Dime A Quién Amas (NaruHina, SasuNaru, ShikaTema)
Atracción Confusa
El sol comenzaba a inclinarse sobre Konoha, tiñendo las calles de tonos dorados y alargando las sombras de los transeúntes. Naruto caminaba de la mano con Hinata, escuchando distraído cómo ella relataba su último entrenamiento con Hanabi. Aunque asentía y sonreía en los momentos adecuados, su mente vagaba lejos, atrapada en una nebulosa de pensamientos contradictorios.
Hinata
Hanabi ha perfeccionado su *Juuken* hasta el punto de poder cortar el flujo de chakra en diez puntos con un solo golpe.
Explicaba Hinata, entusiasmada, aunque sin perder su tono suave.
Respondió él, forzando una sonrisa más amplia de lo necesario. Su voz sonó hueca incluso para sus propios oídos.
Hinata se detuvo, haciendo que Naruto también se frenara en seco.
Hinata
¿Estás seguro de que estás bien?
Naruto tragó saliva. No podía decirle la verdad.
Naruto
*"Es que cada vez que pienso en Sasuke, siento que me falta el aire, y no entiendo por qué"*
No era exactamente una explicación que pudiera dar.
Naruto
¡Nah, es solo el cansancio!
Exclamó, frotándose la nuca con la mano libre.
Naruto
Esas misiones de patrullaje son más aburridas de lo que pensaba.
Hinata no pareció convencida, pero antes de que pudiera insistir, una voz los interrumpió.
Shikamaru
Aburridas, ¿eh?
Shikamaru apareció a su lado, las manos metidas en los bolsillos y una ceja arqueada.
Shikamaru
Eso es porque no has tenido que lidiar con los informes de impuestos de los comerciantes del distrito sur.
Naruto casi saltó, agradecido por la distracción.
Detrás de él, Sakura los alcanzó, agitando una mano.
Sakura los saludó, aunque su sonrisa se tornó ligeramente burlona al notar sus manos unidas.
Sakura
Vaya, qué lindo se ven.
Hinata enrojeció hasta la raíz del cabello, pero no soltó a Naruto.
Hinata
I-ibamos a Ichiraku.
Preguntó Sakura, aunque ya estaba guiñándole un ojo a Shikamaru, como si compartieran un chiste privado.
Naruto respondió con demasiada fuerza, aliviado de que la atención ya no estuviera sobre él.
El aroma a caldo de miso y fideos frescos los envolvió al entrar. Teuchi los saludó con entusiasmo, especialmente a Naruto, quien, a pesar de su fama, seguía siendo su cliente más fiel.
Teuchi
El héroe de Konoha y su encantadora novia!
Naruto rio, pero notó cómo Sakura y Shikamaru intercambiaron una mirada.
Naruto
*¿Por qué todos parecen tan interesados en mi relación con Hinata últimamente?*
Sakura
¿Ya pensaste en lo que harás cuando Kakashi-sensei decida retirarse?
Naruto
Pues ser Hokage, obvio!
Respondió él, aunque esta vez su voz sonó menos segura de lo habitual.
Shikamaru lo miró con esa expresión que siempre usaba cuando estaba analizando algo complicado.
Shikamaru
Ser Hokage no es solo pelear y dar discursos motivadores.
Shikamaru
También es tener una imagen… estable.
Sakura
Quiere decir que la gente espera que el Hokage tenga una familia.
Aclaró Sakura, mirando descaradamente a Hinata.
La chica Hyūga bajó la vista, pero una pequeña sonrisa asomó en sus labios.
Naruto sintió un nudo en el estómago.
Naruto
*¿Familia? ¿Con Hinata?*
La idea no le disgustaba… pero tampoco le hacía sentir ese fuego que siempre imaginó debería acompañar al amor verdadero.
Naruto
Eso… es algo para pensar más adelante.
Dijo Naruto evasivo.
Shikamaru no perdió detalle de su incomodidad.
Fue entonces cuando Sakura, sin malicia, soltó la bomba:
Sakura
Por cierto, Sasuke envió un mensaje anoche. Dice que la misión en el País del Hierro está casi terminada.
Naruto se tensó como un resorte. Sus dedos se aferraron al borde del mostrador hasta que los nudillos palidecieron. Un calor repentino le subió por el cuello, y esta vez no era por el vapor del ramen.
Logró decir Naruto, forzando su voz a mantenerse neutral.
Sakura, sin darse cuenta del efecto de sus palabras, continuó:
Sakura
Siempre se toma su tiempo para regresar, ¿no?
Suspiró Sakura, jugando con su cabello.
Sakura
A veces pienso que le gusta más estar lejos que aquí.
Naruto respondió demasiado rápido, casi defensivo.
Naruto
Es solo que… él tiene su propia manera de hacer las cosas.
Shikamaru lo observó con interés.
Sakura
Tú siempre lo defiendes.
Comentó Sakura, sonriendo.
Sakura
Aunque tiene sentido. Después de todo, eres el que mejor lo conoce.
Naruto
Bueno, ¡Sasuke siempre fue complicado!
Shikamaru
¿Crees que esta vez se quedará más tiempo en la aldea?
Naruto apretó los dientes.
Naruto
*¿Por qué le importa tanto si se queda? ¿Acaso aún…?*
Naruto
¿Todavía te gusta, Sakura-chan?
La pregunta le salió antes de que pudiera detenerse.
Sakura parpadeó, sorprendida, pero luego sonrió con melancolía.
Sakura
No como antes. Pero es difícil dejar de preocuparse por alguien que ha sido parte de tu vida tanto tiempo.
Después de despedirse de Sakura y Shikamaru, Naruto y Hinata caminaron en silencio hacia el distrito Hyūga. La luna ya alta iluminaba el camino.
Mientras Naruto y Hinata se despedían de ellos, Shikamaru se quedó atrás, cruzado de brazos.
Shikamaru
¿Notaste algo raro?
Sakura
Solo que está más torpe de lo usual.
Shikamaru
*Demasiado defensivo. Demasiado rápido. Demasiado… intenso.*
Pero no dijo nada. Después de todo, ¿qué había de malo en que Naruto defendiera a su amigo?
Por ahora, nadie más necesitaba notar lo que él sospechaba.
Amistad
La brisa nocturna recorría suavemente las calles de Konoha, agitando ramas, faroles de papel y los pensamientos de Naruto. Llevaba las manos en los bolsillos, la chaqueta desabrochada y una expresión distraída. Aunque intentaba disfrutar del paseo, su mente era un torbellino incontrolable.
Naruto
*¿Por qué estoy tan inquieto desde que Sakura mencionó a Sasuke?*
Estaba tan perdido en sus pensamientos que no notó la silueta que se acercaba por la acera opuesta hasta que casi chocaron. Al alzar la vista, se encontró con unos ojos oscuros que no veía desde hacía mucho.
El Uchiha parpadeó, sorprendido, pero su rostro pronto se relajó en una mueca leve.
Sasuke
Naruto… Qué coincidencia.
Naruto sintió cómo su pecho se agitaba. Por reflejo, una gran sonrisa se formó en su rostro.
Naruto
¡Estás de vuelta! ¿Desde cuándo estás aquí? Pensé que tardarías más en regresar del País del Hierro.
Sasuke
Llegué hace unas horas. Dejé el informe a Kakashi…
Sasuke
Y luego salí a caminar.
Naruto asintió, rascándose la nuca con nerviosismo.
Naruto
Qué raro, yo también ando caminando sin rumbo. Supongo que a veces es difícil quedarse quieto.
El silencio que siguió no era tenso, pero sí incómodo. Como si ambos supieran que querían decir algo más, pero no sabían cómo. Hasta que Naruto, con su habitual impulsividad, rompió la pausa.
Naruto
¿Quieres ir por algo de comer? Hay un bar nuevo por acá. No es Ichiraku, pero las papas picantes son brutales.
Sasuke dudó por un segundo, y luego asintió con un leve gesto.
El bar tenía un ambiente acogedor, casi íntimo. Luces cálidas colgaban del techo de madera, y el aire estaba cargado de aromas a jengibre, sake y aceite de sésamo. Era un sitio tranquilo, lo suficientemente apartado como para que los demás ninjas no se asomaran a interrumpir.
Se sentaron en una mesa junto a la ventana. Naruto pidió un par de vasos de sake y un plato de aperitivos mixtos. Durante los primeros minutos, hablaron apenas.
Naruto
¿Cómo estuvo la misión?
Preguntó Naruto, removiendo el hielo de su vaso con el dedo.
Sasuke
Rutinaria. Vigilar movimientos en la frontera. Nada complicado. El País del Hierro se está estabilizando.
Dijo Sasuke con tono monótono.
Naruto
Bueno, me alegra que no tuvieras que cortar a nadie.
Bromeó Naruto, forzando una risa.
Sasuke ladeó la cabeza y esbozó una sonrisa leve.
Sasuke
A veces me pregunto si preferías al Sasuke que causaba problemas.
Naruto lo miró, sorprendido.
Naruto
No seas idiota. Prefiero al Sasuke que no se va por meses sin avisar.
Sasuke
Entonces no lo prefieres tanto.
Murmuró el Uchiha, tomando un sorbo de sake.
Naruto lo observó con una mezcla de molestia y algo más difícil de nombrar. Estaba a punto de replicar cuando Sasuke se adelantó:
Sasuke
Era broma. O lo más cercano a una broma que puedo hacer.
Naruto soltó una carcajada sincera.
Naruto
Eso fue horrible. Pero al menos lo intentaste.
El hielo comenzó a romperse. Poco a poco, el lenguaje corporal de ambos se relajó. Naruto se recostó un poco en su asiento, y Sasuke dejó de mirar fijamente su vaso para comenzar a seguir las palabras de su amigo con atención genuina.
Sasuke
¿Y tú? ¿Has tenido muchas misiones?
Naruto
Algunas. Más papeleo que otra cosa. Kakashi dice que si quiero ser Hokage, tengo que aprender a “no dejar todo a lo último”, pero el tipo duerme en medio de las reuniones. ¿Tú crees?
Sasuke
Lo creo. Y puedo imaginarlo.
Sasuke miró por la ventana un segundo antes de añadir.
Sasuke
¿Y la aldea? ¿Muchos cambios?
Naruto
No tantos como para perderte, teme.
Respondió Naruto con una sonrisa.
Ambos rieron. El ambiente se volvió más ligero, como si por fin hubieran regresado a ese pequeño rincón de confianza que solo ellos compartían.
En un momento, sin prestar atención, ambos estiraron la mano al mismo tiempo para tomar un pedazo de tempura. Sus dedos se rozaron. El contacto fue breve, pero suficiente para congelar el momento.
Naruto alzó la vista justo cuando Sasuke también lo hacía.
Sus ojos se encontraron.
El bullicio del bar se desvaneció. Solo estaban ellos dos, en un instante suspendido. Naruto sintió un cosquilleo recorrerle el brazo, una sensación que no podía explicar. El calor subió a su cuello. No fue incomodidad. Fue… otra cosa.
Sasuke no apartó la mano de inmediato. Sus ojos, serenos pero atentos, escudriñaban a Naruto como si buscaran una respuesta.
Y Naruto no sabía si tenía alguna.
Murmuró al final, apartando la mano.
Respondió Sasuke, con voz neutra pero suave.
Pero justo cuando parecía que algo podría pasar
Pero justo cuando parecía que algo podría pasar —una palabra, un gesto, un nuevo silencio más íntimo—, la puerta del bar se abrió con fuerza.
Sakura
¡Sasuke-kun! ¡Naruto! ¡Sabía que los encontraría aquí!
Sakura, con su chaqueta médica al brazo y expresión emocionada, cruzó el lugar y se sentó sin pedir permiso.
Naruto casi se atraganta con el sake. Sasuke bajó la mirada, como si el hechizo se hubiera roto.
Sakura
¿Así que ya regresaste?
Preguntó ella, dirigiéndose a Sasuke con una sonrisa que llevaba años practicando.
Sasuke
Hace poco. Solo estaba poniéndome al día con Naruto.
Respondió Sasuke, más distante.
Sakura miró a ambos alternativamente, y por un momento, su sonrisa se apagó. Pero pronto retomó el tono animado.
Sakura
¡Qué suerte encontrarlos juntos! Hoy fue una locura en el hospital. Un genin se tragó una bomba de humo por accidente. ¡Ino casi se desmaya del susto!
Naruto rió, aliviado por el cambio de tema.
Sakura
Claro. Aunque probablemente no vuelva a usar bombas en mucho tiempo. Ino se encargó de eso
Sasuke escuchaba, asintiendo de vez en cuando. La conversación se volvió más fluida, y por un rato, los tres reían como en los viejos tiempos.
Hasta que Sakura, como quien no rompe un plato, dijo:
Sakura
Por cierto, Naruto está saliendo con Hinata.
Naruto se tensó. Sasuke dejó su vaso en la mesa con un leve clink. La sonrisa de Sakura no cambió, como si no notara el peso de sus palabras.
Sakura
Se ven muy lindos juntos.
Añadió, bebiendo un sorbo de sake.
Naruto bajó la mirada.
Naruto
Sí… Hinata es genial.
Sakura
Me alegra que por fin te decidieras.
Sakura
Siempre pensé que hacían buena pareja. ¿Verdad, Sasuke?
El Uchiha no respondió de inmediato. Luego, sin mirar a ninguno de los dos, murmuró:
Sasuke
Si eso lo hace feliz…
Sakura arqueó una ceja, pero no insistió. Naruto tragó saliva. El ambiente se había vuelto más denso, como si una bruma se hubiera instalado sobre la mesa.
Después de unos segundos de silencio incómodo, Naruto se levantó de golpe.
Naruto
Bueno… mejor los dejo. Seguro quieren ponerse al día sin que yo esté estorbando.
Sakura
¿Eh? Pero si apenas estás…
Naruto
Tengo que madrugar mañana.
Dijo Sasuke, como si fuera a detenerlo.
Pero Naruto ya estaba echándose la chaqueta al hombro.
Y salió del bar sin mirar atrás.
Cuando Naruto desapareció por la puerta, Sakura giró lentamente la cabeza hacia Sasuke.
Sasuke permaneció en silencio, mirando el vaso medio vacío frente a él.
Sakura
Últimamente está… raro. Más distraído.
Sasuke
Tal vez está pensando.
Respondió Sasuke, con voz apenas audible.
Sasuke no respondió. Solo miró el lugar donde, minutos antes, había rozado la mano de Naruto.
Sakura
No pensé que Naruto se iría tan pronto.
Comentó Sakura con una leve sonrisa, tratando de sonar casual.
Sasuke
Supongo que realmente tenía cosas que hacer.
Respondió Sasuke, distraído, jugando con el borde de su vaso.
Sakura apoyó el rostro en la palma de su mano, ladeando la cabeza ligeramente para captar mejor la atención del Uchiha.
Sakura
Últimamente Naruto anda un poco raro.
Sakura
Pensé que era solo conmigo, pero contigo también parecía incómodo.
Sasuke contestó con indiferencia fingida.
Sasuke
Tal vez solo está cansado. O quizás se está adaptando aún a su relación con Hinata.
El nombre de Hinata dejó un sabor amargo en su boca, algo que no esperaba sentir con tanta intensidad.
Sakura entrecerró ligeramente los ojos, observándolo con interés renovado.
Sakura
¿Te sorprendió saberlo?
Preguntó Sakura, estudiando con cuidado su reacción.
Sakura
La verdad es que hacen bonita pareja. Naruto parece feliz.
Sasuke apretó ligeramente el vaso, conteniendo la irritación creciente.
Sakura deslizó la mano con delicadeza sobre la mesa, acercándose lentamente a la de Sasuke. Él percibió la intención detrás del gesto, pero no reaccionó. Dejó que ella rozara sus dedos, pero no respondió con ningún movimiento de bienvenida. Sakura retiró lentamente la mano, consciente de la frialdad en su reacción, pero no se rindió del todo.
Sakura
¿Y tú? ¿Cuánto tiempo te quedarás esta vez?
Sasuke
Tal vez un mes. Lo suficiente para descansar, entrenar un poco, y preparar mi siguiente misión.
La decepción cruzó rápidamente por el rostro de Sakura, pero supo ocultarlo detrás de una sonrisa ligera.
Sakura
¿Tan poco? Pensé que querrías quedarte más tiempo. Kakashi seguro agradecería tu ayuda. Además, sería bueno verte más seguido.
Sasuke suspiró levemente, evitando mirarla a los ojos. Sabía perfectamente lo que Sakura intentaba, pero no tenía intención alguna de corresponder sus gestos.
Sasuke
No soy el tipo de persona que se queda mucho tiempo en un mismo lugar, Sakura. Tú lo sabes mejor que nadie.
Ella soltó una pequeña risa amarga.
Sakura
Sí, siempre lo supe. Aunque algunas veces imaginé que podrías cambiar un poco.
Sasuke
La gente no cambia tan fácilmente.
Contestó Sasuke, ahora sí mirándola a los ojos.
Sasuke
Especialmente no alguien como yo.
El silencio se instaló nuevamente, pesado, incómodo. Sakura apartó la vista, un poco avergonzada por su vulnerabilidad.
Finalmente, Sasuke rompió el silencio.
Sakura asintió lentamente, intentando ocultar su decepción.
Sakura
Está bien, Sasuke-kun. Descansa, te veré pronto.
Él asintió, poniéndose de pie y dejando un par de monedas sobre la mesa.
Sasuke
Buenas noches, Sakura.
Ella lo observó marcharse en silencio, consciente de que otra oportunidad había escapado.
Mientras caminaba lentamente por las calles ya casi vacías, Sasuke sintió cómo la tranquilidad del exterior contrastaba con el caos que se apoderaba de su interior.
Sasuke
*¿Desde cuándo me afecta tanto lo que Naruto haga o deje de hacer?*
Cada paso resonaba en su cabeza con más intensidad. La imagen del rostro sorprendido de Naruto cuando Sakura mencionó su relación con Hinata no dejaba de repetirse una y otra vez.
Había algo en esa reacción, en esa incomodidad, que le generaba una mezcla confusa de esperanza y frustración.
Al llegar cerca del lago en las afueras de Konoha, se detuvo y observó la superficie tranquila del agua, iluminada por la luz tenue de la luna.
Sasuke
*¿Qué estoy haciendo aquí realmente?*
La respuesta, aunque difícil de admitir, era clara: había regresado por él. Por Naruto. Había vuelto porque esa necesidad de estar cerca, aunque fuese solo por un instante, era algo que ya no podía ignorar más.
Pero, ¿realmente merecía algo así? Después de todo lo que había hecho, después del dolor causado, la respuesta parecía ser evidente.
Había días en que simplemente deseaba rendirse, aceptar la realidad y alejarse definitivamente, evitando más sufrimiento para ambos. Pero luego recordaba la sonrisa brillante de Naruto, su calidez y la forma en que siempre lo había perdonado.
Naruto era la luz, la esperanza. Y Sasuke sentía que él solo era una sombra demasiado oscura para coexistir con alguien tan radiante.
Sasuke
¿Hinata, eh? Ella probablemente sí puede hacerte feliz.
El nombre de Hinata despertaba en él emociones que jamás pensó sentir: celos profundos, intensos. Saber que ella podía estar cerca de Naruto, compartir momentos íntimos, escuchar sus risas y sueños, era algo que lo torturaba profundamente.
Sasuke no quería sentir eso, pero no podía evitarlo. La idea de Naruto amando a alguien más lo asfixiaba lentamente.
Sasuke
Pero no tengo derecho a quejarme.
Sasuke
Yo mismo decidí alejarme.
La culpa, esa vieja compañera, volvió a inundarlo. Pensó en las veces que Naruto había tratado de acercarse, en todos esos gestos que él había rechazado con frialidad. ¿Por qué ahora era distinto? ¿Por qué ahora anhelaba con desesperación lo que antes había ignorado con indiferencia?
El viento sopló con más fuerza, agitando su cabello y enfriando su piel, pero nada era comparable al frío que sentía en su interior.
Sasuke
¿Podría realmente hacerte feliz?
Se preguntó en voz alta, sabiendo que la respuesta estaba fuera de su alcance.
Naruto merecía algo mejor, merecía alguien sin heridas profundas, sin oscuridad, sin remordimientos. Merecía paz, felicidad auténtica. Y Sasuke dudaba profundamente de poder ofrecer algo así.
Con un último suspiro, Sasuke volvió a caminar hacia su casa temporal en Konoha, consciente de que, al menos por ahora, tendría que mantener sus sentimientos ocultos en las sombras.
Encuentros Inesperados
Dos días después del incómodo reencuentro con Sasuke en el bar, Naruto se preparaba para una cita con Hinata. Habían quedado en verse en un restaurante nuevo que ella quería probar, y aunque el plan le parecía bonito, su mente seguía ocupada por pensamientos que no lograba ordenar.
Se miró en el espejo y suspiró. Llevaba la misma chaqueta naranja de siempre. Podría haberse esmerado un poco más, pensó, pero simplemente no tenía energía.
Naruto
*¿Por qué no puedo dejar de pensar en él?*
Sasuke no se le iba de la cabeza. Desde el roce de manos en aquella noche, su mente volvía una y otra vez a esa escena. A la forma en que se miraron. A cómo se sintió el mundo en pausa por un instante.
Se encontró con Hinata en la entrada del restaurante. Ella lo saludó con una sonrisa cálida, vestida con una blusa blanca de cuello redondo y falda azul oscuro. Sencilla, pero linda como siempre.
Respondió él, devolviéndole la sonrisa, aunque sus ojos parecían algo cansados.
El restaurante tenía una atmósfera íntima. Faroles colgantes, velas en las mesas, música instrumental tradicional. Los acomodaron junto a una ventana que daba al jardín inter
Naruto
Qué bonito lugar elegiste.
Comentó Naruto, mientras se sentaban.
Hinata
Me pareció tranquilo… y romántico.
Dijo Hinata con timidez.
Naruto rió suavemente.
Naruto
Sí… tiene buena pinta.
La conversación empezó con calma. Hablaron sobre las misiones recientes, los entrenamientos de Hanabi, y de lo tierno que era ver a Kiba enseñándole trucos nuevos a Akamaru, aunque ya el perro estaba mayor.
Pero Naruto no dejaba de mirar de reojo hacia la entrada cada vez que escuchaba el sonido de la puerta. Como si esperara que Sasuke apareciera otra vez. Como si su mente lo invocara sin querer.
Naruto
¿Eh? No, nada… solo estaba pensando en… ramen. Tengo hambre
Bromeó, intentando desviar la atención.
Hinata rió con dulzura, pero lo observó con atención. Su mirada era distinta. Ausente.
En ese momento, como por obra del destino, la puerta se abrió y una figura vestida de negro entró al restaurante. Sasuke. Solo, como siempre. Su expresión era neutra, pero sus ojos escaneaban el lugar con rapidez. Y, como era de esperarse, sus ojos encontraron a Naruto. Y Hinata.
Sentados juntos. Sonriendo. Como una pareja feliz.
Sasuke se detuvo. Por un segundo, pensó en sentarse en una de las mesas del fondo. Pero su pecho se apretó, un calor extraño le subió por el cuello, y decidió girar sobre sus talones. No. No voy a quedarme a ver eso.
Naruto lo vio justo en el momento en que se daba la vuelta.
Murmuró, casi sin querer.
Hinata también lo notó, y antes de que Naruto pudiera reaccionar, alzó la mano.
Lo llamó Hinata con una sonrisa amplia.
Naruto se atragantó con el agua.
Naruto
¡Hinata! ¿Qué haces?
Sasuke se detuvo, ya de espaldas, y giró lentamente.
Sasuke
No quise interrumpir.
Hinata
Vamos, acompáñanos!
Sasuke
Estoy bien. Ustedes sigan.
Añadió Hinata, con firmeza sorprendente.
Hinata
Naruto-kun no deja de hablar de ti. Seguro le haría ilusión verte.
Sasuke lo miró con una ceja alzada.
Naruto
Claro que no! O sea, sí hablamos… pero no es que… ¡No hablo de ti todo el tiempo!
Tartamudeó Naruto, poniéndose rojo.
Hinata soltó una risa divertida.
Hinata
Tranquilo, Naruto-kun. Es lindo que se preocupen uno por el otro. Son amigos desde hace tanto…
Sasuke caminó hacia ellos lentamente. Una parte de él quería rechazar la invitación otra vez, pero había algo en la reacción torpe de Naruto que le despertaba una punzada de curiosidad. ¿Qué era eso que tanto pensaba de él?
Se sentó frente a ellos, con aire relajado, aunque por dentro no lo estaba en absoluto.
Sasuke
Así que… ¿cómo van las cosas?
Preguntó Sasuke, tomando el vaso de agua que el camarero le ofrecía.
Respondió Naruto, evitando mirarlo directamente.
Hinata
Estamos aprovechando para pasar más tiempo juntos.
Agregó Hinata, tomando a Naruto del brazo con delicadeza.
Hinata
Ahora que él tiene menos misiones, es más fácil vernos.
Sasuke asintió, sin decir nada.
La conversación fue lenta. Hablaron sobre misiones, sobre el hospital donde Sakura trabajaba, sobre que Kakashi seguía llegando tarde a todo.
Pero la incomodidad flotaba en el ambiente como una nube persistente. Naruto no sabía dónde poner las manos. Sasuke se distraía mirando el jardín. Hinata, ajena a la tensión oculta, seguía sonriendo.
Hinata
Voy a invitar a Sakura. Seguro le encantaría venir. Así recordamos los viejos tiempos.
Preguntó Naruto, casi atragantándose otra vez.
Hinata
Sí. Está de turno en el hospital, pero seguro está cerca. Voy a escribirle.
Sasuke no dijo nada, pero bajó la mirada.
Naruto sintió que el corazón le latía más rápido de lo normal. Tenía a Hinata junto a él, sonriendo, tomándole el brazo. A Sasuke enfrente, observándolo con esa mirada suya imposible de leer. Y ahora… ¿Sakura también?
La noche que debía ser una cita tranquila se convertía en una escena cargada de tensión que él no sabía manejar. Y lo peor de todo era que no podía dejar de preguntarse:
Naruto
Como puedo zafarme de esta situación?!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play