabes que te estamos organizando una cena familiar verdad? En respuesta me asombro, mi madre se da cuenta y al instante explota a carcajadas - no te preocupes, no será hoy, te conozco demasiado como para saber que no hay nada que valores más que tú descanso, sé que estarías exhausto y por eso tus hermanas, Elena y yo propusimos que se hiciera mañana, ya que si hubiera sido por tu abuelo, te hubiéramos esperado con el banquete en el aeropuerto - yo me río - y asiento. Llegamos a la mansión Villamar, después de más de siete años sin venir, literalmente veo mi infancia y adolescencia instalarse en mi memoria después de visualizar cada una de las vivencias que experimenté en esta casa, en la que un día fué mi hogar y en la que añoro, valoro y atesoro tantos recuerdos junto a mi difunto padre, mi abuelo, mis madre, hermanas y mi primita Elena, la cual solo tenía 9 años cuando emigré, aunque volví a verla cuando vine por últimas vez tres años después en aquel día que creía se convertiria en el mejor día de mi vida y resultó que se volvió en todo lo contrario. Entro y lo primero que veo en la sala de estar es a mi abuelo, a mi tía Lucia y mi pequeña prima Elena, que ya no es tan pequeña. Mi abuelo me recibe con un fuerte y acogedor abrazo y dice: - por fin estás dónde perteneces, mi adorado nieto- yo en respuesta lo abrazo más fuerte y le digo: - así es, mi adorado viejo. Voy al encuentro de mi prima que me saluda con mucho entusiasmo, junto a ella se encuentra su prometido Eduardo al cual saludo con un fuerte apretón de mano - Hasta que por fin le asigno un rostro a tu nombre Eduardo, cada vez que hablaba con mi prima, solo me hablaba de ti. Te felicito pues con ella te sácaste la lotería, y no me metía, mi prima era una extraorfinaria mujer , espero que la valores yaorrvies lo que tienes, - le digo con un tono más serio- pues soy el hombre de la familia y soy quien debe velar por el bienestar de cada una de las féminas de mi familia. Mi querida Elena se muerde los labios en respuesta a mi sermón e inmediatamente aparece mi nana Laura para invitarnos a la mesa, la miro y le brindo la más sincera de las sonrisas y me aproximó a abrazarla con mucho entusiasmo, después de charlar sobre el viaje y otras cosas nos dirigimos a la mesa. Después de cenar Alondra y yo nos dirigimos a nuestras recámaras, pedí que fueran separas porque no me siento cómodo compartiendo mi espacio íntimo con nadie, Alondra lo sabe y no se asombra. Estoy acostado en mi cama después de un rico baño y siento como alguien me toca el pecho, no debo siquiera voltear a ver para saber quién es, estoy cansado, pero no hay nada que me raje más que el sexo, acaricio y beso a Alondra apasionadamente, recorro su cuerpo como tanto le gusta y después que compruebo que está lo suficiente húmeda para recibirme, la penetro, primero lentamente, y después más profundo y más veloz... la tengo en su posición favorita, gime tan fuerte que, mientras la agarro por las caderas con una mano, con la otra tengo que taparle la boca para que sus fuertes gemidos no se escuchen en la planta baja, mis experiencias amorosas me han otorgado el don de saber complacer perfectamente a una mujer. Después que la hago llegar al clímax, le sigo y hago lo mismo. Cojo el preservativo usado y lo envuelvo en papel higiénico, y lo boto en el zafacón del baño, siempre me he cuidado, pues además de las ITS tampoco quisiera embarazar a una mujer que no supiera que sería una extraordinaria madre para mi hijo, si es que lo suelo tener algún día sería muy selectivo. Alondra y yo hablamos por un rato y después se dirige a su habitación, pienso que mañana será un día ajetreado y caigo en un sueño profundo.
Ella
Ella
Me levanto temprano como siempre para dirigirme a mi trabajo, hoy llega a la empresa nuestro nuevo presidente. Lo tengo tan presente, pues mi amiga Elena no hace más que hablarme de la llegada de su primo, de lo guapo que es y de lo antipática que es su novia o no sé que Alena, no, no es así...es Alondra. Llego en mi auto para estacionarme y resulta que el lugar de mi parqueo está ocupado por un gran carro de lujo, a juzgar por lo que veo, no me cabe la menor duda de que debe ser el vehículo del nuevo jefe, quien más podría hacerlo y sobre todo, quien más se podría dar esos lujos, maldiciendo para mis adentros me estaciono en otro lado, me desmonto del vehículo y me dirijo a mi oficina. El día transcurrió como siempre, mucho trabajo e informes que preparar, cuando ya casi voy a salir de mi oficina la voz de mi amiga Elena me impide seguir avanzando - A dónde creas que vas, no te puedes ir sin antes presentarte a mi primo Sebastián, espera y lo llamo para saber si puede recibirnos en su despacho, como sabrás debe estar muy ocupada sumergido en su nuevo puesto... - Hola Sebas -Hola mi pequeña Elena - Ya no soy tan pequeña ehhh, supongo que tendrás que buscar otro apodo. -Estás en lo cierto primita ya eres toda una mujer - ambos reímos. -Estás muy ocupado ? - En realidad si Elena, estoy aquí empapandome de todo lo concerniente a la empresa con el abuelo, ya sabes cómo es, no me ha dado tregua el día de hoy - Créeme que lo sé mejor que nadie. Te dejo entonces, sigue en tus cosas. - Está bien, hasta luego, entonces cuelga. No te preocupes Elena, tarde o temprano tendré que conocerlo - agrega Ella. - Tienes razón, además sabes que estás invitada a la cena familiar que se efectuará hoy en la mansión - Lo sé Elena, es que estoy muy cansada, anoche no dormí bien y quisiera dormir temprano -otra vez con las pesadillas Ella, porque no me lo habías comentado, sabes que te he dicho que la mejor manera de sanar esas heridas es poniéndote en manos de un profesional Ella, -dice mientras me agarra las manos- sé que es muy difícil lo que estás atravesando y te admiro por como lo has podido sobrellevar, pero considero que un psicólogo puede hacerte entender que tú no tuviste la culpa de lo que pasó, no puedes dejar de ser tú por algo que nunca pediste. Esquivo su mirada y agradezco en el alma que su teléfono sonara y más aún que fuera Eduardo. -Me voy, tengo que alistarme para la cena - dice - y se dirige hacia la salida. Me quedo pensando en todo lo que dijo Elena y sé que tiene razón, pero me cuesta tanto abrirme a las personas que no sé si un día pueda contar en voz alta aquello que me sucedió a un total desconocido, la única que conoce mi secreto o mejor dicho, mi desdicha es ella, mi mejor amiga. Estoy en mi cama acostada en mi cómoda pijama leyendo un capítulo de mi libro favorito. Después de 15 minutos de lectura siento que los párpados me pesan, la falta de descanso de la noche anterior me está pasando factura, coloco el libro a un lado y me acomodo en mi suave cama para dormir, no pasa ni un minuto , cuando de repente escucho el timbre de mi teléfono, lo toma exaltada y maldigo en mis adentros, cuando veo la pantalla exclamo involuntariamente - mierda es Elena, seguro me llama para lo de la cena familiar- decido contestar y escucho un regaño del otro lado de la línea: -Entonces mi mejor amiga no me acompañará a una cena que está prevista e invitada hace más de una semana - Lo siento Elen, es el nombre que le digo cuando quiero conseguir algo de ella- te dije que estaba muy agotada, además sabes que es un evento muy formal y glamuroso, te imaginas si me apareciera en sudadera y zapatillas? - ambas reímos - - Sabes que si me hubieras dicho hubiéramos ido a comprarte un hermoso vestido, aunque en parte tengo culpa, debí de suponer que no tendrías trajes formales. - No quise preocuparte ni darte más responsabilidades de las que tenías, sé que eras la encargada de preparar todo lo de esta noche. - Sabes que siempre tendré tiempo para ti - Lo sé, Pero lo hice por consideración, además estoy muy cansada y quiero tener un sueño reparador, mañana tengo varios compromisos en el trabajo. - Lo sé, te dejo para que descanses. Nos vemos mañana. Cuelgo el teléfono y me dispongo a dormir.

El responsable de mis males.

Ella
Ella
Me despierto plácidamente después de haber dormido toda la noche, mientras me estiro en mi confortable cama tomo el teléfono para ver la hora, asombrada de lo temprano que es aún decido alistarme y salir a correr. Me gusta respirar aire fresco y ver la hermosa salida del sol. Estoy tan entusiasmada el día de hoy, tenía tanto tiempo que no dormía tan bien, que no me sentía tan relajada. Cuando salgo de mi piso veo al señor Lucas brindarme la más sincera y real de las sonrisas, en respuesta hago lo mismo: - Así que decidiste madrugar hoy mi niña, me dice. - Si don Lucas, me dormí muy temprano anoche y me desperté hace unos minutos, y como falta mucho para entrar al trabajo, decidí levantarme a correr, sabe cuando me gusta hacerlo. - Claro que lo sé, me dice mientras se ríe- soy el que te ve salir y te recibe cada vez que lo haces... ve y sal, el día está espléndido. - En respuesta apruebo, me despido cortésmente y me dirijo a la salida. Lucas es un señor como de algunos cincuenta años, es el encargado de darle mantenimiento al edificio donde vivo. Recuerdo que desde el primer día que lo conocí fue una persona muy amable conmigo, nos llevamos muy bien y hoy día se ha convertido en una persona que aprecio mucho. Llego de correr con una hambre sorprendente, el haberme acostado sin cenar anoche al parecer me está pasando factura, sin poder esperar decido preparar el desayuno antes de bañarme, siempre lo hago al revés. Desayuno como nunca y luego de hacerlo me dirijo a darme una ducha. Después de salir del baño y alistarme me dirijo a la salida para irme a mí trabajo. Mientras voy conduciendo por la calle, no puedo dejar de admirar lo hermoso que amaneció el día de hoy, tan soleado y despejado, además tuve un sueño tan reparador que no puedo dejar de augurar y sentir que hoy tendré un gran día, sigo conduciendo mientras canto uno de los temas en tendencia que suena en la radio. Llego a mi oficina y me parece extraño no encontrar a Elena en su puesto de trabajo, entonces me acuerdo y deduzco que a lo mejor se acostó tarde por la cena familiar y que a eso se puede deber su retraso. Paso aproximadamente dos horas entre reportes, informes y papeleos que me mantengo totalmente absorta en el mundo laboral, y no me había fijado que su oficina aun se mantenía vacía. Saco el celular de mi bolso y decido llamarla, Pero es en vano, automáticamente me envían al correo de voz, preocupada por su ausencia y el hecho de no poder comunicarme con ella me dirijo con prisa y sin cautela a la salida de mi oficina, de repente choco con el fuerte hombro de alguien que me obstruye el paso e instantáneamente siento el derramamiento de un líquido negro que cae considerablemente en el fino traje del sujeto con el que tropecé, pero lo que me sorprende más aún es la cara de desagrado que tiene el hombre y las palabras que escupe instantáneamente: - Fíjate por dónde caminas, y no necesariamente lo dice de buena manera.
Sebastián
Sebastián
Me despierto de mi cama rápidamente, debo llegar temprano a la empresa y seguir poniéndome al día hasta del menor de los detalles. Entro a la ducha y tomo un baño caliente, siento que es una de las cosas que más relajan, claro, aparte del sexo. La velada familiar transcurrió de lo más divertida; cenamos muy bien; tomamos vino y nos mantuvimos charlando de temas triviales, conociendo cada uno de los detalles que me perdí en mi ausencia. Bajo las escaleras y veo a mi madre y a mis hermanas sentadas en el comedor, parece que solo esperaban por mí, reviso la hora para ver si me da chance de sentarme a la mesa o si debo pedir algo cuando llegue al trabajo, por suerte aún es temprano y me da tiempo de compartir este breve momento con mi familia. Noto que ni mi abuelo ni Elena se encuentran, así que pregunto inmediatamente por ellos, mi madre me dice que mi abuelo salió temprano a reunirse con unos socios y que luego se reintegrará a la empresa para hablar conmigo, mi prima, por otro lado, se excedió de copas y aún está dormida, llegará más tarde al trabajo. Mi hermana mayor sale primero, me besa y se despide, yo salgo unos minutos después directo al trabajo. Voy manejando uno de los autos de lujo de la familia y mientras me aproximó a la empresa noto un carro que prácticamente va a cero millas, molesto y desesperado por el retraso que me está provocando decido rebasarlo... miro por los cristales un poco ahumados del responsable de mi lentitud, me llama la atención ver una silueta que no distingo muy bien de alguien muy relajado cantando y moviendo la cabeza al ritmo de la música. A casi dos cuadras de llegar al trabajo escucho la vibración de mi celular; es el abuelo diciéndome que me espera en la oficina, acertando, cuelgo. De repente veo el mismo vehículo que rebasé hace unos minutos parquearse precisamente en dónde estacioné ayer, expectante espero en el auto para saber quién es el causante de mis males... veo a un joven, o al menos eso, percibo a la distancia en la que nos encontramos, desmontarse del carro responsable de mi atraso. Respiro profundo a regañadientes y no me queda de otra que buscar otra zona de parqueo.
Elena
Elena
Me levanto tarde en la mañana con un fuerte dolor de cabeza, ya ha pasado prácticamente una hora desde el horario en que debería entrar al trabajo, los tragos que te tomé y el desvelo de anoche producto de pasar una noche de pasión con mi futuro esposo, me están pasando factura, rio para mis adentros. Bajo corriendo las escaleras mientras trato de encender mi teléfono, en ese momento me doy cuanta de que se me olvidó conectarlo ayer y está sin batería. Decido que para no demorar aún más sería conveniente pedir algo de comer en la oficina, por lo que ni siquiera me molesto en mirar hacia el comedor, de todos modos se que todos los integrantes de esta casa, ya se encuentran en sus respectivas actividades. Llego a la empresa con casi dos horas de retraso, paso rápidamente por la oficina y veo a mi amiga Ella muy concentrada en su computadora, decido no molestarla y es en ese entonces cuando recibo la información de que mi primo desea verme con urgencia, si pensarlo, me dirijo a su despacho.
Alondra
Alondra
Estoy tomando el sol en la piscina de la mansión Villamar, honestamente podría acostumbrarme a este estilo de vida, suspiro pesadamente mientras vago en los recuerdos de mi vida pasada, de lo adinerada que una vez fué mí familia y de como lo perdimos todo gracias a los juegos de apuesta de mi padre, el cual finalmente después de despilfarrar todo nuestro dinero decide suicidarse y acabar con su vida, aunque no fue un padre perfecto, su desenlace no deja de dolerme. Aterrizo instantáneamente a la realidad, pues sé que Sebastián no me mira como la mujer de sus sueños y si quiero vivir la vida que me merezco tendré que buscarme otra presa, lamento tanto que no sea su chica soñada, Sebastián es el hombre que cualquier chica podría querer; guapo, buen amante, honesto y adinerado, me muerdo los labios al saber que no será para mí, pues tengo bien claro que solo soy un pasatiempo. Estoy tan ensimismada en mis pensamientos que me sobresalto al escuchar una conversación o más bien una discusión entre mi cuñada y un chico guapo al que no conozco y no tengo la menor idea de quien será.
Ernesto
Ernesto
Voy manejando rumbo a la mansión Villamar, sé que mi mejor amigo Sebastián acaba de llegar hace unos días, sé más que nadie que nuestra relación está quebrada a causa de Sofía, Pero aún así no dejaré de buscarle y pedirle perdón por lo que hice, al fin de cuentas soy el único culpable de que nuestra amistad se acabara. Recuerdo aquel día que me hizo la historia de que había conocido al amor de su vida, lo ví tan contento y tan decidido que inmediatamente supe que hablaba en serio. Días después de confesarme su amor por aquella chica de la cual desconocía su nombre, quedamos en reunirnos para presentarme y al fin conocer a su novia. Estoy inmerso en mi móvil, un segundo después escucho la puerta de la cafetería donde habíamos acordado vernos hacer click, levanto la cabeza para ver si era mi amigo y lo que veo me deja perplejo, era ella, Sofía... mi Sofía, el amor de mi vida, ambos nos miramos sorprendidos y optamos por aparentar que no nos conocimos, mientras mi corazón se desmoronaba en mil pedazos. Llego a mi destino y estaciono mi vehículo en la parte trasera de la mansión, entro por atrás, pues sé, que si anuncio mi llegada Sebastián no me recibirá. Una de las empleadas me recibe, camino directo al patio trasero y veo a una hermosa chica rubia tomando el sol a la orilla de la piscina, no la interrumpo e intento seguir mi camino, en ese instante soy detenido a regañadientes por Casandra, la hermana mayor de Sebastián, después de insultarme y decirme algunas cosas hirientes, pues es la única de la familia que sabe lo que sucedió entre Sofía y yo, me pide que vaya de la casa, para no llamar la atención de los demás habitantes decido irme sin más por dónde mismo vine.
Sebastián
Sebastián
Estoy en la oficina algo exaltado por la reciente conversación que tuve con mi abuelo. Quedamos en que debería tener una asístente eficiente que pueda facilitar mi trabajo, así que le propuse que, mientras llegaba se ocupara de seleccionar la opción que a su parecer fuera la más pertinente y la más acertada, pues, su asistente de hace más de 15 años puso su renuncia inmediatamente se enteró de la salida de mi abuelo de la empresa. Acudo a su llamado y me dirijo a mi despacho, mi abuelo me entrega el currículum de la que será mi futura asistente para que lo lea y vea lo preparada que está, así como sus excelentes referencias laborales, cuando lo abro para hurgar su contenido quedo anonadado... Leo el nombre varias veces para ver si es ella o lo estoy imaginando, y efectivamente si, es Sofía Palmer, mi ex. El abuelo se despide y me dice que cree que es la mejor opción entre todas las solicitantes y que por eso la eligió, respiro profundamente y no puedo juzgarlo, pues sé que solo vela por el bienestar de la empresa, y además ningún miembro de mi familia, excepto Casandra, conoce la verdadera razón por la que terminé con Sofía, todos creen que fue por la distancia, y que me enamoré nuevamente, Sofía siempre fue vista por mi familia como la mártir de esta horrible historia. Intento comunicarme con mi prima, pero no tengo éxito, al parecer su teléfono está muerto, en ese instante entra el personal de limpieza, así que aprovecho y le mando el recado con el personal. Mi prima llega al instante, hablamos y le ruego que busque la solución, le hago pensar que no sería sobre llevadero convivir diariamente con Sofía, que me resultaría muy difícil trabajar plácidamente con ella y que esa situación podría afectar considerablemente el bienestar de la empresa, pues, no podría ser muy conveniente trabajar con una ex que me" odia", ella lo entiende perfectamente y sale de mi oficina afirmando que buscará la forma de ayudarme. Trato de concentrarme y no lo logro, en medio de tanta tensión, decido ir personalmente por una taza de café, así miro el panorama empresarial y me familiarizo con mis subordinados... Voy camino a mi despacho sumido en mis pensamientos, de repente siento como alguien torpemente choca con mi pecho y parte del hombro, estoy tan alterado por la situación anterior que, lo primero que hago sin siquiera mirar quien es el tarado que ha derramado mi café en mi traje Armani, es insultarlo y escupir mis frustraciones con el sujeto, exhalo el aire contenido en mis pulmones e inclino la cabeza para ver la cara del responsable de terminar de arruinar mi día, lo que veo me deja perplejo, es el chico, o al menos eso pensé en ese entonces, que me ralentizo el camino y que me robó el parqueo... La miro a los ojos, pues ahora puedo constatar que es una chica y juro que jamás en mi vida había visto rasgos tan perfectos, inspecciono su rostro detalladamente y todo en ella es perfecto...es totalmente desalineada y quizás algo torpe, pero es sorprendentemente hermosa... Y lesbiana, es lo más seguro. Después de explotar mi ira sobre ella diciéndole de mala manera que debía fijarse por dónde camina, escucho de sus labios un -lo siento- y debo confesar que es la voz más dulce y tierna que jamás había escuchado.
Ella
Ella
Me quedo estupefacta al ver la forma en la que me habla el sujeto que acabo de chocar de forma involuntaria, levanto los ajos para mirarlo y pedir disculpas por mi torpeza y veo a un hombre muy guapo, con los ojos más hermosos que había visto en mi vida, debe medir como un metro noventa, pues aunque no soy muy pequeña debo elevar la cabeza para mirarlo... Trato de articular algunas palabras en mi defensa y, sin embargo, lo único que me sale al ver su profunda, penetrante y soberbia mirada es un - lo siento- el chico al notar mi sorpresa y tartamudez trata de suavizar su tino, y me dice que debo tener más cuidado, de manera orgullosa, pero más gentil que la primera vez, torpemente asiento, y me dirijo nuevamente a mi despacho, estoy tan alterada por lo ocurrido que se me olvidó inclusive hasta mi propio destino... jamás había visto a alguien tan autoritario, pienso que podría ser el primo de Elena, nuestro nuevo jefe y se me eriza la piel, es un hombre demasiado guapo como dolía describirlo mi amiga, pero lo que tiene de guapo, lo tiene de antipático.
Elena
Elena
Después de colgar el teléfono y quedar de acuerdo en almorzar junto a mi prometido me pongo a pensar en la petición de mi primo Sebastián. Maquino varias posibilidades hasta que pienso en una realmente buena. Salgo de la oficina con rumbo hacia mi destino y la llamo por su nombre: -Ella, quiero proponerte algo- esta se voltea y me mira expectante.
Ella
Ella
Escucho que Elena me llama, así que me volteo para escucharla con los brazos cruzados. Mi mente me hace pensar que quizás quiere proponerme ir de shooping nuevamente, Pero su seriedad, inmediatamente me hace descartar esa opción. -Te escucho Elena, que es eso que quieres sugerirme. - Antes de responderme, te pido que por favor lo pienses bien, es algo que te puede ayudar en el ámbito laboral. - Me asustas cuando tratas de convencerme primero, eso significa que es algo en lo que debo reflexionar minuciosamente. - ¡Ves! Exclama, por eso eres mi mejor amiga. - Me rio, y le hago señas para que prosiga.
Ella
Ella
Ya estando en la casa no he podido dejar de pensar en la preposición que me hizo mi amiga, en un sentido tiene razón y sé que lo hizo pensando en mi desarrollo y bienestar, además tiene razón cuando dice que en ese nuevo puesto de asistente de presidencia podré adquirir muchos conocimientos que me podrán ayudar a reforzar mi perfil laboral, pero por otro lado pongo en una balanza los caracteres de mi futuro y actual jefa y ciertamente son muy diferentes, Elena es tan serena, tan comprensible y democrática en el trabajo que juzgando por lo poco que pude interactuar con mi posible CEO, consideraría que podría ser todo lo contrario... pensando arduamente en los beneficios y los contras, tomo una decisión definitiva.

Así que se llama Ella

Sebastián
Sebastián
Me encuentro sentado en mi escritorio revisando unos documentos que debo firmar para un nuevo proyecto; es una firma de una cadena Hotelera que quiere fabricar bajo nuestra marca un hotel de lujo, en Punta Cana, República Dominicana, por lo visto, es el tercer proyecto que le desarrollamos, pero siempre me gusta leer detenidamente hasta lo más mínimo del contrato... Estoy acomodando en el folder los papeles que leí, es en ese entonces cuando escucho que tocan a la puerta, alineando los documentos, doy la autorización a la persona que está tras la entrada a que entre, es ahí cuando veo a mi prima entrar, agacho la mirada para engabetar el contrato que había leído posteriormente y cuando vuelvo a alzar la mirada para prestar toda mi atención a mi visitante, noto que mi prima no viene sola. Elena comienza a hablar y me dice que la joven que está con ella es la chica de la que me había hablado y asegurado, que podría ocupar el puesto de asistente sin ningún problema, además me dice que es la mujer más eficiente y hace mención de sus estudios honoríficos, de que era la mejor de la clase y por ello recibió una beca universitaria, así como de los tres idiomas que domina, escudriño con la mirada a la tímida joven, y a pesar de su preparación, que está más que constatada por su hoja de vida, me desagrada un poco su aspecto físico, claro que esto último únicamente lo pienso. Nunca juzgaría a nadie por su preferencia sexual, Pero entiendo que en una empresa el aspecto físico aparte de la preparación también es importante... miro a la hermosa joven de reojo y ahora entiendo por qué nunca sé le ha reclamado por su aspecto, sé nota que está chica es especial para mí prima. Después de elogiar a su amiga o no sé que, ambas salen de mi despacho y cuando Elena hace el intento de irse le digo que quiero hablar con ella más tarde.
Ella
Ella
Estoy en el ascensor de la empresa camino a reunirme con mi amiga, después de realizarme un sin número de llamadas para saber si ya había tomado una decisión respecto a lo que me había comentado hace dos días, decido que ya es el momento de darle una respuesta, así que después de haberlo pensado y analizando juiciosamente, le dije lo que tanto añoraba saber, ciertamente entiendo a Elena, y sé que debe saber con carácter de urgencia mi decisión final, pues de yo no aceptar el puesto de asistente, la empresa debería gestionar lo antes posible a alguien que estuviera a la altura para desempeñar tan importante rol. Aunque no le vi la cara a mi amiga en el momento que le di la noticia, pues lo hice por teléfono, la conozco tan bien, que sé que hizo una algarabía. Después de sus palabras y elogios quedamos en reunirnos para presentarme ante su primo. La puerta del ascensor me vuelve a la realidad y me hace recordar que próximamente voy a conocer a mi nuevo jefe.
???Sofía
???Sofía
Hace unas semanas que recibí la llamada que siempre había anhelado escuchar; la de mi ex suegra Leonor diciéndome que Sebastián, su hijo, mi único y gran amor, estaba planeando volver al país permanentemente después de ausentarse por más de 7 años. El hecho de de que él no divulgara la verdadera razón de nuestra separación, ciertamente funciona como una ventaja para mí, pues todos en su familia piensan que yo soy la mujer de su vida, estoy segura que si conocieran la verdadera razón no pensarían lo mismo. Todas las visitas que le hice después de lo sucedido mientras estuvo en Madrid, así como todas las llamadas realizadas a la mansión sin responder, hicieron parecer a la vista de los demás que Sebastián fue el que decidió terminar conmigo. No me importó inclusive comprar un vuelo e irme tras él después que me enteré de su partida, Pero mi viaje no tuvo éxito. Tengo la ventaja de contar con el apoyo de casi toda su familia, Leonor siempre me informa de sus pasos, pero debo ser muy meticulosa y planear nuestro encuentro de forma casual, no quiero que sospeche nada. Cuando nos hicimos novios mi madre y la suya se hicieron muy amigas, y aunque mi familia no es rica de cuna, Leonor y Don Braulio Villamar siempre me aceptaron y mostraron su apoyo, ya que consideraban que se requería de mayor esfuerzo, trabajo e inteligencia para conseguir algo desde cero como lo hizo mi padre, quien es el dueño de una de las agencias publicitarias más reconocidas de España. Leonor me mantiene informada de los pasos de su hijo, me había comentado que estaban necesitando una asistente de presidencia, es por ello que enseguida hice o posible por ir personalmente a la empresa a entregar mi curriculum vitae. Sinceramente, no necesito el trabajo, pues tengo una cadena de boutiques distribuidas por varias ciudades de España, por suerte me va muy bien y tengo la ventaja de ser mi propia jefa y de contar con personal eficiente, además, soy la consentida de mi padre, como su única hija está dispuesto a complacer todos mis caprichos. Después de haberle entregado hace unos días mis documentos al señor Braulio directamente, pues de este modo sería más persuasiva, y el hecho de que para Sebastián "no sé de su regreso" hará más confiable mi solicitud. Solo puedo esperar que me elijan a mí para la vacante. Estoy dispuesta a hacer hasta lo imposible por recuperar al amor de mi vida.
Ella
Ella
Elena y yo estamos reunidas en su oficina, ese fue el punto de encuentro que acordamos para dirigirnos hacia su primo. Ella me ve algo preocupada y dice: -Sé que estás ansiosa Ella, pero debes relajarte, debes mostrar confianza al presentarte. Le cuento el incidente que tuve con su primo hace dos días y la forma en que reaccionó y me habló, Elena para mi sorpresa se echa una carcajada como respuesta, y luego agrega - Mi primo suele dar una mala impresión por su temperamento y por ser alguien muy directo, que siempre dice lo que piensa, pero te puedo asegurar que es un muy buen hombre- en respuesta trago en seco y después de inhalar y exhalar el aire reprimido en mis pulmones, nos disponemos a dirigirnos a nuestro destino... Cuando estamos en su oficina mi querida amiga Elena no deja de hacer elogios hacia mi persona, prácticamente ella habla más que yo. En ocasiones siento como mi interlocutor me escudriña con la mirada, volteo a verlo involuntariamente, entonces noto que nuestras miradas se encuentran, sus ojos son tan penetrantes, que me cuesta sostenerle la mirada por mucho tiempo. Después que nos dirigimos a la salida escucho la voz gutural de su primo: - Elena quiero hablar contigo más tarde - No sé si ese citatorio será para bien o para mal, pero estoy totalmente segura quien seré el tema de conversación.
Don Braulio Villamar
Don Braulio Villamar
Estoy en el despacho de mi casa hojeando algunos documentos. Estoy muy feliz de que mi nieto por fin se digne a hacerse cargo de la empresa familiar, estoy más que seguro de que hará un buen trabajo, no en vano asistió a la mejor universidad de E.U. Estoy pensando en todo ello cuando de repente me acuerdo de la visita inesperada que me hizo Sofía hace unos días, me encuentro extraño que una chica que nunca se había preocupado por asuntos empresariales, de la nada se interese en ellos. Me explicó que como única heredera de la agencia publicitaria de su padre, necesita tomar experiencias que le ayuden a ser una buena gestión en el futuro y, que mejor lugar que nuestra empresa. Asiento en respuesta, pero no le creo en absoluto, ¿por qué le surge tal interés justamente después de la llegada de Sebastián? No sé por qué, pero esa chica no termina de convencerme, además pongo en tela de juicio la abrupta ruptura de su relación, Sebastián estaba perdidamente enamorado de ella y un amor así, no se esfuma de la nada... le ordeno a mi mente que deje de vagar en suposiciones y al instante me obedece.
Sebastián
Sebastián
Recibo una llamada de la asistente de mi prima, que próximamente será la mía, me pregunta si puedo recibir a Elena en ese momento, pues hace un rato le dije que quería hablar con ella, le digo a la chica en la otra línea que no hay ningún problema, ella responde afirmativamente y luego cuelga. Ya casi es hora del almuerzo y tengo que reunirme con unos inversionistas a las tres de la tarde, así que tengo tiempo. Cuando mi prima llega, me encuentra despidiendome vía teléfono con uno de los encargados del proyecto que tenemos pendiente en el caribe, estuve acordando un viaje a República Dominicana, pues tengo que constatar el terreno donde se construirá el hotel de lujo y ver qué todo esté en orden. Elena inmediatamente entra abordándome con preguntas; -Dime que le darás el puesto por favor. ¿Qué piensas de su imagen Elena? Le pregunto sinceramente. -Creo que la apariencia es lo de menos cuando se tiene la capacidad que Ella posee. -Así que se llama Elle, digo para mis adentros. - Sabes que la asistente de presidencia debe asistirme a mí y al equipo ejecutivo en tareas administrativas, de organización y comunicación Elena, por lo tanto, habrá momentos en los que deba acompañarme a actividades pertinentes a la empresa, en consecuencia, debería estar bien puesta para dar una buena impresión. -Lo entiendo perfectamente primo, sé que el mundo se rige por lo superficial y muchas veces no ven más allá, pero no sabes el tesoro que te estoy cediendo Sebastián, y ten por seguro que no lo hago porque quiera, lo hago por su crecimiento personal, sé todo lo que Ella puede dar. -Se nota que es alguien muy especial en tu vida. - Estás en lo cierto, la considero como una hermana. - Sabes que no soy homofóbico, pero me gustaría verla un poco más arreglada, que pueda dar una mejor impresión. -Elena literalmente abre los ojos como platos para posteriormente estallar en una carcajada, había olvidado lo risueña que suele ser. -Pero si Ella no es lesbiana, nunca la he visto salir con nadie, mucho menos con mujeres. - Entonces es una mujer feminista, de esas que se revelan y hacen cosas, le digo sarcásticamente. - No, en lo absoluto, ha pasado por situaciones dolorosas que la han marcado, pero sé que lo superará, solo es cuestión de tiempo. Dicho esto se despide y sale de la oficina.
Sebastián
Sebastián
Después de haberme reunido con los inversionistas me siento en mi escritorio, la reunión fue todo un éxito, para celebrar y porque estoy realmente estresado, hoy ha Sido un día de mucho trabajo, decido ir al minibar de mi oficina por una copa de vino. Pienso en las palabras que me dijo Elena sobre mi nueva asistente y no dejo de pensar en que será eso que la ha marcado tanto - a lo mejor fue el fracaso de una relación amorosa pienso - mientras me sirvo otra copa de vino, ya casi es hora de irme.
Ella
Ella
Estoy apagando la computadora, el reloj marca las 5:00 de la tarde indicándome que ya es hora de irme. Agarro mi bolso y examino detalladamente que nada se me quede, cierro la puerta, y me dirijo al estacionamiento, estoy prácticamente frente a mi auto lista para abordarlo, en ese momento escucho que alguien me llama por mi nombre... Volteo para ver quién es, y quedo totalmente sorprendida.
Sebastián
Sebastián
Salgo de la oficina y voy directo al ascensor, ya es hora de partir, hay ocasiones en las que debo quedarme horas extras para adelantar algunos pendientes, por suerte hoy pude realizar todo lo que tenía propuesto, aunque estoy algo cansado, estoy muy satisfecho. Voy directo a buscar mi auto cuando a la distancia veo la silueta de Ella, la llamo por su nombre, pues en realidad quisiera decirle que desearía que entrara a trabajar lo más pronto posible, una asistente aliviaría mi carga considerablemente. La chica al parecer cree que ha visto a un fantasma. - Lamento asustarla Ella, es que quiero informarle que desearía que tomara su puesto cuánto antes, tenía pensando decírselo hace un rato, pero he estado tan ocupado hoy, que no había tenido tiempo de hacerlo hasta ahora. - Claro señor Villamar me responde, su formalidad me sorprende, -ya Elena me había hablado al respecto, de hecho ya mañana comenzaré a orientar a la persona que ocupará mi puesto, pero no sé preocupe, es cuestión de poco tiempo, la nueva asistente de su prima es alguien muy preparada, pero como sabrá cada empresa es diferente y tiene sus propias normas y funcionamiento. - En respuesta me rio de buena gana y asiento, me agrada ver qué puede decir más de tres palabras... al fin y al cabo supongo que tendré que darle la razón a mi prima. Me despido y me monto en mi vehículo, pero previamente me aseguro ver a Ella partir.
Ella
Ella
Ha pasado más de una semana desde que ocupé el puesto de asistente de presidencia, estoy muy satisfecha con el rol que he desempeño, sinceramente pensé que trabajar con el señor Sebastián sería más complicado, Pero vaya que nos complementamos muy bien laboralmente hablando, si es cierto que es un jefe muy estricto y perfeccionista, pero también sabe reconocer el buen trabajo de los demás.

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