Karina ...

Hoy era el día de mí boda con Leonardo, habíamos esperado este día por tantos meses que me sentía ansiosa 

No lo veía desde hace dos días, ya que él decía que era de mala suerte ver a la novia un día antes de la boda, por lo que mí corazón saltaba de alegría al saber que ya en pocos minutos lo vería 

Mí madre se encontraba conmigo, ayudándome a terminar de prepararme, mí padre nos esperaba en la sala ya listo para llevarme a la iglesia y mí hermana quien sabe, no la había visto, pero cómo con ella no nos llevamos muy bien, por lo que no me preocupo si está o no en este día tan importante para mí 

Tamara es un año más chica que yo y desde que éramos niñas siempre envidió todo lo que yo tenía, aunque mis padres nos regalaran a las dos lo mismo, ella siempre decía que lo mío era mejor y hacía muchos berrinches y mis padres terminaban sacándome lo mío para dárselo a ella y a mí me daban lo que era de ella

Jamás me importó, yo nunca fui egoísta con ella, y si a ella le gustaban mis cosas yo se las daba sin protestar, a pesar de todo yo la quería a mí hermana, pero ella a mí no

Ya de grandes su envidia hacia mí había empeorado, varias veces intentó hacerme pelear con mis amigas porque a ella simplemente le molestaba que yo tuviera amigas mejores que las de ella, pero como sabía lo que mí hermana era, de entrada ya les había advertido a mis amigas lo que era mí hermana y por ende jamás le creyeron las mentiras que ella les decía sobre mí 

Nunca entendí por qué era así, pero ya no le daba importancia a sus locuras.

Ya habiendo finalizado mí madre me dice que ya es hora de ir, tenía que estar en la iglesia a la 5 de la tarde y ya eran 4:30 

Bajamos hasta la sala en donde se encontraba mí padre esperándome muy emocionado, que al verme, se levantó de prisa y me abrazó 

— Estás preciosa, pareces una princesa de esas que mirabas cuando eras niña — me dice mí padre emocionado 

— Lo se, estoy feliz de al fin poder estar usando este vestido, he esperado tanto tiempo que al fin llegó el gran día — le digo yo súper feliz 

— Lo se mi niña, andando que si no llegarás tarde — me dice él caminando hacía la puerta seguida por mí madre 

Yo salí detrás de ellos y me subo al auto para dirigirnos hasta la iglesia donde seguro ya me esperaba Leonardo frente al altar 

Me sentía emocionada, hace 3 años que somos novios con Leo, nos conocimos en la universidad y nos hicimos novios después de tantos ruegos de él para que le diera una oportunidad, cuando al fin le dije que si, comenzamos nuestra relación

Un año después me propuso matrimonio y yo feliz le respondí que sí, pero que debíamos esperar a finalizar nuestras carreras y él aceptó

Y he aquí, 3 años después de darle el sí acepto para ser su novia, hoy volveré a decir esas mismas palabras pero para ser su esposa para toda la vida.

15 minutos después llegamos a la iglesia, las manos me sudaban de los nervios y la emoción que sentía en ese momento

Bajo del auto con la ayuda de mí padre, mí madre se nos había adelantado y nosotros íbamos detrás 

Entré a la iglesia del brazo de mí padre, con una gran sonrisa, sonrisa que se desvaneció al no ver a Leonardo junto al altar 

Comencé a mirar para todos lados y no lo veía presente, y los invitados murmuraban entre sí mientras me observaban

Continúo caminando, fingiendo una sonrisa, ¿tal vez se le hizo tarde? Si, seguro es eso por lo que me tocará esperarlo a mi a él junto al altar, jajaja algo épico en una boda, pero bueno 

Al llegar junto al altar ahí estaban mis suegros y mis cuñados y se los notaba nerviosos, no entendía qué estaba pasando hasta que mí celular sonó, al abrirlo veo que es un mensaje de mí hermana Tamara quien me mandaba un vídeo

Comencé a reproducir el vídeo y mí corazón se hizo pedazos al ver a Leonardo teniendo sexo con mí hermana 

— Vamos Leo, más fuerte — le dice mí hermana montada sobre él — No te cases Leo, ¿acaso no te satisfago más que ella? Tu mismo me lo has dicho, ¿porque te casas con ella entonces? — continúa diciéndole 

— Ya lo se pichoncito, pero sabes que lo nuestro es solo carnal, podremos seguir teniendo nuestros encuentros después de casarme, esto no se terminara, pero sabes que amo a Karina — le responde él muy cínico 

— Si la amaras, no estarías ahora aquí, además tu mismo me dijiste que no eras feliz con ella, por qué sigues empeñado en seguir a su lado — le responde con enojo Tamara 

— Basta Tamy, continuemos que se me hace tarde a mí, sino me iré ahora — le dice él 

— No, no, está bien turroncito continuemos — le decía ella y en el vídeo se lo ve a él como la coloca en cuatro y se introduce en ella desde atrás 

Me sentía destrozada, mis lágrimas amenazaban con salir y un nudo en la garganta se me había formado, sentía furia mucha furia a la vez y quería gritar para desahogarme, pero no lo haría, no permitiría que todos me vean destrozada y vulnerable 

— Se cancela la boda — digo tirando el ramo al piso y caminando hacía la salida 

— ¿Cómo qué se cancela?  Karina qué ocurre? — pregunta mí padre 

— ¿Qué está pasando? — pregunta ahora mí suegra y yo freno en mitad del pasillo antes de llegar a la salida 

— Quieren saber qué está pasando, pues bien ahora lo sabrán — les digo tomando nuevamente mí celular y reenviando a todos mis contactos el vídeo que Tamara me había mandado 

Ella me quería humillar mostrándome como se encamaba con Leonardo? Pues ahora los humillados serían ellos 

Casi todos mis contactos estaban aquí en la iglesia, y cuando les llegó mí mensaje y comenzaron a verlo, todos se sorprendieron y comenzaron a murmurar por lo que estaban viendo

Sin esperar una palabra más de nadie, seguí camino hasta terminar saliendo de la iglesia, bajó corriendo las escaleras y paró un taxi de inmediato 

— Lléveme a la primer tienda de ropa que encuentres de camino — le digo al taxista y así lo hace 

Al llegar le pago con el celular, lo bueno es que después de la pandemia, ya nadie usa billetes, todo se paga por medio electrónico,  transferencias o qr y eso me lo facilita todo 

Entro a la tienda de ropa con mí gran vestido de novia, la empleada de la tienda me mira sorprendida, yo reviso la ropa que había colgada y tomó un vestido color bordo, ajustado al cuerpo y largo hasta las rodillas

Camino hacia el cambiador, me quito el vestido de novia y me coloco el otro vestido y salgo 

— Ten, haz lo que quieras con él, le digo entregándole el vestido de novia, escaneo el qr y le pago por el vestido que me había comprado y luego salgo de la tienda 

Todo se había terminado, 3 años de mí vida tirados a la basura, quién sabe desde cuándo me está engañando con mí propia hermana, y yo como una tonta enamorada creyendo que solo era yo en su vida.

Vuelvo a subir a otro taxi y me dirijo a un bar club a ahogar mis penas en alcohol, solo este día, ya que a partir de mañana no va a quedar rastro de la Karina que era antes, ya no más, hoy apagaron la única luz que había en mí corazón y ya no hay retorno.

Al llegar al bar club me siento en una de las mesas y le pido al mozo que me traiga una botella de lo más fuerte que tenga y así lo hace 

Comencé a beber copa tras copas, cada una era un lamento, un dolor y una desilusión, ya no aguantando más, me permití derramar algunas lágrimas, pero jurando que esas serían las últimas que derramaria por alguien como Leonardo 

Jamás les perdonaré la humillación que me hicieron pasar hoy, dejarme plantada en la iglesia frente a todos los invitados fue lo último que soporte 

— Necesito olvidar, necesito algo nuevo en mí vida, algo que me desestabilice el alma — decía con la cabeza apoyada en la mesa porque ya me encontraba ebria, pero no al punto de perder la conciencia 

A media noche el club ya se encontraba bastante lleno, la música sonaba fuerte y la gente bailaba en el centro muy divertida 

Me levanto de la mesa y caminó hasta el centro del bar y me dejó llevar por la música, estaba descontrolada, el alcohol y el ambiente me había dado ánimos para querer divertirme yo también 

Ya no iba a seguir deprimida por lo que Leonardo me había hecho, ahora solo iba a disfrutar de la vida, por todos esos años que por estar al lado de Leonardo y ser una mujer decente, había dejado de salir y de disfrutar de mí juventud como debí hacerlo 

Aún seguía siendo joven, tenía 23 años y ya no iba a desperdiciar más mí vida, hoy me liberaba por completo frente al mundo….

…. Me llamo Karina Ríos, tengo 23 años, soy de Bariloche - Argentina y estudié Literatura en la universidad pública y mis padres son Sergio Ríos de 50 años, es comandante de policía y Marisa Buono de 45 años y es profesora de matemáticas de la secundaria y la odiosa de mí hermana Tamara de 22 años y estudio modelaje 

Me gusta mucho escribir, actualmente escribo novelas en una app como pasatiempo, pero mí sueño es poder tener mí propia colección de libros propios y tal vez si dios quiere tener mí propia editorial.

Alexander … 

Después de un día agotador en la empresa decido ir a uno de los clubes de los cuales soy socio, a relajarme un rato 

Era viernes por la noche y sabía que este día el club iba a estar a reventar, siempre venía los fines de semana y siempre me conseguía una mujer, pero ninguna terminaba siendo lo que yo esperaba 

La mayoría eran niñitas que se acercaban a mí solo por mí posición económica, pero ninguna era resistente a mis deseos 

Me sentía frustrado, necesitaba descargar mis deseos reprimidos y aún no encontraba la indicada que se adaptará a mis necesidades 

— ¿Quieres que llame a las chicas y escoges una? — me pregunta Tomás mí mejor amigo y mano derecha 

— No, las de este lugar ninguna llena mis expectativas — digo moviéndo mí vaso de whisky sintiendo el tintineo del hielo dentro y observando a toda la gente bailar en la planta baja 

— Tienes unos deseos muy raros, no creo que encuentres quien se adapte a ellos — me dice observando a mí lado a todos disfrutar de la música 

— Yo se que hay mujeres con mis mismos gustos, solo debo encontrarla — le digo sin darle importancia 

Todos estaban muy alegres y sonrientes, mí mirada iba de un lugar a otro hasta que se clavaron en una mujer que jamás había visto en este lugar 

Ella bailaba sola, de una forma como si se estuviera liberando de muchas cosas, estaba descontrolada y fuera de sí 

De pronto comenzó a sonar fighter de Christina Aguilera y la veo levantar los brazos mientras mira el techo como si estuviera feliz por el tema que estaba sonando, a simple vista se notaba que estaba demasiado ebria 

La veo caminar hasta la barra de tragos y subirse en ella, de pronto comenzó a hacer un baile erótico que despertaba los deseos de cualquiera de los hombres que la estaban observando 

Yo no podía apartar mí mirada, sus movimientos tan sexys y su forma de tocarse el cuerpo al compás de la música me hizo acelerar el corazón, y de inmediato supe que ella era la indicada, estaba seguro, no podía equivocarme 

Le hice señas a mis guardias para que se acercarán a mí 

— Bajen y no permitan que ningún hombre se le acerque — les digo a mis hombres para que bajarán y la cuidarán

Ya que desde aquí en donde estoy podía ver las miradas pervertidas y como se tocaban su miembro por encima del pantalón al verla bailar de esa forma 

A mí también me había provocado, pero yo no iba a ser tan pervertido como ellos frente a todo el mundo

Al finalizar la música le hablo a uno de mis guardias 

— Llévala a la habitación — le digo a uno de mis hombres y veo como la bajan de la barra y ella sin poner resistencia se deja llevar por mis guardias 

Me levanto de mí asiento y me voy para la habitación, debía saber si ella realmente era lo que yo buscaba o nuevamente me había equivocado 

Al llegar a la habitación ella se encuentra sentada en la cama, confundida y mirando para todos lados, hasta que me ve entrar 

— ¿Por qué me han traído hasta acá? — pregunta confundida pero sin miedo 

— Les pedí a mis hombres que te sacarán de ese lugar, después de tu baile erótico había muchos hombres con pensamientos impuros que te miraban como una presa fácil — le comento a media verdad 

— ¿Y tú? ¿Tú no tienes esos pensamientos y por eso me has traído aquí? — me dice levantándose de la cama y acercándose a mí 

— No, claro que no, yo no soy como ellos, yo no te obligaré a nada, solo te traje para que estés a salvo y puedas descansar, se nota que estás muy ebria — le digo respirando hondo para controlarme 

— Pero yo no quiero descansar, yo quiero seguir bailando — dice caminando hasta el equipo de audio que está en un rincón de la habitación y por dios la música que estaba sonando en ese momento era “You can leave your hat on” de Joe Cocker, parecía que todo estaba en mí contra 

Ella comenzó a bailar muy sensualmente al compás de la música, sus movimientos eran únicos e inigualables 

Me senté en el sofá de la habitación y comencé a observarla con detenimiento mientras mí respiración se aceleraba 

De pronto comenzó a quitarse el vestido muy lentamente hasta quedar solamente con un hermoso conjunto de lencería blanco con encaje y transparente, prácticamente no le cubría nada 

— En este momento tendría que estar en mí noche de bodas, pero como no hubo boda, disfrutare contigo — dice acercándose a mí y sentándose a horcajadas sobre mis piernas 

— No lo haré, no te tocaré hasta que tenga tu consentimiento por escrito — le digo intentando controlar mis deseos 

— ¿Qué? — pregunta mirándome incrédula 

— Lo que oyes, quiero que estés consiente de lo que soy capaz de hacerte y para eso tienes que estar sobria — le digo levantándome con ella aún encima mío y la llevo con cuidado hasta la cama 

— No puedes dejarme así — Me dice en un tono con enojo 

— Estás ebria, mañana te arrepentirás y no quiero eso — le respondo yo 

— Si estoy ebria, pero estoy consciente de lo que hago y lo que quiero, no he tomado demasiado — me vuelve a repetir en un tono molesto 

— Te preparare el baño para que te relajes, mañana me lo agradecerás — le digo caminando hacía al baño para prepararle el jacuzzi y que se dé un baño 

Al salir del baño para ir a buscarla, mí corazón casi se detiene con la escena que estaba presenciando

Ella se estaba masturbando con uno de los consoladores que se tener en los cajones de la mesita de noche, para cuando quiero jugar con las mujeres que traigo

Mí compañero de abajo estaba a punto de explotar si no lo liberaba, ya no pude controlarlo más, con eso me había provocado demasiado 

— Al carajo el contrato de consentimiento — me digo a mí mismo quitándome la ropa

Me acerco a ella, le quitó el consolador y me subo sobre ella 

— ¿Querías ésto? — le digo introduciendome en ella de una sola estocada 

Comencé a moverme con fuerza como realmente me gustaba, ella me había provocado y había liberado el demonio que pedía a gritos salir 

Era fascinante como ella gemía porque lo estaba disfrutando. Las otras mujeres me suplicaban que me detuviera y que fuera más cariñoso, pero ella, ella lo estaba disfrutando, cada gemido que salía de su boca, y ver sus facciones en su rostro por lo excitada que estaba me hizo encender aún más 

Agarro el consolador que había quedado en un costado sobre la cama y sin dejar de embestirla, comienzo a pasarlo sobre su punto sensible, logrando así que ella se retuerce por la excitación que eso le provocaba y comience a gemir con más intensidad logrando que llegue a su primera liberación  

Luego la volteo dejándola boca abajo y la continúo embistiendo duro y fuerte mientras le jalo el pelo logrando así que ella mire hacia arriba 

La agarro de los brazos colocándolos sobre su espalda y la levanto con una mano sujetando sus dos brazos, quedando así pegada a mí y con la otra mano la tomó del cuello mientras la continuó embistiendo con fuerza 

Ver cómo realmente lo está disfrutando, como de su boca salen gemidos de placer por todo lo que le estoy haciendo, me enciende aún más

Con las otra mujeres que he estado ninguna toleraba todo esto y terminaban llorando y pidiendo que me detenga, pero ella, ella lo está disfrutando y eso me prende demasiado 

Solo una mujer tuve en mí vida que aguantaba todos mis deseos oscuros, pero me abandonó por otro hombre con mayor status que yo

Después de ella no volví a conseguir una mujer que se aguantará todos mis deseos hasta hoy, que después de tanto tiempo la encuentro a ella.

Eran las 5 de la mañana cuando al fin logro terminar, lo estaba disfrutando tanto que no quería que terminara, pero después de 4 horas de sexo fuerte como yo había estado deseando, al fin la dejo descansar 

Ella cayó rendida sobre la almohada y se durmió enseguida, la cubro con las sábanas mientras la observo unos minutos dormir, luego me levanto, me voy a dar un baño y una vez vestido salgo de la habitación y llamo a Tomás 

📲 - ¿Has averiguado quién es ella? Me has preparado el contrato? — le pregunto ni bien responde 

📲 - Si Alex ya tengo todo listo, ella se llama Karina Ríos, tiene 23 años, estaba comprometida con Leonardo Ricci, casualmente ayer se iba a casar, pero él la dejó plantada en el altar por estar revolcándose con su hermana Tamara, con quién mantiene una relación de amantes desde hace 2 años. Estudió Literatura, ya que le encanta escribir libros, he descubierto que ha escrito varias novelas en una app y su sueño es largar su propia colección de libros escritos por ella y abrir una editorial. Su padre es comandante de la policía y su madre es profesora de matemáticas en el nivel secundario y su hermana estudió modelaje — me dice Tomas todo lo que averiguo sobre mí nueva chica 

📲 - Interesante familia. De acuerdo, lleva el contrato a mí penthouse y luego ve a descansar, no iré a la empresa hoy, avisa a Lili que reagende las reuniones de hoy para el lunes — le digo para luego colgar el teléfono 

Vuelvo a entrar a la habitación, me quito la ropa nuevamente y me acuesto a su lado para poder descansar unas horas.

Soy Alexander Faris, tengo 27 años, soy de Inglaterra, pero hace 8 años que me vine a vivir a Argentina, ya que cuando mis padres se enteraron de mis gustos en el sexo, me echaron de la familia, por lo que comencé una nueva vida aquí, estudie diseño automotriz que siempre me gustó y funde mí propia empresa.

Karina …

Me despierto algo desorientada y con dolor de cabeza, miro hacía los lados y veo a un hombre dormido a mí lado, comienzo a recordar todo lo que pasó la noche anterior y mí cara arde de la vergüenza 

Me cubro la cara con las sábanas y me maldigo internamente por haber sido tan libertina anoche, de seguro debe pensar que soy de esas mujeres fáciles que están con cuántos se les cruce en el camino 

De pronto, mí cuerpo comienza a calentarse al recordar la forma tan exquisita con la que me tomó, sin una pizca de delicadeza, bien sádico como si estuviera descargando toda su furia en mí, haciendo que subiera hasta el cielo y volviera a bajar varias veces en la noche 

Fue tan excitante, jamás pensé que yo tuviera un lado tan masoquista, pero me encantó, me encantó que me tomara de esa forma 

Fue una gran noche, pero lamentablemente debo bajar de la luna y volver a mí realidad y al gran drama que me espera al llegar a mí departamento, porque de seguro Leonardo estará esperándome con un gran discurso falso por lo que pasó ayer en la boda 

Suspiro con cansancio de solo imaginar lo que voy a tener que aguantar cuando llegue, pero debo afrontarlo y ponerle fin a todo, porque después de lo sucedido, no pienso perdonarlo 

La Karina dulce, tierna y decente se murió el día anterior dentro de la iglesia, hoy soy alguien nueva, alguien que ya no le importa nada del que dirán 

— ¿Ya te estás arrepintiendo por lo que sucedió anoche? — me pregunta el hermoso hombre que dormía a mí lado y la verdad no puedo negar que es bastante guapo, más que Leonardo podría decir 

— No, no me arrepiento por lo que hice anoche — le respondo con sinceridad, porque la verdad jamás me arrepentiría por esa excitante noche que tuve, por primera vez en la vida pude disfrutar del sexo y sentirme viva 

— ¿Y entonces? ¿Por qué tienes esa cara de frustración? — me pregunta confundido 

— Porque debo volver a mí realidad y al dramatismo que me espera al llegar a mí departamento — le respondo con la verdad al guapo desconocido jajaja porque después de todo lo que hemos hecho, ni siquiera se su nombre, ni él el mío

— No tienes que volver hoy, pasemos el fin de semana juntos — me pide el guapo desconocido y yo lo miro sorprendida y recuerdo lo que dijo la noche anterior sobre lo de que no me tocaría sin antes tener mí consentimiento por escrito

— Anoche dijiste que no me tocaría sin antes tener mí consentimiento por escrito y al final lo has hecho ¿por qué? ¿A qué te referías con eso? — le pregunto intrigada 

— Ven, quiero que me acompañes a un lado — me dice él levantándose de la cama y tendiendome la mano para que la tomara 

— ¿A dónde quieres que te acompañe? Aún no se tu nombre, sigues siendo un desconocido para mí — le digo algo dudosa 

— Me llamo Alexander Faris, tengo 27 años y soy dueño de la empresa automotriz Faris — me dice y yo lo miro sorprendida 

— ¿De verdad? — le pregunto con sorpresa y lo veo sacar algo de su pantalón 

— Ten — me dice entregándome una tarjeta de presentación donde corrobora que realmente es Alexander Faris 

— Bien, yo soy Karina Ríos, tengo 23 años, recién graduada de literatura — me presento yo ahora

— Bien ahora ya nos conocemos, ¿vamos? — me vuelve a decir

— Primero me daré un baño y luego te acompañaré a dónde quieres — le digo levantándome de la cama como Dios me trajo al mundo, y es que anoche me dormí rendida después de tanto sexo salvaje que me dio este adonis 

Camino desnuda hacía el baño, bajo la atenta mirada de él que me devoraba con los ojos. Entro a la ducha y comienzo a bañarme muy lentamente, mientras recorro con mis manos todo mi cuerpo, recordando todo lo que ese hombre me hizo y esa excitación que sentí con cada embestida que me daba

Mientras el agua de la ducha cae por mí cabeza y recorre todo mí cuerpo, no puedo evitar cerrar los ojos y tocarme yo misma mí intimidad al sentirme excitada solo por recordar 

No sé en qué momento Alexander entró, solo sé que me pegó contra la pared, de espalda a él y se introdujo en mí con fuerza, dando estocadas tras estocadas con lujuria y rapidez haciéndome gemir por la excitación

— ¿Por qué haces esas cosas tu sola? Sí aquí estoy yo para hacerlo — me dice con agitación sin dejar de embestirme

— Aahhh solo.. solo recordaba lo de anoche — le digo demasiado excitada por lo duro que me está dando 

De pronto me gira quedando yo de frente a él, toma una de mis piernas y la levanta colocándola en su hombro y vuelve a embestirme con fuerza.

Así estuvimos por alrededor de una hora, donde me hizo acabar como 3 veces hasta que él al fin terminó él 

Después de tratar de recuperar el aire, ambos nos dimos un baño juntos y luego de vestirnos, salimos de la habitación del club hasta su auto

Me he dado cuenta que tiene guardias, ya que desde que salimos de la habitación hasta llegar al auto, 2 hombres bien altos y robustos nos acompañan 

15 minutos después, llegamos a un gran edificio, entramos al estacionamiento y luego de bajarnos del auto, subimos por un ascensor privado, ya que se maneja con huella dactilar 

Llegamos al último piso del edificio y al salir del ascensor estamos en un departamento enorme y muy lujoso, realmente muy hermoso 

— ¿Este es tu departamento? — le pregunto mientras voy observando todo el lugar 

— Es un penthouse, no un departamento — me dice él y yo no le veo diferencia 

— ¿Es lo mismo no? No le encuentro diferencia — le digo restándole importancia 

— Hay mucha diferencia. Por ejemplo, cada piso de este edificio está conformado por 4 departamentos, en cambio un penthouse ocupa todo un piso del edificio, ¿entiendes? — me explica él y yo quedo asombrada 

— Si, ahora entendí, entonces, ¿para qué me has traído a tu penthouse? — le pregunto no entendiendo a qué vinimos 

— Ven — me dice tomándome de la mano y llevándome hasta la mesa donde había una carpeta — Este es un contrato de consentimiento y confidencialidad, pero antes de que lo leas, quiero explicarte porque — me dice tomándome las manos para que lo mire — Primero quiero que sepas que yo soy una persona sádica, mis gustos en el sexo son peculiares y busco una mujer que sea sumisa ante mí — me dice y yo lo miro confundida 

— A… ¿a qué te refieres con gustos peculiares? — le pregunto no entendiendo de lo que habla 

— Ven, te mostraré — me dice tomándome de la mano y llevándome al segundo piso hasta pararnos frente a una puerta roja — Detrás de esta puerta está mí cuarto de juegos — me dice algo nervioso 

— ¿Tu cuarto de juegos? ¿Cómo la Playstation y todo eso? — le pregunto confundida 

— No exactamente esa clase de juegos — me dice abriendo la puerta 

Al entrar a la habitación quedó realmente helada, cuando dijo cuarto de juegos, se refería a todos juegos eróticos, había látigos de diferentes medidas y diseños, consoladores, muñequeras y cualquier otro objeto que se puedan imaginar 

— ¿Tú… tú usarás esto en mí? — le pregunto algo nerviosa y a la vez ansiosa, ya que jamás había experimentado algo así 

— Te gustará y lo disfrutarás, lo comprobé anoche, te gusta el sadismo y que te controlen en el sexo — Me dice y mí cara arde de la vergüenza 

— Y si digo que sí, ¿cómo será? — le vuelvo a preguntar 

— Ven — me dice sacándome de esa habitación y llevándome a otra — Si aceptas, este será tu cuarto, te mudaras solo del viernes al domingo y no necesitarás traer nada, ya que acá tendrás todo lo que necesites — me dice mostrándome la habitación que sería mía por esos 3 días 

— Si acepto, que obtengo a cambio? — le vuelvo a preguntar, ya que quiero saber todo antes de tomar una decisión 

— A cambio tendrás todo lo que desees, joyas, dinero, autos, todo lo que me pidas te lo daré, solo hay una condición para esto — me dice mirándome a los ojos — No te puedes enamorar, nuestros encuentros solo serán por placer y nada más, en caso de que te enamores, el contrato se rompe y lo nuestro se termina — me dice él mirándome serio 

— De acuerdo, acepto — le digo sin pensarlo 

— ¿De verdad? — me pregunta sorprendido 

— Claro, pero antes de firmar el contrato, lo leeré sino te molesta — le digo para no llevarme una sorpresa más adelante 

— Está bien, estás en todo tu derecho — me dice y ambos volvemos a la planta baja, a la mesa donde se encontraba el famoso contrato 

Comencé a leer el contrato punto por punto, en el decía que no podía contarle a nadie sobre nuestra relación, que no podía tener sentimientos románticos hacía él y que debía comenzar a cuidarme con una ginecóloga otorgada por él

— Ten tomate esto, anoche no me cuide con condones — me dice entregándome una pastilla 

— Yo si me cuido con inyecciones desde hace 3 años — le digo para que no se preocupe de que pueda llegar a salir embarazada 

— Igual debes comenzar con la ginecóloga que trabaja para mí, para estar más seguro — me dice él serio

— De acuerdo — solo le respondo y continúo leyendo el contrato 

El contrato duraba un año y dentro de ese año no podía mantener relaciones sexuales con ninguna otra persona que no fuera él y en caso de ya no querer continuar con eso, podía cancelar el contrato después de los 6 meses de haber iniciado 

En otra hoja especificaba todo lo que se haría dentro del cuarto rojo, muchos puntos no los conocía y llamaban mí atención, pero como me gusta experimentar cosas nuevas lo acepté para ver hasta donde llegaba yo y mí curiosidad 

Después de firmar el contrato, él lo guardó y nos dirigimos a la cocina para almorzar, ya que pasaba del mediodía y ambos teníamos hambre y más con tanto ejercicio que habíamos hecho.