Lilith🍎
Aunque no lo deseara el día había llegado. Todo cambiaría, ya su destino estaba escrito.
Pero aún quería ver un poco más.
Si más dio vueltas a la hoja de aquel libro y comenzó a leer.
- papi. ¿Porque no soy tan linda como las otras demonios? - pregunto la pequeña niña de aproximadamente unos cinco años.
- claro que eres hermosa- respondió su padre colocándose detrás de ella en el espejo donde se observaba la pequeña.
- no! - respondió con enojo la pequeña. - mirame - le dijo a su padre y el la observó cómo ella pedio. - no tengo alas, ni escamas o una hermosa capa de piel, mis ojos son solo azules - reclamo mirado a su padre, quien la observaba serio. No era la primera vez que su hija se comparaba con otras criaturas del infierno -¿ has visto a las otras demonias padre? -
- claro que las he visto pequeña y ninguna es tan hermosa como tu.- quiso continuar pero su hija no se lo permitió.
Mentira, ellas son hermosas y yo - se señaló de nuevo .- mira a Luzbel es preciosa aunque ya esté vieja - comento entre dientes. Logrando que el comentario le robara una sonrisa a su padre.
- pequeña ven- ella se acercó a su padre y el la detuvo de nuevo frente al espejo. - mirate - la pequeña levantó el rostro y una sonrisa de felicidad se formó en su hermoso rostro. Tenía alas y sus ojos totalmente negros. - esa serás tú, cuando seas mayor y termines tu entrenamiento.
- soy hermosa - susurró
- lo eres. Igual que tu madre y ahora a dormir que mañana tienes mucho que aprender.-
- si padre, lo haré y seré la mejor princesa del infierno - prometió la pequeña mientras subía a su cama y su padre la cubría con las grandes sábanas de pieles.
Ʃ
- Ya eres la mejor, nadie es como tú - dijo la mujer mientras algunas lágrimas corrían por su rostro al cerrar aquel libro y tocaba su vientre abultado.
Esa sería la última página que se le permitirá leer . Su tiempo se había acabado. Y se sentía morir pero necesitaba ser fuerte por ella y por su hija.
Tenía que escapar a tiempo, no podia cometer ningún error.
La puerta del que había llamado hogar por tantas décadas y su cárcel por los últimos 9 meses , fue abierta sacándola de sus pensamientos.
- Arcángel Miguel aquel debo su honorable visita.- pregunto Lilith colocando de nuevo el libro entré los tantos que poseía.
- Sabes por qué estoy aquí, es el momento - respondió el arcángel adentrándose más al lugar.
- no se aquel te refieres - dijo la mujer con indiferencia.
- he venido por tu hija Lilith -
- pues viniste antes por qué aún no nace- Lilith al fin giro y le mostró su abultado vientres- aún está aqui- se señaló a si misma.
- Hoy es el día, por eso he venido a esperar que naca y llevarla al cielo para que sea juzgada por sus pecados.
- Pecados, ¿Que pecados a cometido una niña, qué aún no nace y no ha abierto los ojos a este maldito mundo de mierda?.
- Es la hija de Lucifer, ya es un pecado y debe ser juzgada y ni tu ni nadie se opondrá.
Lilith sintió una puntada de dolor en su vientre pero no hizo ninguna expresión que mostrada su dolor.
- No pretendía hacerlo- comento Lilith mientras tomaba asiento en un sofá de cuero. Al parecer el arcángel no esperaba aquella respuesta ya que por primera vez desde su llegada su rostro mostró una expresión de sorpresa. - como te dije antes, aún no es momento, puedes largarte de mi hogar aún tengo cosas que hacer y solo haces estorbo.
- Esto no es un juego Lilith, nuestro padre no se equivoca , tu hija nacerá hoy.-
Lilith se levantó y cogió de nuevo el libro que tenía antes en sus manos.
- Dime algo Arcángel Miguel, ¿que pasa si mi hija ya tiene un destinó escrito. Si ella ya tiene un futuro , un pasado y un presente por vivir.?-
La respuesta del arcángel quedo en sus labios ya que Lilith soltó un quejido de dolor , dejando caer el libro de sus manos, el arcángel se acercó a ella y la tomo de la cintura para que está no cayera.
- No puedes darle un futuro Lilith y lo sabes, debes resignarte. Y tener fe a que papá será piadoso con ella.-
- ¡ No ! , ella no tiene que pagar por mis Pecados.-
Una mujer entro a la habitación y se acercó a la pareja
- Arcángel debo ayudarla por favor permítanos, cuando la criatura Nasca se le informará.-
- No cometas una locura Lilith - dijo antes de salir.
Dos horas pasaron para que al fin se escuchará el llanto de una criatura.
Lilith estaba agotada por el esfuerzo y el arcángel ansioso por concluir su misión.
- Ya puede entrar- dijo la misma mujer de antes - el arcángel quiso entrar la mujer lo detuvo - deles un momento esto es difícil para cualquier madre.-
- No puedo hacer eso - esquivó a la mujer entrando a la habitación para encontrar a una Lilith de pie con un pequeño bulto en sus brazos.
- lo siento miguel.- pronunció Lilith mientras una neblina de humo negro la envolvía para desaparecer. El arcángel sabía a donde se dirigía y debía evitarlo. Espada en mano se lanzó sobré ellas y pudo sentir como cortaba la piel de una Lilith que aún no terminaba de desaparecer .
...A.C 09...
Adara 👑
Mi nombre es Adara. Lamentó presentarme como niña en grado escolar. Pero nunca he hablado con nadie sobre mi vida.
Soy una princesa, pero no cualquier princesa.
Soy una princesa del infierno.
Ante ustedes: soy Adara la hija del diablo o Lucifer como ustedes deseen llamarlo.
Hoy deseó contarles una parte de mi historia de lo que soy, de que seré y de como el destino nos juega unas grandes pasadas, aunque no lo crean ser la hija del pecador más grande de la historia del mundo , tiene sus consecuencias.
-¡ ADARA! - el grito de mi padre se escuchó por todo el castillo haciendo que soltara la pluma con la comenzaba a escribir mi historia - ¡ ADARA !- escuche de nuevo a mi padre, haciendo que reaccionara y cambiará el entorno de mi habitación a su estado normal. Si mi padre se enteraba que cambiaba mi entorno dentro del infierno me terminaría de desterrar, no estábamos teniendo un buen momento.- me puedes explicar por qué demonios tengo al angel de la muerte culpandote de robarle un alma- termino de gritar mi padre al entrar a mi habitación.
- padre no se de que hablas , ni siquiera puedo salir del castillo- finjo inocencia por qué ahora sí estoy en verdaderos problemas.
Quien diría que a la hija del diablo también la castigan ( léase mi ironía)
- Adara no soy idiota ahora me vas a decir qué demonios es lo que hicistes- mi padre estaba colérico, aunque ese era su estado de ánimo últimamente cuando algo se trataba de mi.
- Padre- di aún paso hacia el- yo no he robado nada , no se me permite salir del castillo desde hace semanas. Sin contar que me vigilan como si quisiera huir al cielo, como podría ir al mundo humano, enfrentarme con el angel de la muerte al cuál tu mismo dices que no estoy preparada para enfrentar. - ruedo los ojos con fastidió y mi padre ni se inmuta ante mi acto- y además robarle un alma ,eso es un mal chiste si lo piensas con calma- culmino pero mi padre solo sigue mirando.
No me cree.
- no soy el rey de el engaño por nada. Sigue practicando tal vez algún día me iguales pero ahora iremos abajo y le mentiras de la misma manera al maldito angel y has que te crea por qué yo no hago, no se que está pasando contigo Adara, te has obsesionado tanto con el que has causado un montón de problemas al infierno. No has llegó a los tratos, me has hecho perder almas solo por escabullirte tras el.
- padre puedo explicarlo - sabía que él tenía razón había causa demasiados problemas y eso provocaba desequilibrios en el infierno.
- no Adara - dijo tomando con fuerza del brazo - puede que seas mi hija pero tenías un trabajo y debiste cumplirlo. Para luego hacer todo el caos que desearás y yo te aplaudiria como el maldito padre orgulloso que soy. Pero mira hasta donde me has hecho llegar, tener que encerrarte en tu propio hogar- se quejó y su agarre se hizo más fuerte logrado que sintiera una puntada de dolor pero no solté ningún quejido.
Él tenía razón esta obsesión me había hecho llegar muy lejos.
Le permiti llevarme hasta donde se encontraba el angel de la muerte el cual estaba rodeado de alguno de los demonios más fuertes el infiernos.
Sin que ellos a un se dieran cuenta de nuestra presencia me di el lujo de volver a observarlo como lo hice hace unos días atrás. Su pies estaban un poco separados del suelo como si no deseará pisar a las almas que se arremolinan a sus pies . Su capa que lo cubre totalmente negra y rasgada le da ese aire terrorífico que tanto me hace suspirar.
Estoy loca.
Suspirar por un ente con el. Era lo último que le faltaba a mi poca cordura.
- Aquí la tienes- dijo mi padre con desprecio mientras me empujaba hacia el angel . - ella asegura no haber robado nada.-
- Me llamas mentiro - respondió este acercándose
- Entonces dices que yo soy la mentirosa, no se te olvidé a quién estás acusando.-
Eso Adara tu sigue fingiendo que no estás disfrutando el tenerlo de nuevo frente a ti.
Loca.
- Demonia devuelve lo que me robaste o tendrás que pagar por ello.- se acercó aún más a mi dejando me ver de nuevo esos dos posos negros donde debían estar sus ojos pero estaban vacíos. Su aura totalmente negra estába a su alrededor .
- YO.NO.TE.ROBE.NADA.- dije marcando cada palabra.
- Eres digna de ser hija de tu padre mientes con mucha facilidad, pero a mí no me engañas Demonia tonta.- dicho esto extendió sus alas negras cubriéndonos con ellas y una espesa bruma negra me arrastro sin tener fin hasta que mis pies tocaron suelo firme. Di un paso adelante y sentí la humedad en mis pies.
-¿ padre? Susurré - ¿transportador ? - quise volver a llamar pero uno pasos a mi espalda me hicieron callar.
" ¿princesa que desea esta mañana?".Pregunto la sacerdotisa de la biblioteca de papá.Me vía a mi misma respondiendo al mismo tiempo que a una proyección de mi .
Es un recuerdo.
En ese mismo momento fui trasladada a uno momento antes de mi llegada a la biblioteca.
Escapaba del castillo junto a Cerbero para sentarme en el estanque de los lamentos.
- maldito sal de mi cabeza no te daré nada- grite - veremos cuánto dura esto.
Debía darme prisa si no quería que el maldito se consumiera mi vida .
👑🖤
Dicen que cuando estás muriendo tu vida pasa frente a nuestro ojos. Eso era lo que me sucedía en Aquello momento recuerdo tras recuerdo giraban a mi alrededor, pero yo no estaba deseosa de morir, ni siquiera lo había pensado cuando me levante aquella mañana.
Yo era un princesa , una princesa del inframundo. La hija del maldito rey del infierno.
Y un maldito angel me estaba consumiendo por una maldita alma que ni siquiera era la mía. Había sido entrenada por mi padre y por sus mejores demonios. Podría crear cualquier caos y me estaba dejando ganar por un ángel.
Patética Adara, muy patética.
Pero como escapas de tu muerte.
Se supone que yo no puedo morir.
"Adara pequeña ven aqui" la voz del príncipe Desmond me hizo salir de mis pensamientos.Él era también un ángel caído había seguido a papá junto a otros. Pero tenía décadas que se había largado del infierno.
"príncipe Desmond" la pequeña corrió a sus brazos.
" Tonta" pensé en mis adentros
- Te va abandonar estúpida - le grite a mi pequeña yo la cual era inocente de todo lo que le esperaba despues de aquel día. Pero el recuerdo siguió.
"hoy tu entrenamiento será en el laberinto de la duda" la tomo de la mano mientras creaba un portal para llevarla a dicho lugar.
" si no logro salir y si no encuentro las respuestas" la pequeña dudo entrar cuando el hombre se señaló el caminó.
- si saldrás no eres estúpida - dije sabiendo que no me escuchará.
"siempre hay una salida Adara, solo debes saber dónde buscar"
-¿ idiota sabes lo que me costó salir de hay?- reclamé al recuerdo. Aquel laberinto me había robado mi tranquilidad por un largo tiempo. Había vivido cosas horribles pero las había superado aún siendo una niña y al salir el estaba allí esperándome.
"sabía que lo lograrias"dijo tomándome en brazos para darme un abrazo que se quedaría en mi mente y me consolaria por mucho tiempo luego de que se marchara sin siquiera decir adiós.
-" pensé que no encontraría la salida. Pero pensar en ti me ayudó a encontrarla"- la pequeña sonrió.
"yo siempre seré tu salida"- respondió el príncipe al mismo momento en que yo caía al suelo con un dolor en el pecho y mis ojos se abrieron de par en par.
- ¡maldito!- grite pero otro recuerdo llegó a mi.
" Cerbero apartarte haré otro portal" Cerbero gruño en desaprobación.
-¡No! Grite de nuevo . Ya había avanzado demasiado en mi mente.-! Ah! El dolor fue mucho más fuerte y sentí sangre salir de mis fosas nasales- Padre- susurré sintiéndome débil.
- Nadie puede ayudarte demonia.- dijo la voz del angel apareciendo frente a mi.
- eres un gran maldito- grite al momento en el que caía de rodillas frente a el debido al dolor que sentía en mi pecho.
- vamos princesa morirás si no me devuelves lo que es mío por las buenas. Sabes bien que si encuentro lo que deseo por mi cuenta terminaré consumiendo tu alma. No creo que quieras terminar en el lago de los lamentos.-
Una carcajada salió de mis labios haciéndolo retroceder.
Si señores estoy bien loca. Me río aún cuando me están matando poco a poco.
-yo no te quite nadaaaa!- volví a reír pero esta vez mucho más fuerte mientras me tocaba el pecho queriendo calmar el dolor.
-no,no,no basta de mentir - grito tomándome del cuello robándome parte de mi poca respiración.
Sería demasiado demente decir que todo esto me excita.
-matame peste,- dije con dificultad - eso no te devolvería lo que dices que te quite- le regale una de mis mejores sonrisas al tiempo que desplegaba mis alas y las clavaba a sus costado, robándole un grito espeluznante, que me lleno de satisfaccion.Su agarre se soltó un poco de mi cuello y pude respirar de nuevo.- ahora me toca jugar a mi , maldito transportador de mierda- dicho ésto incruste aún más mis afiladas alas con tanta fuerza que sentí huesos crujir. Él nos alzó en el aire y yo tomé su rostro en mis manos , y con las pocas fuerzas que me quedaban solté hilos de tormento por todo su cuerpo.- dime angel de la muerte ¿que es lo que te atormenta?.- muchas imágenes de diferente muertes pasaron frente a mis ojos una por cada parpadeo sin detenerse, cada alma que había recolectado y las guerras que había ganado y perdido frente a mi padre y sus demonios.
Pero había algo más, eran pausas de tiempo entre una muerte y otra.
Por un momento todo se detuvo.
"Angel otra carga más " dijo una chica joven, pero no recibió ninguna respuesta. " Como siempre tan social" continuo ella sin prestar atención al silencio del angel. " Sabes deberías disfrutar un poco de tu tiempo libre, salir tomar algo, el hecho de que seas el angel de la muerte y el transportador no te convierte en alguien aburrido". La chica recibió cada recipiente de las almas que el angel le entregaba y las colocaba en estantes con fechas.
Quien diría que esto es así.
" Calla" respondió el angel con aquella típica voz sepulcral y odiosa que poseía.
La chica volteo a verlo y le digo una hermosa sonrisa . Tan hermosa como ella.
"Angel, angel , angel." Repitió acercándose a el. De forma juguetona. "¿Sabes que anhelo? ver el día que ella llegué, y no solo te robe un alma , que te robe a ti por completo y dejes de ser un amargado asocial. "
Okey eso fue revelador.
- no- dijo el angel volteando hasta donde yo me encontraba, como era posible.- basta sal de mi- dijo acercándose y logrando que el recuerdo se tornará borroso.
- déjame ir o seguiremos aqui- respondo retandolo.
- no puedes hacer esto¿ como es posible? - grito de nuevo
-¿No?- cambie de nuevo el recuerdo como si de las hojas de un libro se tratara no sabía cómo lo estaba haciendo pero no pararía hasta encontrar una salida.
Muertes, muerte y más muertes . Su cabeza estaba repletas de ellas pero aquellas pausas aún que eran casi imperceptible estaban hay. Casi no podía verlas pero necesitaba encontrar una de nuevo .
No sabía cuánto tiempo llevaba viendo recuerdos de muertes hasta que se detuvo.
- me ire- aunque no podía ver su rostro sabía de quién era voz. Papá estaba frente a el con su cara de pocos amigos " no lo repetiré Lucifer me iré".
Solo eso duro el recuerdo cuando cambio de nuevo por uno que me partió en dos.
" Cuídala no permitas que se la lleven, será juzgada solo por ser nuestra hija, jurame que no la dejaras nunca".
"Te lo juro"
- mamá - de mis labios salió aquello mientras sentía mi pecho más apretado. Nunca había visto su rostro , y no entendía por qué el tenía estos recuerdos.
¿Él estuvo el dia de su muerte, también venía por mi?
-ya basta- el angel se posó frente a mi . Mientras veía como el recuerdo se desvaneció.
-eres un maldito bastardo. -
- te he dicho que salgas de mi mente ahora-
- dime , transportador disfrutaste llevarte el alma de mi madre. ¿Aún te frustra el no haber podido llevarte la mía?- sentía como la ira crecía en mi en aquel momento. - vamos quiero ver qué más te atormenta, ya me di cuenta no solo eres un ente también eres un alguien -
- calla- fue lo único que dijo.
- que pasa angel,¿ tienes miedo de algo?-
-no-
-que no sabes decir otra cosa que no sea. No, calla, sal de mi cabeza.- dije como fastidio
-si pero no eres alguien digno de mi tiempo y mis palabras-
Arrogante de mierda.
-entonces ,¿que haces perdiendo tu tiempo tan valioso con alguien tan indigno como yo? Esto ya se está volviendo un fastidio no eres nada interesante.-
- me devolverán lo que me quitaste y si no es ahora será luego pero lo pagarás princesa Adara - .
Solo le regale una sonrisa eso no pasaría ni en mil años.
Pero mi sonrisa duró poco ya que de nuevo el dolor se hizo presente llevándose consigo la poca fuerza que me quedaba.
Al abrir los ojos me encontraba frente al angel que me sostiene aun en sus brazos en el aire. Mis alas aún dentro de el las cuales retire poco a poco sin ningún apuro, el peso de estas me hizo inclinarme hacia atrás estaba muy agotada.
- déjame ir- susurré
- no puedo hacerlo - respondió en un tono de voz que conocía pero no podía coordinar mis pensamientos, me sentía muy débil en aquel momento para pensar a quien le pertenecía.
- ¿entonces moriré ?- pregunté con un hilo de voz.
- no, yo te mantendré viva hasta que tú misma vengas a mi- respondió de la misma manera mientras sentía como la oscuridad me consumía poco a poco de nuevo. Y un pequeño pero palpable recuerdo llegaba a mi.
-Desmond- susurré antes de oscuridad me consumiera por completo.
∆©👑🖤
Desmond 👑☠️
Luego de casi 150 años en el mundo humano , volvía al infierno. Pero su regreso no era voluntario, el no quería regresar aún.
El infierno para el era eso. Un infierno en carne propia.
Pero Lucifer le había dado una misión. Debía regresar. Y junto con el los cuatro jinetes del apocalipsis.
Aquellos que se habían mantenido a la espera por eones a ser llamados para una misión .
Tres Demonios y una Demonia , esta última la más temida por todos. Era poseedora de una gran belleza que no dudaba en usar para hacer caer a cualquiera a sus pies. El mismo Lucifer se dejaba llevar por ella en muchas ocasiones.
-¿Sabes para que hemos sido llamados?- pregunto uno de ellos que iba por delante de todos los demás.
- es probable que nos de una misión Lucifer?- respondió otro.
- hace mucho que no somos llamados a la presencia de nuestro padre - comento la chica esta última se detuvo para espera a que yo llegara a su lado. A lo lejos ya se podía ver el castillo de Lucifer. Habías pasado por por todos los portales del infierno para poder llegar hasta aquí. Lucifer se había vuelto más paranoico luego de que su hija comenzará hacer travesuras. Él solo recordarla le voy una pequeña sonrisa que borro cuando escucho de nuevo la voz de la jinete a su lado.- ¿crees que nuestro padre nos permita quedarnos?, cuidar las puertas del infierno ya no es divertido.- un pequeño puchero se formó en sus labios.
- Espero que no-. Respondió otro jinete que durante todo el camino se había mantenido en silencio .
-¿ Por que dices eso? Crees es divertido estar cuidando puertas y pasar todo el tiempo en casa con ustedes tres allí?.- se quejó pero el jinete no se inmutó ante su tono de reproche.
- Karin fuiste creada para obedecer y complacer a Lucifer ,no para se complica, si no estás junto a nosotros morirás. ¿ Eso deseas?-
- no, no deseo morir, pero tampoco deseo estar encerrada por siempre- se quejó.
- A nadie le importa lo que desees , solo importan los deseos de nuestro creador, a si que cállate solo nos estás demorando.- intervino el jinete que iba por delante de todos , si mal no recordaba su nombre es meil. Un hombre de casi dos metros y medios de altura de Tes morena y ojos amarillos, quien lo seguía es Dail de la misma complexión, pero de Tes clara y ojos verdes como las hojas de los árboles. El más silencioso es saib no es muy diferente a sus hermanos en contextura pero su piel es como la leche y ojos color miel. Mientras que Karin tenía una belleza que resaltaba en cualquier lugar, su cabello largo blanco. Con figura esbelta y labios rosados carnosos, sus ojos rosados eran aún más llamativos y le daban ese toque femenino que era un espectáculo para los demonios del infierno.
Sin embargo para Desmond solo era otra Demonia más.
Cuando al fin llegaron al castillo las sombras se movían al rededor de el dándole un aspecto más sombrío y cambiando su aspecto por momento.
Los lamentos de las almas hacían eco por doquier.
Al llegar las puertas se abrieron.
" Príncipe Desmond" , " príncipe Desmond" Coreaban las almas dándome la bienvenida , a los pocos segundo los gritos y alaridos se volvieron más fuertes " los jinetes" " los jinetes" Coreaban aquellas almas condenadas.
Los jinetes bajaron de sus caballo de fuego yo los imite ,quería que aquella llegada hubiera tardado un poco mas..
- Bienvenido príncipe Desmond - saludo el sirviente de Lucifer - el señor Lucifer no se encuentra en estos momentos, pero por favor sigan .- Los jinetes como cada vez que lo llaman admiraban el castillo con suma emoción.
Al llegar a la sala del castillo de las grandes escaleras se oyeron pasos. Los cuatro jinetes uno seguido por el otro se postraron de rodillas ante las presencia de la princesa que al llegar al último escalón se de detuvo.
- Se han bienvenidos al castillo jinetes- saludo la princesa con ese tono de voz que tanto la caracterizaba y creía haber olvidado. - príncipe Desmond sea bienvenido al infierno.- al levantar la mirada hacia donde ella se encontraba no pude evitar sonreír. Solo ella podía lograr hacer aquello. Una proyección de cinco demonios iguales a ella pero de diferentes formas se encontraban frente a los diferentes jinetes , los hacia ver lo que ellos deseaban.-
- Un placer volver a verlo príncipe.- su voz se agudizó aún más y frente a mi se encontraba una pequeña princesa de aproximadamente dies años.
- princesa- fue lo único que pude decir ya que al verla de ese modo me traía recuerdos que desea aún olvidar.
- mi padre estaba ansioso por esperar su llegada ,pero le surgieron asuntos de últimos momentos - informo a los jinetes - por favor acompañen al señor jox el los llevará a sus habitaciones para puedan descansar mientras esperan a mi padre. Príncipe como dije antes un placer verlo de nuevo.- hizo una reverencia y se dispuso a retirarse.
-No Hagas esto- reclamé haciendo que la pequeña se detuviera.
-¿ Que no haga que príncipe Desmond? - pregunto fingiendo confusión
- No hagas que te vea de esta manera-
- Yo no hago nada príncipe, es usted quién lo hace.- dicho ésto siguió su camino.
Pero ya estaba aquí , no perdería la oportunidad de acercarme de nuevo a ella. Ya no era una niña. Su padre no me podría alejar de nuevo.
- Espera adara.- camine tras ella pero está no se detuvo hasta entrar al despacho de su Padre y tirarme la puerta en la cara - Adara , sal no te comportes como una niña.-
- pero eso soy- dijo una voz tras de mi , al girarme allí estaba con sus trenzas a los lados las cuales odiaba años atrás ya que decía que la hacían ver como una tonta. Sus ojos azules como el mar tenían un brillo de diversión. - tu lo dijiste soy una para usted, gran príncipe desmond.- dicho ésto comenzó a correr de un lado a otro pasando las paredes del castillo mientras su risa hacia eco en los espacios vacíos.
- basta Adara, muéstrate no estoy jugando-
- ¡no !- grito la niña de nuevo
- madura Adara eres una princesa, no debes comportarte de esta manera.-
- no me importa- su risa se escuchó de nuevo
Cerré los ojos con cansancio y me deje llevar por el sonido de su risa , la podía sentir por todo el castillo.
El aura de Adara era fuerte y se me hacía fácil encontrarla antes, pero algo había cambiado.
Ya no la podía percibir cómo antes.
Había aprendido a esconderse de mi.
A lo lejos pude sentir un hilo de tormento y lo seguí mientras tiraba de el , llevándome a las afueras del castillo. La biblioteca del infierno se detuvo frente a mi al entran la sacerdotisa me dio la bienvenida.
- ¿la princesa Adara donde se encuentra? -
- Donde siempre mi señor-
- y donde es donde siempre-
- Lo siento mi señor, en la sala de los desconocidos. Al fondo.-
Camine hasta donde me indico la sacerdotisa.
Allí en medio de todos aquellos libros se encontraba un gran árbol de manzano , verlo me sorprendió jamás se podría plantar algo como aquello en el infierno. Debajo de él se encontraba la figura de una de mujer de espaldas a mi.
Me acerqué pero espectros de fuego se detuvo delante de mi.
- Debe retirarse príncipe, la princesa no desea atenderlo.- dijo uno.
-Aun lado- ordene tranquilamente, pero estos no obedecieron.
En otro tiempo lo abrían hecho sin dudarlo.
Di otro paso al frente y estos se alinearon formando una nueva barrera frente a Adara, impidiendo que la pudiera ver.
- no lo volveré a ordenar , retirense.- los espectros no se movieron ni un milímetro - maldita sea Adara - tomé al primer espectro con mi mano y este se desintegró de inmediato avance pero otro tomo el lugar del anterior volviendo a su impecable formación .
Una látigo se formó en mi mano. lo tome con fuerza y con un solo golpe hice desaparecer a todos los espectros.
Debajo del árbol a espaldas con sus alas de fuego extendidas se encontraba ella.
Cerbero estaba a su lado como siempre.
-Adara- llamé
- ¿Que desea ?- el odio en su voz era latente y la entendía yo también me había odiado como ella lo hacía.
- Eres igual de difícil de encontrar que tu Padre, ¿Por que haces esto?-
- No es de mi agrado recibir a los invitados de mi Padre -
- No hablo de eso princesa, por que juegas conmigo - Cerbero me observo al escuchar mi voz cerca de Adara y se interpuso en mi camino. Adara se levantó cerrando el libro que tenía entre sus manos , haciendo que con un movimiento desapareciera.
- yo no juego principe- sus alas se extendieron y Adara Jiro mirándome por primera vez desde que había llegado y se acercó a mi permitiéndome observarla mucho mejor. - no debería estar esperando a mi padre- sus ojos azules no mostraban ningún sentimiento.
- Es exquisito volver a verte- surrure mientras acariciaba su mejilla como lo había hecho en el pasado.
- Le pido que no me vuelva a colocar un dedo encima príncipe Desmond, no olvidé con quién habla- retiro mi mano de su rostro sin ninguna delicadeza, mientras un destello de odio aparecía en sus ojos.
- No lo olvido, se quien eres- la mire a los ojos ya no era una niña , ahora era una hermosa mujer muy parecida a su madre y a Lucifer. Tenía un cuerpo esbelto, alta con su largo cabello rojo que le llegaba por debajo de su pequeña cintura, sus labios ahora eran carnosos y provocativos de esos que te llamaban a besarlos y por último estaba lo que más adoraba de ella sus hermosos ojos azules como el mar en un día soleado.Únicos en ella ya que ninguna Demonia en el infierno tenía el privilegio de tener aquellos hermosos ojos que tanto me habían atormentado.
- Que bueno que lo recuerde príncipe, ahora largo quiero estar sola- comento sacándome de mi escrutinio sabía que la estaba observando y me lo permitió - estoy ocupada , mi padre ya debe estar en el castillo.-
- Lucifer puede esperar Adara - quise continuar pero no me lo permitió
- Princesa Adara , no somos amigo y menos tenemos la confianza para que me llame por mi nombre no se le olvide quien soy-
- princesa adara- corregí - me gustaría tener una conversación con usted, quisiera explicarle los motivos de mi partida -
- Con todo el respeto que se merece príncipe Desmond, si quiere una audiencia conmigo debe pedírsela a mi padre, pero ya que insiste quiero que sepa que sus explicaciones sobran, yo no soy nadie para usted como usted no es nadie para mí. Solo somos un caído y la hija de Lucifer nada más. Lo único que lamentó de su ida tan repentina es no haber concluido una parte de mi entrenamiento el resto no me importa, no me debe ninguna explicación. Ahora que el punto se aclaro le pido que se retire deseo seguir con mi lectura. Su cuerpo seguía tenso mientras sus manos se mantenían cruzados tras su espalda como si intentará contener algo.
-Aun que no lo desees yo sí quiero darte una explicación Adara, éramos amigos y me fui sin decir nada- de verdad quería que me escuchará aunque fuera tanto tiempo después .
- no éramos amigos , yo solo era la hija del rey del infierno a la que estaba obligado a cuidar, espera como fue que dijiste- murmuro mientras colocaba uno de sus dedos en la mejilla mostrándome sus largas uñas negras - a si un estorbo para usted gran príncipe Desmond - termino de decir con ira en los ojos que comenzaban a volverse negros.
- eso no es a sí - quise continuar pero de nuevo me interrumpió
- le vuelvo a repetir no me importa, ahora largo- alzó un poco la voz y cerbero se colocó a su lado gruñendome .
- en algún momento tendremos que hablar- comenté mirando a Cerbero que me mostraba los colmillo .
Adara sonrió y sus ojos volvieron a aquel hermoso azul.
- No puedes estar más equivocado príncipe, atesore está conversación por qué será la última que tendremos en nuestra existencia - su voz fue tan dulce y venenosa.
- Eso es lo que crees - dije tomándola del brazo y acercándola a mi , un delicado olor a coco inundó mis fosas nasales haciendo que cerrara mis ojos por un instante, cuando los abrí de nuevo Adara tenía sus ojos fijos en mi rostro. Mientras que sus alas ya no eran de fuego si no unas negras con destellos dorados las que usaba cuando peleaba.
- No me vuelva a tocar en su maldita vida- dijo mientras me golpeaba el pecho con sus manos y me envía al otro lado de la librería llevándome conmigo varios estantes repletos de libros.
- Mierda- fue lo único que logré pronunciar ya que Adara apareció frente a mi tomándome del cuello con una mano y nos elevaba en el aire mientras con la otra hilos de tormentos se formaban en ella .
Esto dolerá.
- ¡Adara basta!- el grito de Lucifer hizo que Adara me soltara y cayera de nuevo al suelo- es que pretendes pelearte con todo maldito demonio que hay en el infierno- reprendió Lucifer a su hija quién no me retiraba la miraba mientras seguía en el aire.
- no soy yo quien busca los problemas padre- se defendió está , guardado sus alas provocando un pequeño sonido en el aire. Su cuerpo descendió poco a poco y miro a su padre mientras sus ojos volvían su color.
- Claro, y ahora me dirás qué es Desmond quién vino aquí a molestarte - continuo Lucifer volvía cada cosa a su lugar mientras movía sus manos al aire .
- Esa es la verdad, pero sabes que padre , cree lo que quieras no me importa, si deseas pensar que salí del castillo para seguir a tu amado amigo y golpearlo , pues si padre yo lo hice, estoy tan dolida que me allá abandonado sin decirme una sola palabra después de haber confiado en el. Y que luego de tantos años lo primero que pasó por mi casa fue hacer esto. Si padre eso es. Una disculpa príncipe Desmond - dijo haciendo una reverencia mientras una máscara de odio se formaba en su rostro .
- lucifer- quise intervenir pero ella lo impidió.
- no diga nada príncipe, lamentó lo sucedido al parecer no superó el abandono, si me lo permiten , padre me retiro.- dicho ésto Jiro sobre sus talones y desaparecio en una bola de humo negro que dejó un rastro de veneno en el aire .
- Ahora sí me vas a explicar qué demonios sucedió y ¿por qué mi hija te quería arrancar cabeza?-
- Ella tenía razón Lucifer, no es culpable de nada - respondo.
- Acabas de poner un pie en el infierno y ya la estás defendiendo Desmond-
- No la defiendo dice la verdad, sabes que no miento.-
- No la creas tonta amigo, Adara no es la misma niña que dejaste .-
- lo se, pero tú sigues siendo igual de duro con ella no le permitiste que se defenderse.-
- Defenderse, Desmond acabo con media biblioteca con tu cara y esperas que la deje explicarse.-
- Si eso espere, no hubieras querido tu lo mismo de nuestro padre, que dejara que te defendieras antes de jusgarte sin conocer tu verdad.- respondí molesto de su actitud. Lucifer solo suspiro con cansancio.
- Adara lo último que le falta es que vengas a tratarla como una niña, entiende lo de una vez Desmond, Adara es una mujer ahora, una que cumple tratos , trae almas al infierno, que trae a lujuria y a medio infierno intentando meterse entre sus piernas y que además en su tiempo libre le patea el culo a ciertos angeles que pretenden seguir tratándola como una tonta. Ah y para concluir le roba almas al angel de la muerte. Mira no te pedí que vieras para esto. Necesito que Adara se valla del infierno. No puede seguir aquí a si que encierrala en algún lugar por un tiempo y lleva a los jinetes contigo para que eviten que ella se escape.
- no creo que eso es una muy mala idea.-
- ¿Mala idea dices?.A la niña que tanto defiendes hace unos meses le dio la grandísima idea de robarle un alma al angel de la muerte.- grito Lucifer perdido la poca paciencia que poseía .
- Lo se- comenté con una sonrisa
-¿ lo sabes?, y solo vas a sonreír mientras soy yo el que debe liderar con los problemas.- la cara de fastidio de Lucifer solo me hizo soltar una carcajada.
- Claro que lo sé , todos lo sabes y deberías estar orgulloso, tienes idea de que hacer eso es imposible, y ella lo hizo -
- Y a cambio casi la mata Desmond -
- Eso es imposible, Adara no puede morir y lo sabes-
- pues eso no parecía cuando duró casi dos semana inconsciente rodeada de espectros de fuego y la maldita parca rondando la cada noche. El maldito infierno temblaba cada vez que ella suspiraba en alguna pesadilla , no me pude acercar a ella en ese tiempo, el maldito casi me deja sin hija.-
- tu has hecho cosas peores - le recordé sin querer ondar más en el tema de la inconsciencia de Adara
- Si pero yo soy el maldito diablo es lo que se espera de mi.-
- Y ella es tu hija no esperaras menos de ella - conclui mientras salíamos de la biblioteca en dirección al castillo. La bruma nos rodeaba a cada paso que dábamos se sentía bien estar de nuevo en casa, estar entre los humanos no era aburrido , pero tampoco era tan interesante como el infierno, había querido olvidar todos aquello sonido , los gritos ,los lamentos, los aullidos de dolor pero ahora que encontraba aquí todo me gritaba a hogar .
Solo esperaba que después de hablar con Adara las cosas no se vayan a complicar de nuevo por que sacarla del infierno ahora no era una buena opción. Y tampoco quería marcharse del infierno tan pronto.
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