Es un hermoso día soleado en la localidad de Santa Bárbara, Estados Unidos. El cielo está despejado y todo transcurre con total normalidad.
Jeremy Luar, un joven Universitario de 20 años, se encontraba de camino hacia la universidad de Santa Bárbara a tomar sus clases, Jeremy iba en el 3.º semestre de su carrera, el chico estudia ingeniería informática, es todo un experto con las computadoras y siempre fue un apasionado del mundo digital y de la informática.
Jeremy toda la vida fue un chico tímido y es alguien de muy pocos amigos, solamente tiene 3 amigos que los conoce desde que eran unos niños(Scott, Alexander y Víctor), se conocieron en la secundaria y eran conocidos como el "grupo de los raritos", puesto que los 4 eran igual de antisociales y tímidos, obviamente sufrieron mucho bullying y eran completamente marginados en la clase, afortunadamente eso cambió cuando se graduaron y entraron en la universidad, ya que se sabe que en los estudios universitarios no suele haber tanto bullying como en los colegios.
Uno de sus amigos, Alexander se había hecho muy distantes de Jeremy y del resto del grupo, ya que él había mejorado sus habilidades sociales, empezó a trabajar y empezó a conocer gente nueva y a juntarse con personas que él consideraba "gente col" dejando atrás a su antiguo grupo de amigos, porque le daba vergüenza que la gente lo asociará con los raritos de sus amigos.
Esto dejó muy mal a Jeremy y a los demás, dejando ver a Alexander con un traidor, hipócrita y mal amigo, debido a que se conocían de la escuela, fueron bulleados, y se tenían mucha confianza, él hecho de que Alexander los haya abandonado y rechazado de esa manera, les dolió mucho.
Jeremy y Scott eran los únicos que estudiaban en la misma universidad, ya que Víctor no siguió estudiando y empezó a trabajar como personal de limpieza en una oficina de correos, aparte de eso, desarrollo una fuerte adicción al alcohol, haciendo que este gastará la mitad de su sueldo en Whisky y cervezas.
Por lo tanto, solamente Scott era el único con el que Jeremy solía verse de forma frecuente, debido a que estudiaban juntos la misma carrera, solían salir muy poco con Víctor, ya que él solamente se la pasaba bebiendo.
Jeremy ingreso a las instalaciones de la institución educativa, y se encuentra con Scott sentado en una banca, revisando su celular esperando que llegará su amigo, Scott al verlo se levanta y le dice:
–Jeremy, como amaneces hoy mi hermanazo– Le dice Scott mientras le da un fuerte abrazo.
(Scott siempre fue muy cariñoso con Jeremy, desde que se conocen, Jeremy en diversas ocasiones se ha percatado de esto, pero simplemente no le toma importancia)
–Amanecí bien amigo, con un poco de sueño porque me desvelé anoche, pero bien– Le respondió Jeremy mientras se quitaba a Scott de encima.
–Oye, ¿hiciste el informe que nos ordenó el profesor verdad?– Pregunta Scott.
–Si Scott, porque crees que me desvelé anoche, me acosté a las 3 AM para completar ese maldito informe, ¿sabes?, no es fácil acostarse a las 3 de la mañana para levantarte a las 6– Le respondió Jeremy con una pequeña risa entre dientes.
–Yo no la hice, se me olvidó– Respondió Scott con un tono un poco nervioso
–Definitivamente que eres un holgazán, ¿tuvimos toda una semana y no la pudiste hacer? Después te quejas de que te va mal en las notas– Le respondió Alex con un tono de regaño.
Mientras los amigos seguían conversando tranquilamente, sonó el timbre de la institución de una manera brusca e inesperada, anunciando que la hora de entrada había llegado.
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Al sonar la campana, todos y cada uno de los estudiantes ingresaron a sus aulas, Jeremy y Scott se dirigieron al aula de informática mientras caminaban por los largos y anchos pasillos, se detuvieron un momento para dejar algunas cosas en sus respectivos casilleros, los cuales estaban juntos, luego entraron en el salón y se dieron cuenta de que el profesor aún no había llegado, lo cual los alivio un poco y procedieron a sentarse juntos al fondo del salón.
El aula contaba con 21 alumnos en total, la mayoría geeks y frikis como Jeremy y Scott, entrar en esa aula era casi como ingresar a una conversión de anime o a la friki plaza, debido a que la gran mayoría de los estudiantes en dicho salón cumplían con el típico estereotipo del informático geek que no sale de su cuarto.
"Buenos días, jóvenes" dijo el profesor mientras ingresaba por la puerta, todo el salón quedó en completo silencio, "Espero que hayan hecho el informe sobre los sistemas binarios que les pedí la semana pasada".
Scott se puso pálido al oír esto, pues debido a que es un flojo, no hizo nada teniendo toda una semana para realizarla, aparte de que está consciente de que va mal con sus calificaciones.
–Carajo Jeremy, ¿Qué voy a hacer? El profesor me va a formar tremendo problema, esté ya es el tercer trabajo que no hago– dijo Scott.
–¿Pues que quieres que haga? ¿Yo acaso te puse una pistola en la cabeza y te obligué a no hacer el informe? Lamento decírtelo, pero estás jodido amigo mío– Respondió Jeremy.
–Mierda– Exclamó Scott entre dientes.
En ese momento, el profesor se sienta en su silla y coloca su maletín en la mesa, se estira un poco en su silla mientras bosteza abriendo la boca de manera desproporcionada y estirando sus brazos hacia arriba al aire, luego se vuelve a acomodar en su silla y procede a sacar su laptop del maletín.
–Chicos hoy tenemos una nueva compañera en este salón– dijo el profesor mientras chocaba sus manos de manera entusiasta.
Todo el salón se quedó anonadado, ¿Una nueva compañera? Normalmente, era muy raro encontrar una chica en las carreras de ingeniería informática, debido a eso todo el salón estaba entusiasmado, en ese instante, la puerta del salón se abre lentamente, ingresando una jovencita un tanto nerviosa con sus cuadernos entre sus brazos, "ho-holaa" dijo la chica con un tono de voz bastante nervioso y tembloroso.
–Jóvenes, por favor sean tan amables de saludar a la nueva estudiante, Franchesca Valentini– Dijo el maestro
Jeremy se quedó completamente paralizado, contemplando la increíble belleza física que irradiaba la chica, jamás en su vida había tenido la dicha de ver a una mujer tan hermosa en persona, solamente había visto chicas con tales dotes en televisión, revistas y en ciertas páginas web de dudosa moralidad, esa chica había despertado la lujuria en Jeremy, algo que arruinaría su vida por completo de ahora en adelante.
Franchesca era una joven Ítalo americana de piel blanca y ojos azules, su piel era tan hermosa y suave que parecía ser de porcelana, sus ojos con ese color azul claro marino parecía ser de las cálidas y claras aguas de las playas caribeñas, tenía su pelo rubio liso y tenía una dentadura perfecta, y estaba dotada de una buena figura física, era tan hermosa y radiante que todo el salón se quedó estupefacto, si Franchesca se metiera en un concurso de belleza, lo ganaría con muchísima ventaja.
–Gracias profesor– dijo Franchesca mientras se sentaba en uno de los pupitres que estaban del lado derecho del salón
Jeremy no podía parar de mirarla, estaba tan cautivado con su belleza, que desde ese preciso instante ya estaba desarrollando su enfermiza obsesión.
Al cabo de 10 minutos, mientras el profesor revisaba los informes que le encargo a sus alumnos, Franchesca Valentini se levanta de su asiento y se dirigió al profesor, "Profesor le tengo una consulta" dijo Franchesca mientras se apoyaba en frente de su escritorio dándole la espalda a los demás en el salón.
El pervertido de Jeremy no dudó ni un segundo en clavar su mirada sobre el trasero de Franchesca, la cual llevaba unos pantalones ajustados que remarcaban las nalgas de la chica, sus ojos parecían que se iban a salir de sus órbitas y se desprenderían de sus cuencas como en las caricaturas, Scott se percató de esto y le dijo:
–Por el amor de Dios Jeremy, por lo menos disimula, se te van a salir los ojos viéndole el culo–
Jeremy salió de su trance en el que estaba inducido y le dio un codazo a Scott por debajo del hombro.
–Callate Scott, tu también te la pasas viendo culos, no te hagas el santo– le respondió Jeremy.
Franchesca Valentini procedió a sentarse en su asiento luego de aclarar sus dudas con el maestro, Jeremy no podía apartar su mirada de la chica, es como una especie de energía magnética que lo atraía, en ese preciso momento a Jeremy se le cruzaron miles de pensamientos por su mente.
"¿Tendrá Novio? ¿Será igual de rara que yo? ¿Le gustaré?" La mente de Jeremy parecía un motor a mil revoluciones por minuto, proyectando algunas inseguridades y planteándose cientos de escenarios ficticios en su mente.
–Bueno, jóvenes, quiero que saquen sus libros de álgebra en la página 28 por favor– Ordenó el maestro.
Todos en el salón hicieron caso y abrieron sus libros de álgebra.
–Ahora quiero que presten atención y analicen los ejercicios que ahí se dictan, por qué hoy vamos a aprenderlas para luego realizar un examen–
Mientras el maestro explicaba, Jeremy solamente se limitaba a observar a Franchesca que estaba sentada un par de sillas más delante de él, el profesor se dio cuenta de esto y le reclamó.
–Joven Jeremy presté atención a su libro de álgebra, no a su compañera por favor– le dijo el profesor con un tono serio.
Franchesca giró su cabeza y se quedó viendo a Jeremy y hizo una pequeña expresión de disgusto, Jeremy se dio cuenta de eso y se sintió avergonzado.
–Maldito profesor si es chismoso– Le dijo Jeremy a Scott en voz baja.
–Jeremy hermano es que tú no disimulas coño, te quedas viéndola de manera fija y no apartas la mirada de ella, tarde o temprano alguien que no fuera yo se iba a dar cuenta– Respondió Scott
–Ahhh no puede ser– dijo Jeremy avergonzado mientras se ponía ambas manos en su cabeza.
La clase transcurrió con total normalidad, hasta que sonó nuevamente el timbre de manera esporádica anunciando el final de la clase y el inicio de la hora del almuerzo.
Jeremy y Scott se encontraban en sus casilleros, guardando los libros de álgebra y sacando los libros de la siguiente clase, Jeremy y Scott tuvieron una pequeña conversación mientras ordenaban sus casilleros.
Jeremy: Maldita sea, creo que la he cagado.
Scott: ¿Por qué lo dices Bro?
Jeremy: Porque Franchesca puso mala cara cuando se enteró de que la estaba mirando.
Scott: Si eres imbécil Jeremy, quién te manda a estar de acosador mirándola sin parar, yo también me molestaría si un pervertido estuviera observándome a todo momento.
Jeremy: El chiste es que crees que alguien te acosaría, por favor Scott eres un cabrón bien feo, ni la mujer más desesperada te acosaría (dijo Jeremy entre risas)
Scott: Claro porque debe ser que tú eres Brad Pitt idiota.
En ese momento alguien cierra el casillero de Scott de forma violenta, haciendo que esté se asuste y pegue un pequeño salto, resulta ser que el que cerró el casillero era Ryan, un compañero de carrera de Scott y Jeremy.
Ryan: jajajaja ¿te asustaste maricón?
Scott: Tenía que ser el payaso de Ryan, ¿Por qué coño no vas a molestar a tu puta madre te parece?
Ryan: hey hey tan poco te pongas así de agresivo parguela era solo una broma (dijo Ryan mientras se reía)
Jeremy: Jajaja creo que se ha orinado encima con tremendo susto que le diste.
Ryan: ¿Orinado? Yo diría cagado encima jajajaj
Scott: Ya par de maricones, mejor bésense los dos y se cogen (Dijo Scott un poco molesto)
Ryan: los que parecen novios son ustedes dos, que cada rato andan juntitos los dos.
Scott: ahh que puto asco, yo no soy gay Ryan, No sé si lo sabías, pero existe algo que se llama mejores amigos, entiendo que tú no sepas el significado de esa palabra, ya que eres un cabrón insoportable (Dijo Scott ya con una clara actitud de molestia y enojó)
Ryan: Tranquilo viejo, no era necesario que me recordarás lo solitario que soy, solo estaba bromeando no te lo tomes todo tan personal
Scott: Pues para la próxima no me digas gay ¿Oíste?
Ryan: Ok, ya no te digo así discúlpame.
Ryan procedió a retirarse despidiéndose de los muchachos.
Jeremy: Hermano, ¿por qué te pusiste tan molesto cuando Ryan bromeó con que éramos pareja?
Scott: !PUES PORQUE NO SOY GAY JEREMY! (dijo Scott en voz alta y alterado)
Jeremy: Viejo relájate no te lo tomes personal solo estamos jodiendo.
Terminando la conversación, Jeremy cerro su casillero y se fue con Scott hacía el comedor, que sus estómagos ya estaban crujiendo del hambre que tenían.
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